Fecha Detención :
Comuna Detención :
Fecha Asesinato : 11-10-1973
Comuna Asesinato : Pisagua
Partido Político :
Oficio o Profesión : Abogado
Estado Civil e Hijos : Casado, 4 hijos
Nacionalidad : Chilena
Relatos de Los Hechos
Categoría : Antecedentes del Caso
Edad: 45 años
Lugar del asesinato: Campamento de Prisioneros de Pisagua
Actividad / Oficio: Abogado
Organización a la que pertenecia : Procurador Fiscal del Consejo de Defensa del Estado, Iquique
Fecha de asesinato: 11 de octubre de 1973
Asesinos: Personal Militar
Casado y padre de cuatro hijos, Julio Cabezas Gacitua ingresó en 1965 como abogado auxiliar al Consejo de Defensa del Estado de Iquique. En 1968 el Presidente Eduardo Frei le nombró Procurador Fiscal de esta institución, puesto que ejercía hasta el momento de su detención. En su calidad de Abogado Procurador Fiscal del Consejo de Defensa del Estado, le correspondió la fiscalización de las oficinas estatales, administrativas y judiciales de la provincia de Iquique.
Como contralor de Iquique, Julio Cabezas comenzó una investigación del contrabando de alimentos desde Iquique hasta Bolivia y el comercio de cocaína desde Bolivia a Iquique. Comerciantes importantes de la ciudad de Iquique estaban involucrados con contrabandistas y traficantes, los que de una u otra forma mantenían vínculos de amistad con algunos miembros del poder judicial y algunos Ministros de la Corte de Apelaciones de Iquique, que apuntaba, entre otros al Juez del Primer Juzgado de Letras don Mario Acuña Riquelme.
Sobre estos hechos, el Informe Policial realizada por la Brigada de Inteligencia Policial con fecha del 1 de diciembre señala de 1999 a la Corte de Apelaciones de Santiago por la muerte de Julio Cesar Cabezas señala:
"Al mismo tiempo en que don Julio Cabezas realizaba esta investigación y se percataba de la implicancia de ciertos personeros del poder judicial, se produjeron algunas diferencias con el Juez del Primer Juzgado de Letras de Iquique, don Mario Acuña Riquelme, el que prohibió el ingreso a las dependencias del tribunal a uno de los secretarios de Cabezas. En algunas ocasiones Julio Cabezas llegó a interponer recursos de queja ante la Corte de Apelaciones de Iquique debido a las trabas judiciales que imponía el Juez de ese mismo Juzgado."
Al concluir la investigación, llevada a cabo por un equipo multidisciplinario encabezado por Julio Cabezas, la Corte Suprema fue informada de la situación. Este tribunal nombró a un Ministro en Visita quien comprobó l
as denuncias formuladas por Cabezas. Se adoptó medidas disciplinarias, con la destitución de dos ministros de la Corte de Apelaciones de Iquique y, en el caso del Juez Mario Acuña Riquelme, la suspensión de su cargo.
Al producirse el golpe militar, es nombrado Fiscal Militar de la Sexta División de Ejército, Mario Acuña Riquelme.
Inmediatamente después del golpe, los medios de comunicación empezaban a anunciar Bandos Militares, listas de personas quienes eran exigidas presentarse ante las nuevas autoridades del país, "con orden de disparar al menor intento de resistencia." Mediante el Bando N. 6 del 14 septiembre 1973, de la comandancia de guarnición
de la Sexta División de Ejército, Julio Cabezas Gacitua junto a otras 57 personas son ordenados a presentarse. Julio Cabezas se presentó voluntariamente ante las autoridades militares. Quedó detenido inmediatamente, llevado primero al Regimiento de Telecomunicaciones y luego trasladado al Campo de Prisioneros de Guerra de Pisagua.
Fue acusado y fusilado por traición a la patria el 11 de octubre de 1973. El bando militar N. 82 anunció esta ejecución, sin embargo el cuerpo de Julio Cabezas no fue entregado a sus familiares. Recién en junio de 1990 sus restos mortales momificados fueron encontrados en una fosa común al costado nor-poniente del cementerio de Pisagua y reconocidos por sus deudos.
El mismo Informe de la Policía de Investigaciones llega a la siguiente conclusión:
"…al no establecerse fehacientemente un móvil de tipo político en la detención y muerte en fusilamiento de Cabezas Gacitua, la investigación desarrollada hace presumir razonablemente que el hecho en cuestión podría obedecer a un acto de venganza por parte de Mario Acuña Riquelme, quien fue acusado en reiteradas ocasiones por supuestas actuaciones ilícitas por parte de la víctima cuando ostentaba el cargo de Abogado Procurado Fiscal de Iquique. Avala aún más esta hipótesis, el hecho que el mismo día que es fusilado Cabezas Gacitua, también corren la misma suerte los detenidos José Córdoba y Mario Morris, éste último funcionario del Servicio Nacional de Aduanas, quienes estuvieron a cargo de ciertas investigaciones por contrabando donde aparecía involucrado el Juez Acuña Riquelme."
Fuente :Informe Rettig
Categoría : Antecedentes del Caso
Primer Consejo de Guerra: 11 de octubre de 1973.
Mediante el Bando Nº 82, del 11 de octubre de 1973, el Jefe de Zona de Estado de Sitio de la Provincia de Tarapacá y Comandante en Jefe de la Sexta División de Ejército, informó de la ejecución de cinco personas en el Campamento de Prisioneros de Pisagua. Señala el referido documento que en esa localidad se constituyó un Consejo de Guerra el día 10 de octubre de 1973, con el fin de juzgar a diversos reos, condenándose a cinco de ellos a la pena de muerte. Las personas condenadas fueron:
Julio CABEZAS GACITUA, 45 años, abogado, Procurador Fiscal del Consejo de Defensa del Estado en Iquique, sin militancia política conocida. En el ejercicio de su cargo, coordinó las acciones tendientes a reprimir y controlar el tráfico de estupefacientes y contrabando de mercaderías en la zona. El l4 de septiembre de l973 se presentó voluntariamente ante las autoridades al haber sido llamado por un Bando.
José CORDOVA CROXATTO, 35 años, Administrador de la Empresa Portuaria de Chile (EMPORCHI), en Iquique, y militante del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Detenido en su lugar de trabajo el ll de septiembre de l973.
Humberto LIZARDI FLORES, 26 años, Profesor de Inglés en la Universidad de Chile, sede Iquique y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Detenido el ll de septiembre de l973 en el Instituto Comercial de Iquique.
Mario MORRIS BARRIOS, 27 años, funcionario del Departamento de Investigaciones Aduaneras, sin militancia política. Recién destinado a la ciudad de Iquique, fue detenido el ll de septiembre de l973 en el hotel donde se hallaba alojado.
Juan VALENCIA HINOJOSA, 51 años, Jefe Provincial de la Empresa de Comercio Agrícola (ECA) en Iquique, militante del Partido Comunista. Se presentó voluntariamente el día ll de septiembre de l973 en la Intendencia.
Un nuevo Bando referido a las personas recién aludidas fue publicado en el diario El Tarapacá, del 26 de octubre de 1973, en el que se informaba que todos ellos "fueron condenados por estar confesos y ser autores de los delitos de traición a la patria y espionaje … y, por infracción a la Ley de Seguridad del Estado, al participar activamente en planes subversivos y de infiltración en las Fuerzas Armadas cumpliendo misiones que les fueron asignadas".
Respecto del delito imputado de traición a la patria, no procede aplicarlo legalmente a civiles, sino solamente a militares siempre que exista estado de guerra y enemigo en estado beligerante.
En el caso de Mario Morris Barrios, la misma publicación dice: "fue condenado por estar confeso y ser autor del delito de Sublevación de las Fuerzas Armadas …; por tentativa de homicidio en diversos funcionarios fiscales e infracción a Ley sobre Control de Armas". Consultado por esta Comisión el señor Director Nacional de Aduanas, señaló que los funcionarios de esa institución, de acuerdo a lo establecido en Ley Sobre Control de Armas de Fuego, de 1972, podían usar dichas armas y elementos en la forma que señale el respectivo reglamento institucional.
Por su parte, a esta Comisión le asisten serias dudas acerca de la realización de este Consejo de Guerra. En este caso no se proporcionó ni fue posible ubicar copia del proceso, o siquiera de la sentencia. Más aún, según la versión de personas que en ese momento estaban detenidas en el Campo de Prisioneros de Pisagua, no se llevaron a cabo en esta ocasión los procedimientos que posteriormente se observaron cada vez que se realizaba un Consejo: en general, se hacía salir a los prisioneros a la cancha que quedaba en frente del penal y se les daba a conocer el hecho de haberse constituido el Consejo, nombrándose los acusados y agrupándoseles según la pena solicitada para cada uno de ellos. Luego se les presentaba al abogado que los defendería. Ninguno de estos procedimientos ocurrieron en esta fecha. Además, no se ha tenido conocimiento de ninguna defensa efectuada, por algún abogado, en este supuesto primer Consejo de Guerra.
Un testigo, también detenido en ese Campo, pudo observar el momento en que los cinco prisioneros fueron traídos al final del cementerio de Pisagua, fueron ejecutados, ensacados e introducidos en una fosa.
Los cuerpos de las víctimas jamás fueron entregados a sus familiares. Todos ellos fueron encontrados este año, 1990, en la fosa de Pisagua.
Presentados los hechos de esta manera, la Comisión no puede sino presumir fundadamente que este Consejo de Guerra no se llevó a cabo, habiéndose formado convicción moral que Julio Cabezas, José Córdova, Humberto Lizardi, Mario Morris y Juan Valencia fueron ejecutados por agentes del Estado. Hay indicación de que en la muerte del abogado señor Cabezas, haya podido tener importancia su labor como investigador oficial del tráfico de drogas y contrabando.
Iquique, 1973: La venganza del fiscal que puso fin a la vida de un abogado justo
Fuente :ElsoldeIquique 30 de Junio 2014
Categoría : Prensa
Iquique, 1973: La venganza del fiscal que puso fin a la vida de un abogado justo
Para septiembre de 1973, Julio Cabezas Gacitúa, de 45 años, de profesión abogado, se desempeñaba como Procurador Fiscal del Consejo de Defensa del Estado de Iquique y no militaba en partido político alguno. Tras ser llamado en un Bando Militar, se entregó voluntariamente ante las autoridades militares. Hay testimonios que lo recuerdan caminando, con una frazada en el brazo, por calle Luis Uribe hacia la Sexta División de Ejército. Nunca pensó su trágico final. Hoy, después de 4 décadas, la sociedad tiene una deuda pendiente con él, por eso, el alcalde Jorge Soria, anunció que solicitará al Concejo Municipal, que junto al ex juez Nelson Muñoz, reciba un reconocimiento póstumo, como Hijo Ilustre de Iquique.
La historia de Julio Cabezas debe ser contada. Y no olvidada. Porque expone episodios turbios de nuestra vida como ciudad y como país, que no deben ocurrir jamás.
Es un caso de gran impacto, puesto que se atribuye que su muerte, habría sido una venganza del Fiscal Militar Acuña, involucrado en un caso de drogas y contrabandos, donde su participación ya estaba acreditada.
En su libro “La Verdad de Pisagua”, Freddy Alonso, ex detenido político, relató este caso, señalando que el abogado Cabezas, hombre de gran prestigio y austeridad, fue designado por el Consejo de Defensa del Estado, para investigar el contrabando y tráfico de cocaína en Iquique.
Por ese tiempo, 1972, Mario Acuña, llegó trasladado a Iquique desde un juzgado de San Miguel, donde protagonizó un escándalo, siendo juez. Acá asumió funciones de juez. Investigaciones periodísticas, nuevamente lo conectan con un caso delictual, ya que se le vincula a un grupo de personas que desviaban mercaderías a Perú y Bolivia, -delito de contrabando-, las cuales estaban destinadas desde el nivel central hacia el norte.
De esta situación entrega profusos antecedentes una publicación denominada “Los Intocables”, donde se indica que con la operación contribuían al mercado negro y a cambio recibían cocaína como pago por los servicios.
Esto es lo que precisamente investigaba el Procurador del Consejo de Defensa del Estado, Julio Cabezas. Inclusive, la Corte Suprema –relata Freddy Alonso- había respaldado las acusaciones en su contra de modo que su suerte ya estaba echada. El tribunal mayor había autorizado la exoneración y cárcel para Acuña. Pero, sobrevino el golpe, y los hechos tomaron otro curso.
Acuña fue designado Fiscal Militar de Pisagua y estuvo a cargo del supuesto Consejo de Guerra donde junto a Cabezas, fueron ejecutados Mario Morris Berríos, Investigaciones Aduaneras; Juan Valencia Hinojosa, Administrador de la ECA; José Córdova Croxato, Administrador del Puerto; Humberto Lizardi Flores, profesor. Curiosamente, todos ellos –a excepción de Lizardi- conformaban hasta días antes, la Comisión Investigadora del Consejo de Defensa del Estado, por el caso de contrabando y tráfico de drogas. Y todos ellos fueron sacados de sus celdas entre el 8 y 10 de octubre de 1973, y posteriormente fusilados.
OTRA ARISTA
Tras el cierre del Campo de Prisioneros de Pisagua, Mario Acuña logró reintegrarse a la vida iquiqueña con plena normalidad, salvo, que de vez en cuando algún familiar de ejecutado se atreviera a enrostrarle en su cara los hechos ocurridos tras el golpe. Juana Trujillo quien fuera la esposa del jerarca socialista local, José Sampson Ocaranza, de 33 años al momento de su ejecución en Pisagua, era una de esas personas.
Acuña se instaló con su oficina de abogado en calle San Martín, frente al Banco de Estado de Iquique. Y de allí, día a día se trasladaba desde el centro, a los tribunales, como cualquier hijo de vecino. En lo personal, estableció una relación de pareja, de cuya unión nació un hijo. La familia vivía en forma cómoda en el sector de Playa Brava, con un muy buen pasar, en el aspecto económico. En la parte emocional, dicen personas allegadas, que siempre tuvo episodios de crisis.
Sin embargo, Acuña jamás quiso enfrentar a la prensa. Menos tras el hallazgo de la fosa de Pisagua. Y ni hablar del caso Julio Cabezas. La autora de esta nota, durante años intentó la entrevista y cuando estaba a punto de concretar el cometido, Acuña se enfermó.
Gracias al proceso del que es querellante el abogado Adil Berkovic, Acuña fue procesado. Por esa fecha sufre una crisis por un cuadro de diabetes que le efectaba desde hace años antes. En medio de su enfermedad es trasladado al Hospital Militar en Santiago, donde finamente muere el 12 de junio del año 2000, a la edad de 63 años.
La causa del deceso fue un coma producto de dos infartos cerebrales.
Al momento de su muerte, Mario Acuña Riquelme se encontraba sometido al referido proceso por el delito de secuestro calificado de 10 personas. Por la misma causa eran procesados el ex Vicecomandante en Jefe del Ejército general (r) Carlos Forestier y el suboficial Miguel Aguirre, por disposición del ministro de fuero Juan Guzmán en el marco de la investigación de las muertes ocurridas en Pisagua en 1973.
Hasta hoy, la duda sobre la muerte del ex fiscal de Pisagua siempre ronda. Mario Acuña acumulaba muchísima información, que comprometía a grandes personajes. Sin embargo su familia nunca ha hecho nada sobre este tema ni ha marcado una posición al respecto.
¿Terminó de víctima el victimario? Es la duda que ronda.
Epistolario de la Memoria
Fuente :Iquique 11-09-2020
Categoría : Prensa
Estimado Julio César Cabezas Gacitúa Presente;
Tengo recuerdos de historias sobre tu nombre y el tiempo que dedicabas al cuidado y cariño a mi mamá, mis tías y mi tío. Tu costumbre de leer el diario mercurio en la mesa al desayuno, trabajar hasta tarde en tu máquina de escribir, fumar pipa y el cariño constante a tu familia y profesión. Para mi vieja eres un héroe y se nota cada vez que le brillan los ojos hablando de ti. De lo bueno y noble e ingenuo que eras. Me dijeron que te apodaban el “abogado de los pobres” y que, siempre con una sonrisa, recibías papas y gallinas como pago. Era chico y me llamaba la atención que, a pesar de que te nombraban siempre, nunca estaba “Don Julio”. Pero preguntar era problemático, el silencio y las caras largas, las manos que se movían rápido buscando algo más que hacer, a veces incluso una que otra lágrima y siempre, las discusiones de si era adecuado que supiéramos esto, que éramos muy chicos… que no lo entenderíamos, que no era necesario… La verdad, no sé en qué momento tu nombre se fue asociando al llanto, la pena y la rabia de mi vieja, a Pisagua, a la fosa, las revistas y papeles escondidos -que había que quemar si entraban a la casa- y, sobre todo, al resguardo de hablar sobre ciertas cosas, cosas peligrosas…“él no militaba en ningún partido”, “él sólo hacía su trabajo”, “hay cosas que no se pueden saber” y siempre “esto fue una venganza”. No entendía, se suponía que estabas haciendo tu trabajo, que estabas investigando “a los malos”.
Supe que te entregaste por voluntad propia y para tranquilizar a todos, dijiste algo como: “el ejército está para cuidar, no para matar a su pueblo”. Que hasta el final, o mejor dicho, en tu última carta, estabas seguro de que no pasaría nada… Recuerdo en media, una vez que alguien se enteró de que eres mi abuelo y, como en ese momento se me vino a la memoria cada vez que mi vieja me dijo que no había que hablar de esto al escuchar: “por algo lo habrán matado al comunista culiao”. ¿Qué podía responder? Yo sabía que estabas haciendo tu trabajo ¿cómo eso va a ser argumento suficiente para semejante castigo? Mi viejo me contó que te reconoció por tu desorden, que hasta el final llevabas mal abrochados los botones, que tuvo el presentimiento de haberte visto mientras paleaban en la fosa, mientras te pedía una pista. Que mi tío jamás pensó que te vería de nuevo, al final, se suponía que estabas con tu amante en el extranjero, al menos, eso fue lo que les dijeron mientras preguntaban ¿qué había sido de ti? De los retazos de historias y vivencias que dan vueltas entre mi familia, he tejido una idea que me ha servido para distinguir a la persona. Por lo mismo, en la fuerza e ideales de tus hijas e hijo, en su carácter y bondad, en su entrega por los otros y su ansia de justicia puedo darle forma a la persona que han intentado mostrarme. Me gustaría que supieras que, siempre que la violencia, la injusticia o el poder ciego me han mostrado su capacidad de hacer daño, de violentar a quienes consideran innecesarios o inferiores, he mantenido con orgullo en la memoria tu nombre.
Que cada vez que volví a escuchar ese “por algo lo mataron”, mantuve intacta la esperanza de que este país pueda encontrar justicia al dejar claro quienes fueron los que, fingiendo motivos altruistas y llenándose la boca con números e historias de terror, mataron a sangre fría a sus hermanos.
Que jamás nos falle la memoria. Un abrazo con cariño a la distancia don Julio, ¡nos veremos pronto! Bernardo Tapia Cabezas 31 años
[TARAPACÁ] Seremi de Justicia y DD. HH. realizó acto de memoria al abogado Julio Cabezas a 49 años de su asesinato en Pisagua
Fuente :minjusticia.gob.cl 26/10/2022
Categoría : Prensa
Por primera vez, la Seremi de Justicia y Derechos Humanos, representada por Camila Castillo, en conjunto con el Consejo de Defensa del Estado de Tarapacá, realizó un acto de memoria al abogado Julio Cabezas Gacitúa, donde se le rindió homenaje a los 49 años de su fusilamiento en Pisagua.
La actividad contó con la presencia del delegado regional presidencial de Tarapacá, Daniel Quinteros; el senador de la República, Jorge Soria Quiroga; el alcalde de Iquique, Mauricio Soria; el abogado procurador fiscal de Iquique, Marcelo Fainé, entre otras autoridades.
Cabe destacar que, Julio Cabezas Gacitúa, ingresó en el año 1965 como abogado auxiliar al Consejo de Defensa del Estado de Iquique. En 1968, el Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva, le nombró procurador fiscal de esta institución, puesto que ejerció hasta el momento de su detención, por parte de personal militar en septiembre de 1973 y su ejecución por agentes del Estado, en el campamento de prisioneros de Pisagua, en octubre del mismo año.
La seremi de Justicia y Derechos Humanos, Camila Castillo, enfatizó que “quisimos brindar un homenaje al abogado Julio Cabezas Gacitúa a 49 años de su fusilamiento en Pisagua, quién fue un gran ejemplo de los principios y deberes que debe honrar el camino de la función pública. Como Gobierno, hemos establecido un eje transversal en la promoción de los derechos humanos y con ello, un trabajo continuo y permanente por la verdad, justica, reparación y garantías de no repetición”.
Por su parte, el abogado procurador fiscal de Iquique, Marcelo Fainé, agregó: “Para la Procuraduría Fiscal de Iquique del Consejo de Defensa del Estado, es un momento de especial significación, y de profunda reflexión, reunirnos para recordar la figura y obra del ex abogado procurador fiscal, Julio Cabezas Gacitúa, quien muriera fusilado, convirtiéndose así en el único mártir de esta institución.
Finalmente, y representando a la familia del ex procurador fiscal, su nieto, Bernardo Tapia Cabezas, expresó que, “para mi familia es un héroe. Siempre ayudó y apoyó a quien más lo necesitaba. Es lo que siempre se habla en mi familia y yo he logrado hacerme una idea de cómo era él. Agradezco en nombre de mi mamá, de mis tías y tíos, primas y primos, por mantener el recuerdo de alguien sumamente importante para mi familia”.