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Holley De La Maza Luis Hernan – Memoria Viva

Holley De La Maza Luis Hernan

Rut: 5556634-8

Cargos:

Grado : Capitán

Rama : Armada


Procesados represores de la U. Santa María en caso Woodward

Fuente :La Nación, 24 de Septiembre 2008  

Categoría : Prensa

En una masiva resolución la jueza Eliana Quezada de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, procesó a cuatro oficiales y nueve suboficiales (R) de la Armada como coautores del secuestro -en septiembre de 1973- del sacerdote Miguel Woodward.

Con ello la ministra elevó a 19 los encausados en esta investigación, precisamente cuando se cumplen 35 años de la desaparición del religioso que militaba en el MAPU.

Por primera vez la magistrada dio cuenta esta vez del capitán de navío (R) Víctor Valverde Steinlein, quien como director entonces de la Escuela de Operaciones de la Armada, fue el jefe de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) que la Marina usó hasta fines de octubre de 1973 como centro de detención tras el golpe militar.

También encausó al capitán de navío (R) Luis Holley de la Maza y a los capitanes de fragata (R) José Yáñez Riveros y Marcos Silva Bravo.

Éstos comandaron los equipos que la Armada formó coordinados por Valverde para reprimir en los cerros Los Placeres, Esperanza y Barón, utilizando las dependencias de la UTFSM como lugar de reclusión de quienes eran arrestados en esa zona.

Miguel Woodward fue detenido en su casa de Placeres el 21 de septiembre y conducido a esa universidad donde recibió los primeros golpes y torturas.

"Una patrulla del Cuartel de Operaciones de la UTFSM detuvo a Woodward, donde fue interrogado, golpeado y sometido a diversas torturas por parte de funcionarios de la Armada que integraban la Compañía de la Escuela de Operaciones allí asentada, para al día siguiente entregarlo a la Academia de Guerra Naval (AGN)", sostiene el dictamen de la jueza Quezada.

Diez de los trece procesados están ya bajo arresto en el cuartel de Infantería de Marina de Las Salinas en Viña del Mar, tras ser ubicados por funcionarios de Investigaciones.

El capitán de fragata (R) José Yáñez Riveros, regresa a Chile en noviembre porque está a bordo de una nave comercial.

Respecto del otro capitán de fragata (R) Marcos Silva Bravo, éste se encuentra de vacaciones en el sur, donde está siendo buscado por los funcionarios policiales. El suboficial Alfredo Mondaca Salamanca vive en Iquique y ya fue ubicado. Se espera que ambos ingresen hoy a cumplir su arresto en el mismo cuartel.

Miguel Woodward continuó luego siendo torturado en la AGN y quedó moribundo, por lo que fue llevado al buque escuela Esmeralda, donde existía un hospital de campaña.

Allí fue chequeado por el oficial y médico naval Kenneth Gleiser, quien recomendó llevarlo Hospital Naval, entonces en el cerro Playa Ancha. No se ha determinado el lugar exacto donde murió Woodward.

Los actuales procesados tuvieron participación en la detención, golpiza y torturas del sacerdote, como en su posterior traslado a la AGN y a la Esmeralda. El jefe de la AGN y los torturadores del religioso en esta academia, tres vicealmirantes, dos capitanes de navío y un teniente, todos en retiro, fueron ya encausados en abril pasado.

Nómina de Procesados

1.- Víctor Valverde Steilein (capitán navío R)                                           2.- Luis Holley de la Maza (capitán navío R)

3.- José Yáñez Riveros (capitán fragata R)                                               4.- Marcos Silva Bravo (capitán fragata R)

5.- José García Reyes (suboficial R)                                                         6.- Alfredo Mondaca Salamanca (subof. R)

7.- Luis Pinda Figueroa (subof. R)                                                            8.- Carlos Miño Muñoz (subof. R)

9.- José Rojas Araya (subof. R)                                                               10.- Pedro Vidal Miranda (subof. R)

11.- Héctor Palomino López (subof. R)                                                    12.- Guillermo Inostroza Opazo (subof. R)

13.- Claudio Cerezo Valencia (subof. R)


Proceso por el secuestro calificado de Miguel Woodward:  Otros trece procesados por la desaparición de sacerdote 

Fuente :El Mercurio, 24 de Septiembre 2008

Categoría : Prensa

 La ministra de fuero de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, María Eliana Quezada, dictó ayer otros trece autos de procesamiento en la investigación que realiza por la desaparición del sacerdote anglo-chileno Miguel Woodward, ocurrida tras el golpe militar de 1973, después de haber permanecido detenido en el buque-escuela Esmeralda.

Con la resolución se eleva a 19 el número de procesados, todos ex funcionarios de la Armada.

Los nuevos procesados son los capitanes de navío Víctor Valverde Steinlein y Luis Holley de la Maza; los capitanes de fragata José Yáñez Riveros y Marco Silva Bravo; los suboficiales mayores José Manuel García (el único de la Infantería de Marina), Alfredo Moncada Salamanca, Luis Pinda Figueroa y Carlos Miño Muñoz; y el suboficial José Rojas Araya.

También los sargentos primero Pedro Vidal Miranda y Héctor Palominos López; el cabo segundo Guillermo Inostroza Opazo y el marinero primero Claudio Cerezo Valencia.

Ayer fueron notificados 10 de los 13 nuevos procesados, los que quedaron en prisión preventiva en el cuartel 2 de Orden y Seguridad de la Armada en Las Salinas.

En la causa ya se encuentran procesados los vicealmirantes (r) Guillermo Aldoney Hansen, Juan Mackay Barriga, Adolfo Walbaum Wieber y Sergio Barra von Kretschmann, al capitán de navío (r) de Infantería de Marina Ricardo Riesco Cornejo, y al teniente 1 de Sanidad (r) Carlos Costa Canessa, todos en libertad bajo fianza.

La ministra Quezada dijo que la investigación está próxima a ser cerrada. En tanto, la Armada, a través del jefe de Relaciones Públicas, comandante Felipe García Huidobro, señaló que la institución habilitó el recinto donde los procesados permanecerán por orden judicial.

Sentencias por caso Prats

El fiscal judicial Daniel Calvo entregó a la Corte de Apelaciones un informe en el que respalda la sentencia dictada por el ministro de fuero Alejandro Solís contra el ex director de la Dina, Manuel Contreras, y otros ocho ex agentes del organismo por los delitos de asociación ilícita y homicidio calificado del ex comandante en jefe del Ejército Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, ocurrido el 30 de septiembre de 1974.

Calvo recomendó al tribunal de alzada desestimar todos los recursos presentados por los abogados de los condenados para revertir las condenas, y se manifestó de acuerdo con la calificación de los ilícitos que se le imputaron al general (r) Contreras y a Pedro Espinoza, Raúl Iturriaga, Cristoph Willeke, José Zara, Juan Morales, Mariana Callejas, Reginaldo de la Cruz y Jorge Iturriaga.

En su informe, el fiscal judicial critica la amnistía, y coincide con Solís en que los delitos investigados en el caso configuran un crimen de lesa humanidad, por lo que son imprescriptibles y no amnistiables.
 


Caso Woodward: Procesan a otros 13 funcionarios (r) de la Armada

Fuente :Emol.com, 23 de Septiembre 2008

Categoría : Prensa

 La ministra de fuero de la Corte de Apelaciones de Valparaíso Maria Eliana Quesada comenzó a notificar otros 13 autos de procesamiento en contra de funcionarios en retiro de la Armada por el delito de secuestro calificado del sacerdote Miguel Woodward, fallecido el septiembre de 1973 tras su detención en el busque Escuela Esmeralda.

Los nuevos procesados comenzaron a llegar pasado el mediodía hasta la Corte de Apelaciones de Valparaíso, donde a esta hora están siendo notificados por la magistrado.

Se trata de cuatro oficiales (r), los capitales de navío Víctor Valverde Steinlein, Luis Holley de la Maza y los capitanes de fragata José Yáñez Riveros y Marco Silva Bravo; los suboficiales mayores José Manuel García, Alfredo Moncada Salamanca, Luis Pinda Figueroa y Carlos Miño Muñoz; y el suboficial José Rojas Araya.

También los sargentos primero Pedro Vidal Miranda y Héctor Palominos López; el cabo segundo Guillermo Inostroza Opazo y el marinero primero Claudio Cerezo Valencia.

Una vez que sean notificados de la resolución judicial, los nuevos procesados quedarán detenidos en el cuartel 2 de Orden y Seguridad de la Armada en Valparaíso.


El segundo comandante del buque, Eduardo Barison, lo reconoció en el proceso Woodward murió en la Esmeralda

Fuente :La Nación, 13 de Octubre, 2008 

Categoría : Prensa

La revelación judicial pone fin a una de las más grandes interrogantes en el caso del sacerdote desaparecido. El oficial (R) admitió que el cura chileno-británico, a quien habían torturado hasta dejarlo agónico, llegó a la nave en muy mal estado y falleció luego que fracasaran los esfuerzos por reanimarlo.

El sacerdote Miguel Woodward murió a bordo del buque escuela Esmeralda. Hasta ahora el lugar exacto de su fallecimiento se movía entre la niebla, al menos públicamente. Pero quien era entonces el segundo comandante del barco, Eduardo Barison Roberts, lo reconoció claramente en el proceso que instruye la magistrada Eliana Quezada. "El intento de reanimar al sacerdote Miguel Woodward duró bastante. Los enfermeros lo asistieron tratando de revivirlo, pero falleció en el mismo recinto. Lo habían ingresado en una camilla por el portalón a la enfermería. Informé del deceso inmediatamente al comandante Sabugo", sostiene Barison, quien en ese momento estaba bajo el mando del comandante de la Esmeralda, el capitán de navío Jorge Sabugo Silva.

Según testimonios del proceso, entre Barison y Sabugo se dio una fuerte discusión pocos minutos antes de que el sacerdote fuera subido al barco. Mientras el primero se negaba a ingresarlo a la nave, debido a que tenía varias heridas que lo hacían sangrar profusamente, su comandante señalaba lo contrario. Finalmente primó el criterio de Sabugo. "Me enteré que era sacerdote y que su nombre era Miguel Woodward. Me dijeron que estaba en calidad de detenido", afirma Barison.

La calidad de prisionero le fue informada a Barison por los custodios del sacerdote, dos hombres que en el proceso son caracterizados con mamelucos de mezclilla y que llegaron al molo de abrigo en una camioneta de la Armada.

Barison sostiene que el religioso se encontraba "agónico, porque venía con gran cantidad de hematomas en el rostro. Su estado era inconsciente y no pronunció palabra". El autor del testimonio asegura que durante el proceso de reanimación salió varias veces de la enfermería para informar a su comandante de lo que sucedía con Woodward, y culmina su relato judicial admitiendo que tras fallecer, el sacerdote fue trasladado hasta el Hospital Naval, ubicado entonces en el cerro Playa Ancha, a un costado del Regimiento Maipo.

Pero antes de que el cuerpo de Woodward saliera del buque escuela, al menos dos marinos que transitaban sobre cubierta lo vieron pasar muerto por su lado. Se trata de los suboficiales Álvaro Sánchez Luna y Lorenzo Felipe Rivas. Este último declara que vio a tres o cuatro personas, ajenas a la Esmeralda, trasladar sobre una camilla un cuerpo inmóvil de cerca de 35 años con una herida en la frente. Luego expresa que le informaron que se trataba de un sacerdote, el único que pasó por la Esmeralda. Sánchez afirmó algo similar.

En el proceso se estableció que la orden para subir al sacerdote al buque escuela la dio el entonces jefe de Estado Mayor de la Armada, capitán de navío Guillermo Aldoney Hansen.

En la investigación judicial, Aldoney simplemente cargó los dados a su ex camarada de armas Saburgo, ahora muerto. "Recibí una llamada del comandante Sabugo diciéndome que una patrulla llevó a un sacerdote al barco para su atención médica. Me dijo que su estado era muy precario, temiéndose por su vida aparentemente por problemas respiratorios causados por una pulmonía y me pidió instrucciones para proceder", declaró Aldoney. Fallecido Woodward, la orden de trasladar su cuerpo al Hospital Naval también fue de Aldoney.

Hundido en la piscina

La investigación judicial aporta además nuevos antecedentes del calvario del "gringo" como apodaban cariñosamente al sacerdote sus compañeros del Mapu en el puerto en su paso por el recinto de torturas que la Armada instaló en dependencias de la Universidad Técnica Federico Santa María.

Allí, Woodward no sólo fue golpeado, sino también torturado y sumergido colgando en la piscina universitaria. Así lo indica el testimonio del suboficial de infantería de Marina José Manuel García Reyes, quien en sus declaraciones relató cómo el religioso fue reiteradamente hundido en la piscina hasta que su cuerpo mostraba signos de ahogamiento.

Quien tuvo más contacto con el sacerdote en esas horas fue el entonces teniente y actual capitán de navío en retiro Luis Holley de la Maza, que en la noche del 20 de septiembre de 1973 comandó la patrulla que lo detuvo en su casa de cerro Los Placeres y lo trasladó hasta el centro de detención.

A Woodward lo ingresaron a ese recinto en horas de la noche, por una puerta secundaria. Los integrantes de la Escuela de Operaciones de la Armada, que dirigía el capitán Víctor Valverde Steinlein, lo obligaron a transitar por el conocido "callejón oscuro", es decir, caminar entre dos columnas formadas por marinos que lo insultaban y golpeaban al pasar. Fue la particular forma de darle la bienvenida y celebrar su arresto, pues lo habían buscado desde las primeras horas de producido el alzamiento militar. Luego de este recibimiento, al detenido lo condujeron hasta la guardia de ingreso, donde también fue maltratado físicamente por un segundo equipo de turno esa noche.

Además de comandar su detención y propiciar los golpes de arribo, Holley de la Maza condujo el grupo de custodios que llevó a Woodward hasta la piscina donde se inició la sesión de tortura.

El último procesamiento, dictado el 22 de septiembre por la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Eliana Quezada, y que mantiene recluidos a 13 marinos, se relaciona con el paso de Woodward por la universidad: su detención a cargo de Holley, la cadena de mando sobre él, los suboficiales que lo acompañaron en la acción y los integrantes de la Escuela de Operaciones que lo recibieron aplicándoles tormentos.

En la Academia

Dónde pasó la noche el sacerdote esa tormentoso día del 20 de septiembre de 1973 es algo que en la investigación aún está poco claro. Algunos testimonios apuntan que fue retenido en una sala o en la misma guardia de la universidad, y otros señalan que tras la tortura simplemente fue dejado a un costado de la piscina, empapado. Las declaraciones de quienes lo vieron ahí coinciden sí en que fue sacado de Los Placeres cerca de las ocho de la mañana, aún mojado, con rumbo a la Academia de Guerra Naval (AGN), en Playa Ancha.

Tampoco está claro quiénes lo llevaron hasta ese lugar. Sí se encuentra probado en la indagatoria que allí las torturas continuaron y se volvieron aún más duras. "Al ingresar lo vi vestido de civil, encapuchado, sentado en una silla y con las manos amarradas, y frente a él, el principal interrogador, Jaime Román Figueroa, junto a otros oficiales de la Armada. Le daban golpes. Estuve como una hora presenciando tales hechos", relató judicialmente el oficial retirado de Carabineros Nelson López Cofré, que también fue parte de los equipos que operaron en algunos centros de detención y tormentos de la Armada.

En esta sesión de torturas aplicadas al sacerdote en la Academia de Guerra estuvieron presentes algunos de los procesados en esta causa, que habrían formado parte de un equipo torturador que se movía entre este recinto, el cercano Cuartel Silva Palma y el buque escuela Esmeralda: Juan Mackay Barriga y Ricardo Riesco Cornejo, entre otros.

Se cierra el círculo

Desde la Academia de Guerra el religioso fue llevado en muy malas condiciones físicas al buque escuela. No está claro por qué, pese a que Woodward estaba casi agonizando, lo llevaron al barco y no al Hospital Naval, que también estaba bastante cerca de la AGN. Según fuentes de la investigación, podría deberse a que en aquellos días las instalaciones de la llamada "Dama Blanca" también habían sido equipadas como hospital de campaña.

El arribo de Woodward al barco ocurre, según la bitácora que la Armada entregó a la jueza, a las 11:30 del día 22 de septiembre de 1973. Una vez fallecido, su salida ocurrió según la misma bitácora a las 12:30 horas. Sin embargo, el certificado de defunción que extendió el oficial médico del Hospital Naval, Carlos Costa Canessa, una vez que el cuerpo llegó a ese recinto hospitalario, sitúa la hora de muerte a las 12 horas. Esto constituye otro antecedente que inequívocamente sitúa el deceso del religioso a bordo del barco prisión.

La razón por la que la Armada no entregó el cuerpo de Woodward a representantes de la Iglesia Católica en Valparaíso se desconoce. Nadie de la Marina ha aportado hasta ahora un antecedente creíble en la investigación. Finalmente, su cuerpo fue sepultado clandestinamente en una fosa común en el Cementerio de Playa Ancha, donde se perdió todo rastro de sus restos.


Marinos torturadores, peligro para la sociedad

Fuente :Elclarin.cl, 06 de Octubre 2008

Categoría : Prensa

En abril de este año, la Ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Sra. Eliana Quezada, encargó reos a seis altos oficiales de la Armada por la responsabilidad que les cabe en la detención, torturas y asesinatos de prisioneros políticos. Por su acucioso trabajo Investigativo y su decisión de aplicar la ley, esta magistrada ha recibido presiones, insultos y amenazas de muerte. Aun está fresca en la memoria ciudadana, la grosera intromisión de parlamentarios de la UDI, capitaneados por el Ex Almirante Arancibia, en este tema. 

El 23 de septiembre de 2008, en el contexto de la querella por el secuestro del sacerdote Miguel Woodward, la Ministro encargo reos a otros 13 funcionarios de la Armada en retiro; entre ellos, dos Capitanes de Navio y dos de Fragata. 
  
El capitán de navío (r) Luis Holley de la Maza, solicito libertad bajo fianza la que fue denegada por la Jueza. Apelo a la Corte de Apelaciones y esta instancia, el lunes 29 de septiembre, respaldo la posición de la magistrado y  resolvió mantener la negación de libertad bajo fianza, por considerarlo "un peligro para la sociedad" 
  
La justeza de esta decisión, ha sido corroborada por las actuaciones matonescas y violentas de que ha hecho gala un histérico grupo de la "familia naval" en los últimos días. El mismo día que se veía la apelación del reo Luis Holley de la Maza, un grupo de familiares y amigos de los torturadores procesados, impidieron el libre acceso a la Corte de Apelaciones de Valparaíso a los querellantes, y "una dama" del grupo trato arteramente de golpear por detrás a Patricia Woodward. Al término de los alegatos, uno de los abogados fue verbal y duramente agredido por "damas bien vestidas", lo que obligó incluso a actuar de Gendarmería. 
  
No es casual que se hayan intensificado los seguimientos y amenazas, en contra de la Jueza, los abogados querellantes y la familia y Amigos de Miguel; quienes con estoicismo y valentía siguen adelante en búsqueda de justicia. 
  
Luego de un patético acto en la Plaza Inés de Suárez de Viña del Mar, realizado en 27 de septiembre en Homenaje al 11 de septiembre de 1973, en que a pesar de los cuantiosos recursos invertidos y las presiones hacia muchas familias vinculadas a la Armada, solo concurrieron 34 personas, este grupo en su orfandad decidió pasar a acciones mas directas; lo que explica su comportamiento en Tribunales y el robo de que fue objeto, la abogada del programa de DD.HH. del Ministerios del Interior, Karina Fernández. Como informa la prensa, "Delincuentes ingresaron a su domicilio el jueves 3 de octubre del año en curso, y procedieron a sustraer, sólo el computador portátil de la profesional." 
  
¿Así honran algunos a su institución? ¿Esta es la mentalidad que les han inculcado en la Armada de Chile?. No solo aplauden la traición y la felonía, sino que hacen del matonaje y el robo una forma enfermiza de solidaridad con torturadores y asesinos. 
  
Esperamos que el Gobierno, la Armada, y las instituciones policiales, no continúen amparando comportamientos lumpen de gente acostumbrada a imponer sus criterios por la violencia. Deben aclarar los hechos y sancionar a los responsables; estos delincuentes son un peligro para la sociedad y hay que hacerles saber que en el Chile actual no gozan de impunidad. 
    
AGRUPACION EX PRESAS Y EX PRESOS POLITICOS V REGIÓN 
COMISION ETICA CONTRA LA TORTURA V REGIÓN 
 Valparaíso, 3 de octubre de 2008.


Deniegan libertad a ex marino

Fuente :mercuriovalpo.cl, 30 de Septiembre 2008

Categoría : Prensa

La segunda sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso denegó ayer la petición de libertad bajo fianza realizada para el capitán de navío (r) Luis Holley De la Maza, uno de los 13 ex miembros de la Armada que fueron procesados la semana pasada por el delito de secuestro calificado, en el marco de la desaparición y muerte del ex sacerdote Miguel Woodward.

La determinación de dejar privado de libertad a Holley y otras 12 personas, la había adoptado el martes de la semana pasada la ministra Eliana Quezada.

Al respecto, el abogado querellante, Gonzalo Aguilera, precisó que "la resolución fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, por tanto, la detención continúa. Era lo que nosotros sostuvimos en los alegatos de hoy (ayer). La verdad es que nos satisface la resolución, sin duda, y esperamos que esta investigación continúe".

En tanto, el abogado defensor, Andrés Tavolari, precisó que "efectivamente, esperábamos que la Corte revocara la resolución que apelamos", y agregó que "la resolución dice que hay diligencias pendientes… por tanto, tenemos que evaluar cómo seguir adelante, porque nos parece que la situación actual debe ser cambiada".


Corte de Valparaíso procesa a 14 ex uniformados por la desaparición del sacerdote Woodward

Fuente :elmostrado.cl, 27 de Agosto 2010

Categoría : Prensa

Cinco oficiales y un suboficial de Carabineros y un oficial de la Armada y siete suboficiales mayores de la institución naval fueron los nuevos encausados por la jueza Eliana Quezada. En la investigación está acreditado que el religioso murió a bordo del buque escuela Esmeralda a causa de torturas. [ACTUALIZADA]

La jueza de la Corte de Apelaciones de Valparaíso Eliana Quezada procesó este viernes a 14 uniformados retirados en calidad de coautores del delito de secuestro calificado y desaparición del sacerdote Miguel Woodward.

Según fuentes judiciales, hasta ahora, la magistrada ha dictado 33 procesamientos por el crimen del religioso chileno-británico.

En su resolución, la magistrada  dictó a su vez orden de arresto para los encausados, los ex coroneles de Carabineros Héctor Tapia Olivares, Ángel Lorca Fuenzalida y Enrique Corrales Díaz, el ex mayor de esta misma institución, Ricardo Araya Maureira, el ex capitán de Carabineros Nelson López Jofré y el ex suboficial Jorge Leiva Cordero.

La ministra (jueza especial) procesó además al ex capitán de navío de la Armada, Pedro Abregó Diamante, y a los ex suboficiales mayores de Infantería de Marina, Manuel Leiva Valdivieso, Juan Reyes Basaur, Jaime Lazo Pérez, Bertalino Castillo Soto, Alejo Esparza Martínez, Carlos Líbano Riquelme y Sergio Hevia Fabres(*).

Hasta la fecha, en este caso la jueza Quezada ha dictado procesamiento en contra de 33 oficiales y suboficiales, todos ya en situación de retiro.

De ellos, 25 pertenecen a la Armada y seis a Carabineros.

Esta es la primera vez que la jueza procesa a funcionarios de la policía uniformada por este crimen.

La cifra de 33 se encuentra actualmente reducida a 31, producto de la muerte el año pasado del ex contralmirante y ex comandante de la Academia de Guerra Naval de Valparaíso y agente de la DINA, Sergio Barra von Kretschmann, y de la revocatoria del auto de procesamiento del ex capitán de navío, Luis Holley de la Maza.

El sacerdote Miguel Woodward fue arrestado el 16 de septiembre de 1973 por una patrulla de la Armada en su domicilio del cerro Los Placeres de Valparaíso, y conducido a la Universidad Técnica Federico Santa María, donde fue interrogado y torturado por varias horas.

Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, esa universidad sirvió como centro de detención y tormento en manos de la Armada.

Luego, Woodward fue llevado a la Academia de Guerra Naval (AGN) en el cerro Playa Ancha del puerto, donde fue igualmente torturado.

El 21 de septiembre de 1973 fue sacado de la AGN y trasladado al buque escuela Esmeralda, que tras la asonada militar operó también como lugar de detención y tortura.

En la investigación está acreditado que Woodward murió a bordo de la Esmeralda a causa de los tormentos.

Su cuerpo fue sacado de esa nave y llevado al Hospital Naval que en ese entonces se ubicaba en el cerro Playa Ancha.

Es en ese lapso de tiempo cuando se perdió todo rastro de su cuerpo, aunque en la investigación judicial se estableció que funcionarios de la Armada llevaron su cuerpo para sepultarlo en el Cementerio de Playa Ancha, desde donde desapareció hasta hoy.

(*) N de la R: Mediante resolución, Rol n° 140.454-2001, se rectifica que el segundo apellido del procesado Sergio Hevia, citado en esta nota, es Febres y no Fabres.


Chile: Sacerdote Woodward murió en la Esmeralda

Fuente :lanacion.cl, 11 de Octubre 2008

Categoría : Prensa

El segundo comandante del buque, Eduardo Barison, lo reconoció en el proceso: Woodward murió en la Esmeralda

La revelación judicial pone fin a una de las más grandes interrogantes en el caso del sacerdote desaparecido. El oficial (R) admitió que el cura chileno-británico, a quien habían torturado hasta dejarlo agónico, llegó a la nave en muy mal estado y falleció luego que fracasaran los esfuerzos por reanimarlo.

El sacerdote Miguel Woodward murió a bordo del buque escuela Esmeralda. Hasta ahora el lugar exacto de su fallecimiento se movía entre la niebla, al menos públicamente. Pero quien era entonces el segundo comandante del barco, Eduardo Barison Roberts, lo reconoció claramente en el proceso que instruye la magistrada Eliana Quezada. "El intento de reanimar al sacerdote Miguel Woodward duró bastante. Los enfermeros lo asistieron tratando de revivirlo, pero falleció en el mismo recinto. Lo habían ingresado en una camilla por el portalón a la enfermería. Informé del deceso inmediatamente al comandante Sabugo", sostiene Barison, quien en ese momento estaba bajo el mando del comandante de la Esmeralda, el capitán de navío Jorge Sabugo Silva.

Según testimonios del proceso, entre Barison y Sabugo se dio una fuerte discusión pocos minutos antes de que el sacerdote fuera subido al barco. Mientras el primero se negaba a ingresarlo a la nave, debido a que tenía varias heridas que lo hacían sangrar profusamente, su comandante señalaba lo contrario. Finalmente primó el criterio de Sabugo. "Me enteré que era sacerdote y que su nombre era Miguel Woodward. Me dijeron que estaba en calidad de detenido", afirma Barison.

La calidad de prisionero le fue informada a Barison por los custodios del sacerdote, dos hombres que en el proceso son caracterizados con mamelucos de mezclilla y que llegaron al molo de abrigo en una camioneta de la Armada.

Barison sostiene que el religioso se encontraba "agónico, porque venía con gran cantidad de hematomas en el rostro. Su estado era inconsciente y no pronunció palabra". El autor del testimonio asegura que durante el proceso de reanimación salió varias veces de la enfermería para informar a su comandante de lo que sucedía con Woodward, y culmina su relato judicial admitiendo que tras fallecer, el sacerdote fue trasladado hasta el Hospital Naval, ubicado entonces en el cerro Playa Ancha, a un costado del Regimiento Maipo.

Pero antes de que el cuerpo de Woodward saliera del buque escuela, al menos dos marinos que transitaban sobre cubierta lo vieron pasar muerto por su lado. Se trata de los suboficiales Álvaro Sánchez Luna y Lorenzo Felipe Rivas. Este último declara que vio a tres o cuatro personas, ajenas a la Esmeralda, trasladar sobre una camilla un cuerpo inmóvil de cerca de 35 años con una herida en la frente. Luego expresa que le informaron que se trataba de un sacerdote, el único que pasó por la Esmeralda. Sánchez afirmó algo similar.

En el proceso se estableció que la orden para subir al sacerdote al buque escuela la dio el entonces jefe de Estado Mayor de la Armada, capitán de navío Guillermo Aldoney Hansen.

En la investigación judicial, Aldoney simplemente cargó los dados a su ex camarada de armas Saburgo, ahora muerto. "Recibí una llamada del comandante Sabugo diciéndome que una patrulla llevó a un sacerdote al barco para su atención médica. Me dijo que su estado era muy precario, temiéndose por su vida aparentemente por problemas respiratorios causados por una pulmonía y me pidió instrucciones para proceder", declaró Aldoney. Fallecido Woodward, la orden de trasladar su cuerpo al Hospital Naval también fue de Aldoney.

Hundido en la piscina

La investigación judicial aporta además nuevos antecedentes del calvario del "gringo" como apodaban cariñosamente al sacerdote sus compañeros del Mapu en el puerto en su paso por el recinto de torturas que la Armada instaló en dependencias de la Universidad Técnica Federico Santa María.

Allí, Woodward no sólo fue golpeado, sino también torturado y sumergido colgando en la piscina universitaria. Así lo indica el testimonio del suboficial de infantería de Marina José Manuel García Reyes, quien en sus declaraciones relató cómo el religioso fue reiteradamente hundido en la piscina hasta que su cuerpo mostraba signos de ahogamiento.

Quien tuvo más contacto con el sacerdote en esas horas fue el entonces teniente y actual capitán de navío en retiro Luis Holley de la Maza, que en la noche del 20 de septiembre de 1973 comandó la patrulla que lo detuvo en su casa de cerro Los Placeres y lo trasladó hasta el centro de detención.

A Woodward lo ingresaron a ese recinto en horas de la noche, por una puerta secundaria. Los integrantes de la Escuela de Operaciones de la Armada, que dirigía el capitán Víctor Valverde Steinlein, lo obligaron a transitar por el conocido "callejón oscuro", es decir, caminar entre dos columnas formadas por marinos que lo insultaban y golpeaban al pasar. Fue la particular forma de darle la bienvenida y celebrar su arresto, pues lo habían buscado desde las primeras horas de producido el alzamiento militar. Luego de este recibimiento, al detenido lo condujeron hasta la guardia de ingreso, donde también fue maltratado físicamente por un segundo equipo de turno esa noche.

Además de comandar su detención y propiciar los golpes de arribo, Holley de la Maza condujo el grupo de custodios que llevó a Woodward hasta la piscina donde se inició la sesión de tortura.

El último procesamiento, dictado el 22 de septiembre por la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Eliana Quezada, y que mantiene recluidos a 13 marinos, se relaciona con el paso de Woodward por la universidad: su detención a cargo de Holley, la cadena de mando sobre él, los suboficiales que lo acompañaron en la acción y los integrantes de la Escuela de Operaciones que lo recibieron aplicándoles tormentos.

En la Academia

Dónde pasó la noche el sacerdote esa tormentoso día del 20 de septiembre de 1973 es algo que en la investigación aún está poco claro. Algunos testimonios apuntan que fue retenido en una sala o en la misma guardia de la universidad, y otros señalan que tras la tortura simplemente fue dejado a un costado de la piscina, empapado. Las declaraciones de quienes lo vieron ahí coinciden sí en que fue sacado de Los Placeres cerca de las ocho de la mañana, aún mojado, con rumbo a la Academia de Guerra Naval (AGN), en Playa Ancha.

Tampoco está claro quiénes lo llevaron hasta ese lugar. Sí se encuentra probado en la indagatoria que allí las torturas continuaron y se volvieron aún más duras. "Al ingresar lo vi vestido de civil, encapuchado, sentado en una silla y con las manos amarradas, y frente a él, el principal interrogador, Jaime Román Figueroa, junto a otros oficiales de la Armada. Le daban golpes. Estuve como una hora presenciando tales hechos", relató judicialmente el oficial retirado de Carabineros Nelson López Cofré, que también fue parte de los equipos que operaron en algunos centros de detención y tormentos de la Armada.

En esta sesión de torturas aplicadas al sacerdote en la Academia de Guerra estuvieron presentes algunos de los procesados en esta causa, que habrían formado parte de un equipo torturador que se movía entre este recinto, el cercano Cuartel Silva Palma y el buque escuela Esmeralda: Juan Mackay Barriga y Ricardo Riesco Cornejo, entre otros.

Se cierra el círculo

Desde la Academia de Guerra el religioso fue llevado en muy malas condiciones físicas al buque escuela. No está claro por qué, pese a que Woodward estaba casi agonizando, lo llevaron al barco y no al Hospital Naval, que también estaba bastante cerca de la AGN. Según fuentes de la investigación, podría deberse a que en aquellos días las instalaciones de la llamada "Dama Blanca" también habían sido equipadas como hospital de campaña.

El arribo de Woodward al barco ocurre, según la bitácora que la Armada entregó a la jueza, a las 11:30 del día 22 de septiembre de 1973. Una vez fallecido, su salida ocurrió según la misma bitácora a las 12:30 horas. Sin embargo, el certificado de defunción que extendió el oficial médico del Hospital Naval, Carlos Costa Canessa, una vez que el cuerpo llegó a ese recinto hospitalario, sitúa la hora de muerte a las 12 horas. Esto constituye otro antecedente que inequívocamente sitúa el deceso del religioso a bordo del barco prisión.

La razón por la que la Armada no entregó el cuerpo de Woodward a representantes de la Iglesia Católica en Valparaíso se desconoce. Nadie de la Marina ha aportado hasta ahora un antecedente creíble en la investigación. Finalmente, su cuerpo fue sepultado clandestinamente en una fosa común en el Cementerio de Playa Ancha, donde se perdió todo rastro de sus restos.

Por: Jorge Escalante y Javier Rebolledo