Alias:Casa de la Risa
Ubicación:Borgoño Nº 1470 Santiago Región Metropolitana
Organismos:Central Nacional de Informaciones (CNI)
Geolocalización: Google Maps Link
Descripción General
Categoría : Otra Información
En calle Borgoño Nº 1470, Santiago, se ubicaba la sede central del mando operativo de los servicios de seguridad de la dictadura y el antiguo inmueble fue ampliamente usado como centro de detención y tortura por la Central Nacional de Informaciones (CNI). Con anterioridad, este inmueble, con salida a avenida Santa María, albergaba dependencias del Servicio Nacional de Salud.
Las primeras informaciones acerca del nuevo uso asignado a este inmueble datan de mayo de 1977. Este cuartel era conocido por los agentes de seguridad con el nombre de "Casa de la Risa". Aquí tenían su base de operaciones las unidades especializadas en el MIR y más tarde el FPMR.
Según la mayoría de los testimonios, los detenidos pasaban casi la totalidad del tiempo en un sótano del edificio, que cuenta con una sala de recepción, una sala para exámenes médicos, una pieza donde se fotografía y toman las huellas digitales a los detenidos, una pieza de interrogatorio y tortura, celdas individuales y un baño con duchas. Arriba hay un cuarto dotado de equipos de sonido y vídeo. Desde sus celdas los detenidos escuchaban ruidos similares a los que se producen en una oficina. La sala de interrogatorio y tortura estaba dotada del equipo necesario, somieres metálicos, sillas, generadores eléctricos, picanas y electrodos. La sala de filmación está condicionada con cajas de huevos vacías con el propósito de ínsonorizarla, y es bastante grande.
El detenido al llegar era examinado por un médico, quien preguntaba por enfermedades que ha tenido, ausculta y examina en forma superficial. En ocasiones le recomendaba que colaborara en los interrogatorios. En algunos casos inyecto y/o dio algún remedio. Si la tortura producía efectos considerados de riesgo, el médico era llamado para reanimar a la persona y determina si se suspende o se continúa la tortura.
Los torturadores tenían asignados diferentes papeles. Están los que amenazan, gritan e insultan, golpean y aplican corriente. Y hay otros que aparentan ayudar al detenido, haciendo el papel de «buenos»; le invitan a café, le dan cigarrillos y le aconsejan. Entre estos últimos destaca uno, al que sus compañeros llaman "Doc", hombre grueso y alto de alrededor de cuarenta años, quien discute sobre política y en ocasiones hasta se plantea dudas sobre su quehacer. Además, en algunos casos hace de hipnotizador.
Los detenidos tenían a veces la impresión de que a sus comidas se le había añadido subrepticiamente drogas, ya que se sintieron mareados y no podían coordinar bien.
Durante los primeros días la persona es sometida a exhaustivos interrogatorios e intensas torturas. Estas incluyen golpes repetidos en todo el cuerpo, aplicación de electricidad en parrilla y/o con picana en las partes más sensibles del cuerpo, colgamiento, etc. A menudo se le formulan las mismas preguntas una y otra vez por parte de los equipos de torturadores, que se van rotando en este quehacer. A veces la víctima es llevada frente a un escritorio para continuar el interrogatorio; en ocasiones se le propinan pequeños golpes sorpresivos, se le amenaza, se le acusa, se le alude a lo mucho que se sabe de ella y se procura dar la impresión de omnipotencia y omnisapiencia. En algunos casos se le propone que colabore y se le ofrece protección, pero si la persona se niega recibe nuevas y peores amenazas.
En su celda de aislamiento no se permite al detenido descansar. Su sueño es interrumpido ya sea por preguntas o con golpes en las puertas. Como las celdas no tienen luz de día y la ampolleta está encendida continuamente, la persona pierde la noción del tiempo; en ocasiones, además, instalan fuertes reflectores que le impiden conciliar el sueño. Es llevada dos veces al día al servicio, donde no tienen ninguna intimidad.
Algunos detenidos refieren haber pasado varios días esposados, parados en corredores o sentados en sillas, con prohibición de moverse. La privación de alimentos y de agua es uno de los métodos que se usan para debilitar; otras veces se les alimenta a horas extrañas, práctica que busca hacer perder la noción del tiempo.
En muchas oportunidades los presos eran filmados en una sala especial, en diferentes poses, y a veces con literatura considerada subversiva, con armas u otros objetos, para lo cual es maquillada y peinada. Tanto quienes son dejados en libertad como los que son llevados a presencia de un tribunal reciben amenazantes instrucciones para que no denuncien las torturas que se les ha infligido.
Es sabido que muchas personas murieron en falsos "enfrentamientos armados", que se decía, tuvieron lugar cuando éstos, intentaron atacar el edificio.
La Unidad Azul que funcionaba desde el “Cuartel Borgoño” y que pertenecía a la CNI fue responsable por la desaparicion de Sergio Fernando Ruiz Lazo miembro del MIR, detenido eldía 20 de diciembre de 1984.
El Cuartel Borgoño está también estrechamente relacionado con el arresto y desaparición de José Julián Peña Maltés, Alejandro Alberto Pinochet Arenas, Gonzalo Iván Fuenzalida Navarrete, Julio Orlando Muñoz Otárola y Manuel Jesús Sepúlveda Sánchez, detenidos en Santiago en Septiembre de 1987 por la CNI. De acuerdo a las investigaciones el Director de la CNI, en el marco de la investigación del secuestro del teniente coronel Carlos Carreño Barrera, dispuso que la “Brigada Verde”, dependiente de la División Antisubversiva, y encargada de la represión al Partido Comunista y al FPMR, efectuara las detenciones de los afectados, para luego ser conducidos hasta el Cuartel Borgoño, recinto desde el cual después de ser interrogados fueron hechos desaparecer.
Hoy Borgoño acoge a la Brigada Antinarcóticos y sirve como centro de detención de Investigaciones.
Criminales y Cómplices:
General Hugo Salas Wenzel (Director de la CNI a la época); mayor Álvaro Corbalán Castilla (jefe de la División Antisubversiva); teniente coronel Carlos Carreño Barrera; teniente coronel Krantz Bauer Donoso (jefe de la Unidad de Asuntos Generales de la CNI); capitán Luis Sanhueza Ros (jefe de la Brigada Verde); sargento segundo Manuel Ramírez Montoya; Manuel Ángel Morales Acevedo (suboficial de Carabineros); René Valdovinos Morales (suboficial del Ejército).
Civiles:
Víctor Eulogio Ruiz Godoy;Luis Santibáñez Aguilera; César Acuña Luengo;
Fuentes de Información Consultadas: Informe Rettig; Libros: “La represión política en Chile: los hechos”; Diario “Fortín Mapocho”; Vicaria de la Solidaridad; La Nación; Poder Judicial;; Informe Valech; Memoriaviva;
Declaración Jurada: Andrés Antonio Valenzuela Morales
Fuente :Revista Mensaje, Enero-Febrero 1985
Categoría : Testimonio
Texto integro de una de las declaraciones juradas del ex agente de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), Andrés Valenzuela Morales hechas a la Vicaria de la solidaridad a fines del año 1985.
Comparece: Andrés Antonio Valenzuela Morales. Carnet de Identidad 5.443.690-4 de Renca, nacido el 30 de Noviembre de 1956 en Papudo, domiciliado en el Pasaje Barranquilla 2044 de la Poblacion Juanita Aguirre de Conchali, casado, quien bajo la Fe de Juramento expone:
Entré al Servicio Militar en Abril de 1974, en el Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina, donde estuve 3 meses, para ser destinado a la Academia de Guerra Aérea, ubicada en la Comuna de Las Condes de Santiago.
Llegué a esta repartición junto a un grupo aproximado de 60 conscriptos, de los cuales 15 pasamos a depender de la Fiscalía de Aviación y el resto quedó como personal de la AGA, haciendo labores de vigilancia y otras que son de rutina.
Quien dirigía todo nuestro grupo era un oficial de nombre (NN)(1), el cual unificaba los trabajos de inteligencia contra la subversión, que en ese período estaban dirigidos fundamentalmente contra el MIR Es muy poco lo que puedo señalar sobre lo ocurrido en ese recinto, puesto que sólo me tocó hacer labor de vigilancia (2)
Después del trabajo en la Academia de Guerra nos trasladamos, todo el grupo, a una casa ubicada en la Avenida Apoquindo, inmueble que ya no existe, puesto que allí se construyó un Banco. Al trasladarnos, nos fuimos con unos 15 detenidos del MIR. Puedo recordar que había un mirista de apellido Pérez que salió al extranjero, el cual era visitado por su mujer en el recinto de detención. Recuerdo también a una militante del MIR que le decían "la Negra': era alta, pelo corto. No sé qué destino tuvo.
En este recinto de Apoquindo, estuvimos unos 3 meses mas o menos. Hacíamos allanamientos y detenciones. Yo participaba en la Fuerza de 'Reacción", es decir resguardando, a quienes realizaban los operativos, de algún posible ataque en los alrededores. Las personas detenidas salían libres o iban a dar a la Cárcel. También en este recinto el grupo era dirigido por (NN) y uno de sus subalternos mas cercanos era (NN) a quien apodaban el "Wally". [3]
Muy poco tiempo después nos fuimos quedando sin detenidos, ya que la represión al MIR pasó a estar a cargo de la DINA, por lo que nos trasla-damos al edificio de Santa Rosa con Alameda, donde queda la "Comunidad de Inteligencia", es decir todos los servicios institucionales, excepto la DINA.
En este lugar nuestro equipo se disuelve, quedando cada uno en oficinas diferentes. El miembro de la FACH Guillermo Bratti Cornejo, que venía trabajando en mi grupo, se fue a El Bosque, ya que esa era su Unidad; a él lo apodaban "el pelao Lito".
Había otros funcionarios de la FACH apodados "Patricio, "Chirola", todos de la Unidad de El Bosque.
Cuando empieza el año 1975, se reúne nuevamente el grupo, con (NN), Bratti y los otros, excepto de la Base El Bosque, y nos vamos a operar a un pequeño hangar que queda en el aeropuerto de Cerrillos, entrando por la puerta principal, inmediatamente por la mano derecha, en dirección a la costa, ubicándose actualmente casi frente a un gran letrero que dice "40 KMS. VEL. MAX."
A nuestro grupo se agregó (NN) que era "Patria y Libertad" (aclaro no sé si su nombre era Luis o Cesar o ambos, pero estoy seguro de sus dos apellidos).
Este individuo llega con un equipo de civiles: "Luti", "Yerko", "Patén" y otros. Este (NN) había sido condenado por la muerte del Edecán Naval de Salvador Allende y, al parecer, su equipo también había actuado en el hecho. Era un equipo que actuaba muy profesionalmente. Debo reiterar que (NN) también estaba integrado a este equipo y era uno de sus jefes.
Nuestro tarea era trabajar la represión en el Regional Sur del Partido Comunista. Me recuerdo que en una noche se hizo una pesquisa, en la cual no participé, donde cayeron unos 12 militantes mas o menos.
Aparece en escena en esta época – principios del tercer trimestre del año – el "Juanca", que era Carol Fedor Flores Castillo, quien había sido militante del Partido Comunista y yo lo había visto detenido en el año 1974, en la AGA. El apodo "Juanca" derivaba de su nombre de guerra, Juan Carlos. En todo caso, en esta época él participaba en los interro-gatorios de los detenidos aportando la mayor cantidad de datos, puesto que conocía a un inmenso número de militantes. El era un agente mas, e incluso se le facilitó una casa, que había sido requisada al MIR y que quedaba ubicada en la comuna de La Florida. Usaba arma, intercomunicador, iba a nuestras practicas de tiro y entraba a las reparticiones de la Institución como cualquiera de nosotros.
Por este período, probablemente en septiembre del 75, cae detenido el "Quila Leo", que había sido ex-grumete de la Armada; no recuerdo exactamente si era militante de las juventudes comunistas o del Partido Comunista, y lo identifico inequívocamente por la foto que se exhibe, como Miguel Angel Rodríguez Gallardo. Con él conversé muchas veces, ya que estuvo largo tiempo detenido.
Por la falta de comodidad de este lugar (ni siquiera había agua) nos vamos a una casa ubicada en Santa Teresa 037, a la altura del Paradero 20 de la Gran Avenida, conocida como "NIDO 20".
Esta era una casa en que el vecindario notoriamente se podía percatar lo que pasaba adentro ya que entraban y salían personas, había 2 vigilantes externos de uniformes, siempre apostados afuera, los que tenían prohibición de ingresar al interior de la casa y eran siempre alumnos de la Escuela de Especialidades. Esta casa tenía una chimenea en el living y tres dormitorios. Llegamos allí con unos 20 detenidos mas o menos, los que estaban hacinados, a tal punto que se usaban los closets como celdas de castigo: el "Quila Leo" estaba allí encerrado, para permitir la incomunicación.
Desde aquí se empezó a sacar detenidos para interrogarlos en otro lugar, que también conocí. Se encuentra ubicado en el Paradero 18 de Vicuña Mackenna, en la calle Perú No. 9053, a la cual se llegaba entrando por Rojas Magallanes y doblando a la derecha por la calle que he señalado. Este lugar era conocido como "NIDO 18". La propiedad había sido requisada a un militante del MIR, de apellido Sotomayor.
En este recinto se torturaba e interrogaba.
Cuando empiezan a ser usados los recintos "NIDO 20" y "NIDO 18", actuábamos en un comando conjunto con miembros de los servicios institucionales de Carabineros y la Marina. Por Carabineros tenía el mando un teniente apodado "El Lolo", de apellido (NN), hoy capitán de Carabineros y Jefe del Grupo Operativo Represivo de Carabineros que ha comandado la represión en Pudahuel en los últimos meses.
Por la Marina participaba también al mando un teniente (hoy en retiro) (NN) (hoy trabaja en importaciones de elementos de seguridad y negocios de armas Winchester y tiene oficina en Bulnes).
Puedo recordar, sin determinar exactamente las fechas, que en el NIDO 20 fallecieron dos personas; una, recuerdo le decían Yuri, llegó enfermo, era bajo, crespo, pelo castaño, corto, trabajaba en la Municipalidad de La Granja o Cisterna y había sido detenido en su lugar de trabajo. Murió por una bronconeumonía fulminante, ya que lo tenían colgado en el baño.
Además llevaron del NIDO 18 al 20 a un detenido a quien le decían "Chino", o "Camarada", era bajo, de unos 50 año, fornido. Venía muy torturado desde el NIDO 18, estuvo como unos 15 días con nosotros. Al final llegó un grupo de civiles en la noche, que no sé si eran de Patria y Libertad o de la DINA (esto lo dudo, porque había gran rivalidad con ese Servicio, a tal punto que a veces buscábamos personas que ellos ya tenían detenidas o viceversa, sin que lo supiéramos). Bueno, a este señor lo golpeaban haciendo un ruedo, tirándoselo y pegándole entre unos y otros. Yo estaba de vigilante y nos enervaba que le pegaran sin sentido, ya que casi no le preguntaban nada. Al final lo dejaron tirado en el piso, al lado de la chimenea, y se fueron. A la salida se encontraron con (NN) que venía llegando, el que no participó en esa acción. Ese detenido pasó muy mala noche y en la mañana el centinela interno se dio cuenta que estaba muerto.
Al mediodía volvió (NN) con ropa (estoy casi seguro que era del propio detenido) y una máquina de afeitar. Lo afeitan y le cambian ropa al cadáver y después lo sacan en un vehículo, según decían para entregárselo a la familia. Nunca más supe de él.
Ahora me recuerdo que a Yuri, como también fallecido, lo llevaron muerto al NIDO 18 y desde allí lo hicieron desaparecer, según me comentó un agente de la Marina, tirándolo al mar. También recuerdo ahora, que en la casa del NIDO 18 aún sigue funcionando un grupo de la Marina y también sé que han modificado el frontis del sitio.
Existió también un detenido que era calvo, que contaba haber sido campeón de box y era taxista Vivía en la Gran Avenida1 estuvo cerca de dos meses y entregó una persona que trabajaba en Madeco, el cual nos condujo a un arsenal de metralletas AKA, las cuales se las llevó la DINA. En realidad nunca supe si era militante del MIR o del PC, pero me extrañó que después de esto saliera libre impunemente. En el NIDO 18 cayeron 2 hermanos detenidos, como, calculo, de unos 38 a 40 años. Uno de ellos vestía chaqueta de cuero café y se ahorcó en la celda de aislamiento. El otro hermano salió al parecer en libertad.
Miguel Angel Rodríguez Gallardo o "el Quila Leo", seguía detenido en estos recintos. En el NIDO 18, recuerdo, hubo una persona que intentó suicidarse, subiéndose a una escala de tijeras y sólo logró quebrarse un brazo. Según las fotos que he visto de los desaparecidos del año 75, podría parecerse muy cercanamente a Humberto Fuentes Rodríguez y creo recordar que le llamaban "el viejo Fuentes". [4)
Estamos en este relato ubicándonos aproximadamente en el mes de noviembre de 1975, época en la cual nos trasladamos, con varios detenidos, al Regimiento de Artillería Antiaérea de la FACH. En el interior de ese Regimiento hay una cárcel, llamada La Prevención, que hoy en día no se usa, sino para guardar equipos.
Llegarnos con unos 20 detenidos provenientes de los NIDOS 18 y 20; estaba el Quila Leo, el calvo del brazo enyesado y otros que no recuerdo.
Como a los dos días de llegados a ese recinto, se monta un operativo por el sector norte de Santiago y cae detenido Ricardo Weibel en el barrio El Salto, cerca del Regimiento Buin
Se le sacó de su casa, lo reconozco ahora inequívocamente por la foto que se me exhibe de él; es una de las personas con la cual mas converse. También fue detenido en ese sector un joven que era muy buen caricaturista (hacía dibujos de casi todos nosotros); cayó detenido Bezoa de nombre René; y caen detenidos los dos "Fanta", el menor, es detenido con su novia, y no les recuerdo sus nombres. La novia era delgada, bajita y morena.
A todos estos se les interrogaba, y seguían cayendo muchos mas detenidos.
Cuando estábamos en Colina ingresó a nuestra agrupación personal del Ejército, al mando de un Oficial que rotaba seguido. Estuvieron poco tiempo trabajando.
Este personal de Ejército interrogó en una oportunidad a uno de los detenidos, quien, a causa de la electricidad aplicada de 200 voltios directos, fallece por paro cardíaco. El detenido era de unos 50 anos, tenía placa dental casi completa. Permaneció muerto casi toda la noche en su celda y fue sacado por el mismo equipo del Ejército que lo pone en un portamaletas de un auto Chevy Nova y se lo llevan.
Después de este incidente el Ejército se separo del Comando Unido.
Estando detenido Ricardo Weibel por primera vez, llegó un helicóptero, que no recuerdo exactamente si era de la FACH o del Ejército y tampoco recuerdo si era tipo UH o PUMA. Se llevaron unos 10 o 15 detenidos en el aparato para tirarlos al mar. Participó en esta operación el agente (NN) alias el "Pifo" por la FACH, y había personal de las otras instituciones. Se fueron, según recuerdo, los siguientes detenidos: el calvo del brazo fracturado y enyesado; un ex regidor de Renca del Partido Comunista, que era cojo, usaba zapatos ortopédicos, tenía una edad madura de unos 50 anos mas o menos; también iba el caricaturista. Esto afectó mucho a Ricardo Weibel ya que conversaba mucho con este último detenido por ser de celdas vecinas; cada vez que Weibel sentía ruido de helicóptero tiritaba intensamente.
El agente (NN) dijo que los tiraron al mar a la cuadra de San Antonio. A raíz de que explicó que el detenido calvo con el brazo quebrado y a quien decían "el viejo Fuentes" despertó cuando iban a lanzarlo al mar, deseo aclarar que los detenidos iban drogados. (NN) comentó que uno de los agentes del Ejército a sangre fría le pegó un fierrazo en la cabeza al detenido que tenía la fractura en el brazo y lo lanzó abajo, por este motivo sé que los lanzaron al mar.
Después de este hecho liberaron a varias personas entre ellos el Fanta chico y su novia, Ricardo Weibel y otros que no recuerdo.
Bezoa y el Fanta grande cumplían ya en estos instantes tareas de informantes. Esto lo supe porque los sacaban de las celdas a un lugar, les retiraban las vendas y las esposas y tenían un trato muy preferencial; aclaro que al hacer los interrogatorios, el Fanta grande escribía las declaraciones; detrás del interrogado que estaba vendado, Bezoa afirmaba o negaba con señas según lo que hablaba el detenido. Según creo el Fanta chico nunca colaboró.
A Ricardo Weibel lo fueron a detener pocos días después por segunda vez, el agente (NN) fue a dejarlo y a buscarlo nuevamente a la casa, diciéndole a la esposa que seria un interrogatorio de pocos días y que no tendría problemas lo llevaron a Colina nuevamente. En este recinto, él sospechó que lo iban a matar, porque no lo interrogaban, no lo vendaban y lo dejaban circular. Efectivamente, pocos días, más de una semana, durante los cuales vio actuar a Carol Flores como un agente cualquiera y a Bezoa y el Fanta colaborar y servirse con nosotros café y otros alimentos, etc. (reitero que Bezoa y el Fanta estaban siempre como detenidos colaborando, mientras que el Carol Flores era un agente más).
En esta oportunidad aparece un vehículo, que era una citroneta Furgón. Allí echan a varios detenidos entre los cuales está el Quila Leo y Ricardo Weibel. Iba también un detenido flaco, de unos 28 años a 30 años, que ya había intentado suicidarse en su celda cortándose las venas con un pasador metálico del pantalón que afiló en el cemento hasta convertirlo en un arma cortante; en esa ocasión lo condujeron al Hospital de la FACH, donde se recuperó y ahora igual lo llevaban para matarlo.
En el vehículo colocaron chuzos, palas y un bidón con combustible. Como agentes en esta operación participaban Bratti, Flores, (NN) y otros agentes de las otras instituciones, que iban en otro vehículo. Volvieron el mismo día, después de unas 4 horas, sin los detenidos. Estoy absolutamente seguro, porque me lo dijo uno de los agentes, que fueron asesinados en los terrenos militares de Peldehue; además deseo resaltar que, como yo no participé en el opera-tivo, antes de irse me pasaron los carnets de identidad de los detenidos, sus cédulas de conducir, relojes, anteojos, billeteras (la de Weibel tenía muchas fotos); yo debí quemar y enterrar esas cosas.
No recuerdo más hechos y datos importantes por ahora que ocurrieran en Colina en relación a los detenidos. Una circunstancia de excepción y que conmovió a todos fue cuando caen detenidos Guillermo Bratti y Carol Flores y (NN) (que venía también de la AGA y era un Patria y Libertad); según (NN) los detuvieron porque habían pasado información al Partido Comunista y al MIR, pero esa explicación no nos satisfizo ya que era normal que quien caía en desgracia era desprestigiado para que lo odiaran; estos agentes detenidos quedaron vendados y en celdas. Otra versión que conocimos de su detención, era que habían entregado información, que poseíamos, a la DINA, la que efectué operaciones perjudicando a nuestra agrupación; la DINA, según ellos, les había ofrecido más dinero, vehículo y casa. Esto lo declaró Bratti y yo lo escuché en una cinta grabada de su interrogatorio años después. A ellos los alejaron de nosotros y en ese momento se decidió que Bratti fuera dado de bajo y los otros marginados de la institución
En el verano de 1976 terminamos de operar en el recinto de Colina, lo que ocurrió seguramente a principios del mes de marzo; nos trasladamos a un recinto que le decían "la Firma", que- queda ubicado casi frente donde esté el SIAl. Y era un edificio del Diario El Clarín, ubicado en la calle Dieciocho de Santiago. Hoy ocupa ese lugar el DICOMCAR, y allí trabaja "el Lolo", que ya he dicho que es un capitán de Carabineros de apellido (NN), y en ese lugar se han efectuado los interrogatorios a la gente detenida en Pudahuel en las últimas semanas. Esto lo conozco porque, para un operativo en que se detuvo a alrededor de 200 personas en una noche, el "Lolo" pidió apoyo a mis servicios y allí me pude enterar de que aquel recinto que yo conocí como "la Firma" es usado por DICOMCAR.
Volviendo al relato del año 1976, puedo señalar que recién llegado a este recinto en marzo del 76, se montó un operativo para detener a José Weibel Navarrete, hermano del anterior, lo que fue ejecutado por un grupo de Patria y Libertad que operaba con (NN). Nosotros apoyamos a este grupo de la siguiente manera: a mí me correspondió ir con otros agentes en el bus en que viajaba el "Checho Weibel" con su señora e hijo; yo iba sentado atrás. Y no tentamos claro cómo íbamos a bajar al hombre. En un instante se produjo un lanzazo efectivo (no fue inventado). Un chico de unos 14 o 15 años le robé a una señora la cartera. En ese minuto uno de los agentes de la Marina señaló a Weibel diciéndole "ése lo hizo" y le pidió al chofer que parara la micro para bajarlo; se le subió inmediatamente a un vehículo y yo me retiré en otro vehículo, terminando el Operativo, todos nos fuimos a "la Firma". Apenas llegamos lo interrogaron, pero no muy largo. Días después a raíz de una inspección que se creía que iba a ocurrir por parte de un grupo de derechos humanos , se trasladó a Weibel, a el Fanta, a Bezoa, a una casa de tres pisos que queda en calle Bellavista, casi frente a las canchas de tenis (aún existe) y que era la casa donde dormíamos los solteros.
Allí estuvieron los detenidos por espacio de una semana. Una noche que yo estaba de franca, sacaron a Weibel y lo hicieron desaparecer. Estoy seguro que lo mataron, porque (NN) señaló que había sido tirado en el interior del Cajón del Maipo, lo cual tenía un significado inequívoco para mí, por lo que voy a relatar. Antes quiero decir que Bezoa y el Fanta fueron dejados en libertad en esa época.
Paso a relatar ahora la experiencia mía en relación al Cajón del Maipo. Pocas semanas después de lo ocurrido con Weibel se armó un operativo en el cual debí participar. Me pasó a buscar (NN) a la casa de Bellavista y me dijo que debía acompañarlo. Iba en su auto Tormo. Me causo extrañeza el hecho que de la tropa iba yo solo. Fuimos al recinto 'la Firma", donde estaba "el Lolo", (NN), (NN) y otros agentes de Patria y Libertad. Había una mesa con cosas, como para un cóctel. Me serví, aun cuando no entendía nada de lo que pasaba; al terminar le dijeron al centinela que trajera el paquete (se trataba de un detenido). Para mi sorpresa trajeron a Bratti esposado, vendado y drogado. Entonces le empiezan a decir que había metido las patas por traicionar la causa y otras cosas parecidas. Lo metieron en el portamaletas de un auto y partimos en dos vehículos. Yo iba en el que conducía (NN), enfilando hacia el Cajón del Maipo. Al momento de salir me dieron una pastilla, la que también tomaron algunos agentes. (NN) hizo el trayecto con mucha seguridad, y pasado un puente por donde atraviesa el río de izquierda a derecha dobló a la izquierda por un camino que queda en la ladera oriente en ese sector, se detuvo en un lugar que quedaba como 7 km. adentro y a unos 40 metros de unos acantilados. Bajaron a Bratti, vendado, y (NN) lo coloco cerca de una piedra y le dijo: "¿Cómo querís morir?", además quiso hacer un juego macabro con él, ya que le decía "si querís, arrancai, y te persigo". Estaba medio curado. Bratti le dijo "sácame las esposas y la venda". Yo se las tuve que sacar, e inmediatamente me mandó al vehículo a buscar cordeles y alambres, cuando llegué al auto y comenzaba a sacar las cosas de la maleta, sentí una ráfaga de metralleta con silenciador. Al regresar al lugar vi que (NN) lo remataba. No vi disparar al resto. Me pidieron que lo amarrara por los pies y en las manos, pero no recuerdo si estaban a la espalda o adelante. Se le puso piedras de lastre, me señalaron que lo empujara por el acantilado, pero como había unos arbustos había que sacar el cuerpo hacia el vacío, alguien me sujetó de la mano y quedé colgando, llegando a pensar en algún momento que también me iban a matar, pero al final él cayó al agua y todos regresamos.
Carol Flores sé que lo mataron también, pero no puedo recordarme si fue días antes o días después que a Bratti. (NN) hizo una alusión que era el mismo lugar o sector.
Después de esto seguimos trabajando en "la Firma", apareciendo Bezoa y el Fanta como colaboradores del Servicio.
Se inicio una represión contra más militantes del PC. Fue detenido "José" quien después entregó el punto donde se iba a reunir con Contreras Maluje; también es detenido el "Macaco" que era el encargado de finanzas del Partido Comunista, de la Juventud (el "Macaco" tenía un departamento chico en el centro); fue detenido alguien a quien le decían "el Vicario" y otro que componía relojes; eran unas ocho o nueve personas.
Cuando José señaló que tenía que reunirse en una casa en el sector de la Gran Avenida, con Contreras Maluje, se montó la operación siendo detenido Contreras Maluje después que salió José. Contreras Maluje estaba acompañado de dos niñas y, al vernos, huyó varias cuadras por lo que debieron seguirlo y reducirlo entre diez, ya que era muy fornido., se le subió a una camioneta Kleinbus Volkswagen, que era de la Marina. El chofer estaba tan nervioso que, en el trayecto por Gran Avenida, atropelló a un peatón.
Llegamos a "la Firma", donde interrogaron a Contreras Maluje en relación a "José", con el objeto de encubrirlo para que no se diera cuenta que por él había sido detenido. Contreras Maluje no decía nada. En un momento, cuando le aplicaban electricidad, lo levantaron y le hicieron sacarse la venda, viendo sentados al frente de él, mirándolo, a sus compañeros detenidos. En la pared de esa sala había un organigrama de la Juventud, donde los nombres de los detenidos estaban marcados con rojo. No recuerdo que estuvieran más detenidos que el "José", el "Vicario", el "Macaco", el "relojero" y otros a quienes no identifico.
Contreras inventó un punto para el día siguiente, en el sector de calle Nataniel. Se montó el operativo y Contreras caminó por Nataniel en dirección a Avda. Matta (en ese entonces el tránsito venía hacia el norte. En un momento, se escuchó por radio en mi vehículo que yo andaba nos fuimos al sector pensando en el accidente, llegamos casi junto al vehículo en que iba (NN) y un jeep de Carabineros que casualmente pasó por ahí. Nos dimos cuenta que Contreras se había tirado a las ruedas de la micro, y tratando de incorporarse gritaba; "Soy comunista y no es ningún pecado, avisen a la Farmacia Maluje de Concepción". Gritaba su nombre y el cargo en el Partido. Le pedía ayuda a Carabineros para que por favor no le dejaran en nuestras manos, diciéndoles "Son de la DINA, mostrando a (NN) les decía: "Ese es el jefe", "miren como me torturaron" y mostraba sus muñecas amoratadas por las esposas. Se juntó mucha gente; Carabineros se paralogizó, no pidió ninguna identificación, fue muy difícil subirlo al auto, ya que se resistió y sólo con la ayuda de unos detectives que pasaron en una patrullera, se le incorporó al vehículo Fiat 125 color celeste, con patente de la Dirección de Inteligencia de la institución, todas las cuales se encontraban a nombre del Representante Legal del Director general Ruiz.
Volvimos con él al recinto "la Firma" donde los jefes lo golpearon mucho en una celda, a pesar de que iba herido, con el brazo fracturado, la cabeza rota y sangraba por la boca. Los jefes le decían: "Te pusiste la soga al cuello", después de esto quedó solo, botado y sin atención médica. José al ver esto, estuvo muy deprimido durante mucho tiempo, pues se sentía culpable; ese día yo me fui de franco quedando un equipo de guardia; al entrar el día siguiente, me contaron que en la tarde lo habían llevado a un lugar de la cuesta Barriga que yo conocía.
Para terminar, paso a explicar como conocí ese lugar.
A unos diez días que esto ocurriera – lo de Contreras Maluje – me mandaron con un marino en una Renoleta a hacer una fosa grande en un lugar que yo no conocía. Subimos por la cuesta Barriga un trecho y nos internamos a pie por una quebrada pequeña, unos 70 metros o más allí, con dos agentes de la Marina, "el Alex" y "el Chico", estuvimos trabajando unas tres horas haciendo una fosa para dos personas. Ese día me pude dar cuenta de que había allí otros cadáveres ocultados, ya que sin querer me paré sobre una fosa y un marino me lo representó; creo que habían por lo menos unos 6 cadáveres.
Al día siguiente, volví al lugar en una Renoleta con varios agentes que también iban en otro vehículo. Llevamos 2 detenidos, iban vendados y sólo recuerdo a uno, al cual tuve que ayudar a subir por la quebrada. Caminaban semi inconscientes porque los drogaban. Al que recuerdo me había dicho que era profesor, era alto, delgado, ojos claros, pelo casi rubio, vestía una parka o un cortavientos. Me costó mucho subirlo. Se dio cuenta que lo iban a matar, ya que en voz baja me dijo que él no había hecho nada malo. Del otro detenido, no tengo memoria. Cuando ya estaban en el lugar del martirio, (NN) me mandó hacia abajo, hacia la carretera para ver que no ingresaran por la huella otros vehículos o personas que anduvieran cazando; estando abajo, sentía como (NN) se burlaba de ellos mientras les disparaba ráfagas con silenciador (el sonido es seco y corto). Después bajaron con (NN) y (NN) que era un tipo sádico, todavía se burlaba.
Estoy seguro que en ese lugar hay más cadáveres de los que yo tengo noticias y tampoco puedo asegurar que, cuando se decía que alguna persona salía en libertad, realmente así ocurría.
Cuando ocurrió el escándalo de Contreras Maluje hubo una orden de la superioridad de replegarnos de inmediato a la institución y volvimos a hacer labor institucional. [5]
Por ahora, es esto lo que puedo declarar en relación al caso de los Detenidos – Desaparecidos. No volvimos a actuar directamente en la subversión hasta mucho después, y sólo como apoyo a la C.N.I. (por ejemplo, en los enfrentamientos más o menos irreales de Fuente Ovejuna y Janequeo en el año 83).
Leída que fue por el compareciente, la ratifica firmando.
Santiago, 28 de agosto de 1984.
NOTAS:
[1]Por razones de prudencia y respeto, Mensaje se reserva los nombres de los otros agentes involucrados, detallados en la declaracion ante la justicia (N. de la R.)
[2] Las siguientes notas están tomadas textualmente de una segunda y larga declaración jurada que el mismo ex-agente hizo ante la Vicaría de la Solidaridad, para ampliar y completar su relato anterior. Entre los detenidos, que recuerdo hubo en AGA, puedo mencionar al ex- Capitán Ferrada y al cabo Figueroa, ambos de la FACH; a Victor Toro, "el Reta", "el Pelao" Moreno, "el loco Mario", que ahí intentó suicidarse, a Villavela, a uno que le decían "el Kila" (ex-Quilapayún); al diputado o senador Montes con su esposa y dos hijas. El señor Montes siempre estuvo en el pasillo del segundo piso de la AGA. El segundo piso de la Academia tenía dos o tres salas grandes, las que fueron acondicionadas como departamentos. En esos departamentos habían algunos presos de cierta confianza de la jefatura".
[3] "Entre los trabajos que recuerdo haber realizado, como prestando protección a los allanamientos, está el efectuado a un parvulario en el sector de Plaza Egaña, donde descubrimos un laboratorio fotográfico del MIR. Recuerdo también el de La Reina Alta, para sector de Peñialolén, con unos miristas. Después supe que éste había sido un simulacro para proteger a un informante de la organización, que vivía en la AGA y a quien le decían "Barba" o señor Velasco. Debo agregar que tiempo después y siendo yo su vigilante lo secuestró la DINA cuando transitábamos por Alameda a unos metros de la calle Nataniel, exactamente donde ahora está la salida del Metro, estación Moneda. Allí nos encartonaron unos agentes de la DINA y se lo llevaron.
También recuerdo que me tocó operar en la Avenida Kennedy, donde se iba a detener al "coño Molina" del MIR; en esa oportunidad el mirista se dio cuenta de nuestra trampa y escapó seguido por uno de nuestros vehículos. Se le dio alcance en una luz roja y allí fue rafagueado por (NN) cuando Molina intentó sacar un arma para defenderse, el mirista murió casi instantáneamente. Cuando estábamos tratando de manejar esta situación apareció un Peugeot de color rojo que no quiso obedecer nuestra orden de alto, y tirando el auto sobre uno de nuestros agentes se dio a la fuga, siendo seguido por una camioneta C-10 donde yo iba junto a dos agentes y un oficial. El fugitivo tomó por Kennedy hacia el centro y nosotros abrimos fuego sobre el vehículo faltando aproximadamente dos cuadras para llegar al paso bajo nivel que está al terminar el Club de Golf; como le reventáramos un neumático, ese auto se estrelló contra un poste y se volcó y además uno de los impactos le dio en la espalda al sujeto causándole la muerte. Al revisar sus pertenencias nos dimos cuenta que se trataba de un teniente de Ejército y que el auto había pertenecido al hijo del general Pinochet. Supimos después que desde ese entonces el oficial sufría delirio de persecución y había hecho la maniobra contra nosotros por ese motivo".
[4] "Deseo agregar también que tanto los lugares denominados Nido 20 y Nido 18 como en el lugar de Colina al cual me referí en la declaración anterior, iba con cierta regularidad cada vez que era requerido un médico llamado (NN) "hijo", el que hoy es cardiólogo en el hospital de la FACH y en ese entonces era médico interno. Este médico atendió a una persona que detuvimos el año 76 de apellido Guerrero, el que fue herido por casualidad al momento de detenerlo, por un agente que era marino y fue llevado para recuperarse al hospital de Carabineros. (…)
El médico que mencioné también enyesó al "viejo Fuentes Rodríguez", cuando, al intentar suicidarse, se quebró el brazo en el Nido 18. También trataba médicamente dándole pastillas al Quila Leo, ya que era ulceroso. También ponía inyecciones a los detenidos cuando éstos eran drogados
[5] "Sin embargo, el año pasado (1983), después de ocurrida la muerte de Carol Urzúa y como dos días antes del 7 de septiembre, supimos a través de (NN) que la C.N.I. pedía a nuestro grupo la apoyáramos para capturar, en un día que nos señalarían, al grupo subversivo que había matado a Carol Urzua. 21 día en La mañana nos reunieron a un pequeño grupo y en una camioneta llegamos a Borgoño, lugar donde la C.N.I. tiene un recinto. Sólo (NN) se bajó a hablar con los oficiales de la C.N.I. y nosotros tuvimos una larga espera de horas dentro de la camioneta, que quedó ubicada en el patio de ese recinto. Poco después del mediodía, se nos dijo que nos ubicáramos en el sector de Plaza Egaña y hacia allá partimos. Por radio, ya que estábamos conectados en la misma frecuencia, empezamos a oír algunos antecedentes aislados de lo que estaba pasando. Estando detenidos en el patio de Borgoño, escuchamos que habían empezado a seguir al No 1 (que era Palma) y a quien supimos posteriormente, que interceptaron por Avda. Kennedy en un auto. También supimos que detuvieron en un paradero a otro del grupo de los tres que están en el Consejo de Guerra y que cerca de donde está ubicado el centro de detención conocido como Capuchinos, detuvieron al tercero. Cuando ya había oscurecido, se nos señaló por radio que nos moviéramos hacia el sector de la calle Arrieta, al Oriente de la circunvalación Américo Vespucio antes de llegar a una subestación eléctrica, porque se nos dijo que allí debíamos esperar órdenes para liquidar un objetivo, esto quería decir matar a una persona que vivía en ese sector; incluso me recuerdo que nosotros cometimos un error, puesto que nos paramos en un pasaje, cuyo nombre no recuerdo ,y nos retaron diciéndonos que nos moviéramos, porque estábamos precisamente frente a la casa de nuestro objetivo y todavía no había llegado el resto de las fuerzas y se estaba evaluando las condiciones del lugar. En definitiva, decidieron no proceder en esa casa, puesto que había mucha gente en las casas vecinas (creo que había una fiesta) y la operación podría tener un costo demasiado alto en vidas. Entonces se nos ordenó irnos hacia Avda. Colón, donde hay un supermercado que está en la esquina sur-oriente, en relación a una rotunda donde también desemboca la calle Tomás Moro. Allí estuvimos un rato, mientras se daban las instrucciones para actuar en una casa de calle Fuente Ovejuna, donde se había detectado que había tres personas. A ese estacionamiento llegó un Jeep de la C.N.I. (tienen dos de ese tipo), que tiene el techo corredizo y en el cual se instala una ametralladora Punto 50, sobre un sistema hidráulico que permite subirla sobre el nivel del techo y operarla por dos hombres, uno que dispara y otro que va pasando la cinta de municiones. Después de un momento, nos dirigimos todos frente a la casa de Fuente Ovejuna. Exactamente sobre la parte delantera, había un pasaje y allí se instaló el Jeep; yo recuerdo que quedé detrás de un poste y, en definitiva, todo el resto del personal tenía absolutamente rodeada la casa. Se preguntó por el oficial al mando: "¿Lista la base de fuego?", y, ante la respuesta afirmativa se dio la orden de hacer fuego, accionándose el techo del Jeep, saliendo la ametralladora y empezó a disparar por espacio de un minuto, yo creo. Debo dejar constancia que esa arma dispara 1.000 tiros por minuto. Terminada esta operación, en que sólo participó la base de fuego, volvió el silencio y por alto parlante se le pidió a las personas adentro que se rindieran. Desde la casa se dijo "nos vamos a rendir". Entonces salió uno de los moradores, con las manos en alto, puestas en la nuca; me recuerdo que era de tez blanca y delgado. Cuando se aproximaba a la reja del antejardín, se adelantaron 2 agentes de la C.N.I. y lo rafaguearon a casi un metro de distancia; doblándose hacia adelante, cayó al suelo.
En ese instante la mujer, desde dentro, tiró una ráfaga hacia afuera. Esto provoco una nueva orden de disparar, lo que hicimos todos, junto a la base de fuego. No sé cuánto duró eso, pero obviamente no deben haber sido más de tres o cuatro minutos. Fue en este momento en que se lanzó una bengala dentro de la casa, la que provocó el incendio. A mi me tocó arrastrar hacia la calle, posteriormente, al primero que murió y a la mujer después. Penetramos en la casa y en el pasillo se encontraba tirada la mujer, la cual también ayudé a arrastrar hacia la calle y en otro lugar que no recuerdo, estaba (NN). Unos cinco minutos después, se acercó la Brigada de Homicidios, para hacerse cargo de la parte legal. Nosotros recibimos la orden de dirigirnos hacia el sector poniente de la ciudad a la calle Janequeo, que quedaba cerca de la Plaza Garín, la que nos costó mucho ubicar. Cuando ya estuvimos cerca de nuestro objetivo, nos dijeron que nos agacháramos pues venia corriendo una de las personas que debía ser eliminada y que pasó por el costado de nuestra camioneta. Cuando llegó a un sector donde hay una pared, fue rafagueado por unos agentes de la C.N.I. e inmediatamente la base de fuego, que también estaba en el lugar, empezó a disparar sobre una casa junto a otros agentes.
Ahora me vienen a la memoria detalles de esta acción. Se dijo que uno de los agentes de la C.N.I. había sido herido. Lo cierto es que no lo fue por "José", sino que él trató de meter una granada "Cardoen" por la ventana. Para eso, cruzo corriendo por el costado de una ventana y la lanzó, con tan mala suerte que la granada rebotó en los barrotes de la ventana y volvió a la vereda. Explotó y las esquirlas le hirieron las nalgas y parte trasera de las piernas. En el tórax no le pasó nada, porque iba con chaleco antibala. También recuerdo que apenas cayó asesinado el que iba corriendo por la calle, se acercó un agente de la C.N.I. que tenía una mano con guante, y le pasó por la mano un arma y la dejó botada cerca de ella pero iba desarmado.
Me impresionó mucho esa vez la rapidez que tuvo el C.N.I. en ese detalle, para cubrirse de esa muerte.
En un minuto se hizo la calma, entramos a la casa y en el patio trasero encontramos muerto a "José". La gente del vecindario nos gritaba que allí había un niño, el cual al. principio pensamos estaba tirado sobre una cama, pero se trataba de una almohada ensangrentada. Después supimos que el niño había saltado por el patio y había ido a dar donde una señora, pero no nos preocupamos más de él. Después de ocurridos estos hechos volvimos a la Central de Operaciones en Borgoño y allí fuimos liberados, dirigiéndonos hacia nuestra oficina y a la base. Quiero dejar expresamente claro que la intención y la orden en ambos hechos que he relatado, era simplemente liquidar a los moradores, puesto que ya se sabía que los autores directos de la muerte de Carol Urzúa estaban detenidos y podían ser mostrados en la prensa.
Condenan a ex agentes CNI por secuestro de militante del MIR
Fuente :Radio Bio Bio, 5 de Diciembre 2013
Categoría : Prensa
El ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, dictó sentencia de primera instancia por el secuestro calificado de Sergio Ruiz Lazo, ocurrido a partir de diciembre de 1984, en la Región Metropolitana.
En la resolución de la causa, el magistrado condenó a 8 años de presidio efectivo a los ex jefes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) Álvaro Corbalán Castillo y Aquiles González Cortés por su responsabilidad, en calidad de autores, del delito de secuestro calificado.
En el aspecto civil, el fallo acoge la demanda presentado por familiares de la víctima en contra del fisco, ordenando el pago de una indemnización de 70 millones de pesos.
De acuerdo a los antecedentes de la causa, se logró establecer que Sergio Fernando Ruiz Lazo pertenecía al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), al menos desde el año 1972 y, a consecuencia del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, fue detenido en diferentes oportunidades, abandonando el país en calidad de exiliado político, radicándose en Francia.
También que estando en Francia participó en diversas reuniones de carácter político y regresó clandestinamente al país en 1983, entrando y saliendo en varias oportunidades, también en forma ilegal, ingresando nuevamente al territorio nacional los primeros días de diciembre de 1984, manteniendo contacto con sus familiares y/o compañeros de partido hasta el día 20 de diciembre de 1984.
Y, finalmente, que a contar del 20 de diciembre de 1984 se perdió todo contacto con el indicado Ruiz Lazo, pero otras personas que se encontraban privadas de libertad a esa fecha en el recinto conocido como “Cuartel Borgoño”, que pertenecía a la Central Nacional de Informaciones (CNI), órgano de inteligencia del Gobierno Militar de la época, donde operaba específicamente la Unidad Azul, encargada de la represión del indicado movimiento MIR, escucharon en forma directa o a través de agentes de dicho órgano que se encontraba recluido en dicho recinto en esa misma fecha, siendo sometido a interrogatorios bajo tortura por un espacio indeterminado de tiempo, desapareciendo sin volver a tenerse noticias de él hasta la actualidad.
El ministro Vázquez determinó que una vez que la sentencia quede ejecutoriada, se indague la eventual responsabilidad de otros agentes de la CNI en el secuestro calificado.
Sergio Fernando Ruiz Lazo era casado, tenía dos hijos y se desempeñaba como técnico textil.
MINISTRO MIGUEL VÁZQUEZ DICTA CONDENA CONTRA EX AGENTES DE LA CNI POR EL SECUESTRO DE SERGIO RUIZ LAZO
Fuente :Poder Judicial, 5 de Diciembre 2013
Categoría : Judicial
El ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, dictó sentencia de primera instancia por el secuestro calificado de Sergio Ruiz Lazo, ocurrido a partir de diciembre de 1984, en la Región Metropolitana.
En la resolución de la causa, el magistrado condenó a 8 años de presidio efectivo a los ex jefes de la Central Nacional de Informaciones (CNI): Álvaro Corbalán Castillo y Aquiles González Cortés por su responsabilidad, en calidad de autores, del delito de secuestro calificado.
En el aspecto civil, el fallo acoge la demanda presentado por familiares de la víctima en contra del fisco, ordenando el pago de una indemnización de $ 70.000.000 (setenta millones de pesos).
De acuerdo a los antecedentes de la causa, se logró establecer los siguientes hechos:
“a) Que Sergio Fernando Ruiz Lazo pertenecía al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), al menos desde el año 1972 y, a consecuencia del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, fue detenido en diferentes oportunidades, abandonando el país en calidad de exiliado político, radicándose en Francia.
b) Que estando en Francia participó en diversas reuniones de carácter político y regresó clandestinamente al país en el año 1983, entrando y saliendo en diversas oportunidades, también en forma ilegal, ingresando nuevamente al territorio nacional, los primeros días de diciembre de 1984, manteniendo contacto con sus familiares y/o compañeros de partido hasta el día 20 de diciembre de 1984.
c) Que a contar del 20 de diciembre de 1984, se perdió todo contacto con el indicado Ruiz Lazo, pero otras personas que se encontraban privadas de libertad a esa fecha en el recinto conocido como “Cuartel Borgoño”, que pertenecía a la Central Nacional de Informaciones (CNI), órgano de inteligencia del Gobierno Militar de la época, donde operaba específicamente la Unidad Azul, encargada de la represión del indicado movimiento MIR; escucharon en forma directa o a través de agentes de dicho órgano, que aquel estaba recluido en dicho recinto en esa misma fecha, siendo sometido a interrogatorios, bajo tortura, por un espacio indeterminado de tiempo, desapareciendo sin volver a tenerse noticias de él, hasta el día de hoy”, sostiene el fallo.
La resolución agrega: “Los hechos que se han tenido por establecido en el motivo anterior, configuran la hipótesis penal que contempla el artículo 141 incisos 1 y 3 del Código Penal, correspondiendo al delito de secuestro con grave daño en la persona de Sergio Fernando Ruiz Lazo, en su redacción vigente a la época de comisión del hecho punible, aplicable por expreso mandato de los artículos 19 N° 3 inciso 7 de la Constitución Política de la República y 18 del Código Penal, sancionado con la pena de presidio mayor en cualquiera de sus grados, toda vez que tal hecho debe ser calificado por el tiempo en que se prolongó la acción por más de 90 días, lo que evidencia un acto determinado y resuelto en contra de la libertad de la víctima, siendo retenida en contra de su voluntad a partir del día 21de diciembre de 1984, prolongándose esta situación hasta el día de hoy, ignorándose su paradero”.
Asimismo, se sostiene que: “El indicado delito debe ser calificado como de lesa humanidad al tenor de lo dispuesto en el artículo sexto del Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, que en su letra c) considera como crímenes contra la humanidad “el asesinato, la exterminación, esclavización, deportación y otros actos inhumanos cometidos contra población civil antes de la guerra o durante la misma; la persecución por motivos políticos, raciales o religiosos en ejecución de aquellos crímenes que sean competencia del tribunal o en relación con los mismos, constituyan o no una vulneración de la legislación interna del país donde se perpetraron”. De lo antes transcrito aparece que para ser considerado como tal debe tratarse, entre otros, de un acto que atente contra la persona humana, perteneciente a la población civil, que la persecución se efectúe por motivos de índole político, racial o religioso, constituya o no una vulneración de la legislación interna. En este caso, se trata de la detención de una persona, respecto de la cual nunca más se supo –secuestro- hasta el día de hoy, cuya motivación ha sido de orden político, perpetrado por agentes del Estado en una organización –Central Nacional de Informaciones– que tenía toda una estructura, en forma específica, para la persecución, ubicación y detención de los miembros del MIR y, en su caso, hacerlos desaparecer.
En estos antecedentes se acreditó suficientemente que actuaron Agentes del Estado, con el objetivo preciso de detener a la víctima exclusivamente por motivos políticos, ejecutándose el hecho con ocasión de una política de represión de un sujeto por su pensamiento, lo que resulta atentatorio contra la persona humana”.
Además, el ministro Vázquez determinó que una vez que la sentencia quede ejecutoriada, se indague la eventual responsabilidad de otros agentes de la CNI en el secuestro calificado de Ruiz Lazo.
Cuatro décadas después, el Estado deberá indemnizar a dos hermanas torturadas por la CNI
Fuente :cooperativa.cl, 23 de Septiembre 2020
Categoría : Prensa
Las víctimas fueron detenidas ilegalmente en enero de 1981 y sometidas a vejámenes en el antiguo cuartel "Borgoño".
"El agravio ha permanecido largo tiempo y tenido influencia negativa en el desarrollo de en ese entonces dos jóvenes mujeres", expone el dictamen.
Los crímenes sufridos por ambas mujeres ocurrieron en el cuartel "Borgoño", el recinto operativo más importante de la CNI en Santiago.
La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó este miércoles la sentencia que condenó al Estado de Chile a pagar una indemnización total de 200 millones de pesos a dos hermanas torturadas por los agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet, sucesora de la DINA.
Las víctimas, Clara Elena y Lidia Elizabeth Flores Araya, fueron detenidas ilegalmente en enero de 1981 y sometidas a torturas y vejámenes en el antiguo cuartel "Borgoño", el recinto operativo más importante de la CNI en Santiago.
En fallo unánime, la Quinta Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Mireya López, Alejandra Rivera y Paulina Gallardo– aprobó la sentencia impugnada, dictado por el 9° Juzgado Civil de Santiago, que acogió la demanda, informó el Poder Judicial.
El fallo de primera instancia ratificado dio por acreditado que "(…) el ilícito, la responsabilidad del Estado y la circunstancia de que la detención y tortura de las víctimas, no habría tenido lugar si la intervención de funcionarios estatales no se hubiera producido", por lo que "sólo queda dar por establecida la responsabilidad del Estado de Chile en el secuestro y apremios físicos y psicológicos" contra ambas mujeres.
"Y la responsabilidad trae consigo la indemnización de los perjuicios causados, reparación que se ha solicitado en relación al daño moral sufrido por el actor", agregó.
La resolución agrega: "Que para acreditar este daño moral sufrido se tendrá en cuenta la prueba testimonial aportada y los antecedentes que tuvo a la vista la Comisión Valech para la calificación de las actoras como víctimas, producto de los hechos delictuales cometidos por agentes del Estado y que han permanecido luego de más de 40 años de ocurridos los hechos, como parálisis facial (en) ambas hermanas, ceguera y depresión".
"Que en cuanto al monto de la indemnización, se estará a la circunstancia de que el hecho que causa el agravio ha permanecido largo tiempo y tenido influencia negativa en el desarrollo de en ese entonces dos jóvenes mujeres que debieron salir como refugiadas sin redes, sin familia, sin consuelo; razón por la cual se le fijará prudencialmente la suma de $100.000.000 a cada una que corresponde además al baremo utilizado en otras sentencias por esta misma sentenciadora; sin que ello aparezca que se trata de un enriquecimiento sin causa o un lucro improcedente, como pudiere alegar la demandada", concluyó el dictamen.
Durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.
Borgoño | El Cuartel Santa María de la Central Nacional de Informaciones
Fuente :resumen.cl, 15 de Noviembre 2018
Categoría : Prensa
Ubicado en la ladera norte del río Mapocho, el cuartel Borgoño de la Central Nacional de Informaciones, conocido en el lenguaje de los organismos represivos de la dictadura civil y militar chilena como el « Cuartel Santa María », fue el centro de detención, tortura y exterminio de más larga duración durante el régimen de Augusto Pinochet.
No sabemos cuando comenzó a funcionar, lo que sí se sabe es que allí estuvo la DINA… Los primeros testimonios de su existencia remontan a 1977, hasta la disolución de la CNI en diciembre de 1989. El relato y los testimonios recogidos por su realizador, Angel Sanhueza, buscan levantar el velo de silencio que lo ha protegido durante todos estos años, poniendo en relieve la lucha de la Resistencia Popular y el particular momento de reactivación de estas luchas a partir de 1978.
En 1989 las instalaciones pasaron a manos de la Policía de Investigaciones. Dos de los edificios, que fueron parte del complejo donde se torturó, asesinó e hizo desaparecer a miembros de la Resistencia Popular, fueron destruidos en 1998 para levantar un moderno edificio hoy ocupado por la brigada antinarcóticos de la PDI.
En 2015, mientras se demolía un tercer edificio, sobrevivientes y habitantes del sector se movilizaron para evitar su destrucción. Hoy es monumento nacional, pero el Ministerio del Interior se niega a abandonar el lugar y la policía de investigaciones de Chile sigue utilizando algunas dependencias del antiguo centro de tortura de la policía secreta de Augusto Pinochet.
A partir de las primeras visitas autorizadas, (invierno de 2016), surge la idea de realizar un registro documental que comience a dar cuenta de la historia de este lugar, al mismo tiempo, buscando material se llega a la tesis escrita por el estudiante de arquitectura, Sebastián Troncoso, quien había realizado el primer estudio sobre este lugar, en donde en 1977 había sido torturado su padre.
La discusión con los sobrevivientes permitió ir creando un guión, que no sólo diera cuenta de la represión, sino de la nueva situación que comenzó, a vivir en Chile, el campo de los revolucionarios y el movimiento popular.
El documental Borgoño busca ser una pincelada, de un momento, de un tiempo en que la lucha contra la dictadura tuvo un rostro diferente, donde hombres y mujeres, a riesgo de todos los peligros asumieron la lucha resuelta por la libertad y por una sociedad más justa.
El Documental será exhibido este jueves a las 18:30 hrs, En Concepción, en el Sindicato Petrox, ubicado en calle Janequeo con Barros Arana.
Condenan a ex jerarca de CNI por torturas a detenida en el ex Fuerte El Morro de Talcahuano y en el Cuartel Borgoño de Santiago
Fuente :resumen.cl, 3 de Diciembre 2022
Categoría : Prensa
La ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Concepción, Yolanda Méndez Mardones, condenó al ex oficial de Ejército y agente de disuelta Central Nacional de Informaciones (CNI) Enrique Erasmo Sandoval Arancibia a la pena de 4 años de presidio efectivo, en calidad de autor del delito consumado y reiterado de aplicación de tormentos, en carácter de lesa humanidad, a la detenida política Arinda Graciela del Carmen Ojeda Aravena, perpetrados en 1981 en el ex Fuerte El Morro de Talcahuano y en el Cuartel Borgoño de la CNI en Santiago.
por Darío Núñez
La militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fue detenida el 16 de abril de 1981, en la comuna de Penco, y sometida a crueles tormentos tanto en cuarteles de la CNI en Concepción como en Santiago.
En el fallo (causa rol 24-2010), la ministra Méndez Mardones aplicó, además, a Sandoval Arancibia las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; más el pago de las costas de la causa.
En la época de los hechos, Enrique Erasmo Sandoval Arancibia operaba como jefe de la Brigada Azul de la CNI cuyo principal objetivo era la persecución y aniquilamiento de los militantes del MIR. Sandoval Arancibia, alias "Pete el Negro", tenía su base de operaciones en el Cuartel Borgoño en Santiago pero, reiteradamente, realizaba acciones represivas en diversas ciudades del país.
A mediados de abril de aquel año 1981, Sandoval Arancibia, que actuaba con la identidad falsa de nombre "Roberto Hernán Fuenzalida Palma", y los equipos operativos de la mencionada brigada, se trasladan a Concepción con la finalidad de detener a miembros de la organización revolucionaria que impulsaba la resistencia popular contra la dictadura. En la zona penquista los agentes represivos realizan operativos simultáneos en Concepción, Hualpencillo, Tomé, Penco y otras localidades, que culminan con alrededor de 25 personas detenidas.
La resistente Arinda Ojeda fue apresada en la vía pública por un grupo de agentes de la CNI poco después de salir de su domicilio en la ciudad de Penco. La introducen a un furgón utilitario donde fue vendada y esposada con las manos a la espalda. De inmediato comienza a ser sometida a golpes y amenazas. Finalmente los captores conducen a la víctima hasta el cuartel secreto de detención y tortura "Fuerte El Morro", en Talcahuano. En este recinto clandestino, la prisionera es sometida a múltiples sesiones de tortura que incluían la aplicación de descargas eléctricas en la denominada "parrilla" que los agentes tenían en el lugar; todo lo cual le provocó enorme daño.
El día 18 de abril de 1981 es trasladada en una avioneta a la ciudad de Santiago, hecho del que no se percata hasta días después, debido al mal estado físico y psíquico en el que se encontraba a raíz de las sesiones de tortura. Es llevada al Cuartel Borgoño, centro de operaciones de la CNI en Santiago, donde es sometida nuevamente a violentos interrogatorios que incluyen la aplicación de corriente eléctrica en 'la parrilla', y golpes a mano abierta en la cabeza, mediante técnica conocida como 'el teléfono', producto de lo cual quedó con severas secuelas físicas.
Estuvo detenida en el Cuartel Borgoño durante 18 días, tiempo en el que fue sometida a diversos vejámenes, que incluyeron desnudamientos, aplicación de corriente eléctrica en diversas partes del cuerpo, obligación de mantener posiciones forzadas, privada del sueño y amenazada constantemente de 'hacerla desparecer' y de ir en busca de su hijo para aplicarle similares rigores.
Posteriormente, la detenida Arinda Ojeda fue procesada y condenada por el Juzgado Militar de Concepción acusándola por Ley de Control de Armas, ingreso clandestino al país, y otros infundios dictatoriales debiendo permanecer largos años recluida en la Cárcel de Coronel. Producto de una reducción de las penas que le habían sido aplicadas, recupera su libertad en agosto de 1989, tras más de 8 años de prisión arbitraria.
El ahora sentenciado Enrique Sandoval Arancibia actualmente se encuentra cumpliendo condenas en el Penal Punta Peuco por otros crímenes de lesa humanidad.
Suprema condenó a 10 años de prisión a tres agentes de la CNI por asesinato de militante comunista
Fuente :cooperativa.cl, 7 de Diciembre 2018
Categoría : Prensa
Manuel Morales Acevedo, Pedro Guzmán Olivares y René Valdovinos Morales irán a la cárcel por el homicidio calificado perpetrado en 1986.
La víctima fue ejecutada en las cercanías del Cuartel Borgoño en el centro de Santiago.
En una fallo dividido, la Segunda Sala de la Corte Suprema condenó a los tres ex agentes de la CNI y absolvió a otros dos.
La Corte Suprema condenó este viernes a tres ex agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) a 10 años y un día de prisión como autores del homicidio calificado de un militante del Partido Comunista ocurrido en 1986 en Santiago, durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Según el fallo (ver documento), los condenados, Manuel Ángel Morales Acevedo, Pedro Javier Guzmán Olivares y René Armando Valdovinos Morales, fueron los autores del asesinato de Marcelino Carol Marchandon Valenzuela y consideró que se trata "de un delito de lesa humanidad".
Marchandon, de acuerdo con la investigación del caso, fue detenido entre el 5 y el 6 de diciembre de 1986 por agentes de la CNI "después de haber sido entregado, según los antecedentes que obran en el proceso, por un ex militante del Partido Comunista, amigo de la víctima, quien era informante de la CNI".
Fue trasladado al Cuartel Borgoño, en el centro de la capital, donde fue "ejecutado en las cercanías de dicho lugar por miembros de dicho aparato de inteligencia".
La Justicia detalló que los miembros de la CNI trataron de aparentar en el lugar un presunto intento de asalto al cuartel por parte de Marchandon previo a su muerte, "escenario que pretendió ser avalado con los dichos de los participantes", agregó la Suprema.
El informe de autopsia del fallecido consigna que la causa de la muerte es el traumatismo facio cráneo encefálico por bala y que registraba 10 impactos de bala y otros tantos por perdigones.
Fallo dividido y dos absueltos
La sentencia se resolvió en un fallo divido en la Segunda Sala de la Corte Suprema tras acoger un recurso de casación deducido en contra del fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago, según el cual correspondía aplicar media prescripción, lo que fue desestimado por el máximo tribunal.
La sentencia también absolvió a otros dos ex agentes de la dictadura, Héctor Osvaldo Obal Labrín y Carlos Adrián Kramm Soto, al no haberse acreditado su participación en los hechos.
Durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), conforme a cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.