La memoria no es estática. La memoria es dinámica. La memoria es un proceso que está constantemente evolucionando, reflejando no solamente el pasado, sino también el presente que vivimos y condicionando el futuro.
La memoria se transforma así misma y todo lo que toca, desde aquellos que la poseen y aquellos que la comparten, hasta el medio ambiente que habita. La memoria es una entidad viva. La memoria es la primera y la última barricada de la consciencia. Es lo que nos define como seres con ética, es el hilo que nos enlaza como individuos a un grupo social, es el material que va hilvanando nuestra identidad y sostiene el carácter de una sociedad.
El 11 de septiembre marcó el final de la civilidad en la sociedad chilena y el inicio de la barbarie que perduraría por más de 17 años. Las Fuerzas Armadas chilenas, junto con la policía y civiles, desataron una ola de terror que incluyo encarcelamiento masivo, tortura, violaciones, asesinatos políticos desapariciones forzadas, ejecuciones, relegaciones, exilio y una indiscriminada explotación del medio ambiente, de los recursos naturales y sus habitantes. Las repercusiones de esta violencia son palpables hoy en día y continuarán por generaciones.
Las Fuerzas Armadas se convirtieron en un Ejército de ocupación y colonización que transformó las instituciones estatales en instrumentos para mantener el nuevo orden social. Al igual que las cortes judiciales, los medios de comunicación se convirtieron en cómplices y colaboradores que facilitaron y encubrieron los abusos a los derechos humanos.
La Transición a un gobierno civil no cumplió con las expectativas de la esperanza por la verdad y la justicia. Con la proclamación de “la justicia en la medida de lo posible”, sucesivos gobiernos transformaron la Memoria en “desmemoria”, así abriendo el camino de la institucionalización de la impunidad. La lucha por la justicia quedó como tarea de los sobrevivientes, los familiares y amigos de las víctimas y la Memoria fue subyugada a los intereses y demandas del mercado cultural del consumismo. Las múltiples voces clamando justicia y el término a la impunidad fueron acalladas y acusadas de anacronismo y de vivir en el pasado o simplemente silenciadas en nombre de la conveniencia política.
La lucha por la Memoria histórica y a través de ella el derecho a la verdad y la justicia se hizo imperativo. Individuos, familias, escritores, académicos, ONGs, desarrollaron amplias y variadas estrategias para combatir el manto del silencio que se había impuesto en la sociedad. Desde la música, la poesía, demostraciones, arte, publicaciones en sitio web, todos separadamente y juntos formaron una red de resistencia.
La Memoria es obstinada. La Memoria no puede ser restringida. La Memoria rehúsa ser silenciada.
A finales de los ’90s, un grupo de individuos, chilenos de todas las edades y en todo el mundo, incluyendo los familiares de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, refugiados políticos, sobrevivientes de tortura, ex presos políticos, nos dimos la ardua tarea de recopilar, preservar, catalogar y archivar toda la información relacionada con las violaciones de los derechos humanos en Chile para hacerla accesible a todos. A través de un compromiso y esfuerzo personal, creamos y hemos mantenido Memoriaviva.com, un sitio web que recoge, cataloga y archiva información, con el objetivo de transformarse en una herramienta confiable, un recurso obstinado, para las personas que buscan información. Memoriaviva entrega un testimonio vivo en contra de aquellos que intentan ignorar u olvidar los crímenes cometidos por la dictadura cívico militar.
Hoy relanzamos Memoriaviva, en un formato más avanzado y con más información, pero también reafirmamos nuestro permanente compromiso por el derecho a toda la verdad y toda la justicia para cada una de las víctimas. Al acercarnos al 50avo aniversario del infame día que brutalmente detuvo el proceso democrático en Chile, hacemos un llamado a todas y todos a unirse en defensa de la Memoria, la justicia social, la igualdad y la solidaridad, principios que una vez más, serán centrales en el proceso de la elaboración de la Nueva Constitución.