Alias:La Casa Grande
Ubicación:República 517 Santiago Región Metropolitana
Organismos:Central Nacional de Informaciones (CNI)
Geolocalización: Google Maps Link
Descripción General
Categoría : Otra Información
En República, No 517, esquina Toesca, funcionaban el Cuartel General y las oficinas centrales de la CNI, agencia de inteligencia que reemplazó a la DINA en 1977.
Este recinto, conocido como "La Casa Grande", albergaba las oficinas del director y de los funcionarios más importantes del organismo. Las dependencias destinadas a Relaciones Públicas estaban en el edificio de enfrente, por el costado poniente de calle República. Al parecer cinco mansiones de esa localidad eran parte de los cuarteles de la CNI/DINA durante la dictadura militar. Por su macrabra reputacion, esta area pasó a ser conocida como "el triángulo de Las Bermudas".
Fuentes de Información Consultadas: Informe Rettig; “La Represión Política en Chile, los hechos”; El Mercurio; Memoriaviva;
Calle República: Las Casas Tomadas
Fuente :EL Mercurio, 9 de Junio 2001
Categoría : Prensa
Cinco mansiones construidas por los representantes más modernos de la aristocracia santiaguina de comienzos de 1900, pasaron a ser Cuarteles de la CNI, después de 1973. Donde Cecilia Miller pintaba, los militares hacían pesas; donde el marqués de los Arcos ofrecía bailes, el General Gordon hacía relaciones públicas. Con las dificultades del caso, reconstruimos la historia de esas propiedades que ahora están en venta.
Una fría ráfaga otoñal eriza la piel y remece las hojas de un frondoso pata de vaca y un espectacular ficus. Los árboles ponen una nota dulce y esperanzadora, en medio del abandono de este patio, marcado por la impronta militar, en que dejaron la casa sus últimos moradores.
Intimida la singular figura pintada con que nos topamos en una de las paredes de la escalera que conduce al segundo piso. DINE, leemos, bajo lo que probablemente sea la garra de un cóndor que lleva una antorcha encendida. Mejor ni pedir explicaciones sobre qué significa la alegoría, que es símbolo de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE).
Arriba, en el tercer piso, hay unas piezas enrejadas que podrían haber sido calabozos dice, con timidez, el guardia vestido de azul, que, ahora, a nombre del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), vigila la añosa construcción signada con el número 517 de la avenida República, en Santiago. No es la única casa del barrio que estuvo en manos de los servicios de inteligencia y seguridad del Ejército durante los últimos veinte años. Otras siete, entre las que se incluyen al menos cinco mansiones de comienzos del siglo XX, de evidente valor patrimonial, corrieron la misma suerte. Ese contradictorio destino, más sus imponentes fachadas, custodiadas con celo durante dos décadas, les han valido una suerte de fama luctuosa, donde el imaginario popular, tan amigo de fantasmas y aparecidos, tiene un soporte concreto del cual asirse para construir leyendas y pasarse películas. No es raro que se suponga que aquí penan.
Más que historias de aparecidos, en esos palacios podría haber historias de desaparecidos, dice uno de los pocos vecinos antiguos que van quedando en el sector. La mitología local, acicateada por el aburrimiento de los guardias y el frío de los interiores desnudos que tienen como únicos visitantes a palomas, gatos y ratones, habla de voces y ruidos misteriosos que se escuchan por las noches. Y sus subterráneos laberínticos, la amplitud de sus salones, la frialdad de sus mármoles y piedras, vulgarizado todo aquello por el prurito constructivo de los militares que las llenaron de tabiques y techos en doble altura, cubresuelos, vidrios y divisiones, refuerza toda la trama……
De estilo neoclásico tardío, con algunos elementos de art nouveau, el edificio, ubicado en la vereda poniente de República, tiene sesenta metros de fachada, dividida por un torreón y en cuyo frontis, arriba, se luce el escudo patrio con su huemul y su cóndor, indiferentes a los cambios de propiedad producidos más por la fuerza que por la razón. Construido a comienzos de 1940, fue adquirido por la Universidad de Chile, por transferencia del Fisco en 1941, según rezan las escrituras que se conservan en la universidad.
Allí funcionó hasta 1976 la Facultad de Economía de la Chile. Era un centro bastante rojillo, comenta el mismo vecino antiguo. Pero no se merecía terminar convertido en Cuartel Central de la DINE, concluye…
La casa de República 475, fue la cara bonita de la CNI, donde el general Gordon acogía a sus invitados, no será licitada. Alojará a la Subsecretaría de Cultura, por una decisión del mismísimo presidente Ricardo Lagos.
Ministro Alejandro Solís dicta condena de torturas a Sergio Aguiló Melo
Fuente :aldiachile.microjuris.com, 7 de Junio 2012
Categoría : Prensa
El ministro de fuero Alejandro Solís dictó sentencia en la investigación por el delito de torturas practicadas por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), en contra del diputado Sergio Aguiló Melo, delito ocurrido en diciembre de 1981.
El magistrado determinó sancionar a los siguientes ex agentes: –Roberto Urbano Schmied Zanzi: 3 años de presidio. Se concedió el beneficio de la libertad vigilada. –Alejandro Roberto Morel Concha: 3 años de presidio. Se concedió el beneficio de la libertad vigilada. –Álvaro Julio Corbalán Castilla: 3 años de presidio. Se concedió el beneficio de la libertad vigilada. –Manuel Segundo Gallardo Sepúlveda: 3 años de presidio. Se concedió el beneficio de la libertad vigilada. –Carlos Ruperto Contreras Ferrada: 61 días de presidio. Se concedió el beneficio de la remisión condicional. –Sergio Iván Díaz Lara: 61 días de presidio. Se concedió el beneficio de la remisión condicional.
La investigación determinó que: “De acuerdo con los hechos acreditados en este proceso es preciso señalar que la Central Nacional de Inteligencia (CNI) fue creada por Decreto Ley N° 1878, el 13 de agosto de 1977 y sucedió a la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), recibiendo de ésta su personal y patrimonio, con la función genérica de “mantener la institucionalidad vigente». De acuerdo al artículo 1° fue definida como un “organismo militar especializado de carácter técnico profesional», pero la función significativa de la CNI era la propiamente operativa, consistente en una actuación directa contra miembros de las agrupaciones de izquierda. Contra éstas se dirigían acciones de infiltración, seguimiento, detenciones, torturas y represión armada. Para desarrollar todas estas labores sus agentes, por órdenes de sus Jefaturas, actuaban bajo nombres falsos, no revelando sus identidades ni aún ante los Tribunales de Justicia. Actuaban en los hechos sin sujeción a norma alguna, con facultades ilimitadas de desplazamiento y medios operativos. En Santiago, la CNI funcionó en numerosos recintos, en su mayoría clandestinos. Los más conocidos fueron los de Avenida República N° 517, donde se instaló el Cuartel General y de Borgoño N° 1470, lugar en que se mantuvo a muchos detenidos que fueron sometidos a torturas y varios murieron”.
La Corte Suprema confirma sentencia contra los ex CNI que torturaron al diputado Sergio Aguiló
Fuente :elmostrador.cl, 21 de Abril 2015
Categoría : Prensa
La resolución condena a Roberto Schmied Zanzi, Álvaro Corbalán Castilla y Manuel Gallardo Sepúlveda a penas de 3 años de presidio por su responsabilidad en el delito; y a los agentes Carlos Contreras Ferrada y Sergio Díaz Lara a 61 días de presidio. A todos los condenados se les concedió el beneficio de la remisión condicional de la pena.
La Corte Suprema dictó sentencias por los delitos de tortura y secuestro calificado perpetrados en 1981 y 1973, respectivamente.
En fallo unánime (causa rol 27177-2014), la Segunda Sala (Penal) del máximo tribunal -integrada por los ministros Milton Juica, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito, Lamberto Cisternas y Andrea Muñoz- ratificó la sentencia dictada por el ministro Alejandro Solís que condenó a cinco agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), por su responsabilidad en la aplicación de apremios ilegítimos al actual diputado Sergio Aguiló Melo.
Sentencia que condena a Roberto Schmied Zanzi, Álvaro Corbalán Castilla y Manuel Gallardo Sepúlveda a penas de 3 años de presidio por su responsabilidad en el delito; y a los agentes Carlos Contreras Ferrada y Sergio Díaz Lara a 61 días de presidio. A todos los condenados se les concedió el beneficio de la remisión condicional de la pena.
La sentencia del máximo tribunal confirma el fallo de primera instancia, dictado en julio de 2012, por el ministro en visita Alejandro Solís, quien logró determinar que:
"La Central Nacional de Inteligencia (CNI)… funcionó en numerosos recintos. Los más conocidos fueron los de Avenida República N° 517, donde se estableció el Cuartel General y de Borgoño N° 1470 en que se mantuvo a innumerables detenidos que fueron sometidos a torturas y murieron varios militantes de extrema izquierda… En estos recintos se desempeñaban agentes del Estado quienes, ostentado diversos grados de jerarquía en el mando, ordenaron algunos y ejecutaron otros, capturas de personas militantes o afines a partidos políticos o movimientos de izquierda, a quienes encerraron ilegalmente en los lugares que tenían destinados para ello, doblegándolos bajo tormentos físicos de variada índole con el objeto de hacerlos entregar información sobre armas u otras personas de la izquierda política para, también, aprehenderlas o para hacerles confesar ilícitos que no habían perpetrado… Sergio Aguiló Melo fue aprehendido, inculpado como militante de la Izquierda Cristiana, en la vía pública, el 4 de diciembre de 1981, por agentes de la Central Nacional de Informaciones y trasladado al recinto de calle Borgoño, en cuyo subterráneo, con la vista vendada, fue torturado durante diez días, mediante la aplicación de corriente eléctrica en su cuerpo, mientras era interrogado sobre sus vínculos con la Izquierda Cristiana y para que delatara a otros de sus miembros; asimismo, le amenazaron con matar a su hija de dos años de edad, exhibiéndole fotografías de niños que habrían desaparecido en poder de ellos; también le amenazaron con torturar a su esposa, en su presencia; lo hicieron posar ante una cámara de filmación con una ametralladora tipo AKA, haciéndole escribir varias declaraciones. A consecuencia de tales apremios presenta un trastorno por estrés postraumático en remisión parcial y, en la actualidad, persisten algunos síntomas leves que no limitan su funcionamiento diario. Por otra parte, mantiene un trastorno depresivo recurrente, actualmente asintomático gracias al tratamiento antidepresivo que se automedica".
Sobre tales sucesos, la sentencia "reconoce la primacía del derecho internacional sobre el derecho interno, de lo que deriva la inadmisibilidad de institutos como la prescripción, que pretenden excluyentes de responsabilidad para impedir la investigación y sanción de los responsables de graves violaciones a los derechos humanos, como es el caso de la tortura, acciones prohibidas por contravenir el Derecho Internacional de los Derechos Humanos".
Secuestro de Fernando Olivares Mori
En el segundo proceso (causa rol 22645-2014), la Sala Penal -integrada por los ministros Milton Juica, Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller, María Eugenia Sandoval y Lamberto Cisternas- confirmó la sentencia que condenó al oficial de la Armada en retiro Jorge Osses Novoa a la pena de 5 años y un día de presidio, sin beneficios, por el secuestro calificado de Fernando Olivares Mori, ilícito perpetrado a partir del 5 de octubre de 1973.
En el aspecto civil, con el voto en contra de la ministra Sandoval, se ratificó la sentencia que condenó al fisco a pagar la suma total de $700.000.000 (setecientos millones) a los familiares de la víctima.
En la causa, el máximo tribunal confirmó la sentencia de primera instancia dictada por el ministro en visita Miguel Vázquez, quien logró acreditar que:
"El día 5 de octubre de 1973, una patrulla militar al mando del teniente de la Armada Jorge Osses Novoa, concurrió al Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), organismo dependiente de las Naciones Unidas, lugar donde trabajaba Fernando Olivares Mori, exigiendo la presencia de aquel para conducirlo en calidad de detenido a las dependencias del Ministerio de Defensa Nacional, manifestando que era requerido en ese lugar para prestar declaraciones y que luego quedaría en libertad, para lo cual la encargada del CELADE envió a un funcionario para velar por la seguridad de Olivares Mori", señala el fallo. Y continúa: "Una vez que llegaron a las dependencias del Ministerio de Defensa, Olivares Mori fue llevado a una oficina, perdiéndose su rastro y, en los días siguientes, ante las repetidas consultas hechas respecto de su paradero por quien lo acompañó a aquellas dependencias, además de la propia CELADE, se informó, en un principio, que estaba detenido en el Estadio Nacional, sin embargo, las autoridades militares de la época negaron que se encontrara en tal calidad en alguna de las dependencias del Ministerio de Defensa o en los otros lugares que en la época se habilitaron para ello, sin que hasta el momento haya podido establecerse lo acontecido con posterioridad a su detención (…) en el Ministerio de Defensa se encontraban, en parte de sus dependencias, las oficinas de Inteligencia de la Armada de Chile, lugar en que se llevaba e interrogaba a los detenidos, disponiéndose del destino de los mismos, desde el 11 de septiembre de 1973 hasta una fecha muy posterior al mes de octubre del mismo año (…) no resulta verosímil que un oficial de la Armada de Chile, partícipe en un golpe de Estado, pretenda minimizar su responsabilidad alegando ignorancia de lo que ocurría en la época en que él, precisamente, se desempeñaba en el Ministerio de Defensa Nacional, epicentro de la toma de decisiones y organización de operaciones (…) el condenado, aunque muy joven, era oficial de la Armada, es decir, no se trataba de un marinero haciendo su servicio militar. Se trataba de un engranaje de la institución naval (…) señalar que su participación se limitó a trasladar al detenido, hoy desaparecido, desde el lugar en que ese trabajaba hasta el Ministerio de Defensa, y desde ahí no haber sabido nada más de él (…) es una excusa inaceptable para un oficial, más aun cuando denota un desprecio absoluto por el destino de un ser humano".
La historia del abandono de la casa de tortura de República 550
Fuente :ceciliaheyder.blogspot.com, Enero 2018
Categoría : Otra Información
Es imposible caminar por la avenida República y no detenerse a observar la casona con el número 550. Construida durante el año 1923 por el arquitecto chileno Josué Smith Solar, A mediados de la década de los 40, la construcción se convirtió en el hogar de estudiantes de la Universidad de Chile, situación que se mantuvo hasta el año 1973.
Smith Solar se inspiró en el estilo Tudor para edificar la que sería su casa, con un subterráneo y tres pisos, pérgolas, terrazas, más de treinta habitaciones y amplios jardines. Es posible apreciar hasta en el más mínimo rincón del lugar la preocupación por los detalles, que van desde cielos decorados hasta vigas talladas. Con el golpe de Estado, la casona terminó siendo utilizada como uno de los centros operativos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), que posteriormente se convertiría en la Central Nacional de Informaciones (CNI). .
En esos años la DINA se tomó varios palacios abandonados del barrio República, y el hogar de los Smith lo convirtieron en centro de detención y tortura. “Nos sentimos incómodos.
Éramos sólo estudiantes y no sabíamos a qué veníamos. Nos empezamos a dar cuenta cuando hacíamos guardia en la parte de atrás. Entraban y salían camiones, siempre de noche, y con gente”. Relata su cuidador Walter Saldías, suboficial retirado, trabajó como cocinero del ejército en la histórica casona Cuenta que le tocó saludar en varias oportunidades al general Manuel Contreras, director de la temida DINA, quien tenía oficina en el inmueble, en el que fuera el living principal de la casa. De dicho personaje, no guarda los mejores recuerdos. “Si salía a tomarse un café, uno se tenía que parar como a diez metros de él…”, asegura el ex uniformado. En la misma instalación, donde todavía hoy se pueda apreciar la chimenea de la casa, también tenía oficina el general Sergio Arellano Stark, director de la Caravana de la Muerte. Sólo estaban en la cocina, pero sabían que en el subterráneo funcionaba un calabozo, y en el centro de dicha planta, un sótano, totalmente amurallado, al cual nunca llegaba la luz del sol. Lo que pasaba allí dentro era un misterio. Los militares lo acondicionaron para que no saliera ningún ruido de él.
De dicha planta entraban y salían constantemente agentes de la DINA. Eran los únicos vestidos de civil, con terno negro y lentes oscuros. Cierto fin de semana, aprovechando que no había centinelas vigilando, el soldado Saldías y el soldado Pedro Valdés, en ese entonces su yunta, bajaron al calabozo a llevarle comida a los prisioneros. “Estaban engrillados, semidesnudos, sólo con calzoncillos, eran por lo menos 50 personas. Hombres y mujeres”.
Con el fin de la dictadura, la casona quedó bajo la administración del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu), sin embargo, nunca se destinó ningún uso para ella. Aprovechando el abandono, un grupo de okupas se tomó la casa el 2005 y la convirtió en el centro cultural “AKI”. Los jóvenes realizaban diversos talleres, los que iban desde teatro a pintura y literatura
En la actualidad, desde afuera el único mensaje que aún perdura de esta época es “Sí al teatro”, luego de que los okupas fueran desalojados el 2009 por dos buses de fuerzas especiales de carabineros, el cierre de calle República en toda la cuadra entre Toesca y Claudio Gay, y la presencia de la televisión, fueron los componentes centrales del operativo con un saldo de 10 detenidos. El lugar se había transformado en todo un referente cultural de Santiago, y en sus talleres nacieron desde conjuntos musicales como la "Orquesta de la Memoria" a organizaciones ciudadanas como el Movimiento Anti Pascua Lama. Carabineros dio cumplimiento a una orden judicial de desalojo en favor del SERVIU, el titular de la propiedad, la cual había sido ocupada culturalmente desdén hacía cuatro años. Versiones difundidas por los medios de la época señalaban que el inmueble sería un hogar de acogida para mujeres víctimas de violencia sexual del SERNAM…..Cosa que nunca ocurrió y con avanzado estado de deterioro hasta el día se encuentra abandonada