Gedda Ortiz Máximo Antonio


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Rut : 5.752.612-2

Fecha Detención : 16-07-1974
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 19-12-1947 Edad : 26

Lugar Nacimiento : Temuco

Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Periodista

Estado Civil e Hijos :
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :(Informe Rettig)

Categoría : Antecedentes del Caso

Máximo Antonio GEDDA ORTIZ

Edad: 26
Ocupación: Periodista TVN
Fecha Detención: 16-07-1974

El 16 de julio de 1974 fue detenido por agentes de la DINA el dirigente del MIR Máximo Antonio GEDDA ORTIZ, quien desapareció del recinto de la DINA de Londres 38, lugar donde fue visto por testigos.

La Comisión está convencida de que su desaparición fue obra de agentes del Estado, quienes violaron así sus derechos humanos.


Érase una vez un hombre. Vida y obra de un poeta que vino del sur ( LIBRO)

Fuente :tiendapewen.cl sin fecha

Categoría : Otra Información

MÁXIMO ANTONIO GEDDA ORTÍZ    

Máximo Gedda fue un verdadero poeta que en su obra nos revela la premonición de su muerte temprana y su sentido de entrega y pertenencia al tejido universal. Perteneció a una generación comprometida con su pueblo y con su tiempo y los venideros. Aún esperamos encontrarlo algún día.


Máximo Gedda: El soñador que vino del Sur

Fuente :derechos.org, 9 de Septiembre 2001

Categoría : Prensa

Nombre
Máximo Antonio Gedda Ortiz

Lugar y fecha de nacimiento
Temuco, 19 de diciembre de 1947

Especialidad
Director de TV, periodista y… poeta.

Lugar y fecha de muerte
Detenido desaparecido, arrestado en una micro en Santiago, el 16 de julio de 1974, posiblemente murió por torturas en Londres 58.

Actividades
Dirigió los programas una, vez un hombre y Aquí, la CUT en Televisión Nacional. Colaborador en Punto Final, poeta y compositor, ganó un festival de la canción de CORFO. Fue dirigente sindical en TVN y candidato a la CUT regional. Militante del MIR.

Situación judicial (1996)
Causa radicada en el Sexto Juzgado del Crimen de Santiago, Rol 6266-6. La Corte Suprema sobreseyó por amnistía el 21/11/1995.

"Quédate aquí no más donde te has quedado/
que de razones hay una montaña./
y de tu cabeza maravillosa mucha cuenta nos hemos dado"
(De Las razones de tu cabeza, poema de Máximo Gedda)

Máximo Gedda animó el primer programa emitido por Televisión Nacional desde los nuevos estudios de Bellavista 0990, el 18 de septiembre de 1970. Con 22 años, integraba un grupo de asistentes de dirección y camarógrafos formados en 1969 por el español Manuel Cálvelo. El joven se desarrolló profesionalmente, escribió poesía, colaboró en Punto Final y descolló como dirigente sindical, hasta que desapareció el 16 de julio de 1974. Una placa recuerda su nombre en las puertas de Televisión Nacional en Temuco, su ciudad natal. En Santiago no hay placa alguna. Pero quienes lo conocieron no la necesitan. Máximo es de aquellos seres que no se olvidan.

Desde la frontera

Nacido en Temuco, fue el segundo de cinco hermanos. Sus padres, Máximo, inmigrante italiano, y Olimpia Ortiz, de cálido corazón sureño, lo matricularon en el colegio La Salle de Temuco, donde obtuvo una sólida educación formal. Su hermano mayor, Francisco, director del laureado programa de TV Al Sur del Mundo conserva vivos recuerdos de la niñez.

Francisco Gedda: A los cuatro o cinco anos Máximo tuvo una. especie de raquitismo. Muy pequeño comenzó a escribir poemas "gabrielianos", sobre los niños que vendían a pata pelada en Temuco. Vivíamos en la calle Carrera, en una casa con una galería acogedora donde pasábamos los inviernos lluviosos.   Nuestro padre, siempre preocupado de los valores, de la educación, llegó de Italia a los 3 años, con mí abuelo, un herrero piamontés. Nos legaron la herencia del artesano y del mundo democrático que quisieron construir al dejar la Italia del 1900. En su gigantesco esfuerzo por integrarse en Chile, la familia conservó la importancia de la mamma, la nonna y , por cierto, de la comida, italiana. Los sábados y domingos, visitaba a mi padre un antiguo profesor de filosofía que había llegado de Italia. Los oíamos hablar de la Divina, Comedia, con la boca abierta… Para mi padre, almacenero durante muchos años, era un motivo de orgullo nunca haberle robado ni un gramo a nadie. Era católico practicante, y a la vez muy tolerante. Dejó que nosotros estudiáramos lo que quisiéramos.

Poeta precoz …y de Temuco

A los 15 años Máximo integraba el grupo Espiga, de jóvenes cristianos, como poeta y cuentista. Su hermano le contagió el gusto por la fotografía. Y en 1967 lo trajo a Santiago.

Francisco Gedda: A los 20 años, tremendamente tímido, vivía sumergido en su mundo interior de poesía, de rebeldía, de desencuentro con el mundo. Sentía gran identificación con la poesía de César Vallejo. Estudió Arquitectura, pero al año siguiente ingresó a Periodismo. Después regresó al sur, a la familia, a la poesía. Hizo un año de pedagogía en castellano en la Universidad de La Frontera. Más tarde conseguí sacarlo de la caparazón de Temuco. En 1969 ingresó al curso en que Manuel Calvelo formaba profesionales de distintas especialidades en las técnicas de televisión. Así comenzó su trayectoria en Televisión Nacional.

En los comienzos de TVN

Su cuñada Silvia Quiroga, productora del Canal en esos tiempos, fue su amiga desde que el poeta sureño llegó a la estación. Después, Silvia y Francisco lo acogieron en su hogar de recién casados. Uno de sus hijos se llama Máximo, tiene 15 años y el mismo tipo físico del tío. Silvia conserva una revista EVA de 1970 con una nota sobre el programa Una vez un hombre, dirigido por Gedda y María de la Luz Savagnac. En un innovador estilo documental Neruda, Lenin y otras personalidades desfilaron por ese espacio. Máximo dirigió el programa semanal de la CUT y trabajó estrechamente con Víctor Jara, autor de la característica del canal y también de la música que utilizaba Una vez un hombre.

En esos años. Augusto Olivares era director de Programación y Jorge Navarrete, director general. Gedda trabajó, entre otros, con Gonzalo Bertrán, Rene Schneider, Santiago Pablovic, Silvia Pellegrini, Denis Jones, Gabriela Tesmer. Y allí conoció a quien sería su compañera al producirse su desaparición, Carolina Rossetti, directora de radio Tierra en 1996.

Un creador integro

Francisco Gedda: En la familia no aceptamos esta pérdida. Es algo de lo que no se habla. Máximo era un creador audiovisual finísimo, con una intuición bella. Tenía una calidad humana tan notable que adversarios declarados suyos, se preocuparon por su suerte después del golpe. Nunca nadie lo denunció. En TVN su imagen como hombre era intocable. Cuando se te muere alguien así, que además es tu compañero de ruta de poesía y cine, puta que duele… No se murió un cualquiera. ¡Por Dios que quedó un hueco grande! 

Yo creo que hay una semilla; el "Sur del Mundo" es esa semilla, recupera esos valores, la relación del hombre con el hombre, con la naturaleza. Ha sido recuperada la más importante semilla, la intelectual, la ética. Cuando mí papá supo que podía estar muerto porque no quiso colaborar, reaccionó así: «Prefiero que haya muerto y no que se salvara como delator».

Carolina Rossetti: Sólo compartí con él un recodo del camino, en un período de nuestras juventudes en que no nos preguntábamos quiénes éramos ni de dónde veníamos. Eran los últimos días del gobierno del Presidente Allende, los días del golpe militar, el inicio de ese otro Chile que nunca antes pudimos imaginar. Importaba más entonces no perder el sentido de la vida. Importaba más nuestra voluntad de resistir. No había pasado, sólo presente. Máximo era de esas personas que llegaba a golpear la puerta de tu casa cuando nadie lo esperaba y se iba sin que uno alcanzara a darse cuenta. Por eso conservo confusos y desordenados recuerdos de momentos, esparcidos en medio de esa vorágine que significó para ambos trabajar en lo que viniera, aparentar lo que no éramos, separarnos de nuestras familias, cuidarnos para sobrevivir y construir ese otro Chile en el que creíamos…

En marzo de 1974 escribió un poema*_premonitorio. Parecía adivinar su propio destino: Entraste, te quedaste, aquí estás/ de este lugar verdaderamente no te saca nadie/ eso es lo importante, ni con fusiles/ ni con patadas, de aquí/ no te borra nadie. Aquí estás por lo que hiciste/ no porque te destruyeron.

En su poética dialogaba con sus seres queridos. En Cartas a Temuco recibe correspondencia imaginaría de su madre: … Voy a sembrar unos cuantos perejiles/ cebollitas, lechugas, rabanitos/ y así unas cuantas cositas/para cuando vengas./Pasaron los días que lloraba/ de ver que todos mis hijos/ se van de mi lado.

Respuesta del hijo (fechada el 12 de Octubre de 1972, durante el paro patronal contra el gobierno de Salvador Allende): Madre, estamos aquí./ Ora inclinados sobre un libro/ o una proclama/ ora bajo el sol de la mañana, fugazmente./ Ya escuchando la palabra agitadora/ discrepante, febril/ya derrumbados por el sueño,/ como niños./ Hace días que esperamos/para que salga definitivamente el solcito.-./Hace tantos días/y tantos palos, gritos y huelgas.

Militante y dirigente sindical

Además de su trabajo, dedicaba su energía a los trabajadores del Canal que tenían menos status e ingresos, como los tramoyistas o el personal del casino. En el sindicato, presidido por Gonzalo Bertrán, la izquierda estaba en minoría. Máximo y Lucía Sepúlveda, representantes del Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR), sentían permanentemente que remaban contra la corriente. La estructura del Canal, en general, permanecía intacta desde el anterior gobierno demócrata cristiano, con una programación poco sensible a los cambios, excepto en el área de prensa.  

Máximo adquirió un importante liderazgo en su defensa de los más débiles. En 1972 fue postulado por el FTR como dirigente regional en las elecciones de la CUT. Las tareas políticas lo absorbían. Tomó la decisión de alejarse de TVN. Pidió permiso sin sueldo, en mayo del 1972.

David –su nombre en el MIR– decidió dedicarse a tiempo completo a la actividad política. En Punto Final, analizó en agosto de 1972 que, con la votación obtenida en las elecciones de la CUT, el FTR no lograba erigirse en alternativa política global en la conciencia de los trabajadores, pero destacó que el 70 a 80 por ciento de la votación alcanzada provino de la clase obrera de la gran industria. Razonaba que la baja votación campesina se debía a que el Movimiento Revolucionario Campesino (MCR) se asentaba en sectores no sindicalizados de Cautín, Malleco, Valdivia y Llanquihue: Es indesmentible la presencia de un factor político nuevo en el seno del movimiento obrero chileno, con una acelerada curva de crecimiento. Ahí está, quiéranlo o no burgueses y reformistas, un camino nuevo, ensanchado cada día con nuevos contingentes de trabajadores dispuestos a no entregarla oportunidad histórica vigente. 

Silvia Quiroga recuerda que buscando su propio camino tropezó con José Carrasco Tapia, en el Encuentro Nacional de Periodistas de Izquierda, en abril de 1971. Hasta su detención, trabajó activamente con Peppone.

Francisco Gedda: En 1971 nos dirigimos a Licán Ray. En la adolescencia lo pasábamos el descueve allí, cuando nadie iba a ese balneario. Recorriendo Liquiñe, Coñaripe y Trafún, nos encontramos con una barrera y un fundo tomado por el MCR en la zona del complejo maderero de Neltume.

Estuvimos toda la noche conversando con los campesinos y nos enteramos que antes les pagaban con el sistema de pulpería. Toda su vida debían algo. Sus hijos mayores estaban obligados a quedarse trabajando en el fundo, sólo al tercer o cuarto hijo le estaba permitido irse. En esos días llegó el ministro del Interior, José Tohá, para conversar con el comandante Pepe, el líder mirista de Neltume. Seguimos hacía Puerto Saavedra y en el Lago Budi asistimos a reuniones del Consejo Comunal Campesino, liderado por el MCR local. Habíamos visto siempre a los mapuches vilipendiados, ahora estaban orgullosos. Era otra realidad. Nos produjo un enorme impacto ese universo que estaba muy cercano a nosotros. Encontramos que los valores éticos tan fuertes que habíamos recibido estaban plasmándose en un sistema, en sueños que se estaban dando.

El «Flaco» Gedda

Silvia Quiroga: El 'Flaco' era todo alegría y solidaridad (es difícil hablar de él en pasado). Lo recuerdo todo mojado porque le había regalado su chaqueta a alguien que la necesitaba. O cuando no se iba nunca del Canal por conversar con las señoras del aseo. No pudo desaparecer: yo suelo «verlo» en la calle, lo escucho, sueño con él… Era físicamente frágil y absolutamente miope. Al mismo tiempo, tenía una enorme entereza. Transmitía deseos de vivir. Su calidez dejaba una huella, una impresión muy fuerte. Era buen amigo y buen compañero de trabajo.

Podía comunicarse con todo tipo de personas; tenía algo especial, una especie de vibración o de frecuencia que le permitía «sintonizar» con intelectuales, con pobladores, obreros o quien fuera. Afloraban todas sus capacidades más profundas, estaba presente lo gestual y la música, muy importante para él.

Carolina Rossetti: Máximo era una persona extremadamente sólida. En medio de su propia precariedad material, vivía más preocupado de la suerte de sus compañeros que de la suya propia. Podía quedarse sin casa para dormir, mientras se afanaba por encontrar alojamiento para los cientos de perseguidos que no tenían donde vivir. ¡Cuántas veces lo vi entregar el poco dinero que le quedaba para ayudar a la familia de un detenido!

Paulina Castro, amiga de esa época: Vivía muy lejos del centro y solía quedarse en nuestra casa… Era inagotable en su actividad, en su honestidad, en su amor por el mundo. Participaba en las fiestas y tocaba guitarra, recitaba poemas o jugaba con mi hija. Me impresionaba que — como tenía poco tiempo– acostumbraba a leer el diario en la noche mientras caminaba, para estar al tanto de todo… La última vez lo vi en mi cumpleaños, donde pudo encontrarse con su compañera y arrullarse un par de horas. Murió como tantos otros, sin hablar. Y yo siempre sueño que está vivo, porque él era vida.

Francisco Gedda: Máximo inventó trabajos, escondió amigos, buscó recursos. Su actividad incesante y su generosidad lo empujaron más allá de lo posible… Luego de su detención su rastro se diluyó hasta desaparecer. De fuentes allegadas al secretario general de Gobierno, coronel Pedro Ewing, se obtuvo la confirmación de su detención por la DINA. Otras versiones conocidas en esos días indicaron que estaría muerto. 

Feijoadas y felicidad

Carolina Rossetti: Eramos jóvenes y teníamos capacidad para ser felices en medio del horror que nos producían las noticias cotidianas de las detenciones de nuestros amigos. Cuando recuerdo esos momentos de alegría, surge la imagen de Peppone** y Gabriela, su compañera brasileña. Muchas veces, infringiendo todas las reglas de seguridad, prevalecía el sentido de gozar la vida. Y nos juntábamos a comer las más ricas feijoadas preparadas por Gabriela. Imposible recordar a Máximo sin hacerlo con Peppone. Ellos se querían mucho. Máximo era más sereno, Peppone más impulsivo. A veces discutían acaloradamente. Máximo no sólo tenía esa rara cualidad de calmar a los demás, de devolverles las certezas perdidas, sino también de escuchar con atención a su interlocutor. Lo estoy viendo acomodándose un par de anteojos viejos y pesados que se le caían sobre la nariz, para fijar mejor la mirada y poner toda su atención en el otro. Y cuando escuchaba, no lo hacía para replicar sino para tratar de entenderlo que sentía o le pasaba al otro.

Despedida de Temuco

Carolina Rossetti: Tal vez esa capacidad de entender le permitió darse cuenta de lo que se venia encima. Fue por eso –me di cuenta más tarde– que organizó un viaje en tren a su querida ciudad natal. Creo que de alguna manera quiso despedirse de su madre y de su padre, adorables, querendones, austeros, responsables de los valores y principios que acompañaron la corta vida de Máximo. Esos tres días fueron un baño de puro amor al estilo de las familias italianas, de regatonear con su madre; de largas caminatas por las calles frías de esa ciudad; de recuerdos con sus hermanos menores Juan Carlos y Manuel; de largas conversaciones nocturnas con su padre; de reencontrarse con los olores del huerto de su infancia, de huevos revueltos al amanecer, de recordar historias y revisar fotos, cartas y finalmente despedirse de ellos, que quedaron mirándolo desde el viejo portón de madera.

La desaparición

Nadie lo acompañaba cuando lo detuvieron, el 16 de julio de 1974. Al no llegar esa noche a la casa donde lo esperaba Carolina, su hermano Francisco inició la infructuosa búsqueda.

Carolina Rossetti: Máximo era un pacifista. Para muchos parecerá contradictorio en un militante del MIR. Pero es así. Odiaba la violencia, tanto como despreciaba la prepotencia de los que prefieren utilizar la fuerza para "convencer". Creía en la fuerza de la palabra, por eso nunca dejó de utilizar la poesía y la guitarra para comunicar sus experiencias y sus sueños. Y también para expresar lo que sólo él sabía y no podía comunicar con palabras… Escribía a toda hora y en cualquier parte, poemas que pronto serán publicados por su hermano Francisco.

El 18 de julio la familia interpuso un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Se les informó a los jueces que al día siguiente de su detención, Máximo fue conducido al domicilio de la familia de Carolina Rossetti. Norma Inostroza, la empleada de la casa, así como María Pía Rossetti, declararon que Máximo permaneció cerca de quince minutos, custodiado por cinco agentes de la DINA. El tribunal desestimó ese testimonio. No acogió el amparo. El 31 de marzo de 1975, la Corte privilegió otra vez las sistemáticas negativas "oficiales" del coronel Manuel Contreras Sepúlveda, director de la DINA, y de otras autoridades que ocultaban a las familias y a la opinión pública la suerte de los desaparecidos.

Ceballos reconoce

Francisco Gedda, su esposa Silvia y el padre de ésta fueron detenidos en su casa de Macúl, por efectivos del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA) e interrogados en el antiguo convento de los Benedictinos. El teniente coronel Edgard Benjamín Ceballos Jones, jefe del SIFA, y otro oficial de apellido Otaíza admitieron ante Silvia y Francisco que a Máximo lo tenía la DINA. Dijeron también que los militantes del MIR y del PC eran prioritarios para los servicios de inteligencia. Ceballos sostuvo que ya había muerto.

Francisco todavía no olvida su última discusión con Máximo, en alguno de sus esporádicos encuentros después del golpe. Le hizo presente que no había condiciones para quedarse a resistir, que se perdería demasiada gente valiosa para el futuro. Recuerda que Máximo respondió: Alguien tiene que quedarse.

Testimonios de detenidos indican que estuvo en el centro de torturas de Londres 58. El 15 de agosto de 1974, Valeska Contreras y su hija, Sandra Machuca, fueron careadas con Máximo. Se las acusaba de esconder armas llevadas por éste y Peppone a su casa de Pudahuel, el 13 de septiembre. Final mente, las dos mujeres fueron sobreseídas.

Canto y declamación

La doctora Patricia Barceló, también detenida, testimonió que el 4 de agosto tuvo que examinarlo, a pedido de sus torturadores. Porque fue vecina de los Gedda en Temuco, reconoció a Máximo en una canción dedicada a su madre. El metal de su voz se escuchaba en todo el recinto cuando cantaba y declamaba. Según la doctora, tenía un estado físico deplorable, con mucho dolor y fractura en una tibia.

Carolina Rossetti: Patricia no olvida que aún en esos días, a Máximo le quedaban fuerzas para insultar a sus torturadores que lo apuraban camino al interrogatorio, cuando ya casi no podía caminar. Al parecer le habían pasado una camioneta por encima.

En Londres 38, Patricia Barceló identificó a Miguel Krasnoff, alias Capitán Miguel, encargado de la represión al MIR. También, a un teniente Fuentes (de Carabineros), a Osvaldo Romo Mena y al suboficial de Ejército Basclay Zapata Reyes, apodado Troglo. Otro detenido, Cristian Van Yurick Altamirano, vio a Máximo Gedda y algunas noches lo escuchó cantar y recitar a Federico García Lorca (sus amigos creen que pudieron ser sus propios poemas o los de César Vallejo).

Maniobras de la DINA

Graciela Scarlett Mathieu y Erika Hennings también lo vieron en Londres 58. En la conferencia de prensa televisada que montó la DINA en febrero de 1975, cuatro ex dirigentes del MIR detenidos señalaron que Máximo estaba preso. Después la DINA publicó su nombre en La Segunda (Exterminados como ratas, decía el titular), integrando la fatídica lista de 119 personas «muertas en el exterior en querellas internas: La burda maniobra, denunciada inmediatamente por los familiares de las victimas, se produjo cuando las presiones internacionales exigían que se diera a conocer el paradero de los desaparecidos.

Francisco Gedda interpuso el 22 de julio de 1974 una denuncia por secuestro ante el Octavo Juzgado del Crimen. El ministro Servando Jordán tomó declaraciones juradas a todos los testigos mencionados, pero terminó por declararse incompetente. La Tercera Fiscalía Militar de Santiago sobreseyó temporalmente la causa, en diciembre de 1981. Y el 16 de octubre de 1990 se falló sobreseimiento definitivo, invocándose la ley de Amnistía.

Una nueva oportunidad de conocer la verdad se presentó en 1998, cuando Osvaldo Romo fue extraditado a Chile desde Brasil –donde estaba refugiado con identidad falsa desde 1979– por la juez Gloria Olivares, del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago. El 20 de diciembre de 1992, el Sexto Juzgado del Crimen de Santiago recibió una nueva querella por secuestro, asociación ilícita y otros delitos, contra agentes de la DINA y en particular, contra Osvaldo Romo.

¿Dónde fuiste guardado?

En uno de sus últimos poemas, el joven que vino del sur mostró de nuevo su impronta profética:

¿Dónde serás guardado, dónde?
Se atreverán a abrirte una brecha, en la tierra de los cementerios?
¿Te pondrán de espalda acaso en una zanja desconocida?
¿Te entregarán de costado, encogido, desarmado,
como caigas, a una pila común de enterrados,
donde te abrazarás extraordinariamente con los otros?"

Carolina Rossetti: Han pasado 22 años desde su detención. No sabemos cuántos desde su muerte. Hay quienes sí lo saben y callan. No sabemos dónde ni cómo, ni si lo pusieron «de espalda en una zanja desconocida», ni si lo "entregaron de costado, encogido, desarmado a una pila común de enterrados». Pero sí tengo la certeza de que, como quiera que haya sido, Máximo se abrazó «extraordinariamente a los otros», como él lo quería. Quienes lo quisimos, lo abrazamos siempre en nuestros recuerdos.

Su último poema termina como una suerte de testamento:

Serás guardado aquí,
en una mortaja mañanera
con la cual cada uno corta su miseria/
y ocupa su día cada día con su deber/
y lo acompaña con el mismo canto/
que no hay otro.
Serás guardado aquí
serás repartido aquí
se arreglarán tus cuentas aquí
se sacará tu lección
se ocupará tu lugar
y el jirón de tu camisa convertido en bandera/
y la certeza de tu gesto en metralla./
y por donde él iba contigo entró
seguiremos entrando
y en la gran rendija histórica
¡Aquí estás!

Notas:
(*) Dedicado a Bautista Van Schouwen, dirigente del MIR desaparecido en Santiago, en diciembre de 1973.
(**) José Carrasco Tapia y Jane Vanini.

Lucía Sepúlveda Ruiz, periodista formada en la Universidad de Chile, fue compañera de trabajo y de actividades sindicales de Máximo Gedda en Televisión Nacional de Chile. Actualmente se desempeña en la Fundación Casa de La Paz. Para escribir esta semblanza contó con la colaboración de Ignacio Vidaurrázaga, Silvia Quiroga y Carolina Bussetti.

por Lucía Sepúlveda Ruiz


Angeles de la Muerte

Fuente :lanacion.cl, 23 de Noviembre 2003

Categoría : Prensa

Una exhaustiva y larga investigación del juez Juan Guzmán y su equipo de detectives del Departamento V logró develar el mejor secreto guardado por la DINA: el destino de sus desaparecidos en la Región Metropolitana. La operación sistemática fue realizada por los pilotos y mecánicos de los helicópteros Puma del Comando de Aviación del Ejército entre los años 1974 y 1978.

Desde los sacos paperos sobresalían las pantorrillas y los pies. A las mujeres se les veían los zapatos con tacones altos o bajos. A veces se les asomaba el ruedo de la falda. A los hombres se les veían los zapatos y el extremo de los pantalones. Cada saco contenía un cuerpo amarrado con alambre a un trozo de riel. Algunos cuerpos todavía mostraban sangre fresca. Otros expelían el olor de la primera descomposición. Otros sacos estaban impregnados de aceite humano, señal de que los cadáveres habían permanecido algún tiempo enterrados. Algunos de los bultos, los menos, no tenían la forma de un cuerpo sino que eran de un tamaño más reducido, sólo parte de los restos.

Fueron al menos 40 viajes. En cada uno subieron de ocho a quince bultos a bordo de los helicópteros Puma. De los 12 mecánicos del Ejército que al final terminaron reconociendo las operaciones, cada uno hizo al menos un viaje. En algunos casos fueron dos, tres e incluso más. Hay otros mecánicos que también participaron en estas operaciones pero que todavía lo niegan. Casi treinta años se guardó el secreto entre pilotos y mecánicos en el Comando de Aviación del Ejército (CAE), estamento responsable de la operación. Al comienzo todos negaron, varias veces. Los pilotos niegan hasta hoy. Pero los mecánicos quebraron el juramento sellado con la sangre de otros. El juez Guzmán y los detectives que lo asisten tomaron esta hebra y la investigaron silenciosos y pacientes durante más de un año, en el marco del proceso por la cúpula comunista desaparecida de Calle Conferencia.

Interiorizarse de los detalles de los vuelos de la muerte sobrecoge. Ahí está al fin la respuesta, detallada, y esta vez relatada desde adentro, del destino de los prisioneros de la DINA en Santiago.

Entre 400 y 500 fueron los cuerpos lanzados al mar en estas operaciones realizadas principalmente entre 1974 y 1978, aunque también habrían ocurrido en las últimas semanas de 1973.

El informe de las Fuerzas Armadas que surgió de la Mesa de Diálogo sobre Derechos Humanos en enero de 2001 con información del destino de 200 detenidos desaparecidos (49 en tierra y 151 al mar), apenas consignó 29 casos atribuidos a la DINA. De ellos, sólo 23 aparecieron como arrojados al mar. En la mesa de diálogo el Ejército del entonces general Ricardo Izurieta afirmó que no contaba con más información. Otorgando el beneficio de la duda, el Ejército esa vez no logró romper el secreto de los juramentados. Pero tampoco lo ha hecho hasta hoy.

Las cifras oficiales del Informe Rettig y las entidades continuadoras indican que los desaparecidos de la DINA en la Región Metropolitana entre 1973 y 1978, fueron 590.

La razón del mamo

Al final se confirmó la verdad. La confirmaron los mismos ejecutores, o parte de ellos. Como viene ocurriendo con otros casos espeluznantes, como los ejecutados de La Moneda en Peldehue, los que hablaron fueron los de abajo, no los altos oficiales. Los mecánicos son todos suboficiales hoy retirados.

Hay que admitir que el ex jefe de la DINAManuel Contreras, tenía por una vez la razón. “No hay detenidos desaparecidos de la DINA, están todos muertos” dijo recientemente a una documentalista del Canal+ de la TV francesa. Lo que Contreras nunca ha reconocido es que la macabra y sistemática operación de lanzar los cuerpos al mar existió. Y que nunca pudo ser planificada sólo por quien fue el jefe del Comando de Aviación del Ejército entre enero de 1974 y diciembre de 1977, coronel Carlos Mardones Díaz. Éste, junto a otros cuatro ex pilotos del CAE, fue procesado el viernes 14 de noviembre de 2003 por el juez Guzmán en calidad de cómplice y encubridor en el sumario por la muerte de Marta Ugarte. El de esta dirigente comunista fue el único cuerpo de las víctimas arrojadas al mar que afloró desde las profundidades del Océano y que en septiembre de 1976 varó en la playa La Ballena, cerca de la caleta Los Molles en la V Región. Fue la única falla del sistema de exterminio, la pista que permitirá ahora condenar a los culpables. Ningún otro cuerpo lanzado al mar apareció. El “culpable” de la defectuosa atadura del peso que permitió que el cadáver de Ugarte subiera a la superficie y se convirtiera en una evidencia fundamental, está identificado y confeso de su criminal error.

Pero Guzmán también procesó por este caso en calidad de autores de secuestro y homicidio a Contreras y a su propio primo, el brigadier (R) Carlos López Tapia, quien en 1976 era el jefe de la Brigada de Inteligencia Metropolitana de la DINA y a la vez jefe de Villa Grimaldi. Éste fue el principal centro clandestino de reclusión y tortura en el país, y desde allí fue sacada la mayor cantidad de los cadáveres que iban al mar. El juez fue respaldado el viernes 21 de noviembre de 2003 por la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, que confirmó los procesamientos. Aunque revocó el del piloto Emilio de la Mahotiere “por encontrarse en Francia” cuando desapareció Marta Ugarte.

Tobalaba-peldehue

La operación “Puerto Montt” (código con el que en los centros clandestinos de la DINA se marcaba en el registro de prisioneros a quienes serían ejecutados y lanzados al mar) tuvo un protocolo de actuación que se repitió. Antes de cada vuelo los mecánicos recibían la orden de sacar los asientos del Puma (18 a 20) y el estanque de combustible adicional. La autonomía de vuelo de este helicóptero sin el segundo estanque es de dos horas y media. Cada viaje era ordenado por el jefe del CAE al jefe de la Compañía Aeromóvil de ese comando de helicópteros. Todos los vuelos quedaban registrados.

Las máquinas partían cada vez desde el aeródromo de Tobalaba en la comuna de La Reina, donde durante esos años funcionó el Comando de Aviación del Ejército. La tripulación la conformaban un piloto, un copiloto, y un mecánico. El vuelo se iniciaba con destino a Peldehue, en Colina. Allí, en terrenos militares, descendían y eran esperados normalmente por dos o tres camionetas Chevrolet C-10, casi siempre de color blanco, cuya sección trasera estaba cubierta por un toldo. A cargo de estos vehículos estaban dos o tres agentes de civil. Los civiles descorrían los toldos que ocultaban los cadáveres amontonados y los descargaban para ponerlos dentro del helicóptero. A continuación el Puma volvía a elevarse con los agentes civiles a bordo. Normalmente se orientaba hacia la costa de la Quinta Región, y a la altura de Quintero la máquina tomaba dirección mar adentro. La menor de las veces los vuelos se fueron mar adentro a la altura de San Antonio o Santo Domingo.

Alcanzada una distancia adecuada, el piloto daba la orden para iniciar la descarga de los cuerpos. El lanzamiento se efectuaba a través de la escotilla de más o menos un metro cuadrado ubicada en el medio del helicóptero, donde se encuentra el gancho de carga que baja por dentro a la altura del rotor principal. Pero la descarga también se hacía a veces desde una escotilla de popa, de 1,80 metros de alto por casi un metro de ancho. El lanzamiento lo efectuaban los agentes civiles, que eran los responsables no sólo de llevar los cuerpos a Peldehue y ponerlos dentro de la nave, sino de supervisar que los bultos llegaran al fondo del mar.

Las identidades de los cuerpos arrojados al océano en esta operación no están establecidas, puesto que los testigos dicen no haberlas conocido nunca, salvo la de Marta Ugarte. Quienes sí las conocen, como el ex jefe de la DINA Manuel Contreras, niegan que esta operación existió.

 “Brillaban”

Los rieles “recién cortados, por lo que brillaban por los lados cortados” como los vio preparados el comisario de Investigaciones y agente de la DINA Nibaldo Jiménez Santibáñez, entregaban, en principio, la seguridad de que la prueba del crimen se iría con el pedazo de metal al fondo del océano. Dice Jiménez en una de sus declaraciones procesales que cuando preguntó un día para qué eran esos rieles cortados en trozos, recibió por respuesta “esos son pa’ los paquetes”. Cuando preguntó ¿qué paquetes?, sostiene que le respondieron “los que se van cortados todos los días de aquí, un lote grande al mar, los envuelven en un saco bien amarrados con alambre, echan el cuerpo y el riel, y con el peso del riel se van al fondo”.

Ya no eran ex prisioneros que hablaban de los rieles, ni sólo el campeón de pesca submarina Raúl Choque, que una vez en la década de los años 80 declaró a la prensa que vio osamentas en el fondo marino frente a Pisagua, pegadas a trozos de rieles. Ahora los fragmentos de vía eran una realidad vista por uno de los propios agentes que lo contaba a un juez.

Tampoco había enloquecido el coronel retirado Olagier Benavente Bustos, cuando el 24 de junio de 1999 declaró en una entrevista a La Nación que el “piloto de Pinochet, su regalón, Antonio Palomo”, le contó un día de verano un par de años después de 1973 en Pelluhue, donde ambos tenían casa de descanso, que le había correspondido hacer viajes pilotando un Puma para lanzar cuerpos al mar. “Partían desde Tobalaba”, dijo el coronel (R) Benavente que le había dicho Palomo. Era la primera vez que un alto oficial retirado revelaba parte del secreto. Pero esa vez todo quedó allí, sólo en las declaraciones. No existían todos los antecedentes descubiertos ahora. Por supuesto, Palomo desmintió las declaraciones de Benavente cuando el juez Guzmán lo interrogó.

La limpieza

Cumplida cada misión de vuelo, los helicópteros regresaban al lugar en Peldehue donde habían quedado estacionadas las camionetas C-10. Allí descendían los agentes civiles, montaban en las camionetas y se iban.

El helicóptero volvía a elevarse y se dirigía a su base del CAE en Tobalaba. Desocupada la máquina de su tripulación, los mecánicos realizaban la operación de limpieza del piso, que la mayoría de las veces quedaba con sangre impregnada y con un penetrante olor a carne descompuesta. Manguereaban el piso y el interior y dejaban ventilarse la máquina. Cuando el olor y la sangre desaparecían, los mecánicos volvían a instalar los asientos y el estanque de combustible adicional, a no ser que ya se supiera que al día siguiente ese mismo helicóptero debía cumplir una tarea similar. Normalmente esta limpieza no era realizada por los mismos mecánicos que habían participado del vuelo. Entre los limpiadores estuvo más de una vez E.A.O., el mismísimo mecánico personal del Puma Nº 256 del comandante en jefe del Ejército, general Augusto Pinochet. Aunque éste sostiene en el proceso que “nunca” le tocó realizar alguno de estos vuelos a alta mar. Su jefe fue por muchos años el ahora brigadier (R) Antonio Palomo.

La mayor parte de los desaparecidos que salían de Villa Grimaldi con la marca “Puerto Montt” partían del aeródromo de Tobalaba.

 “Cuando conversábamos entre los mecánicos, pude ver que varios de ellos habían realizado este tipo de viajes”, declaró en el proceso otro mecánico que participó en los vuelos y a quien nombraremos “Rotor 1”.

Las identidades de los mecánicos que finalmente contaron al juez las tenebrosas historias que permitieron conocer estos hechos, LND las mantiene en reserva. El hijo de uno de ellos fue secuestrado por algunas horas el viernes antepasado, el mismo día en que el juez Guzmán dictó los primeros procesamientos por el caso de Marta Ugarte contra cinco ex pilotos de los Puma, además de Contreras y López Tapia. Dos individuos lo obligaron a subir a un auto, lo amarraron, le pusieron una capucha en la cabeza, lo golpearon, y le dijeron que le dijera a su padre que “cierre el hocico”. Luego lo botaron en una calle de Santiago.

Otro de los mecánicos, “Rotor 2”, relató en la investigación que apenas se iniciaron estos vuelos, el comandante del CAE Carlos Mardones reunió a pilotos y mecánicos y les ordenó que “estas son misiones secretas que ustedes no deben comentar con nadie que no participe en ellas. Ni siquiera deben hablarlo con sus familias”.

El tribunal

El comisario (R) Nibaldo Jiménez, ex agente DINA con funciones en Villa Grimaldi y en el recinto de José Domingo Cañas, sostiene que “quienes enviaban a los individuos al mar era una reunión que se hacía con los jefes de grupo de esa época, los capitanes Miguel Krassnoff Martchenko, Maximiliano Ferrer Lima, y otros, porque había varios cuarteles. Se reunían en algo así como un tribunal, donde decidían qué detenido se salvaba y quiénes se iban al mar con el código anotado Puerto Montt. Esos “otros” a quienes se refiere Jiménez eran los de siempre, Marcelo Moren Brito y Pedro Espinoza Bravo, ambos jefes rotativos de varios de los centros clandestinos de la DINA.

El resultado de cada una de esas reuniones, continúa Jiménez, “era enviado al general Contreras, jefe máximo de la DINA (…) El general Contreras era quien revisaba las listas y en definitiva era quien decidía la suerte de los detenidos”.

Otra de las víctimas de la DINA fue el periodista Máximo Gedda Ortiz, hermano de los Gedda que realizan el programa de televisión “Al sur del mundo”. Detenido en julio de 1974, desapareció en el recinto de Londres 38. Jiménez cuenta el estado en que vio su cuerpo antes de que, presumiblemente, engrosara la lista de lanzados al mar. “Un sujeto de apellido Gedda estuvo detenido. Le habían sacado con cuchillo la carne de la pierna y se le veía el hueso. Estaba colgando, lo tenían colgando. Lo habían flagelado”.

Jiménez describe otra figura del horror y la brutalidad contra otro de los desaparecidos de la DINA. Se trata del fotógrafo Teobaldo Tello Garrido, quien había sido funcionario de Investigaciones durante el gobierno de Salvador Allende. Fue detenido en agosto de 1974 y permanece desaparecido. “Fui a verlo a un cuarto abarrotado de detenidos, al abrir su boca vi que estaba ensangrentada. Sus dientes habían sido removidos con un alicate por parte del señor Marcelo Moren (…) El coronel Moren era bastante bruto”.

Pilotos de la caravana

Entre los cinco ex pilotos de helicópteros Puma que el juez Juan Guzmán procesó por el secuestro y homicidio de Marta Ugarte están quienes fueron los pilotos de la Caravana de la MuerteAntonio Palomo fue el piloto durante el tramo sur de este operativo, actuando como su copiloto Emilio de la Mahotiere González. Por el tramo norte de la caravana, el piloto fue el mismo De la Mahotiere y el copiloto, Luis Felipe Polanco Gallardo. El quinto piloto declarado reo es el coronel (R) Oscar Vicuña Hesse.

Una segunda fase de este método de desaparecimiento de detenidos arrojando sus cuerpos al mar, se inició después de 1978 y duró al menos hasta 1981-82, una vez que a fines de 1978 fueron descubiertos los cadáveres de 15 campesinos en un horno de Lonquén y el Ejército y Pinochet se alarmaron.

Esta segunda fase conocida como “las remociones” clandestinas, fue admitida incluso por el ex director de la Central Nacional de Informaciones, general Odlanier Mena, y sobre ella han prestado también declaraciones algunos ex agentes que participaron en el operativo. A esta operación pertenecen, entre otros, los prisioneros de Chihuío en la X Región; los ejecutados de La Moneda desenterrados desde Peldehue; y las 26 víctimas de la Caravana de la Muerte enterradas clandestinamente en el desierto de Calama. Estas no fueron víctimas de la DINA.

Probablemente, dada la experiencia adquirida, esta segunda fase fue realizada por los mismos pilotos y mecánicos del Comando de Aviación del Ejército. Este episodio no está totalmente aclarado judicialmente. En todo caso, los comandantes del CAE después de Carlos Mardones fueron: el coronel Hernán Podestá Gómez, entre enero y diciembre de 1978; coronel Fernando Darrigrandi Márquez, entre enero de 1979 a julio de 1981; y el coronel Raúl Dinator Moreno, entre agosto de 1981 y febrero de 1982.


Homenaje a periodistas detenidos desaparecidos y asesinados durante la dictadura militar

Fuente :puroperiodismo.cl, 11 de Septiembre 2013

Categoría : Prensa

La siguiente declaración del Colegio Latinoamericano de Periodistas (COLAPER) recuerda a los profesionales de la información que fueron víctimas de la violencia política en Chile durante 17 años.

Hoy día, 11 de septiembre de 2013, se cumplen 40 años del Golpe de Estado que perpetró Augusto Pinochet contra el régimen democrático establecido en las urnas y contra el gobierno de la Unidad Popular, presidido por Salvador Allende. Con ello, se instauró un régimen militar que tomó el poder a través de la violencia y con métodos antidemocráticos. El Colegio Latinoamericano de Periodistas, los rechaza en su totalidad.

Este hecho alteró toda la historia reciente de Chile, transformándolo hasta sus raíces más profundas: supuso un cambio radical en la concepción de la política, la economía, la cultura y las libertades. Durante el golpe y los subsiguientes años de dictadura militar, se violaron los derechos humanos con muerte y tortura.

El periodismo y los periodistas no quedaron al margen de estos hechos. La libertad de expresión quedó reducida a su mínima manifestación, con el establecimiento de una censura previa que limitó de forma contundente las posibilidades de los comunicadores de transmitir la realidad interna de Chile y también del exterior, a la audiencia a quien se debe.

En una fecha tan indicada como la de hoy, 11 de septiembre de 2013, la representación del Colegio Latinoamericano de Periodistas (COLAPER) en Chile, quiere homenajear a los periodistas que fallecieron durante los días del Golpe de Estado y toda la dictadura de Augusto Pinochet en los siguientes casi 17 años.

Igualmente COLAPER quiere dar tributo a todos los que sufrieron torturas, represalias, fueron amenazados o, de alguna manera, fueron limitados en el ejercicio de la libertad de información y expresión a lo largo de aquellos años. Sus nombres no figuran en esta carta, pero el reconocimiento del Colegio Latinoamericano de Periodistas es también para ellos.

Santiago de Chile, a día 11 de septiembre de 2013, Juan Delgado Celis, Presidente del Colegio Latinoamericano de Periodistas (COLAPER) Claudia Castro Quintas, Secretaria General de DDHH de COLAPER, Roberto Vilches, representante del COLAPER (Chile), Guido Cengiarotti Aumatell, Presidente de la Red Latinoamericana de Periodista.     

1.-  Diana Arón Svigiliski. Periodista, graduada en la Universidad Católica. Detenida desaparecida, arrestada en Santiago, 18 de noviembre de 1974.

2.- Carlos Bascuñán Mourgues-Dewet. Periodista Universidad de Concepción. Sus restos aparecen en la cordillera, 225 Kms. al sur de Copiapó, el 5 de noviembre de 1973.

3.- Carlos Berger Guralnik. Periodista por elección. Abogado titulado en la Universidad de Chile. El 19 de octubre de 1973, fusilado en las afueras de Calama.

4.- Juan Manuel Bertoló Rivas. Periodista autodidacta, reportero en el diario El Mercurio. Fue detenido el 10 de Febrero de 1990, por Carabineros, su muerte no está aclarada.

5.- Mario Eduardo Calderón Tapia. Periodista, egresado de la Universidad de Chile de Valparaíso el 1971. Detenido desaparecido, arrestado en Santiago el 25 de septiembre de 1974.

6.- Augusto Carmona Acevedo. Egresado de Periodismo de la Universidad de Chile. Detenido  7 de diciembre de 1977, en calle  Barcelona Nº 2524, San Miguel.

7.- José Humberto Carrasco Tapia. Periodista, Universidad de Chile. El 8 de  septiembre de 1986,  es acribillado a balazos en el cementerio Parque del Recuerdo.

8.- Daniel Antonio Castro López. Corresponsal del diario Clarín en Temuco. 10/11 de octubre de 1975. Detenido en Liquiñejunto con 14 personas, fueron muertos en el río Toltén.

9.- Sergio Contreras. Periodista de radio y RR.PP.  Detenido en La Moneda, el 11 de Septiembre de 1973.

10.- Luis Eduardo Durán Rivas. Periodista de la U. de Chile. Detenido desaparecido, arrestado en Santiago el 14 de septiembre de 1974.

11.- Guillermo Gálvez Rivadeneira. Reportero (agencia ORBE) hasta el de director de un medio (revista Hechos Mundiales). Detenido desaparecido, secuestrado el 28 de julio de 1976.

12.- Máximo Antonio Gedda Ortiz. Director de TV, periodista. Detenido desaparecido, arrestado en una micro en Santiago, el 16 de julio de 1974.

13.- Leonardo Henrichsen. Camarógrafo, corresponsal de la televisión sueca y Canal 13 de Buenos Aires. Santiago, Asesinado el 29 de junio de 1973, mientras reporteaba la sublevación militar del regimiento Blindados 2, conocida como “El Tanquetazo”, sofocada por el general Carlos Prats González.

14.- Charles Edmund Horman Lazar. Graduado de la Universidad de Harvard, periodista y guionista. Detenido el 17 de septiembre de 1973. Ejecutado el 18 de septiembre de 1975, en el Estadio Nacional

15.- Ricardo Cristian Mortecinos Slaughter. Fotógrafo ‘free lance’ y cineasta, chileno-norteamericano y residente en Estados Unidos. Santiago, 17 de octubre de 1975. Secuestrado de su departamento y fusilado esa misma noche en el túnel Lo Prado.

16.- Archibaldo Morales Villanueva. Periodista autodidacta y locutor. Desaparece el 5 de noviembre de 1973.

17.- Augusto Olivares Becerra. Redactor, columnista y comentarista de radio y televisión. La Moneda, 11 de septiembre de 1973

18.- José Leonardo Pérez Hermosilla. Redactor de artículos de opinión. Detenido desaparecido, fue arrestado el 5 de enero de 1974 en Santiago y probablemente, asesinado en Tejas Verdes en el mes de febrero de ese año.

19.- José Miguel Rivas Rachitoff. Periodista autodidacta.  Detenido desaparecido, arrestado el 3 de enero de 1974 en Santiago.

20.- José Tohá González. Editorialista y dirigente político. Santiago, 15 de marzo de 1974. Falleció en cautiverio, en la escuela Militar.

21.- Ernesto Traubmann Riegelhaupt. Corresponsal, operador de radio. Detenido en la madrugada del 12 de septiembre de 1973, su rastro se perdió en el Ministerio de Defensa.

22.- Ricardo Troncoso León. Periodista, fotógrafo, dramaturgo, director y actor de teatro. Detenido desaparecido, fue arrestado en su domicilio de Chillan el 1º de Octubre de 1973.

23.- Jorge Bernabé Yáñez Olave.  Periodista y poeta.  Detenido desaparecido, fue arrestado el 16 de septiembre de 1973, en el camino de Chanco a Cauquenes

Estudiantes de periodismo asesinados y desparecidos.

Luis Eduardo Alaniz, Jaime Aldoney, Juan Elías Espinoza,  Arcadia Flores, Rodolfo Jacinto Fuenzalida, Jorge Eduardo Jara, Nenhad Teodorovic Sertic. 


TVN presentó "Erase una vez un hombre", los poemas del desaparecido Máximo Gedda

Fuente :24horas.cl, 29 de Julio 2014

Categoría : Prensa

Fue trabajador del canal en su primera etapa y en 1974 un comando de la DINA lo capturó. Murió luego de días de tortura y su cuerpo nunca pudo ser recuperado. Su obra literaria, fotos y testimonios de quienes lo conocieron quedaron plasmados en este texto.

"Carolina lo esperó pero nunca regresó".

Con esa imperecedera frase Francisco Gedda presentó el libro "Erase una vez un hombre", recopilación de poemas, dibujos y fotografías del periodista de TVN, su hermano Máximo Gedda, detenido desaparecido durante la dictadura militar.

Máximo, el "toño" para muchos, trabajó en los primeros años de Televisión Nacional de Chile dejando una huella imborrable de profesionalismo y creatividad. Sus cercanos, amigos, familiares y ex colegas, estuvieron en el canal este martes para rendir un homenaje.

Con la presencia del presidente del Directorio de TVN, Ricardo Solari, la directora ejecutiva, Carmen Gloria López, diversos ejecutivos del canal y amigos de Máximo se realizó el lanzamiento del libro, el que recopila su obra, fotografías, dibujos y una serie de testimonios de quienes lo amaron.

"Nos parece muy emocionante este lanzamiento. Esto tiene un valor simbólico muy alto para la familia de Máximo. Muy pocas instituciones del estado ha reconocido a sus trabajadores en el lugar donde trabajaban", dice Francisco Gedda, hermano del desaparecido poeta y periodista.

Máximo fue detenido por la DINA el 16 de julio de 1974, buscado por pertenecer al MIR, el periodista fue llevado hasta un centro de tortura, desde donde nunca más salió.

"Esto es muy lindo, solamente podemos agradecer a TVN por este lanzamiento, un homenaje después de 40 años a su obra, a su creatividad y compromiso con el canal", agrega.

La ceremonia, conducida por Gonzalo Ramírez, tuvo las intervenciones de Francisco Reyes y Amparo Noguera, quienes leyeron poemas de Gedda tales como "Otoño", "El poder de las palabras", "Noticias" y "Seguir guardado aquí". Además el poeta Elicura Chihuailaf habló sobre la memoria de Máximo y leyó parte del prólogo del libro, el que es de su autoría.

Desde TVN, el presidente del Directorio, Ricardo Solari  dijo que "los ejercicios de memoria son muy importantes para las instituciones, sobre todo para una empresa con una historia vinculada directamente con la historia de Chile". Para el ejecutivo este homenaje "es hacerse cargo de recordar a gente valiosa que trabajó con nosotros, tenemos que reconocer a quienes entregaron su esfuerzo al país y particularmente a TVN".

El libro, una edición de lujo de la obra literaria y visual de Máximo Gedda puede ser adquirido escribiendo a surimagen@alsurdelmundo.cl


Corte suprema ordena pagar indemnización de $70 millones a hermano de máximo Gedda Ortiz, secuestrado por agentes de la DINA en 1974

Fuente :cronicadigital.cl, 27 de Mayo 2015

Categoría : Prensa

La Corte Suprema condenó al Estado de Chile a pagar una indemnización de $70.000.000 (setenta millones de pesos) a Francisco Gedda Ortiz, hermano de Máximo Gedda Ortiz, víctima del delito de secuestrado calificado, perpetrado a partir del 16 de julio de 1974, en la Región Metropolitana.

En fallo unánime (causa rol 1665-2015), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Milton Juica, Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito y Lamberto Cisternas- acogió el recurso de casación presentado en contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, que denegó el pago indemnizatorio.

La resolución de la Sala Penal de la Corte Suprema revoca la sentencia apelada, al considerar que el caso corresponde a un crimen de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptible, tanto en el aspecto penal como civil.

«En el caso en análisis, dado el contexto en que el ilícito fue verificado, con la intervención de agentes del Estado -condenados como autores del delito de secuestro calificado de Máximo Gedda Ortiz, hermano del demandante- amparados en un manto de impunidad forjado con recursos estatales, trae no sólo aparejada la imposibilidad de declarar la prescripción de la acción penal que de ellos emana, como se ha sostenido por el fallo que se revisa, sino que, además, la inviabilidad de proclamar la extinción -por el transcurso del tiempo- de la posibilidad de ejercer la acción civil indemnizatoria derivada del delito que se ha tenido por acreditado (…) como ya se ha esbozado, la acción civil aquí deducida en contra del Fisco, tendiente a obtener la reparación íntegra de los perjuicios ocasionados, encuentra su fundamento en los principios generales del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y su consagración normativa en los tratados internacionales ratificados por Chile, los cuales obligan al Estado chileno a reconocer y proteger este derecho a la reparación íntegra, en virtud de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 5° y en el artículo 6° de la Constitución Política de la República. Los artículos 1.1 y 63.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, consagran que la responsabilidad del Estado por esta clase de ilícitos queda sujeta a reglas de Derecho Internacional, las que no pueden ser incumplidas a pretexto de hacer primar otros preceptos de derecho interno, pues si se verifica un hecho ilícito imputable a un Estado, surge de inmediato la responsabilidad internacional de éste por la violación de una norma de esta índole, con el consecuente deber de reparación y de hacer cesar las consecuencias de la violación», sostiene el fallo.

Resolución que agrega: «Estas normas de rango superior imponen un límite y un deber de actuación a los poderes públicos, y en especial a los tribunales nacionales, en tanto éstos no pueden interpretar los preceptos de derecho interno de un modo tal que dejen sin aplicación las normas de derecho internacional que consagran este derecho a la reparación, pues ello podría comprometer la responsabilidad internacional del Estado de Chile. Por esta razón, no resultan aplicables a estos efectos las disposiciones del Código Civil sobre prescripción de las acciones civiles comunes de indemnización de perjuicios, como resuelve el fallo, pues ellas contradicen lo dispuesto en la normativa internacional, en cuanto a disponer la ineficacia de normas internas que hagan ilusorio el derecho a la reparación de los daños ocasionados por crímenes de lesa humanidad».

En la arista penal, las defensas de los agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Manuel Contreras SepúlvedaMarcelo Moren BritoMiguel Krassnoff Martchenko y Basclay Zapata Reyes, no presentaron recurso de casación en contra sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago que los condenó a penas de 15 años de presidio por el secuestro calificado de Máximo Gedda Ortiz y Alejandro Parada Gónzalez. Tampoco lo hizo la defensa de Orlando Manzo Durán, condenado a 10 años y un día de presidio por el secuestro de Parada González, ocurrido a partir de 30 de julio de 1974.


Manuel Gedda

Fuente :villarrica.uc.cl, 2017

Categoría : Prensa

Manuel Gedda Ortiz y su constante preocupación por rescatar y poner en valor el patrimonio natural de la Araucanía.
Hablar de las Araucarias y los Nothofagus (género de árboles nativos como el coigüe, el roble, la lenga o el raulí), lo alucinan y emocionan. A través de su lente fotográfico ha captado imágenes hermosas y únicas de la Región de la Araucanía que han recorrido el mundo. Es Manuel Cristóbal Gedda Ortiz, de profesión Profesor de Estado en Biología y Ciencias Naturales y académico del campus Villarrica de nuestra universidad. Es habitual ver al profesor Gedda con su cámara fotográfica en la Costanera de Villarrica captando aves en el lago y en los caminos que rodean la zona lacustre.

Un docente diferente, que vibra con la vida al aire libre, la naturaleza, la flora y fauna nativa. Manuel Gedda Ortiz lleva más de 7 años como profesor adjunto en el campus Villarrica; es Subdirector de Comunicaciones y Educación Continua y académico del Centro de Desarrollo Local -CEDEL UC-, a cargo de proyectos relacionados con turismo y desarrollo local; y es también docente del área de ciencias en pregrado.

Manuel Gedda, es igualmente un destacado y reconocido comunicador audiovisual en Chile en el área documental. Su trabajo influyó a muchas generaciones entre la década del 80 y los inicios de los 2000, ya que junto a sus hermanos Juan Carlos y Francisco, dieron vida al recordado programa ?Al Sur del Mundo?, que emitía Canal 13, y ?Bajo la Cruz del Sur, que emitía Megavisión; programas que marcaron a los televidentes de Chile y que fueron la invitación para conocer y descubrir las bellezas naturales y el patrimonio cultural de Chile y América. ?Fue un trabajo muy intenso y prolongado; no en balde fueron 18 años de labor en diversas temática documentales; un trabajo no exento de
sacrificios y jornadas extenuantes, pero también lleno de recompensas y satisfacciones por lo logrado y la riqueza de conocimientos y grandes experiencias que obtuvimos al trabajar en los ambientes naturales más diversos y convivir con personas y comunidades depositarias de un valioso, y en muchos caso único, patrimonio históricos y cultural?.
Su vida siempre ha estado ligada a la naturaleza, al campo, al disfrutar de la vida al aire libre. Recuerda que el año 1961 fue la primera vez que visitó Villarrica; iban con destino a Lican-Ray. No habían las comodidades de hoy en las carreteras; era muy distinto: ?anhelábamos las vacaciones, nos veníamos con mis hermanos y primos , un buen lote de niños a Lican-Ray, estábamos casi dos meses, lo disfrutábamos al máximo; era una travesía llegar. Recuerdo que una vez en Villarrica quedamos enpane y no pudimos arreglar el vehículo, y tuvimos que dormir en el mismo vehículo sobre los colchones que traíamos, para esperar hasta el otro día que el mecánico lo pudiese reparar; fue genial. Nos demorábamos como 7 horas de viaje desde Temuco a Lican-Ray, así que realmente era toda una travesía.

Llegábamos y nadie nos sacaba del lago, vivíamos allí durante las vacaciones?
Dentro de las tantas experiencias fuertes e imborrables, y en cierto modo límites, que le han dejado su trabajo documental, el profesor Gedda recuerda una en especial: ?Buceando en el Belice, en los arrecifes de coral del Caribe, para hacer filmaciones de la vida en estos ecosistemas marinos junto al gran fotógrafo Antonio Larrea, ingresamos a una especie de cueva rococa que tenía dos entradas en esi extremos. Yo comencé a ingresar por una, al mismo tiempo que Antonio lo hacía por la otra; y al hacerlo me di cuenta que había en su fondo un tiburón que al sentirse presionado al ingresar Antonio por el lado opuesto, buscó salir por la abertura a la cual yo me acercaba para ingresar, encontrándonos frente a frente, ¿qué hago?. Vino entonces a mi memoria lo que había visto en algun libro o documental sobre el tema, relacionado con el hecho de que los movimientos lentos podrían ayudar a disminuir las posibilidades de un ataque, por lo que en medio de mi estrés comencé a moverme muy suavemente con el propósito de elevarme y salir de la entrada de la cueva para despejar la salida y permitir que el tiburón saliese hacia el exterior.?

El profesor Gedda, ha sabido traspasar sus conocimientos a los alumnos y generar en ellos ese disfrute y valoración por la naturaleza y la cultura local, impulsando fuertemente el rescate y puesta en valor del patrimonio de los distintos territorios de la Región de la Araucanía y el sur de Chile. Ha publicados dos libros, únicos en su género ? Patrimonio de la Araucanía – Chile: Manual de Interpretación y Puesta en Valor ? y ? Araucanía Chile: Patrimonio Natural y Cultural de sus Territorios ?, y también capítulos de libros y artículos en revistas nacionales e internacionales en torno a este tema.


Gedda, los creadores de “Al Sur del Mundo”

Fuente :litoralpress.cl, 15 de Diciembre 2019

Categoría : Prensa

Hijos de un inmigrante italiano originario del Piamonte y una chilena, este grupo de hermanos temuquenses ha hecho historia en la televisión y, particularmente, en el cine documental. La naturaleza, la ecología, la ruralidad, la docencia y el turismo sustentable forman parte de su historia.
Hugo Soto Gedda deja la zona del Piamonte, en Italia, y tal como lo han hecho otros compatriotas suyos, viaja alas Américas para adentrarse al “sur del mundo” en busca de un nuevo presente y futuro.
Aquí conoce a la mujer que conquista su espíritu, Olympia Ortiz, con quien contrae matrimonio y forma una familia que complementan cinco hijos: Francisco, Máximo, Carmen, Manuel y Juan Carlos, todos ellos audiovisualistas de elite, salvo Carmen que opta por la nutrición como profesión y estilo de vida.
Decir Gedda es evocar inmediatamente a un grupo de creativos que ha hecho historia en la televisión chilena y es un referente en el cine documental, quienes además, consecuentemente han abrazado la naturaleza, la ecología, la conservación, la ruralidad, la docencia y el turismo sustentable a lo largo de sus respectivas carreras profesionales.
Sin duda su proyecto más importante es, y seguramente será, la serie “Al Sur del Mundo” que estuvo al aire entre 1981 y 2000, y la cual dio a luz 100 capítulos con registros de gran belleza paisajística, testimonios humanos de gran calidad, así como de alto valor científico, patrimonial y ecológico. La vinculación de los Gedda con el mundo de la imagen parte con Máximo, el segundo de los hermanos, quien aún permanece en calidad de detenido desaparecido como consecuencia del golpe de Estado de 1973.
Es él cuenta Juan Carlos Gedda – quien accede primero a este mundo luego de formarse dentro del curso de directores de televisión que dicta el profesor español Manuel Calvelo, taller del cual egresan también Paulina Fernández, Alan Schneider, Gonzalo Beltrán y las hermanas Colodro. “Calvelo formó como a 15 directores y siguió vinculado a nuestra familia porque él se queda en Chile y arma unos proyectos en la FAO después del golpe. De allí viene un poco la formación nuestra. Máximo abre camino y nos acerca a la televisión. Pancho, en tanto, tiene inquietud por la fotografía y después inE n una época complicada, Máximo gresaa un curso de formación de capacitadores audiovisuales y ahí lo pilla también el golpe. En fin. La dedicación al mundo de la imagen es como una suerte de contagio en nuestro caso”, opina Juan Carlos.
Francisco adopta la línea documental cinematográfica después de trabajar en foto fija dentro del departamento de Fotocine de TVN, mientras que Manuel y Juan Carlos entran al ruedo desde la biología, el primero como biólogo propiamente tal y, el segundo, con estudios en la disciplina. “Para entonces hacíamos mucha documentación científica y trabajamos para Conaf.
Yo estuve a cargo de la unidad de fotografía de la corporación -recuerda Juan Carlos-, institución a la cual entro después del golpe, pero igual me echan (… ), muy a pesar de mi juventud y que no tenía militancia alguna”. Luego de vivir algunos años en Venezuela, los hermanos deciden unir sus talentos y ponerlos al servico de un proyecto común que presentan a Canal 13. Así surge la serie documental “Al Sur del Mundo” que por años fue producida por Surimagen, productora que sigue al alero de Francisco. Radicados casi todos en la zona lacustre, salvo Carmen que vive en Collipullo, los hermanos Gedda siguen en actividad desde distintas experiencias.
Después de hacer docencia en el Itur de Pucón y la PUC de Villarrica, involucrarse con proyectos de turismo ecológicos y conservación, y publicar una guía sobre recursos naturales de La Araucanía dirigida a operadores turísticos, Manuel Gedda Ortiz figura hoy como director de la carrera de Turismo Sustentable que desde el próximo año impartirá la Universidad Mayor sede Temuco.
Francisco, en tanto, figura como el productor de la serie Frutos del País de TVN y sigue ligado a la televisión y a la formación de comunicadores; mientras que Juan Carlos, luego hacer clases en la Universidad Mayor y retomar la fotografía con los proyectos comunitarios en redes sociales “Foto Naturaleza” y “Galería Fotográfica del Sur”, adopta la economía autárquica -dicepara hacerse parte de la ecología desde la experiencia personal y no sólo como “opinólogo”. Un par de años conseguimos fondos del CNTV para producir un programa que no ha salido al aire todavía y no sé qué irá a pasar con él.
Se trata de un trabajo de diez capítulos, es una serie que se llama “Chile, un territorio al sur del mundo”, que es un Al Sur del Mundo con un nombre distinto porque no podíamos postular con un nombre idéntico, ya que el otro programa sigue al aire. Esta producción, rodada en formato 4K, está terminada y entregada, y pronto debería salir al aire. Para este proyecto llamamos a un buen número de integrantes del equipo original”, comenta Juan Carlos Gedda. FOTOS: GENTILEZA DE LA FAMILIA HAURI JUAN CARLOS, CARMEN, MANUEL, FRANCISCO Y ANTONIO, JUNTO A SUS PADRES: MÁXIMO GEDDA Y OLYMPIA ORTIZ. FRANCISCO, CARMEN, MANUEL Y JUAN CARLOS GEDDA ORTIZ.


Las y los artistas detenidos desaparecidos y ejecutados por la dictadura cívico militar

Fuente :prensaopal.cl, 8 de Septiembre 2021

Categoría : Prensa

Durante la dictadura cívico-militar fueron ejecutados y desaparecidos al menos un centenar de personas ligadas a la cultura, las artes y el patrimonio.

El 11 de septiembre se inició la etapa más dolorosa que hayamos vivido, provocada por agentes del Estado y civiles cómplices. Hoy conmemoramos 48 años de esa tragedia que aun enluta a Chile entero.

Más de tres mil personas, hombres mujeres, niños, niñas y jóvenes como estudiantes de educación básica, de secundaria y universitaria; mujeres embarazadas, personas mayores, no vidente, minusválidos fueron directamente afectadas y cientos de miles, pasaron a la categoría de familiares y víctimas de la dictadura. Quienes sobreviven luchan incansablemente por justicia, reparación y no repetición de actos genocidas por parte del Estado.

Hombres y mujeres que cuyo aporte a la sociedad era desde su lucha social, de militante y también desde sus oficios y ocupaciones como zapateros, obreros, empleados textiles, médicos, linotipistas, modistas, secretarias, dirigentes sindicales, vecinales, funcionarios municipales empleados públicos, empleados de ferrocarriles, suplementeros, carpinteros; obreros campesinos, mineros, forestales, de la construcción; ingenieros. También aquellos que estaban de paso, en una misión, estudiando o habían formado una familia en Chile provenientes de Vietnam, Francia, España, Bolivia, Argentina, Uruguay, Inglaterra, Ecuador, Uruguay, entre otros países.

Dicen que las Mineras “mueven montañas”, pero también mueven a gobiernos autodeclarados como ecologistas, mueven a los medios que lavan su imagen, a las corporaciones “culturales” que “entretienen” con cuanta exposición, concierto u obra de teatro, disfrazando el terrorismo empresarial que cotidianamente destruye lo poco que va quedando. Lo que no se mueve, es un pueblo adormecido por la droga mediática y enfermo de individualismo….

Alguno de sus asesinos y cómplices que pagan tibias condenas en cárceles de lujo nos han privado de ellos y ellas, pero también nos han privado de cerca de un centenar de artistas y creadores que hemos identificado, con el afán de ofrecer un homenaje a quienes, desde las culturas, las artes y el patrimonio fueron víctimas del terrorismo de estado.

Hemos reconocido 82 personas cuya creatividad se expresaba en el audiovisual, la artesanía, el teatro, la arquitectura, fotografía, Artes Visuales, letras y música.

En esta nota podrán encontrar nombres de las personas cuya información permite asociarla a un lenguaje artístico, de acuerdo a la información disponible, sin embargo, es altamente posible que falten muchos y muchas por identificar. Encontrarán también un vínculo hacia la información que, entre todas las personas que hacen posible el sitio www.memoriaviva.com, nos ponen a disposición con el fin que podamos aportar a no olvidar hasta que  haya justicia.

OPAL en la plataforma de videos Odysee

Por ellos y ellas… ¡¡Ni perdón, ni olvido!!

Invítanos un café y estarás aportando a la comunicación popular.

Carmen Bueno Cifuentes Cineasta. Detenida Desaparecida

Darío Chávez Lobos Actor y profesor de teatro. Detenido Desaparecido

Máximo Gedda Ortíz Cineasta y periodista. Detenido Desaparecido

Jorge Peña Henn. Músico y director de Orquesta. Detenido Desaparecido

Bernardo de Castro López. Diseñador y dibujante . Detenido Desaparecido

Hugo Araya Gonzalez. Fotógrafo. Ejecutado Político

Luis Enrique Elgueta. Músico. Detenido Desaparecido

Jorge Gerardo Solovera Gallardo. Músico. Detenido Desaparecido

Jorge Müller Silva. Cineasta. Detenido Desaparecido

10 Ana María Puga. Actriz. Ejecutada Política

11 Juan Bosco Maino Canales. Fotógrafo . Ejecutado Político

12 Percy Max Arana Saldaña. Cantante. Nacionalidad peruana. Ejecutado

13 Homero Arce. Poeta. Ejecutado.

14 Isidro Segundo Árias Matamala. Músico. Ejecutado

15 Luis Armando Árias Ramírez. Artesano. Ejecutado

16 Leandro Abraham Arratia. Reyes. Fotógrafo .Ejecutado

17 Leopoldo Raúl  Benítez Herrera. Arquitecto .Ejecutado

18 Blanca  Carrasco Peña. Estudiante de Artes Plásticas. Ejecutada

19 Carlos Patricio Dall’orzo Badilla. Artesano. Ejecutado

20 Luis Reinaldo Díaz Muñoz. Músico. Ejecutado

21 Oscar Omar Durán Torres . Artesano. Ejecutado

22 José María Ferreyra Vásquez. Artesano. Ejecutado

23 Charles Edmund Horman Lazar. Cineasta Norteamericano. Ejecutado

24 Teodoro Konoba Krul. Estudiante aruitectura. Argentino. Ejecutado

25 José René Barrientos Warner. Músico de la Orquesta de Cámara de la Universidad Austral. Ejecutado

26 Víctor Lidio Jara Martínez. Cantante popular, compositor, actor y director teatral. Ejecutado

27 Félix Alberto Mendoza Toro. Músico. Ejecutado

28 Jaime Iván Meneses Cisternas. Fotógrafo . Ejecutado

29 Miguel Ángel Núñez Valenzuela.Cantante popular. Ejecutado

30 Pacheco Durán Jorge Pedro. Artesano. Ejecutado

31 Ramón Víctor  Zúñiga Sánchez. Artesano. Ejecutado.

32 Domingo Salvador Yáñez Hernández. Tramoyista. Ejecutado

33 Hugo Riveros Gómez. Pintor. Ejecutado

34 Manuel Roig Berenguer. Fotógrafo. Ejecutado

35 Rodrigo Andrés Rojas De Negri. Fotógrafo. Ejecutado

36 Luis Eduardo Saavedra González. Fotógrafo y folclorista. Ejecutado

37 Arturo Ramón San Martin Sutherland. Fotógrafo. Ejecutado

38Julio Carlos Santibañez. Integra el Ballet Folklórico de la UTE, poeta. Ejecutado

39 Emiliano Segundo Silva Pezo. Artesano talabartero. Ejecutado

40 Ángel Domingo Toledo Carvajal. Escritor y dibujante. Ejecutado

41 Wilson Fernando Valdebenito Juica. Músico . Ejecutado

42 Máximo Raimundo  Villarroel Díaz. Artesano talabartero. Ejecutado

43 Francisco Eduardo Aedo Carrasco. Arquitecto. Desaparecido

44 Juan Antonio  Povaschuk Galeazzo. Fotógrafo, uruguayo. Desaparecido

45 Rubén David Arroyo Padilla. Artesano. Desaparecido

46 José Ramón Ascencio Subiabre. Artesano. Desaparecido

47 Arturo Barria Araneda. Profesor de Música en el Liceo Darío Salas.Desaparecido

48 Manuel Antonio Bobadilla Bobadilla. Fotógrafo. Desaparecido

49 Ismael Darío Chávez Lobos. Profesor de teatro DUOC. Desaparecido

50 Mauricio Segundo Curiñanco Reyes. Artesano carpintero. Desaparecido

51 Jacqueline Paulette Drouilly Yurich. Estuvo 2 años en la Escuela de Teatro de la U. de Chile. Desaparecida.

52 Alberto Mariano Fontela Alonso. Artesano,uruguayo. Desaparecido

53 Francisco Javier Fuentealba. Estudió en la Escuela de Teatro de la U. Católica. Desaparecido

54 Carlos Alfredo Gajardo Wolff. Estudiante de ArquitecturaDesaparecido

55 Ignacio Orlando González Espinoza. Artesano. Egresado de la Facultad de Artes de la Universidad Católica.Desaparecido

56 Jorge Arturo Grez Aburto. Artesano en cueros.Desaparecido

57 Luis Alberto Guendelman Wisniak. Egresado de Arquitectura de la Universidad de Chile. Desaparecido

58 Yactong Orlando Juantock Guzmán. Egresado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, sede Valparaíso. Desaparecido

59 José arturo Weibel Navarrete. Artesano Mueblista. Desaparecido

60 Teobaldo Antonio Tello Garrido. Fotógrafo. Desaparecido

61 Gonzalo Marcial Toro Garland. Profesor Universidad de Chile, Facultad de Ciencias y Artes Musicales.Desaparecido

62 Ricardo Troncoso León. Fotógrafo, Director de Teatro en IANSA. Desaparecido

63 Luis Quinchavil Suarez. Profesor de Lengua Mapuche Universidad de Heiden, Holanda.. Desaparecido

64 José Manuel Ramírez Rosales. Artesano. Desaparecido

65 Luis Emilio Recabarren González. Técnico Gráfico. Fotomontajista. Desaparecido

66 Agustín Eduardo Reyes González.Artesano.Desaparecido.

67 Sergio Alejandro Riffo Ramos. Artesano. Desaparecido

68 José Santos Rocha Álvarez.Artesano . Desaparecido

69 Bernardino Rodríguez Cortez. Artesano talabartero. Desaparecido

70 Luis Fernando Rodríguez Riquelme. Fotógrafo. Desaparecido

71 Alejandro Rodríguez Urzúa. Arquitecto. Desaparecido

72 Francisco Rozas Contador. Fotógrafo. Desaparecido

73 Darío Francisco Miranda Godoy. Actor de teatro. Desaparecido

74 Carlos Montecinos Urra. Artesano. Desaparecido

75 Jose Luis Morales Ruíz. Artesano. Desaparecido

76 Luis Jaime Palominos Rojas. Estudiante del Conservatorio Nacional de Música. esaparecido

77 Mario Fernando Peña Solari. Estudiante de Arquitectura. Desaparecido

78 Hernán Santos Pérez Álvarez. Fotógrafo. Desaparecido

79 Rene Daniel  Vallejos Parra. Fotógrafo. Desaparecido

80 Héctor Velásquez Mardones. Artesano Mueblista. Desaparecido

81 Ida Amelia Vera Almarza. Arquitecta. Desaparecida

82 Juan Aurelio Villarroel Zárate. Fotograbador. Desaparecido