Alias : Vicente
Rut:
Cargos: Miembro del Estado Mayor de la DINA Oficial de Inteligencia en Televisión Nacional de Chile
Grado : Brigadier
Rama : Ejército
Organismos : Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)
Sección C-1 (DINA)
Departamento Exterior DINA
Caso Pratt
¿Dónde están hoy los dinos de ayer?
Fuente :Revista Analysis, 27 de Octubre 1991
Categoría : Prensa
Ya desde 1989 se hacían arreglos para insertar a los ex agentes de la DINA y el CNI en la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) o en otras áreas. Se calcula que cerca de un 80% de los ex-dinos ya están reinsertados y en servicio activo.
Al ver la nitidez de la fotografía de Miguel Krassnoff Martchenko publicada en el diario La Nación del 9 de octubre de 1991, Clara Tamblay, ex detenida política, dio un salto. Sin poder convencerse exclamó: "Pero si éste fue el tipo que encabezó en 1974 mi detención y la de Nelly Pinto. Me he pasado describiéndolo en cuanto tribunal he declarado sin saber que se trataba del mismísimo Martchenko!".
En Cambio para Mónica Tellerías Rodríguez, detenida también en 1974, no fue una gran sorpresa encontrarse al coronel de Carabineros Conrado Pacheco, Comandante de Tres Álamos, en una fila de deudores morosos de Falabella a principios de 1989. Si este país hubiera tenido la posibilidad de una catarsis colectiva, para poder hacer a través de la verdad y la justicia un real proceso de reconciliación, episodios como los descritos apenas alcanzarían un rol anecdótico.
Pero no es así y son millares las víctimas de la represión que viven no sólo con el temor de encontrarse con sus mismos torturadores, sino de volver a ser sus indefensas víctimas.
Conrado Pacheco, ayer torturador, hoy estafador retirado. Era el Jefe de Tres Álamos, campo de concentración donde los detenidos estaban reconocidos como tales. Había pabellones de hombres y mujeres. El tenía una predilección especial por hostigar sicológicamente a las prisioneras, dejándolas sin visitas, prohibiéndoles cantar, haciendo allanamientos sorpresivos, incomunicaciones en celdas de aislamiento, vejándolas verbalmente. este coronel. hoy en retiro, vive con su conciencia martirizada, prendiendo velas y rezando en su casa de Gran Avenida. No llegó a ser general, porque su institución lo puso fuera por reiteradas estafas y cheques protestados.
Ese no fue el destino del entonces teniente de Ejército, luego capitán Miguel Krassnoff Martchenko. Era el oficial de inteligencia encargado de la Brigada Aguila en Villa Grimaldi a cargo de la represión al MIR. Se sentía atraído por la política y quería junto al "jefe" Manuel Contreras consolidar una gran base social de apoyo a "su" general Pinochet. Para esa tarea se sentía casi presdestinado y en su nombre cometió todos los excesos que miles de personas le atribuyen. Desconfiaba de todo el mundo, tanto dentro de sus filas, como de los prisioneros que después de crueles torturas le daban la información que les pedía. "Un traidor lo es siempre, en el lado que esté", solía decirles. Tenía fama de duro. Oscar Angulo, ex detenido político que vive en Alemania, recuerda al capitán pálido y trémulo, llevando lentamente su mano hacia la pistola, cuando se encontraron abruptamente en Villa Grimaldi. El prisionero Angulo tenía en sus manos una metralleta AKA, sin balas, que un suboficial le había pasado para que construyera un armero de madera. Cuenta que en forma desesperada gritó: "Estoy desarmado". Nunca borró de su mente el rostro alterado del "duro" capitán.
"Tal vez mi coronel escriba un día sus memorias", dijo al diario La Nación hace algunos años, el ayudante de Krassnof, capitán Birardi. El "duro" de Villa Grimaldi fue hasta hace algún tiempo comandante del Regimiento Tucapel, en Temuco. A la fecha de escritura de este artículo era el segundo hombre de su institución en la Cuarta División, con asiento en Valdivia. Trata de pasar inadvertido y de juntarse sólo con personas de confianza. No volverá a cometer el error de llamar a los periodistas, como hizo hace unos años en Temuco, con el fin de defender a uno de sus hombres que había asesinado a un chofer de camión, porque éste le obstaculizaba el paso en la carretera. Aprendió que un cóctel a la prensa no es suficiente para borrar el pasado.
LOS DEL TRABAJO MAS SUCIO
La hermandad del férreo puño que significó la DINA como institución ha tenido un destino desigual. La superestructura se las ha arreglado para apoyarse y los más cercanos al "Mamo", ya sea en retiro o en actividad, eligieron el sur para cerrar filas de seguridad en torno a su ex jefe. Los de abajo, los guardias, los torturadores encargados del trabajo más sucio, "el perraje", como los llaman en su jerga, quedaron liberados a su propia suerte. Han intentado sumergirse, cambiarse de barrio o, trasladarse a provincias. En cada rostro que los mira creen ver a una antigua víctima que busca venganza. Algunos han deambulado por confesionarios o amistosos oídos receptivos, buscando una paz interior que se aleja. Entre ellos está todo el lumpenaje que la DINA reclutó, y que hoy, se presume, conforman pequeñas bandas de asaltantes, tarea que ejercen para sobrevivir. También están los conscriptos que fueron obligados a formar parte del personal de guardia y de los grupos operativos. Son quienes han tenido menos problemas para entregar a organismos responsables, el pequeño cupo de información que manejan. Es en este capítulo humano donde mejor cabe la frase del Obispo de Valdivia: "No puede haber tranquilidad cuando la conciencia existe para verdad del tiempo y para justicia de Dios".
Así como en el lumpenaje reclutado el hombre símbolo fue Osvaldo Romo Mena, "El Guatón Romo", entre los suboficiales lo es Basclay Zapata Reyes, "El Troglo".
"El Guatón Romo", sin poder disimular su olor a grasa y a transpiración a pesar de bañarse en colonia "Flaño", se jactaba ante los detenidos en Villa Grimaldi de haber sido siempre un infiltrado. Hoy, no se sabe si está en Brasil o en España, o tal vez entre nosotros con un rostro y una identidad nueva. La DINA ayudó a sumergirse a este agente, uno de los más odiados. Para sus víctimas fue un "mandado" orgulloso de su crueldad.
Al igual que Romo, Basclay "Troglo" Zapata formó parte del grupo operativo principal de Krassnoff y su Brigada Aguila. Había sido músico en una banda militar. Hasta ahí su sensibilidad. Con la misma naturalidad con que "parrillaba" y vociferaba imprecaciones contra el detenido, salía a esperarlo afuera y con voz susurrante, decía: "No estoy de acuerdo con lo que te están haciendo. He pedido que no hagan esto, pero si quieres que te ayude tienes que confiar en mí…"
Era capaz de hacer el papel del "bueno" y el "malo", simultaneamente. El cabo de Ejército Basclay Zapata no usa hoy su melena de "Príncipe Valiente". Casado con la agente María Soledad, también de triste recuerdo en la Villa Grimaldi, ha engordado y, con el grado de sargento cumplía en 1991 funciones en el DINE. También ha hecho clases en la Escuela de Suboficiales
CON Y SIN INTELIGENCIA
Luego de la partida del comandante Pedro Espinoza, quedó como jefe de Villa Grimaldi "El Coronta", también conocido como "El Ronco", pero que en realidad se llama Marcelo Morén Brito. Siempre se ha dudado de la razón porque pusieron en un puesto tan alto de inteligencia a un hombre tan brutal y poco inteligente. Se llega a la conclusión de que se debió a su incondicionalidad con Manuel Contreras, que incluso lo llevó a renunciar a la DINA cuando su jefe se retiró. No tuvo la misma lealtad con su sobrino Alan Bruce Catalán, detenido en febrero de 1975, hoy desaparecido. Morén era del sur, por ello cuando estudiaba en la Escuela Militar salía los fines de semana a la casa de los Bruce. El joven Alan le dejaba su pieza y dormía en el sillón del living. Lo admiraba con su imponente uniforme de cadete y se enorgullecía de servirle de mensajero de cartas y flores que entregaba a sus novias.Morén, que llegó al grado de coronel y fue condecorado por el general Pinochet vivía hasta 1991 en su fundo en Osorno. Le ha ido bien en los negocios y mantiene una empresa de importaciones y exportacionescon su hermano en Santiago.
Francisco Maximiliano Ferrer Lima, "Max Lenou", nombre sacado de una novela de espionaje, o "Max", simplemente, era el anverso del "Ronco". Era un capitán cuya opinión contaba. Tenía serias diferencias, porque al igual que la FACH, pensaba que había que hacer "más inteligencia" y menos brutalidad. Si hubiera que caracterizarlo, fue el "intelectual" del lote. Se sabe que presenciaba, fríamente, la tortura de muchos detenidos, observaba sus reacciones. No intervenía, ni interrogando ni parrillando. En 1976 fue enviado a Brasil para asistir a un curso especializado de inteligencia. Después viajó a Ginebra para asumir la defensa del gobierno de Chile, acusado de hacer desaparecer a centenares de sus prisioneros. Con la misma frialdad aseveró que se trataba de una mentira. "Max Lenou" fue nombrado director de la ENI (Escuela Nacional de Inteligencia). En 1991, con el grado de coronel, cumplía funciones en la DINE.
Quien también seguía en servicio activo en 1991 es Juan Hernán Morales Salgado quien, con el grado de capitán fue el encargado de seguridad del "Mamo". A cargo de su grupo de escoltas sólo le rendía cuentas a él. Después de dejar la DINA estuvo oxigenándose en la Antártica. En 1991, con el grado de coronel, cumplía funciones en la Dirección de Personal del Ejército.
LOS PEQUEÑOS TENIENTES
Dicen que venían juntos desde el cuartel clandestino de la calle Londres, también de José Domingo Cañas, pero ambos se hicieron famosos en Villa Grimaldi. Ricardo Lorenz, (otros lo escriben Lawrence) Mires, pertenecía a Carabineros. Lo llamaban "teniente Cachete Chico". El otro era del Ejército, Fernando Lauriani Maturana, era conocido por guardias y prisioneros de Grimaldi, como "teniente Pablito".
Lorenz era el hazmerreír de los guardias, detrás suyo custionaban su autoridad. Era considerado cruel, sólo suspendía la tortura a un detenido cuando éste sufría un paro cardíaco o se desmayaba. Los sobrevivientes recuerdan la vez que a una detenida, que había sufrido más de cuatro horas de parrillazos eléctricos, le puso un jugoso pedazo de sandía delante suyo. Todos sabían que si la mujer ingería el apetitoso trozo le provocaría un estallido de sus vísceras. En su testimonio, la exagente Luz Arce cuenta que fue él quien, bajo amenaza de muerte, la obligó a colaborar. Con el grado de teniente coronel se encuentra hoy en retiro y alejado de su institución.
También gozaba de desprestigio entre sus subordinados, su amigo, "el teniente Pablito". Lo caracterizaban como torpe y de escasa inteligencia, pero también de una profunda crueldad. En la Escuela Militar fue compañero de Claudio Thauby, militante socialista a quien personalmente detuvo al reconocerlo en la calle y quien hasta hoy está desaparecido.Luz Arce cuenta que con su bayoneta le rasgó el pecho y la espalda haciendo sangrantes figuras. Era un protegido de Marcelo Morén, quien lo cambiaba de funciones de acuerdo a lo que más le acomodara. En 1991, con el grado de teniente coronel cumplía destinación en la Tercera División, en Temuco.
Alejandro Burgos de Beer fue un hombre múltiple. De toda confianza del jefe Manuel Contreras. No sólo era su ayudante directo sino también pantalla de la institución, en la sociedad "Pedro Diet Lobos". Tuvo tareas de responsabilidad en orden y seguridad en Peñalolén y La Reina. En 1991 era "el coronel Burgos, director de fomento equino y equitación en el Regimiento de San Bernardo.
Manuel José Provis Carrasco, perteneció a la brigada Caupolicán. A fines de 1977 le propuso a la ex agente Marcia Merino, conocida como "La flaca Alejandra" por sus ex compañeros del MIR que para no tener problemas en el futuro, muriera legalmente y cambiara de rostro e identidad. Para facilitar la medida, conversó con quien había sido jefe de la mujer, el coronel Rolf Wenderoth, instándolo a que le costeara una operación de cirugía plástica en la Clínica Santa María.Provis continuó en tareas represivas y fue comandante del cuartel de CNI, de calle Borgoño. A fin de 1989 regresa de un viaje profesional que hace a Israel. Hasta 1991 era teniente coronel en la BIE (Brigada de inteligencia del Ejército), lugar desde el que, en 1989 ofreció trabajo a Luz Arce.
El mayor Manuel Andrés Carevic Cubillos fue el segundo hombre de la brigada Purén a cargo de la represión contra el Partido Socialista. Luz Arce lo recuerda como uno de sus crueles interrogadores. En 1991 con el grado de coronel, cumplía destinación en el regimiento de Iquique.
EN RETIRO
En su calidad de mayor de ejército, Raúl Iturriaga Neumman se desempeñaba, en 1977, como subdirector de inteligencia en el cuartel general de la DINA. Posteriormente se hizo cargo de su departamento económico, a cargo de las empresas de la DINA. Versiones indican que estuvo ligado a la operación Colombo, montada para "hacer desaparecer en Argentina, a los ya desaparecidos chilenos en Chile". También fue jefe de su departamento exterior. En 1989 fue ascendido a mayor general en la sexta división del Ejército, con asiento en Iquique. En los tribunales argentinos su nombre aparece ligado a la investigación de la operación que culminó con el asesinato del General Prats y su esposa . En 1991, Iturriaga era un general del Ejército formalmente en retiro. En 1991 fue interrogado por el ministro Adolfo Bañados quien investiga la participación de la DINA en el homicidio de Orlando Letelier. A través de una carta pública desmintió las versiones que lo ligan a la dirección de ese organismo y anunció querellas a los medios de comunicación. Sin embargo, algunos indicios apuntan a señalar que sigue ligado al trabajo de inteligencia y que prestaría colaboración con el DINE.
El general Odlanier Rafael Mena Salinas, primer director del CNI, está realmente en retiro. Los sobrevivientes de la DINA recuerdan poco al mayor de Ejército Rolf Wenderoth. Sabían que existía, que de lejos se trataba de percatar de todo. Era un tipo algo moreno, bien parecido. Luz Arce y Marcia Merino se refieren a él como el oficial que las protegió, ya que "se enamoró de Luz Arce". Hasta principios de 1978, ambas trabajaron bajo sus órdenes, tanto en Villa Grimaldi como en el cuartel general de calle Belgrano. Fue subdirector de inteligencia interior, pero estaba igualmente informado de lo que se hacía en el exterior. Hoy es un coronel en retiro.
Italo Alberto Seccatore Gómez fue el oficial de Ejército a cargo de modernizar el sistema de archivar la información de la DINA, hasta que se firma el contrato con COMDAT, para comprar el gran computador. Tenían dos sistemas de ingresos. Uno con las listas de detenidos en el tiempo y otro, con las listas de detenidos desaparecidos. Italo Seccatore, que estuvo más bien en el área administrativa, está hoy fuera de las actividades de inteligencia, en calidad de general en retiro. Antes de irse, trató de convencer a Luz Arce que no hablara ante la Comisión Verdad y Reconciliación.
Augusto Patricio Deichler Guzmán, era mayor de Ejército cuando estaba en la sección C-1 de la subdirección de inteligencia interior de la DINA. Alguna vez, cuando viajó Wenderoth al extranjero, quedó en su reemplazo. En calidad de brigadier, pasó a retiro.
LOS MANDOS MEDIOS
Germán Jorge Barriga Muñoz llegó a Villa Grimaldi en marzo de 1975 y en la brigada Purén se hace cargo de la represión contra el PS. De acuerdo a testimonios recogidos por la Comisión Rettig tiene responsabilidad en la decisión tomada respecto del destino del ingeniero Alfredo Rojas Catañeda, militante socialista y detenido ese mismo mes de marzo en que llegó Barriga a la Villa Grimaldi. Alfredo Rojas Castañeda se encuentra desaparecido, al igual que los dirigentes socialistas Carlos Lorca, Ricardo Lagos, Exequiel Ponce, y que las militantes de ese partido, Michelle Peña, Carolina Wiff, Mirella Rodríguez Díaz y Rosa Elvira Solís Poveda. Germán Barriga podría contar quiénes son los responsables de la golpiza sufrida por la joven Michelle Peña, quien, casi al término de su embarazo, perdió su bebé debido a la brutal pateadura. Con el grado de coronel, Barriga cumplía en 1991 funciones en la Dirección Nacional de Movilización.
También podría entregar antecedentes sobre éste y otros casos Manuel Abraham Vásquez Chaguán, quien con el grado de capitán formó también parte de Purén. En 1991 era coronel y se desempeñaba en el batallón de logística Concepción
En esta misma Brigada trabajó además el teniente Marco Antonio Sáez Saavedra, que se destacó por su entusiasmo al detener y dar golpizas a los detenidos socialistas. En 1991 estaba como teniente coronel de la dirección de operaciones del Ejército.
Gerardo Godoy García era subteniente de Carabineros a cargo del grupo operativo Tucán, que servía de apoyo a las tareas de los grupos Halcón 1, a cargo de Lorenz y del grupo Aguila, que comandaba Krassnoff. Gerardo Godoy tenía a su cargo a la agente "Marisol". Solía trabajar en grandes operativos junto al "Troglo", "Guatón Romo", Luz Arce, y "El Pulgar" o "Negro Paz". Los prisioneros de 1975 lo recuerdan como "teniente Marcos". A pesar de que era apenas un subteniente se daba ínfulas de alto oficial. Hasta marzo de 1991, con el grado de mayor era jefe de la comisaría de Ancud. Después de esa fecha fue trasladado a Santiago.
El capitán Julio Cerda Carrasco, a cargo de la compañía cuartel general de la DINA, tenía responsabilidad sobre la unidad encargada de la seguridad y la guardia. En 1991 era un coronel destinado al Regimiento Aysén.
En el cuartel Terranova, más conocido como Villa Grimaldi también estuvo Jorge Andrade Gómez, segundo de Krassnoff, en el grupo Aguila. Muchos sobrevivientes lo responsabilizan de la desaparición de los detenidos. En 1991 era mayor en la guarnición general metropolitana.
EL CARAPALIDA
Orlando José Manzo Durán era el jefe de Cuatro Alamos, lugar de transición entre Villa Grimaldi y Tres Alamos, donde se estaba en libre plática. A pesar de que se suponía, era éste un lugar para reponerse de las torturas y no llegar en tan malas condiciones al lugar donde se recuperaba la vida, muchas personas fueron sacadas de allí a un destino desconocido del que nunca más volvieron. Es el caso de Jacqueline Binfa, Carmen Bueno y Muriel Dockendorf, entre muchas otras. De este lugar salió para siempre "Mauro", un guardia que vigilaba a los presos con quienes tenía una actitud humanitaria. "Mauro", que resultó ser Carlos Carrasco Matus, está desaparecido. Nada de eso era desconocido para el teniente Manso, que en calidad de funcionario de la DINA tenía una perfecta connivencia con la Villa Grimaldi. Los prisioneros lo conocían como "El Carapálida", por su tez como pantruca y los guardias como "Lucero". Trataba mal a todo el mundo, a gritos, con sorna, y hay acusaciones de violación en su contra por parte de algunas detenidas. A quien quería escucharlo, Manso informaba que era oficial de Gendarmería, en comisión de servicio en la Dina. Efectivamente, fue repuesto en el servicio y apareció en sus nóminas al menos hasta 1989.
LA QUE SE QUEDO
Para las tres militantes de izquierda que la DINA bajo atroces apremios convirtió en colaboradoras, el destino ha sido diverso.Luz Arce, después de llegar a ser funcionaria de planilla, pudo hacer una inflexión y desligarse de la pesadilla, entregando su verdad a la Comisión Rettig. Marcia Merino, "La flaca Alejandra", se ha quedado en un muro de neutralidad, limitándose a repetir prácticamente lo mismo que ha dicho su colega, por lo tanto, lo que ya se sabe. Hasta donde se conoce, más que sentirse ligada a la DINA-CNI, tiene miedo a las represalias. Asistió a un tribunal a declarar por el caso de Lumi Videla, su íntima amiga y camarada en el MIR. Allá se encontró por primera vez después de 17 años, con Adriana Urrutia en un careo ante el tribunal. Adriana fue la protectora que la cobijó en su casa por largo tiempo. Después de tanto tiempo, Marcia Merino tuvo la oportunidad de pedir perdón.
No es, sin embargo, el caso de "Carola", la tercera del grupo. María Alicia Uribe Gómez al menos hasta 1991, era todavía funcionaria del DINE a cuyas oficinas de República concurría a diario. Definida por sus antiguos camaradas como "desfachatada, auténtica o, con lenguaje soez", aspecto que le resultó interesante a la DINA, Lorenz fue el encargado de triturar su voluntad. Su proceso de colaboración fue diferente al de sus dos amigas. Podía contar chistes y reírse a mandíbula batiente mientras a dos metros torturaban salvajemente a uno de sus antiguos camaradas.
No todos los que donaron parte de este submundo de crueldad y terror, «los soldados del Ejército de las Sombras», como los llamó su jefe, están en este reportaje. Hoy, sin embargo, una preocupación los une nuevamente y todos tienen puesta su mirada allí donde, en calidad de detenido, está «El Jefe». Manuel Contreras Valdebenito lleva más de un mes detenido en el Hospital Militar-lugar del que no quiere salir-, encargado reo por su responsabilidad en el asesinato de Orlando Letelier y Ronnie Moffitt. Un juez civil, Adolfo Bañados, investiga este crimen. Su trabajo y los numerosos testigos que ha interrogado le han permitido recopilar importantes antecedentes que van configurando en orden y quizás por primera vez, la negra historia de este organismo que sólo es un dramático y vergonzoso recuerdo que muchos quisieran borrar. Es probable que muchos de estos personajes, se hayan unido a «los amigos del jefe» para aportar en el de un abogado que lo defienda y lo deje libre de culpa. Quizás ya reunieron la fuerte suma exigida por los posibles abogados. Esto explicaría -aseveraron fuentes responsables a ANALISIS- algunas gestiones realizadas por el coronel Fernando Torres Silva hace algunos días. Al parecer será él quien finalmente elija al defensor de Contreras. En distintos puntos del país los hombres de la DINA confían en que su elección sea buena
por Gladys Díaz
El "escalafón femenino" de la tortura
Fuente :elsiglo.cl, 12 de Diciembre 2005
Categoría : Prensa
Junto a los torturadores consumados, entre los agentes más crueles en la sala de torturas aparecen las mujeres que se pusieron al servicio del terror. Un número muy importante estuvo en labores administrativas que permitieron el funcionamiento de los aparatos represivos, pero también las hubo en funciones operativas directas, en secuestros, torturas, ejecuciones y desaparición de prisioneros. Esta es una muestra.
El importante caso del secuestro de Miguel Angel Sandoval se une al conocido como "de los 119", por el número de quienes se intentó hacer aparecer como muertos en riñas internas en Argentina en la denominada "Operación Colombo". Testigos del secuestro de Sandoval relatan haberlo visto en Villa Grimaldi hasta el 10 de febrero de 1975, día en que es sacado junto a María Isabel Joui Petersen, María Teresa Eltit Contreras, Renato Sepúlveda Guajardo, Jorge Herrera Jofré y Claudio Silva Peralta, todos desaparecidos.
El testimonio de María Isabel Matamala entrega otro dato: fue detenida por Osvaldo Romo y llevada a Villa Grimaldi, torturada durante 15 días por el mismo Romo y Basclay Zapata, e interrogada por Moren, Krassnoff, Laureani, Ricardo Lawrence, Ferrer y una mujer apodada "la comandante", cuyo nombre era Rosa Humilde Ramos.
Las torturadoras de la DINA
La sobreviviente María Salinas Farfán señala que vio a muchos detenidos que hoy están desaparecidos y que, entre los agentes, puede reconocer a Romo, Laureani, Krassnoff, Moren Brito, Luz Arce, Marcia Merino y Alicia Gómez (María Alicia Uribe Gómez), "la Carola".
Osvaldo Romo reconoce que entre los torturadores de Villa Grimaldi estaban César Manríquez, Wenderot y Palmira Almuna. Basclay Zapata, alias "el Troglo", declara que "en 1975 se casó con Teresa Osorio Navarro, también funcionaria del organismo" y que salía junto a Luz Arce a "porotear" en un vehículo por las calles de Santiago. Teresa Osorio dice haber "ingresado como empleada civil de la Armada en 1974, siendo destinada a trabajar en la DINA, en el cuartel de Villa Grimaldi, como secretaria de Krassnoff. Supo que los agentes de la DINA estaban divididos en grupos, denominados ‘Halcón’, ‘Purén’, ‘Aguila’ y otros, llamándose ‘Caupolicán’ el conjunto de éstos. Reitera sus dichos en careo con Eugenio Fieldhouse (también agente), insistiendo que ella no salía a detener".
Fieldhouse, proveniente de Investigaciones, admite que entre los agentes de Villa Grimaldi se encontraban Teresa Osorio, Rosa Humilde Ramos y Palmira Almuna. Mientras que el sobreviviente Raúl Flores Castillo relata que fue detenido "por sujetos armados, uno de los cuales se identificó como Osvaldo Romo, lo subieron a un vehículo en el que había más personas, una mujer a la que le decían ‘la negra’ (Teresa Osorio) y un sujeto al que llamaban ‘el Troglo’".
Si bien muchas de las mujeres que pertenecieron a la DINA realizaron labores administrativas, existe un equipo que ha sido catalogado por los sobrevivientes como "las más sádicas y crueles". Entre ellas destacó la subteniente de Carabineros Ingrid Felicitas Olderock Oelckers, quien fuera instructora de torturadores ya en la escuela inicial de Tejas Verdes. Como integrante de la Brigada Purén fue adiestradora de los perros usados en las vejaciones sexuales cometidas contra hombres y mujeres en el cuartel secreto "Venda Sexy".
También subteniente de Carabineros, Palmira Isabel Almuna Guzmán, alias "la Pepa", fue integrante de la Brigada Purén y torturadora en José Domingo Cañas bajo las órdenes de Ciro Torré Sáez, posteriormente trabajó bajo las órdenes de Pedro Espinoza Bravo. Era la encargada de seleccionar e instruir a futuras agentes, que eran infiltradas como mujeres frívolas y bonitas en diversos ámbitos de relevancia política nacional. Pasó a la CNI y en 1985 retornó a Carabineros, desempeñándose en un centro correccional de menores en Iquique con el grado de comandante del escalafón femenino. Fue denunciada en su casa de Luis Beltrán 1000, en Pudahuel, el 31 de mayo de 2003, luego de lo cual no se le ha vuelto a ver por el barrio, probablemente viviría en Iquique.
Nélida Gutiérrez Rivera fue secretaria privada y amante de Manuel Contreras. Luego de la detención de su jefe, continuó como su secretaria a media jornada en las oficinas que éste tenía en la calle Ricardo Lyon, el resto del tiempo lo dedicaba a su Boutique "Mané" (Manuel y Nélida) en el caracol de Lyon y Providencia.
Si bien no se conoce con certeza el rol que cumplió Viviana Pincetti Barra, que aparece recibiendo sueldos de la DINA y es hija de Osvaldo Pincetti Gac, alias "charla", su padre la llevaba de "visita" a Villa Grimaldi y otros cuarteles del organismo represivo.
Variados testimonios hablan del terrible rol que cumplió Marcia Alejandra Evelyn Merino Vega, alias "la flaca Alejandra", como agente tras ser militante del MIR. Por estos días vive en una zona insular de Chile, desde la que viaja a Santiago para prestar declaraciones en los diversos juicios contra la DINA.
Otra mujer convertida en agente fue Luz Arce Sandoval, quien pasó de militante del PS a la DINA. Sobrevivientes la recuerdan presente en las sesiones de tortura en Villa Grimaldi, Londres 38 y Cuatro Alamos. Continuó su trabajo en la CNI y en 1990 se puso a disposición de los tribunales para declarar en casos de desaparecidos. Hoy vive fuera de Chile y retorna circunstancialmente para aportar datos en procesos judiciales.
María Alicia Uribe Gómez, alias "Carola", de militante del MIR pasó a ser agente de la DINA, luego de la CNI y después de 1990 fue integrada al DINE. Junto a otras colaboradoras efectuaban verdaderos "desfiles de moda" con la ropa de prisioneras asesinadas en los cuarteles de la DINA. Fue vista en Villa Grimaldi, Cuatro Alamos y José Domingo Cañas.
Como "la comandante" era conocida Rosa Humilde Ramos Hernández, torturadora en José Domingo Cañas y Villa Grimaldi e integrante de la Agrupación Aguila de la Brigada Caupolicán. Su recuerdo es imborrable entre los sobrevivientes por su apariencia masculina y el sadismo que aplicaba en las torturas. Cruel es también María Teresa Osorio, alias "Soledad" o "la negra", esposa de Basclay Zapata.
En la Brigada Purén, dedicada a la represión del PS, el PC y la DC, aparecen con funciones la detective Ximena San Juan, Elsa del Tránsito Lagos Salazar, Francisca del Carmen Cerda Galleguillos y Nancy Edulia Vásquez Torrejón, alias "Pelusa".
En la Agrupación Halcón II de la Brigada Caupolicán, grupo que participó en el enfrentamiento con Miguel Enríquez, estaba María Gabriela Ordenes, alias "Marisol", a quien se vio presente en sesiones de tortura.
Agentes en funciones administrativas eran Mirtha Espinoza Caamaño, secretaria de la DINA, que trabajó bajo el mando de Augusto Deitchler en la Subdirección de Inteligencia Interior. María Gabriela Coll Webar, secretaria del staff del Cuartel General. Marta Smock Teixido, secretaria del staff del Cuartel General en la Subdirección de Inteligencia Económica. Sandra Montecinos Sepúlveda, secretaria del staff del Cuartel General. Eliana Quilodrán, alias "Ely", agente de la Dirección de Operaciones que actuaba bajo el mando de Pedro Espinoza Bravo en la sección de Educación e Informática. Teresa Aburto, secretaria de la Sección C-2, que continuó trabajando en la CNI y luego en el DINE. Enriqueta Salazar Contreras, secretaria de la Subdirección de Inteligencia Interior con labores directas con Rolf Wenderoth y que luego sería integrada a Carabineros. Maribel Maringue Moya, secretaria del Subdirector tras la salida de Wenderoth, y que posteriormente continúa cumpliendo funciones en la dirección de la CNI.
También aparecen Ana María Rubio de la Cruz, alias "Carmen Gutiérrez", Suboficial del Ejército y secretaria de la Subdirección de Inteligencia Exterior, implicada en el asesinato del general Carlos Prats y su esposa. María Eliana Moncada Prieto, secretaria de la Subdirección de Inteligencia Exterior, que luego se integra al Departamento de Contrainteligencia. Sara Aguila Márquez, asistente social de la Subdirección de Personal. Carmen Avila Ferrada, Secretaria de Arturo Ureta Siré en la Subdirección de Inteligencia Exterior, posteriormente pasa a cumplir el mismo cargo en la CNI, bajo el mando del Coronel Suau. Alejandra Damián Serrano, que utilizaba el alias "Roxana", era secretaria de Michel Townley.
La enfermera María Eliana Bolumburú Taboada (Bolumburó según la lista de "Elissalde y Poblete") integró la Brigada de Salubridad de la DINA, trabajando en las clínicas clandestinas junto a varios médicos que asesoraban las torturas. El último dato de su paradero la ubicaba trabajando en una empresa farmoquímica de la calle Ejército y viviendo en una villa de Maipú.
La chica del Comando Conjunto
Parece que la única mujer del Comando Conjunto es la famosa Pochi, a quien se le vio vestida de uniforme escolar preguntando por personas que luego serían secuestradas. También estuvo activa en las torturas que se le infligieron a decenas de prisioneros en los centros clandestinos de tortura conocidos como Nido 20 y Nido 18.
Viviana Lucinda Ugarte Sandoval, fue soldado (r) de la FACH, con destinación a la DIFA y al Comando Conjunto. Esposa del general Patricio Campos Montecinos, Director General de Aeronáutica Civil hasta la denuncia realizada por el diario La Nación. Procesada en dictadura por el ministro Cerda como autora de asociación ilícita criminal y cómplice de la desaparición de Reinalda Pereira y Edrás Pinto, amnistiada por el juez Manuel Silva Ibáñez. Por estos días sigue siendo involucrada en los procesos que se llevan contra el Comando Conjunto.