Fecha Detención : 29-03-1976
Comuna Detención : Santiago
Partido Político : Juventudes Comunistas (JJCC)
Oficio o Profesión : Artesano Mueblista
Estado Civil e Hijos : Casado, 3 hijos
Nacionalidad : chilena
Relatos de Los Hechos
Categoría : Antecedentes del Caso
R.U.T. : 4.107.245 de Santiago
F.Nacim. : 25-09-42, 33 años al momento de su detención
Domicilio : Teniente Merino Nº9.030, La Florida, Santiago
E.Civil : Casado, tres hijos
Actividad : Artesano Mueblista
C.Repres. : Sub-Secretario General de las Juventudes Comunistas
F.Detenc. : 29 de marzo de 1976
José Arturo Weibel Navarrete, casado, tres hijos, Subsecretario General de las Juventudes Comunistas, fue detenido el día 29 de marzo de 1976, alrededor de las 08:00 horas, en la vía pública, en circunstancias que se dirigía junto a su esposa, María Teresa Barahona Muñoz, a dejar a dos de sus hijos al colegio, en el bus de la locomoción colectiva Nº9.046 del recorrido Circunvalación Américo Vespucio, patente SL-45, conducido por don Emilio Pozo Avila.
En los instantes en que el microbus transitaba por calle Uno Oriente de la Población Las Lomas de Macul, a la altura del N° 6.000 de esa calle, fue interceptado por tres automóviles, desde los que bajaron agentes de civil, pertenecientes al "Comando Conjunto Antisubversivo" -unidad represiva constituida en el año 1975 con el objetivo de reprimir al Partido Comunista, e integrada por agentes provenientes de Carabineros, la Armada, la FACH y civiles pertenecientes al grupo Patria y Libertad- los que abordaron el bus por las puertas delantera y trasera al mismo tiempo y procedieron a detener a José Arturo, siendo apoyados para ello por otros agentes que desde antes viajaban en el mismo vehículo de la locomoción colectiva. En ese instante, los agentes, para justificar su maniobra represiva, culparon a la víctima del robo de una cartera del que en esos momentos había sido objeto una pasajera del microbús.
En los días previos a su detención, José Arturo, fue víctima de seguimiento y vigilancia de civiles que antes habían pertenecido al grupo de extrema derecha "Patria y Libertad" y a esa fecha eran agentes del Comando Conjunto, al mando del civil César Luis Palma Ramírez, alias "El Fifo". Fue así como el día 29 de marzo de 1976, la familia Weibel Barahona fue seguida desde la salida de su domicilio hasta que abordó el bus. En el paradero siguiente comenzaron a subir al mismo, un agente en cada parada, hasta completar un número de cuatro.
La detención, tal como se señaló antes, fue presenciada, aparte del chofer y pasajeros del bus, por la cónyuge de Weibel y por los hijos de ambos, Mauricio y Alvaro Weibel Barahona, de nueve y siete años de edad respectivamente.
El grupo de agentes que participó en el operativo estaba integrado, entre otros, por "Alex"; el "Huaso" Flores; Raúl Horacio González Fernández, alias "Rodrigo"; "Jano"; "Nano"; "Lolo"; "Wally"; Daniel Guimpert Corvalán; Viviana Ugarte Sandoval, alias la "Pochi" y dos agentes mujeres de la Marina, además del agente Andrés Antonio Valenzuela Morales, quien posteriormente testificó respecto a estos hechos. Señalando además que "esa operación fue seguida por radio, desde un vehículo, por el Director de Inteligencia, General Enrique Ruiz Bunger, ya que deseaba saber la forma en que operaba el grupo del "Fifo" Palma. Me consta porque estaba presente cuando el "Fifo" comentó que el General mandaba a felicitar al grupo por la actuación en el operativo".
Desde el sitio de su detención, José Arturo Weibel Navarrete, fue trasladado por sus captores hasta el edificio, del expropiado y clausurado diario "El Clarín", ubicado en calle Dieciocho Nº229, Santiago. Recinto utilizado, eventualmente, por el Comando Conjunto Antisubversivo como lugar de detención clandestina, denominado "La Firma" por los propios agentes.
Otros detenidos recluidos en ese recinto eran, los también militantes del Partido Comunista, Luciano Mallea, Adrián Saravia, Alfredo Vargas, Carlos Paredes, Blanca Allende, Marta Ester Moreno, Víctor Cárdenas Valderrama, (desaparecido) Juan René Orellana Catalán, (desaparecido) Luis Maturana González, (desaparecido) Juan Gianelli Company (desaparecido) y Manuel Guerrero Ceballos (ejecutado).
Informaciones recogidas de detenidos que posteriormente recobraron su libertad, señalan que "La Firma" estaba ubicada en la parte posterior del edificio que ocupaba la Dirección de Comunicaciones de Carabineros -DICOMCAR- donde funcionaba la Escuela de Inteligencia de esa Institución. Se trataba de dos edificaciones comunicadas por un hoyo que existía en el muro divisorio entre ambos inmuebles.
En la sala de "interrogatorios" de ese local existían organigramas que contenían la estructura orgánica del Partido Comunista, señalando los nombres de sus integrantes, cargos, y otras especificaciones. Cuando uno de ellos era detenido se hacía una cruz sobre su nombre y se colocaba el de su posible reemplazante. Asimismo, existía un archivador con fotografías y los datos personales de los militantes. Allí, José Weibel Navarrete fue torturado e interrogado y, días después, trasladado junto a otros detenidos a una casa en Bellavista N°122, frente a unas canchas de tenis, lugar que los agentes solteros utilizaban como alojamiento. Esa casa había sido habitada por otro militante comunista, Sergio Buschmann, hasta fines de diciembre de 1975 y la DIFA (Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea) la había ocupado ilegalmente. En la casa de Bellavista, José Arturo permaneció por espacio de una semana, siendo llevado posteriormente hasta el Cajón del Maipo donde, según el agente Luis Palma Ramírez, fue ejecutado y abandonado su cuerpo, sin que hasta la fecha se haya logrado ubicar sus restos. En ese sector y cercano a la fecha de la ocurrencia de los hechos reseñados, fueron descubiertos tres cadáveres, razón por la cual su cónyuge fue hasta el Instituto Médico Legal con la intención de reconocer entre ellos su cuerpo. Sin embargo, debido al estado de deterioro de los mismos, fue imposible su identificación. Luego, María Teresa Barahona, acudió al Instituto con la ficha dental de José Weibel, ocasión en que el médico legista le informó que no se trataba de su esposo. Posteriormente, se encontraron otros siete cuerpos en el Cajón del Maipo, sin que se lograra establecer si alguno de ellos correspondía a José Arturo.Estos cadáveres en la mayoría se encontraban sin ropas y con sus extremidades amarradas con alambres.
Es importante señalar que desde el 5 de julio de 1975, José Arturo era buscado por los organismos represivos. Precisamente, en esa fecha, fue requerido en casa de su suegra. Entre enero y febrero de 1976, su casa fue sometida a vigilancia. El 26 de octubre de 1975 es detenido su hermano Ricardo, quien también desapareció.
Ese mismo día 29 de marzo, entre las 10:00 y las 12:00 horas, José Weibel, con la vista vendada, fue llevado por sus captores hasta su domicilio -en los instantes en que su esposa no se encontraba en él- procediendo a allanar y saquear el mismo. Testigos de estos hechos fueron los vecinos del barrio. En abril de 1976, por segunda vez fue allanada la vivienda, en ausencia de sus moradores. En esta ocasión, vecinos del lugar impidieron la sustracción de especies, las que fueron abandonadas en las afueras de la casa. Las mismas fueron hechas llegar a Carabineros de Macul los que, a pesar de devolverlas, no dejaron constancia de lo ocurrido.
De igual forma, la cónyuge de José Arturo, posterior a la detención de éste, fue sometida a seguimientos personales, y el domicilio de su suegra fue objeto de continua vigilancia por parte de personal civil e incluso ella recibió amenazas de muerte.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
El día 29 de marzo de 1976, se interpuso ante la Corte de Apelaciones de Santiago el Recurso de Amparo Rol Nº251-76 en favor de José Arturo Weibel Navarrete, el que fue rechazado el 3 de junio de 1976, con el sólo informe del Ministerio del Interior, el que negaba la detención por orden de esa Secretaría de Estado, Los antecedentes fueron remitidos al Octavo Juzgado del Crimen de Santiago para investigar posible comisión de delito.
El 18 de junio de 1976, se presentó un nuevo Recurso de Amparo, rolado con el Nº539-76, el que fue rechazado -el 21 de julio de 1976- desechando la indicación del Ministro señor Paillás, quien estuvo por oficiar al Ministerio del Interior y a la DINA, para que informaran respecto al amparado. Dicha resolución fue confirmada por la Corte Suprema el 27 de julio de 1976.
A pesar de ello, el 22 de julio de 1976, se interpuso ante la Corte de Apelaciones de Santiago un tercer Recurso de Amparo rol 635-76, en favor de José Arturo Weibel Navarrete, el que fue rechazado con fecha 30 de julio de 1976, por "no existir antecedentes que demuestren que el amparado está detenido, se investiga posible delito en el respectivo Tribunal". El 3 de noviembre de 1976 la Corte Suprema confirmó la resolución.
El 2 de abril de 1976, María Teresa Barahona interpone querella criminal, rol Nº5832-3 ante el 11º Juzgado del Crimen de Santiago, por el secuestro de su cónyuge, violación de domicilio y robo. Se acumuló a ella la denuncia de Oficio iniciada ante el Octavo Juzgado del Crimen. En el proceso declararon testigos presenciales de la detención, incluyendo al chofer del bus, e igualmente atestiguaron ante el Tribunal quienes presenciaron el allanamiento de la vivienda de la víctima, por parte de agentes del Estado. Tanto la DINA como el Ministerio del Interior respondieron no registrar la detención de Weibel. A la Dirección Nacional de Comunicación Social -DINACOS- el Tribunal le solicitó y le reiteró en varias oportunidades el envío del texto oficial de sus declaraciones acerca de las "casas buzones", relacionándole los nombres de los dirigentes comunistas detenidos en esa oportunidad, sin que esa repartición haya respondido al respecto.
El 23 de febrero de 1977 se solicitaron tres importantes diligencias: constitución del Tribunal en el lugar de la detención; interrogatorio a testigos y la constitución del Tribunal en los locales de la DINA. Todos fueron denegados.
El 4 de mayo de 1978 se sobreseyó definitivamente esta causa en virtud del D.L. 2191 (Ley de Amnistía). El 16 de junio la Corte de Apelaciones de Santiago revocó el sobreseimiento, ordenando proseguir la investigación. El 4 de abril de 1979, el Ministro en Visita Servando Jordán solicitó seguir conociendo la causa, la que le fue remitida. El 23 de mayo de 1980, nuevamente se cierra el sumario y el 29 de septiembre de ese mismo año se confirma la resolución por la Corte de Apelaciones.
Importantes antecedentes de las circunstancias de la detención de José Weibel, fueron acumulados a raíz de una acción judicial por otros detenidos desaparecidos. En efecto, con motivo de la detención y desaparecimiento de 13 altos dirigentes de Partidos Políticos de izquierda, 11 de ellos del Partido Comunista y 2 del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) en noviembre y diciembre de 1976, y luego que los respectivos recursos de amparo interpuestos fueran rechazados, familiares de esas víctimas solicitaron a la Excma. Corte Suprema la designación de un Ministro en Visita. Con el fin de investigar tan irregular situación, se designa al Ministro señor Guastavino, quien luego de que el Ministerio del Interior informara que los afectados habían hecho abandono del país por un paso cordillerano, hacia la República Argentina, sobreseyó la causa.
Dicha resolución fue revocada por la Corte de Apelaciones de Santiago, al igual que en la segunda oportunidad en que se decretó un nuevo cierre del sumario.
Posteriormente y haciéndose cargo del proceso -conocido como "proceso de los trece"- el Ministro Carlos Letelier Bobadilla, que vino a subrogar al Ministro anterior, se cerró el sumario en agosto de 1978, "no pudiendo adelantarse en la investigación".
Dicha resolución fue impugnada por los abogados que hicieron ver al Ministro que sí podía adelantar en la investigación, por existir diligencias pendientes solicitadas y porque del estado del proceso surgirían otras por disponer. Fue así como el Ministro Letelier dejó sin efecto su propia resolución, decretando diligencias.
Más adelante, reasumiendo sus funciones el Ministro Guastavino, decretó sobreseimiento definitivo por aplicación del D.L.2.191 en diciembre de 1980. La Corte de Apelaciones, esta vez, revocó la resolución de cierre del sumario, y el propio Ministro en Visita dejó sin efecto el sobreseimiento decretado, por haberse omitido una formalidad legal. De esta manera continuó la tramitación.
Ya en el año 1983, se hizo cargo de asumir la investigación por el "proceso de los trece", el Ministro señor Carlos Cerda Fernández. El Ministro dictó cientos de diligencias, consistentes en citaciones de personas, reconocimientos de lugares y de personas, peritajes, revisión de expedientes criminales, despacho de Oficios recabando informes a servicios del Estado, a ramas de las Fuerzas Armadas, instituciones particulares y otros de vital importancia.
En suma recibió cerca de 200 testimonios de testigos presenciales de las detenciones de los afectados y de su reclusión en recintos clandestinos. Entre estos testimonios también se contaron los de miembros de las Fuerzas Armadas, que participaron en Servicios de Inteligencia, como asimismo de funcionarios de Carabineros y de Investigaciones. Igualmente se incluyen los testimonios de civiles que colaboraron con los Servicios de Seguridad, como es el caso de Otto Trujillo y de Miguel Estay Reyno ("El Fanta").
También se contó con la declaración del soldado primero de la Fuerza Aérea de Chile, Andrés Valenzuela Morales -que en 1984 desertó de esta institución- quien mediante su declaración, dio cuenta y datos que, a mediados de la década del 70, comenzó a operar un llamado Comando Conjunto o Comando Conjunto Antisubversivo, integrado por miembros de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden, más algunos civiles que pertenecieron a partidos de izquierda y que luego de ser detenidos por los Servicios de Inteligencia, sometidos a presiones y/o extorsiones, se transformaron en colaboradores. Dicho Comando disponía de medios materiales, como vehículos, armamento, aparatos de transmisión y lugares clandestinos de detención.
En este grado de investigación, el Ministro Carlos Cerda llegó a establecer datos valiosos y esclarecedores respecto de otros casos de violaciones de derechos humanos, algunos de ellos de desaparecimiento de personas, disponiendo incluso la remisión de algunas piezas del "proceso de los trece" a otros Tribunales que conocían de causas criminales por ellos. Entre estos últimos se encuentra el caso de José Arturo Weibel Navarrete.
Ante la negativa de la Ecxma. Corte Suprema a la petición del Ministro Cerda, en orden a que se extendiera su Visita Extraordinaria al conocimiento del presente ilícito, el señor magistrado dispuso el 14 de agosto de 1986, se remitieran al Undécimo Juzgado del Crimen de Santiago, por incidir en su rol N°5.832, sustanciado por el delito de secuestro del afectado y a la fecha sobreseído temporalmente, copias debidamente autorizadas de las siguientes piezas del proceso.
Las de fs. 3.255 y 3.256, que contiene las declaraciones judiciales prestadas el 17 y 28 de junio de 1985, por Emilio Pozo Avila y Julio César Berríos, conductor y pasajero, respectivamente del microbus de la locomoción colectiva del recorrido Centro-La Florida, desde cuyo interior fue bajado José Weibel Navarrete, por agentes de civil que expresaron ser "policías".
La de fs.3.932, que contiene la declaración prestada ante el Ministro Cerda, con fecha 31 de octubre de 1985, por Elsa Lagunas Sotomayor, quien fue testigo presencial de la detención de su hermano Mauricio Lagunas Sotomayor y de Miguel Estay Reyno, verificadas ambas el 22 de diciembre de 1975, en su domicilio de la comuna de La Florida.
En ella, la declarante expresa que el arresto fue practicado por un grupo de sujetos vestidos de civil, armados, entre los que destacaba un individuos alto (alrededor de 1,90 mts.), de tez blanca, ojos claros, pelo negro, nariz muy bien formada y cejas muy pobladas, todos los cuales ingresaron violentamente al inmueble.
Continuó la testigo relatando, que en el transcurso del operativo, uno de los agentes se le acercó y la interrogó sobre el domicilio de José Weibel Navarrete, el que ella desconocía.
Finalmente, exhibidas a la declarante fotografías de agentes del Comando Conjunto, se detuvo en las fs.3.563 y siguientes (correspondientes a Roberto Fuentes Morrison), expresando que parecen ser las del aprehensor alto, de tez y ojos claros, encontrándolo muy parecido, aunque al ocurrir los hechos descritos se veía más joven y con bigotes negros.
La de fs.3.988 vta., que contiene la declaración judicial de fecha 5 de noviembre de 1985, prestada por la cónyuge del detenido desaparecido y hermano del afectado Ricardo Weibel Navarrete, doña Catalina Avendaño Leal.
En ella, la testigo expresó que luego de la liberación de su esposo ocurrida el 6 de noviembre de 1975 -en su primera detención- éste le relató que había permanecido recluido en la Base Aérea de Colina, lugar donde fue interrogado y torturado. Agregó haber sido sacado del recinto, metido en el asiento de un auto Austin Mini, de color rojo, en el que fue conducido hasta el domicilio de su hermano José Weibel, con el fin de arrestarlo, lo que no se verificó ya que el afectado no se encontraba allí. Asimismo, le señaló que sus aprehensores le exigían que les indicara el paradero de la víctima.
Finalmente, la declarante indicó que ha podido reconocer a uno de los agentes que participó en la detención de su esposo, quien actuaba como jefe, como Roberto Fuentes Morrison, por fotografías que aparecieron en diversos medios de comunicación.
La de fs.4.393, que corresponde a la declaración prestada ante el Ministro Cerda, con fecha 16 de noviembre de 1985, por la cónyuge del afectado, María Teresa Barahona Muñoz.
En ella ratifica los hechos que culminaron con el arresto de su cónyuge, el 29 de marzo de 1976, en su calidad de testigo presencial de los mismos, agregando que tanto el afectado como su familia había sido objeto de seguimientos y vigilancias ostensibles, con anterioridad a la detención.
La de fs.7.233, que corresponde a una declaración jurada suscrita en el extranjero por el ex-miembro de la FACH e integrante del llamado Comando Conjunto, Andrés Antonio Valenzuela Morales, la que fue agregada al proceso.
En ella, el declarante entrega descripciones detalladas del tipo de armamento, vehículos y recintos clandestinos utilizados por el Comando Conjunto. Respecto de estos últimos: un hangar ubicado al interior del Aeropuerto Cerrillos; un inmueble situado en calle Santa Teresa N°037, Paradero 20 de la Gran Avenida, conocido como "Nido 20"; un inmueble ubicado en calle Perú N°9.053, Paradero 18 de Vicuña Mackenna, llamado "Nido 18"; un recinto al interior del Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina, conocido como "Remo Cero"; un inmueble ubicado en calle Dieciocho de la capital, en las antiguas oficinas del Diario "El Clarín", llamado "La Firma"; y una casa para el alojamiento del personal soltero, ubicada en Bellavista.
Respecto a los secuestros, Valenzuela Morales expresó que en el año 1975, los agentes concurrían a detener a los domicilios o lugares de trabajo de los afectados, manifestando pertenecer a Investigaciones. Ya en 1976, las detenciones se practicaron fundamentalmente en la calle, sin testigos. José Weibel Navarrete fue uno de los últimos detenidos desaparecidos detenido en presencia de familiares.
Finalmente, el testigo entregó las señas físicas de varios agentes del Comando Conjunto conocidos por los siguientes apodos o indicados por sus nombres o apellidos: "Larry" (Suboficial Mayor de Carabineros); "Tito" y "Jano" (Carabineros); "Pochi" (agente mujer); "Alex" (marino); "Yerko" y "Patán" (civiles que habían pertenecido a Patria y Libertad); "Yoyopulus" y "Zambra" (de Investigaciones, que sólo operaron en la Academia de Guerra Aérea); Guimper (Teniente de la Marina); Forero (médico); Otto Trujillo (empleado civil de la FACH); "Fifo" Palma Ramírez (civil que había pertenecido a Patria y Libertad); "Wally" (Roberto Fuentes Morrison); y los ex militantes comunistas, que luego de haber sido detenidos por el Comando, colaboraron con la agrupación, entre ellos Miguel Estay (el "Fanta").
Del documento de fs.2.426, que corresponde a las declaraciones juradas, prestadas ante Notario Público, por el ex miembro de la FACH, Andrés Antonio Valenzuela Morales, en los meses de agosto y octubre de 1984, las que fueron acompañadas al proceso.
Del documento de fs.3.278, que contiene copia autorizada de declaración jurada prestada con fecha 31 de diciembre de 1976, por Manuel Leonidas Guerrero Ceballos, en la que expresó haber sido detenido por agentes de seguridad, en la ciudad de Santiago, con fecha 14 de junio de 1976, siendo conducido a un recinto clandestino que no pudo identificar, en cuyo interior fue torturado e interrogado. Durante el curso de sus interrogatorios -agregó- le fue mencionado José Arturo Weibel Navarrete, mientras sus aprehensores se ufanaban de haber detenido al afectado y de las circunstancias de su arresto, que indicaron con detalles.
Del documento de fs.3.986, que contiene los retratos hablados, confeccionados por la Policía de Investigaciones, de dos de los sujetos que participaron en la detención del afectado, el día 29 de marzo de 1976.
No obstante la labor del Ministro Cerda, en lo específico, en orden a remitir las piezas anotadas al Undécimo Juzgado del Crimen de Santiago con el fin que, con los nuevos antecedentes aportados, se revocara la resolución de sobreseimiento temporal, prosiguiéndose la investigación, no existe constancia de que así haya ocurrido.
Para mayores antecedentes relativos al denominado "proceso de los trece", sustanciado fundamentalmente por el Ministro en Visita Extraordinaria don Carlos Cerda Fernández, véase la ficha que da cuenta de la detención y posterior desaparecimiento de la militante comunista, Reinalda Pereira Plaza.
Por otra parte, el 1° de agosto de 1978, familiares de 70 desaparecidos, entre los que se contaban los de José Weibel Navarrete, interpusieron ante el 10° Juzgado del Crimen de Santiago, una querella criminal por el delito de secuestro agravado en contra del General (R) Manuel Contreras Sepúlveda, del Coronel de Ejército Marcelo Luis Moren Brito y del Teniente Coronel de Ejército Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo. Al Tribunal se entregaron además las identidades de otros agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), los antecedentes de recintos secretos de detención del mencionado organismo y otros datos relativos a su estructura y medios con que contaba la DINA.
Sin realizar ninguna diligencia, el 10 de agosto de ese año la Jueza del 10mo. Juzgado se declaró incompetente y remitió los antecedentes a la Justicia Militar, después de varias apelaciones en mayo de 1979 la causa se radicó en la 2a. Fiscalía Militar de Santiago, bajo el rol N° 553-78.
En 1983 el Tribunal tuvo a la vista los cuatro cuadernos de instalación de la Visita Extraordinaria por casos de detenidos desaparecidos de la Región Metropolitana, que sustanció el Ministro Servando Jordán, en ellos se contenía importante información respecto al actuar de la DINA y a la responsabilidad de ese organismo de seguridad en cientos de detenidos desaparecidos.
Sin que se realizaran diligencias durante cuatro años, el 20 de noviembre de 1989, el Teniente Coronel de Ejército Enrique Ibarra Chamorro, Fiscal General Militar, solicitó para esta causa la aplicación del Decreto Ley de Amnistía (D.L. 2.191), porque el proceso había tenido como finalidad exclusiva la investigación de presuntos delitos ocurridos durante el período comprendido entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978 y porque, durante los 10 años de tramitación, no se había logrado "determinar responsabilidad de persona alguna". El 30 de noviembre de 1989, la solicitud fue acogida por el 2do. Juzgado Militar, el que sobreseyó total y definitivamente la causa -la que aún se encontraba en etapa de sumario- por "encontrarse extinguida la responsabilidad penal de las personas presuntamente inculpadas en los hechos denunciados". Las partes querellantes apelaron de dicha resolución a la Corte Marcial, la que confirmó el fallo en enero de 1992. Se interpuso entonces un Recurso de Queja ante la Corte Suprema de Justicia, la que al mes de diciembre de 1992, aún no evacuaba su resolución.
(Antecedentes completos de la querella en contra de Manuel Contreras se encuentra en el caso de Eduardo Alarcón Jara, 30 de julio de 1974).
Corte suprema confirma fallo que condenó a agentes del comando conjunto por secuestros calificados
Fuente :pjud.cl, 20 de Julio 2022
Categoría : Prensa
En fallo unánime, máximo tribunal rechazó el recurso de casación en el fondo interpuesto en contra de la sentencia que condenó, entre otros, a dos agentes que integraron el denominado Comando Conjunto, por su responsabilidad en los delitos consumados de secuestro calificado de Carlos Enrique Sánchez Cornejo, José Arturo Weibel Navarrete y Mariano León Turiel Palomera.
La Corte Suprema rechazó el recurso de casación en el fondo interpuesto en contra de la sentencia que condenó, entre otros, a dos agentes que integraron el denominado Comando Conjunto, por su responsabilidad en los delitos consumados de secuestro calificado de Carlos Enrique Sánchez Cornejo, José Arturo Weibel Navarrete y Mariano León Turiel Palomera. Ilícitos perpetrados en distintas fechas, entre diciembre de 1975 y julio de 1976, en la Región Metropolitana.
En fallo unánime (causa rol 18.762-2019), la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Haroldo Brito, Jorge Dahm, la ministra María Teresa Letelier, el ministro Diego Simpértigue y la abogada (i) Pía Tavolari– confirmó la sentencia que condenó a Daniel Luis Enrique Guimpert Corvalán a la pena única de 12 años de presidio efectivo, en calidad de autor de los delitos consumados de secuestro calificado de Sánchez Cornejo, perpetrado el 17 de diciembre de 1975; Weibel Navarrete (29 de marzo de 1976) y Turiel Palomera (15 de julio de 1976).
En tanto, Carlos Hernán Rodrigo Villarreal deberá cumplir 5 años y un día de presidio, en calidad de coautor del secuestro calificado de Weibel Navarrete.
En la sentencia, el máximo tribunal desestimó error de derecho en la sentencia impugnada, dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, que rechazó aplicar la media prescripción a los exagentes condenados como autores de crímenes de lesa humanidad.
Comando conjunto
En el fallo de primera instancia, el ministro en visita Miguel Vázquez Plaza dio por establecidos los siguientes hechos:
«a) Que existió una agrupación de inteligencia de carácter militar, jerarquizada y disciplinada denominada Comando Conjunto que operó entre los años 1975 y 1976, conformada por agentes pertenecientes a la dirección de inteligencia de la Fuerza Aérea, DIFA, de Carabineros. DICAR, Armada, SIN, y Ejército, DINE, más civiles, cuyo objetivo principal fue la represión de la Juventud Comunista y el Partido Comunista, para lo cual se procedía a la detención de personas vinculadas a dicho partido, las que eran privadas de libertad para la obtención de información mediante tortura física y psicológica, y posteriormente liberadas o trasladadas con destino desconocido o muertas;
b) que, para la represión operativa, el denominado Comando Conjunto utilizó recintos secretos de detención, como la Casa de Apoquindo, el Hangar en el Aeropuerto de Cerrillos, otros que habían sido arrebatados a militantes de partidos políticos perseguidos, como los denominados Nido 18 y Nido 20, constituyéndose todos estos en centros de detención clandestinos; para luego entrar en escena la cárcel La Prevención, construida al interior del Regimiento de Artillería Aérea de Colina, más conocida como ‘Remo Cero’, operando aproximadamente desde agosto de 1975 hasta los primeros meses de 1976 y, finalmente el inmueble de calle Dieciocho, asignado a Carabineros, que correspondía al lugar donde funcionaba el ex diario El Clarín, denominándosele La Firma hasta fines del año 1976, recintos en que los prisioneros eran mantenidos vendados y eran interrogados bajo apremios ilegítimos.
c) Que, el 17/12/1975 Carlos Sánchez Cornejo, militante del Partido Comunista, salió de su domicilio ubicado en esta ciudad, población Huemul N°2 en horas de la tarde para comprar el periódico vespertino, siendo detenido por agentes del Comando Conjunto, conducido a Remo Cero, lugar en que fue visto por otros detenidos y desde donde se pierde su rastro.
d) Que, el 29/03/1976, en circunstancias que José Weibel Navarrete viajaba en el bus 9046 del recorrido Américo Vespucio, patente SL-45, en compañía de su cónyuge y 2 hijos menores, agentes del denominado Comando Conjunto interceptaron y abordaron dicho bus, y aprovechando un alboroto por un presunto robo lo bajaron a la fuerza, subiéndolo a un vehículo que lo trasladó al recinto de detención La Firma, también se le mantuvo en la Casa de solteros de los conscriptos de FACH, agentes del Comando Conjunto, en Bellavista N° 125, de allí fue sacado por los jefes de los grupos operativos, ignorándose su destino final.
e) Que, en la tarde del día 30/10/1975, alrededor de las 18:30, fue detenido el miembro del Partido Comunista de Chile, Francisco Hernán Ortiz Valladares, en su taller de mueblería ubicado en el interior de su domicilio de calle Romero N° 3016, por dos individuos de civil, quienes los sacaron del sector en un automóvil conducido por un tercer individuo. (SIC) Alrededor de las 23:30 de ese mismo día, unos ocho individuos de civil, portando metralletas ingresaron al domicilio de Raúl Armando Castro Vega, saltando la reja exterior del inmueble, los que mantenían en su poder detenido y esposado a Ortiz Valladares, lugar donde en el mes de septiembre de ese mismo año había hecho un clóset; manifestando uno de los sujetos que buscaban un doble fondo en el clóset en que se ocultaran armas o documentos, al no encontrar nada se retiraron del lugar en cuatro automóviles, y desde esa fecha se encuentra desaparecido, ignorándose su paradero.
f) Que, en la madrugada del día 31/10/1975, entre las 3:00 y 4:00 horas, fue detenido en su domicilio de Puerto Aysén, sitio 155, población Las Casas, comuna de Barrancas, el miembro del Partido Comunista José Santos Rocha Álvarez, conocido y relacionado políticamente con Ortiz Valladares, por personas de civil que se movilizaban en 3 vehículos y, en aquel lugar fueron encontradas armas de fuego, ambos detenidos fueron llevados con destino desconocido, siendo visto Ortiz Valladares posteriormente en Remo Cero, lugar donde fue interrogado y torturado y se le confeccionó ficha de investigación política por agentes de dicho comando, fechada el 04/11/1975, y a Rocha Álvarez, se le confeccionó el mismo tipo de ficha el 02/11/1975, ignorándose el destino final de ambos.
g) Que, el día 15/07/1976, a las 8:00 horas, salió de su domicilio junto a su esposa, el miembro de las Juventudes Comunistas de Chile, Mariano León Turiel Palomera, aquella para ir a su trabajo y este para realizar diferentes trámites. Ese día retiró ropa de una tintorería en Calle Merced, entre Ahumada y Bandera, y también dinero para un subsidio habitacional en el Banco Estado, ubicado en Bandera con San Pablo, desde donde se pierde su rastro.
Con posterioridad a la desaparición de Turiel Palomera, se hizo llegar a tribunales un anónimo cuyo autor refiere que el militante de las Juventudes Comunistas Mariano León Turiel Palomera, fue detenido cerca de la Estación Mapocho por el denominado Comando Conjunto, que los aprehensores materiales fueron el equipo de agentes de la Armada de Chile pertenecientes a dicho comando, lo que tiene plena coincidencia con el lugar del que se pierde el rastro de Mariano León Turiel Palomera ese día 15/07/1976”.
En el aspecto civil, se mantuvo la sentencia, no recurrida, que condenó al fisco a pagar una indemnización total de $1.520.000.000 (mil quinientos veinte millones de pesos) a familiares de las víctimas.
Corte de Santiago condena a 27 ex agentes del Comando Conjunto por crímenes de militantes comunistas en 1975 y 1976
Fuente :resumenlatinoamerica.org, 12 de Abril 2022
Categoría : Prensa
La Corte de Apelaciones de Santiago condenó a 27 agentes del denominado Comando Conjunto por su responsabilidad en los delitos de secuestro simple y homicidio calificado de Ignacio Orlando González Espinoza y Juan René Orellana Catalán; y en los secuestros calificados de Ricardo Manuel Weibel Navarrete, Luis Desiderio Moraga Cruz y Luis Emilio Gerardo Maturana García. Ilícitos perpetrados entre noviembre de 1975 y junio de 1976, en Santiago.
En fallo unánime (causa rol 1.237-2020), la Quinta Sala del tribunal de alzada -integrada por los ministros Fernando Carreño Ortega , Ricardo Soto Muñoz y la ministra Lidia Poza Matus- confirmó la sentencia dictada por el ministro en visita extraordinaria Miguel Vásquez Plaza en octubre de 2019, que condenó al ex oficial de la FACH Juan Francisco Saavedra Loyola y al ex oficial de Carabineros Manuel Agustín Muñoz Gamboa a las penas de 18 años de presidio, en calidad de coautores de los delitos de homicidio calificado de González Espinoza y Orellana Catalán; más 13 años de presidio como coautores de secuestro calificado de Moraga Cruz, Weibel Navarrete y Maturana González; y más 3 años de presidio, cada uno como coautores de los delitos de secuestro simple de González Espinoza y Orellana Catalán.
En tanto, el ex oficial de la Armada Daniel Luis Enrique Guimpert Corvalán fue condenado a 18 años de presidio, como coautor del homicidio calificado de González Espinoza y Orellana Catalán; más 12 años de presidio como coautor de los delitos de secuestro calificado de Moraga Cruz y Maturana González; y 3 años de presidio como coautor de los delitos de secuestro simple de González Espinoza y Orellana Catalán.
Asimismo, la Quinta Sala ratificó las sentencias que deberán cumplir:
el ex oficial de la Armada Jorge Aníbal Osses Novoa, y los ex oficiales de Ejército Sergio Antonio Díaz López y Álvaro Julio Federico Corbalán Castilla, a 12 años de presidio como coautores del delito de homicidio calificado de González Espinoza; más 10 años y un día de presidio como coautores de los delitos de secuestro calificado de Moraga Cruz y Weibel Navarrete, y 400 días de presidio como coautores del delito de secuestro de González Espinoza.
En tanto, los ex agentes Roberto Alfonso Flores Cisterna y Carlos Hernán Rodrigo Villarreal deberán purgar 10 años y día de presidio como coautores del delito de homicidio calificado de Orellana Catalán; más 5 años y un día de presidio como coautores del delito de secuestro calificado de Maturana González, y 400 días de presidio como coautores del delito de secuestro de Orellana Catalán.
El ex agente Raúl Horacio González Fernández deberá cumplir dos penas de 10 años y un día de presidio como coautor del delito de homicidio calificado de Orellana Catalán y del secuestro calificado de Moraga Cruz y Maturana González; más 400 días de presidio como coautor del delito de secuestro simple de Orellana Catalán.
El ex agente Alejandro Segundo Sáez Mardones deberá cumplir dos penas de 10 años y un día de presidio como coautor del delito de homicidio calificado de Orellana Catalán y coautor del secuestro calificado de Maturana González, más 400 días de presidio como coautor del delito de secuestro de Orellana Catalán.
Por su parte, el ex agente civil del SIFA Otto Silvio Trujillo Miranda fue condenado a la pena de 10 años y un día de presidio como coautor del delito de secuestro calificado de Weibel Navarrete y como cómplice del delito de secuestro calificado de Moraga Cruz.
El ex agente Lenin Figueroa Sánchez fue sentenciado a 5 años y un día de presidio, como cómplice del delito de homicidio calificado de Orellana Catalán; más 5 años y un día de presidio como coautor del delito de secuestro calificado de Maturana González y 400 días como coautor del delito de secuestro de Orellana Catalán.
Los ex agentes Sergio Daniel Valenzuela Morales y Juan Atilio Aravena Hurtuvia deberán cumplir 5 años de presidio, como encubridores del delito de homicidio calificado de Orellana Catalán; más 5 años y un día como coautores del delito de secuestro calificado de Maturana González y 400 días de presidio como coautores del delito de secuestro de Orellana Catalán.
El ex agente Ernesto Arturo Lobos Gálvez debe purgar 5 años y un día de presidido como cómplice de los delitos de secuestro de Weibel Navarrete y Maturana González, y 60 días de prisión como cómplice del delito de secuestro simple de Orellana Catalán.
El ex agente Alejandro Jorge Forero Álvarez debe purgar 5 años y un día de presidio como cómplice de los delitos de secuestro calificado de Moraga Cruz y Weibel Navarrete; 60 días de prisión como cómplice del delito de secuestro simple de González Espinoza.
Además, los ex agentes civiles Viviana Lucinda Ugarte Sandoval, Andrés Pablo Potin Lailhacar y Emilio Mahias del Río, junto a los ex agentes Juan Luis Fernando López López, José Evaristo Rojas Alruiz y Francisco Segundo Illanes Miranda, deberán cumplir 5 años y un día de presidio como coautores del delito de secuestro calificado de Maturana González; 400 días de presidio como coautores del delito de secuestro simple de Orellana Catalán.
El ex agente Roberto Francisco Serón Cárdenas fue condenado a la pena de 5 años y un día de presidio como coautor del delito de secuestro calificado de Moraga Cruz.
Por último, los ex agentes Robinson Alfonso Suazo Jaque, Pedro Ernesto Caamaño Medina, Pedro Juan Zambrano Uribe y José Hernando Alvarado Alvarado fueron condenados a 4 años de presidio como cómplices del delito de secuestro calificado de Maturana González; y 60 de prisión como cómplice del delito de secuestro simple de Orellana Catalán.
Los también condenados en el fallo de primera instancia por el ministro sustanciador Miguel Vásquez Plaza, el ex oficial de la FACH Antonio Benedicto Quiroz Reyes y el reconvertido agente civil Miguel Arturo Estay Reyno, fallecieron en el transcurso del tiempo transcurrido entre aquel fallo y éste.
En lo sustantivo de la resolución de la Corte, la Quinta Sala señala:
«Que concuerda esta Corte entonces con la apreciación del sentenciador y del Fiscal Judicial, por las razones que expresa el fallo y lo anteriormente expuesto, en que los hechos, tenidos por ciertos en la sentencia en alzada, son punibles en virtud de la predominancia del Derecho Internacional de los Derechos Humanos por sobre las prescripciones de Derecho interno o nacional. Este reconocimiento es de vital importancia porque les otorga a los crímenes de lesa humanidad la relevancia que ameritan, desde que su perpetración afecta a la humanidad toda, a los bienes jurídicos concernientes a la paz, seguridad y bienestar internacional, que el Derecho Penal Internacional busca amparar», consigna el fallo confirmatorio.
En la investigación judicial el ministro Vásquez Plaza estableció que:
a) Que existió una agrupación de hecho que operó clandestinamente entre los años 1975 y 1976, conformado principalmente por agentes que pertenecieron a la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea, además de Carabineros Chile, Marina y Ejército, con la colaboración de civiles, cuyo objetivo principal fue la represión de la Juventud del Partido Comunista, para lo cual procedían a la detención de varios de ellos.
b) Que, la referida agrupación, utilizó para las detenciones y torturas: Hangar de Cerrillos; Nido 20, recinto secreto de detención y tortura ubicado en calle Santa Teresa N° 037, paradero 20 de Gran Avenida; Nido 18, recinto secreto ubicado en calle Perú N° 9053, La Florida, Santiago, que fue empleado exclusivamente para la tortura; La Prevención o Remo Cero, que eran calabozos ubicados al interior del Regimiento de Artillería Antiaérea en Colina, todo esto durante el año 1975; La Firma, a principios del año 1976, dicho grupo traslada sus operaciones a la parte posterior del inmueble a cargo de Carabineros de Chile, ubicado en calle Dieciocho, frente al N° 229, que perteneció al ex diario Clarín, denominándosele La Firma.
c) Que, el actuar operativo de la agrupación, respecto de las personas privadas ilegítimamente de su libertad, manteniéndolos en recintos secretos, era obtener información de éstos bajo tortura psicológica y física, logrando la colaboración de alguno de ellos, hasta el punto que algunos fueron asimilados como agentes operativos del grupo, lo que proporcionó una mayor efectividad en la detención de militantes comunistas en cadena, a los cuales se les hizo desaparecer, ocurriendo que de algunos de ellos, en el curso de los años, se encontró parte de sus restos.
d) Que el día 07 de noviembre de 1975, aproximadamente a las 22.00 horas, fue detenido en su domicilio de Río Maule N° 1893, Comuna de Recoleta, Ricardo Manuel Welbel Navarrete, por sujetos que vestían de civil; manteniéndosele privado de libertad en el recinto denominado La Prevención o Remo Cero, ubicado al interior del Regimiento Antiaérea en Colina, último lugar en que se le vio con vida y, con posterioridad, fueron encontradas sus osamentas en los terrenos del Fuerte Arteaga, Peldehue.
e) El día 08 de junio de 1976, en el sector de Estación Central, Juan René Orellana Catalán se reunió con Luis Emilio Gerardo Maturana González, ambos militantes de la Juventud Comunista en la clandestinidad debido a la persecución política de que eran objeto, con el propósito de recibir dinero del partido de manos de Maturana González, este último encargado de distribuirlo; momento en que es detenido por agentes de la agrupación referida en la letra a), manteniéndose recluido en el recinto denominado La Firma, y posteriormente fue ejecutado en la Cuesta Barriga, donde se encontró restos de su persona consistentes en piezas dentarias y prótesis removible.
f) Que, el día 20 de octubre de 1975, en horas de la madrugada fue detenido en su domicilio de pasaje Tokio N° 5862, Población Juanita Aguirre, comuna de Conchalí, Santiago, Luis Desiderio Moraga Cruz, por sujetos que vestían de civil; manteniéndosele recluido en el Regimiento de Artillería Antiaérea en Colina, en cuyo interior se encontraba el recinto denominado La Prevención o Remo Cero, donde prestó la declaración que obra a foja 5532, siendo éste el último lugar en que se le vio con vida.
g) Que, el día 04 de diciembre de 1975, en horas de la madrugada, fue detenido en su domicilio de calle Soberanía N° 1220, Santiago, Ignacio Orlando González Espinoza, por sujetos que vestían de civil; manteniéndosele privado de libertad en el recinto denominado La Prevención o Remo Cero, ubicado al interior del Regimiento de Artillería Antiaérea en Colina, último lugar en que se le vio con vida y, con posterioridad, fue ejecutado en los terrenos del Fuerte Arteaga, Peldehue, donde fueron encontradas sus osamentas.
h) El día 08 de junio de 1976, en el sector de Estación Central, Luis Emilio Gerardo Maturana González se reunió con Juan René Orellana Catalán, ambos militantes de la Juventud Comunista en la clandestinidad debido a la persecución política de que eran objeto, con el propósito de entregarle dinero del partido a Orellana Catalán para sí y para que a su vez lo entregara a otros militantes del partido ya que Maturana González estaba encargado de distribuirlo; momento en que es detenido por agentes operativos de la agrupación reseñada en la letra a), manteniéndosele recluido en el recinto denominado La Firma, desde donde se pierde su rastro.
Las y los artistas detenidos desaparecidos y ejecutados por la dictadura cívico militar
Fuente :prensaopal.cl, 8 de Septiembre 2021
Categoría : Prensa
Durante la dictadura cívico-militar fueron ejecutados y desaparecidos al menos un centenar de personas ligadas a la cultura, las artes y el patrimonio.
El 11 de septiembre se inició la etapa más dolorosa que hayamos vivido, provocada por agentes del Estado y civiles cómplices. Hoy conmemoramos 48 años de esa tragedia que aun enluta a Chile entero.
Más de tres mil personas, hombres mujeres, niños, niñas y jóvenes como estudiantes de educación básica, de secundaria y universitaria; mujeres embarazadas, personas mayores, no vidente, minusválidos fueron directamente afectadas y cientos de miles, pasaron a la categoría de familiares y víctimas de la dictadura. Quienes sobreviven luchan incansablemente por justicia, reparación y no repetición de actos genocidas por parte del Estado.
Hombres y mujeres que cuyo aporte a la sociedad era desde su lucha social, de militante y también desde sus oficios y ocupaciones como zapateros, obreros, empleados textiles, médicos, linotipistas, modistas, secretarias, dirigentes sindicales, vecinales, funcionarios municipales empleados públicos, empleados de ferrocarriles, suplementeros, carpinteros; obreros campesinos, mineros, forestales, de la construcción; ingenieros. También aquellos que estaban de paso, en una misión, estudiando o habían formado una familia en Chile provenientes de Vietnam, Francia, España, Bolivia, Argentina, Uruguay, Inglaterra, Ecuador, Uruguay, entre otros países.
Alguno de sus asesinos y cómplices que pagan tibias condenas en cárceles de lujo nos han privado de ellos y ellas, pero también nos han privado de cerca de un centenar de artistas y creadores que hemos identificado, con el afán de ofrecer un homenaje a quienes, desde las culturas, las artes y el patrimonio fueron víctimas del terrorismo de estado.Hemos reconocido 82 personas cuya creatividad se expresaba en el audiovisual, la artesanía, el teatro, la arquitectura, fotografía, Artes Visuales, letras y música. ( extracto)
Libertad de prensa bajo fuego: La información como bien público para el desarrollo sostenible ( EXTRACTO)
Fuente :lanacionpy.arcpublishing.com 25 de Abril 2021
Categoría : Prensa
Unos pocos días atrás, el colega periodista Mauricio Weibel Barahona, un entrañable amigo chileno, un hermano del corazón y de la vida que descubrí al otro lado de la Cordillera de los Andes que nos une, denunció la persecución, espionaje y amedrentamiento a los que lo somete el Estado chileno a él y a su familia desde muchos años, ante el Relator Especial en Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca. Antes de hacerlo, las mismas violaciones a los derechos humanos con las que aún por estos días es victimizado las puso en conocimiento de los sucesivos presidentes de la Corte Suprema de Justicia de Chile, magistrados Haroldo Brito y Guillermo Silva; del actual fiscal nacional de ese país, Jorge Abbott; y, de quien precedió a Vaca en la relatoría interamericana, Edison Lanza, sin que los ataques cesaran.
OPERACIONES DE ESPIONAJE
Mauricio, presidente y fundador de la Unión Sudamericana de Corresponsales (UNAC), académico, periodista de investigación, capacitador y formador de periodistas, comenzó a ser acosado con operaciones de espionaje, seguimientos, amedrentamientos telefónicos anónimos, cuando escribía el primero de sus libros más vendidos, “Asociación Ilícita”, en el que dio a conocer “los archivos secretos” de la dictadura que comandó Augusto Pinochet Ugarte. Era el año 2012. Desde entonces, la persecución no cesa. Pese a ello, las investigaciones de Mauricio, hechas libro, tampoco. “Traición a la Patria”, en el 2016; “Los niños de la rebelión”, 2017; “Ni orden ni Patria”, 2018; el “Manual de Periodismo de Investigación de la Unesco”, 2019; “La caída de las AFP”, 2020, son los más destacados de sus trabajos. Sin embargo, fue “Milicogate”, una sucesión de actos de corrupción reiterados, cometidos por altos oficiales del ejército de Chile bajo el paraguas de la que se conoce como Ley Reservada del Cobre para financiar compras bélicas, que Mauricio investigó sin descanso y publicó con su firma en el diario The Clinic, lo que desató la ira de los delincuentes uniformados. Esas revelaciones fueron la base documental que posibilitó los procesamientos y condenas judiciales de cerca de 850 militares en actividad y en retiro. Entre ellos, cuatro comandantes en jefe de la fuerza ejército. Los datos sobre ilícitos recolectados, además de increíbles, repugnan. Un cabo, una de las jerarquías más bajas del escalafón militar, apostó 2.500 millones de pesos en un casino. La intervención judicial –fundada en esa investigación periodística– permitió al fisco chileno recuperar 4.500 millones de dólares.
LA INFORMACIÓN, UN BIEN PÚBLICO
La información –un bien público– siempre y en todo lugar en donde se desarrolle un Estado Democrático de Derecho también protege bienes públicos. La casa familiar de Mauricio fue asaltada en tres oportunidades. La redacción y oficinas de The Clinic, también. De esta última incursión, las cámaras de seguridad instaladas en ese medio grabaron los hechos y las caras de los delincuentes. Esos elementos incriminatorios fueron aportados a la Justicia. No pasó nada. Dos presidentes –Michelle Bachelet y Sebastián Piñera– ejercieron el vicariato popular mientras los sucesos relatados en contra de la libertad de prensa, violatorios de los derechos humanos de periodistas acaecían. Solo tuvieron palabras vacías para con las víctimas de tales delitos.
Nada que se conozca y haya sido efectivo hicieron para que cesaran las agresiones que, además de Mauricio, alcanzaron a los colegas Juan Cristóbal Peña y Javier Rebolledo, que también investigaban. A todos les robaron los ordenadores, los discos duros externos y los pendrives. A la corresponsal de The New York Times en Chile, Pascale Bonnefoy, quien indagaba temas de derechos humanos, también fue victimizada. Las fuentes periodísticas reservadas que aportaron valiosos datos fueron y son acosadas por los espías militares que recurren a cualquier recurso para delinquir contra periodistas, comunicadoras y comunicadores que revelan sus tropelías. Una de esas operaciones –escuchas telefónicas ilegales que justificaron sobre mentiras ante jueces venales– las comandó el general Humberto Oviedo.La Justicia, apremiada por la repercusión social de los hechos que hicieron públicos las investigaciones periodísticas, tendrá poco trabajo para incriminarlo y una enorme tarea, en el caso de que quiera y pueda mirar hacia otro lado. Jueces y juezas también son espiados. Entre ellas, Romy Rutherford, investigadora de la corrupción militar. Los militares se quejan públicamente. Tan increíble como antidemocrático. La democracia no va por buen camino en Chile. La reforma constitucional en ciernes esperanza. Me cuentan respetables colegas que “el presidente Piñera envió al Congreso un proyecto de ley que amplía las facultades de las fuerzas armadas sobre la población civil, incluidos los defensores de los derechos humanos y los periodistas”. Preocupante. No debería ser aprobada. “Sin un periodismo de investigación vigoroso, toda sociedad puede convertirse en una dictadura del dinero y el olvido”, sostiene Mauricio.
Me apropio del concepto. Lo hago mío. Desde este instante será otra de mis banderas. Con Weibel Barahona solemos hablar mucho y largo. Su historia familiar –que es parecida a la de muchas y muchos latinoamericanos– es dramática. La palabra impunidad es parte de su desarrollo psicofísico y afectivo. José Arturo Weibel Navarrete, “El Checho”, su papá, el 29 de marzo de 1976, fue detenido y desaparecido cuando junto con su esposa, María Teresa Barahona Muñoz, llevaban los niños a la escuela. Treinta perpetradores “disfrazados de civil se llevaron a quien era nuestro padre, esposo, hermano y amigo. No volvimos a verlo”, me dijo Mauricio, una tarde en el Museo de la Memoria de Santiago de Chile. Aquel día pude ver sus lágrimas mientras sus ojos estaban clavados en una vieja foto en la que está con El Checho. Lloré con él. Los perpetradores asesinos de aquel dirigente político de Chile, afiliado al Partido Comunista, están confesos de aquel crimen desde hace cuatro décadas, pero nunca fueron condenados.
IMPUNIDAD, ESA NUBE NEGRA
La palabra impunidad –como una nube negra cargada de negatividad– opaca el cielo chileno. Mauricio lo sabe y, justamente por ello, quiere correrla con más y más información. Ese bien público al que todos y todas tenemos derecho a acceder para informarnos y para informar. Los cambios siempre son posibles. En eso pienso esta noche de viernes otoñal refugiado en la vieja mecedora. El copón me oferta un Pizarras Pinot Noir 2018, un vinazo chileno de excelencia. El sábado, imparable, irrumpe con un silencio que retumba y favorece la reflexión. Así recordé que, en 1991, Namibia, desde unos pocos meses, tenía nueva Constitución. Sus, por entonces, 800 mil habitantes eran gobernados por Sam Nujoma, primer presidente democrático, electo el 11 de noviembre de 1989. Se mantendría en el cargo durante tres períodos. Los acontecimientos se desarrollaban con una dinámica inusitada.(EXTRACTO)
Condenan a ex agentes del Comando Conjunto por ocho casos de detenidos desaparecidos
Fuente :resumen.cl, 7 de Julio 2017
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El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez Plaza, dictó sentencia en contra de ex miembros del denominado Comando Conjunto, por su responsabilidad en ocho delitos de secuestro calificado. Ilícitos perpetrados en octubre de 1975 y julio de 1976, en Santiago.
En la resolución adoptada esta semana (causa rol 120.133-C), el ministro Vázquez dictó sentencia contra ocho integrantes del denominado «Comando Conjunto», por su responsabilidad en los secuestros calificados de Carlos Enrique Sánchez Cornejo (59 años), José Arturo Weibel Navarrete (33), Francisco Hernán Ortiz Valladares (45), José Santos Rocha Álvarez (43), y Mariano León Turiel Palomera (30), ocurridos entre octubre de 1975 y julio de 1976.
En el fallo, el ministro Vázquez Plaza condenó al ex general Fach y jefe del CC Freddy Enrique Ruiz Bunger, al ex oficial Fach Juan Francisco Saavedra Loyola, alias "El Mono", y al ex oficial de carabineros Manuel Agustín Muñoz Gamboa, alias "Lolo", a penas efectivas de 18 años de presidio.
En tanto, el ex oficial de la armada Daniel Luis Enrique Guimpert Corvalán, alias "Chico Horacio", fue condenado a 12 años de presidio, y el ex oficial Fach Antonio Benedicto Quiroz Reyes deberá purgar 6 años de presidio.
En el caso de los agentes Roberto Alfonso Flores Cisternas, ex funcionario Fach, Alejandro Julio Segundo Sáez Mardones, ex funcionario de carabineros, y Juan Carlos Hernán Rodrigo Villarreal, ex funcionario de la armada, el magistrado los sentenció a penas de 5 años y un día de presidio.
En la etapa de investigación, el ministro dio por establecidos los siguientes hechos:
a) Que existió una agrupación de inteligencia de carácter militar, jerarquizada y disciplinada denominada Comando Conjunto que operó entre los años 1975 y 1976, conformada por agentes pertenecientes a la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea, DIFA, de Carabineros, DICAR, Armada, SIN, y Ejército, DINE, más civiles, cuyo objetivo principal fue la represión de la Juventud Comunista y el Partido Comunista, para lo cual se procedía a la detención de personas vinculadas a dicho partido, las que eran privadas de libertad para la obtención de información mediante tortura física y sicológica, y posteriormente liberadas o trasladadas con destino desconocido o muertas;
b) Que, para la represión operativa el denominado Comando Conjunto, utilizó recintos secretos de detención, como la casa de Apoquindo, el Hangar en el Aeropuerto de Cerrillos, otros que habían sido arrebatados a militantes de partidos políticos perseguidos, como los denominados Nido 18 y Nido 20, constituyéndose todos estos en centros de detención clandestinos; para luego entrar en escena la cárcel La Prevención, construida al interior del Regimiento de Artillería Aérea de Colina, más conocida como «Remo Cero», operando aproximadamente desde agosto de 1975 hasta los primeros meses de 1976 y, finalmente el inmueble de calle Dieciocho, asignado a Carabineros, que correspondía al lugar donde funcionaba el ex diario El Clarín, denominándosele La Firma hasta fines del año 1976, recintos en que los prisioneros eran mantenidos vendados y eran interrogados bajo apremios ilegítimos;
c) Que, el 17 de diciembre de 1975, Carlos Sánchez Cornejo, militante del Partido Comunista, salió de su domicilio ubicado en esta ciudad, población Huemul N° 2, en horas de la tarde para comprar el periódico vespertino, siendo detenido por agentes del Comando Conjunto, conducido al recinto Remo Cero, lugar en que fue visto por otros detenidos y desde donde se pierde su rastro;
d) Que, el 29 de marzo de 1976, en circunstancias que José Weibel Navarrete viajaba en el bus 9046 del recorrido Américo Vespucio, patente SL-45, en compañía de su cónyuge y dos hijos menores, agentes del denominado Comando Conjunto interceptaron y abordaron dicho bus, y aprovechando un alboroto por un presunto robo, lo bajaron a la fuerza, subiéndolo a un vehículo que lo trasladó al recinto detención La Firma, también se le mantuvo en la casa de solteros de los conscriptos de Fach, agentes del Comando Conjunto, en Bellavista N° 125, de allí fue sacado por los jefes de los grupos operativos, ignorándose su destino final;
e) Que, en la tarde del día 30 de octubre de 1975, alrededor de las 18:30 horas, fue detenido el miembro del Partido Comunista de Chile, Francisco Hernán Ortiz Valladares, en su taller de mueblería ubicado en el interior de su domicilio de calle Romero N° 3016, por dos individuos de civil, quienes lo sacaron del sector en un automóvil conducido por un tercer individuo, alrededor de las 23:30 horas de ese mismo día, unos ocho individuos de civil portando metralletas ingresaron al domicilio de Raúl Armando Castro Vega, saltando la reja exterior del inmueble, los que mantenían en su poder detenido y esposado a Ortiz Valladares, lugar donde en el mes de septiembre de ese mismo año había hecho un closet; manifestando uno de los sujetos que buscaban un doble fondo en el closet en que se ocultaran armas o documentos, al no encontrar nada se retiraron del lugar en cuatro automóviles, y desde esa fecha se encuentra desaparecido, ignorándose su paradero;
f) Que, en la madrugada del día 31 de octubre de 1975, entre las 03:00 y 04:00 horas, fue detenido en su domicilio de Puerto Aysén, sitio 155, Población Las Casas, comuna de Barrancas, el miembro del Partido Comunista José Santos Rocha Álvarez, conocido y relacionado políticamente con Ortiz Valladares, por personas de civil que se movilizaban en tres vehículos y, en aquel lugar fueron encontradas armas de fuego, ambos detenidos fueron llevados con destino desconocido, siendo visto Ortiz Valladares posteriormente en «Remo Cero», lugar donde fue interrogado y torturado y se le confeccionó ficha de investigación política por agentes de dicho Comando, fechada el 04 de noviembre de 1975, y a Rocha Álvarez, se le confeccionó el mismo tipo de ficha el 02 de noviembre de 1975, ignorándose el destino final de ambos, y
g) Que, el día 15 de julio de 1976, a las 08:00 horas, salió de su domicilio junto a su esposa, el miembro de las Juventudes Comunistas de Chile, Mariano León Turiel Palomera, aquélla para ir a su trabajo y éste para realizar diferentes trámites. Ese día retiró ropa de una tintorería en calle Merced entre Ahumada y Bandera y también dinero para un subsidio habitacional en el Banco Estado, ubicado en Bandera con San Pablo, desde donde se pierde su rastro.
Con posterioridad a la desaparición de Turiel Palomera, se hizo llegar a tribunales un anónimo cuyo autor refiere que el militante de las Juventudes Comunistas, Mariano León Turiel Palomera, fue detenido cerca de la Estación Mapocho por el denominado Comando Conjunto, que los aprehensores materiales fueron el equipo de agentes de la Armada de Chile pertenecientes a dicho Comando, lo que tiene plena coincidencia con el lugar del que se pierde el rastro de Mariano León Turiel Palomera ese día 15 de julio de 1976.
Si bien el fallo es de primera instancia, establece una clara responsabilidad de los criminales y una firme condena de estos delitos.
Seis ex uniformados procesados por caso de DDHH
Fuente :La Nacion.cl, 30 de Enero 2004
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Latitular del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, Graciela Gómez, sometió a proceso a seis ex uniformados por su participación en el secuestro del ex dirigente comunista José Weibel y la detención de Carlos Sánchez Cornejo.
El encausamiento afectó a los ex miembros de la FACH Enrique Ruiz Bunger, Juan Fracisco Saavedra Loyola, Jorge Rodrigo Combos y Daniel Luis Guimpert; al ex carabinero Manuel Muñoz Gamboa; y al civil César Luis Palma Ramírez.
También fueron procesados en calidad de autores, junto a Alejandro Sáez Mardones, actualmente recluido en la cárcel de Punta Peuco, por el secuestro de José Weibel.
Declaración Jurada:
Fuente :Revista Mensaje No. 336 de Enero-Febrero 1985
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Andres Antonio Valenzuela Morales
Texto integro de una de las declaraciones juradas del ex agente de la Fuerza Aerea de Chile (FACH), Andres Valenzuela Morales hechas a la Vicaria de la solidaridad a fines del año 1985.
Comparece: Andres Antonio Valenzuela Morales. Carnet de Identidad 5.443.690-4 de Renca, nacido el 30 de Noviembre de 1956 en Papudo, domiciliado en el Pasaje Barranquilla 2044 de la Poblacion Juanita Aguirre de Conchali, casado, quien bajo la Fe de Juramento expone:
Entré al Servicio Militar en Abril de 1974, en el Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina, donde estuve 3 meses, para ser destinado a la Academia de Guerra Aérea, ubicada en la Comuna de Las Condes de Santiago.
Llegué a esta repartición junto a un grupo aproximado de 60 conscriptos, de los cuales 15 pasamos a depender de la Fiscalía de Aviación y el resto quedó como personal de la AGA, haciendo labores de vigilancia y otras que son de rutina.
Quien dirigía todo nuestro grupo era un oficial de nombre (NN)(1), el cual unificaba los trabajos de inteligencia contra la subversión, que en ese período estaban dirigidos fundamentalmente contra el MIR Es muy poco lo que puedo señalar sobre lo ocurrido en ese recinto, puesto que sólo me tocó hacer labor de vigilancia (2)
Después del trabajo en la Academia de Guerra nos trasladamos, todo el grupo, a una casa ubicada en la Avenida Apoquindo, inmueble que ya no existe, puesto que allí se construyó un Banco. Al trasladarnos, nos fuimos con unos 15 detenidos del MIR. Puedo recordar que había un mirista de apellido Pérez que salió al extranjero, el cual era visitado por su mujer en el recinto de detención. Recuerdo también a una militante del MIR que le decían "la Negra': era alta, pelo corto. No sé qué destino tuvo.
En este recinto de Apoquindo, estuvimos unos 3 meses mas o menos. Hacíamos allanamientos y detenciones. Yo participaba en la Fuerza de 'Reacción", es decir resguardando, a quienes realizaban los operativos, de algún posible ataque en los alrededores. Las personas detenidas salían libres o iban a dar a la Cárcel. También en este recinto el grupo era dirigido por (NN) y uno de sus subalternos mas cercanos era (NN) a quien apodaban el "Wally". [3]
Muy poco tiempo después nos fuimos quedando sin detenidos, ya que la represión al MIR pasó a estar a cargo de la DINA, por lo que nos trasla-damos al edificio de Santa Rosa con Alameda, donde queda la "Comunidad de Inteligencia", es decir todos los servicios institucionales, excepto la DINA.
En este lugar nuestro equipo se disuelve, quedando cada uno en oficinas diferentes. El miembro de la FACH Guillermo Bratti Cornejo, que venía trabajando en mi grupo, se fue a El Bosque, ya que esa era su Unidad; a él lo apodaban "el pelao Lito".
Había otros funcionarios de la FACH apodados "Patricio, "Chirola", todos de la Unidad de El Bosque.
Cuando empieza el año 1975, se reúne nuevamente el grupo, con (NN), Bratti y los otros, excepto de la Base El Bosque, y nos vamos a operar a un pequeño hangar que queda en el aeropuerto de Cerrillos, entrando por la puerta principal, inmediatamente por la mano derecha, en dirección a la costa, ubicándose actualmente casi frente a un gran letrero que dice "40 KMS. VEL. MAX."
A nuestro grupo se agregó (NN) que era "Patria y Libertad" (aclaro no sé si su nombre era Luis o Cesar o ambos, pero estoy seguro de sus dos apellidos).
Este individuo llega con un equipo de civiles: "Luti", "Yerko", "Patén" y otros. Este (NN) había sido condenado por la muerte del Edecán Naval de Salvador Allende y, al parecer, su equipo también había actuado en el hecho. Era un equipo que actuaba muy profesionalmente. Debo reiterar que (NN) también estaba integrado a este equipo y era uno de sus jefes.
Nuestro tarea era trabajar la represión en el Regional Sur del Partido Comunista. Me recuerdo que en una noche se hizo una pesquisa, en la cual no participé, donde cayeron unos 12 militantes mas o menos.
Aparece en escena en esta época – principios del tercer trimestre del año – el "Juanca", que era Carol Fedor Flores Castillo, quien había sido militante del Partido Comunista y yo lo había visto detenido en el año 1974, en la AGA. El apodo "Juanca" derivaba de su nombre de guerra, Juan Carlos. En todo caso, en esta época él participaba en los interro-gatorios de los detenidos aportando la mayor cantidad de datos, puesto que conocía a un inmenso número de militantes. El era un agente mas, e incluso se le facilitó una casa, que había sido requisada al MIR y que quedaba ubicada en la comuna de La Florida. Usaba arma, intercomunicador, iba a nuestras practicas de tiro y entraba a las reparticiones de la Institución como cualquiera de nosotros.
Por este período, probablemente en septiembre del 75, cae detenido el "Quila Leo", que había sido ex-grumete de la Armada; no recuerdo exactamente si era militante de las juventudes comunistas o del Partido Comunista, y lo identifico inequívocamente por la foto que se exhibe, como Miguel Angel Rodríguez Gallardo. Con él conversé muchas veces, ya que estuvo largo tiempo detenido.
Por la falta de comodidad de este lugar (ni siquiera había agua) nos vamos a una casa ubicada en Santa Teresa 037, a la altura del Paradero 20 de la Gran Avenida, conocida como "NIDO 20".
Esta era una casa en que el vecindario notoriamente se podía percatar lo que pasaba adentro ya que entraban y salían personas, había 2 vigilantes externos de uniformes, siempre apostados afuera, los que tenían prohibición de ingresar al interior de la casa y eran siempre alumnos de la Escuela de Especialidades. Esta casa tenía una chimenea en el living y tres dormitorios. Llegamos allí con unos 20 detenidos mas o menos, los que estaban hacinados, a tal punto que se usaban los closets como celdas de castigo: el "Quila Leo" estaba allí encerrado, para permitir la incomunicación.
Desde aquí se empezó a sacar detenidos para interrogarlos en otro lugar, que también conocí. Se encuentra ubicado en el Paradero 18 de Vicuña Mackenna, en la calle Perú No. 9053, a la cual se llegaba entrando por Rojas Magallanes y doblando a la derecha por la calle que he señalado. Este lugar era conocido como "NIDO 18". La propiedad había sido requisada a un militante del MIR, de apellido Sotomayor.
En este recinto se torturaba e interrogaba.
Cuando empiezan a ser usados los recintos "NIDO 20" y "NIDO 18", actuábamos en un comando conjunto con miembros de los servicios institucionales de Carabineros y la Marina. Por Carabineros tenía el mando un teniente apodado "El Lolo", de apellido (NN), hoy capitán de Carabineros y Jefe del Grupo Operativo Represivo de Carabineros que ha comandado la represión en Pudahuel en los últimos meses.
Por la Marina participaba también al mando un teniente (hoy en retiro) (NN) (hoy trabaja en importaciones de elementos de seguridad y negocios de armas Winchester y tiene oficina en Bulnes).
Puedo recordar, sin determinar exactamente las fechas, que en el NIDO 20 fallecieron dos personas; una, recuerdo le decían Yuri, llegó enfermo, era bajo, crespo, pelo castaño, corto, trabajaba en la Municipalidad de La Granja o Cisterna y había sido detenido en su lugar de trabajo. Murió por una bronconeumonía fulminante, ya que lo tenían colgado en el baño.
Además llevaron del NIDO 18 al 20 a un detenido a quien le decían "Chino", o "Camarada", era bajo, de unos 50 año, fornido. Venía muy torturado desde el NIDO 18, estuvo como unos 15 días con nosotros. Al final llegó un grupo de civiles en la noche, que no sé si eran de Patria y Libertad o de la DINA (esto lo dudo, porque había gran rivalidad con ese Servicio, a tal punto que a veces buscábamos personas que ellos ya tenían detenidas o viceversa, sin que lo supiéramos). Bueno, a este señor lo golpeaban haciendo un ruedo, tirándoselo y pegándole entre unos y otros. Yo estaba de vigilante y nos enervaba que le pegaran sin sentido, ya que casi no le preguntaban nada. Al final lo dejaron tirado en el piso, al lado de la chimenea, y se fueron. A la salida se encontraron con (NN) que venía llegando, el que no participó en esa acción. Ese detenido pasó muy mala noche y en la mañana el centinela interno se dio cuenta que estaba muerto.
Al mediodía volvió (NN) con ropa (estoy casi seguro que era del propio detenido) y una máquina de afeitar. Lo afeitan y le cambian ropa al cadáver y después lo sacan en un vehículo, según decían para entregárselo a la familia. Nunca más supe de él.
Ahora me recuerdo que a Yuri, como también fallecido, lo llevaron muerto al NIDO 18 y desde allí lo hicieron desaparecer, según me comentó un agente de la Marina, tirándolo al mar. También recuerdo ahora, que en la casa del NIDO 18 aún sigue funcionando un grupo de la Marina y también sé que han modificado el frontis del sitio.
Existió también un detenido que era calvo, que contaba haber sido campeón de box y era taxista Vivía en la Gran Avenida1 estuvo cerca de dos meses y entregó una persona que trabajaba en Madeco, el cual nos condujo a un arsenal de metralletas AKA, las cuales se las llevó la DINA. En realidad nunca supe si era militante del MIR o del PC, pero me extrañó que después de esto saliera libre impunemente. En el NIDO 18 cayeron 2 hermanos detenidos, como, calculo, de unos 38 a 40 años. Uno de ellos vestía chaqueta de cuero café y se ahorcó en la celda de aislamiento. El otro hermano salió al parecer en libertad.
Miguel Angel Rodríguez Gallardo o "el Quila Leo", seguía detenido en estos recintos. En el NIDO 18, recuerdo, hubo una persona que intentó suicidarse, subiéndose a una escala de tijeras y sólo logró quebrarse un brazo. Según las fotos que he visto de los desaparecidos del año 75, podría parecerse muy cercanamente a Humberto Fuentes Rodríguez y creo recordar que le llamaban "el viejo Fuentes". [4)
Estamos en este relato ubicándonos aproximadamente en el mes de noviembre de 1975, época en la cual nos trasladamos, con varios detenidos, al Regimiento de Artillería Antiaérea de la FACH. En el interior de ese Regimiento hay una cárcel, llamada La Prevención, que hoy en día no se usa, sino para guardar equipos.
Llegarnos con unos 20 detenidos provenientes de los NIDOS 18 y 20; estaba el Quila Leo, el calvo del brazo enyesado y otros que no recuerdo.
Como a los dos días de llegados a ese recinto, se monta un operativo por el sector norte de Santiago y cae detenido Ricardo Weibel en el barrio El Salto, cerca del Regimiento Buin
Se le sacó de su casa, lo reconozco ahora inequívocamente por la foto que se me exhibe de él; es una de las personas con la cual mas converse. También fue detenido en ese sector un joven que era muy buen caricaturista (hacía dibujos de casi todos nosotros); cayó detenido Bezoa de nombre René; y caen detenidos los dos "Fanta", el menor, es detenido con su novia, y no les recuerdo sus nombres. La novia era delgada, bajita y morena.
A todos estos se les interrogaba, y seguían cayendo muchos mas detenidos.
Cuando estábamos en Colina ingresó a nuestra agrupación personal del Ejército, al mando de un Oficial que rotaba seguido. Estuvieron poco tiempo trabajando.
Este personal de Ejército interrogó en una oportunidad a uno de los detenidos, quien, a causa de la electricidad aplicada de 200 voltios directos, fallece por paro cardíaco. El detenido era de unos 50 anos, tenía placa dental casi completa. Permaneció muerto casi toda la noche en su celda y fue sacado por el mismo equipo del Ejército que lo pone en un portamaletas de un auto Chevy Nova y se lo llevan.
Después de este incidente el Ejército se separo del Comando Unido.
Estando detenido Ricardo Weibel por primera vez, llegó un helicóptero, que no recuerdo exactamente si era de la FACH o del Ejército y tampoco recuerdo si era tipo UH o PUMA. Se llevaron unos 10 o 15 detenidos en el aparato para tirarlos al mar. Participó en esta operación el agente (NN) alias el "Pifo" por la FACH, y había personal de las otras instituciones. Se fueron, según recuerdo, los siguientes detenidos: el calvo del brazo fracturado y enyesado; un ex regidor de Renca del Partido Comunista, que era cojo, usaba zapatos ortopédicos, tenía una edad madura de unos 50 anos mas o menos; también iba el caricaturista. Esto afectó mucho a Ricardo Weibel ya que conversaba mucho con este último detenido por ser de celdas vecinas; cada vez que Weibel sentía ruido de helicóptero tiritaba intensamente.
El agente (NN) dijo que los tiraron al mar a la cuadra de San Antonio. A raíz de que explicó que el detenido calvo con el brazo quebrado y a quien decían "el viejo Fuentes" despertó cuando iban a lanzarlo al mar, deseo aclarar que los detenidos iban drogados. (NN) comentó que uno de los agentes del Ejército a sangre fría le pegó un fierrazo en la cabeza al detenido que tenía la fractura en el brazo y lo lanzó abajo, por este motivo sé que los lanzaron al mar.
Después de este hecho liberaron a varias personas entre ellos el Fanta chico y su novia, Ricardo Weibel y otros que no recuerdo.
Bezoa y el Fanta grande cumplían ya en estos instantes tareas de informantes. Esto lo supe porque los sacaban de las celdas a un lugar, les retiraban las vendas y las esposas y tenían un trato muy preferencial; aclaro que al hacer los interrogatorios, el Fanta grande escribía las declaraciones; detrás del interrogado que estaba vendado, Bezoa afirmaba o negaba con señas según lo que hablaba el detenido. Según creo el Fanta chico nunca colaboró.
A Ricardo Weibel lo fueron a detener pocos días después por segunda vez, el agente (NN) fue a dejarlo y a buscarlo nuevamente a la casa, diciéndole a la esposa que seria un interrogatorio de pocos días y que no tendría problemas lo llevaron a Colina nuevamente. En este recinto, él sospechó que lo iban a matar, porque no lo interrogaban, no lo vendaban y lo dejaban circular. Efectivamente, pocos días, más de una semana, durante los cuales vio actuar a Carol Flores como un agente cualquiera y a Bezoa y el Fanta colaborar y servirse con nosotros café y otros alimentos, etc. (reitero que Bezoa y el Fanta estaban siempre como detenidos colaborando, mientras que el Carol Flores era un agente más).
En esta oportunidad aparece un vehículo, que era una citroneta Furgón. Allí echan a varios detenidos entre los cuales está el Quila Leo y Ricardo Weibel. Iba también un detenido flaco, de unos 28 años a 30 años, que ya había intentado suicidarse en su celda cortándose las venas con un pasador metálico del pantalón que afiló en el cemento hasta convertirlo en un arma cortante; en esa ocasión lo condujeron al Hospital de la FACH, donde se recuperó y ahora igual lo llevaban para matarlo.
En el vehículo colocaron chuzos, palas y un bidón con combustible. Como agentes en esta operación participaban Bratti, Flores, (NN) y otros agentes de las otras instituciones, que iban en otro vehículo. Volvieron el mismo día, después de unas 4 horas, sin los detenidos. Estoy absolutamente seguro, porque me lo dijo uno de los agentes, que fueron asesinados en los terrenos militares de Peldehue; además deseo resaltar que, como yo no participé en el opera-tivo, antes de irse me pasaron los carnets de identidad de los detenidos, sus cédulas de conducir, relojes, anteojos, billeteras (la de Weibel tenía muchas fotos); yo debí quemar y enterrar esas cosas.
No recuerdo más hechos y datos importantes por ahora que ocurrieran en Colina en relación a los detenidos. Una circunstancia de excepción y que conmovió a todos fue cuando caen detenidos Guillermo Bratti y Carol Flores y (NN) (que venía también de la AGA y era un Patria y Libertad); según (NN) los detuvieron porque habían pasado información al Partido Comunista y al MIR, pero esa explicación no nos satisfizo ya que era normal que quien caía en desgracia era desprestigiado para que lo odiaran; estos agentes detenidos quedaron vendados y en celdas. Otra versión que conocimos de su detención, era que habían entregado información, que poseíamos, a la DINA, la que efectué operaciones perjudicando a nuestra agrupación; la DINA, según ellos, les había ofrecido más dinero, vehículo y casa. Esto lo declaró Bratti y yo lo escuché en una cinta grabada de su interrogatorio años después. A ellos los alejaron de nosotros y en ese momento se decidió que Bratti fuera dado de bajo y los otros marginados de la institución
En el verano de 1976 terminamos de operar en el recinto de Colina, lo que ocurrió seguramente a principios del mes de marzo; nos trasladamos a un recinto que le decían "la Firma", que- queda ubicado casi frente donde esté el SIAl. Y era un edificio del Diario El Clarín, ubicado en la calle Dieciocho de Santiago. Hoy ocupa ese lugar el DICOMCAR, y allí trabaja "el Lolo", que ya he dicho que es un capitán de Carabineros de apellido (NN), y en ese lugar se han efectuado los interrogatorios a la gente detenida en Pudahuel en las últimas semanas. Esto lo conozco porque, para un operativo en que se detuvo a alrededor de 200 personas en una noche, el "Lolo" pidió apoyo a mis servicios y allí me pude enterar de que aquel recinto que yo conocí como "la Firma" es usado por DICOMCAR.
Volviendo al relato del año 1976, puedo señalar que recién llegado a este recinto en marzo del 76, se montó un operativo para detener a José Weibel Navarrete, hermano del anterior, lo que fue ejecutado por un grupo de Patria y Libertad que operaba con (NN). Nosotros apoyamos a este grupo de la siguiente manera: a mí me correspondió ir con otros agentes en el bus en que viajaba el "Checho Weibel" con su señora e hijo; yo iba sentado atrás. Y no tentamos claro cómo íbamos a bajar al hombre. En un instante se produjo un lanzazo efectivo (no fue inventado). Un chico de unos 14 o 15 años le robé a una señora la cartera. En ese minuto uno de los agentes de la Marina señaló a Weibel diciéndole "ése lo hizo" y le pidió al chofer que parara la micro para bajarlo; se le subió inmediatamente a un vehículo y yo me retiré en otro vehículo, terminando el Operativo, todos nos fuimos a "la Firma". Apenas llegamos lo interrogaron, pero no muy largo. Días después a raíz de una inspección que se creía que iba a ocurrir por parte de un grupo de derechos humanos , se trasladó a Weibel, a el Fanta, a Bezoa, a una casa de tres pisos que queda en calle Bellavista, casi frente a las canchas de tenis (aún existe) y que era la casa donde dormíamos los solteros.
Allí estuvieron los detenidos por espacio de una semana. Una noche que yo estaba de franca, sacaron a Weibel y lo hicieron desaparecer. Estoy seguro que lo mataron, porque (NN) señaló que había sido tirado en el interior del Cajón del Maipo, lo cual tenía un significado inequívoco para mí, por lo que voy a relatar. Antes quiero decir que Bezoa y el Fanta fueron dejados en libertad en esa época.
Paso a relatar ahora la experiencia mía en relación al Cajón del Maipo. Pocas semanas después de lo ocurrido con Weibel se armó un operativo en el cual debí participar. Me pasó a buscar (NN) a la casa de Bellavista y me dijo que debía acompañarlo. Iba en su auto Tormo. Me causo extrañeza el hecho que de la tropa iba yo solo. Fuimos al recinto 'la Firma", donde estaba "el Lolo", (NN), (NN) y otros agentes de Patria y Libertad. Había una mesa con cosas, como para un cóctel. Me serví, aun cuando no entendía nada de lo que pasaba; al terminar le dijeron al centinela que trajera el paquete (se trataba de un detenido). Para mi sorpresa trajeron a Bratti esposado, vendado y drogado. Entonces le empiezan a decir que había metido las patas por traicionar la causa y otras cosas parecidas. Lo metieron en el portamaletas de un auto y partimos en dos vehículos. Yo iba en el que conducía (NN), enfilando hacia el Cajón del Maipo. Al momento de salir me dieron una pastilla, la que también tomaron algunos agentes. (NN) hizo el trayecto con mucha seguridad, y pasado un puente por donde atraviesa el río de izquierda a derecha dobló a la izquierda por un camino que queda en la ladera oriente en ese sector, se detuvo en un lugar que quedaba como 7 km. adentro y a unos 40 metros de unos acantilados. Bajaron a Bratti, vendado, y (NN) lo coloco cerca de una piedra y le dijo: "¿Cómo querís morir?", además quiso hacer un juego macabro con él, ya que le decía "si querís, arrancai, y te persigo". Estaba medio curado. Bratti le dijo "sácame las esposas y la venda". Yo se las tuve que sacar, e inmediatamente me mandó al vehículo a buscar cordeles y alambres, cuando llegué al auto y comenzaba a sacar las cosas de la maleta, sentí una ráfaga de metralleta con silenciador. Al regresar al lugar vi que (NN) lo remataba. No vi disparar al resto. Me pidieron que lo amarrara por los pies y en las manos, pero no recuerdo si estaban a la espalda o adelante. Se le puso piedras de lastre, me señalaron que lo empujara por el acantilado, pero como había unos arbustos había que sacar el cuerpo hacia el vacío, alguien me sujetó de la mano y quedé colgando, llegando a pensar en algún momento que también me iban a matar, pero al final él cayó al agua y todos regresamos.
Carol Flores sé que lo mataron también, pero no puedo recordarme si fue días antes o días después que a Bratti. (NN) hizo una alusión que era el mismo lugar o sector.
Después de esto seguimos trabajando en "la Firma", apareciendo Bezoa y el Fanta como colaboradores del Servicio.
Se inicio una represión contra más militantes del PC. Fue detenido "José" quien después entregó el punto donde se iba a reunir con Contreras Maluje; también es detenido el "Macaco" que era el encargado de finanzas del Partido Comunista, de la Juventud (el "Macaco" tenía un departamento chico en el centro); fue detenido alguien a quien le decían "el Vicario" y otro que componía relojes; eran unas ocho o nueve personas.
Cuando José señaló que tenía que reunirse en una casa en el sector de la Gran Avenida, con Contreras Maluje, se montó la operación siendo detenido Contreras Maluje después que salió José. Contreras Maluje estaba acompañado de dos niñas y, al vernos, huyó varias cuadras por lo que debieron seguirlo y reducirlo entre diez, ya que era muy fornido., se le subió a una camioneta Kleinbus Volkswagen, que era de la Marina. El chofer estaba tan nervioso que, en el trayecto por Gran Avenida, atropelló a un peatón.
Llegamos a "la Firma", donde interrogaron a Contreras Maluje en relación a "José", con el objeto de encubrirlo para que no se diera cuenta que por él había sido detenido. Contreras Maluje no decía nada. En un momento, cuando le aplicaban electricidad, lo levantaron y le hicieron sacarse la venda, viendo sentados al frente de él, mirándolo, a sus compañeros detenidos. En la pared de esa sala había un organigrama de la Juventud, donde los nombres de los detenidos estaban marcados con rojo. No recuerdo que estuvieran más detenidos que el "José", el "Vicario", el "Macaco", el "relojero" y otros a quienes no identifico.
Contreras inventó un punto para el día siguiente, en el sector de calle Nataniel. Se montó el operativo y Contreras caminó por Nataniel en dirección a Avda. Matta (en ese entonces el tránsito venía hacia el norte. En un momento, se escuchó por radio en mi vehículo que yo andaba nos fuimos al sector pensando en el accidente, llegamos casi junto al vehículo en que iba (NN) y un jeep de Carabineros que casualmente pasó por ahí. Nos dimos cuenta que Contreras se había tirado a las ruedas de la micro, y tratando de incorporarse gritaba; "Soy comunista y no es ningún pecado, avisen a la Farmacia Maluje de Concepción". Gritaba su nombre y el cargo en el Partido. Le pedía ayuda a Carabineros para que por favor no le dejaran en nuestras manos, diciéndoles "Son de la DINA, mostrando a (NN) les decía: "Ese es el jefe", "miren como me torturaron" y mostraba sus muñecas amoratadas por las esposas. Se juntó mucha gente; Carabineros se paralogizó, no pidió ninguna identificación, fue muy difícil subirlo al auto, ya que se resistió y sólo con la ayuda de unos detectives que pasaron en una patrullera, se le incorporó al vehículo Fiat 125 color celeste, con patente de la Dirección de Inteligencia de la institución, todas las cuales se encontraban a nombre del Representante Legal del Director general Ruiz.
Volvimos con él al recinto "la Firma" donde los jefes lo golpearon mucho en una celda, a pesar de que iba herido, con el brazo fracturado, la cabeza rota y sangraba por la boca. Los jefes le decían: "Te pusiste la soga al cuello", después de esto quedó solo, botado y sin atención médica. José al ver esto, estuvo muy deprimido durante mucho tiempo, pues se sentía culpable; ese día yo me fui de franco quedando un equipo de guardia; al entrar el día siguiente, me contaron que en la tarde lo habían llevado a un lugar de la cuesta Barriga que yo conocía.
Para terminar, paso a explicar como conocí ese lugar.
A unos diez días que esto ocurriera – lo de Contreras Maluje – me mandaron con un marino en una Renoleta a hacer una fosa grande en un lugar que yo no conocía. Subimos por la cuesta Barriga un trecho y nos internamos a pie por una quebrada pequeña, unos 70 metros o más allí, con dos agentes de la Marina, "el Alex" y "el Chico", estuvimos trabajando unas tres horas haciendo una fosa para dos personas. Ese día me pude dar cuenta de que había allí otros cadáveres ocultados, ya que sin querer me paré sobre una fosa y un marino me lo representó; creo que habían por lo menos unos 6 cadáveres.
Al día siguiente, volví al lugar en una Renoleta con varios agentes que también iban en otro vehículo. Llevamos 2 detenidos, iban vendados y sólo recuerdo a uno, al cual tuve que ayudar a subir por la quebrada. Caminaban semi inconscientes porque los drogaban. Al que recuerdo me había dicho que era profesor, era alto, delgado, ojos claros, pelo casi rubio, vestía una parka o un cortavientos. Me costó mucho subirlo. Se dio cuenta que lo iban a matar, ya que en voz baja me dijo que él no había hecho nada malo. Del otro detenido, no tengo memoria. Cuando ya estaban en el lugar del martirio, (NN) me mandó hacia abajo, hacia la carretera para ver que no ingresaran por la huella otros vehículos o personas que anduvieran cazando; estando abajo, sentía como (NN) se burlaba de ellos mientras les disparaba ráfagas con silenciador (el sonido es seco y corto). Después bajaron con (NN) y (NN) que era un tipo sádico, todavía se burlaba.
Estoy seguro que en ese lugar hay más cadáveres de los que yo tengo noticias y tampoco puedo asegurar que, cuando se decía que alguna persona salía en libertad, realmente así ocurría.
Cuando ocurrió el escándalo de Contreras Maluje hubo una orden de la superioridad de replegarnos de inmediato a la institución y volvimos a hacer labor institucional. [5]
Por ahora, es esto lo que puedo declarar en relación al caso de los Detenidos – Desaparecidos. No volvimos a actuar directamente en la subversión hasta mucho después, y sólo como apoyo a la C.N.I. (por ejemplo, en los enfrentamientos más o menos irreales de Fuente Ovejuna y Janequeo en el año 83).
Leída que fue por el compareciente, la ratifica firmando.
Santiago, 28 de agosto de 1984.
NOTAS:
[1]Por razones de prudencia y respeto, Mensaje se reserva los nombres de los otros agentes involucrados, detallados en la declaracion ante la justicia (N. de la R.)
[2] Las siguientes notas están tomadas textualmente de una segunda y larga declaración jurada que el mismo ex-agente hizo ante la Vicaría de la Solidaridad, para ampliar y completar su relato anterior. Entre los detenidos, que recuerdo hubo en AGA, puedo mencionar al ex- Capitán Ferrada y al cabo Figueroa, ambos de la FACH; a Victor Toro, "el Reta", "el Pelao" Moreno, "el loco Mario", que ahí intentó suicidarse, a Villavela, a uno que le decían "el Kila" (ex-Quilapayún); al diputado o senador Montes con su esposa y dos hijas. El señor Montes siempre estuvo en el pasillo del segundo piso de la AGA. El segundo piso de la Academia tenía dos o tres salas grandes, las que fueron acondicionadas como departamentos. En esos departamentos habían algunos presos de cierta confianza de la jefatura".
[3] "Entre los trabajos que recuerdo haber realizado, como prestando protección a los allanamientos, está el efectuado a un parvulario en el sector de Plaza Egaña, donde descubrimos un laboratorio fotográfico del MIR. Recuerdo también el de La Reina Alta, para sector de Peñialolén, con unos miristas. Después supe que éste había sido un simulacro para proteger a un informante de la organización, que vivía en la AGA y a quien le decían "Barba" o señor Velasco. Debo agregar que tiempo después y siendo yo su vigilante lo secuestró la DINA cuando transitábamos por Alameda a unos metros de la calle Nataniel, exactamente donde ahora está la salida del Metro, estación Moneda. Allí nos encartonaron unos agentes de la DINA y se lo llevaron.
También recuerdo que me tocó operar en la Avenida Kennedy, donde se iba a detener al "coño Molina" del MIR; en esa oportunidad el mirista se dio cuenta de nuestra trampa y escapó seguido por uno de nuestros vehículos. Se le dio alcance en una luz roja y allí fue rafagueado por (NN) cuando Molina intentó sacar un arma para defenderse, el mirista murió casi instantáneamente. Cuando estábamos tratando de manejar esta situación apareció un Peugeot de color rojo que no quiso obedecer nuestra orden de alto, y tirando el auto sobre uno de nuestros agentes se dio a la fuga, siendo seguido por una camioneta C-10 donde yo iba junto a dos agentes y un oficial. El fugitivo tomó por Kennedy hacia el centro y nosotros abrimos fuego sobre el vehículo faltando aproximadamente dos cuadras para llegar al paso bajo nivel que está al terminar el Club de Golf; como le reventáramos un neumático, ese auto se estrelló contra un poste y se volcó y además uno de los impactos le dio en la espalda al sujeto causándole la muerte. Al revisar sus pertenencias nos dimos cuenta que se trataba de un teniente de Ejército y que el auto había pertenecido al hijo del general Pinochet. Supimos después que desde ese entonces el oficial sufría delirio de persecución y había hecho la maniobra contra nosotros por ese motivo".
[4] "Deseo agregar también que tanto los lugares denominados Nido 20 y Nido 18 como en el lugar de Colina al cual me referí en la declaración anterior, iba con cierta regularidad cada vez que era requerido un médico llamado (NN) "hijo", el que hoy es cardiólogo en el hospital de la FACH y en ese entonces era médico interno. Este médico atendió a una persona que detuvimos el año 76 de apellido Guerrero, el que fue herido por casualidad al momento de detenerlo, por un agente que era marino y fue llevado para recuperarse al hospital de Carabineros. (…)
El médico que mencioné también enyesó al "viejo Fuentes Rodríguez", cuando, al intentar suicidarse, se quebró el brazo en el Nido 18. También trataba médicamente dándole pastillas al Quila Leo, ya que era ulceroso. También ponía inyecciones a los detenidos cuando éstos eran drogados
[5] "Sin embargo, el año pasado (1983), después de ocurrida la muerte de Carol Urzúa y como dos días antes del 7 de septiembre, supimos a través de (NN) que la C.N.I. pedía a nuestro grupo la apoyáramos para capturar, en un día que nos señalarían, al grupo subversivo que había matado a Carol Urzua. 21 día en La mañana nos reunieron a un pequeño grupo y en una camioneta llegamos a Borgoño, lugar donde la C.N.I. tiene un recinto. Sólo (NN) se bajó a hablar con los oficiales de la C.N.I. y nosotros tuvimos una larga espera de horas dentro de la camioneta, que quedó ubicada en el patio de ese recinto. Poco después del mediodía, se nos dijo que nos ubicáramos en el sector de Plaza Egaña y hacia allá partimos. Por radio, ya que estábamos conectados en la misma frecuencia, empezamos a oír algunos antecedentes aislados de lo que estaba pasando. Estando detenidos en el patio de Borgoño, escuchamos que habían empezado a seguir al No 1 (que era Palma) y a quien supimos posteriormente, que interceptaron por Avda. Kennedy en un auto. También supimos que detuvieron en un paradero a otro del grupo de los tres que están en el Consejo de Guerra y que cerca de donde está ubicado el centro de detención conocido como Capuchinos, detuvieron al tercero. Cuando ya había oscurecido, se nos señaló por radio que nos moviéramos hacia el sector de la calle Arrieta, al Oriente de la circunvalación Américo Vespucio antes de llegar a una subestación eléctrica, porque se nos dijo que allí debíamos esperar órdenes para liquidar un objetivo, esto quería decir matar a una persona que vivía en ese sector; incluso me recuerdo que nosotros cometimos un error, puesto que nos paramos en un pasaje, cuyo nombre no recuerdo ,y nos retaron diciéndonos que nos moviéramos, porque estábamos precisamente frente a la casa de nuestro objetivo y todavía no había llegado el resto de las fuerzas y se estaba evaluando las condiciones del lugar. En definitiva, decidieron no proceder en esa casa, puesto que había mucha gente en las casas vecinas (creo que había una fiesta) y la operación podría tener un costo demasiado alto en vidas. Entonces se nos ordenó irnos hacia Avda. Colón, donde hay un supermercado que está en la esquina sur-oriente, en relación a una rotunda donde también desemboca la calle Tomás Moro. Allí estuvimos un rato, mientras se daban las instrucciones para actuar en una casa de calle Fuente Ovejuna, donde se había detectado que había tres personas. A ese estacionamiento llegó un Jeep de la C.N.I. (tienen dos de ese tipo), que tiene el techo corredizo y en el cual se instala una ametralladora Punto 50, sobre un sistema hidráulico que permite subirla sobre el nivel del techo y operarla por dos hombres, uno que dispara y otro que va pasando la cinta de municiones. Después de un momento, nos dirigimos todos frente a la casa de Fuente Ovejuna. Exactamente sobre la parte delantera, había un pasaje y allí se instaló el Jeep; yo recuerdo que quedé detrás de un poste y, en definitiva, todo el resto del personal tenía absolutamente rodeada la casa. Se preguntó por el oficial al mando: "¿Lista la base de fuego?", y, ante la respuesta afirmativa se dio la orden de hacer fuego, accionándose el techo del Jeep, saliendo la ametralladora y empezó a disparar por espacio de un minuto, yo creo. Debo dejar constancia que esa arma dispara 1.000 tiros por minuto. Terminada esta operación, en que sólo participó la base de fuego, volvió el silencio y por alto parlante se le pidió a las personas adentro que se rindieran. Desde la casa se dijo "nos vamos a rendir". Entonces salió uno de los moradores, con las manos en alto, puestas en la nuca; me recuerdo que era de tez blanca y delgado. Cuando se aproximaba a la reja del antejardín, se adelantaron 2 agentes de la C.N.I. y lo rafaguearon a casi un metro de distancia; doblándose hacia adelante, cayó al suelo.
En ese instante la mujer, desde dentro, tiró una ráfaga hacia afuera. Esto provoco una nueva orden de disparar, lo que hicimos todos, junto a la base de fuego. No sé cuánto duró eso, pero obviamente no deben haber sido más de tres o cuatro minutos. Fue en este momento en que se lanzó una bengala dentro de la casa, la que provocó el incendio. A mi me tocó arrastrar hacia la calle, posteriormente, al primero que murió y a la mujer después. Penetramos en la casa y en el pasillo se encontraba tirada la mujer, la cual también ayudé a arrastrar hacia la calle y en otro lugar que no recuerdo, estaba (NN). Unos cinco minutos después, se acercó la Brigada de Homicidios, para hacerse cargo de la parte legal. Nosotros recibimos la orden de dirigirnos hacia el sector poniente de la ciudad a la calle Janequeo, que quedaba cerca de la Plaza Garín, la que nos costó mucho ubicar. Cuando ya estuvimos cerca de nuestro objetivo, nos dijeron que nos agacháramos pues venia corriendo una de las personas que debía ser eliminada y que pasó por el costado de nuestra camioneta. Cuando llegó a un sector donde hay una pared, fue rafagueado por unos agentes de la C.N.I. e inmediatamente la base de fuego, que también estaba en el lugar, empezó a disparar sobre una casa junto a otros agentes.
Ahora me vienen a la memoria detalles de esta acción. Se dijo que uno de los agentes de la C.N.I. había sido herido. Lo cierto es que no lo fue por "José", sino que él trató de meter una granada "Cardoen" por la ventana. Para eso, cruzo corriendo por el costado de una ventana y la lanzó, con tan mala suerte que la granada rebotó en los barrotes de la ventana y volvió a la vereda. Explotó y las esquirlas le hirieron las nalgas y parte trasera de las piernas. En el tórax no le pasó nada, porque iba con chaleco antibala. También recuerdo que apenas cayó asesinado el que iba corriendo por la calle, se acercó un agente de la C.N.I. que tenía una mano con guante, y le pasó por la mano un arma y la dejó botada cerca de ella pero iba desarmado.
Me impresionó mucho esa vez la rapidez que tuvo el C.N.I. en ese detalle, para cubrirse de esa muerte.
En un minuto se hizo la calma, entramos a la casa y en el patio trasero encontramos muerto a "José". La gente del vecindario nos gritaba que allí había un niño, el cual al. principio pensamos estaba tirado sobre una cama, pero se trataba de una almohada ensangrentada. Después supimos que el niño había saltado por el patio y había ido a dar donde una señora, pero no nos preocupamos más de él. Después de ocurridos estos hechos volvimos a la Central de Operaciones en Borgoño y allí fuimos liberados, dirigiéndonos hacia nuestra oficina y a la base. Quiero dejar expresamente claro que la intención y la orden en ambos hechos que he relatado, era simplemente liquidar a los moradores, puesto que ya se sabía que los autores directos de la muerte de Carol Urzúa estaban detenidos y podían ser mostrados en la prensa
Memoria y Archivo Oral: Hijos e Hijas de Detenidos Desaparecidos ( LIBRO)
Fuente :pidee.cl, 2014
Categoría : Otra Información
Memoria y Archivo Oral: Hijos e Hijas de Detenidos Desaparecidos PIDEE, Protección a la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia Proyecto financiado por la Embajada de Finlandia y en colaboración con el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
Maria Rosa Verdejo R
Gloria Maureira.L
Maria Teresa Dalla Porta