Fecha Detención : 06-09-1974
Lugar Detención : Santiago
Actividad Política : movimiento izquierda revolucionario ( MIR)
Actividad : Funcionaria pública
Estado Civil e Hijos : Casada, 1 hijo
Nacionalidad : chilena
Relatos de Los Hechos
Fuente :Manuel Maturana Palma Santiago, febrero de 1986.
Categoría : Testimonio
Detenida-desaparecida : 6 de septiembre 1974
Edad a la fecha de la detención : 23 años
Cédula de Identidad : 5.542.886-7 de Santiago
Estado civil : Casada
Profesión u oficio : Empleada Pública
Mónica Ghislayne Llanca Iturra, detenida desaparecida el 6 de setiembre de 1974, nació en Santiago el 28 de julio de 1951, casada y tenia un niño. Era funcionaria del Gabinete Central de Identificacion. Sus padres eran Atemio Llanca Llanca y Emma Iturra Maldonado.
Sus primeros años los vive en la comúna de Conchali, luego, su adolescencia la vive en el barrio Carrascal. A los 5 años, su madre queda invalida, y a raiz de esto, sus padres se separan. Posteriormente a los 12 años, muere su madre, quedando en poder de sus hermanas mayores.
Sus estudios los realiza en el liceo N° 15, en el cual en los dos ultimos años se le otorga el premio de mejor compañera de curso, se destacaba por su gran personalidad y firmeza de caracter, gran sentido familiar, le gustaba la natacion y los paseos al aire libre.
Egresa de la ensenanza medía el año 1970. En el año 1969 nos conocemos y el año 1971 contraemos matrimonio, ese mismo año rendimos la prueba de aptitud academica sin exito, por tanto, para ayudar al nuevo hogar en formacion ingresa a trabajar al Gabinete Central de Identificaciones (Gral. Mackenna).
En julio de 1972, tenemos el primer y unico hijo, Rodrigo. Nuestro proyecto al respecto, era tener unos tres hijos. En esta etapa su vida parecia estar alcanzando todas sus metas proyectadas y el futuro se le presentaba mas prospero. Además de tener un Gobierno Popular. Con gran esfuerzo, carino y amor fuimos adquiriendo poco a poco nuestros enseres.
Abruptamente, el 11 de septiembre de 1973, cambio el giro de nuestras vidas (como en millares de familias chilenas) pues a pocos días del golpe yo soy despedido del trabajo por razones obvias, debiendo ella – con gran entereza y dandome animo afrontar la responsabilidad economica de mantener el hogar, pero, no seria este el unico golpe que recibiriamos; el 6 de septiembre de 1974, a las 3:30 hrs de la madrugada unos golpes rudos sacuden la puerta de nuestra casa en Conchali (Cordillera de los Andes 5319) entran unos hombres armados, 2 civiles y los otros uniformados de la FACH, al mando de un hombre que coincide fisicamente con los rasgos de Osvaldo Romo Mena, sin exhibir orden alguna ni formular ningun cargo, excepto que deberian llevarsela, yo les exigi me mostraran la orden de detención, a lo que me respondieron en forma negativa. Les propuse que me llevaran a mi, pues ella tenia que estar con la guagua de 2 años y 2 meses. Pero todo fue en vano, luego de proceder a allanar la casa sin encontrar nada que la comprometiera, solo la dejaron que sacara del baño un cepillo de dientes, y de paso se despidio de mi con un beso tembloroso que todavia lo siento.
Se la llevaron en un furgon color oscuro, escoltado por un camion con soldados armados. Lo ultimo que me dijeron fue que dirigiera al Cuartel Central de Investigaciones a saber de ella.
La busqueda empezo esa misma mañana pues fui a su trabajo dando cuenta de lo ocurrido, sus compañeras se movilizaron para tratar de indagar si efectivamente estaba en Investigaciones, pero no estaba ahi. Desde ese mismo instante empiezo el deambular al Ministerio de Defensa; de ahi, un señor me dio un dato que existia oficina en el ex-Congreso Naciónal para tratar estos casos, se trataba de la oficina del Sendet, luego a la carcel de mujeres, todo fue negativo, la respuesta siemopre fue la misma: "no esta, no esta". El día 9 de sept., por medio de un curita dimos con el Comité Pro Paz (digo dimos, porque en todo este trajin me acompaño por mas de 5 años una hermana de Mónica, la que además se encargo de la crianza de Rodrigo). Decvia entonces, que en el Comité ese mismo día 9 se le puso Recurso de Amparo, el cual fue contestado negativamente, con la frase que se hizo tradicional: "no hay orden de detención".
En el año 1975, después de encontrar una testigo (Sandra Machuca) que estuvo con Mónica en sept. u octubre de 1974 en 4 Alamos, con este dato se puso una querella por secuestro en el tercer juzgado del crimen de Santiago, sin resultado.
El 24 de julio de 1975, un golpe terrible sacudio todo en mi, ya era demasiado, crei que me volveria loco, pues aparece el nombre de mi esposa en la segunda lista del conocido caso de los 119.
En la búsqueda nos conocimos muchas personas, eran mas madres que esposos los que buscábamos a sus familiares. Creo que en esos momentos eramos sólo dos esposos, don Pascual, marido de Cecilia Labrín Sazo, que al ser detenida estaba embarazada de 6 meses; su marido y yo nos conocimos en Tres Alamos, solíamos encontrarnos todos los días de visitas, y a veces me decía: ¿habrá nacido mi hijo? Son tantas las cosas que puedo contar en este trajín, que pueden llenar páginas y páginas cada uno de los familiares de detenidos desaparecidos, espero que lo he relatado y relataré, sea de provecho.
Pasaron los años, y una de las primeras acciones masivas que hicimos fue en diciembre de 1977 -la huelga de hambre de 50 hrs. en la Iglesia de San Francisco- y en julio de 1978, la huelga de hambre de los 17 días.n esta huelga, yo creí que algo íbamos a saber, pero no fue así, y empecé a reflexionar con gran pena y a decirme que ya no recuperaría con vida a mi querida compañera.
Los años pasaron y el niño crecía y preguntaba por su mamá, mi respuesta tuvo que ser la verdad, " se la llevaron los milicos, pero ya llegará" y el niño añoraba que llegara su madre, pues me decía, por ejemplo: "cuando llegue mi mamá vamos a criar pollitos, o vamos a comprar tal o cual cosa", etc, etc.
Pero, de pronto, un día me sorprende y me dice : "papá, yo creo que los milicos mataron a mi mamá"; ahora a él no le gusta hablar del caso, ya tiene 13 años.
En todos estos años las respuestas por parte del régimen han sido siempre negativas, como por ejemplo, una de la del General Arellano Stark, cuando era jefe de la zona de Emergencia, o por ejemplo, la respuesta insolente y estúpida que me dijo un milico con grado en la calle Vidaurre -creo que es un juzgado Militar- ahí, este tipo me dijo: "no la busque más y cásese de nuevo", esto fue el 24 de diciembre de 1976.
A pesar de todo este sufriemiento, he tenido a la Agrupación que para mi ha significado integrar una nueva familia que se ha hecho en el dolor, dolor inmenso de cada uno, puesto que al estar unidos se ha hecho un poco más liviano.
Este es un régimen opresor en todo sentido, el que nos ha quitado todos los derechos más fundamentales, el trabajo, la vida, etc., etc. Por eso es que exijo justicia, saber algún día si mi esposa fue asesinada, que es lo más seguro que hicieron con Mónica, pero que tengan el valor de decir donde está su cuerpo para darle santa sepultura como a todo ser humano, y a los autores materiales e intelectuales culpables de miles de asesinatos, darles un castigo ejemplizador para que nunca más vuelva a ocurrir esto en nuestra Patria.
EX AGENTES DE LA DINA SUMAN NUEVA CONDENA POR SECUESTRO DE PEDRO MERINO MOLINA
Fuente :La Nacion 2 de Junio 2014
Categoría : Prensa
En otra causa, el ministro en Visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, dictó auto de procesamiento en tres causas por violación a los derechos humanos, perpetradas entre 1973 y 1975, en la Región Metropolitana, y que incluye a agentes de Estado.
La Corte de Apelaciones de Santiago dictó sentencia de segunda instancia en la investigación por el secuestro calificado de Pedro Merino Molina, ocurrido a partir del 14 de septiembre de 1974, en la ciudad de Coronel, Octava Región, víctima de violación a los derechos humanos cuyo último paradero conocido fue la ex Colonia Dignidad.
Los ministros de la Cuarta Sala del tribunal de alzada Juan Manuel Muñoz Pardo, Amanda Valdovinos y Christian Le-Cerf, condenaron a la pena de 5 años y un día de presidio, sin beneficios, a los ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA): Manuel Contreras Sepúlveda, Pedro Espinoza Bravo, Orlando Manzo Durán, Fernando Gómez Segovia; y al coronel en retiro de Carabineros Sergio Apablaza Rozas, y el suboficial de Carabineros en retiro Manuel Rioseco Paredes. Además, la sala mantuvo la absolución del ex miembro de la Colonia Dignidad Gerd Seewald Lefevre.
En el aspecto civil, el tribunal de alzada ratificó la sentencia que condenó al fisco y los condenados a pagar una indemnización, por daño moral, a los familiares de la víctima. La suma total de $155.000.000, se dividen en: $50.000.000 para Ana Cledia Molina Palacios (madre de la víctima), y $15.000.0000 para cada uno de los 7 hermanos: Ana María, Luis Alberto, Rosa Elena, David Segundo, Adela del Carmen, Ricardo Antonio e Ivonne Merino Molina.
DICTAN AUTO DE PROCESAMIENTO EN CAUSAS POR VIOLACIONES A DDHH
El ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, dictó auto de procesamiento en tres causas por violación a los derechos humanos, perpetradas entre 1973 y 1975, en la Región Metropolitana, y que incluye a agentes de Estado.
En la primera resolución, el magistrado procesó a los miembros en retiro de Carabineros Alan González Morán, Luis Solís Lillo, Hugo Pizarro Wittemberg y José González Inostroza, por su responsabilidad en los homicidios calificados de Sergio Alcapia Cienfuegos y Juan Carlos Valle Cortés y el secuestro calificado de Juan Ortiz Moraga, ocurridos el 21 de octubre de 1973.
En la segunda resolución, el ministro Carroza procesó al ex director la DINA, Manuel Contreras Sepúlveda, por su responsabilidad en el secuestro calificado de Mónica Llanca Iturra, ocurrido a partir del 6 de septiembre de 1974.
En la tercera resolución, el magistrado encausó a los oficiales de Carabineros en retiro Sergio Ávila Quiroga e Ismael González Vega por su responsabilidad en el homicidio de José Quiroz Opazo, ocurrido el 27 de octubre de 1975, en la Región Metropolitana.
Mónica Llanca Iturra (Testimonio de Manuel Maturana, su marido)
Fuente :arqueologiadelaausencia.cl sin fecha
Categoría : Prensa
Detenida desaparecida el 6 de Septiembre de 1974
Mónica Llanca Iturra nace el 26 de agosto de 1947, vive sus primeros años en la comuna de Conchalí para luego mudarse al barrio de Carrascal en Quinta Normal. A los 12 años queda huérfana de madre y su padre cede el cuidado de Mónica a sus hermanas mayores. Realiza sus estudios en el Liceo nº 15 de Quinta Normal. Se destaca por su buen humor, por ser buena compañera y participar activamente en el colegio haciendo deportes y cantando en el coro.
En 1969 conoce a quien será su futuro marido, Manuel Maturana, con quien se casa en 1971. Tienen un hijo en 1972 llamado Rodrigo y al año siguiente se mudan a Conchalí, donde construyen la casa familiar. Mónica no militaba en ningún partido político y de hecho era pro Alessandri. Manuel influye en su giro político mostrándole una realidad más social ligada a la izquierda. Mónica duda y le escribe a una amiga en el Sur preguntándole si será Allende la salvación… En 1973, una vez ocurrido el golpe militar, por motivos políticos, Manuel es despedido de su trabajo en Cementos Polpaico, quedando cesante. Mónica asume la carga económica trabajando en el Registro Civil. Acaecido el golpe de Estado, Mónica se convierte en “ayudista” del MIR, colaborando en la elaboración, junto a Teobaldo Tello (DD.DD.), de cédulas de identidad falsas para que miembros del MIR pudieran salvarse en este nuevo y horroroso contexto de represión.
Teobaldo Tello cae detenido y a los pocos días es detenida Mónica. Se sabe que estuvo en el centro de detención José Domingo Cañas y en Tres Álamos. Manuel nunca supo dónde estaba, la buscó por todas partes y siempre fue la misma respuesta, su mujer no está acá y no hay registros de su detención. A Manuel le terminan diciendo que su mujer no existe. En 1975 Mónica aparece en las listas del caso llamado 119, dentro de la Operación Colombo, en el cual se dice que Mónica fue asesinada por sus mismos compañeros de militancia. Fue comprobado con el tiempo que se trató de un montaje mediático con el fin de justificar la desaparición de 119 personas vinculadas en su mayoría con el MIR.
El cuerpo de Mónica aún no aparece y su causa sigue en proceso.
"Piedra azul de la montaña" (libro)
Fuente :archivochile.com sin fecha
Categoría : Mensaje
En el año 1975, Maturana logró ubicar la primera testigo, Sandra Machuca, que estuvo con Mónica en septiembre u octubre de 1974 en Cuatro Alamos, y a partir de esta información interpuso una querella por secuestro en el Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, sin resultado. La joven madre y funcionaria mirista también fue vista por la actriz Sara Astica Cisternas, en la casa de calle José Domingo Cañas, el 6 de septiembre. Allí estaba también Teobaldo Tello. El nombre de Mónica fue incluido el 24 de julio de 1975, en informaciones de prensa argentina que aseguraban que un considerable número de chilenos había muerto en el extranjero. El montaje publicitario de la DINA tenía como objetivo encubrir las desapariciones de chilenos opositores a la dictadura. Una familia en el dolor "Crei que me volvería loco cuando vi el nombre de mi esposa en la segunda lista del conocido caso de los 119", comenta Manuel Maturana, que participó activamente junto a la mayoritariamente femenina Agrupación de Familiares, formando parte de la organización él y el marido de Cecilia Labrín. "Estar en la Agrupación para mí ha significado integrar una nueva familia que se ha hecho en el dolor, dolor inmenso de cada uno, pero que al estar unidos se ha hecho un poco más liviano", escribe Maturana en su declaración.. Así, participó en diciembre de 1977 en una de las primeras acciones masivas de denuncia, la huelga de hambre de 50 horas. en la Iglesia de San Francisco, seguida en julio de 1978 por la huelga de hambre de 17 días. Rodrigo y la ausencia A medida que Rodrigo crecía, la respuesta del padre ante sus preguntas era " a su mamá se la llevaron los milicos, pero ya llegará". El niño añoraba que llegara su madre, pues decía, por ejemplo: "Cuando llegue mi mamá vamos a criar pollitos, o vamos a comprar tal o cual cosa", etc Pero, de pronto, un día sorprendió al padre diciéndole: "Papá, yo creo que los milicos mataron a mi mamá". En adelante, rehuyó el tema. En su peregrinar por distintas instancias, Manuel Maturana debió soportar incluso comentarios como los de un oficial de un juzgado militar de calle Vidaurre que el día 24 de diciembre de 1976, le dijo; "No la busque más y cásese de nuevo". La declaración del marido de Mónica finaliza diciendo: "Exijo justicia, saber algún día si mi esposa fue asesinada, que es lo más seguro que hicieron con Mónica, pero que tengan el valor de decir donde está su cuerpo para darle santa sepultura como a todo ser humano, y a los autores materiales e intelectuales culpables de miles de asesinatos, darles un castigo ejemplarzador para que nunca más vuelva a ocurrir esto en nuestra Patria". Una piedra preciosa El apellido de Mónica, "Llanca", de origen mapuche, tiene un significado que retrata a la joven mirista: "piedra preciosa pulida, de color verde azulado muy estimada por ese pueblo, con la que se formaban collares mezclados con cuentas de plata, pulseras y colgantes". El rol de Mónica en la resistencia fue precisamente eso: ser un eslabón precioso que se mezclaba con otros, y cuyo brillo hoy nos alcanza para siempre. PIEDRA AZUL DE LA MONTAÑA Tenías veintitrés años apenas, pero ya estabas casada y tenías un hijo. Trabajabas en el Gabinete de Identificación. Te detuvieron el mismo día que a tus compañeros Teobaldo y Sonia Bustos.
En la cuna dejaste solito a tu Rodrigo de dos años que cuidabas para darle el amor que tu madre, muerta cuando tú tan pequeña, no pudo darte. Nada de eso les importó a los que te apresaron empeñados como estaban en hacerte reconocer que junto a Teobaldo Tello y a Sonia Bustos proveías al MIR de elementos para falsificar identidades. Ojalá lo hubieras hecho si con ello hubieses salvado aunque fuera a un sólo compañero. Así lo creen los funcionarios de identificación que hace poco le pusieron tu nombre a la sala donde se reúnen para hablar de arte y hacer poesía. «Mónica Llanca», dirán y contestarán "¡presente!". Recordarán entonces cómo eras de generosa y buena compañera. La actriz Gloria Lazo, nos contó que, presa también, no se podrá olvidar de ti aunque vendada como la tenían nunca pudo verte; y si te recuerda es porque el verdugo Krassnoff Martchenko se burlaba de tu apellido mapuche a todas voces. En otras palabras, se burlaba de tu raza, de nuestra raza. Se burlaba el ruín y su crueldad no podía ignorarse ni olvidarse. «Llanca», piedra preciosa, piedra azul, cielo de nuestros bosques encantados. Tu compañero que casi enloqueció cuando vio tu nombre entre los 119, todavía siente en la piel el beso tembloroso que le diste cuando los que te hicieron desaparecer vinieron a llevarte. Martín Faunes Amigo ____
_"Piedra azul de la montaña", recreación poética realizada en base a varios textos, fue publicado por primera vez en 2003 en el libro "Una experiencia para no olvidar: casa de torturas de José Domingo Cañas 1367". La acuarela que ilustra esta página fue realizada por el pintor Jaime Castro Santoro. _________________________________________________________________________
Corte Suprema confirma sentencia por secuestro de Mónica Llanca encubierto con la operación Colombo en 1974
Fuente :eldesconcierto.cl 15/9/2016
Categoría : Prensa
Los ex agentes Miguel Krassnoff Martchenko, Basclay Zapata Reyes y Orlando Manzo Durán fueron condenados por un nuevo delito de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet.
La Corte Suprema ratificó hoy la sentencia que condenó a tres agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado de Mónica Ghislayne Llanca Iturra, quien era funcionaria del Gabinete Central de Identificacion del Registro Civil y simpatizante del gobierno de la Unidad Popular.
Según ha declarado su esposo, Manuel Maturana, «el 6 de septiembre de 1974, a las 3:30 horas de la madrugada unos golpes rudos sacuden la puerta de nuestra casa en Conchalí (Cordillera de los Andes 5319) entran unos hombres armados, 2 civiles y los otros uniformados de la FACH, al mando de un hombre que coincide fisicamente con los rasgos de Osvaldo Romo Mena, sin exhibir orden alguna ni formular ningún cargo, excepto que deberían llevársela. Yo les exigí me mostraran la orden de detención, a lo que me respondieron en forma negativa. Les propuse que me llevaran a mi, pues ella tenia que estar con la guagua de 2 años y 2 meses. Pero todo fue en vano, luego de proceder a allanar la casa sin encontrar nada que la comprometiera, solo la dejaron que sacara del baño un cepillo de dientes, y de paso se despidió de mi con un beso tembloroso que todavía lo siento».
En fallo unánime (causa rol 7.372-2016), la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Milton Juica, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito, Lamberto Cisternas y Jorge Dahm– rechazó los recursos de casación presentado en contra de la sentencia que condenó a los agentes Miguel Krassnoff Martchenko a 7 años de presidio, y Basclay Zapata Reyes y Orlando Manzo Durán a 5 años y un día de presidio.
En julio de 1975 medios de comunicación informaron que se encontraba en una lista de 119 personas ultimadas en Argentina , operación de desinformación que se denominó Colombo. «Como se pudo comprobar con posterioridad, fue efectivamente una acción de inteligencia articulada por organismos de seguridad del gobierno militar, tendiente a encubrir la desaparición de 119 opositores que fueron detenidos en Chile, tanto en sus domicilios como en sus fuentes de trabajo o universidades, y luego pasaron a ser ejecutados. Operación que tuvo finalidad de difusión y desinformación», señala el fallo.
CARTA A: Mónica Chislayne Llanca Iturra DE: Catalina Chislayne Maturana Keim
Fuente :epistolariodelamemoria.cl 7/2021
Categoría : Mensaje
Julio, 2021
Querida,
Aún puedo recordar esa visión clara, cristalina y reconfortante de la ilusión ingenua de la infancia donde algún día sorpresivamente me encontrara con tu llegada, quizás tocaras la puerta, o reconocerte una tarde caminando por un lugar del territorio que habitamos… Deseaba encontrarte viva, con un bienestar que sólo podría imaginar una mente inocente, que no alcanza a concebir la tragedia sin retorno de tu desaparición. Era tan joven, tal como tú a tus veintitrés años en el día de tu secuestro.
Arrancada…
Los espectadores dirían: tan jovencita, qué niñita, una chiquilla, ¡tan cabra! Una mujer pienso yo, sin trato condescendiente, fuerte, suficiente para sí misma.
Hoy al rehabitar la fantasía de tu llegada veo todo mucho más crudo, me recorre la desesperación y solo puedo negarme esa ilusión. Es el suspenso constante de obviar tu muerte cuando nunca siquiera podré despedirme pues nos hicieron imposible poder saludarnos y compartirnos.
Querían ellos remplazar tu presencia por la presencia del terror y sufrimiento, ese que nos obliga a la tranquilidad, que nos hace sentir culpables por no haber sido incluso más silenciosas, cargar con esa culpa cristiana mientras tanto en la tele nos muestran a estos asesinos, violadores, torturadores y cómplices, encubriéndolos, cuidando su voto de silencio e incluso otorgándoles el beneficio de la duda, porque quizá era solo su trabajo, ellos igual son padre de familia. Nos quieren silenciosas de nuevo, quieren inculcarnos el miedo hoy sacando a los milicos a la calle cuando nos atrevemos a conmemorar, recordar, y pedir justicia. Hacen los mismos montajes de los ochenta, las mismas estrategias mentirosas para inculpar a las víctimas.
¡Si creen que seremos tontas! Pobres locas dirían los señores espectadores…
Me pregunto si hoy cuando nosotras marchamos con la cabeza en alto, sobrevivientes de abusos y violencia machista, acompañándonos como sororas, vendrías a mi lado.
Sé que nos compartimos como compañeras pues habitamos el mismo relato, aún patriarcal, donde no solo toman nuestras vidas para apagarlas, sino que también toman nuestra dignidad, nuestros cuerpos como fuente de tortura y daño sexual. No hay ni perdón ni olvido. Yo no olvido. No olvido que quieren encantarnos, manipularnos, conquistarnos con su pinta de macho recio, de cuidador y protector. Estos patrones de la patria se plantan como dueños de la verdad, nos tratan de compatriotas mientras en sus huellas se incrustan las injusticias, el asesinato, y la violencia político-sexual. Quieren siempre callar las voces, taparnos las miradas, pero nosotras somos capaces de presenciar la ausencia, la falta, de entender quién es el sujeto que de verdad lleva una venda en los ojos y arrasa con violencia sobre las nuevas valentías y diversidades. Somos capaces de relatar nuestras vivencias, contar la tuya y la mía, de creernos y abrazarnos.
No solo acojo tus cartas, cuadernos viejos y fotos en el ejercicio de la memoria cuando trato de recrear tu imagen, también relaciono a mi vida la seguidilla de sucesos que llevaron a tu desaparición. Al imaginar tu dolor, las pesadillas nacen, permanecen y se combaten.
Una muerte en espera…
Un relato nebuloso que nunca llegará de tu voz ni de tu presencia. Tu ausencia es fácil de sentir, tanto cariño que falta a veces. Todo lento de asociar, encajar, tan obtuso, tan tabú, y yo, y tú, y nosotras.
Y yo tratando de hacer tu foto más viva, como si pudiera lograr que tus ojos ya no fueran de papel, porque yo sé que logro a veces verlos cristalinos.
A mí nunca me sobraría una abuela, nunca me sobraría una mujer.
De Catalina Chislayne Maturana Keim y hermane
Para Mónica Chislayne Llanca Iturra
Dirigido al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, EPISTOLARIO DE LA MEMORIA II/CONMEMORACIÓN 11 DE SEPTIEMBRE. Mujeres escriben a mujeres