Lavín Loyola Claudio Arturo Manuel


Museo de la Memoria

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Partidosocialista.cl - Paris 873 STGO

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Alameda de Talca AFFDD.CL

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anef.cl   Homenaje

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Fecha Detención : 02-10-1973
Lugar Detención : Cauquénes

Fecha Asesinato : 04-10-1973
Lugar Asesinato : Cauquénes


Fecha Nacimiento : 21-02-1944 Edad : 29

Actividad Política : Partido Socialista (PS)
Actividad : Empleado Banco estado-Tec Agrícola

Estado Civil e Hijos : Casado, 2 hijos
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :(Informe Rettig)  

Categoría : Antecedentes del Caso

Claudio Lavín Loyola de 29 años. Era casado, con dos hijos. Era técnico agrícola y trabajaba en el Banco del Estado. Fue detenido el 2 de octubre por detectives, cuando se presentó a Investigaciones a cumplir con su firma diaria, trámite que le había ordenado el Jefe de Zona en Estado de Sitio, Rubén Castillo White.

El 4 de octubre de 1973 fueron ejecutadas cuatro personas:
 

Manuel PLAZA ARRELLANO, 25 años, Técnico agrícola. Fue detenido en la madrugada del 20 de septiembre en su domicilio por una patrulla militar y enviado al Cuartel de Investigaciones de CAUQUENES.
 

Claudio LAVIN LOYOLA, 29 años, Técnico agrícola. Fue detenido el 2 de octubre de 1973 cuando se presentó al Cuartel de Investigaciones donde se le había ordenado ir a firmar diariamente.
 

Miguel MUÑOZ FLORES, 21 años, empleado de la Corporación de Reforma Agraria (CORA).  Fue detenido en su domicilio, inmediatamente después de ocurridos los sucesos del día 11 de septiembre, por efectivos de Investigaciones y trasladado al Cuartel de esa Institución.
 

Pablo VERA TORRES, 22 años, estudiante y empleado, dirigente de la Juventud Socialista de la zona, quien había sido detenido y dejado en libertad; detenido nuevamente el mismo mes, fue conducido al Cuartel de Investigaciones.
 

El día 4 de octubre de 1973 estos jóvenes socialistas fueron sacados desde el Cuartel de Investigaciones de Cauquenes, fuertemente custodiados por efectivos militares. Según la versión oficial, ello se hizo con el propósito de hacer una reconstitución de escena en el Fundo El Oriente, en las afueras de la ciudad. Los detenidos, según esa misma versión, habrían aprovechado esta circunstancia para atacar a uno de los centinelas, motivo por el cual se les disparó, causándoles la muerte a todos ellos, "en cumplimiento al Bando 24 de la Junta Militar de Gobierno". Dicho bando autorizaba a la ejecución inmediata en caso de oposición o resistencia armada a las nuevas autoridades militares.
Horas antes de la ejecución, había arribado a la ciudad de Cauquenes, un helicóptero que transportaba a un Oficial Delegado del Comandante en Jefe del Ejército y de la Junta de Gobierno y a su comitiva. Esta permaneció en la ciudad hasta inmediatamente después de verificarse los fusilamientos. Fueron vistos en la ciudad por numerosos testigos. Este viaje, en su contexto global, ya ha sido analizado.
Las familias se enteraron de sus muertes mediante el bando oficial que fue dado a conocer a través de altoparlantes instalados en la plaza de la ciudad.
Los cuerpos sin vida de los cuatro jóvenes, fueron llevados al Instituto Médico Legal, donde se les practicó la autopsia de rigor y luego llevados por efectivos militares al Cementerio Local, donde procedieron a enterrarlos en una fosa común. Sólo la familia de uno de los ejecutados, a través de gestiones personales, consiguió exhumar el cuerpo de su víctima y darle sepultura.
A esta Comisión le resulta inverosímil la versión oficial en consideración de las siguientes circunstancias:
El resultado del informe de autopsia de al menos uno de ellos, afirma que se le disparó en la sien a corta distancia, pericia que desmiente la versión oficial;
La fuerte custodia militar bajo la cual fueron sacados los detenidos, hace improbable que, estando desarmados, hubieran atacado a un centinela;
Aún cuando lo anterior hubiese ocurrido, el personal militar que los custodiaba podría haber procedido a reducirlos y recapturarlos sin necesidad de darles muerte.
Por lo tanto la Comisión ha llegado a la convicción que estas cuatro personas fueron ejecutadas por agentes del Estado al margen de toda justificación. Son víctimas de una grave violación de su derecho a la vida y sus familias del legítimo derecho a darles sepultura.

 


Uno de ellos es primo de Lavín padre: Condenan a exmilitares por crimen de dirigentes del PS

Fuente :eldesconcierto.cl 31/3/2023

Categoría : Prensa

Los hechos se remontan a octubre del 73, cuando en Cauquenes aterrizó un helicóptero con una dotación de militares que se llevó a los cuatro dirigentes de un cuartel de Investigaciones de la ciudad, luego de lo cual los trasladaron a un predio donde les dieron muerte.

 

La Corte Suprema dictó sentencia de casación y de reemplazo por el caso Caravana de la Muerte-Cauquenes, condenando a cuatro exagentes de la dictadura por los homicidios calificados de Miguel Enrique Muñoz Flores, Manuel Benito Plaza Arellano, Pablo Renán Vera Torres y Claudio Arturo Lavín Loyola (primo de Joaquín Lavín padre), todos jóvenes dirigentes del Partido Socialista (PS).

Se trata de crímenes perpetrados en la ciudad de Cauquenes, el 4 de octubre de 1973, hechos por los que los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm y Leopoldo Llanos, además del abogado integrante Diego Munita, confirmaron la sentencia definitiva de primera instancia que condenó a Pedro Octavio Espinoza Bravo, exbrigadier del Ejército y exmiembro de la DINA, quien quedó sancionado a la pena única de 20 años de presidio mayor en su grado máximo, en calidad de autor de los homicidios calificados de las cuatro víctimas.

Por otra parte, el máximo tribunal revocó la sentencia definitiva de primera instancia, donde absolvió a Juan Viterbo Chiminelli Fullerton de los cargos formulados como autor de los delitos de homicidio calificado y, en su lugar, determinó que quedara condenado a una pena de 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio, por su participación como coautor de los crímenes. 

Adicionalmente, la Suprema revocó la sentencia de primer grado que absolvió a Emilio Robert de la Mahotiere González de los cargos formulados como autor de los delitos reiterados de homicidio calificado. De esta manera, estableció para él una condena de cinco años de presidio menor en su grado máximo, en calidad de encubridor de los cuatro homicidios calificados antes referidos.

Además, el tribunal decidió confirmar la absolución de Enrique Anaxímen Rebolledo Jara, quien había sido acusado como cómplice de estos crímenes.

De esta manera, los magistrados rechazaron los recursos de casación interpuestos por las defensas de los victimarios, además de acoger parcialmente las casaciones en el fondo interpuestas por las partes querellantes, presentadas contra la sentencia definitiva de segunda instancia dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, en abril de 2020.

“Lo decidido por nuestro Máximo Tribunal en el presente caso debe ser destacado, primero, porque pone término a un proceso judicial que se extendió por largo tiempo, en el cual se conocieron y juzgaron hechos ocurridos hace casi cinco décadas, condenando a los perpetradores que se encuentran actualmente en vida y ordenando la reparación de los familiares afectados por estos crímenes de lesa humanidad cometidos en la persona de las víctimas”, aseguró Francisco Ugás, coordinador jurídico del Estudio Caucoto Abogados y querellante en el caso, en representación de la familia de la víctima Claudio Lavín Loyola.

Asimismo, agrega, “porque corrigió aquellos vicios jurídicos que adolecía la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago y que, en el ámbito penal, habían determinado la imposición de sanciones privativas de libertad más baja contra los criminales, descartándose la aplicación de la media prescripción o prescripción gradual, inaplicable en casos de crímenes de lesa humanidad, respecto de los cuales en el Derecho Internacional se consagra y predica su imprescriptibilidad».

Y porque en tercer lugar, asegura Ugás, «reitera una tesis jurídica, un criterio jurídico muy relevante en el ámbito civil relacionado con la reparación, toda vez que descarta la aplicación de la cosa juzgada en materia civil, cuando este instituto se aplica teniendo como base una decisión contraria al Derecho Internacional, que es aquella que rechazó en el pasado la demanda civil, en un juicio diverso, por aplicarse la prescripción extintiva de la acción civil”.

«Respecto de esto último, es muy importante el reconocimiento que hace la Corte Suprema, del deber que tiene el Estado de Chile de reparar íntegramente el daño causado a quienes se vieron afectados por crímenes de lesa humanidad, en el pasado reciente”, recalca el abogado.

Los hechos

Sobre los hechos, la indagatoria logró establecer que “el día 4 de octubre de 1973, aterrizó en Cauquenes, en el Regimiento Andalién de dicha ciudad, un helicóptero Puma, con un grupo de militares, bajo el mando del entonces General de Ejército, Sergio Víctor Arellano Stark, delegado por quien era a la fecha el Comandante en Jefe del Ejército, Augusto Pinochet Ugarte, con el objeto de cumplir labores de coordinación de criterios institucionales de gobierno interior y de procedimientos judiciales, y de revisar o acelerar los procesos en curso.

Ese mismo día, algunos de los miembros de la comitiva sustrajeron sin facultades ni derecho al efecto, desde el cuartel de Investigaciones de la ciudad, ya que carecía de orden o documento que los habilitara para ello, a Miguel Enrique Muñoz Flores, Manuel Benito Plaza Arellano, Pablo Renán Vera Torres y Claudio Arturo Lavín Loyola, a quienes trasladaron hasta el predio ‘El Oriente’, de dicha localidad, donde les dieron muerte con armas de fuego”.