Fecha Detención : 17-09-1973
Comuna Detención : Ñuñoa
Fecha Asesinato : 18-09-1973
Comuna Asesinato : Santiago
Partido Político : Partido Comunista (PC)
Oficio o Profesión : Arquitecto
Estado Civil e Hijos : Casado 3 hijos
Nacionalidad : Chilena
Relatos de Los Hechos
Fuente :(Rettig)
Categoría : Antecedentes del Caso
El l8 de septiembre de l973 fue muerto Leopoldo Raúl BENITEZ HERRERA, 37 años, arquitecto, profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica.
El día 17 de Septiembre alrededor de las 19:30 horas, mientras se encontraba en casa de sus suegros en la comuna de Ñuñoa, llegaron efectivos de Carabineros de la Escuela de Suboficiales de Macul, que ingresaron por la fuerza, allanaron el domicilio e intimidaron a sus moradores. Luego de pedir identificarse a todas las personas que allí estaban, procedieron a detenerlo, llevándoselo en una micro de Carabineros que previamente se había estacionado en la puerta de la casa.
En la Escuela de Suboficiales de Macul, su cónyuge, constató que efectivamente había estado. Le indicaron que si estaba con vida, lo buscara en el Estadio Nacional. En dicho recinto lo buscaron infructuosamente.
Su cuerpo fue encontrado el día 24 de Septiembre en el Instituto Médico Legal. Había sido remitido allí, por militares, con el nombre de Leopoldo Raúl Benitez Herrera, con la indicación de haber sido encontrado en la vía pública. El certificado de defunción señala que murió el día 18 de septiembre de l973 a las 13.35 horas a causa de : “múltiples heridas a bala”.
Sin embargo, entre su detención y la constatación de su muerte, pasaron siete días en que a sus familiares se les entregó equívocas versiones sobre su suerte, incluso que se encontraba procesado y que su causa estaba lista para ser vista junto a la de otras personas el día 24 de Septiembre de 1973 en la Escuela Militar.
Es convicción de la Comisión que Leopoldo Raúl Benitez Herrera, fue ejecutado al márgen de toda legalidad, por agentes del Estado que violaron su derecho a la vida, en razón de los siguientes elementos: se encuentra acreditada su detención por agentes del Estado; consta su permanencia en la Escuela de Suboficiales de Carabineros de Macul; su muerte se produjo mientras se encontraba bajo la custodia de sus aprehensores.
Comunidad ARQ UC UC rinde homenaje a Leopoldo Benítez
Fuente :arquitectura.uc.cl 17/9/2024
Categoría : Prensa
A cincuenta años de ser detenido y asesinado por la dictadura, la Escuela de Arquitectura UC realizó un homenaje en memoria de Leopoldo Benítez en el que participaron docentes, estudiantes, ex alumnos, familiares, amistades y autoridades tanto de la UC como del gremio.
En una iniciativa de la dirección junto al Centro de Estudiantes de Arquitectura UC (CEARQ), se realizó en Lo Contador un acto para conmemorar a Leopoldo Benítez, arquitecto UC y, desde 1967, profesor titular de nuestra escuela, quien asumió su dirección en 1969 hasta su muerte en septiembre de 1973.
El evento, que tuvo lugar en los jardines del salón Sergio Larraín García Moreno, contó con palabras del director ARQ UC, del decano FADEU UC Mario Ubilla, de la presidenta del Colegio de Arquitectos de Chile Beatriz Buccicardi, de la arquitecta UC Katia Benítez, hija del homenajeado, y de la presidente del CEARQ Daniela Díaz.
En este contexto, el director ARQ UC hizo énfasis en “la responsabilidad que tenemos como comunidad de reconstruir y recuperar la historia de la escuela entre 1965 y 1973, años de fuerte innovación, creatividad y conciencia social que fueron borrados por los discursos de los ochenta y la dictadura”, mientras que el decano destacó el lugar escogido para el acto, refiriéndose “al jardín como un espacio de reflexión e introspección” para pensar en el pasado y en el futuro.
Asimismo, la presidenta del Colegio de Arquitectos enfatizó la incansable labor de memoria que debe realizar el gremio, recordando así a diez arquitectos que fueron ejecutados políticos o detenidos desaparecidos, “entre los que Leopoldo Benítez ocupa un espacio especial para el colegio”. Por su parte, Katia Benítez manifestó su agradecimiento por los múltiples homenajes a su padre “en un septiembre especialmente intenso”, saludando especialmente a quienes fueron sus profesores durante su paso por la escuela y, sobre todo, a las nuevas generaciones, que han “tomado esta posta para mantener viva la historia y la memoria”. Por último, la presidente del CEARQ realizó un sentido discurso en torno a la trayectoria de Leopoldo Benítez, citando parte de sus escritos en torno a la vida, la arquitectura y la ciudad.
Durante la instancia y en un gesto simbólico, se plantó un belloto del norte —obsequiado por el Colegio de Arquitectos— y la escuela instaló una banca con una placa conmemorativa por los cincuenta años del suceso que quedará en el jardín. Para cerrar el acto, los asistentes dejaron cincuenta maules blancos
La ceremonia, que se suma al desayuno realizado por el decanato el 11 de septiembre (ver nota), fue destacada por el medio El Mostrador en un reportaje que ahondó en la figura de Leopoldo Benítez y su historia (ver nota).
Leopoldo Raúl Benítez Herrera
Nacido en Concepción el 12 de marzo de 1936, estudió en el Instituto Alemán de Frutillar, en el Instituto de Humanidades Luis Campino y en el colegio San Pedro Nolasco de Santiago. Fue parte de un equipo de investigación que pasó seis meses en las bases chilenas del territorio antártico para luego entrar a estudiar arquitectura en la UC, graduándose en 1964. Tras su titulación, obtuvo una beca de la Fundación Ford y estudió un máster en arquitectura en la Universidad Rice en Houston, Texas, de donde se graduó en 1966. Al regresar de Estados Unidos, trabajó en diferentes proyectos de urbanización en Santiago y formó parte de la reforma universitaria en la UC que derivó en la democratización de la universidad, la creación del Centro de estudios de la Realidad Nacional (CEREN) y del Departamento Universitario Obrero Campesino (DUOC), además de promover la creación de sedes en provincias. Se incorporó al cuerpo docente de la Escuela de Arquitectura UC como profesor titular en 1967, bajo el mandato de Fernando Castillo Velasco como rector de nuestra institución. Impulsado por una visión social y el deseo de una sociedad justa, asumió en 1969 la dirección de nuestra escuela, entonces denominada Departamento de Arquitectura. Su militancia política se inició en el Partido Democracia Cristiana, pasando por el MAPU, para finalmente unirse al Partido Comunista un poco antes del golpe de Estado.
Su vida y trayectoria fueron criminalmente truncadas por la dictadura y la persecución ideológica: fue detenido el 17 de septiembre de 1973, asesinado el 18 de septiembre y encontrado el 24 de septiembre. Es una de las 31 víctimas fatales UC, entre estudiantes, egresados y docentes asesinados o desaparecidos tras el golpe.
General de Carabineros en retiro fue procesado por homicidio de profesor en el marco de la Operación Colombo
Fuente :theclinic.cl, 17 de Enero 2014
Categoría : Prensa
Hernán Crisosto, ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, dio a conocer el auto de procesamiento por el asesinato de Leopoldo Benítez Herrera en manos del general en retiro de…
Hernán Crisosto, ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, dio a conocer el auto de procesamiento por el asesinato de Leopoldo Benítez Herrera en manos del general en retiro de Carabineros Sergio Horacio Jiménez Albornoz, todo esto en el marco de la Operación Colombo.
Como es usual en los casos de carabineros que violan Derechos Humanos, Jiménez quedó detenido en una comisaría de la comuna de Pudahuel, según informa Cooperativa.
Como dice el medio, el sitio web del Poder Judicial dio a conocer los hechos acreditados por el tribunal, entre los que se encuentran la realización de un allanamiento al domicilio de los suegros de Benítez Herrera el día 17 de septiembre de 1973, desde el cual fue sustraído por agentes pertenecientes a la Escuela de Suboficiales de Carabineros, a plena vista de sus familiares.
Otra confirmación es el hecho de que los familiares de Leopoldo Benítez escucharon una ráfaga de balas minutos después de su secuestro, llegando su cuerpo sin vida al Servicio Médico Legal el 24 de septiembre de 1973, confirmándose que su muerte había sido producto de múltiples disparos.
A 50 años, homenajean a asesinado director de Departamento de Arquitectura UC
Fuente :elmostrador.cl 26/9/2023
Categoría : Prensa
Leopoldo Benítez Herrera, casado y padre de tres hijos, fue detenido y ejecutado por agentes del Estado el 18 de septiembre de 1973, según el informe Rettig. Tras su muerte, según un académico, hubo “una operación consciente de aquellos que dirigían la institución por borrar esta historia”. Su hija Katia, que tenía meses de vida al momento de su asesinato, fue alumna de la misma escuela. “Este profesor cercano, humano, a quien todos le tenían aprecio, desapareció de la faz de la tierra y nunca hubo explicación”, lamenta. Benítez es una de las 31 víctimas fatales UC, entre estudiantes, egresados y docentes asesinados o desaparecidos tras el golpe.
A cincuenta años de ser detenido y asesinado por la dictadura, la comunidad ARQ UC le rendirá este martes un homenaje a Leopoldo Benítez Herrera, arquitecto UC y, desde 1967, profesor titular de la escuela, quien asumió su dirección en 1969 hasta su muerte en septiembre de 1973.
El evento se realizará a las 12:30 horas en el Jardín del Salón Sergio Larraín García Moreno del Campus Lo Contador.
La actividad, iniciativa conjunta de la dirección junto al Centro de Estudiantes de Arquitectura UC (CEARQ), contará con la participación del decano Mario Ubilla, del director ARQ UC, de representantes del CEARQ y de representantes del Colegio de Arquitectos de Chile, junto a familiares, amigos y la comunidad ARQ UC.
Trayectoria
Nacido en Concepción el 12 de marzo de 1936, Benítez estudió en el Instituto Alemán de Frutillar, en el Instituto de Humanidades Luis Campino y en el colegio San Pedro Nolasco de Santiago. Fue parte de un equipo de investigación que pasó seis meses en las bases chilenas del territorio antártico para luego entrar a estudiar arquitectura en la UC, graduándose en 1964.
Tras su titulación, obtuvo una beca de la Fundación Ford y estudió un máster en arquitectura en la Universidad Rice en Houston, Texas, de donde se graduó en 1966. Al regresar de Estados Unidos, trabajó en diferentes proyectos de urbanización en Santiago y formó parte de la reforma universitaria en la UC que derivó en la democratización de la universidad, la creación del Centro de estudios de la Realidad Nacional (CEREN) y del Departamento Universitario Obrero Campesino (DUOC), además de promover la creación de sedes en provincias.
Se incorporó al cuerpo docente de la Escuela de Arquitectura UC como profesor titular en 1967, bajo el mandato de Fernando Castillo Velasco como rector de la institución. Impulsado por una visión social y el deseo de una sociedad justa, asumió en 1969 la dirección de la Escuela de Arquitectura, entonces denominada Departamento de Arquitectura. Su militancia política se inició en el Partido Democracia Cristiana, pasando por el MAPU, para finalmente unirse al Partido Comunista un poco antes del golpe de Estado.
Su vida y trayectoria fueron criminalmente truncadas por la dictadura y la persecución ideológica: fue detenido el 17 de septiembre de 1973, asesinado el 18 de septiembre y encontrado el 24 de septiembre.
En aquel momento tenía tres hijos: Carolina Benítez Mouesca y Cristóbal Benítez Mouesca, fruto de su primer matrimonio con la destacada fallecida académica y especialista en cine Jacqueline Mouesca, quien se fue al exilio a Francia tras su asesinato, y Katia Benítez Bessonne, hija de su segunda unión con Mercedes Bessone Barolo.
Cristóbal escribió años después de su muerte que se enteró de la misma con apenas once años:
“Sentía una pena muy grande. No podía imaginarme no volver a verlo y durante mucho tiempo soñé que
él estaba en una plaza, parado, adentro de un cajón de vidrio. Yo lo veía, pero no lo podía tocar. El me sonreía, pero no podía hablarme. Me fui de Chile con mi madre y mi hermana y todo lo que pasó antes de septiembre de 1973, se transformó en una especie de vida anterior que no quieres olvidar, pero que, a veces, no crees haber vivido”, manifestó en una publicación.
Benítez es una de las 31 víctimas fatales UC, entre estudiantes, egresados y docentes asesinados o desaparecidos tras el golpe.
En 2016, el ministro en visita Hernán Crisosto condenó al general en retiro de Carabineros Sergio Jiménez Albornoz a la pena de 10 años de presidio mayor en su grado mínimo, como autor del delito de homicidio calificado de Benítez. Además, en el aspecto civil se condenó al Fisco a pagar una indemnización total de $ 310.000.000 (trescientos diez millones de pesos) a los familiares de la víctima por daño moral.
Sin embargo, poco después, la Corte de Apelaciones de Santiago absolvió a Jiménez. Finalmente, el año 2017, la Corte Suprema condenó a Jimenez a la pena mínima de cuatro años, con el beneficio de libertad vigilada.
Desayuno en memoria
El homenaje ocurre tras un desayuno en memoria de Benítez realizado el pasado 11 de septiembre en la sala de la casona Lo Contador que lleva su nombre.
Dicha instancia fue presidida por el Decano FADEU, Mario Ubilla; y estuvieron presentes, también, la Directora de Comunicaciones de la Facultad, Macarena Cortés; y los directores de las escuelas de Arquitectura y Diseño, Luis Eduardo Bresciani y Martín Tironi, respectivamente; además del estudiante de la escuela de Periodismo UC, Luka Villalabeitia (quien realizó un reportaje sobre su vida y obra), familiares de Leopoldo Benítez, docentes, y estudiantes.
“Esta instancia pretende conmemorar y relevar la figura humana, académica y profesional del exdirector del Departamento de Arquitectura, Leopoldo Benítez. En especial en el día de hoy 11 de septiembre, y a 50 años del golpe de estado, creemos como Facultad que es nuestro deber conmemorar con este acto sencillo pero sentido, para reflexionar sobre nuestro quehacer profesional a la luz de los acontecimientos y también, a través del compromiso y experiencia de Leopoldo Benítez”, señaló allí la Directora de Comunicaciones de la Facultad, Macarena Cortés.
Posteriormente el decano Mario Ubilla se expresó, así: “quiero saludar con mucho afecto a la familia de Leopoldo, y expresarles que para nosotros realizar esta ceremonia constituye un deber como Facultad”, y agregó que “recordamos en esta ocasión a Leopoldo Benítez, académico, director e investigador de la escuela de Arquitectura y nuestra Facultad, cuyo legado constituye memoria, historia y un hecho académico relevante que nunca debemos olvidar”.
Ubilla sostuvo, además, que “Leopoldo nos recuerda permanentemente quiénes fuimos, somos y cómo podemos ser a futuro, y en ese sentido reconocemos en él a un académico dialogante, quien además fue pionero en relevar el rol de la mujer en la arquitectura, en la obra y en la sociedad, y fue siempre una persona que se tomaba el tiempo necesario para conversar y dialogar con quien se lo solicitara, sobre la arquitectura, la vocación a la ciudad y la importancia del rol del estudiante”.
El director de la escuela de Arquitectura, Luis Eduardo Bresciani, manifestó que “lo primero es saludar a la familia y seres queridos de Leopoldo Benítez, y reconocer en este un día triste para toda la familia de la escuela de Arquitectura y la Facultad, porque no solamente nos recuerda el inicio de uno de los períodos más oscuros y terribles de nuestro país, también nos recuerda una de las épocas más terribles de nuestra propia universidad, situación que refleja lo más horroroso de nuestra escuela y de la historia de nuestro país”.
“La memoria de Leopoldo Benítez, y de todas las víctimas debe mantenerse viva en el tiempo, porque sin memoria no hay futuro, y es deber nuestro también mantener viva la esperanza de la reparación, que no ha llegado del todo, y resaltar uno de los períodos más innovadores y creativos que tuvo nuestra escuela y nuestra Facultad, lo que fue borrado por la dictadura, invisibilizando grandes avances y 40 años de tremendas innovaciones que Leopoldo Benítez representaba fielmente”, agregó Bresciani.
Reportaje
Para finalizar el estudiante de Periodismo UC, Luka Villalabeitia, comentó su experiencia en la elaboración de un reportaje que ha profundizado en la historia de Benítez.
“Desde que supe del caso entendí que era una historia que necesitaba ser contada”, aseveró, agregando que “se trata de una fecha terrible para nuestro país, y es necesario conmemorar estos 50 años de dolor que han tenido muchas familias en el país”.
“Leopoldo, conforme la investigación, tenía una visión de la arquitectura y de la vida muy innovadora, y a medida que avanzó el trabajo me fui encontrando con una persona cuyo trabajo era capaz de cambiar a la sociedad, lo que tocó e impactó profundamente”, puntualizó.
La ceremonia terminó con unas palabras de su hija, Katia Benítez, quien agradeció la instancia con emoción, por rescatar la figura de su padre. Por último, en dos vitrinas expuestas se pueden revisar diversos documentos pertenecientes al Archivo de Originales FADEU, que portó al contexto de la relevancia académica del director, a través del trabajo realizado por Isabel García y Roxana Baldevenito.
Historia de detención
Según la investigación de Villalabeitia, publicada por Radio UC, eran las 19:30 del 17 de septiembre de 1973. Leopoldo “Polo” Benítez, en aquel momento de de 37 años, estaba en la casa de sus suegros, ubicada en la comuna de Macul. Lo acompañaban su esposa Myriam y su hija Katia, cuando 20 carabineros de la Escuela de Suboficiales entraron a la residencia. Media hora después, subieron a Leopoldo a un bus policial y se lo llevaron. Sus familiares y cercanos nunca más lo volvieron a ver con vida.
En los días siguientes, su familia buscó en la lista de detenidos del Estadio Nacional, pero no estaba. Lo encontraron gracias a un teniente vecino: Hernán Covarrubias. Él llamó a un doctor, amigo de Leopoldo, para que fuera a reconocer un cuerpo en la Morgue de Santiago. El 24 de septiembre, el médico. Daniel Mayne dio con una persona sin vida que había sido encontrada el día 18 de ese mes a las 13:35 horas en la calle. El cadáver de Benítez tenía múltiples heridas de bala.
“Según cuenta la investigación de este caso, lo delató un vecino. Por sus ideales ligados al Partido Comunista, por su propuesta de una arquitectura cercana a lo social, por pensar como no se podía en esa época. Tres hijos quedaron sin padre, una mujer sin marido y una facultad sin su director de carrera, la cual recibió la noticia como si se tratara de la muerte de un familiar”, escribió Villalabeitia.
Conmoción
Según el reportaje, José Rosas, alumno de Arquitectura UC en esos años y posteriormente decano de la facultad, recuerda el hecho como una conmoción: “Sabíamos que había detenidos desaparecidos, pero que fuera una persona tan cercana, nos dolió mucho como generación”. Guillermo “Guillo” Bastías, también estudiante en los años 70, sintió el dolor por el asesinato de Leopoldo, y algo que le afectó especialmente fue la brutalidad de esos primeros días del golpe de Estado.
Otro alumno de esos años, y actual profesor que mantiene más que viva la memoria de Leopoldo es Orlando Vigouroux.
“Me produjo una honda pena saber que lo habían asesinado. Nunca hizo nada malo en contra de nadie”, menciona. Los meses y años posteriores también fueron algo que siempre inquietaron a Orlando, porque “cuando volvimos del golpe a la escuela, todo seguía como que no hubiera pasado nada”, relató a Villalabeitia.
Una persona y profesor apasionado
El asesinato de Leopoldo Benítez ocurrió cuando Katia, su hija menor, hoy arquitecta de la facultad en la que su padre fue director, tan solo tenía meses de vida. Por eso tiene “una imagen construida a lo largo de la vida, y que siempre va a ir modificándose”, dice en el reportaje.
Menciona que la visión de su padre son puros fragmentos; de los amigos del colegio, de sus colegas, de su mamá y de sus hermanos, que tenían 10 y 11 años para el golpe y eran hijos del primer matrimonio de Polo, pero que luego fueron exiliados.
“Tengo el relato de hombre, pareja, arquitecto, amigo, papá. Es como una historia de pedacitos”, afirma Katia. De todos esos trocitos, su hija piensa que Polo se define con una palabra: apasionado.
Katia cree que esta pasión no era solo en lo que hacía, sino que era “apasionado con la vida”. Según ella, “era un tipo súper intenso, tenía 37 años y se casó dos veces. Vivió un año y medio en la Antártica en un barco haciendo fotos, hizo un máster en Houston, volvió y fue director de la Escuela de Arquitectura”.
Borrado de la escuela
Luis Eduardo Bresciani, actual director de Arquitectura UC, cree que Polo representa la época en que esta vocación estaba vinculada a un compromiso con el país y su población. Por eso, menciona que la relación de esto con la visión política de la época hizo que fuera “borrado por completo dentro de la escuela posterior al golpe Militar”, según el reportaje de Radio UC.
El arquitecto plantea que lo que se hizo en la universidad en la segunda mitad de la década de los 60 y primera parte de los 70 es una historia que fue olvidada y perdida. Señala que se debe a “una operación consciente de aquellos que dirigían la institución por borrar esta historia”. Katia, hija de Polo, afirma lo mismo acerca de la muerte de su padre: “Este profesor cercano, humano, a quien todos le tenían aprecio, desapareció de la faz de la tierra y nunca hubo explicación”.
Sin embargo, durante las últimas décadas, el olvido se ha ido dejando atrás. En 2005, se hizo una ceremonia en conmemoración, en 2011 se puso una placa y desde 2017 la sala 10 de la facultad lleva el nombre Leopoldo Benítez. No fue fácil. Vigouroux comenta que siempre planteó que había que hacer algo en su memoria, pero en su momento era visto como peligroso. Además, cuando lo propuso por primera vez, le respondieron con que no querían que “esto se transformara en una disputa política”.
Esto lo corrobora Katia. Ella afirma que durante su paso por Lo Contador, jamás mencionó su relación con Polo y que en todos esos años nunca escuchó nada acerca de su padre.
Reconocimiento
En 2017, como iniciativa del decanato y con presencia y apoyo del rector Ignacio Sánchez, se hizo otra ceremonia en la que le pusieron el nombre Leopoldo Benítez a una sala importante para la facultad, en la cual Polo hizo clases y que es parte de la casona emblemática del campus. Guillermo “Guillo” Bastías, alumno de la escuela en la década del 70, ve en retrospectiva la relevancia de ese día. Por primera vez escuchó que se refirieran a este caso como asesinato, lo cual, para él, mostró un cambio en la universidad.
La memoria en torno a Leopoldo Benítez no solo se ha dado gracias a estas ceremonias, sino también gracias a sus propios actos. Luis Eduardo Bresciani, desde su mirada como director, explica que se ha vuelto a poner dentro de la agenda de la carrera lo que tanto defendía Benítez: el sentido social y el compromiso con las demandas colectivas en el rol de las y los arquitectos.
La importancia de la memoria la tiene muy presente Mario Ubilla, actual Decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la UC. “Es una manera de recordar que tenemos personas que de alguna manera nos acercan a la tragedia y nos hacen reflexionar”, afirma.
Y luego agrega: “Debemos enfrentar la historia para poder enfrentar el destino y tener la capacidad de poner las cosas en su justo valor”.
Absuelven al general en retiro de Carabineros Sergio Jiménez de homicidio perpetrado en 1973
Fuente :biobiochile.cl, 6 de Diciembre 2016
Categoría : Prensa
La Corte de Apelaciones de Santiago absolvió al general en retiro de Carabineros Sergio Jiménez Albornoz de toda responsabilidad en el delito de homicidio del arquitecto Leopoldo Benítez Herrera, ilícito perpetrado el 17 de septiembre de 1973, en Santiago.
En fallo unánime la Tercera Sala del tribunal de alzada capitalino revocó la sentencia recurrida, dictada por el ministro en visita Hernán Crisosto, que condenó a Jiménez Albornoz a 10 años y un día de presidio.
La sentencia establece que no existen antecedentes en la causa que permitan responsabilizar al exoficial por la muerte de Benítez Herrera.
“Se encuentra demostrado que, el 17 de septiembre de 1973, el acusado detuvo al señor Benítez y que luego estuvo en la Escuela de Suboficiales de Carabineros, los que importan antecedentes generales y amplios, de los cuales no es posible concluir de manera precisa y concordante, que su homicidio se haya debido a un hecho posterior a la mencionada ráfaga por parte del mismo acusado”, explica la sentencia.
De esta manera, el fallo indica que no basta con la mera causalidad para establecer la responsabilidad penal, además, debe concurrir una conducta determinada por los medios de prueba legal, que se subsuma al tipo penal en alguna de las formas de participación criminal.
La resolución explica además que en este caso no existe ningún antecedente que demuestre que él no cumplió con el procedimiento que se utilizaba de entregar a los detenidos en el Estadio Nacional o en otro recinto militar conforme al procedimiento ordinario que se seguía al respecto por carabineros.
“Al que ha hecho referencia con prueba testimonial mencionada, más aun que, a la familia del señor Benítez, al momento de su detención, fue informada que se le llevaba a la Escuela de Suboficiales y de ahí a recintos militares, lo que revela que el aprehensor no ocultó el procedimiento a seguir, a lo que se aúna que no existe ninguna prueba que él o algún subordinado le haya disparado ni que acredite el dolo o una voluntad precisa de venganza”, expresa el fallo.
La supuesta venganza sería por la muerte del cabo Fabriciano González Urzúa o la del carabinero en la esquina de las avenidas Macul con Grecia, al existir solo menciones a tales hechos que no conducen por si solos a determinarla.
El cuerpo del arquitecto fue dejado en el Servicio Médico Legal por militares, según constancia, por lo que la Corte no se formó la convicción legal de la participación del acusado en la inmisericorde muerte de Benítez, “por no concurrir presunciones judiciales que permitan específicamente determinar la conducta atribuida, la que, por lo demás, debe recaer en los deslindes normativos exigidos para ello, que por lo razonado, no fue posible establecer en la especie”, concluye la resolución.
Condenan a General (R) de Carabineros por el homicidio de profesor de Arquitectura en 1973
Fuente :elciudadano.cl, 1 de Diciembre 2015
Categoría : Prensa
El ministro en visita Hernán Crisosto condenó al general en retiro de Carabineros Sergio Jiménez Albornoz a la pena de 10 años de presidio mayor en su grado mínimo, como autor del delito de homicidio calificado de Leopoldo Raúl Benítez Herrera , otra víctima de la Operación Colombo, hecho ocurrido en Santiago el 17 de […]
El ministro en visita Hernán Crisosto condenó al general en retiro de Carabineros Sergio Jiménez Albornoz a la pena de 10 años de presidio mayor en su grado mínimo, como autor del delito de homicidio calificado de Leopoldo Raúl Benítez Herrera , otra víctima de la Operación Colombo, hecho ocurrido en Santiago el 17 de septiembre de 1973.
El magistrado determinó que: «El día 17 de septiembre de 1973, alrededor de las 20:00 horas, rigiendo ya el «Toque de queda», que decretó la Junta Militar que había depuesto días antes al gobierno constitucionalmente constituido, y en circunstancias que Leopoldo Raúl Benítez Herrera, Profesor de Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y simpatizante de izquierda, se encontraba en el domicilio de sus suegros ubicado en calle Los Olmos Nº2930, actual comuna de Macul, se produjo un allanamiento al domicilio, por un grupo de efectivos pertenecientes a la Escuela de Suboficiales de Carabineros, en esa época denominada Centro de Perfeccionamiento de Suboficiales, al mando de un oficial, quienes en el marco de una selectiva represión a simpatizantes del gobierno depuesto, procedieron a llevarse a Benítez, en contra de su voluntad, en una micro tripulada por efectivos de la misma institución, lo que fue presenciado por familiares que le acompañaban en el hogar», dice el fallo.
Agrega que: «a los pocos minutos que se llevaran a Leopoldo Benítez Herrera, familiares escucharon una ráfaga de metralleta. Que el día 24 de septiembre de 1973, el cuerpo sin vida de Leopoldo Raúl Benítez Herrera, fue encontrado por familiares en el Servicio Médico Legal de Santiago, siendo la causa de muerte según el informe de autopsia «múltiples heridas a bala», constando de los antecedentes que el cuerpo fue encontrado por militares en la vía pública alrededor de las 01:00 horas del día 18 de septiembre de 1973, con heridas de bala.
En el aspecto civil se condenó al Fisco a pagar una indemnización total de $ 310.000.000 (trescientos diez millones de pesos) a los familiares de la víctima por daño moral.
A 43 años del asesinato del profesor Leopoldo Benítez: la UC no olvida
Fuente :elmostrador.cl, 31 de Mayo 2016
Categoría : Prensa
Señor Director:
Este viernes 3 de junio será revisada la causa contra Sergio Jiménez Albornoz, General en retiro de Carabineros quien fuera sentenciado a 10 años de cárcel por el homicidio calificado de Leopoldo Benítez, quien fue hasta 1973, año de su asesinato, arquitecto, profesor titular y director de la escuela de arquitectura de la Universidad Católica de Chile. Esto nos hace recordar un periodo no sólo triste y oscuro para todo Chile, sino que además particularmente duro para la PUC: por un lado fuimos una institución protagonista de los procesos contrarrevolucionarios llevados a cabo por la dictadura, participando en la construcción del modelo económico y político injusto que hasta hoy tenemos. Por otro lado tuvimos una comunidad universitaria completamente vulnerada, tanto en sus sueños como en su vida material. En la UC hubo víctimas y victimarios.
Leopoldo Benítez fue parte del grupo de profesores que participó activamente en el proceso de Reforma Universitaria a fines de los años 60’, la cual con el hito de la toma de la Casa Central en 1967 devino en la democratización de nuestra Universidad. La situación más emblemática fue la elección de Fernando Castillo Velasco como primer rector electo con la participación de todos los estamentos. Hasta septiembre de 1973 ocurrió un proceso en el que toda la comunidad de manera horizontal se encontraba democráticamente. Fue entonces que se creó el CEREN (Centro de estudios de la Realidad Nacional), el DUOC (Departamento Universitario Obrero Campesino) y se promovió la creación de sedes en provincias (Talca, Talcahuano, Temuco y Villarrica). Todas estas iniciativas fueron iniciativas para un modelo de Universidad construido democráticamente, con el fin de acercar la UC a la sociedad y superar las barreras de la elitización de nuestra casa de estudios.
La noche del 17 de septiembre de 1973 Leopoldo estaba en casa de sus suegros, la cual fue allanada violentamente por un escuadrón de Carabineros de la Escuela de Sub Oficiales. En este operativo el “Polo” fue secuestrado, siendo su cuerpo encontrado luego de una exhaustiva búsqueda por parte de su familia el día 23 de septiembre en el instituto médico legal. Su cuerpo fue había sido llevado a ese lugar en la noche del 18 de septiembre por una cuadrilla de militares que lo había encontrado botado en la calle sin ningún elemento de identificación. Murió, brutalmente, producto de múltiples heridas de balas recibidas.
De la misma manera que los sueños de Leopoldo por una Universidad y un Chile distinto fueron apagados de manera violenta, los procesos de cambio que habían comenzado con la reforma universitaria fueron detenidos abruptamente. El rector Castillo Velasco fue expulsado de su cargo y reemplazado por el vicealmirante de la Armada Jorge Swett, como rector delegado hasta 1984. La FEUC deja de tener una representación democrática de los estudiantes y sus presidentes son seleccionados por el régimen. Diez veces se realizó esto, ostentando el cargo el Movimiento Gremial en todas ellas, con reconocidos rostros de la política actual como Andrés Chadwick, Jaime Orpis y Cristián Larroulet. 25 estudiantes y egresados de la UC y 4 profesores fueron víctimas fatales, siendo asesinados algunos y desaparecidos otros. Cerca del 30% de los académicos, 10% de los funcionarios y 18% de los estudiantes fueron expulsados de nuestra Universidad, componiendo una larga lista de exonerados que sigue perdida hasta el día de hoy.
El caso de Benítez es uno de los miles de casos que integra el Informe Rettig, y en conjunto a los antecedentes permitieron abrir una investigación formal en Tribunales de Justicia el año 1990. Recién en diciembre del 2015, 42 años después de los hechos el Ministro en Visita a cargo de la causa, Hernán Crisosto, sentenció a Sergio Jiménez Albornoz por el asesinato. Sin embargo, la sentencia fue apelada en la Corte de Apelaciones de Santiago, siendo este viernes 3 de junio un hito clave en el proceso de búsqueda de justicia, tanto para su familia, amigos, agrupaciones defensoras de Derechos Humanos, y todos aquellos miembros de la comunidad de la Universidad Católica que nos sentimos herederos de aquellos que perdieron su vida por pensar en un Chile distinto.
Si bien la Universidad Católica ha contado con instancias de reconocimiento a las víctimas de la dictadura de nuestra casa de estudio, hoy sigue sin pronunciarse en causas como los de Leopoldo Benítez, donde estando años atrapada en la burocracia de los tribunales de justicia aún no se logra la justicia tan anhelada. Es por eso mismo que hoy tenemos una oportunidad histórica como comunidad universitaria, pues estamos llamados a poner atención como nunca antes la UC lo había hecho. Nuestra Universidad no puede pertenecerle al miedo, sino que tiene como objetivo ser una universidad con historia y memoria, haciéndose cargo de ésta. Que hoy estemos recordando, es para construir y reivindicar esa memoria que nos construyó y nos determina. Por Leopoldo Benítez, por todas las víctimas de la represión, por sus familias, pos sus hijos e hijas, seguiremos luchando por una Universidad de y para Chile, que sea guardiana de su memoria y entonces de su devenir.
Daniel Gedda, Presidente FEUC
Katia Benítez, arquitecta UC e hija de Leopoldo Benítez
Benjamín Núñez, Colectivo Memoria PUC
Corte suprema condena a general (r) carabineros por el secuestro calificado de profesor universitario
Fuente :mediabanco.com, 27 de Septiembre 2017
Categoría : Prensa
La Corte Suprema condenó al general en retiro de Carabineros Sergio Horacio Jiménez Albornoz, como autor del delito de secuestro calificado del profesor de arquitectura de la Universidad Católica Leopoldo Raúl Benítez Herrera. Ilícito perpetrado a partir del 17 de septiembre de 1973, en la actual comuna de Macul, Región Metropolitana.
En fallo unánime (causa rol 249-2017), la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Milton Juica, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito, Lamberto Cisternas y Jorge Dahm– acogió el recurso de casación presentado en contra de la sentencia recurrida, dictando condena en contra de Jiménez Albornoz a la pena de 4 años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada.
En la etapa de investigación de la causa, el ministro en visita Hernán Crisosto dio por establecido los siguientes hechos:
“El 17 de septiembre de 1973, alrededor de las 20:00 horas, rigiendo ya el toque de queda que decretó la Junta Militar que había depuesto días antes al gobierno constitucionalmente constituido, y en circunstancias que Leopoldo Raúl Benítez Herrera, arquitecto, profesor de la Universidad Católica de Chile y simpatizante de izquierda, se encontraba en el domicilio de sus suegros en calle Los Olmos N° 2930, actual comuna de Macul, se produjo un allanamiento al domicilio por un grupo de efectivos pertenecientes a la Escuela de Suboficiales de Carabineros, en esa época denominada Centro de Perfeccionamiento de Suboficiales, al mando de un oficial, quienes en el marco de una selectiva represión a simpatizantes del gobierno depuesto, procedieron a llevarse a Benítez, en contra de su voluntad, en una micro tripulada por efectivos de la misma institución, lo que fue presenciado por familiares que le acompañaban en el hogar. A los pocos minutos que se llevaron a Benítez familiares escucharon una ráfaga de metralleta. El día 24 de septiembre de 1973, el cuerpo sin vida de Leopoldo Benítez fue encontrado por familiares en el Servicio Médico Legal de Santiago, siendo la causa de muerte según el Informe de Autopsia, múltiples heridas a bala, constando de los antecedentes que el cuerpo fue encontrado por militares en la vía pública alrededor de las 01:00 horas del 18 de septiembre de 1973;
Jiménez, después del 11 de septiembre de 1973, al igual que sus compañeros, fue enviado a diversos operativos contra personas que tenían armas de fuego, deteniendo a varias de ellas, las cuales se ponían a disposición de la autoridad militar en el Estadio Nacional o eran llevadas a la unidad policial para luego ser trasladadas al mismo recinto deportivo. El acusado no recuerda haber detenido a la víctima de estos antecedentes aunque por el ejercicio de su función en aquella época no está en condiciones de asegurarlo o negarlo, por las innumerables operaciones que realizó en ese tiempo. Jiménez formaba parte de la dotación de la Escuela de Suboficiales de Carabineros e integraba una sección operativa que efectuaba allanamientos y detenciones, circulando en un bus institucional. Integrantes de la familia del señor Benítez refirieron que la patrulla que lo detuvo circulaba en un bus de Carabineros. Jiménez fue la persona que el 17 de septiembre de 1973 detuvo a Leopoldo Benítez Herrera, desde el domicilio de sus suegros en la actual comuna de Macul”.
En el aspecto civil, la Corte Suprema condenó al Estado de Chile a pagar una indemnización de $100.000.000 (cien millones de pesos) a Mercedes Bessone Barolo (cónyuge de la víctima), y de $ 70.000.000 (setenta millones de pesos) a cada uno de los hijos de la víctima: Katia Benítez Bessonne, Carolina Benítez Mouesca y Cristóbal Benítez Mouesca.
Correo enviado a Memoriaviva
Fuente :La familia
Categoría : Mensaje
Revisaba la seccion de memoria viva dedicada a mi tio Leopoldo Benitez y veia que habia muy poco muy poco, solo de la Comision Rettig.
Les mando lo que escribi de el, basado en las carpetas de la Vicaria de la Solidaridad, en mi libro A Social History of the Catholic Church in Chile, vol. IV Torture and Forced Dissapearence 1973-1974, New York and Lampter: The Edwin Mellen Press [to be published in 2010].
Professor M.I. Aguilar, FRAI
Chair of Religion and Politics
Director of the Centre for the Study of Religion and Politics (CSRP)University of St. Andrews
Scotland, UK
The Case of Leopoldo Benítez
Born in Concepción on the 12th of March of 1936, Benítez studied at the Instituto Alemán of Frutillar, at the Instituto de Humanidades Luis Campino and at the San Pedro Nolasco schools in Santiago. [1] Benítez spent six months as part of a research team at the Chilean bases in the Antarctic territories and later studied architecture at the Catholic University in Santiago, graduating in 1964.[2] Immediately after his graduation he gained a scholarship from the Ford Foundation and studied for a master’s degree in architecture at Rice University, Houston, Texas, from where he graduated in 1966.[3] On his return, he worked on several urbanisation projects in Santiago and joined the teaching staff at the Catholic University’s School of Architecture, where from 1970 he served as director of the Department of Architecture. At the same time, he built a wooden house in the hills of Santiago on plots of land commonly owned by families who knew each other from their younger years.[4] There he could paint and draw his architectural projects.
In 1969, within the turmoil of the university reforms in which traditional roles and divisions were questioned, Benítez, along with other university professors, signed the political manifesto ‘Yes, to the revolution’.[5] In accordance with that manifesto, on the 24th of November 1969 those university professors who had signed the letter resigned their posts, but were reinstated through the efforts of the university rector, the architect Fernando Castillo Velasco, who did not want to lose them. However, the School of Architecture was divided between a department of urbanisation and works and another of architecture, which amalgamated all those professors for the revolution under the academic leadership of Leopoldo Benítez. The mission undertaken by those university teachers was to contribute with their skills to the advancement of a more just society not only in Chile but throughout Latin America.[6]
Benítez had in his younger years supported the Christian Democratic Party (PDC); however, after the formation of the Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) on the 9th of May 1969 he joined them. The MAPU was a splinter group of the PDC that amalgamated Christians who embraced Marxism, and who therefore supported the Popular Unity coalition of Salvador Allende. As part of that political party, Benítez spent his weekends painting houses in shantytowns and supporting the solidarity campaigns with workers and peasants. At the same time, he underwent a personal conversion: he had been brought up as a middle-class person, an economic situation reinforced by the fact that he was a well-paid architect who had studied in the United States. His search for his own personal commitment to a socialist society made him change his own life style and his time became dedicated to community work as well as personal reflection on the motivations for a new man and a new society in Latin America.[7]Shortly before the military coup, Benítez joined the Chilean Communist Party.
Behind every one of those killed or made to disappear there was an idealistic human being who, instead of seeking refuge and comfort, dreamed of a new world and a new and more just society. The case of Benítez followed those lines, and his complex family life has not been discussed within the legal processes and the summary investigations. He was married twice. With his first wife, Jacqueline, he had two children: Carolina and Cristóbal. After he separated from Jacqueline and during the summer of 1970 at the sea resort of Tongoy he met a pair of twins: Miriam and Magdalena Bessone. He fell in love with Miriam and they married in February 1971.[8] In March 1972 their son Leopoldo Daniel was born with a chronic illness, and died after twenty-one days. However, in March 1973 their daughter Katia was born.[9]
After the military coup, Benítez tried to continue a normal life, even when so many of his friends were being arrested and taken by the new authorities. On the 17th of September he was staying at his parents-in-law’s house (Los Olmos Street 2930, Macul, Santiago) together with his wife and daughter. At 7:30 pm a group of twenty carabineros (uniformed police from the Escuela de Suboficiales de Carabineros) entered the house.[10]They asked for the identity of all those present and became particularly interested when they found out that Polo (the nickname of Leopoldo Benítez) was there.[11] The policemen found some hunting guns and a revolver, property of Benítez’ father-in-law, and took the arms together with Benítez into a police bus that arrived at 8:00 pm.[12] They were going to take his brother-in-law Eduardo Bessone as well, but after pleas from his mother he was not taken.[13]
The family looked for his name in the list of prisoners at the National Stadium; while on the morning of the 18th of September the flat of Benítez’ sister, Gabriela, in Obispo Donoso Street 20, Providencia, was searched by the police. His wife managed to check the prisoners’ book at the Training School of the Carabineros in Pedro de Valdivia Avenue with Rodrigo de Araya Street and found an entry in which he appeared accused of having shot a policeman a few days before his arrest. The officer-in-charge gave her a couple of phone numbers in which to request information through Lieutenant Sergio Jiménez Albornoz. As the family could not get through, they requested help from a neighbour, Lieutenant Hernán Covarrubias, who managed to contact Lieutenant Jiménez and then phoned Dr. Mayne – a friend of Leopoldo Benítez – telling him that they should look for an unidentified body in the Santiago Morgue with a particular number. Thus, on the 24th of September Dr Mayne found the body that had been brought to the Santiago Morgue on the 18th of September at 1:35 pm and showed multiple bullet wounds.[14] The body was found on the street (Aguilar 2006e).[15]
The legal case for the assassination of Leopoldo Benítez was only filed on the 25th of June 1990, because his widow worked for the civil service and because his parents did not want any publicity.[16] His wife did not want to lose her job in the civil service, although she was let go in 1980.[17] His father, Raúl Benítez, had been a supporter of the military government and was placed in charge of the Intercontinental Bank the day after the military coup. He resigned from his post, and led a secluded life until his death in January 1994 of Alzheimer’s disease. Leopoldo Benítez’ mother, a distinguished poet, wrote a moving poetic tribute to her son and faced the censorship of the military authorities.[18] Leopoldo Benítez’ former wife and their children Carolina and Cristóbal left for France in December 1973 (they had French passports) while his widow Miriam and their daughter Katia remained in Chile.[19] Katia years later studied at the same School of Architecture where her father had taught.[20] The legal case was closed in 1995 due to the fact that Lieutenant Covarrubias denied having provided any information about the location of Leopoldo Benítez’ body. However, in 1998 the Chilean College of Architects filed a new legal demand involving all architects who were killed or disappeared during the period of the military government.[21] Benítez’ widow and Dr. Mayne gave sworn legal declarations to the ongoing legal process on the 5th of March 2004.[22]
[1] ‘Reseña biográfica y curriculum de Leopoldo Benítez Herrera’ – REL 455-90; ‘Certificado de Nacimiento Leopoldo Benítez Herrera’ – CERT 5232, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[2] ‘Carta sobre viaje a la Antártica’ [letter to his mother from the Antarctic], Sunday 15 December 1957 (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 183). After graduation he joined the Chilean College of Architects – Colegio de Arquitectos membership number 1687.
[3] With a thesis entitled: ‘Análisis de diseño de un grupo habitacional para una comunidad en Houston, Texas’. The thesis was published in December 1973 by his colleagues and part of the original text is reproduced in a publication by the Chilean College of Architects (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 173-178).
[4] ‘Una casa en El Arrayán’; Mónica Naudón de Mayne, ‘Testimonio: Una amistad durante la vida y que sobrevivió a la muerte’; Daniel Mayne Viñas, ‘Testimonio’, and, Eduardo Palma Carvajal, ‘Testimonio: En voz alta’ (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 189, 195, 196, 197-198).
[5] Regarding teaching at university he wrote: ‘El problema de la docencia se ha transformado entonces de un transmitir conocimiento para el hacer mejor del educando, a transmitir el cómo conocer para el mejor hacer’, Páginas de un diario de vida, April 1968 (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 188).
[6] They wrote: ‘Penetrar en América es desentrañar su cultura, es hacer su historia, es participar en su lucha. Es ser pueblo, en sus ciudades, en sus calles, poblados, cordilleras, selvas y valles. Es penetrar con violencia en nuestro propio interior’ (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 179).
[7] He wrote: ‘La revolución es contra el hombre por el hombre y sera hecha por hombres. Entiendo entonces (como el Ché, creo) ella no es posible sin la conversion personal. Y esto no es posible sin la concientización personal y la concientización de la masa adolescente (domesticada)’, Apuntes manuscritos 14 April 1969 (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 182).
[8] ‘Certificado de Matrimonio, Providencia 7/11/73 of wedding on 5/2/71 10:00 am’ – CERT 5234, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[9] Miriam Bessone, ‘Testimonio’ (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 191-192); ‘Certificado de Nacimiento Katia Lorena Benítez Bessone 1/03/73 Departamento de Santiago’, CERT 5235, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[10] REL 456-90 and ‘Declaración Eva Magali Bessone Barolo 25/06/90’, REL 836-90, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[11] ‘Declaración Jurada Mercedes Yolanda Barolo Cáceres 25/06/90’- REL 834-90 and ‘Declaración de Miriam Bessone Barolo 25/06/90’ – REL 837-90, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[12] Report of the Chilean National Commission on Truth and Reconciliation I: 181-182 and ‘Vicaría de la Solidaridad Departamento Jurídico, LBH Muerto, Santiago 9/73’, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[13] ‘Declaración Daniel Eduardo Bessone Barolo 26/06/90’, REL 835-90, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[14] ‘Certificado Médico de Defunción’, Dr Exequiel Jiménez Ferry, Avda. La Paz 24/9/73, Providencia Inscripción 2122, No. 2662, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[15] Servicio de Registro Civil e Identificación Independencia, ‘Certificado de defunción 2275, Inscripción E2122 copy issued on 12 July 1999, and ‘Copia íntegra de la página 123 del registro No. 11 Inscripción E2122 24/09/73’, dated 13/10/76 Registro Civil de Independencia, CERT 5229; ‘Certificado de Defunción Leopoldo Raúl Benítez Herrera 21/3/74’ – CERT 5232, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[16] ‘Presentación a los tribunales’ (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 198-202); ‘Homenaje del Colegio de Arquitectos a los Arquitectos DD y Ejecutados’, 27 July 1990 – REL 810-90; ‘Remoción del cargo, carta a Myriam Bessone Barolo de Arturo Aguilar Moller, Jefe Subrogante División de Desarrollo Social 29/01/81’ – CERT 5233; Mirian Bessone, ‘Querella’ – ‘Interpongo querella por los delitos de secuestro agravado y asociación ilícita en contra de mi cónyuge Leopoldo Benítez Herrera’ – JC 11/04/92, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[17] ‘Ministerio del Interior remueve de sus cargos a funcionarios que indica, Decreto No. 1532 26/12/80, signed by Enrique Montero Marx, General de Brigada Aérea, Ministro Subsecretario del Interior’, CERT 5230, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[18] Her introduction to Requiem para un hijo reads as follows: ‘En su tierra quedan sus veneradas cenizas y en la pluma de una poetisa chilena sus recuerdos de hombre y profesional. Inclino esa pluma ante el lápiz del eximio dibujante quien impactó nuestro espíritu con una vida a ritmo de vértigo, la mano tendida en gesto fraterno, el tierno ademán, la actitud modesta, el aire indefinible del artista, ser de extraordinaria calidad humana y múltiples facetas’ (Herrera 1974:7). In 1990 she authorised Miriam Bessone as the only credible witness of Benitez’ arrest who could give testimony to the Chilean National Commission on Truth and Reconciliation, ‘Declaración de Sara Herrera de Benítez, RUT 1.136.578-7, Santiago, June 1990’, REL 833-90, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[19] Cristóbal Benítez Mouesca, ‘Testimonio’, (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 193).
[20] Katia Benítez Bessone, ‘Testimonio’, (Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos Colegio de Arquitectos de Chile 2005: 194).
[21] ‘Desaparecidos y ejecutados por la dictadura; Arquitectos se comprometieron a aclarar muerte de siete colegas’, REL P: 253-90, Carpeta SAE 850, Fundación Archivo y Documentación de la Vicaría de la Solidaridad.
[22] Causa Rol No. 2182-98 ‘Francisco Aedo y otros’, oficio 707-2004 Corte de Apelaciones, Ministro de Fuero Don Juan Guzmán Tapia.