Gomez Vega Alejandro Patricio


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villagrimaldi.cl - homenaje al PC

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plaza Salvador Allende

plaza Salvador Allende

Rut : 6.381.311-7
Fecha Detención : 18-12-1973
Lugar Detención : Santiago

Fecha Asesinato : 22-12-1973
Lugar Asesinato : Santiago


Fecha Nacimiento : 01-11-1951 Edad : 22


Lugar Nacimiento : Santiago

Actividad Política : Partido Comunista (PC)
Actividad : Cesante

Estado Civil e Hijos :
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :(Informe Rettig)

Categoría : Antecedentes del Caso

El día 21 de diciembre de 1973, acusados de participar en un llamado “Plan Leopardo”, fueron ejecutados los siguientes cinco miembros de la célula comunista del comité local “Galo González”, de la población La Legua:

– Carlos Alberto CUEVAS MOYA, 21 años, estudiante universitario, encargado del comité local del Partido Comunista. Fue detenido por civiles el 20 de diciembre, en casa de su madre y en presencia de testigos.

– Pedro Patricio ROJAS CASTRO, 21 años, dirigente local del Partido Comunista. Detenido en su domicilio por un grupo de civiles que portaban armas, el 20 de Diciembre de 1973, frente a testigos.

– Luis Emilio ORELLANA PEREZ, 25 años, empleado en la Embajada de Checoslovaquia, militante del Partido Comunista. Detenido junto a su novia, en la comuna de la Granja el 19 de diciembre, por un grupo de civiles. La novia vivía en la población La Legua, militaba en el comité local del Partido Comunista y estaba en casa de una tía en ese momento porque civiles habían ido a buscarla a su casa. La detención de ambos se produce cuando los aprehensores llegan al lugar trayendo como rehén a una hermana de ella, que luego fue puesta en libertad.

– Alejandro Patricio GOMEZ VEGA, 22 años, comerciante, militante comunista. El día 18 de diciembre, al pasar por la plaza Brasil la persona que los había contratado para un trabajo de pintura, se detuvo a hablar por teléfono. En ese momento son abordados por un grupo de civiles que los amenazaron con armas, los trasladaron a uno de los vehículos en que se movilizaban y los llevaron con rumbo desconocido.

– Luis Alberto CANALES VIVANCO, 27 años, empleado, militante del Partido Comunista. Detenido por civiles en su domicilio el 20 de diciembre, en presencia de testigos.

El día 22 de diciembre la prensa publicó un comunicado suscrito por el Departamento de Relaciones Públicas de la Comandancia en Jefe del Ejército: “Cinco terroristas muertos y dos soldados heridos de gravedad, fue el resultado de un operativo realizado anoche en la zona de las torres de alta tensión de energía eléctrica de Cerro Navia… cuando un grupo de terroristas intentaba volar dichas torres. …en el choque resultaron muertos todos los terroristas…en su poder se encontraron manuscritos donde se detallan la organización y sistema operativo del llamado Plan Leopardo, lo que constituye la comprobación de que agrupaciones extremistas estaban preparando acciones de diverso tipo para producir disturbios graves.”

Las familias se enteraron de las muertes a través de la radio y la prensa, que destacó ampliamente la noticia. Los restos fueron retirados para su sepultación desde el Instituto Médico Legal, con la ayuda del Arzobispado de Santiago.

El certificado de defunción de Cuevas señalaba como causa de muerte “Anemia aguda.” El cuerpo presentaba hematomas, múltiples heridas de bala y no tenía uno de los ojos. En el caso de Rojas Castro, se señala como causa de muerte “heridas múltiples a bala”y su cuerpo tenía las manos hinchadas y sin uñas, su brazo derecho estaba quebrado, su cabeza aplastada. El cuerpo de Gómez Vega tenía 14 orificios de bala, presentaba en ambas muñecas y tobillos erosiones circulares rodeando dichas zonas; la causa de muerte es “heridas múltiples a bala”. En el caso de Canales Vivanco, la causa de muerte es “heridas de bala torácica abdominal y el cuerpo tenía siete orificios de bala. Orellana Pérez tenía 15 impactos de bala y su cuerpo presentaba surcos, equímosis y erosiones en muñecas y tobillos; la causa de su muerte:” Herida a bala cráneo encefálica con salida de proyectil.”

En relación a este caso la Comisión ha recibido múltiples testimonios verosímiles y concordantes que relatan una historia distinta de la oficial. Todos estos militantes comunistas y otros que luego son liberados, fueron aprehendidos por los mismos agentes y en el mismo vehículo, entre el 18 y 20 de Diciembre de 1973. Llevados a un lugar desconocido, fueron sometidos a torturas y malos tratos colectivos, e interrogados en forma individual en relación al lugar en que escondían supuestas armas en La Legua. Luego fueron tirados en una celda colectiva, donde según testigos se produjo la muerte de Patricio Castro, a consecuencia de disparos efectuados por los captores.

Las familias de algunas víctimas sufrieron allanamientos, persecusiones y detenciones posteriores.

Esta Comisión se ha formado convicción que estos cinco jóvenes fueron ejecutados por agentes del Estado al margen de todo proceso, víctimas de una grave violación a los derechos humanos.

Los elementos que avalan dicha convicción son principalmente los siguentes:

– A esta Comisión la versión oficial le parece inverosímil dado que está acreditada su detención y reclusión en días previos al momento del supuesto enfrentamiento; además los cuerpos tienen señas de haber estado amarrados de pies y manos y signos evidentes de tortura.
– La militancia de las víctimas, su pertenencia o vinculación directa con una determinada célula del Partido Comunista y el intento oficial de vincularlos a un llamado “Plan Leopardo”, los convertía en blancos de acciones como las que les causaron la muerte, al igual que otros casos de este período en que la opinión pública fue alertada a través de la prensa contra una “Pascua Negra” que intentaría el Partido Comunista.
– En el informe del Ejército allegado a esta Comisión, en que se informa los heridos y muertos de esa institución y las circunstancias en que éstas ocurrieron entre el 11 de Septiembre de 1973 y el 11 de Marzo de 1990, no se informa de la existencia del “Plan Leopardo”, ni aparecen los nombres de los dos soldados que la versión oficial de esa época señaló como heridos en el enfrentamiento.

 

 


Pascua Negra 1973. Población La Legua. Entonces no hubo tiempo de llorar.

Fuente :archivomuseodelamemoria.cl sin fecha

Categoría : Prensa

Arpillera que representa el sufrimiento de la población La Legua durante la Navidad de 1973. El 21 de diciembre de ese año, fueron ejecutados cinco jóvenes comunistas de la población: Carlos Cuevas, Pedro Rojas, Luis Orellana, Alejandro Gomez y Luis Alberto Canales. Todos ellos fueron acusados de integrar el denominado "Plan Leopardo". El 24 de Diciembre el padre Fernando Ariztía (Comité Pro-Paz) ofició una misa de despedida en la Parroquia San Cayetano de La Legua para tres de los cinco jóvenes, los cuales fueron velados en dicho lugar.


Alejandro Patricio Gómez Vega

Fuente :londres38.cl sin fecha

Categoría : Prensa

Alejandro Patricio Gómez Vega nació el 1 de noviembre de 1951. Trabajaba como comerciante en ferias libres. Militante de las JJCC del Comité Local de La Legua, fue detenido el 18 de diciembre de 1973, a los 22 años, en el marco de un operativo realizado por la DINA en el que también se detuvo a Carlos Alberto Cuevas Moya, Luis Alejandro Canales Vivanco, Pedro Patricio Rojas Castro y Luis Emilio Orellana Pérez. Todos fueron ejecutados y declarados muertos en el montaje conocido como Plan Leopardo.

El 10 de diciembre de 2006 se inauguró en la plaza Salvador Allende de La Legua un memorial "en homenaje a los caídos en la dictadura", que incluye el nombre de los cinco militantes ejecutados.


LA DINA Y EL PLAN LEOPARDO

Fuente :imagenesparamemoriar.com 25/1/2006

Categoría : Prensa

  Arnaldo Pérez Guerra Febrero del 2003. – 25.01.2006 Ernesto Salamanca Morales (20 años). El 11 de septiembre, los pobladores de La Legua organizaron la resistencia al golpe militar. Entre ellos estaban los hermanos Gerardo Rubilar Morales y Ernesto Salamanca Morales, hoy detenidos desaparecidos. Los pobladores de La Legua organizaron casi espontáneamente la resistencia al golpe. El 11 de septiembre de 1973 marcharon por las calles de la población, encontrándose con obreros de Indumet, que se dirigían a Sumar Polyester en donde los esperaban compañeros que venían de Tomás Moro. En conjunto con trabajadores de las industrias Madeco y Mademsa, se organizó una espontánea resistencia. En las calles Comandante Riesle y Toro y Zambrano se produjo un enfrentamiento con Carabineros; uno resultó herido, y los funcionarios del bus policial se rindieron. Los pobladores continuaron hacia la industria Sumar. Más tarde, en nuevos enfrentamientos, varias personas resultaron muertas y heridas. Horas después, y por varios días, La Legua fue cercada por militares. El 16 de septiembre fuerzas combinadas de la FACH, el Ejército y Carabineros allanaron la población. Buscaban las armas con que los pobladores se habían enfrentado a la policía. El día anterior, aviones de la FACH sobrevolaron la población. Durante el operativo, tanques, tanquetas, camiones, Jeeps y helicópteros coparon el sector, resultando detenidos gran número de personas, entre ellos Gerardo Rubilar y su hermano Wladimir Salamanca. Los detenidos fueron trasladados a los talleres sanitarios del Hospital Barros Luco, a la base aérea de El Bosque y, finalmente, al Estadio Nacional, donde fueron torturados. Recién el 8 de octubre, se les puso en libertad, luego de ser interrogados en el velódromo del Estadio Nacional sobre lo ocurrido en la población día del golpe. Gerardo Rubilar se percató, al volver a su hogar, que su familia se había trasladado a San Juan de Lo Gallardo, cerca de San Antonio. En Santiago sólo quedaba su hermano Ernesto Salamanca, y decidieron quedarse en La Legua.  El Plan LeopardoAgentes de la DINA diseñaron una operación que consistió en acercarse a militantes de izquierda y comprometerlos a tomar parte en una supuesta «acción de rescate de prisioneros políticos recluidos en Tejas Verdes», entre los que se encontraba un gran número de pobladores de La Legua. Ernesto Salamanca y Gerardo Rubilar fueron algunas de las víctimas de ese engaño. A mediados de diciembre los agentes comenzaron a «reclutar» (detener) a militantes del PC y del PS, a quienes les decían que los llevarían a una «escuela de guerrillas» que tenían preparada. Testigos lograron reconocer posteriormente a Marcelo Moren Brito y dos agentes («Antonio» y «Esteban, el argentino»). Los pobladores engañados eran llevados hasta Londres nº 38. El 19 de septiembre, la DINA detuvo a Margarita Durán, Luis y Sigfrido Orellana Pérez. Margarita Durán relata que en el centro de tortura escuchó las voces de Luis Canales, Carlos Cuevas, Pedro Rojas y Alejandro Gómez, que habían sido detenidos con anterioridad: «Escuchamos como eran torturados e interrogados en relación a unas armas escondidas en La Legua». «Ya de vuelta en mi casa -continúa el relato- cerca de las 13:00 horas del 22 de diciembre, escuché un comunicado de prensa que daba a conocer la muerte de 5 extremistas». En ese comunicado el general Sergio Arellano, jefe de la Zona en Estado de Sitio, señalaba: «Anoche, viernes 21, a las 23.30 horas, una patrulla militar que efectuaba labores de control y seguridad en el sector norte de Santiago, sorprendió a un grupo de individuos que en actitud muy sospechosa colocaban o hacían algo en una torre de alta tensión. Al ser requeridos por el jefe de la patrulla para identificarlos e interrogarles, los individuos abrieron fuego contra los medios militares, produciéndose entonces un intenso intercambio de disparos. Una vez terminado el combate, se pudo comprobar que los extremistas usaban dos fusiles AKA rusos, armas cortas y gran cantidad de explosivos. En el bolsillo de uno de los delincuentes se encontró un documento manuscrito denominado ‘Plan Leopardo’, que contiene un completo plan de sabotaje y terrorismo… En las acciones fueron heridos el cabo segundo Juan Alarcón Rosas y el soldado conscripto Sergio Pinto Díaz». El comunicado concluía: «si queremos que Chile avance en libertad, que alcance sus metas de progreso y bienestar, sin interferencias, debemos limpiarlo totalmente de aquellos malos ciudadanos, que sólo pretenden traer sinsabores y dolor a nuestra patria. ¡Y así lo haremos, cueste lo que cueste!». Los pobladores asesinados: Pedro Rojas, Luis Orellana Pérez, Alejandro Gómez Vega, Carlos Cuevas y Luis Canales; todos militantes comunistas del Comité Local Galo González de La Legua, fueron detenidos entre el 18 y el 20 de diciembre por la DINA.  La detención de Gerardo y Ernesto Gerardo Rubilar Morales (25 años). Un mes después de los asesinatos, los agentes que habían logrado engañar a los hermanos Gerardo y Ernesto, llegaron en compañía de éstos, la noche del 24 de enero de 1974, hasta la casa de San Juan de Lo Gallardo. Los agentes iban armados y, luego de entrar, conversaron con el padre de los jóvenes, a quien le plantearon que venían a «asaltar el Regimiento de Tejas Verdes». Más tarde, se marcharon llevándose a Ernesto Salamanca. Gerardo Rubilar se quedó a dormir en la casa, saliendo al otro día para reunirse con su hermano. Esa mañana, los mismos agentes detuvieron al padre y el hermano menor, Wladimir Salamanca. Cerca de las 20:00 horas, Gerardo Rubilar fue a la casa de su novia Nelly Andrade en La Legua. El domingo 27 de enero, dos sujetos de civil llegaron hasta allí. Dijeron ir de parte de Gerardo y le mostraron un papel escrito en el que le pedía que los pusiera en contacto «con algunos compañeros» de la Población. Ella les manifestó no entender lo que sucedía y los sujetos se fueron, regresando a la media hora. La llevaron detenida hasta Londres N° 38. Allí fue torturada, mientras era interrogada sobre Gerardo Rubilar y su familia. Posteriormente la trasladaron hasta Tejas Verdes. El 28 de enero, Jorge Poblete (15 años) fue detenido por los agentes quienes le dijeron que lo buscaban para que se incorporara a la «escuela de guerrillas». Lo llevaron a Londres Nº 38. Le dijeron que esa era «una casa de resistencia al golpe militar» y que «juntarían a todos los que habían participado en la resistencia en La Legua para llevarlos al campo de entrenamiento en la costa». Fue amenazado de muerte en caso de que no colaboraba o los traicionara. Poblete permaneció vendado en el centro de tortura y pudo conversar con Ernesto Salamanca y Gerardo Rubilar. Luego lo llevaron a Tejas Verdes. Margarita Durán fue nuevamente detenida el 30 de enero, siendo torturada y vejada. En uno de esos interrogatorios pudo ver al argentino «Esteban», a Marcelo Moren Brito y al coronel de Ejército Manuel Contreras, director de la DINA. En su testimonio afirma que «el argentino» le dijo que cooperara «si no quería que le pasara lo mismo que a Gerardo Rubilar y Ernesto Salamanca, a quienes habían detenido y muerto». A fines de enero de 1974, los pobladores de La Legua que permanecían detenidos en Londres N°38, fueron trasladados hasta el campo de prisioneros de Tejas Verdes; entre ellos Ernesto Salamanca Sepúlveda, Wladimir Salamanca, Margarita Durán, Nelly Andrade, Luis Durán y Luis Durán Gajardo, Julio Hernández, Geraldina Garrido, Francisco Garrido, Alfredo Mancilla, Jorge Poblete y Eloy Bustamante. Fueron dejados en libertad a fines de febrero de 1974. Los hermanos Gerardo Rubilar y Ernesto Salamanca permanecen detenidos y desaparecidos hasta hoy. Sólo en 1990 se pudo obtener mayor información respecto de estos hechos. El Informe Rettig señala que «la versión oficial parece inverosímil, dado que está acreditada su detención y reclusión en días previos al momento del supuesto enfrentamiento, además los cuerpos de los que aparecieron ejecutados tenían señas de haber estado amarrados de pies y manos y signos evidentes de tortura. (…) En el informe del Ejército, en que se informa los heridos y muertos de esa Institución y las circunstancias en que estas ocurrieron entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, no se informa de la existencia del ‘Plan Leopardo’, ni aparecen los nombres de los dos soldados que la versión oficial de esa época señaló como heridos en el enfrentamiento». En el campo de prisioneros de Tejas Verdes, a cargo de Manuel Contreras, se pierde la huella de Gerardo Rubilar y Ernesto Salamanca.  En enero de 1977, a 3 años de la detención de sus hijos, Herminda Morales denunció su desaparición ante los tribunales. Al mes siguiente, el ministro de Interior, informó que «no se registraban antecedentes de los afectados, como tampoco existía resolución en su contra». El Segundo Juzgado Militar respondió que en sus Fiscalías «no se tramitaba ninguna causa contra los hermanos Ernesto Salamanca y Gerardo Rubilar». El Instituto Médico Legal comunicó que «no se registraba el ingreso de sus cadáveres». Recién en marzo de 1977, el juez citó a comparecer a la madre. Ese mismo mes, Policía Internacional ratificó que «los afectados no registraban salida del país». En abril, el juez recibió el informe de la orden de investigar encargada a la Policía de Investigaciones, en el que señalaba que se «ratificaron los hechos denunciados al entrevistar a un hermano de los afectados»; además que «las averiguaciones realizadas en cárceles, postas y hospitales no dieron resultados positivos». El 11 de mayo, Cruz Roja Internacional sugirió que «se consultara directamente a las autoridades chilenas». El organismo internacional elaboró un informe sobre la situación de los Detenidos Desaparecidos, que entregó a las autoridades y a los tribunales de justicia, sin obtener mayores resultados. Según el informe de Cruz Roja, el general Augusto Pinochet Ugarte les señaló que «las personas por las que se le consultaba ‘seguramente estaban muertas o en el extranjero’». La Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos (SENDET) informó que «Ernesto Salamanca no figura en el registro de detenidos», y que «Gerardo Rubilar permaneció detenido en el Estadio Nacional siendo liberado». Un mes después, sin realizar ninguna diligencia que aclarara esa información, el 26 de agosto de 1977 se declaró cerrado el sumario y, «dado que no quedaba plenamente establecido delito», se sobreseyó temporalmente la causa. La Corte de Apelaciones aprobó esa resolución al mes siguiente. (*) Fuente: Familia Salamanca Morales.