Zamorano Donoso Mario Jaime


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Rut : 2.596.100-5

Fecha Detención : 04-05-1976
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 05-05-1931 Edad : 44

Lugar Nacimiento : Ñuñoa – RM

Actividad Política : Partido Comunista (PC)
Actividad : Obrero marroquinero

Estado Civil e Hijos : Casado, 3 hijos
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :informe corporación

Categoría : Antecedentes del Caso

Rut : 2.596.100 de Santiago
F.Nacim. : 05 05 31, 44 años de edad
Domicilio : Estrella Solitaria 4245, Ñuñoa, Stgo.
E.Civil : Casado, tres hijas
Actividad : Obrero marroquinero
C.Repres. : Miembro del Comité Central del Partido Comunista
F.Detenc. : 4 de mayo de 1976
 

Mario Jaime Zamorano Donoso, casado, tres hijas, obrero marroquinero, miembro del Comité Central del Partido Comunista, fue detenido junto a un grupo de dirigentes de ese Partido, en una "ratonera" realizada por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) entre los días 30 de abril y 6 de mayo de 1976, en una casa ubicada en calle Conferencia 1587, sector de Estación Central en la ciudad de Santiago, de propiedad de Juan Becerra Becerra. En dicha operación los agentes también se instalaron en el domicilio ubicado en calle Alejandro del Fierro N°5113, donde vivía la madre del dueño de la casa de calle Conferencia, la señora Mercedes Barrera.
Dicho operativo dirigido contra la dirección del Partido Comunista comenzó el día 29 de abril de 1976, cuando cerca de las 20:00 horas, María Teresa Zúñiga, cuñada de Juan Becerra y que trabajaba en la fábrica de carteras que éste tenía en calle Conferencia, fue detenida en San Pablo con Las Rejas por unos sujetos, que la golpearon y la subieron a viva fuerza al automóvil, unas cuadras más adelante la vendaron y esposaron, conduciéndola a un lugar que no pudo identificar. Una vez allí los agentes le señalaron que eran de la DINA y que querían saber el paradero de Mario Zamorano Donoso. Al señalar que no conocía antecedentes sobre el afectado, los agentes la torturaron. Cerca de la 2:00 A.M. fue subida a un vehículo lleno de gente con el fin de trasladarla a otro recinto secreto de la DINA conocido como Villa Grimaldi. En dicho lugar la golpearon en la cara y diversas partes del cuerpo, preguntándole en todo momento por Mario Zamorano. Luego la sacaron al patio y ataron a un árbol, permaneciendo, desde que fue detenida, con la vista vendada.
Mientras tanto, en la madrugada del 30 de abril, aproximadamente a las 03:30 horas, al Nº1587 de calle Conferencia llegaban unos agentes de la DINA, los que preguntaron por Juan Becerra, a quien le informaron que su cuñada María Teresa Zúñiga estaba muerta y por tanto le solicitaban que los acompañara a la morgue. Subieron a un auto y a las pocas cuadras -según declarara el afectado ante el juez del 11° Juzgado del Crimen de Santiago- "me esposaron y vendaron la vista, siguieron llevándome en el automóvil cerca de una hora y media y me llevaron a un sitio de interrogatorios (Villa Grimaldi) … Allí pude ver que también estaba detenida mi cuñada, María Teresa Zúñiga. Los agentes me aplicaron corriente y golpearon a la vez que me interrogaban sobre Mario Zamorano Donoso".
Los agentes hicieron peinarse a María T. Zúñiga y la llevaron en un auto en el que se estacionaron a una cuadra de la casa de Conferencia 1587. Desde allí observaban a todos quienes entraban o salían del domicilio, ordenándole que identificara a todo aquel que llegara al lugar. Sin embargo, en ese rato nadie se presentó en el domicilio de Juan Becerra, sólo pudo observar que María Angélica Gutiérrez, esposa de éste, junto a su prima Eliana Vidal salían de la casa e inmediatamente los sujetos que estaban con ella en el auto se les acercaron y las obligaron a subir, uno de los agentes era una mujer joven apodada "lola", la que las amenazó con un arma, luego el vehículo se desplazó algunas cuadras y cambiaron a las dos últimas a otro automóvil. Los agentes volvieron a estacionarse en el mismo lugar con María T. Zúñiga.
Al poco rato, de esa mañana del 30 de mayo, vio llegar a un cuñado de Juan Becerra, Julio Maigret, a la casa de calle Conferencia. Este había concurrido temprano a su taller de cerrajería ubicado en la casa de Alejandro del Fierro 5113; allí se enteró que su cuñado había sido detenido, por tal motivo se dirigió inmediatamente hasta el domicilio de calle Conferencia, pudiendo comprobar la detención de sus familiares, por lo que decidió llevarse a los hijos de su cuñado, a Miguel Angel Retamal y a Lastenia Palacios hasta la casa de su suegra. Una vez allí se encontró con su esposa a quien le contó lo sucedido y le pidió que se fuera a su domicilio ya que lo habían seguido unos sujetos que se movilizaban en un vehículo desde la calle Conferencia.
Maigret Leyton, luego siguió trabajando en su taller, cuando, aproximadamente a las 11:00 horas, llegaron 4 individuos armados de metralletas, los que mostraron una tarjeta de identificación que decía "Dirección de Inteligencia Nacional" y le indicaron que permanecerían en la casa hasta el día siguiente y por tanto no podría salir nadie. Le insistieron que siguiera trabajando, y que aparentaran normalidad, además todo aquel que llegaba a la casa quedaba "retenido", incluso un cliente de Maigret Leyton que concurrió al lugar. La esposa de Julio Maigret, Ana Becerra, posteriormente presentó un Recurso de Amparo por sus familiares, dado que estaba en antecedentes de lo sucedido. En dicha casa permanecían la señora Mercedes Barrera, Alberto Maygret Leyton, Nadia Becerra Zúñiga, Sonia Becerra Barrera, su hijo de 10 años y otras personas, todos estuvieron ahí hasta el 6 de mayo de 1976. A dicho lugar concurrió el entonces Obispo Auxiliar de Santiago, Monseñor Enrique Alvear Urrutia, quien llevaba un remedio que necesitaba Julio Hernán Maigret, ya que su esposa le había avisado lo sucedido. Esta situación la confirmó ante el juez posteriormente, declarando que en el lugar había varios niños y los adultos mencionados; el Obispo agregaba "luego de permanecer un instante quise retirarme, pero un hombre me dijo: Ud. está detenido. Al interrogarlo, se identificó mostrando su carnet de DINA. Cuando supo que yo era Obispo decidió consultar por teléfono", posteriormente, unas dos horas más tarde, llegó un sujeto que no quiso identificarse y que procedió a interrogar al Obispo Alvear respecto de sus actividades, preguntas a las que él se negó a contestar. "Le pedí en cambio la orden de detención, a lo cual me explicó que estaba solamente 'retenido'".
Estos hechos fueron denunciados por Monseñor Alvear ante el Ministro de Justicia y al Presidente de la Corte Suprema.
Cerca de la 13:30 horas de ese día 30 de mayo, mientras María T. Zúñiga permanecía junto a los agentes en un vehículo cerca del 1587 de calle Conferencia, llegaron otros dos vehículos en los que venían custodiados por agentes Juan Becerra, su esposa, María Angélica Gutiérrez y su prima Eliana Vidal, los hicieron descender e ingresar al inmueble, igual cosa obligaron hacer a María Teresa Zúñiga, la que una vez adentro se acostó ya que se sentía muy mal, por los tratos a que había sido sometida, tenía el rostro desfigurado y dolores en todo el cuerpo, debió permanecer en cama durante varios días.
En la casa se quedaron 5 sujetos, todos armados de metralletas, los que les ordenaron hacer una vida normal, aunque no los dejaban salir del hogar, incluso las compras las hacían los agentes de la DINA, quienes cambiaban de guardia todos lo días. En el lugar permanecían además de los mencionados dos hijas del matrimonio Becerra?Gutiérrez, una prima del dueño de casa, Lastenia Palacios y Miguel Angel Retamal, quienes fueron llevados de vuelta desde la casa de Alejandro del Fierro.
Durante el día los detenidos en la "ratonera" de la calle Conferencia debían permanecer en el taller de trabajo, simulando labores de confección de carteras de cuero y atendiendo a los clientes que llegaran.
Así permanecieron en los domicilios referidos los "retenidos", mientras sus captores esperaban. El día lunes 3 de mayo llegó a la casa de Conferencia Elisa Escobar, quien comunicó a María Angélica Gutiérrez que Mario Zamorano llegaría el martes cerca de la 19:00 horas. Dejó dinero para la comida y se fue. Los agentes, que habían presionado a la familia para que ocultaran su calidad de detenidos, la observaron en todo momento desde el interior de la casa y avisaron por radio que no la detuvieran pero que fuera seguida.
El día 4 de mayo de 1976, después de una tensa espera, cerca de las 19:30 horas, entraba a la casa de Conferencia 1587, Mario Jaime Zamorano Donoso, quien tiró de un cordel que abría la puerta de entrada al igual como lo había hecho en muchas oportunidades anteriores, en ese mismo instante los agentes de la DINA se abalanzaron sobre él produciéndose un incidente entre el afectado y sus captores, en el que uno de los agentes le disparó un balazo. Los testigos escucharon el sonido de la descarga observando que Mario Zamorano Sangraba de una pierna. Los agentes lo vendaron y encerraron en una pieza posterior. María Teresa Zúñiga, quien permanecía recostada en otra habitación, pudo escuchar que uno de los agentes de la DINA hablaba por radio diciendo: "Llegó la señorita Z y ella se disparó un tiro en el muslo. Se está desangrando".
Al poco rato, cerca de la 20:00 horas, llegó Jorge Muñoz Poutays, quien luego de entrar al domicilio fue detenido por los agentes, frente a la pieza en que estaba María T. Zúñiga. Ella, miró por la ranura de la puerta y pudo ver que habían detenido a un hombre alto, delgado y de lentes. Uno de los captores informó inmediatamente por radio diciendo: "Llegó el marido de la Gladys Marín".
Cuando eran cerca de las 22:30 horas, los agentes sacaron de la casa a los dos detenidos, a Mario Zamorano lo llevaban arrastrando envuelto en una cubrecama. Los agentes hablaban de que el herido perdía mucha sangre y que podría perder la pierna. Según averiguaciones posteriores Mario Zamorano ingresó esa misma noche a la Posta Central, siendo registrado con sus iniciales M.J.Z.D. y con diagnóstico de "diabetes". Luego de permanecer en ese lugar por 5 días habría sido trasladado hasta el Hospital Militar, desde donde fue finalmente trasladado hasta el recinto de la DINA en Villa Grimaldi, al igual que los otros detenidos en calle Conferencia.
Al día siguiente, 5 de mayo, aproximadamente a las 09:00 horas llegó a la casa de calle Conferencia Jaime Patricio Donato Avendaño, quien fue inmediatamente detenido. Al rato, en momentos en que ingresaba al domicilio de Juan Becerra, fue detenido por los agentes de la DINA Uldarico Donaire Cortez. Ahí permanecieron hasta cerca de la media noche cuando fueron trasladados por los aprehensores hasta la Villa Grimaldi. El 6 de mayo, como a las 13:30 horas, llegó a la casa de calle Conferencia Elisa del Carmen Escobar Cepeda, quien preguntó por Mario Zamorano, en ese momento fue detenida por los agentes de la DINA. A las 14:00 horas la sacaron del lugar en un taxi.
En el transcurso de la tarde llegó a la casa un médico, "quien era un hombre alto, gordo en general, siendo lo más destacado su barriga, colorado, de pelo rubio canoso, que usaba lentes con mucho aumento y vestía un delantal blanco" según relatara el dueño de casa posteriormente. El hombre le dijo a los presentes que se relajaran, que durmieran y que luego de un sueño olvidarían todo: "las pesadillas, marxistas desgraciados", junto con decir lo anterior les puso música suave.
Durante el transcurso de la tarde, después de dejar libres a algunas personas que estaban detenidas en la casa, los agentes se retiraron. Los cinco dirigentes del Partido Comunista, detenidos en la casa de calle Conferencia 1587, permanecen hasta la fecha en calidad de detenidos desaparecidos.
Cabe señalar que, a pesar que el Gobierno militar negara la detención de los afectados, constan declaraciones del 14 y 17 de julio de 1976 de su División Nacional de Comunicación Social, a través de las cuales se dio a conocer que tras operativos realizados por los servicios de seguridad se había logrado desbaratar 32 casas buzón del Partido Comunista, que servían de enlace entre la Dirección Nacional de dicho partido y sus Comités Regionales; además de la detención de militantes de dicha colectividad, se agregaba que no se podían entregar más antecedentes a fin de no entorpecer la investigaciones que se realizaban.
Otro antecedente de la participación de los organismos de seguridad en la desaparición de los afectados, apareció en la edición del 12 de agosto de 1976 del semanario "Que Pasa", en el que en un artículo bajo el título "Del MIR al PC" se señala que habían sido detenidos militantes y dirigentes del Partido Comunista, tras operativos realizados por los organismos de seguridad. Incluso se entregaban nombres de algunos de los detenidos, como es el caso de Víctor Díaz y Uldarico Donaire Cortés, entre otros.

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
El 12 de mayo de 1976 ante la Corte de Apelaciones de Santiago, su cónyuge Isolina Ramírez presentó un Recurso de Amparo, rol 386?76, en favor de Mario Zamorano. El 5 de junio de 1976 fue rechazado debido a que el Ministro del Interior informó a la Corte el 26 de mayo de 1976 no tener antecedentes ni orden que lo afectara. El 8 de junio de 1976 el fallo fue confirmado por la Corte Suprema.
El 30 de junio de 1976 se recibieron los antecedentes en el 7º Juzgado de Crimen de Santiago, declarándose incompetente el Juez ese mismo día y remitiendo el proceso al 8º Juzgado de Crimen. En dicho Tribunal el Juez indicó que era obligación del Juez del 7º Juzgado conocer la causa. Luego, desde el 7º Juzgado del Crimen se enviaron los antecedentes al 5º Juzgado del Crimen por corresponderle a su jurisdicción la calle Conferencia. En dicho Tribunal se inició el 8 de agosto de 1976 la causa rol Nº102.723 por presunta desgracia de Mario Zamorano. El 8 de noviembre de 1976 se cerró el sumario y se sobreseyó temporalmente la causa por no estar establecida la comisión de delito.
El 24 de noviembre, por instrucción de la Corte de Apelaciones se reabrió el sumario y se dejó sin efecto el sobreseimiento temporal de la causa, para finalmente declararlo cerrado y sobreseer temporalmente la causa el 29 de diciembre de 1976.
El 26 de diciembre de 1979 el Ministro en Visita Servando Jordán pidió que se le remitieran los antecedentes de dicha causa a su Visita, posteriormente el 9 de enero de 1980 acumuló la causa rol Nº102.723 del 5º Juzgado del Crimen por presunta desgracia de Mario Zamorano a la causa rol Nº16.455 tramitada por la Visita y que conocía de las desapariciones de Elisa Escobar Y Lenín Díaz.
El 5 de agosto de 1976 se presentó un segundo Recurso de Amparo rol Nº696?76 en favor de Mario Zamorano Donoso, Jaime Donato Avendaño y Jorge Muñoz Poutays, ante la Corte de Apelaciones de Santiago. El recurso fue rechazado el 17 de septiembre de 1976, en base a un informe del Ministro del Interior en que señalaba que no existían antecedentes de los afectados en su Secretaría. El recurso fue fallado sin que se oficiara a la DINA como se pidió en la presentación del amparo. Finalmente la Corte Suprema confirmó el fallo de la Corte de Apelaciones.
El 26 de junio de 1976 se presentó una querella criminal ante el 11er. Juzgado del Crimen por el delito de secuestro de Mario Zamorano, Jaime Donato y Jorge Muñoz. En la presentación se solicita al Juez que se cite a declarar al Coronel de Ejército Manuel Contreras Sepúlveda, Director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). La querella quedó rolada con el Nº6.799 13.
Las diversas autoridades consultadas negaron la detención de los afectados.
Ante una queja de la DINA presentada a la Corte Suprema, por encontrar "prepotente e insolente" que el Juez del 11er. Juzgado citara a su jefe máximo a declarar, dicha Corte resolvió que el mencionado Juez se "limitara a los hechos concretos que son materia del proceso respectivo"; la resolución está fechada el 14 de septiembre de 1979.
El 20 de septiembre de 1976 declaró ante el Juez el entonces Obispo Auxiliar de Santiago, Monseñor Enrique Alvear Urrutia, confirmando los hechos vividos por él en la calle Alejandro del Fierro Nº5113.
El Gobierno chileno informó verbalmente a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y al Relator Especial para el caso chileno, que Mario Zamorano y Jorge Muñoz habían salido del país, sin poder comprobar posteriormente dichas informaciones.
El 27 de abril de 1978 el Juez declaró cerrado el sumario dado que "resulta inoficioso proseguir la investigación", esto por la aplicación de la Ley de Amnistía, D.L. 2.191.
El 3 de mayo se sobreseyó definitivamente la causa. Siendo reabierta y repuesta al estado de sumario el 9 de agosto de 1978, debido a la apelación presentada por la parte querellante ante la Corte de Apelaciones de Santiago.
El 31 de agosto de 1978 el Coronel de Ejército Jerónimo Pantoja, Jefe del Estado Mayor de la CNI, informó al Juzgado que la Central Nacional de Informaciones (CNI) sólo informa a través del Ministerio del Interior y no directamente a los Tribunales. Por su parte dicha Secretaría de Estado, por medio del Ministro Sergio Fernández F., indicó al Juez que ya se le había informado no tener antecedentes de los afectados, enviándole fotocopias de los oficios anteriores y sin responder a lo consultado en la oportunidad.
El 26 de marzo de 1979 se acumuló la presente causa rol 6.799 del 11er. Juzgado del Crimen a la causa rol 16.455 del 9º Juzgado del Crimen por presunta desgracia de Lenín Díaz y Elisa Escobar. La causa quedó radicada en el 9º Juzgado del Crimen.
En julio de 1977 se presentó desde el extranjero un Recurso de Amparo, rol N°398 77, por varias personas detenidas y desaparecidas por acción de los organismos de seguridad chilenos, entre los amparados se encontraba Mario Zamorano. Dicha presentación ante la Corte de Apelaciones de Santiago fue realizada entre otras personalidades por Francois Mitterand, entonces Secretario General del Partido Socialista Francés y Senador de la República; por el Arzobispo de París, Monseñor Marty y patrocinado por el Presidente de la Orden de los abogados de París, Louis Pettitit. La Corte señalada no acogió el amparo.
El 25 de junio de 1979 se remite el proceso rol N°16.455 del 9° Juzgado del Crimen de Santiago al Sr. Ministro en Visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, don Servando Jordán López, quien fuera nombrado en tal calidad por la Corte Suprema el 28 de marzo de 1979, con el fin de que investigara los casos de detenidos desaparecidos denunciados en Santiago.
El 5 de julio de 1979 el Ministro en Visita asume la tramitación de la causa rol 16.455. Ese mismo día decretó una serie de diligencias, entre otras, tener a la vista la causa rol Nº1.483 76 del 2º juzgado Militar de Santiago, que investigó los mismos hechos de la presente causa y que se encuentra sobreseída temporalmente desde el 22 de julio de 1977.
Durante el mes de julio de 1979 comparecieron ante el Ministro Servando Jordán diversos testigos del caso de calle Conferencia y Alejandro del Fierro.
Finalmente, el 28 de abril de 1980, el Ministro en Visita resolvió remitir los antecedentes de la causa a la 2ª Fiscalía Militar de Santiago por corresponderle el conocimiento, declarándose incompetente. Donde la causa sería acumulada a la querella caratulada "Contra Contreras y otros" rol 553 78 iniciada en el 10º Juzgado del Crimen de la Capital y enviada por incompetencia del Tribunal civil a la Justicia Militar.
La mencionada querella había sido presentada el 1° de agosto de 1978, por familiares de 70 desaparecidos, entre los que se contaban los de Mario Zamorano Donoso, ante el 10mo. Juzgado del Crimen de Santiago, por el delito de secuestro agravado en contra del General (R) Manuel Contreras Sepúlveda, del Coronel de Ejército Marcelo Luis Moren Brito y del Teniente Coronel de Ejército Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo. Al Tribunal se entregaron además las identidades de otros agentes de la Dirección de Inteligencia (DINA), los antecedentes de recintos secretos de detención del mencionado organismo y otros datos relativos a su estructura y medios con que contaba la DINA.
Sin realizar ninguna diligencia, el 10 de agosto de ese año la Jueza del 10mo. Juzgado se declaró incompetente y remitió los antecedentes a la Justicia Militar, después de varias apelaciones en mayo de 1979 la causa se radicó en la 2a. Fiscalía Militar de Santiago bajo el rol N° 553 78.
En 1983 el Tribunal tuvo a la vista los cuatro cuadernos de instalación de la Visita Extraordinaria por casos de detenidos desaparecidos de la Región Metropolitana, que sustanció el Ministro Servando Jordán, en ellos se contenía importante información respecto al actuar de la DINA y a la responsabilidad de ese organismo de seguridad en cientos de detenidos desaparecidos.
Sin que se realizaran diligencias durante cuatro años, el 20 de noviembre de 1989, el Teniente Coronel de Ejército Enrique Ibarra Chamorro, Fiscal General Militar, solicitó para esta causa la aplicación del Decreto Ley de Amnistía (D.L. 2.191), porque el proceso había tenido como finalidad exclusiva la investigación de presuntos delitos ocurridos durante el período comprendido entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978 y porque, durante los 10 años de tramitación, no se había logrado "determinar responsabilidad de persona alguna". El 30 de noviembre de 1989, la solicitud fue acogida por el 2° Juzgado Militar, el que sobreseyó total y definitivamente la causa, la que aún se encontraba en etapa de sumario, por "encontrarse extinguida la responsabilidad penal de las personas presuntamente inculpadas en los hechos denunciados". Las partes querellantes apelaron de dicha resolución a la Corte Marcial, la que confirmó el fallo en enero de 1992. Se interpuso entonces un Recurso de Queja ante la Corte Suprema de Justicia, la que al mes de diciembre de 1992, aún no evacuaba su resolución.
(Antecedentes completos de la querella en contra de Manuel Contreras se encuentra en el caso de Eduardo Alarcón Jara, 30 de julio de 1974).
Isolina Ramírez realizó innumerables gestiones ante organismos y autoridades nacionales como internacionales, a organismos humanitarios, sindicales, entre otros, sin lograr que se reconociera la detención y desaparecimiento de su cónyuge, Mario Zamorano.


Caso Conferencia: Juez Guzmán dicta sobreseimiento definitivo a Contreras

Fuente :Primera Linea 21 de Junio  2002

Categoría : Prensa

El ministro de fuero Juan Guzmán Tapia decidió sobreseer definitivamente al ex director de la DINA general (r) Manuel Contreras por el caso Calle Conferencia, donde se investiga la desaparición de la cúpula del Partido Comunista tras el golpe militar de 1973.

El abogago defensor Juan Carlos Manns declaró a radio Cooperativa que el juez aplicó el sobreseimiento definitivo porque anteriormente ya se había adoptado una decisión de este tipo por parte de la Corte de Apelaciones de Santiago.

En este caso se indaga la desaparición de dirigentes comunistas detenidos el 4 de mayo de 1976 en Conferencia 1587. Entre las víctimas se encuentra Jorge Muñoz (esposo de Gladys Marín) Mario Zamorano Donoso, Jaime Donato Avedaño, Uldarico Donaire Cortés y Elisa Escobar Cepeda. Además, se estima que Víctor Díaz López, padre de la presidenta Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Viviana Díaz, murió en el crimen.

 


Caso Conferencia: Querellantes apelan por sobreseimiento de Contreras

Fuente :Primera Linea 25 de Junio 2002

Categoría : Prensa

El abogado querellante en el caso Calle Conferencia, Nelson Caucoto, apeló ante la Corte de Apelaciones de Santiago por la resolución del ministro de fuero Juan Guzmán de sobreseer al ex director de la disuelta DINA, general (R) Manuel Contreras.

El magistrado cerró el proceso en contra de Contreras aplicando el principio de "cosa juzgada", ratificando una resolución similar del tribunal de alzada capitalino.

Para el profesional, la resolución ya que afecta a sus representados, los hijos de Bernardo Araya, ex secretario de la Central Unica de Trabajadores (CUT), desaparecido desde un inmueble de calle Alejandro Fierro el 30 de abril de 1976.

Caucoto explicó que no es posible aplicar el principio de "cosa juzgada" ya que nunca se investigaron los hechos de estas detenciones conocidas como calle Venecia, paralelo al caso calle Conferencia.

En este caso se indaga la desaparición de dirigentes comunistas detenidos el 4 de mayo de 1976 en Conferencia 1587. Entre las víctimas se encuentra Jorge Nuñez (esposo de Gladys Marín) Mario Zamorano Donoso, Jaime Donato Avedaño, Uldarico Donaire Cortés y Elisa Escobar Cepeda. Además, se estima que Víctor Díaz López, padre de la presidenta Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Viviana Díaz, murió en el crimen

 


Caso Conferencia: Confirman proceso a general (R) Benavides

Fuente :16 de Julio 2005 El Mostrador

Categoría : Prensa

La quinta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el procesamiento del ex ministro de Pinochet César Benavides Escobar, rebajando su participación de cómplice a encubridor del delito de secuestro calificado en contra de 3 detenidos desaparecidos, víctimas de la denominada “Calle Conferencia”.

El general en retiro había sido encausado por el jubilado ministro Juan Guzmán Tapia en los casos de Víctor Díaz López, Eliana Espinosa Sernádez y Mario Zamorano Donoso.

En tanto, la instancia, compuesta por los ministros Carlos Gajardo, Amanda Valdovinos y el abogado integrante Roberto Mayorga, revocó los procesamientos de otros dos uniformados, individualizados como Juan González Dubó y Sergio Castro Cano, quienes habían sido encausados por el delito de obstrucción a la Justicia, en la investigación por secuestro con resultado de homicidio de Marta Ugarte Román.

 


Calle Conferencia: Corte de Apelaciones sobresee a general (r) Manuel Contreras

Fuente :La Nacion, 2 de Septiembre 2005

Categoría : Prensa

La Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago sobreseyó y exculpó de toda responsabilidad al ex jefe de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), general (r) Manuel Contreras Sepúlveda.

El retirado oficial, según informó el abogado Juan Carlos Manss, era investigado por los secuestros que sufrieron la cúpula del Partido Comunista en 1976, caso conocido como "Calle Conferencia".

De acuerdo a los ministros Dobra Lusic, Rosa María Maggi y la abogada integrante Ángela Radovic, corresponde aplicar el principio de cosa juzgada.

El 2002 la sala de verano del tribunal de alzada capitalino sobreseyó a Contreras de su participación en las desapariciones de Jorge Muñoz, Mario Zamorano, Jaime Donato, Víctor Díaz López y Eliana Espinoza Fernández, quienes fueron detenidos en un operativo desplegado entre abril y agosto de 1976, el cual estuvo dirigido a neutralizar a los militantes del PC en la clandestinidad.

Luego la resolución fue confirmada por la Corte Suprema, debiendo el ministro de fuero Juan Guzmán Tapia, desistirse de investigarlo.

El abogado Manns afirmó que con este dictamen queda claro que su representado no tuvo participación alguna en los ilícitos que se investigan

 


Corte de Santiago condena a 47 exagentes de la DINA por secuestros y homicidio calificado en Caso Conferencia 1

Fuente :pjud.cl, 25 de Abril 2023

Categoría : Prensa

En la sentencia (rol 2.545-2019),  la Sexta Sala del tribunal de alzada –integrada por las ministras Graciela Gómez, Andrea Díaz-Muñoz y el ministro Matías de la Noi- confirmó la sentencia del ministro en visita Miguel Vázquez Plaza en contra de los condenados, pero modificó las penas al cambiar la participación de algunos condenados de complicidad a autoría.

La Corte de Apelaciones condenó a 47 exagentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por los secuestros calificados de Mario Jaime Zamorano Donoso, Onofre Jorge Muñoz Poutays, Uldarico Donaire Cortez, Jaime Patricio Donato Avendaño, Elisa del Carmen Escobar Cepeda, Lenin Adán Díaz Silva, Víctor Manuel Díaz López y Eliana Marina Espinoza Fernández, y el homicidio calificado de Víctor Díaz López, víctimas del denominado caso Conferencia 1.

En la sentencia (rol 2.545-2019),  la Sexta Sala del tribunal de alzada –integrada por las ministras Graciela Gómez, Andrea Díaz-Muñoz y el ministro Matías de la Noi- confirmó la sentencia del ministro en visita Miguel Vázquez Plaza en contra de los condenados, pero modificó las penas al cambiar la participación de algunos condenados de complicidad a autoría.

El fallo condena a Pedro Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff Martchenko a 20 años de presidio por su responsabilidad como autores de secuestros calificados.

En tanto,  Emilio Troncoso Vivallos, Claudio Pacheco Fernández, Jorge Díaz Radulovich, Orlando Altamirano Sanhueza, Eduardo Cabezas Mardones, Guillermo Díaz Ramírez, Orlando Torrejón Gatica, Víctor Manuel Álvarez Droguett, Carlos Miranda Mesa, Carlos López Inostroza, Lionel Medrano Rivas, Juvenal Piña Garrido, José Ojeda Obando, José Seco Alarcón, Roberto Rodríguez Manquel, Leonidas Méndez Moreno, fueron condenados a 15 años de presidio como autores de secuestros calificados.

En tanto,  Sergio Escalona Acuña, Gladys Calderón Carreño, Sergio Pichunmán Cariqueo deberán cumplir una pena de 12 años de presidio por el homicidio calificado de Víctor Díaz López y una pena de 5 años y un día de presidio por su responsabilidad en el secuestro calificado de la misma víctima.

El agente Juan Morales Salgado cumplirá una pena de 8 años de presidio por su responsabilidad en el secuestro calificado de la víctima Díaz López.

Los agentes Jorge Andrade Gómez y Federico Chaigneau Sepúlveda deberán cumplir una pena de 6 años de presidio por su responsabilidad en el secuestro calificado de Víctor Díaz López.

Finalmente, Elisa Magna Astudillo, Orfa Saavedra Vásquez, Celinda Aspe Rojas, Teresa Navarro, Navarro, Berta Jiménez Escobar, Jorge Arriagada Mora, Eduardo Oyarce Riquelme, Ana Vilches Muñoz, Italia Vaccarella Gilio, Jorge Manríquez Manterola Sotelo, Gustavo Guerrero Aguilera, Luis Lagos Yáñez, María Angélica Guerrero Soto, Sergio Castro Andrade, Pedro Gutiérrez Valdés, Joyce Ahumada Despouy, Hiro Álvarez Vega, José Miguel Meza Serrano, Carlos Bermúdez Mendez, Marilin Silva Vergara, Camilo Torres Negrier y Juan Suazo Saldaña fueron sentenciados a 5 años y un día de presidio como autores del secuestro calificado de Víctor Díaz López.

El fallo del tribunal de alzada considera, para aumentar la pena y cambiar la participación los siguientes hechos:

 Que a efectos de determinar el quantum de la pena, se tendrá presente:

1.- Que en la especie, se han tenido por acreditados 8 delitos de secuestro calificado, cometidos en las personas de Mario Jaime Zamorano Donoso, Onofre Jorge Muñoz Poutays, Uldarico Donaire Cortez, Jaime Patricio Donato Avendaño, Elisa del Carmen Escobar Cepeda, Lenin Adán Díaz Silva, Víctor Manuel Díaz López y Eliana Marina Espinoza Fernández, y el homicidio calificado de Víctor Díaz López.

2.- Que como autores de los 8 delitos de secuestros antes indicados resultarán sancionados Pedro Espinoza Bravo, Miguel Krassnoff Martchenko, Emilio Troncoso Vivallos, Claudio Pacheco Fernández, Jorge Díaz Radulovich, Orlando Altamirano Sanhueza, Eduardo Cabezas Mardones, Guillermo Díaz Ramírez, Orlando Torrejon Gatica, Víctor Manuel Alvarez Droguett, Carlos Miranda Mesa, Carlos López Inostroza, Lionel Medrano Rivas, Juvenal Piña Garrido, José Alfonso Ojeda Obando, José Domingo Seco Alarcón, Roberto Rodríguez Manquel y Leonidas Méndez Moreno.

3- Que su turno, Juan Hernán Morales Salgado, Jorge Andrade Gómez, Sergio Escalona Acuña, Gladys Calderón Carreño, Jorge Pichunman Curiqueo, Nelson Herrera Lagos, Federico Chaigneau Sepúlveda, Elisa Magna Astudillo, Orfa Saavedra Vásquez, Celinda Angélica Aspe Rojas, Teresa Navarro Navarro, Berta Jiménez Escobar, Jorge Arriagada Mora, Eduardo Oyarce Riquelme, Ana Vilches Muñoz, Italia Vaccarella Gilio, José Manuel Sarmiento Sotelo, Gustavo Guerrero Aguilera, Luis Lagos Yáñez, María Angélica Guerrero Soto, Sergio Castro Andrade, Pedro Gutiérrez Valdés, Joyce Ahumada Despouy, Hiro Alvarez Vega, José Miguel Meza Serrano, Carlos Bermúdez Méndez, Marilin Silva Vergara, Camilo Torres Negrier y Juan Edmundo Suazo Saldaña serán condenados como co autores del secuestro calificado de Víctor Díaz Lopez.

4.- Que, además, se ha establecido la responsabilidad de Juan Hernán Morales Salgado, Juvenal Piña Garrido, Sergio Escalona Acuña, Gladys Calderón Carreño y Jorge Pichunman como autores de homicidio calificado de Víctor Díaz López.

5.- Que el delito de secuestro agravado, a la fecha de los hechos, tenía  asignada la pena de presidio mayor en cualquiera de sus grados, en tanto que el homicidio calificado, la de presidio mayor en su grado medio a perpetuo.

6.- Que favorece a todos los acusados la minorante de responsabilidad penal de su irreprochable conducta anterior”, dice el fallo.

Agrega: “Que para los efectos de regular la sanción aplicable a los acusados indicados en el N° 1 del motivo precedente, por los 8 delitos de secuestro calificado establecidos, en la determinación de la pena a imponer se dará aplicación a lo previsto en el artículo 509 del Código de Procedimiento Penal, regulándose una sola por todos ellos, haciendo regir la norma del inciso segundo del citado artículo 509, pues resulta más favorable que la regla del artículo 74 del Código Penal, y considerando cualquiera de los secuestros para el aumento de grado por la reiteración, puesto que todas las infracciones consideradas aisladamente y con las circunstancias del caso, tienen asignada en la ley el mismo castigo.”

La sentencia también razona: “Que, como se señaló precedentemente, a los acusados indicados en el punto 1 del motivo 36°, les beneficia una atenuante y no les perjudican agravantes, de modo tal que conforme al inciso segundo del artículo 68 del Código Penal no se aplicará el grado máximo de la pena señalada en abstracto por la ley en cada uno de los delitos de secuestro, excluyéndose el presidio mayor en su grado máximo. Seguidamente, se aumentará todo el marco penal en un grado en razón de la reiteración, quedando éste en definitiva en presidio mayor en sus grados medio a máximo, regulándose la cuantía específica de la sanción privativa de libertad que se decida respecto de cada uno en consideración a la extensión del mal causado por los Ilícitos -desaparición personas por casi cuarenta y siete años- con arreglo a lo previsto en el artículo 69 del Código Penal, y a la participación que les cupo específicamente a todos los condenados en ellos, atendiendo a su posición institucional y operativa.

En consecuencia, respecto de Espinoza Bravo y Krassnoff Martchenko, la sanción a imponer se mantendrá en el quantum establecido por el sentenciador de primera instancia, atento a los roles desempeñados por ambos en la planificación y perpetración de los citados delitos, a la entidad del mal causado con tal proceder y su graduación a la época, elementos que permiten dirigir a su respecto un reproche más enérgico, sin que la consideración de la minorante reconocida pueda alterar el quantum regulado en atención a que los criterios enunciados precedentemente permiten así determinarlo.

En relación a Emilio Troncoso Vivallos, Claudio Pacheco Fernández, Jorge Díaz Radulovich, Orlando Altamirano Sanhueza, Eduardo Cabezas Mardones, Guillermo Díaz Ramírez, Orlando Torrejón Gatica, Víctor Manuel Alvarez Droguett, Carlos Miranda Mesa, Carlos López Inostroza, Lionel Medrano Rivas, Juvenal Piña Garrido, José Alfonso Ojeda Obando, José Domingo Seco Alarcón, Roberto Rodríguez Manquel y Leonidas Méndez Moreno, la pena a imponer como coautores de los ocho secuestros calificados se regulará en la parte alta del grado menor resultante de la operación de incremento por la reiteración de delitos, esto es, en el segmento del presidio mayor en su grado medio, teniendo para ello en cuenta la gravedad de los hechos, el amparo e impunidad de la que gozaron por todo el tiempo transcurrido desde la comisión de los ilícitos, su número y la extensión del mal causado.”

“Que en el caso de Juan Hernán Morales Salgado, Jorge Andrade Gómez, Sergio Escalona Acuña, Gladys Calderón Carreño, Jorge Pichunman Curiqueo, Nelson Herrera Lagos, Federico Chaigneau Sepúlveda, Elisa Magna Astudillo, Orfa Saavedra Vásquez, Celinda Angélica Aspe Rojas, Teresa Navarro Navarro, Berta Jiménez Escobar, Jorge Arriagada Mora, Eduardo Oyarce Riquelme, Ana Vilches Muñoz, Italia Vaccarella Gilio, José Manuel Sarmiento Sotelo, Gustavo Guerrero Aguilera, Luis Lagos Yáñez, María Angélica Guerrero Soto, Sergio Castro Andrade, Pedro Gutiérrez Valdés, Joyce Ahumada Despouy, Hiro Alvarez Vega, José Miguel Meza Serrano, Carlos Bermúdez Méndez, Marilin Silva Vergara, Camilo Torres Negrier y Juan Edmundo Suazo Saldaña la sanción a aplicar como co autores del secuestro calificado de Víctor Díaz Lopez también tomará en consideración la gravedad del delito, la protección institucional de la que gozaron los acusados y que impidió tanto el oportuno esclarecimiento del hecho como el establecimiento de sus responsabilidades en su momento, amén de la extensión del mal provocado, por lo que la sanción a imponer – excluyendo la parte alta del tramo, en atención a la concurrencia de la modificatoria de responsabilidad penal reconocida en favor de todos ellos- se determinará en la parte alta del tramo mínimo para la jefatura (Morales Salgado), – procediendo a regular la sanción de los restantes en razón de sus respectivas responsabilidades y posiciones institucionales, lo que permite ratificar lo decidido respecto de Andrade Gómez y ajustar a ese parámetro la situación de Chaigneau Sepúlveda.”, fundamenta la sentencia.

El fallo de la Corte continúa: “Que, por último, la sanción a imponer a Juan Hernán Morales Salgado, Juvenal Piña Garrido, Sergio Escalona Acuña, Gladys Calderón Carreño y Jorge Pichunman, en cuanto autores del homicidio calificado de Víctor Díaz López debe ser individualizada separadamente, como lo indica el juez del grado, atendida la imposibilidad de aplicar en este caso, a su respecto, el artículo 509 del Código de Procedimiento Penal, al no ser delito de la misma especie que el secuestro calificado de dicha víctima, y por el cual también se ha hecho efectiva su responsabilidad penal.

Para su regulación y atendida la consideración de la gravedad y crueldad del hecho, el tiempo transcurrido en su favor y en perjuicio del esclarecimiento de la verdad, la extensión del mal provocado, el grado que ostentaba Morales Salgado al momento de los hechos, las funciones ejecutadas por éste y las desplegadas por sus subordinados, es que se comparte la determinación efectuada en la sentencia apelada al respecto, sin que la consideración de la minorante reconocida pueda alterar el quantum regulado, habida cuenta de los factores enunciados precedentemente y que han presidido el proceso de determinación efectuado, motivo por el cual se ratificará lo resuelto en esta parte.”

En el aspecto civil se condenó al Fisco a pagar indemnización a los familiares de las víctimas en los montos que se detallan en el fallo.


MARIO ZAMORANO, UN HÉROE DE NUESTRA ÉPOCA

Fuente :elboletinrojo.blogspot.com 5/5/2021

Categoría : Prensa

  Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

(Este trabajo está basado en buena parte  en las investigaciones del compañero  Tito Murillo)

El 5 de mayo de 1931 nació Mario Jaime Zamorano Donoso en una vivienda de Crescente Errázuriz 1390,  comuna de Ñuñoa.

Su padre Pedro  Nolasco Zamorano Olivares, nacido en 1905, era mecánico. Toda su vida trabajó en distintas maestranzas de Ñuñoa. Fue militante del Partido Comunista y un activo sindicalista en todas las faenas en que laboró. Ocupó el cargo de presidente del Sindicato de la Fábrica Mercandino, ubicada en calle Infante al llegar a avenida Grecia.

La madre, Elena Donoso, dueña de casa, era una mujer muy alegre,  le gustaba cantar y tocar la guitarra. Fue simpatizante comunista.  Falleció a los 33 años de tuberculosis. 

Después del nacimiento de Mario, sus padres y una tía suya, Raquel Zamorano, se trasladaron a una vivienda ubicada en la calle San Luis, actualmente Holanda, comuna de Ñuñoa. En 1938, el padre compró una casa en calle Estrella Solitaria N.º 4245, también en Ñuñoa. 

Tuvo tres hermanos Sergio, Hugo y Gloria.  

MARIO SE INCORPORA A LAS JUVENTUDES COMUNISTAS

Antes de dedicarse por entero a sus actividades políticas fue obrero del cuero “marroquinero” desde los 14 años.

En una entrevista a “Barricada Juvenil” en 1958, Mario Zamorano, respondió a pregunta sobre la iniciación de sus tareas políticas: 

“ Empecé  a trabajar en el Sindicato del Cuero y participo en el Congreso de Unidad de las Federaciones del Cuero, En 1947, en plena ilegalidad, ingresé a las JJCC, a raíz de la Huelga del Carbón” 

¿Cuál fue su primera tarea política ?

No fue precisamente políticas, dadas las condiciones. Me destinaron a trabajar en un frente de masas, en un Club Deportivo. “ Los Valientes“, de la Población Arturo Prat de Ñuñoa, del cual fui Presidente”.

ENCARGADO SINDICAL Y DE FINANZAS

En 1947, Mario Zamorano fue elegido miembro del Comité Regional Santiago de las Juventudes Comunistas de Chile. Fue encargado sindical

El 5  de junio de 1949 participó Mario en una concentración frustrada por el gobierno de Gabriel González Videla, cayó en la matanza de la Avenida Matta con una bala de carabina en la espalda. Preso y herido, quedó  en libertad cuando el juez se asustó  ante una hemorragia que tuvo en el tribunal.

Una vez en libertad, se reintegró al trabajo y fue elegido Secretario de Finanzas de Comité Regional Santiago de las JJ CC de Chile.

LA HUELGA DE LA “CHAUCHA” (AGOSTO 1949)

El gobierno Gabriel González Videla decretaba alzas y más alzas. Lo que colmó la paciencia de la gente fue cuando  elevó las tarifas de la locomoción colectiva en   veinte centavos.

El martes 16 de agosto de 1949, se iniciaron vigorosas y masivas acciones callejeras, bautizadas como  “huelga de la chaucha”, (chaucha se llamaba a la moneda de veinte centavos). Fueron las más grandes y combativas contra el gobierno de González Videla.

COMO RECUERDO A MARIO ZAMORANO

“Conocí a Mario a comienzos de los años cincuenta. Por entonces,  era yo secretario político del Comité Local de San Antonio de las Juventudes Comunistas. Mario, era miembro  del Comité Regional Santiago.

En más de una oportunidad, participó en las reuniones del Comité Local de San Antonio. Lo recuerdo de regular estatura, amplia frente, nariz aguzada, semblante algo colorado, con un tono algo nasal en su voz. Siempre muy preciso en sus intervenciones. De una sencillez, modestia y fraternidad emocionantes.  Era un joven obrero,  que tenía una innata condición de educador. Daba el consejo oportuno. En una ocasión quedé muy preocupado porque el Comité Local de San Antonio había tomado un acuerdo totalmente equivocado. Se lo comenté a Mario. Esto con su acostumbrada calma, me dijo:

-Tienes razón, es un muy mal acuerdo. Pero no te preocupes, si tú no lo impulsas, pasará al olvido.

Seguí su consejo y ocurrió como Mario lo había dicho.

Otra vez, conversando con él, me lamenté porque algunos miembros del Comité Local no trabajaban como debiera ser. Mario me miró fijamente y me dijo:

-Compañero Iván, en las Juventudes Comunistas, como en toda organización de seres humanos, hay quienes van adelante, son los más cumplidores, son la vanguardia. Nosotros debemos afirmarnos en ellos, sin descuidar a quienes se retrasan. Es un honor estar en la primera línea.

LOS JÓVENES EN LA LUCHA CONTRA LAS ALZAS

El lunes 1º de abril de 1957 estudiantes, convocados por la FECH,  celebraron amplia asamblea.  Carabineros rodearon el local de la FECH, ubicada en San Isidro con Alameda.

Finalizada la reunión, universitarios y secundarios salieron a la calle. Formaban alegres rondas, cantaban y  coreaban consignas contra las alzas. Desafiaban valientemente a las fuerzas policíacas. La gente que pasaba por la calle y la que miraba desde los edificios los aplaudía con admiración y entusiasmo. Así les brindaba su apoyo. 

Un grupo de estudiantes iba por la calle Miraflores cantando. Entre Huérfanos y Merced, sin mediar provocación alguna, sin previo aviso, carabineros dispararon contra los jóvenes. Cayó muerta la estudiante universitaria Alicia Ramírez Patiño. Su cadáver quedó ante la puerta del Teatro Miraflores.

LA “BATALLA DE SANTIAGO”

El martes 2 de abril de 1957 las movilizaciones adquirieron más fuerza, motivadas por la indignación  que produjo la noticia del  asesinato de Alicia Ramírez. Masivas marchas de obreros y estudiantes recorrían las calles. La policía se vio impotente para contener a los manifestantes. Cuando los reprimían, obreros de las construcciones  lanzaban ladrillos y otros elementos contundentes contra carabineros.

En la noche del martes 2 de abril de 1957, el general Gamboa leyó por cadena nacional de emisoras un “parte de guerra” de lo que calificó como la “Batalla de Santiago”. Informó que la situación estaba controlada y que el “enemigo” tuvo 18 muertos y 500 heridos. Posteriormente la cifra oficial de asesinados subió a 21. Sin embargo, diferentes testimonios, hacen aumentar en mucho esa cantidad.

FORMAN UNA FAMILIA

El 28 de junio de 1957 Mario e Isolina Ramírez contrajeron matrimonio. Se habían conocido hacia 1952 en las Juventudes Comunistas de  la Quinta Comuna (Independencia).

emblemáticas de la zona sur de  Santiago, particularmente durante

Mario e Isolina tuvieron tres hijas todas nacidas en Santiago: Lucía Elena, Lina Isolda y Juana Kira.

ELEGIDO MIEMBRO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO

En el  XV Congreso Nacional  del Partido Comunista, efectuado entre el 18 y 23 de noviembre de 1958, Mario Zamorano -siendo militante y dirigente de las JJCC- fue elegido  miembro del Comité Central del Partido. (Será  reelegido en todos los congresos siguientes, hasta el XVIII Congreso, realizado entre el 23 y 29 de noviembre de 1969).

A LA CABEZA DEL COMITÉ REGIONAL SANTIAGO

Entre el sábado 20 y el martes 23 de febrero  de 1960 tuvo lugar el IV  Congreso Nacional Extraordinario de las Juventudes Comunistas de Chile

“El Siglo” en su edición del 24 de febrero de 1960 publicó en su primera página una fotografía de los 25 miembros del nuevo Comité Central de las JJ CC. Elegidos en el IV Congreso. En páginas interiores entregó la nómina de esos 25 dirigentes:

Quince reelegidos:  Mario Zamorano Donoso, Luis Humberto Moya, Carlos Jorquera (Carucho), Jorge Insunza, Rosendo Rojas, Enrique París, José Fernández, Manuel Olivares,  Elisa Escobar, Luis Guastavino, Alberto Olivares,  Jorge Muñoz, Emilio Rojo,  Iván Ljubetic y Semiramis Llanos.

Diez nuevos: Gladys Marín, Osvaldo Estay, Tilio Andaur, Heriberto Medina, Graciela González, Luis Sánchez,  Omar Córdova, Carlos Toro, Mundo Chacón y Horacio Muñoz.

Al constituirse el nuevo CC, fue elegido por unanimidad como Secretario General el obrero marroquinero y candidato a diputado por Santiago, Mario Zamorano Donoso.

VII CONFERENCIA NACIONAL DE LAS JJ CC

Entre el 15 y el 18 de  julio de 1965 tuvo lugar la VII Conferencia Nacional de las Juventudes Comunistas. Mario Zamorano,  su Secretario General, entregó el Informe Central. En parte de éste señaló:

“Ante el ataque a nuestro Partido, debemos responder uniendo más fervorosamente nuestras filas. Ante el ataque anticomunista debemos responder como un solo hombre. No sueñen los enemigos de Chile y la revolución con hacer mella en la unidad del Partido y las Juventudes Comunistas. No olvide la contrarrevolución, cualquiera que sea el ropaje con que se vista, que no hay lugar más a la izquierda de los comunistas, tratar de hacerlo, s caerse a la Derecha a la barricada reaccionaria y al charco del oportunismo.

Hay levantamos más alto las banderas de nuestros principios. Las invencibles banderas del Marxismo-Leninismo, que en nuestros días se transforman en el faro de miles y miles de jóvenes chilenos, de millones y millones de jóvenes en el mundo entero.

Camaradas adelante, el futuro nos pertenece. El futuro de la justicia y la felicidad.

¡Vivan las inmortales ideas del Comunismo!

¡Viva el glorioso Partido Comunista de Chile!

¡Viva Chile libre de la explotación imperialista!”

PROMOVIDO AL PARTIDO

En esa VII Conferencia, Mario Zamorano dejó el cargo de Secretario General de las Juventudes Comunistas al ser promovido al Partido. Gladys Marín pasó a ser la máxima autoridad de las JJ CC.

Otros miembros de las Juventudes Comunistas promovidos al Partido en la VI Conferencia Nacional, fueron: Jorge Muñoz, designado miembro de la Comisión Nacional de Control y Cuadros; Jorge Insunza, que quedó como director de El Siglo; Elisa Escobar, integrante de la Comisión Nacional de Organización e Iván Caro, a la Comisión Militar.

TESTIMONIO DEL “NEGRO BARRIOS”

Luis Moya (“Luis Barrios”), uno de los dirigentes que más estrechamente trabajó con Mario Zamorano en las JJ CC, recuerda  así a su compañero y amigo: “Cuando me incorporé a las JJ CC Mario era el Encargado Sindical del CR de la provincia de Santiago. Estaba preocupado siempre de actuar hacia los trabajadores, hacia los obreros. Y esta es una de las cosas que debemos hoy rescatar.

Trabajamos juntos en el CR. Él era el Secretario; en un  tiempo yo fui Organización. Ahí la compañera Isolina era la Encargada de Finanzas.

Después me correspondió trabajar con Mario en el CC de las JJ CC. Entonces lo fui conociendo mejor y admirando más sus cualidades. Lo que deseo resaltar más aquí, fue su condición de formador de cuadros. Por su forma de acercarse, por su forma de expresarse, por su forma de plantear las cosas, cada oportunidad que se estaba con Mario era una verdadera clase, una enseñanza. Creo que fueron cientos y miles de jóvenes y, posteriormente, cuando pasó al Partido, que se incorporaron a la militancia comunista, en la Jota o en el Partido. Ello a través de sus palabras, de sus acciones.

Otra cualidad era su claridad política. Recuerdo que cuando posiciones extrañas (reinosismo) querían ganarse a las JJ CC, Mario Zamorano mostró su fuerza, su coraje para defender la línea política del Partido. Yo creo que, gracias a él, en la provincia de Santiago, las JJ CC se encausaron por el camino correcto. Fue el que más luchó en ese sentido.

Mario Zamorano mostró siempre una consecuencia muy grande”. (Luis Moya: Intervención el Acto de Homenaje a Mario Zamorano, organizado por le célula Mario Zamorano del Comité Comunal Ñuñoa del Partido Comunista. Santiago, mayo de 2010)

ENCARGADO NACIONAL DE PROPAGANDA Y DE ORGANIZACIÓN

Entre 1965 y 1969  Mario Zamorano fue el Encargado de Propaganda del Comité Central del Partido Comunista. Entre 1969 y 1973 ocupó el cargo de Secretario de Organización, miembro de la Comisión Política y del Secretariado del Comité Central del Partido.

El 9 de octubre de 1969 fue un día histórico: se fundó la Unidad Popular. La constituyeron dos partidos marxistas: el Comunista y el Socialista; tres colectividades socialdemócratas: el Partido Radical, Socialdemócrata, la Acción Popular Independiente; y un movimiento de raíz cristiana, el MAPU.

Los resultados de los comicios del 4 de septiembre de 1970 fueron:

Salvador Allende Gossens, de la Unidad Popular,   1.075.616 preferencias (36,6%)

Jorge Alessandri Rodríguez, de la derecha,            1.036.278 preferencias (34,9%)

Radomiro Tomic Romero, del PDC,                          824.849 preferencias (27,8%).

EL GOBIERNO MÁS PROGRESISTA Y PATRIOTA DE NUESTRA HISTORIA

El 3 de noviembre de 1970 se inició el Gobierno Popular, presidido por Salvador Allende. Debía durar, según la Constitución Política de la República, seis años. O sea, hasta noviembre de 1976. Pero tuvo una existencia de sólo mil días, es decir, menos de la mitad de su período.  Y esos mil días sufriendo el acoso, el bloqueo y los ataques de las grandes transnacionales y el sabotaje de la reacción interna.

A pesar de las enormes dificultades, de las falencias y errores cometidos por la Unidad Popular, las obras del Gobierno de Salvador Allende lo señalan como el más revolucionario, progresista, democrático y patriota de la historia de Chile.

CUANDO NOS  ABRAZAMOS A COMIENZOS DE 1972

La última vez que estuve con Mario fue al mediodía del sábado 8 de enero de 1972. Yo había viajado a Santiago a resolver un urgente problema  y pasé a saludarlo a la sede de Teatinos 416. Él era secretario  nacional de organización del Partido. Y, en ese momento, tenía la responsabilidad de un gran acto que se realizaba en el Estadio Nacional. Era en celebración del 50 Aniversario de la fundación del Partido Comunista. (Entre el XIV Congreso Nacional de abril de 1956 y la Conferencia Nacional de mayo-junio 1990, se conmemoró el 2  de enero como fecha fundacional) 

Mario me invitó a que lo acompañara a ese campo deportivo. Fuimos juntos. 

Luego de recorrer sus diferentes localidades, nos despedimos con un abrazo, pues esa misma tarde yo debía volver  a Temuco. Jamás pensamos siquiera que esa sería nuestra última despedida. No nos volvimos a ver nunca más.

MARIO ZAMORANO: “A DESTRUIR LA ESCALADA REACCIONARIA” 

“El Partido Comunista realizó el 26 de septiembre de 1972  un activo en el Teatro San Diego con asistencia de dirigentes de todos los Comités  Regionales, Comités locales, de sector, de empresa y células de Santiago. El objetivo del activo fue alertar a todas las bases a iniciar una inmensa movilización para destruir la escalada fascista iniciada el lunes 21 de septiembre y que se proyecta hacia septiembre.

Mario Zamorano planteó que era imprescindible destruir la escalada fascista y para ello alerta a todo el Partido. Lanzar una intensa movilización en sus filas para pasar a la ofensiva. El Partido Comunista se declarará para ello en estado de emergencia, señalándose la necesidad de salir de las formas normales de actividad y reforzar el trabajo en función de los próximos combates planteados.

TREINTA  Y UN  MILITANTES COMUNISTAS, ENTRE  ELLOS MARIO ZAMORANO, RECIBEN  MEDALLA “LUIS EMILIO RECABARREN”.

“El Siglo” en su edición del   domingo 24 de diciembre de 1972,  informa que en un acto a realizarse el miércoles 27 de ese mes se entregará la medalla “Luis Emilio Recabarren” a 31 destacados militantes: Ellos son: Blanca Williams, Juan Evangelista Castillo Pizarro, Ana Barraza, Gilberto Catalán, José Menéndez Araos, Francisco Díaz Succo, Carlos Vásquez Torres, Daniel Vergara Bustos,  Jorge Montes Moraga, Mario Zamorano Donoso, Mercedes Ferrada Hernández, Carlos Ayala Montenegro, Juana Amigo, Josefina Escanilla, Eliana Almarza Pensa, Manuel Olivares, Fermín Vega, Miguel Villa Chandia, Ramón Miranda, Roberto Moya, Wenceslao Díaz, Ignacio Peredo Ramírez, Oscar Araneda, Raúl Gutiérrez Bustos,  Juan Ruiz Neira,  Juan Francisco Troncoso Riveros, Ismael Carter, Leopoldo Sepúlveda Barrera,  Manuel Maldonado Argel, Vicente Contreras Mayorga y  Delia del Carril.

SIEMPRE EDUCANDO

“En el mes de marzo  de 1973 –relata María Ljubetic Vargas- fui invitada a asistir a una reunión de militantes y amigos del Partido Comunista. Concurrí en calidad de simpatizante. Asistió el dirigente Mario Zamorano, quien entregó una motivadora charla. Tres meses después, en junio de 1973, ingresé a las filas comunistas. (María Ljubetic Vargas: conversación con el autor. Jueves 8 de junio de 2017)

EL ÚLTIMO PLENO ANTES DEL GOLPE

Anochecía el lunes 10 de septiembre de 1973, cuando Mario Zamorano se dirigió a la sede de Teatinos 416. Allí concurrió a un Pleno del Comité Central. Orlando Millas dio cuenta sobre la dramática situación que se vivía, sosteniendo que el golpe era inminente. Después Zamorano leyó la lista de los dirigentes que al día siguiente viajarían a provincias, para informar de lo visto en el Pleno a los Comités Regionales. La reunión finalizó pasadas las 22 horas. 

COMUNISTAS PASAN A LA CLANDESTINIDAD

El 11 de septiembre de 1973, mientras los fascistas se tomaban Santiago y el resto del país, los comunistas pasaban a la clandestinidad.

David Canales Úbeda, entonces con 29 años, era uno de los principales miembros de la Seguridad del Partido, relató en una entrevista para el libro “Operación Extermino”, que cerca de las tres de la madrugada del martes 11 de septiembre lo pasó a buscar Carlos Toro. Ya se conocía la noticia que la marina se había alzado y ocupaba Valparaíso y otros puertos. Se dirigieron a la sede de Teatinos 416, donde sacaron o quemaron todos los documentos. Ese local fue cerrado definitivamente. Después fueron al local del Comité Regional Capital, ubicado en calle Vergara. Allí se reunió la Comisión Política con todos los miembros del CR Capital, cuyo secretario político era Jorge Muñoz Pontays. Se traspasó el mando del Partido a la dirección clandestina.

En ese mismo local tuvo lugar un encuentro de los secretarios políticos de los comités regionales de Santiago y algunos de provincias que, por distintas razones, se encontraban en la capital.

David Canales relató: “Se  pusieron de acuerdo en ciertos detalles y salieron a cumplir lo que había que hacer.

La mayoría de ellos eran viejos dirigentes del Partido, que habían trabajado en el aparato interno durante muchos años. Me refiero a Víctor Díaz, Oscar Riquelme, Mario Zamorano, Rafael Cortez y Américo Zorrilla, entre otros. Eran reconocidos líderes del Partido y conocedores de la antigua clandestinidad. Luego venía un grupo más joven pero muy capaz. Ahí estaban Jorge Muñoz, José Weibel y Mario Navarro, el mejor y más joven de los que dirigían el área sindical” (David Canales Úbeda: Entrevista efectuada en 2015, en “Operación Exterminio” de Carmen Hertz, Apolonia Ramírez y Manuel Salazar, página 47) 

En esa reunión intervino Luis Corvalán. Dijo entre otros conceptos:

“Nosotros no estamos más que cumpliendo las instrucciones que nos dio la Comisión Política. Vamos a tratar de salvar a esta parte de la Dirección dejándole fuera del equipo clandestino… No somos capaces de resistir a las Fuerzas Armadas unificadas y en plan de guerra. Debemos desplegarnos  ordenadamente para salvar a la organización de la pérdida y de todas las acciones”.

REUNIÓN IMPORTANTE

Oscar Riquelme  era a la fecha el Encargado Militar y de Seguridad del Partido. En su hogar, ubicado en calle Santiaguillo, muy cerca de avenida Matta, tuvo lugar una importante reunión. Participaron en ella, Víctor Díaz, Mario Zamorano, Rafael Cortez, Jorge Muñoz, Mario Navarro, Américo Zorrilla José Weibel y David Canales.

Habló Víctor Díaz: “…De aquí en adelante la vida va a cambiar. Tenemos que aprender a adaptarnos a las nuevas condiciones. Tenemos que ser muy rigurosos en el cuidado colectivo y ceñirnos a las reglas que hemos pensado y repensado. Vamos a vivir de manera sencilla para pasar desapercibidos”:

David Canales relata: “Tras abrazarse, estrecharse las manos y algunos palmazos en las espaldas, comenzaron a salir. Yo me paré en el pasillo y los fui revisando uno por uno. Les saqué todo: fotografías, carnets,  billeteras, libras, papeles sueltos y toda identificación o referencia personal. Fue poco agradable. Me miraron hoscos. Uno quería llevarse el carnet del Partido como recuerdo, otro quería una foto de su familia. Fui implacable, pero nadie protestó, sólo me miraron feo. Junté todo, lo quemé y lo tiré por el desagüe. Abracé los últimos con la garganta apretada. Nos marchamos a pie cada uno por una ruta distinta. Sólo don Víctor y don Américo se retiraron en auto. Yo mismo me aseguré de  que los vehículos que usamos para llegar fuesen dejados  lejos del lugar”. (David Canales Úbeda: Entrevista efectuada en 2015, en “Operación Exterminio” de Carmen Hertz, Apolonia Ramírez y Manuel Salazar, página 49) 

LA PRIMERA DIRECCIÓN CLANDESTINA

En octubre de 1973 se constituyó la primera dirección clandestina del Partido. Como secretario político quedó Víctor Díaz; Mario Zamorano, encargado de Propaganda y  de conexión con el exterior; Uldarico Donaire, encargado sindical, cuadros y seguridad; Américo Zorrilla, encargado de organización; Inés Cornejo, encargada femenina y de solidaridad; José Weibel, encargado de la coordinación con comités regionales; Víctor Canteros, encargado de finanzas; Jorge Muñoz, encargado de relaciones, Universidad, profesionales y cultura. 

Durante los primeros meses no se hicieron reuniones propiamente tales, debido a que no había las condiciones mínimas de seguridad para llevarlas a cabo. Pero existió un permanente contacto entre los miembros de esa Dirección a través de los “enlaces” (mensajeros). 

Durante los dos años y medio que funcionó esta Dirección tuvo varios cambios. Por ejemplo, debido a  la salida al exilio de Américo Zorrilla. Por breve tiempo la integraron Víctor Galleguillos y Pedro Enrique. Juan Carlos Arriagada formó parte de ella, cuando reemplazó a José Weibel como secretario general de las Juventudes Comunistas.

CALLE CONFERENCIA 1587

El 4 de mayo de 1976, un día antes de cumplir los 45 años. Mario Zamorano cayó detenido en la “ratonera” montada por los agentes de la dictadura en casa de calle Conferencia 1587, donde también corrieron igual suerte, Jorge Muñoz Poutays. Jaime Donato Avendaño, Uldarico Donaire Cortez y Elisa Escobar Cepeda.

El compañero Víctor Díaz López fue detenido el 12 de mayo en una casa de Bello Horizonte 979, en Las Condes.

Estos héroes de la primera dirección clandestina del Partido Comunista  fueron conducidos al cuartel  de Simón Bolívar 8630,  de la Brigada Lautaro de la DINA, lugar de exterminio,  donde fueron salvajemente torturados y asesinados. 

  ¡Honor y gloria a estos héroes de nuestra época!

 


CALLE CONFERENCIA: CONFIRMAN CONDENAS CONTRA 47 AGENTES DINA POR SECUESTRO CALIFICADO DE OCHO DIRIGENTES COMUNISTAS EN 1976

Fuente :serpaj.cl 26/4/2023

Categoría : Prensa

La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la sentencia condenatoria sobre 49 agentes (dos de ellos ya fallecidos) de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por los delitos de secuestro calificado de 8 dirigentes comunistas perpetrado en abril y mayo de 1976 en Santiago.

El episodio represivo está caratulado como “Caso Conferencia Uno” pues, con posterioridad a estas detenciones, en diciembre de 1976, la DINA consumó el secuestro de otro grupo de dirigentes comunistas en episodio caratulado judicialmente como “Conferencia Dos”.

En el fallo (causa rol 2545-2019), la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago – integrada por las ministras Graciela Gómez Quitral, Andrea Díaz-Muñoz (s), y el ministro (s) Matías Felipe de la Noi -, rechazó los recursos de casación interpuestos por algunos de los condenados en sentencia de primera instancia, dictada en noviembre de 2018 por el ministro Miguel Vásquez Plaza, y confirmó las condenas de 49 ex agentes por su responsabilidad como autores o coautores, en el delito de secuestro calificado de Mario Jaime Zamorano Donoso, Onofre Jorge Muñoz Poutays, Uldarico Donaire Cortez, Jaime Patricio Donato Avendaño, Elisa del Carmen Escobar Cepeda, Lenin Adán Díaz Silva, Eliana Marina Espinoza Fernández y Víctor Manuel Díaz López; y por su responsabilidad en el homicidio del mencionado Díaz López.

La resolución confirma las condenas de los ex oficiales de ejército Carlos José Leonardo López Tapia (ya fallecido), Pedro Octavio Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff Martchenko a 20 años de presidio, como autores de los delitos de secuestro calificado de: Mario Jaime Zamorano Donoso y Onofre Jorge Muñoz Poutays, perpetrados a partir del 4 de mayo; de Uldarico Donaire Cortez y Jaime Patricio Donato Avendaño, cometidos a partir del 5 de mayo; de Elisa del Carmen Escobar Cepeda, perpetrado a partir del 6 de mayo; de Lenin Adán Díaz Silva, cometido a partir del 9 de mayo; de Eliana Marina Espinoza Fernández, perpetrado a partir del 12 de mayo, y de Víctor Manuel Díaz López, perpetrado a partir del 12 de mayo, todos del año 1976.

Del ex oficial de carabineros Ricardo Víctor Lawrence Mires (también ya fallecido) que estaba condenado a 20 años de presidio, como autor de los ocho delitos de secuestro calificado; más 15 años de presidio, como coautor del homicidio calificado de Víctor Díaz López, perpetrado un día no determinado de la primera quincena de enero de 1977.

El ex oficial de ejército y ex jefe del centro clandestino de exterminio Cuartel Simón Bolívar, Juan Hernán Morales Salgado deberá cumplir las penas de 8 años de presidio como coautor de los delitos de secuestro calificado y 15 años de presidio como coautor de homicidio calificado de Víctor Díaz López.

Los ex oficiales de ejército Federico Humberto Chaigneau Sepúlveda y Jorge Claudio Andrade Gómez quedan condenados a la pena de 6 años presidio, en calidad de coautores del delito de secuestro calificado de Víctor Manuel Díaz López.

Mientras que a 15 años de presidio fueron condenados los agentes Emilio Hernán Troncoso Vivallos, Claudio Enrique Pacheco Fernández, Jorge Iván Díaz Radulovich, Orlando del Tránsito Altamirano Sanhueza, Eduardo Patricio Cabezas Mardones, Guillermo Eduardo Díaz Ramírez, Orlando Jesús Torrejón Gatica, Víctor Manuel Álvarez Droguett, Carlos Enrique Miranda Mesa, Carlos Eusebio López Inostroza, Lionel de la Cruz Medrano Medrano Rivas, Juvenal Alfonso Piña Garrido, José Alfonso Ojeda Obando, José Domingo Seco Alarcón, Leonidas Emiliano Méndez Moreno y Roberto Hernán Rodríguez Manquel, en calidad de coautores de los delitos de secuestro calificado de Mario Jaime Zamorano Donoso, Onofre Jorge Muñoz Poutays, Uldarico Donaire Cortez, Jaime Patricio Donato Avendaño, Elisa del Carmen Escobar Cepeda, Eliana Marina Espinoza Fernández, Lenin Adán Díaz Silva y Víctor Manuel Díaz López.

En tanto, los agentes Sergio Orlando Escalona Acuña, Gladys de las Mercedes Calderón Carreño y Jorge Segundo Pichunmán Curiqueo, fueron condenados a las penas de 5 años y un día como coautores del secuestro calificado y 12 años de presidio, como coautores del homicidio calificado de Víctor Díaz López.

Además, fueron condenados a 5 años y un día de presidio como coautores del secuestro calificado de Víctor Díaz López los agentes Elisa del Carmen Magna Astudillo, Orfa Yolanda Saavedra Vásquez, Celinda Angélica Aspe Rojas, Teresa del Carmen Navarro Navarro, Berta Yolanda del Carmen Jiménez Escobar, Ana del Carmen Vilches Muñoz, Italia Donata Vaccarella Gilio, María Angélica Guerrero Soto, Joyce Ana Ahumada Despouy, Marilín Melahani Silva Vergara, Nelson René Herrera Lagos, Jorge Hugo Arriagada Mora, Eduardo Alejandro Oyarce Riquelme, Jorge Lientur Manríquez Manterola, José Manuel Sarmiento Sotelo, Gustavo Enrique Guerrero Aguilera, Luis Alberto Lagos Yáñez, Sergio Hernán Castro Andrade, Pedro Antonio Gutiérrez Valdés, Hiro Álvarez Vega, José Miguel Meza Serrano, Carlos Justo Bermúdez Méndez, Camilo Torres Negrier y Juan Edmundo Suazo Saldaña, todos ellos integrantes de las agrupaciones que operaban en el Cuartel de exterminio Simón Bolívar.

En el curso del proceso fallecieron los condenados en primera instancia Heriberto del Carmen Acevedo, Héctor Raúl Valdebenito Araya, Pedro Bitterlich Jaramillo, además de los ya mencionados Carlos López Tapia y Ricardo Víctor Lawrence Mires. Fue absuelto el implicado René Miguel Riveros Valderrama.

Los hechos

En la etapa de investigación de la causa, el ministro Miguel Vázquez logró establecer que el día 30 de abril de 1976, alrededor de las 03:00 horas, agentes de la DINA concurrieron al domicilio de calle Conferencia N° 1587, comuna de Santiago, en conocimiento que se efectuaría una reunión de la cúpula directiva del Partido Comunista que actuaba en la clandestinidad y detuvieron a sus moradores, Juan Becerra Barrera, su cónyuge, María Angélica Gutiérrez Gómez y la prima de ésta, Eliana Vidal; siendo trasladados a diversos establecimientos secretos de detención y tortura a fin de obtener información respecto de las personas que iban o debían concurrir a su domicilio y, en particular, respecto de Mario Zamorano Donoso y Víctor Díaz López, entre otros militantes comunistas.

Una vez conseguida la información por los agentes, los moradores fueron devueltos al domicilio de calle Conferencia, para ser obligados a aparentar una vida de cotidiana normal, pero bajo el control de los agentes armados con metralletas. Allí montaron un operativo denominado «Ratonera», quedándose en el interior del lugar 5 agentes, los que se turnaban en espera sigilosa y encubierta de la llegada de cada uno de los integrantes del Partido Comunista que asistirían a la reunión, con el fin de detenerlos.

También se montó un operativo de similares características, en el domicilio de la madre de Juan Becerra Barrera, doña María de las Mercedes Barrera Pérez, la que en ocasiones hospedó a Mario Jaime Zamorano Donoso en su casa ubicada en calle Alejandro Fierro N° 5113, comuna de Quinta Normal; operativo que se efectuó en forma simultánea y coordinada con el de calle Conferencia y, en los que participaron en conjunto, a lo menos 20 funcionarios de la DINA.

En esas condiciones, aproximadamente a las 19:00 horas del día 4 de mayo de 1976, llegó al inmueble de calle Conferencia Mario Jaime Zamorano Donoso, amigo del arrendatario y obrero marroquinero, perseguido por los aparatos de represión, quien luego del golpe militar pasó a ser el Encargado Nacional de Organización del Partido Comunista. Al entrar al domicilio y producto de un forcejeo con los agentes de la DINA resultó herido de bala en un muslo. Como se desangraba fue trasladado a una de las habitaciones, al fondo de la casa, para no obstruir el operativo; luego, fue sacado de noche, envuelto en una frazada y transportado al cuartel de detención Villa Grimaldi o Terranova, ubicado en Avenida José Arrieta N° 8200, comuna de La Reina, donde permaneció y fue visto por otros detenidos sobrevivientes de aquel tiempo.

Cerca de las 21:00 horas del mismo 4 de mayo de 1976 llegó al inmueble de calle Conferencia Onofre Jorge Muñoz Poutays, miembro del Comité Central del Partido Comunista, que al ser identificado como el marido de Gladys Marín, fue detenido, conducido al interior de la propiedad y finalmente transportado al cuartel de Villa Grimaldi, según los testimonios proporcionados por los ex agentes de seguridad Carlos Ramón Rinaldi Suárez, Eduardo Antonio Reyes Lagos, Guido Arnoldo Jara Brevis, entre otros antecedentes.

Al día siguiente, el 5 de mayo de 1976, concurrieron al citado inmueble de calle Conferencia, tipo 09:00 horas, Uldarico Donaire Cortez y, tipo 09:30 horas, Jaime Patricio Donato Avendaño; ambos miembros del Comité Central del Partido Comunista, que apenas entraron fueron inmovilizados y detenidos; luego sacados en vehículos, esposados, custodiados por agentes y trasladados al cuartel de Villa Grimaldi.

El 6 de mayo de 1976, entre las 13:00 y 14:00 horas fue detenida por agentes de la DINA, en el mismo inmueble y utilizando el mismo procedimiento, la enlace Elisa del Carmen Escobar Cepeda, integrante del Comité Central del Partido Comunista, que también fue conducida al cuartel de Villa Grimaldi.

El 9 de mayo de 1976, tipo 09:00 horas, fue detenido por agentes de la Dina Lenin Adán Díaz Silva, miembro de la Comisión Técnica del Partido Comunista, encargado de los contactos entre los integrantes del Comité Central y de la búsqueda de casas para reuniones o para la protección de miembros del Partido, en el inmueble de propiedad de su suegro, ubicado en calle Gaspar de Orense N° 993, comuna de Quinta Normal, desde donde salió con rumbo desconocido, junto a la ya detenida Elisa Escobar y a un agente de la DINA, para ser visto posteriormente prisionero en el cuartel de Villa Grimaldi por un detenido sobreviviente (quien compartió celda con Lenin Díaz el martes 24, miércoles 25 y jueves 26 de agosto de 1976).

El 12 de mayo de 1976, Eliana Marina Espinoza Fernández, miembro de la Comisión Nacional de Propaganda del Partido Comunista y enlace entre Mario Zamorano y Víctor Díaz (que ya había sido previamente buscada por Elisa Escobar), al enterarse del allanamiento del domicilio de unos arquitectos, decidió arriesgarse y abandonar su refugio de calle Adorno Nº 648, a fin de advertir a Víctor Díaz López. En tal escenario, salió de su casa alrededor de las 17:00 horas, utilizando prendas de su hermana para no ser reconocida y acompañada de su cuñado, quien la trasladó hasta el sector de Independencia con Nueva de Matte, para tomar locomoción colectiva hacia un destino que no reveló, oportunidad en la que fue detenida, en un punto no determinado, por agentes de la DINA, para ser trasladada al cuartel de detención de Villa Grimaldi.

En la madrugada del día 12 de mayo de 1976, agentes de la DINA montaron un operativo que denominaron «La Noche de los cuchillos largos», allanaron el domicilio de calle Bello Horizonte N° 979 comuna de Las Condes, momento en que sus moradores y testigos presenciales de los hechos, fueron despertados abruptamente con la frase «Somos de la DINA», intimidados con metralletas y obligados a mostrar el interior de la vivienda, lugar en que descubrieron al Secretario General del Partido Comunista, Víctor Manuel Díaz López, de apodo «Chino Díaz» y de nombre supuesto «José Santos Garrido Retamal», que estaba en la clandestinidad desde el 11 de septiembre de 1973, buscado por largo tiempo por los servicios de seguridad, de lo que dan cuenta los diversos allanamientos de los que fue objeto su familia.

Descubierto Víctor Díaz López en una de las habitaciones del inmueble, fue obligado a caminar delatando su cojera, por lo que fue insultado y golpeado duramente con puños. Tras su detención, Víctor Díaz López, fue conducido al cuartel de Villa Grimaldi, donde se lo interrogó y torturó a fin de que entregara a otros miembros del partido, atendido el «Modus Operandis» de aquella época utilizado para desarticular a los partidos políticos.

El gobierno dictatorial solo respondió a las gestiones de búsqueda efectuadas por los familiares de las víctimas diciendo la falsedad que Mario Zamorano Donoso y Onofre Jorge Muñoz Poutays abandonaron el país rumbo a Argentina; lo que resulta ilustrativo de una preparación y concertación que escapa del ámbito al que pueden acceder los agentes operativos, evidenciando una participación de los estamentos superiores de la DINA en la planificación de la operación de inteligencia y desinformación.

La DINA, en una fecha no precisada, pero desde fines de 1975 o principios de 1976, ocupó y habilitó el inmueble de calle Simón Bolívar Nº 8800, comuna de La Reina, consistente en una casa quinta, que fue acondicionada luego, para su propósito de reclusión. Contó con un solo portón de acceso, una garita a su derecha donde se hizo la guardia de puerta, una casa al fondo, una cancha de baby futbol, estacionamientos y al lado izquierdo del predio una especie de gimnasio donde hubo un casino, cocina y unos camarines y baños, inmueble en el que se desempeñó operativamente la Brigada Lautaro a cargo del mayor Juan Morales Salgado, utilizado como un lugar secreto y clandestino de reclusión, que operó en la práctica como un cuartel de exterminio; situación que es reconocida por los propios agentes integrantes de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA.

A finales de agosto o principios de septiembre de 1976, también se trasladaron al cuartel Simón Bolívar, las agrupaciones de la DINA a cargo de los oficiales Germán Barriga y Ricardo Lawrence, conjuntamente con sus agentes operativos, y conformaron una sola unidad, los que continuaron con la labor de investigar, ubicar, allanar, perseguir, reprimir y desarticular a los miembros del Partido Comunista, en especial a sus cúpulas directivas, para lo cual se habilitaron dependencias provisorias para su instalación, consistentes en oficinas, un gimnasio y camarines que fueron calabozos de encierro, en donde se realizaron interrogatorios y apremios; recinto al cual fue trasladado conjuntamente con dichas brigadas Víctor Manuel Díaz López, que permaneció a lo menos cuatro meses en tal lugar, en un régimen de encierro, permanentemente custodiado, interrogado y utilizado por los agentes que operaron en dicho cuartel.

Todas las víctimas del proceso, fueron detenidas para ser interrogadas y torturadas en razón de su militancia política, con el fin de obtener información sobre sus actividades de partido y, en especial, la identificación posterior de otros miembros del Partido Comunista en la clandestinidad; apremios que no cesaban hasta la obtención de la información requerida o, hasta la inconciencia de las víctimas. Todas las personas detenidas y secuestradas en estos operativos represivos se convirtieron en detenidos desaparecidos.