Fecha Detención :
Comuna Detención :
Fecha Asesinato : 20-09-1973
Comuna Asesinato : Concepción
Partido Político :
Oficio o Profesión : Estudiante de ingeniería
Estado Civil e Hijos : Soltero
Nacionalidad : Ecuatoriana
El macabro audio de un ex carabinero que reveló detalles inéditos de violaciones a los DD.HH. cometidas en dictadura
Fuente :theclinic.cl, 1 de Septiembre 2020
Categoría : Antecedentes del Caso
El ex sargento de Carabineros, José Florentino Fuentes Castro, relató sin remordimiento su pasado como agente de la Sicar y los crímenes que cometió en la localidad de Netulme en los años 80 y en el "Caso Ecuatorianos" en Concepción en 1973.
Un revelador audio se dio a conocer durante la última jornada respecto a las violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura. El registro corresponde al ex sargento de Carabineros, José Florentino Fuentes Castro, condenado por el denominado Caso Degollados.
En el audio, que fue revelado por Chilevisión Noticias, se escucha a Fuentes conversando con otro oficial de Carabineros en retiro, contándole macabros detalles de su pasado como agente del Servicio de Inteligencia de Carabineros (Sicar), y dando a conocer información inédita de crímenes que cometió en la localidad de Netulme en los 80′ y en el Caso Ecuatorianos en Concepción en 1973.
Respecto al primero de estos, Fuentes relata que en ese entonces “agarramos a estos hueones. Matamos a cuanto hueón pillamos. Cuando se mataban los huevones empiezan los remordimientos. Entonces tomábamos un trago, pero yo muy poco, para curarse, para evadirse, volarse, qué se yo, cualquier huevada”.
A continuación, sobre estas matanzas realizadas, reflexiona con frialdad que “no me da remordimiento, creo que lo que hice fue justo”, agregando que “estando heridos los hueones, no tienen por qué hablar. Entonces, es fea la hueá cuando uno le dice… puta, un hueón herido y rematarlo. Esa hueá es como cobardía, pero la hueá había que hacerlo”.
Asimismo, el ex carabinero dio detalles de la operación que terminó con la vida de Felipe Campos Carrillo (19) y Jimmy Torres Villalba (23), dos estudiantes de la Universidad de Concepción de origen ecuatoriano que fueron asesinados el 17 de septiembre de 1973.
“Donde estaban los mástiles, a esos hueones los tuvimos toda la noche colgados ahí. Y los hueones no quisieron hablar. Y estaba el pelado que era un mayor. Ese hueón ordenó matar a esos hueones. ¿Y sabe dónde los llevamos, los llevamos? A la desembocadura (del Río Biobío)”, relata Fuentes sobre este caso.
El ex oficial menciona además a otros efectivos de la Sicar, como Manuel Alfaro Contreras, estarían involucrados en este crimen por el que sólo esta condenado el ex coronel, Sergio Arévalos Cid, según informa el citado medio.
Finalmente, José Florentino Fuentes cuenta que los dos estudiantes ya muertos fueron encontrados por “unos pescadores al otro día y estaban amarrados así, en vez de esposados, estaban amarrados con unas mangas de camisa de Carabineros y los hueones, en las carteras tenían un recibo de comprobante de dinero”. “Nosotros nunca quisimos hablar. Nunca”, concluye.
Relatos de Los Hechos
Fuente :(Informe Rettig)
Categoría : Antecedentes del Caso
Freddy Jimmy TORRES VILLALBA
El 20 de septiembre de 1973 fueron encontrados en la ribera sur del río Bio-Bio los cuerpos sin vida de Felipe Porfirio CAMPOS CARRILLO, 23 años, estudiante de Kinesiología y Freddy Jimmy TORRES VILLALBA, 19 años, estudiante de Ingeniería, ambos de nacionalidad ecuatoriana. Los cadáveres presentaban múltiples heridas de bala. La prensa local tituló; «Hallan a dos extremistas acribillados a bala». Un diario nacional, por su parte, señaló el 28 de septiembre de l973 que ambos jóvenes no eran «extremistas, pero que vivían con elementos que sí lo eran y que habrían sido víctimas de una venganza política».
A través de testimonios verosímiles, esta Comisión ha podido acreditar que ambos estudiantes estuvieron recluídos en la Cuarta Comisaría de Carabineros de Concepción.
Así, a esta Comisión le asiste la convicción que Felipe Campos y Freddy Torres fueron ejecutados por agentes del Estado, quienes violaron su derecho a la vida. Se funda tal convicción en el hecho cierto de sus muertes por múltiples heridas a bala; en que está acreditada su reclusión en manos de Carabineros; y en el uso a nivel nacional de procedimientos similares con ciudadanos extranjeros residentes en el país y la existencia de varios hechos de la misma naturaleza en esta zona.
Recibido de su hermano Ing. Kenny Torres Villalva
Categoría : Antecedentes del Caso
CHILE 1973
Detención ,tortura,muerte e incineración de los estudiantes ecuatorianos : Jimmy Freddy Torres Villalva y Felipe Campos Carrillo. Para no olvidarlos .
¿ Quien era Freddy?
Mi hermano Jimmy Freddy Torres Villalva, estudiante ecuatoriano soltero de 19 años de edad sin militancia política alguna, fue favorecido con una beca concedida por la universidad de concepción, de la republica de Chile.
Cabe anotar que mi hermano el estudiante babahoyense, fue destacado en sus estudios secundarios, obtuvo las mejores calificaciones en el colegio “Adolfo Maria Astudillo” de la ciudad de Babahoyo, lo que se hizo acreedor al premio del mejor bachiller de dicho plantel de educación secundaria del año 1972; y cursaba el primer año en la facultad de ingenieria en la Escuela Superior Politécnica del Litoral.(Ecuador).
La Universidad de Concepción ,otorga cada año una beca ,Profesor “Salvador Galves Rojas” al mejor estudiante latinoamericano ,para que realice estudio de ingenieria,por el lapso de seis años.
Jimmy ,siendo el mejor estudiante ,gana dicha beca y lleno de ilusiones y esperanzas parte a la Republica de Chile, a fines del mes de marzo de 1973.
Jimmy ,fue seleccionado entre todos los estudiantes latinoamericanos en la postulación a la beca “ Galves”. El mejor no solo por preparación academica, sino tambien por presentación del “ por que queria estudiar ingenieria” dicha beca consistia en la cancelación de todos los gastos del alumno (alojamiento, alimentación, vestuario, locomocion, ctc.)
Para Mario Olavaria, director de la escuela de ingenieria y apoderado de jimmy, su pupilo, de muy modesto origen, era un muchacho introspectivo y muy estudioso; jamas se vio involucrado en asuntos políticos y solo se dedicaba a sus estudios, pues deseaba fervientemente terminar su carrera.
¿ como eran ellos ?
Según las primeras informaciones, Jimmy Torres, su amigo y compañero, también Ecuatoriano, Felipe Campos Charrillo soltero de 23 años de edad, estudiante de kinesiologia de la Universidad de Concepción, sin militancia política alguna. Felipe,fue bachiller del colegio Eloy Alfaro de la ciudad de Guayaquil ,sus padres Felipe Campos Robles y Ruth Carrillo de Campos provenientes de hogares muy modestos, Jimmy y Felipe , tubieron destacada actuación como estudiantes y a causa de su muerte se truncaron carreras y vidas profesionales de beneficios para los suyos, abrian sido fusilados en la ciudad de Concepción .
Felipe ,fue admitido “por merito especial de su hermano Jose Campos ,brillante estudiante de cuarto año de medicina” por ser usted un excelente alumno ,le dio esa oportunidad el Dr. Behm, y no existir escuela de kinesiologia en Ecuador admitiremos a su hermano Felipe , siendo apoderado Joel Salanca ,Superintendente de Armco.sa.
Ambos vivian en la residencia universitaria ,nunca intervinieron en actividad alguna que no fuera estrictamente estudiantil..
El estudiante Torres Villalva ,era aun adolescente ya que apenas frisaba en los 19 años ,ambos estudiantes ajenos completamente a los asuntos políticos que conmovían la Republica de Chile . Cayeron estos magnificos e inteligentes estudiantes bajo las alevosas balas de los fusiles de los soldados chilenos, ebrios de sangre de inocentes victimas como fueron Torres Villalva y Campos Charrillo quienes su unico afan eran superarse en la universidad de Concepción de Chile donde fueron becados.
Aquellos salvajes soldados tiñeron sus manos con la sangre derramada por estas victimas inocentes que nada tenian que ver con la convulsionada Republica de Chile.
Despachos de prensa ,procedentes de Concepción ,515 km al sur de Santiago ,señalan que estos jóvenes ,fueron aprehendidos por personal de carabineros (policia militarizada) en los dias que siguieron al golpe militar. Del 11 de septiembre de 1973.
¿ que paso con ellos ?
Conto Joel Salamanca :
El mismo 11 de septiembre ,dia de levantamiento militar ,los chicos fueron al consulado a consultar su situación como extranjeros ,no estaba el cónsul y su esposa les recomendo presentarse a carabineros. Asi lo hicieron y la policia los felicito por su actitud.
El diario “ La Crónica “, de Concepción en su edición de septiembre 28 de 1973 informo que los cadáveres de dos estudiantes fueron encontrados flotando en las aguas del rio Bio Bio y describio las ropas que vestían.
Salamanca se estremecio, igual vestimenta llevaba su pupilo y Jimmy.
En la morgue, el Dr. Behm, que los tenia por amigos, ya habia reconocido los cadáveres, ambos presentaban idénticas heridas: perforaciones de bala en la tetilla izquierda, traumatismo múltiple en distintas partes del cuerpo, señales de haber sido torturados con colillas de cigarrillos encendidos, asi como tambien heridas de bala en la nuca y pómulos. Además se pudo observar que sus cuerpos presentaban huellas de haber sido torurados con descargas electricas.
La investigación
La Universidad de Concepción, conmovida con la noticia, solicita a la autoridad militar una exhaustiva investigación. Acordo asi mismo hacerse cargo de los gastos de funerales y de tramites legales. El club aereo puso un avion a disposición de Jose Campos (hermano de Felipe), para la repatriación de los cadáveres; toda la ciudad volvio sus ojos hacia el drama de dos muchachos que vinieron a Concepción en busca de un futuro que fue truncado por las balas asesinas…… Jose, quiso despedirse de Concepción a traves del diario “La Crónica”, : “mi agradecimiento más profundo a toda la comunidad penquista que hizo suyo mi pesar, a la Universidad por su gesto solidario, a las autoridades los señores Von Plessing, Otarola, Ramos y Salamanca que atendieron personalmente los tramites, a los señores Olavaria que fueron padres mas que apoderados de los estudiantes, a la prensa y particularmente al diario “ La Crónica” por su honesta información, en fin a todos los chilenos en momentos tan dramáticos como difíciles”.
El occiso Jimmy fue hijo del prestigioso profesional dibujante pintor Alfonso Torres Alarcón y de mi madre Blanca Villalva Vera, quien en acto de noble madre desesperada, que a sangre fria mataron a mi hermano sin derecho a la defensa, sin que supieran que se trataba de un niño, una criatura y por lo mismo una promesa para sus padres, su patria, todo lo cual fue truncado por las manos asesinas de sus ejecutores.
Los ejecutores de mi hermano no solo se saciaron con deterlo, torturarlo y matarlo sino que lo incineraron, volviendo mas tragica y angustiosa la vida de mis protegenitores.
Como pudo ser posible que un niño Ecuatoriano, como era mi hermano, que salio con sus pies de una casa humilde de mis padres, llevando una sonrisa de esperanza, confiando en su capacidad, se devuelvan sus restos convertidos en cenizas.
Por este motivo mi padre Alfonso Torres, ante la perdida tan tragica e inimaginable de nuestro hermano ,hizo que en el, la angustia, el dolor comenzaran a destruirlo física y moralmente , buen padre generoso ,ciudadano valioso ,empezo a sentir los estragos del dolor y del enorme vacio que dejo la perdida de nuestro hermano.
El 6 de octubre llegaron al fin sus restos pero la pena se hizo mas honda, ya que lo que recibimos fueron cenizas, para entonces era visible el agotamiento de mi padre, la desilusión y tragedia lo habian vencido.
Mi padre siguió trabajando y luchando por la vida ya que eramos más hermanos por quienes vivir pero para él las cosas comenzaron a perder sentido y sé volvio silencioso, pensativo: le parecia imposible lo que habia ocurrido. Miraba al cielo y le pedia a dios que le dejara ver a su hijo, que le permitiera tocarlo, oirlo. No obstante continuo la brega esforzándose por nosotros que eramos pequeños. Mi padre se encontraba tranquilo, sereno después de una larga jornada como todos los dias, sé sintio mal, su corazon estaba resentido y no pudo más.
Un infarto lo paralizo el dia 24 de octubre de 1976 a los 61 años de edad, mi madre aun esta con vida tiene 75 años de edad.
Golpe de Estado de 1973: el brutal asesinato de dos jóvenes ecuatorianos y evangélicos
Fuente :cronicadigital.cl 11 de Septiembre 2020
Categoría : Prensa
En medio de la orgía de crímenes y violencia que se desencadenó luego del golpe de Estado de septiembre de 1973, los jóvenes ecuatorianos Felipe Campos Carrillo y Jimmy Torres Villalba encontraron la muerte en tierra chilena. Eran evangélicos bautistas. Sin militancia política. El primero estudiaba Ingeniería y el segundo Kinesiología. Ambos en la Universidad de Concepción. Tenían 19 y 23 años, respectivamente.
Chilevisión y CNN Chile entregaron nuevas informaciones sobre sus asesinatos, luego que revelaran confesiones de José Florentino Fuentes Castro, sargento de Carabineros en retiro, condenado por el Caso Degollados, en una conversación con otro ex oficial.
Fuentes Castro participó en la detención de los dos estudiantes. Señaló: “Donde estaban los mástiles, a esos hueones los tuvimos toda la noche colgados ahí. Y los hueones no quisieron hablar. Y estaba el pelado que era un mayor. Ese hueón ordenó matar a esos hueones. ¿Y sabe dónde los llevamos, los llevamos? A la desembocadura”. En el diálogo se precisa que hablan de Alejandro Cárcamo: “En la Escuela le decíamos al Cárcamo el camión carnicero”.
Los jóvenes fueron llevados en una caravana a la desembocadura, donde se les dio muerte. “Si nosotros estábamos en el Sicar (Servicio de Inteligencia de Carabineros), si nosotros los llevamos para allá. Con el Manuel Alfaro Contreras”. En la investigación judicial hasta ahora el único condenado fue el jefe del Sicar, coronel Sergio Arévalos Cid, pero con esta prueba se identifican a otros involucrados y se confirma la orden de ejecutar a los detenidos.
En el audio se escuchan risas en medio del relato sobre cómo se encontraron los cuerpos de los estudiantes acribillados. Fuentes comentó: “Los pillaron unos pescadores al otro día y estaban amarrados así, en vez de esposados, estaban amarrados con unas mangas de camisa de Carabineros y los hueones en las carteras tenían un recibo de comprobante de dinero”. Y agregó: “Yo sé los que andaban. Fueron casi todos los suches. Los que le digo yo. El Arriagada, Prieto. Nosotros nunca quisimos hablar. Nunca”.
En 1997, conocí el caso de los dos estudiantes mientras colaboraba con una iniciativa de los organismos de derechos humanos en Chile y Ecuador para interponer en la Corte Suprema de ese país una demanda penal en contra de Augusto Pinochet, que viajaba a este país para participar en una reunión de jefes de los Ejércitos de América. El ex dictador aún ejercía como Comandante en Jefe.
La acción fue presentada por un grupo de 21 personalidades de Ecuador, tales como el ex Vicepresidente de la República, León Roldós Aguilera, y el pintor Oswaldo Guayasamín. La demanda, basada en cuatro casos, incluía las ejecuciones de Torres y Campos. El propósito era lograr el arresto de Pinochet. En esa oportunidad logró escapar.
En Quito, el general dijo a la prensa que los jóvenes “posiblemente estaban en algo, no sé (…) Lamentablemente, en estos casos caen justos por pecadores”…
Concluyó: “¿Qué explicación quiere que le dé? ¿Qué le pida perdón, como dicen algunos?”.
EL ENCUBRIMIENTO DEL DOBLE CRIMEN
El contexto fue la persecución desencadenada contra los extranjeros que se encontraban en Chile, bajo la imputación de que habría existido un “ejército guerrillero marxista” que era integrado por miles de personas procedentes de diferentes partes de América Latina.
Por ejemplo, un editorial de “El Mercurio” sostenía el 28 de septiembre de 1973: “A lo largo de los últimos tres años, los elementos extremistas y terroristas del continente encontraron en este país refugio, protección y ayuda para sus actividades”, las cuales abarcaban “la militancia en partidos marxistas nacionales y la consiguiente intromisión en la política interna” y “la organización y apoyo de organizaciones clandestinas en sus países de origen”. Sostenía: “Cerca de 13 mil extremistas latinoamericanos permanecían en Chile durante los últimos meses”.
Durante la madrugada del viernes 21 de septiembre, según la edición de “La Tercera” del día siguiente, se encontraron “dos extremistas acribillados a bala” en la zona penquista. Eran extranjeros.
La nota señalaba que “el misterioso hallazgo de dos cadáveres acribillados a bala tiene en ascuas a la policía local (sic). El descubrimiento fue hecho por efectivos de Carabineros (…) cuando efectuaban una ronda en las inmediaciones de la desembocadura del río Bío Bío (sic). Los sujetos, hasta ahora desconocidos, son jóvenes”. Sus cuerpos presentaban “varios impactos de bala en diferentes partes” de sus cuerpos. Pero, aclaró, “según la policía, de ninguna manera se trataría de orificios producidos por proyectiles militares”. Más aún, “un portavoz oficial de Carabineros no descartó que se trate de una vendetta de los extremistas de izquierda, por la forma en que se habría producido el asesinato”. Concluía: “La policía uniformada se encuentra trabajando arduamente” en el esclarecimiento de “este singular caso”.
Un detalle: la fecha y circunstancias entregadas por el diario sobre el hallazgo de los cuerpos eran inexactas: el pescador Gabriel Gaete encontró los cuerpos el 20 de septiembre.
Un poco después, el matutino se veía obligado a rectificar. “El caso (…) cambió radicalmente su cariz”, señaló el 28 de septiembre. Los jóvenes acribillados ya no eran “extremistas”, sino estudiantes de origen ecuatoriano que carecían de vinculación con política interna chilena: Felipe Porfirio Campos Carrillo y Jimmy Freddy Torres Villalva. El diario aclaró que “ninguno de estos estudiantes era militante del MIR o de algún otro grupo extremista (…) Está claro que no eran extremistas”.
Sin embargo, el diario insistió en la existencia de una conexión con extremistas, señalando que los jóvenes vivían con algunos de esos “elementos” en la Universidad y, por lo tanto, pudieron ejecutarlos “al saber que no eran adictos a sus ideas, y temiendo que hubieran oído más de lo conveniente”. Así, la nota fue titulada: “Policía busca a homicidas de dos estudiantes ecuatorianos. Habrían sido ejecutados por los extremistas”.
La razón de la “rectificación” quedaba en evidencia en la misma nota: “Los apoderados de ambos eran elementos perseguidos por los partidos de la UP”. Eran Mario Olavarría y Joel Salamanca, los cuales “refrendaron lo que ya antes había dicho el médico del Instituto Médico Legal, doctor Behm, quien los conocía”. Se referían al médico legista Francisco Behn Kun, académico de la Universidad de Concepción.
Olavarría y Salamanca contaron a “La Tercera” que ambos jóvenes “fueron el mismo 11 de septiembre a presentarse al consulado de su país, donde el representante les recomendó concurrir a Carabineros, consejo que fue oído por los estudiantes, lo que mereció la felicitación de la policía (…) Después, sólo los vieron tendidos en la fría losa de la Morgue”.
En efecto, un hecho clave para desmentir que se trataba de extremistas de izquierda fue la filiación política antisocialista de los apoderados de los jóvenes. El ingeniero Mario Olavarría Aranguren, por ejemplo, era entonces el director de la Escuela de Ingeniería y del Área de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Concepción, e integraba las filas del Partido Nacional. Luego del golpe de Estado, fue designado Vicerrector Académico por el rector delegado (designado por la dictadura), capitán de navío (r) Guillermo González Bastidas. Su hijo Mario Olavarría Rodríguez es hoy Alcalde de Colina en representación de la UDI, cargo que ejerce en forma ininterrumpida desde el año 2000, luego de una próspera carrera política que se inició en la Fundación Jaime Guzmán.
El velorio de los jóvenes en Concepción se realizó el 27 de octubre de 1973, en medio de la obvia conmoción de sus compañeros de aulas. El diario penquista “Crónica” describió: “Dos urnas, una negra y otra café, con tres niñas y otros tantos jóvenes montando guardia de honor, contienen los restos de Felipe y Jimmy. Estudiantes que llegaron desde Ecuador en busca de un destino, que fue trágicamente tronchado por autores que permanecen en el anonimato”.
Luego de agregar que los autores de doble homicidio aún se mantenían en la impunidad, el tabloide se preguntó: “¿Se podrá esclarecer el caso? ¿Cuándo? Son preguntas que, por lo menos por ahora, se mantienen sin respuesta”.
Fueron velados en el Templo de la Primera Iglesia Bautista de Concepción, en la que Campos se congregaba, acompañado ocasionalmente por su amigo y compatriota Torres. El Pastor Luis Mussiett Canales, ya fallecido, recibió amenazas para que no efectuara los oficios en el templo, pero no desistió. Campos también participaba en el Grupo Bíblico Universitario, que emitió una declaración repudiando el crimen, según recordó Josué Fonseca, hoy Pastor de la Primera Iglesia Bautista de Concepción, que fue el último que vio con vida al joven y luego trabajó intensamente en la causa de la justicia y la reparación en el caso.
El 6 de octubre, el general director de Carabineros, César Mendoza Durán, visitó la zona, mostrándose “muy conforme con la situación de calma que vive”. Señaló: “Por lo que me ha informado la institución y por lo que yo pude apreciar, realmente estoy muy contento con la situación de tranquilidad que vive esta provincia”. No obstante, advirtió que “hay un peligro de revancha latente, ya que había en Chile más de 13.000 extranjeros extremistas y gran cantidad de armamentos” (“La Tercera”, 7 de octubre de 1973).
Casi inmediatamente después, el 9 de octubre, “La Tercera” informó que el caso había sido esclarecido, luego de la captura del “secretario regional del MIR, abogado Pedro Henríquez Barra”, quien se habría ocultado en una casona del sector denominado Manquimávida, en los márgenes del río Bío Bío, “para eludir la acción policial tendiente a ubicarlo, ya que su captura estaba encargada a todas las unidades del país”. La detención se logró a raíz de la delación de un vecino. Agregaba que el arresto permitió que fueran capturados otros cinco miristas, “que estaban implicados en los tenebrosos planes que se iban a desarrollar en todo el país el 17 de septiembre”. Se refería al “Plan Zeta”, burdo invento de la emergente dictadura para intentar justificar el derrocamiento del gobierno constitucional, que sostenía que la izquierda preparaba un autogolpe a través del asesinato de todos sus opositores.
“La Tercera” señalaba que ese grupo “extremista” tenía la misión de “dirigir las acciones tendientes a ultimar en el sector de la Villa San Pedro a numerosas personas”.
La nota “revelaba” que “los seis individuos confesaron su participación en el asesinato de los estudiantes ecuatorianos Freddy Torres y Felipe Campos (…) Incluso uno de ellos, José Pérez, reconoció haber percutado una ametralladora Súper Batán calibre 22, que quitó la vida de los jóvenes”. El crimen, precisaba, “se llevó a cabo en venganza por los muertos de izquierda”.
Por cierto, todo era mentira. La Comisión de Verdad y Reconciliación acreditó en 1990 que los estudiantes estuvieron recluidos en la Cuarta Comisaría de Carabineros de Concepción y que “fueron ejecutados por agentes del Estado”.
La investigación judicial logró acreditar que entre el 16 y el 19 de septiembre de 1973, Felipe Porfirio Campos Carrillo y Freddy Jimmy Torres Villalba fueron detenidos, “sin orden judicial ni administrativa competente”, por funcionarios de Carabineros que los condujeron hasta dependencias de la Cuarta Comisaría de Concepción. Desde allí fueron sacados la noche del 19 de septiembre por una gran caravana policial que partió desde la guardia por calle Salas, y trasladados hasta el sector de la desembocadura sur del río Bío Bío, para ser ejecutados con múltiples impactos de bala. Los cuerpos fueron encontrados en Boca Sur, partidos por la mitad y sin sangre, lo que mostraba que el homicidio había sido perpetrado en otro lugar.
¿Por qué los asesinaron? Se trataba de estudiantes universitarios, eran extranjeros e incluso parecían cubanos. Por eso fueron detenidos, torturados en la comisaría y luego en la desembocadura, donde los mantuvieron colgados toda la noche. Luego los acribillaron. Los asesinos estaban satisfechos: habían ganado una nueva batalla contra el “comunismo ateo”. Pensaban, asimismo, que las aguas ocultarían su crimen, pero sus cuerpos fueron encontrados.
El hermano de Jimmy, Kenny Torres, contó en el portal “Memoria Viva” que el joven llegó a Chile a fines de marzo de 1973, luego de obtener la “Beca Profesor Salvador Gálvez Rojas”, otorgada por la Universidad de Concepción al mejor estudiante de América Latina. Había logrado reconocimiento al mejor bachiller del Colegio Adolfo María Astudillo de Babahoyo. Al momento de partir hacia Chile, cursaba el primer año en la Facultad de Ingeniería en la Escuela Superior Politécnica del Litoral. “Para Mario Olavarría, el apoderado de Jimmy, su pupilo, de modesto origen, era un muchacho introspectivo y muy estudioso (…) Sólo se dedicaba a estudiar, pues deseaba fervientemente terminar su carrera”, comentó.
Sobre su compatriota, Felipe Campos, también sin militancia, recordó que “fue bachiller del Colegio Eloy Alfaro de la ciudad de Guayaquil. Sus padres Felipe Campos Robles y Ruth Carrillo provenían de hogares modestos”. Añadió que “fue admitido por ‘mérito especial’ de su hermano José Campos, brillante estudiante de cuarto año de Medicina. Le dio esta oportunidad el doctor Behm”. Su apoderado fue el Superintendente de la empresa Armco S.A., Joel Salamanca. También tuvo destacada labor como estudiante.
Los jóvenes vivían en una residencia universitaria, pero –subrayó– “nunca intervinieron en actividad alguna que no fuera estrictamente estudiantil (…) ajenos por completo a los asuntos políticos que conmovían la República de Chile”.
Precisando detalles ya conocidos en 1973, señaló que Salamanca le dijo que los jóvenes fueron al Consulado de Ecuador para preguntar por su situación de extranjeros. “No estaba el cónsul y su esposa les recomendó presentarse a Carabineros. Así lo hicieron”. Luego, el ejecutivo leyó una noticia sobre el hallazgo de dos cuerpos flotando en el río Bío Bío, en la cual se describían sus ropas: “Salamanca se estremeció: igual vestimenta llevaba su pupilo y Jimmy”. En la morgue, el doctor Behm constató que los cadáveres “presentaban idénticas heridas: perforaciones de bala, traumatismo múltiple en diferentes partes del cuerpo, señales de torturas con colillas de cigarrillos. Además, presentaban huellas de tormentos con descargas eléctricas”.
Pero la crueldad no reconocía límites. El 6 de octubre, los restos de los jóvenes llegaron a Ecuador. Los familiares se enteraron entonces que sólo podrían recuperar sus cenizas. “Los ejecutores de mi hermano no sólo se saciaron con detenerlo, torturarlo y matarlo, sino que lo incineraron”, denunció. La tiranía, en efecto, no permitió repatriar sus cuerpos, por lo que debieron ser incinerados para su restitución.
“Cayeron bajo las alevosas balas de fusiles (…) ebrios de sangre de inocentes víctimas”, sentenció.
Por Víctor Osorio. El autor es periodista y director ejecutivo de la Fundación Progresa
En libertad coronel procesado por caso de derechos humanos
Fuente :31 de Diciembre 2004 Cronica de Concepcion.
Categoría : Prensa
La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones concedió en forma unánime la libertad bajo fianza al coronel de Carabineros en retiro Fernando Pinares Carrasco, encausado por el Primer Juzgado del Crimen de Coronel por la muerte de los estudiantes ecuatorianos Jimmy Torres Villalba (19) y Felipe Campos Carrillo (23), ocurrida el 19 septiembre de 1973. Los cadáveres aparecieron en el río BioBío dos días después.
Previo pago de 200 mil pesos, el ex oficial recuperó su libertad. El tribunal de alzada dejó pendiente la apelación al auto de procesamiento de Pinares, la que debería revisarse este lunes o martes, informó la abogada de causas de derechos humanos del Ministerio del Interior, Nelly Navarro Rojas. "No nos oponemos a su libertad, pero sí estamos convencidos de su responsabilidad en este caso", señaló la profesional.
50 años del Golpe Militar: Los Estudiantes Ecuatorianos asesinados en Concepción
Fuente :resumen.cl 25/8/2023
Categoría : Prensa
Las cabinas de los cerros del Barrio Universitario antes del golpe militar eran hogares para estudiantes de fuera de la provincia y también latinoamericanos, que llegaban hasta la entonces prestigiosa Universidad de Concepción.
Para los golpistas, la Universidad de Concepción era un objetivo militar estratégico aquel día 11 de septiembre de 1973, cuando los marinos iniciaban el Golpe en la madrugada de aquel fatídico día e infantes de marina copaban el barrio universitario a muy tempranas horas.
En una de aquellas cabinas vivían dos estudiantes ecuatorianos, Felipe Porfirio Campos Carrillo (23 años) y Jimmy Freddy Torres Villalba (19 años). Aquella madrugada, ambos arrancaron de las cabinas, al ver la presencia de los "cosacos" infantes de marina que bajaban hacia la UdeC. En un primer momento huyeron hacia la Población Agüita de la Perdíz, luego y como pudieron, bajaron hacia el centro de la ciudad.
Fueron al consulado ecuatoriano en Concepción a pedir apoyo y saber por su situación como extranjeros. No estaba el cónsul y su esposa les recomendó presentarse a Carabineros. Horas más tarde, un excompañero de universidad relato haberlos encontrado cerca del Barrio Universitario de Concepción, el mediodía del 11 de septiembre, específicamente en la esquina de las calles San Martín con Janequeo, a las afueras del Hospital Regional de Concepción:
"Allí compartimos una manzana, les sugerimos a Felipe y Jimmy que se fueran a Los Ángeles, a casa de Joel Salamanca, y allí Felipe cometió un error. Volvió a su cabina para buscar ropas, sacó sus cosas y se fue, sin saber que le seguían. Ambos tomaron el bus Igillaima hacia Los Ángeles, y en el control de Chaimávida los bajaron. Fueron llevados a la Cuarta Comisaría de Carabineros (actualmente en Salas con san Martín)".
Días más tarde, el diario "La Crónica" de Concepción, en su edición del 28 de septiembre de 1973 informó que los cadáveres de dos estudiantes ecuatorianos fueron encontrados flotando en las aguas del rio Bio Bio cerca de la desembocadura.
En la morgue, un médico de apellido Behm, que conocía a los jóvenes con anterioridad, reconoció los cadáveres. Ambos presentaban idénticas heridas: "perforaciones de bala en la tetilla izquierda, traumatismo múltiple en distintas partes del cuerpo, señales de haber sido torturados con colillas de cigarrillos encendidos, así como también heridas de bala en la nuca y pómulos. Además, se pudo observar que sus cuerpos presentaban huellas de haber sido torturados con descargas eléctricas".
La prensa local tituló: «Hallan a dos extremistas acribillados a bala». Un diario nacional, por su parte, señaló el 28 de septiembre de 1973 que ambos jóvenes "no eran extremistas, pero que vivían con elementos que sí lo eran y que habrían sido víctimas de una venganza política». Maquinaciones de la prensa muy parecidas a las que veríamos años más tarde en la fatídica Operación Colombo.
Durante la mañana del 11 de septiembre, en el centro de Concepción, específicamente desde un edificio ubicado frente al correo en calle Colo Colo, se había producido un enfrentamiento entre efectivos militares y lo que testigos identificaron como estudiantes latinoamericanos. Las huellas de aquel enfrentamiento perduran hasta el día de hoy en los muros de aquel edificio, mirado desde Avenida O Higgins.
Felipe Campos tenía a su hermano José estudiando cuarto año de la cerrera de medicina en la Universidad de Concepción, quien llego hasta la morgue, que en esos años se encontraba en el Barrio Universitario, reconociendo tanto a su hermano como al otro joven ecuatoriano. Fue él quien organizó un velorio en el templo de la Primera Iglesia Bautista de Concepción, iglesia a la que Felipe pertenecía. El pastor Luis Mussiett Canales (ya fallecido) recibió amenazas para no efectuar los oficios fúnebres en el templo, pero él respondió: "este joven era de los nuestros, esta es su iglesia, y el funeral se hace aquí, no se hable más".
El 23 de Julio de 1985, en resolución unánime de los integrantes de la Cuarta Sala del la Corte de Apelaciones de Concepción, ratificó la sentencia de primera instancia que condenó al ex oficial de carabineros, Sergio Arévalo Cid, a las penas de 15 años y un día de presidio, más 5 años y un día, y que absolvió de toda responsabilidad en los delitos a Renato Rodríguez Sullivan. Sin embargo, se revocó el fallo de primera instancia que absolvía a Fernando Pinares Carrasco y, en cambio, se le condenó a 15 años y un día de presidio.
Durante el proceso, causa rol 394-2013, se logró dar por acreditado que entre el 16 y el 19 de septiembre de 1973, Felipe Porfirio Campos Carrillo y Freddy Jimmy Torres Villalba, fueron detenidos, sin orden judicial ni administrativa competente, por funcionarios de Carabineros que los condujeron hasta dependencias de la Cuarta Comisaría de la ciudad, lugar desde donde fueron sacados -el 19 de septiembre- por personal de Carabineros y trasladados al sector de la desembocadura sur del río Biobío, donde fueron encontrados muertos al día siguiente, presentando varios impactos de balas en sus cuerpos. EXTRACTO