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Rodríguez Pacheco Alan William – Memoria Viva

Rodríguez Pacheco Alan William

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usach.cl - Homenaje - Santiago
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Rut : 6.891.336-5
Fecha Detención :
Comuna Detención :

Fecha Asesinato : 03-01-1985
Comuna Asesinato : Santiago


Fecha Nacimiento : 20-09-1956 Edad : 28


Comuna Nacimiento : Chuquicamata

Partido Político : Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Oficio o Profesión : Profesor Universitario

Estado Civil e Hijos : Soltero 1hija póstuma
Nacionalidad : chilena


Relato de los hechos

Fuente :Informe Rettig

Categoría : Antecedentes del Caso

El 3 de enero de 1985 falleció Alan William RODRIGUEZ PACHECO, de 28 años, militante del MIR.

Según la versión oficial los hechos se produjeron alrededor de las 11:15 horas del 3 de enero de 1985 cuando personal de seguridad que ingresaba al inmueble de calle Victoria N° 2304 en la comuna de Maipú recibió disparos desde el interior, los que fueron respondidos produciéndose un intercambio de tiros de alrededor de media hora, a consecuencia de lo cual se incendió la casa, muriendo calcinado Alan Rodríguez, quien se defendía además con un mortero.

Sin embargo, testigos indican que el día de los hechos llegó al lugar un numeroso contingente de efectivos de seguridad, apoyados por un jeep que portaba una ametralladora. La casa, de material ligero, fue rodeada por los agentes de la CNI que conminaron a Alan Rodríguez a entregarse, comenzando acto seguido a dispararle, sin que hubiese oposición de su parte.

No resulta verosímil lo afirmado oficialmente en el sentido de que la víctima portaba un mortero, ya que con un arma de ese tipo habría causado grandes destrozos y heridos entre los agentes, lo que no sucedió. Igualmente no concuerda con el incendio completo del inmueble el que esa arma haya sido exhibida posteriormente intacta.

Por todo lo anterior la Comisión considera que Alan Rodríguez fue ejecutado por agentes de la CNI que no buscaban su detención sino su eliminación, considerando su muerte una violación a los derechos humanos de responsabilidad de agentes estatales.

 


Relatos de Los Hechos

Categoría : Antecedentes del Caso

Alan William RODRIGUEZ PACHECO

 

Rut :
F.Nacim. :  Antofagasta; 28 años a la fecha de su asesinato
Domicilio : Victoria N° 2304, Comuna de Maipú, Santiago
E.Civil :     Soltero
Actividad : Profesor, Master en Matemáticas.
C.Repres. : Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); nombre político "Raúl";
F. Det./Asesinato. : 3 de enero de 1985 en Maipú, Santiago

 


Corte de Santiago elevó condena a exagentes CNI por homicidio de profesor Alan Rodríguez Pacheco en un falso enfrentamiento

Fuente :Elciudadano.com 5/1/2022

Categoría : Prensa

Crimen tuvo lugar el 3 de enero de 1985, en la residencia de la víctima, en la comuna de Maipú. El docente era militante del MIR y tenía 28 años de edad. Efectivos ocuparon armamento de guerra para asesinarlo.

La Corte de Apelaciones de Santiago elevó las penas que deberán cumplir ocho agentes de la extinta Central Nacional de Informaciones (CNI), por su responsabilidad en el delito de homicidio calificado del profesor Alan Rodríguez Pacheco (28 años), perpetrado el 3 de enero de 1985, en un falso enfrentamiento en la comuna de Maipú.

En fallo unánime (causa rol 4.940-2019), la Novena Sala del tribunal de alzada –integrada por el ministro Miguel Vázquez y las ministras Dobra Lusic y Blanca Rojas– aumentó a 15 años de presidio las penas impuestas a Álvaro Julio Federico Corbalán Castilla y Aquiles Mauricio González Cortés, en calidad de autores del delito.

En tanto, los procesados Rodolfo Enrique Olguín González, Víctor Eulogio Ruiz Godoy, José Guillermo Salas Fuentes, Juan Alejandro Jorquera Abarzúa, Sylvia Teresa Oyarce Pinto y Claudio Segundo Sanhueza Sanhueza deberán purgar 10 años y un día de presidio, como coautores del homicidio calificado, desechando que les haya correspondido participación como cómplices en los hechos acreditados.

En el aspecto civil, se confirmó la sentencia que condenó al fisco a pagar una indemnización total de $180.000.000 (ciento ochenta millones de pesos) por concepto de daño moral, a familiares de la víctima.

En el fallo en alzada, el ministro en visita extraordinaria Mario Carroza dio por establecidos los siguientes hechos:

“1.- Que la Central Nacional de Informaciones, CNI, fue creada el día 13 de agosto de 1977 mediante el Decreto Ley N° 1878, cuya norma estableció su estructura, con atribuciones y facultades similares a las de su antecesora, la DINA, imponiendo una dependencia del Ministerio del Interior, condescendiente con su función de reunir y procesar toda la información nacional proveniente de diversos campos de acción que el ‘… Supremo Gobierno requiere para la formulación de planes y programas, y adopción de medidas necesarias para el resguardo de la seguridad nacional, el desenvolvimiento de las actividades nacionales y la mantención de la institucionalidad’.


Con romería comunidad universitaria rememora a víctimas de la dictadura

Fuente :usach.cl 12/9/2017

Categoría : Prensa

Son 44 años los que han transcurrido desde el Golpe de Estado de 1973. Más de cuatro décadas desde que se iniciara una dictadura militar y civil que entre sus víctimas tuvo a 88 académicos, estudiantes y funcionarios de la entonces Universidad Técnica del Estado.

Son esos mismos integrantes de esta Casa de Estudios Superiores quienes fueron homenajeados ayer 11 de septiembre en una solemne ceremonia, junto al monumento que recuerda sus nombres, en el principal acceso del Plantel. Además se realizó la tradicional Romería que recorre simbólicos lugares del campus donde precisamente muchas de las víctimas fueron detenidas o asesinadas.

En la ceremonia, presidida por el Rector Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, participaron autoridades del gobierno central, representantes de las distintas unidades y asociaciones del Plantel, así como miembros de los distintos estamentos de la comunidad universitaria, a quienes se sumó María Inés Erazo de Kirberg, esposa del fallecido ex rector de la Universidad Técnica del Estado, Enrique Kirberg Baltiansky.

Reflexión, respeto y tolerancia

Durante su discurso, a un costado del memorial inaugurado a poco de asumir su primer periodo como máxima autoridad de la Universidad de Santiago, el Rector Zolezzi destacó la importancia de estimular, en una instancia como ésta, la reflexión, el respeto y la tolerancia. “La acción de recordar tiene componentes éticos y sociales profundos. Es un acto de reparación, de justicia y de reivindicación de la memoria histórica a quienes entregaron sus vidas defendiendo sus ideales y comprometidos con la realidad social que debieron vivir”, aseguró.

Además de proyectar el rol de las nuevas generaciones en la construcción de un mundo mejor, para que nunca más suceda algo similar a lo acontecido en Chile, el Rector Zolezzi expresó que “esta labor no es un asunto de grupos políticos, sino de todo un país que debe realizar una reparación simbólica y contribuir a los procesos de construcción social de la memoria colectiva y de respeto a los derechos humanos”.

Por ello, manifestó que junto al dolor y recogimiento, es precisamente ese el mejor homenaje que puede rendirse a los caídos de esta Universidad. “A 44 años del Golpe Militar queremos recordar que 39 de ellos fueron estudiantes, a quienes les conferimos en 2013 sus títulos profesionales por gracia, ceremonia que afortunadamente está siendo replicada por otras instituciones de educación superior del país”, resaltó. “El dolor y la tragedia tienen un significado cuando dejan enseñanzas”, agregó la máxima autoridad del Plantel.

Memoria y homenajes

Por su parte, el presidente de la Asociación de Funcionarios (Afusach), Luis Peña, valoró esta instancia de homenaje, recordando que “siempre estará fresco el recuerdo de aquellos que ofrendaron su vida por los derechos y la dignidad de los trabajadores. El recuerdo es memoria viva del pueblo y quienes los recordamos, asumimos el compromiso de acercarnos en parte al espíritu de sacrificio del que todos ellos supieron dar ejemplo”.

En tanto, la presidenta de la Asociación de Profesionales (ADP), Betsy Saavedra, recordó con afecto y solemnidad a quienes sufrieron los embates de la dictadura, además de resaltar la conmemoración de los 70 años de la Universidad Técnica del Estado. “Ambos hechos dejaron huellas indelebles en nuestra Universidad, con héroes y líderes visionarios, además de mártires, estudiantes y trabajadores caídos por un Golpe Militar que intentó aniquilar los valores de la democracia, el respeto y la justicia social”, afirmó.

En representación de la Asociación de Académicos (Asoacad), su presidente, Antonio Orellana, rememoró el negativo impacto de la dictadura respecto de la educación pública, especialmente en cuanto a la educación universitaria estatal. “Hoy las principales consecuencias son la privatización, mercantilización y segregación de la educación. A 44 años del Golpe de Estado queda de manifiesto la debilidad de nuestras universidades estatales, con solo el 15% del total de la matrícula de la educación superior del país”, criticó.

El presidente de la Coordinación de Profesores por Horas de Clases, Sergio Sáez, junto con agradecer a la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio por rescatar el legado del rector Enrique Kirberg a través de una reciente publicación, realizó dos especiales homenajes. Por una parte, al profesor Antonio Clemente, director del Departamento de Matemática de la Escuela de Artes y Oficios y miembro del Consejo Superior de la UTE, quien cumplió un relevante rol en la promoción e implementación de la Reforma Universitaria. Y por otra, al sociólogo y profesor de la UTE, José Manuel Parada, uno de los tres degollados en marzo de 1985 por agentes de la dictadura.

Por un “nunca más” efectivo

Como presidente de la Corporación Solidaria UTE-Usach, Emilio Daroch recordó que las reformas alcanzadas, el desarrollo al servicio del país y la vinculación con el pueblo hicieron de la Universidad Técnica del Estado una verdadera ventana al mundo civil y a su proceso de desarrollo social. “Por eso uno de los tres bombardeos, además de La Moneda y la casa de Tomás Moro, ocurrió en esta Universidad”, añadió. “El mejor homenaje que hacemos hoy a nuestros compañeros mártires es lograr que esta Universidad de Santiago transite más estrechamente a los principios y valores que tuvo la UTE”, planteó.

También el presidente de la Asociación de Académicos y Funcionarios Exonerados Políticos UTE, Luis Cruz, rindió homenaje a todos aquellos integrantes de la Universidad asesinados durante la dictadura. “Y a través de ellos, a cientos que fueron encarcelados, perseguidos, torturados, exiliados, expulsados de sus puestos de trabajo en las distintas sedes de la UTE a lo largo del país”, precisó. “Para que el nunca más sea realmente efectivo, no olvidemos a nuestros hermanos y hermanas caídas”, añadió.

Finalmente, el presidente de la Federación de Estudiantes (Feusach), Patricio Medina, realizó un llamado para terminar con las herencias de la dictadura, en todos sus niveles y lugares. “Los compañeros y compañeras que hoy recordamos no son propiedad de ninguna organización. Hoy son de todas y todos los que miramos el proyecto de la Unidad Popular como un proceso admirable, que busca poner los intereses del pueblo en la primera línea”, manifestó. “La impunidad también tortura, la falta de memoria también hace desaparecer. Por eso, aquí estamos los estudiantes, para recordar y construir, porque solo muere quien se olvida”, concluyó.


Providencia; un sitio de memoria para Antofagasta

Fuente :memoriaprovidencia.wordpress.com 22/8/2016

Categoría : Prensa

Alan Rodríguez era militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), 28 años de edad, era profesor, matemático y se dedicaba a hacer clases particulares. Luego de haber permanecido prisionero de la dictadura, salió exiliado a Inglaterra y retornó clandestino como parte de la operación retorno a comienzos de 1980. Formó parte y fue sobreviviente del grupo de miristas que desarrollaba tareas de preparación guerrillera en las montañas de Panguipulli; grupo que fue descubierto y aniquilado por fuerzas represivas de la dictadura entre septiembre y noviembre de 1981. Luego de sobrevivir a los sucesos en las montañas del sur, Alan Rodríguez permaneció activo en la lucha clandestina contra la dictadura. Años más tarde, los aparatos represivos volvieron a localizarlo y lo ejecutaron.

En la resolución (causa rol 618-2011), el ministro Carroza encausó a los ex oficiales de ejército Álvaro Julio Federico Corbalán Castila, jefe de la división antisubversiva de la CNI, y Aquiles Mauricio González Cortés, jefe de brigada azul del cuartel Borgoño de la CNI, y a los agentes Eduardo Avelino Fuenzalida Pérez, Rodolfo Enrique Olguín González, Víctor Eulogio Ruiz Godoy, José Guillermo Salas Fuentes, Juan Alejandro Jorquera Abarzúa, Sylvia Teresa Oyarce Pinto, Rinoldo Alismer Rodríguez Hernández y Claudio Segundo Sanhueza Sanhueza, en calidad de autores del homicidio del militante del MIR.

En la etapa de investigación, el ministro en visita, logro establecer que:

Alan Williams Rodriguez Pacheco fue ejecutado el 3 de enero de 1985 en un operativo realizado en la casa en la que vivía con su pareja, Emilia López Cifuentes (embarazada a la época de los hechos), ubicada en calle Victoria N° 2304 de la comuna de Maipú. La acción de los agentes de Estado fue encubierta como un enfrentamiento entre la víctima y las fuerzas de seguridad del régimen militar, hecho que no existió ya que la CNI se encontraba vigilando la vivienda por varios días. El día mencionado y después de haber despedido a su mujer en la puerta de la casa, regresó a su interior, y alrededor de las 10:30 horas el inmueble fue atacado por agentes de seguridad de la Central Nacional de Informaciones, CNI, quienes desde hacía varios meses se encontraban efectuándole seguimientos, lo que había permitido detectar su ubicación y detallar sus rutinas. Producto del ataque dirigido hacia el interior del inmueble que duró incesantemente por cerca de media hora, resultó este muerto por heridas de bala y su cuerpo calcinado a consecuencia del incendio que se generó por el uso de armamento de guerra. 

Que las diligencias y la información acumulada durante el desarrollo de esta investigación permiten sostener que el enfrentamiento, como fue planteado en la versión del organismo de seguridad, no existió, puesto que la preparación del operativo de detención, tanto por el seguimiento y vigilancia permanentes de Alan Rodríguez Pacheco, como por la antelación con que se lo había ubicado, el conocimiento que la brigada a cargo de la investigación y represión al MIR tenía sobre este y la preparación del lugar, hacen pensar como cierto que su detención pudo siempre haberse dado sin necesidad de buscar su muerte como resultado, estimándose que la decisión sobre el inmueble de calle Victoria de la comuna de Maipú no tenía como finalidad su detención, y había sido tomada con anterioridad por los jefes operativos y comunicada por los canales respectivos hasta la dirección de la institución, siendo aprobada por ésta.

Que apoya lo anterior en cuanto a la preparación del ataque, la utilización desproporcionada de medios de fuego en el lugar de los hechos, que se convierte en definitiva en fuerza desmedida que no puede catalogarse como medio disuasivo, incluso cuando hay certeza del empleo de una “base de fuego” adaptada al combate urbano, con alto poder destructivo.”


Testimonio enviado a Memoriaviva por Emilia López Cifuentes

Fuente :Mayo de 2014

Categoría : Testimonio

R E C U E R D O S ……

Alto, moreno, guapo, rebelde, decidido, y al mismo tiempo con una generosidad a toda prueba. Así era a primera vista ALAN WILLIAM RODRIGUEZ PACHECO.

Pero luego de conocerlo con más detención quienes fueron sus cercanos, podían comprobar más cualidades tales como su valentía, su voluntad de preocuparse y de luchar por el bienestar de los demás. Era capaz de dejar de lado sus propios compromisos, gustos e intereses en pos del bienestar de quienes lo rodeaban.

Un lejano y muy triste día 3 de enero de 1985 llegó a su casa de la comuna de Maipú, una tropa de cuervos asesinos quienes a fuerza de balas, metralletas, explosivos y hasta un mortero, cegaron para siempre su breve y esperanzada vida.

A pesar del gran miedo reinante en el Chile de esa época, -debido a la brutalidad del accionar de los aparatos represivos de la dictadura-, Alan continuaba cumpliendo fielmente con lo que le encomendaba su Partido, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR. Cada vez que le correspondió realizar alguna reunión, capacitación, etc., la hizo con la mayor responsabilidad y dedicación. Era un militante de lujo.

El negrito fue un lector fecundo, “se devoraba” cada libro que llegaba a sus manos, parecía leer con desesperación al punto que a veces se nos agotaban las posibilidades de conseguir más ejemplares. En realidad le interesaban todos los géneros de escritura, la novela, el cuento, la investigación, la ciencia, pero las Matemáticas constituían su fuerte, esa materia era lo suyo. Se tituló de profesor de esa asignatura y era dueño de un Master en la disciplina. Muchas veces para “distraerse” repasaba y estudiaba una y otra vez los libros con problemas de Cálculo. (yo que tengo mente de letras, no podía entender aquella entretención).

El día que nos entregaron el resultado positivo del examen de embarazo, se emocionó hasta las lágrimas. Se sentía realmente feliz, celebramos con un abrazo y bebiendo una copa de vino. Lo único que deseaba era que el tiempo transcurriera lo más rápido posible para conocer al bebé -le daba lo mismo que fuera hombre o mujer-. De manera que le buscamos un nombre para el género masculino y otro para el femenino.

Alan era un joven lleno de ilusiones, lleno de sueños y optimismo que hacía planes para el tiempo venidero, como salir a pasear con su hijo o hija en unos años más. Se preparaba para enseñarle a nadar, ‘deberá estar nadando antes de cumplir los tres años’, decía. Pero la vida -que en ese tiempo estaba dirigida en nuestro país por mentes extraviadas y criminales- dijo otra cosa. A él lo asesinaron cuando su hija tenía 5 meses y medio de gestación, por lo tanto no alcanzó a conocerla, ni siquiera supo que se trataba de una niñita.

Esa fatal mañana de jueves salgo temprano al paradero de la esquina. Cercano a las 08:00 ya estaba esperando la movilización que me llevaría al trabajo y Alan me acompaña hasta la puerta para despedirse, de modo que al instante los verdugos que lo acechaban por todos los alrededores de la casa, se cercioraron que efectivamente él se encontraba allí. Los monstruos distribuyeron las fuerzas de ataque y luego que yo desaparecí en el bus, comenzaron su cruel tarea de exterminio. Una vez que le quitaron la vida, saquearon por completo el lugar robándose todo lo que fue posible, a continuación produjeron un gran incendio que dejó la vivienda reducida a ruinas, y luego de ello para terminar la bárbara acción, exactamente a las 12:45 hrs., llegaron estos mismos buitres armados de metralletas a buscarme a mi trabajo (pero eso es parte de otra historia).

Se ha dicho que él fue muerto en otro punto de la ciudad y trasladado a la casa de Maipú, pero no es así, los hechos ocurrieron como los he relatado.
Paradójicamente nosotros vivíamos en una casita ubicada en la esquina de las calles VICTORIA con LIBERTAD, ¡¡que irónica contradicción!!.
Alan W. Rodríguez Pacheco (Raúl para sus compañeros y amigos de partido), el joven idealista que contaba con una gran sensibilidad social y que no dejaba de pensar en abrazar a sus queridos camaradas una vez terminada esta larga y tortuosa pesadilla que nos agobiaba, ahora yacía tendido en el piso con su cuerpo absolutamente carbonizado.

¿Cómo pudieron hacer algo así?,

¿Cómo los militares de Chile pudieron caer tan bajo?.

A Alan Rodríguez – igual que a miles de asesinados y desaparecidos- no se le hizo ninguna acusación que justificara la forma tan inhumana con que lo trataron, no hubo ningún juicio antes de ultimarlo. Sencillamente la consigna era matar, hacer desaparecer a todos los que se opusieran al régimen imperante y de manera especial a los jóvenes, que son quienes cuentan con la mayor valentía y audacia para expresar sus ideas y pensamiento. Alan murió sin tener derecho a la más mínima defensa, sin ser inculpado de ningún delito.

EMILIA, SU COMPAÑERA

 

UN DÍA CHILE ENLOQUECIÓ…….

Los terribles sucesos acontecidos en nuestro país el día 11 de septiembre de 1973 y que nos cambió la vida a todos para siempre, trajo aparejada una profunda división. Por una parte estaban los que pasaron a llamarse “humanoides, ratas, escoria, terroristas, pungas, sediciosos”, etc., y por otra, “los salvadores de la Patria”. Estos hombres “conocidamente buenos y guardianes de la ciudadanía”, adecuaron con prolijidad y esmero salas de tortura a través de todo el territorio nacional y comenzaron a practicar allí los más salvajes rituales de perversidad en contra de quienes consideraban sus enemigos.

En verdad ante acontecimientos de gran magnitud y de tal gravedad –como fueron aquellos de septiembre del ‘73- recibimos también respuestas increíbles, acciones de una irracionalidad que jamás hubiésemos imaginado, actos que retrataron la pobreza humana, conductas viles que degradaron a aquellos individuos que las practicaron.

Después de transcurridos más de 40 años de los hechos que estremecieron al país, los denominados humanoides, ratas y escoria, -miles de ellos ejecutados o desaparecidos- se yerguen hoy como ejemplos de vida.