Escuela de Quiñenahuin

El antiguo Colegio de Quiñenahuin fue utilizado como recinto de deterncion de presos politicos de la region y esta estrechamente vinculado con la detencion y desaparicion de Alberto Colpihueque Navarrete y de su hijo Eleuterio Ramon Colpihueque Lican en 1973.

Criminales: Gabriel Antonio Sandoval Catalán, Ismael Alberto Llancafilo Cayufilo, Sergio Orlando Vallejos Garcés, Ricardo Jesús Vásquez Estrada, Héctor Mauricio Villablanca Huenulao y Sergio Enrique Poblete Poblete

Fuentes de Información Consultadas: Poder Judicial; Memoriaviva;

A.10. TOLENTINA QUINTONAHUEL COLPIHUEQUE. (20 años a la época de los hechos. Certificado de nacimiento a fojas 1073, tomo IV). Quien a fojas 488 a 490 (Tomo II), presta declaración ante la Policía de investigaciones, manifestando ser la esposa de Eleuterio Colpihueque Licán. Asevera que para el año 1973 se encontraba casada con Eleuterio, con quien ya tenia un hijo de nombre Mario Colpihueque Quintonahuel, quien en ese entonces era menor de edad. Sobre su marido, indica que este no tenía ningún tipo de militancia política, dedicándose solamente a la agricultura, lo mismo que su suegro.

En cuanto a la detención de su marido y suegro, expresa que esto ocurrió durante el mes de octubre de 1973, no precisando fecha exacta, pero fue a manos de personal de Ejército, quienes se encontraban acampando en los terrenos del colegio de don Manuel LLancaflIo, el que tenia una disputa con su suegro por unos terrenos de propiedad de la familia Colpihueque.

Cuenta que su marido y suegro fueron detenidos en el domicilio de este último, estando presente ella, su suegra de nombre Margarita Lican Carinao y su cuñado Abel, quien también fue detenido. Según su recuerdo, los militares allanaron su domicilio ingresando por la fuerza, no dando ningún tipo de explicación sobre el motivo de la detención, solo les dijeron que los llevarían a la escuela de Llancafilo, la que se ubicaba en Quiñeñahuin y que se quedaran tranquilas porque al cabo de un mes quedarían en libertad. Anexa que no tiene conocimiento acerca de las identidades de los militares, pero tiene claro que andaban cerca de diez efectivos más un civil, al cual identificó como Ismael Llancafilo.

Declara que después de tres días, junto con su suegra concurrieron a la escuela de Llancafilo a objeto de visitar a sus familiares. En ese lugar las atendieron los militares, recordando que uno de ellos no quería que ingresaran al lugar donde estaban los detenidos, incluso las amenazaron con golpearlas, pero finalmente pudieron ingresar ya que uno de los militares allí presentes intercedió por ellas.

Posteriormente, le llevaron a Eleuterio y su suegro, dice no recordar si estaba Abel, pues al parecer le habían dejado en libertad. Eleuterio le manifestó que desde el día de su detención fueron sometidos a constantes torturas y que habían sido obligados a trabajar en ios terrenos de Llancafilo, moviendo troncos. Hace presente que vio en muy malas condiciones a ambos, sus rostros estaban golpeados y no les habían dado comida. Esa fue la última vez que los vio. A los días siguientes se enteró por comentarios que Eleuterio y Alberto Colpihueque habían sido sacados del colegio, no teniendo antecedentes para dónde habían sido llevados. Por esta razón, junto a su suegra, fueron a Temuco y efectuaron las consultas pertinentes en el Regimiento Tucapel, cárcel pública y Carabineros, sin obtener resultados positivos. Advierte que una patrona que tuvo, que había sido jueza, le dijo que a sus familiares les habían dado muerte los militares, no aportándole mayores antecedentes.

En cuanto a la vestimenta que llevaban las victimas el día de su detención, cuenta que Eleuterio vestía zapatos de plástico, pantalón tipo jeans, una camisa negra a rayas y no llevaba cinturón, mientras que su suegro vestía un chaleco de lana negro, pantalón de tela color negro, cinturón y zapatos de cuero. Añade a su relato que en el lugar de detención de sus familiares, aparte de los militares, residía toda la familia Llancafilo. Finalmente precisa que fue Ismael quien inventó diversas situaciones sobre su suegro, como por ejemplo, que era ladrón y que violaba a sus hijas, situaciones que son mentiras, lo cual decía solo con el afán de que los militares lo tomaran detenido, para luego apropiarse de sus terrenos, lo que finalmente consiguió. A fojas 578 (Tomo II) en declaración judicial, ratifica io declarado ante la Policía de Investigaciones. Atestigua que la jueza para quien trabajó se llamaba Julia, no recordando sus apellidos.