Manríquez Ortega José Luciano

17) Testimonio de Norma del Carmen Hernández Manríquez, de fojas 605 y 610, quien ratifica su declaración prestada ante la Policía de Investigaciones de fojas 166, (actual 568), en la cual indica que el 13 de octubre de 1973 en horas de la tarde, mientras se encontraba en su domicilio ubicado en calle Dos sur Nº 390 de Parral, junto a su hijo de dos años y un sobrino de la misma edad, hasta el lugar ingresaron a la fuerza un contingente compuesto por militares, un civil al que reconoció como su primo José Luciano Manríquez Ortega y Carabineros de la 3º Comisaría de Parral, Luis Hidalgo y otro de apellido Luarte, de los militares no reconoció a ninguno, como tampoco sabe a que regimiento pertenecían.

Una vez que esos militares y carabineros ingresaron a su domicilio también lo hizo su primo José Luciano, el cual le señaló a los carabineros que su hermano Gaspar allí escondía las armas y que ella le iba a dejar ropa, comida y balas donde se escondía. Ante ello los militares comenzaron a golpearla y a la vez que preguntaba por el paradero de Gaspar, respondiendo que había tomado la micro de las 16:30 horas para dirigirse a la casa de su otro hermano de nombre José Rogelio, apodado el “Águila” quien vivía en una casa ubicada en el sector de Torca junto a su conviviente Margarita Morales Sepúlveda y en cuyo lugar pretendía sembrar arroz. Luego de esa respuesta los funcionarios se retiraron de su casa, al igual que José, sin antes decirle que no podía salir de la casa.

Al día siguiente, en horas de la tarde, llegó hasta su casa su cuñada Margarita Morales, la que le contó que en la madrugada mientras dormía en su casa junto a su hijo de dos años, al igual que Gaspar, al lugar llegó un grupo de militares, carabineros y civiles, los cuales procedieron a detener a Gaspar, al que sacaron de la casa desnudo para luego llevarlo al patio trasero donde lo golpearon y sumergían su cabeza en el canal que se ubica en el lugar. Además su cuñada le señaló que a su hermano lo torturaban con electricidad, preguntándole en todo momento por Rogelio y al no dar una respuesta satisfactoria lo golpeaban. Todo ese interrogatorio era efectuado en el patio y al pasar unos minutos los militares trasladaron a Gaspar a uno de los vehículos y lo trasladaron a la comisaría de Parral, donde se pierde su rastro. Por ello esa misma tarde concurrió a la Comisaría de Carabineros para preguntar por su hermano Gaspar y el funcionario de guardia le señalo que éste no se encontraba detenido, no dando otras explicaciones. Ante eso regresó a su casa y con el tiempo concurrió varias veces a la Escuela de Artillería de Linares y la Cárcel de la misma ciudad preguntando siempre por Gaspar, sin tener noticias de su paradero.