Elgueta Díaz Luis Enrique


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uchile.cl - Santiago Homenaje

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Fecha Detención : 27-07-1976
Lugar Detención : Argentina


Fecha Nacimiento : 26-09-1953 Edad : 23

Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Músico

Estado Civil e Hijos : casado
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :Rettig

Categoría : Antecedentes del Caso

El 27 de julio de 1976, 25 días después de llegar a Argentina Luis Enrique ELGUETA DIAZ fue detenido junto a su pareja de nacionalidad argentina, Clara Haydee Fernández, y la hermana de esta, Cecilia Fernández.

 Luis Elgueta Díaz y Clara Fernández, decidieron abandonar Chile rumbo a Buenos Aires, lugar donde vivían sus padres y hermanos,  luego de advertir que sus amigos estaban siendo detenidos. En efecto, en el mes de junio fueron secuestrados y hechos desaparecer seis de personas que conocían a Luis Enrique.

En julio de 1977, al año del secuestro de la pareja Elgueta-Fernández, fue allanado el hogar de la familia Elgueta en Buenos Aires y en la ocasión secuestran a  la hermana y a una cuñada de Elgueta Díaz.

Ambas jóvenes fueron conducidas al CCD “El Atlético” lugar en donde las interrogan y les afirman que Luis Elgueta Díaz había sido trasladado a Chile a los pocos días de su detención   “porque ahí tenía muchas cuentas que pagar”.

Igual aseveración hicieron a la Sra. Ruth Díaz de Elgueta, madre de Luis, los  secuestradores de su hija y nuera; entre éstos se encontraba el agente de la DINA chilena, Enrique Arancibia Clavel, quien está actualmente cumpliendo condena -entre otras causas- por el secuestro de ambas jóvenes.

 El secuestro y desaparición de Luis Enrique Elgueta Díaz es reconocido como un caso típico de la llamada “Operación Cóndor”.

La Comisión Rettig señaló que  pudo llegar a la convicción que Luis Enrique Elgueta Díaz,  buscado intensamente en Chile después del operativo de la DINA que aniquiló el grupo de sus amigos en Santiago, fue puesto a disposición de agentes de la DINA en Buenos Aires.

La Comisión está convencida de que su desaparición fue obra de agentes del Estado, quienes violaron así sus derechos humanos.

 


Víctimas de Chile Luis Enrique Elgueta Díaz

Fuente :mpf.gob.ar sin fecha

Categoría : Prensa

Descripción del caso

Señores jueces: corresponde ahora que abordemos lo ocurrido a otro ciudadano chileno, Luis Enrique Elgueta Díaz. Estudiante en la Universidad de Música de Santiago y músico de profesión, integró el MIR. Al momento de los hechos tenía 23 años. Sus padres eran Ruth Díaz Vargas y Luis Elgueta Estevan, sus hermanos menores Carlos y Laura Ruth.

Producido el golpe de Estado en Chile, los padres de Luis Enrique Elgueta Díaz fueron exonerados de sus trabajos y su vivienda allanada por agentes del Estado chileno por ser pública su adhesión al gobierno de la Unidad Popular. En abril de 1974 debieron exiliarse a la Argentina, junto a su hija menor, y se asentaron en el barrio San Cristóbal de la Capital Federal.

Luis Enrique Elgueta Díaz tuvo una permanente transición entre Chile y Argentina. Por motivos económicos siguió a sus padres y se asentó en nuestro país junto a quien fue su esposa, Llellyta Ángela Sierra Fuentes, con quién tuvo una hija a quien llamó Paula Alejandra Elgueta Sierra. Tiempo después el matrimonio se separó.

En Capital Federal no cesó la persecución a la familia Elgueta.

En enero de 1975 su hogar fue allanado violentamente por la Policía Federal Argentina y Luis Elgueta Estevan, padre de Luis, permaneció detenido un día. Luis Enrique Elgueta Díaz no se encontraba presente pero la PFA mostró importante interés en él.

Tiempo después, entre los meses de mayo y junio de 1975 regresó a Chile.

En enero de 1976, Laura Elgueta Díaz, hermana menor de Luis Enrique, realizó un viaje de veraneo a su país junto a sus amigos argentinos, Clara Haydée, su hermana Cecilia María del Carmen Fernández Riquelme y José Luis Aguirre, compañero de estudios de Cecilia. A partir de este viaje a Chile, Luis Enrique Elgueta Díaz formó pareja con Clara Fernández Riquelme y comenzaron en aquél país la convivencia.

Hacia fines de junio de 1976, Luis Enrique Elgueta Díaz advirtió que sus vidas se encontraban en peligro, ya que compañeros de la actividad política no estaban llegando a los encuentros. Por eso, entregó el número telefónico de una tía de las hermanas Fernández Riquelme a su compañero Sergio Manuel Fuenzalida Loyola para que, de ser necesario, lo ubicase en Argentina. Luego, emprendió el exilio junto a sus familiares e ingresó a la Argentina el 2 de julio de 1976.

Fuerzas de seguridad chilenas secuestraron al grupo de actuación política de Luis Enrique Elgueta Díaz. Entre los días 24 y 28 de junio de 1976 secuestraron a Oscar Eduardo Avello Avello, Orlando Patricio Guarategua Quinteros, José Hinojosa Aráoz, Miguel Hernán Ovalle Narváez, Héctor Manuel Contreras Rojas y Sergio Manuel Fuenzalida Loyola, quiénes se encuentran desparecidos.

Señores jueces: aquí debemos destacar que el informe Rettig estableció que agentes de la DINA secuestraron el 26 de junio a José Hinojosa Aráoz, quien en definitiva fue mantenido cautivo en Villa Grimaldi, último lugar donde fue visto. Hinojosa fue integrante de la Izquierda Cristiana Chilena y estuvo relacionado políticamente con los integrantes de ese grupo del MIR. Esto permite concluir que la DINA estuvo detrás de todo el grupo secuestrado entre el 24 y el 28 de junio del 76.

El último de este grupo en ser apresado fue Fuenzalida Loyola, extremo de particular relevancia para interpretar por qué tiempo después, para secuestrar a Luis Elgueta, las fuerzas represivas se dirigen a un domicilio determinado. A esto nos referiremos luego.

Señores jueces: ya mencionamos también como, producido el golpe de Estado en Argentina, comenzaron sistemáticamente y en forma inmediata los operativos para secuestrar a miembros del MIR en la Argentina.

En este debate, se probó que la noche del 27 de julio de 1976 fuerzas represivas se dirigieron a la casa de la tía de las hermanas Fernández Riquelme y bajo apremios ilegales, la obligaron a indicar la casa donde vivían sus sobrinas diciéndole que no las buscaban a ellas, que les interesaba el chileno. Así lograron identificar el domicilio donde vivía Luis Enrique Elgueta Díaz junto a Clara y Cecilia María del Carmen Fernández Riquelme, ubicado en Chiclana 2861, planta baja, Dpto. 1, barrio San Cristóbal de Capital Federal.

A las dos de la madrugada, un grupo de personas de civil que se identificaron como miembros del Ejército argentino, entre los que se encontraban miembros de la Policía Federal Argentina, ingresaron violentamente al departamento portando armas de grueso calibre. Luego de golpear a sus ocupantes, procedieron a sacarlos del hogar semidesnudos y conducirlos a los autos que se encontraban estacionados en la calle. El secuestro ocurrió en la jurisdicción del Área V, entonces a cargo de Jorge Alberto Muzzio, Subzona Capital Federal, entonces a cargo de Jorge Carlos Olivera Róvere.

Al comenzar a amanecer, una vecina dio aviso a la familia Elgueta Díaz, que inmediatamente acudió al departamento y constató la escena horrorosa que quedó luego del procedimiento: el departamento fue todo revuelto y absolutamente destrozado.

A lo largo de los años su familia realizó innumerables denuncias y gestiones en diversos organismos, nacionales e internacionales, todas con resultados negativos y desconoce a la actualidad si Elgueta fue mantenido cautivo en la Argentina o se le dio traslado a Chile.

Ruth Díaz Vargas de Elgueta fue detenida en diferentes oportunidades junto a otras madres de Plaza de Mayo, que intentaban averiguar el destino de sus seres queridos.

Un año más tarde al secuestro de Luis Enrique Elgueta Díaz y las hermanas Fernández Riquelme, la familia Elgueta Díaz fue nuevamente violentada por el terrorismo de Estado. Laura Ruth Elgueta Díaz y su cuñada Sonia Magdalena Díaz Ureta, esposa de Carlos, fueron ilegítimamente privadas de su libertad.

El comisario de la Policía Federal Argentina, José Benito Fioravanti se hallaba al frente del grupo armado que irrumpió en su domicilio junto a Arancibia Clavel, agente de la DINA en Argentina. Fueron conducidas al CCD Club Atlético.

Al llegar a ese lugar se encontraban presentes agentes chilenos y en la sala de tortura fueron interrogadas por la actividad política de Luis Enrique Elgueta Díaz y su vinculación con el MIR. El Comisario Fioravanti le dijo que ya no tenía a su hermano y que luego de haberlo “reventado”, haciendo alusión a las torturas a las que se lo sometió, fue entregado a Chile, pues allí tenía cuentas que pagar.

La familia Elgueta Díaz debió partir gradualmente al exilio a México y no pudo regresar a su país hasta muchos años después.

De acuerdo a la descripción que hemos realizado, teniendo en cuenta las características particulares de los hechos que damnificaron a Luis Enrique Elgueta Díaz y el especial contexto en que se produjeron, entendemos que se encuentra probado que los secuestros fueron ejecutados bajo el marco de coordinación represiva regional brindado por la asociación ilícita llamada “Operación o Plan Cóndor”.

 

Prueba

Los elementos que prueban estos hechos son por demás variados.

En este debate Laura Elgueta refirió la persecución vivida por sus padres después del golpe de Estado en Chile. Es así que debieron exiliarse y se asentaron en la Capital Federal, barrio San Cristóbal. Refirió también que su hermano Luis Enrique era miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), explicó su relación con Clara Fernández y destacó que tuvo una permanente transición entre Argentina y Chile, sobre lo que brindó detalles.

Ruth Díaz Vargas aclaró que su hijo tuvo radicación temporaria en Argentina y, en su presentación ante ACNUR, señaló que su último ingreso fue el 2/07/1976 vía terrestre, a través de la provincia de Mendoza.

Laura Elgueta indicó que en 1975, cuando la familia se encontraba ya asentada en Argentina, su hogar fue nuevamente violentado. Explicó cómo personal del Departamento de Extranjería de la Policía Federal Argentina, bajo el mando de Juan Carlos Gattei, “el gato”, llevó adelante un operativo brutal y la excusa fue una supuesta denuncia sobre que allí funcionaba una cárcel del pueblo. Luego de decirle a Ruth Díaz Vargas que evidentemente había sido un error, se llevaron detenido a Luis Segundo Elgueta Estevan, quién fue dejado en libertad al día siguiente.

Mientras Luis Elgueta Estevan estuvo detenido, relató Laura, le realizaron muchas preguntas, se interesaron por sus hijos varones y en particular por Luis Enrique Elgueta Díaz, que para ese entonces estaba residiendo en la vivienda familiar pero no se encontraba presente al momento del operativo. Así también dio detalles acerca de la reconstrucción realizada sobre las seis desapariciones producidas en Chile de compañeros relacionados a la actividad política desarrollada por Luis Enrique Elgueta Díaz.

Esto debe ser relacionado con el informe Rettig, donde como ya adelantamos se explica la vinculación política que existía entre estas personas y sus desapariciones posteriores, siendo una de ellas Sergio Fuanzalida.

También debe ser relacionado con las constancias remitidas por exhorto internacional de la causa Cóndor Chile, donde se encuentra los dichos de Ximena Subercaseaux Sommerhoff.

Y en este punto resultan significativas dos menciones brindadas en el debate por Laura Elgueta. La primera, que su hermano le dijo que había entregado un contacto telefónico indirecto a Fuanzalida, a fin que éste pudiera eventualmente ubicarlo.

La segunda, que supo que encontrándose éste desaparecido, fuerzas de seguridad chilenas realizaron un allanamiento en la casa de Fuenzalida, de la que únicamente retiraron un libro. Y en ese libro se encontraría el teléfono de la tía materna de las hermanas Fernández.

Señores jueces: Esto explica por qué las fuerzas de seguridad que realizaron el operativo de secuestro en Buenos Aires se dirigieron en primer lugar a la casa de la tía materna de las hermanas Fernández Riquelme, para luego forzarla a que los condujera a la casa donde se encontraban sus sobrinas junto a Luis Enrique Elgueta Díaz.

Laura Elgueta explicó que su vivienda quedaba a pocos metros de la de su hermano y las hermanas Fernández, por lo que supieron del secuestro horas más tarde, a través de una vecina, circunstancia ratificada por Ruth Díaz Vargas.

Además, Laura Elgueta agregó que al dirigirse al departamento varios vecinos les relataron lo ocurrido, que todos estaban atemorizados y que les mencionaron que su hermano a los gritos reclamaba que no les hicieran nada a las chicas. Los retiraron de la casa y subieron a Luis Enrique Elgueta Díaz, Clara y Cecilia Fernández Riquelme a autos diferentes, de forma violenta y semidesnudos.

 Los detalles del operativo también se encuentran acreditados por las presentaciones de Haydee Riquelme de Fernández, madre de Clara y Cecilia, en el legajo CONADEP n° 3701 correspondiente a Clara Haydee Fernández Riquelme. Documento 1.

Además, en este juicio Laura Elgueta Díaz declaró que Cecilia Fernández era novia y compañera de estudio en el colegio secundario Estrada de José Luis Aguirre, quién fue secuestrado el 17 de agosto de 1976. Ambos se encontraban, junto a una persona apodada Quique, vinculados a la Juventud Guevarista, tal como se desprende del citado legajo CONADEP N° 3700. En este documento también se registra que “Quique” fue secuestrado el 30 o 31 de julio del mismo año. Aguirre y “Quique” se encuentran desaparecidos.

Señores jueces: ya hemos mencionado anteriormente la relevancia del documento secreto del 15 de septiembre de 1976 elaborado por Alberto Baldomero Obregón, Comisario Inspector del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal Argentina, que entre otras cosas resulta significativo para ratificar la persecución del MIR en la Argentina, el trabajo conjunto con fuerzas de inteligencia chilenas en ese objetivo. Documento 2.

Ese documento es particularmente relevante para el análisis de los hechos ahora examinados, ya que hace expresa referencia a la participación de la Policía Federal Argentina en el secuestro de Luis Enrique Elgueta Díaz y las hermanas Fernández Riquelme. Precisamente, dentro del acápite titulado “Septiembre Rojo – Movimiento Izquierdista Revolucionario – Juventud Guevarista”, el documento hace mención a la detención de una persona responsable del grupo y junto a ésta a un elemento de la Juventud Guevarista que actuaba en el sector sur, en los colegios secundarios “Estrada” y “Normal N° 8”. Justamente, Cecilia Fernández y Aguirre concurrían al colegio “Estrada” y ambos, junto a “Quique”, eran de la Juventud Guevarista. Así también, la existencia del grupo Septiembre Rojo es referida por Ximena Subercaseaux Sommerhoff en su testimonio en la causa Cóndor Chile.

El documento firmado por Obregón agrega que gracias a la inteligencia realizada, posteriormente en Chile se produjeron detenciones. Entendemos que esto no es más que una modificación temporal de los hechos, en procura del objetivo del documento, esto es, recibir un premio por las labores realizadas, ya que los secuestros producidos en Chile fueron anteriores y es a partir de las tareas de inteligencia realizadas luego que la PFA logra ubicar a Luis Enrique Elgueta Díaz en la Argentina.

De cualquier forma, estas referencias son por demás demostrativas de la coordinación que existía bajo el marco de Cóndor.

Finalmente debemos referirnos a los secuestros de Laura Ruth Elgueta Díaz y Sonia Magdalena Díaz Ureta, realizados en julio de 1977. Recordemos que por su participación en este hecho fue condenado el agente de la DINA Arancibia Clavel en la causa n° 862 del Tribunal Oral Federal N° 5, sentencia incorporada a este juicio[1].

Ese pronunciamiento especifica que al interrogar a Díaz Ureta y a Laura Elgueta, Arancibia les preguntó insistentemente por Luis Enrique Elgueta Díaz. Esto fue confirmado en este juicio por Laura Elgueta, quien manifestó que sus interrogadores contaban con una larga lista de preguntas. Explicó que el Comisario Fioravanti le dijo que ellos sabían todo, que ya contaban con información y que únicamente debía responder con la verdad.

Laura Elgueta destacó también que en determinado momento Fioravanti, descontrolado, le gritó que Luis Enrique Elgueta Díaz fue fuertemente torturado y entregado a Chile. Y que horas más tarde a su liberación, fue justamente Fioravanti quien, por teléfono, le dijo a Ruth Díaz Vargas que su hijo Luis Enrique ya no se encontraba en la Argentina, pues había sido enviado a Chile.

Esto se ve corroborado con los documentos que contienen las manifestaciones de Ruth Díaz Vargas, de fechas 8 de febrero de 1979 y 25 de julio de 1984, obrantes en el ya citado legajo CONADEP N° 3700; y con sus dichos volcados en el juicio de la causa n° 862, incorporados también a este debate. Documento 3.

Posteriormente, la familia Elgueta Díaz debió exiliarse a México.

Sres. Jueces: El fallecimiento de Olivera Róvere y las limitaciones del objeto procesal nos impide realizar una acusación formal por el secuestro y la desaparición de Luis Enrique Elgueta Díaz, así como lo ocurrido a sus compañeros y a los demás integrantes de su familia. Sin embargo, estos hechos, que fueron demostrados en este juicio, constituyen prueba directa de la coordinación represiva realizada bajo el marco de Cóndor.

([1] Causa n° 862 “Arancibia Clavel, Enrique Lautaro s/ Secuestro (caso: Elgueta- Díaz Ureta)”, Tribunal Oral en lo Criminal Federal n°5 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia del 20/11/2000.)


CNCA rinde homenaje a artistas víctimas de la dictadura

Fuente :cultura.gob.cl 9/9/2016

Categoría : Prensa

En el marco del “Mes de la Memoria”, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes realizó un homenaje a artistas víctimas de la dictadura militar, acto donde el escritor, Jorge Montealegre, presentó su libro “Memorias Eclipsadas. Duelo y resiliencia comunitaria en la prisión política”.

Un emotivo homenaje a artistas, cultores y artesanos víctimas de la dictadura se desarrolló este viernes 9 de septiembre en Valparaíso, en el Centro de extensión del Consejo de la Cultura y las Artes (Centex).

La encargada de la Unidad de Memoria y Derechos Humanos del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Francia Jamett Pizarro, resaltó el rol de la institución en la observancia de políticas de reparación simbólica. “La celebración de conmemoraciones y homenajes a víctimas de violaciones a los derechos humanos forman parte de los valores y principios del Consejo expresados en las Políticas Culturales 2011-2016. Este reconocimiento a las y los artistas víctimas de la dictadura responde a un compromiso institucional que busca resaltar sus vidas y sus obras, y construir nuevos relatos en torno a la reparación simbólica”, expreso la encargada.

El escritor, Jorge Montealegre, presentó su libro “Memorias Eclipsadas. Duelo y resiliencia comunitaria en la prisión política”, donde relata la manera en que la creación artísticas y cultural, en condiciones de vivencia en campos de prisioneros, permitieron sobrellevar de una manera más digna las violaciones de derechos humanos permanentes que sufrieron quienes fueron encarcelados por motivos políticos.

El ciclo “Mes de la Memoria”, organizado por el CNCA, se inició el pasado viernes 2 de septiembre con un simbólico homenaje interno para recordar el legado de Galia Díaz Riffo y Romina Irarrázabal Faggiani, funcionarias fallecidas hace cinco años en el accidente aéreo de Juan Fernández.


Arancibia, de vuelta al banquillo

Fuente :pagina12.com.ar 27/9/2004

Categoría : Prensa

Condenado por el asesinato de Prats y de su mujer, el ex agente de la DINA Enrique Arancibia Clavel irá hoy de nuevo a juicio por el secuestro de dos chilenas en Buenos Aires, en 1977.

Laura Elgueta Díaz y Sonia Magdalena Díaz Ureta fueron secuestradas en Buenos Aires el 12 de julio de 1977. Veinte años después reconocieron a uno de sus captores: Enrique Lautaro Arancibia Clavel. Estaba en los diarios. Acababa de ser detenido por el crimen de Carlos Prats y su mujer. Elgueta fue testigo en el juicio oral por ese hecho que se realizó en 2000 contra el miembro de la DINA –la policía secreta pinochetista–. Su relato provocó que se abriera una nueva causa contra el agente chileno. Hoy se realizará el segundo juicio oral que el hombre afrontará en el país. En esta ocasión debe responder por la privación ilegal de la libertad de las dos ciudadanas chilenas, Elgueta y Díaz.
Al declarar ante el Tribunal Oral número 6, que condenó a Arancibia por el asesinato de Prats, Elgueta relató que fue secuestrada en 1977 “cuando tenía 18 años y ninguna participación política”. Dijo que entendía que su detención obedecía simplemente a que era hermana de LUIS ENRIQUE ELGUETA DIAZ, que fue detenido y desaparecido en 1976 en Buenos Aires, ya que le preguntaron sobre las vinculaciones políticas de su hermano en Chile.
Luego se sumó al expediente el testimonio de su cuñada, Díaz, quien narró que en julio de 1976 abandonó Argentina –donde había venido escapando de Chile– debido a la detención de su cuñado, pero que un año después volvió de visita para que su familia conociera a su hija, de seis meses. Unos días después de haber llegado a Buenos Aires se presentaron en la casa de su suegra unas veinte personas que dijeron ser miembros de las Fuerzas Conjuntas del Ejército. Y les informaron que ella y su cuñada debían ser llevadas a un “breve interrogatorio” por averiguación de antecedentes.
El relato de ambas mujeres coincide al describir cómo las subieron a distintos autos, las tiraron al piso, las vendaron y las insultaron. Las llevaron a lo que después supieron que era el centro clandestino Club Atlético. Allí fueron “recibidas” por otros hombres. Por el acento percibieron que eran chilenos. “Las insultaron, les quitaron los documentos y las joyas y las hicieron descender a patadas por una escalera hacia un subsuelo en donde las hicieron desvestir, las golpearon y las manosearon”, señaló el fiscal Miguel Angel Osorio en el requerimiento de elevación a juicio. Cuando le preguntaron a uno de los chilenos por qué estaban allí, les contestaron: “Porque Pinochet lo quiere”.
Ambas fueron interrogadas en muy malos términos y Díaz fue torturada. Los militares estaban convencidos de que estaba en Buenos Aires “en alguna misión importante”. Finalmente, luego de ocho horas, las dejaron en libertad y las amenazaron para que abandonaran el país inmediatamente.
Durante su interrogatorio, a Elgueta se le corrió la venda que le habían puesto en los ojos y pudo ver que en la sala había dos hombres. Uno estaba vestido con un piloto blanco.
Para liberarlas, las subieron a un auto y les destaparon las caras. Allí las dos vieron al hombre del impermeable. Dos décadas después, cuando la foto de Arancibia se publicó en los diarios porque había sido arrestado por los asesinatos de Prats y Sofía Cuthbert –ocurridos en Buenos Aires en 1974– lo reconocieron. Ninguna tuvo dudas de que era el hombre del piloto. Elgueta se conectó de inmediato con la familia Prats para ponerse a su disposición y así terminó como testigo en el juicio.
Como no existía causa judicial en la que estuvieran siendo investigados los secuestros de las dos mujeres, el Tribunal Oral número 6 ordenó la apertura de un nuevo expediente que fue luego impulsado por la abogada Alcira Ríos. Ahora será el Tribunal Oral 5 el que juzgue a Arancibia.
“Se puede afirmar, sin lugar a dudas y tal como se desprende de la sentencia del caso Prats, que el imputado fue agente secreto de la organización DINA y que actuó en la República Argentina en coordinación con las fuerzas de seguridad argentinas para llevar a cabo actos ilícitosque atentaron contra la libertad y la vida de  las personas”, señaló Osorio al pedir la apertura del juicio.


Recuerdo en pagina de Twitter.com

Fuente :illapu.cl

Categoría : Otra Información

Grupo Illapu ;   Hace 44 años, fue arrancado de la calidez de su hogar en Buenos Aires, nuestro querido hermano y compañero Luis Enrique Elgueta Diaz, el “Negro Kiko” En tu nombre y en el de las víctimas de la Operación Cóndor, cómo ayer, hoy y mañana seguiremos exigiendo verdad y justicia!!!


U. de Chile entrega títulos póstumos a Profesores de Estado ex estudiantes de la Facultad de Filosofía y Humanidades

Fuente :uchile.cl 21/12/2017

Categoría : Prensa

En el marco de la conmemoración de los 45 años del golpe de estado en nuestro país y como parte de los gestos de reparación que ha realizado la Universidad de Chile, en una emotiva ceremonia el rector Prof. Ennio Vivaldi Véjar y nuestro decano Prof. Carlos Ruiz Schneider entregaron títulos póstumos a estudiantes de nuestra Facultad, quienes pertenecieron al Instituto Pedagógico, detenidos desaparecidos y ejecutados políticos. Se trata de José Modesto Amigo Latorre, profesor de Estado en Filosofía, Jorge Enrique Espinosa Méndez, profesor de Estado en Matemáticas, José Fernando Romero Lagos, profesor de Estado en Castellano y Juan Aniceto Meneses Reyes, profesor de Estado en Historia y Geografía, que se suman a los 100 títulos póstumos entregados el 11 de abril pasado.

José Modesto Amigo Latorre, militante del MIR, muere en 1986, luego de la "operación retorno", en un enfrentamiento en Peñaflor. Fue estudiante de Filosofía hasta su detención y posterior expulsión del país.

Jorge Enrique Espinosa Méndez, militante del MIR, fue detenido en junio de 1974 por agentes de la DINA. Fue visto por testigos en Londres 38. Se encuentra en calidad de detenido desaparecido y es una de las 119 víctimas de la Operación Colombo.

José Fernando Romero Lagos, militante del MIR, tenía 22 años cuando fue detenido por Carabineros y fue ejecutado el 15 de septiembre de 1973 en el retén de Niblinto, Región del Bío-Bío. Hasta ahora permanece como detenido desaparecido.

Juan Aniceto Meneses Reyes, militante de la Juventud Radical, fue detenido en agosto de 1974 por agentes de la DINA y llevado a Londres 38 y posteriormente a Cuatro Álamos. Permanece en calidad de detenido desaparecido.

Profesores de Estado

La ley del Instrucción Pública de abril de 1889 daba cuenta de las características de la formación recibida por los estudiantes del Instituto Pedagógico, institución de la Universidad de Chile destinada a formar profesores de instrucción secundaria.

Eran comunes a todos los cursos la filosofía de las ciencias, la pedagogía teórica y práctica, gimnasia teórica y práctica y principios generales del derecho constitucional, de administración y economía política

Los estudiantes debían hacer con frecuencia ejercicios pedagógicos para tomar acostumbre en el arte de ensañar. También debían, al menos una vez al mes, presentar trabajos originales relativos a las materias estudiadas, así como preparar lecciones para sus colegas y para liceos del Estado.

Los cursos no debían sobrepasar los diez estudiantes.

Estaba consignado el estímulo para la visita frecuente a museos, teatro, exposiciones, observatorio astronómico y paseos de estudio.

El alumno que salga aprobado en el examen general recibirá un diploma del Supremo Gobierno que acredite su título de Profesor de Estado.

Primera ceremonia

El pasado 11 de abril se entregaron títulos póstumos a 100 estudiantes detenidos desaparecidos y ejecutados políticos.

En la ocasión el decana Prof. María Eugenia Góngora, en compañía del rector Prof. Ennio Vivaldi Véjar, entregaron los siguientes títulos póstumos y simbólicos:

  • Gabriela Edelweiss Arredondo Andrade, Profesora de Educación Básica.
  • Álvaro Miguel Barrios Duque, Profesor de Estado en Inglés.
  • Alfonso René Chanfreau Oyarce, Profesor de Estado en Filosofía
  • Bernardo del Tránsito Cortés Castro, Profesor de Estado en Castellano.
  • Félix Santiago de la Jara Goyenechea, Profesor de Estado en Historia y Geografía
  • Luis Enrique Elgueta Díaz, Profesor de Educación General Básica.
  • Ruth María Escobar Salinas, Profesora de Estado en Historia y Geografía.
  • Héctor Manuel Garay Hermosilla, Profesor de Estado en Educación General Básica con mención en Ciencias Naturales
  • Carlos Eduardo Guerrero Gutiérrez, Profesor de Estado en Historia y Geografía y Licenciado en Artes Plásticas.
  • Guillermo Hernán Herrera Manríquez, Profesor de Estado en Historia y Geografía
  • Nelson Adrián Herrera Riveros, Bachiller en Filosofía
  • Carlos Eduardo Lagos Salinas, Profesor de Estado en Inglés
  • Sergio Arturo Flores Ponce, Profesor de Estado en Filosofía
  • Alonso Lazo Rojas, Profesor de Estado en Castellano
  • María Cristina López Stewart, Profesora de Estado en Historia y Geografía
  • Rodrigo Alejandro Medina Hernández, Profesor de Estado en Filosofía
  • Jécar Antonio Neghme Cristi, Profesor de Estado en Historia y Geografía
  • Luis Hernán Núñez Rojas, Licenciado en Filosofía
  • Rosetta Gianna Pallini González, Profesora en Educación General Básica
  • Mireya de Lourdes Pérez Vargas, Profesora de Estado en Castellano
  • Patricia Angélica Quiroz Nilo, Bachiller en Lenguas Clásicas
  • Agustín Eduardo Reyes González, Profesor de Estado en Filosofía
  • Sergio Alfonso Reyes Navarrete, Profesor de Estado en Historia y Geografía e Ingeniero Comercial
  • Herbit Guillermo Ríos Soto, Profesor de Estado en Historia y Geografía
  • Ernesto Guillermo Salamanca Morales,Profesor de Estado en Filosofía
  • Marcela Soledad Sepúlveda Troncoso, Especialista en Educación Diferencial
  • Ismael Darío Chávez Lobos, Profesor de Estado en Educación Musical y Administrador Público
  • Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Profesora de Estado en Educación Musical, Asistente Social y Magíster en Dirección Teatral.
  • Luis Fernando Fuentes Riquelme, Profesor de Estado en Biología y Ciencias
  • Mario Ernesto Mujica Barros, Profesor de Matemáticas
  • Héctor Avelino Orellana Rojas, Profesor de Estado en Matemáticas
  • Clara Luz Rubilar Ocampo, Profesora de Estado en Matemáticas