Fecha Detención :
Comuna Detención : Arica
Fecha Asesinato : 20-09-1973
Comuna Asesinato : Arica
Partido Político : Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T)
Oficio o Profesión : Egresada en Filosofía
Estado Civil e Hijos :
Nacionalidad : Uruguaya
Condenan a ex oficial de Ejército por crimen de ciudadana uruguaya en Arica
Fuente :resumen.cl, 4 de Noviembre 2023
Categoría : Prensa
El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de La Serena, Vicente Hormazábal Abarzúa, condenó al ex coronel de Ejército Juan Iván Vidal Ogueta a la pena de 10 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autor del delito de secuestro calificado de la ciudadana uruguaya Mónica Benaroyo Penco. El ilícito fue cometido a partir de septiembre de 1973 en la ciudad de Arica.
En el fallo (causa rol 64.428), el ministro en visita aplicó, además, al ex oficial las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
Mónica Cristina Benaroyo Penco, de 48 años de edad, era una refugiada política de nacionalidad uruguaya, de origen rumano, militante del Movimiento Tupamaros, de Uruguay; vivía en Arica y trabajaba en una fábrica local. Ella fue detenida en su vivienda (una pieza que arrendaba) por funcionarios de Investigaciones de Arica el día 14 de septiembre de 1973 y llevada a la cárcel pública de esa ciudad el día 20. En días posteriores fue sacada desde ese recinto carcelario por militares pertenecientes al Servicio de Inteligencia del Regimiento "Rancagua" de Arica. Estos agentes de la denominada Sección II de esa unidad militar, realizaban reiteradas incursiones en el penal, a cualquier hora del día o la noche, para interrogar a prisioneros políticos allí recluidos, o para sacarlos del lugar y conducirlos a dependencias del mencionado regimiento.
Entre estos agentes, se encontraban el jefe de la Sección II, el entonces mayor Luis Aguayo Benard (ya fallecido), el entonces teniente Juan Vidal Ogueta, que secundaba a Aguayo, y los sargentos Luis Guillermo Carrera Bravo, Juan Cereceda Lawson, Sergio Mercado Valenzuela (todos fallecidos), entre otros, quienes andaban de civil y se ocupaban de los detenidos políticos en la cárcel. En la misma época, se dispuso que un contingente de Carabineros acudiera a reforzar la cárcel, coadyuvando en la labor de custodia de detenidos.
El regimiento de Arica estaba bajo el mando del entonces coronel Odlanier Mena Salinas, quien años después dirigió la Central Nacional de Informaciones (CNI), ente represivo en el que también cumplió funciones jerárquicas el ahora condenado Juan Vidal Ogueta, quien operó en Santiago como jefe de división antisubversiva.
En un informe de la Policía de Investigaciones consta que Mónica Benaroyo Penco fue ingresada al penal de Arica el día 20 de septiembre, a las 15:20 horas. También consta que fue sacada de ese recinto el día 25 de septiembre, a las 20:50 horas, por los militares ya mencionados. Lo anterior, sumado a declaraciones de gendarmes, carabineros y detenidas que vieron y compartieron con Mónica Benaroyo en el penal.
Declaraciones de otros testigos sobrevivientes y de ex funcionarios de ejército coinciden en haberla visto al interior del regimiento "Rancagua", al menos durante los dos meses siguientes, como prisionera en dependencias controladas por la Sección II de esa unidad. Al respecto, la resolución judicial señala: "Que, los hechos descritos en los motivos precedentes son constitutivos del delito de secuestro calificado, en grado de consumado, previsto en el artículo 141 inciso 3° del Código Penal, puesto que de la detención y encierro de la víctima Mónica Benaroyo Penco, la cual fue practicada inicialmente por funcionarios de la Policía de Investigaciones de Arica, siendo derivada seguidamente a la Cárcel Pública de dicha ciudad mediante disposición de la Fiscalía Militar de Arica, y luego al Departamento II del Regimiento 'Rancagua', resultó su muerte posiblemente con posterioridad a diciembre de 1973, resultando por tanto un daño grave en la persona o intereses de la víctima.
Al respecto, es útil considerar el hecho de que los restos mortales de la víctima fueron encontrados en julio del 2008 en el sector de Pampa Chaca, una zona donde habitualmente el ejército hacía ejercicios militares desde antes de 1973. Además, ciertos elementos descubiertos junto a sus restos mortales, como la caja de cigarrillos, un encendedor, etc., sitúan su muerte a una época cercana a su detención.
El fallo señala que: "aun existiendo indicios como ya se dejó establecido al analizar la causa de la muerte, sobre que la víctima debió ser ejecutada por sus captores, lo cierto es que al no haberse determinado científicamente en forma cabal que su muerte se debió a un acto deliberado de los secuestradores, si puede señalarse que, como lo estableció el Servicio Médico Legal, hay indicios de criminalidad, pero no son suficientes para tipificarlos como homicidio calificado, razón ésta para establecer que estamos en presencia de un secuestro calificado".
Ministro Vicente Hormazábal condena a coronel de Ejército (r) por secuestro calificado de ciudadana uruguaya
Fuente :pjud.cl, 3 de Noviembre 2023
Categoría : Prensa
En el fallo, el ministro en visita aplicó, además, al otrora oficial a las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de La Serena, Vicente Hormazábal Abarzúa, condenó, con costas, al coronel de Ejército en retiro Juan Iván Vidal Ogueta a la pena de 10 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autor del delito de secuestro calificado de la ciudadana uruguaya Mónica Benaroyo Penco. Ilícito cometido a partir de septiembre de 1973, en la ciudad de Arica.
En el fallo (causa rol 64.428), el ministro en visita aplicó, además, al otrora oficial a las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
En el aspecto civil, el ministro Hormazábal Abarzúa dio lugar a la demanda de indemnización de perjuicios y condenó al fisco a pagar la suma total de $40.000.000 (cuarenta millones de pesos) por concepto de daño moral, a sobrina de la víctima.
En la resolución, el ministro Hormazábal Abarzúa dio por establecidos que “(…) a contar del 11 de septiembre de 1973, con ocasión del Golpe Militar, estuvo privada de libertad en la Cárcel de Arica doña Mónica Benaroyo Penco y que fue sacada del penal, una noche y después no se supo más de ella; los declarantes refirieron que los funcionarios de Inteligencia, especialmente el mayor Luis Aguayo Benard, jefe de la Sección II, y el sargento Juan Cereceda, quienes andaban de civil y se ocupaban de todo el asunto con los detenidos políticos en el recinto, a quienes interrogaban dentro del mismo penal o los sacaban a declarar a cualquier hora del día y noche. Que para la misma época, se dispuso que un contingente de Carabineros acudiera a reforzar la cárcel, coadyuvando en la labor de custodia de detenidos. Que lo anterior, sumado a las diversas declaraciones de gendarmes, carabineros y detenidas que vieron y compartieron con Mónica Benaroyo en el penal, constancias aportadas por la Policía de Investigaciones en informe policial de fojas 1576, donde figura Mónica Benaroyo Penco ingresando al Penal de Arica el 20 de septiembre de 1973, a las 15:20 horas, y egresando el día 25 del mismo mes, a las 20:50 horas, antecedente que por lo demás se puede desprender a lo menos formalmente de lo consignado en el Parte denuncia de fojas 1 de la causa Rol 259/73, y en el libro de Registro de Detenidos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Arica custodiado a fojas 213, en el cual, al mes de septiembre de 1973, figura el ingreso de Mónica Benaroyo Penco el día 20 de dicho mes y egreso el día 25 siguiente”.
La resolución agrega: “Que, los hechos descritos en los motivos precedentes son constitutivos del delito de secuestro calificado, en grado de consumado, previsto en el artículo 141 inciso 3° del Código Penal, puesto que de la detención y encierro de la víctima Mónica Benaroyo Penco, la cual fue practicada inicialmente por funcionarios de la Policía de Investigaciones de Arica, siendo derivada seguidamente a la Cárcel Pública de dicha ciudad mediante disposición de la Fiscalía Militar de Arica, y luego al Departamento II del Regimiento ‘Rancagua’, resultó su muerte posiblemente con posterioridad a diciembre de 1973, resultando por tanto un daño grave en la persona o intereses de la víctima. Al respecto, es útil considerar el hecho de que los restos mortales de la víctima fueron encontrados en el sector de Pampa Chaca, el cual según los deponentes Darlio González Lattus, Eduardo Valdés Ormeño, José Bilbao Arancibia, Jorge Valdés Antúnez, Juvenal Soto González, Carlos Jiménez Pino y Héctor Cerda Olivera, era una zona donde habitualmente el Ejército hacía ejercicios militares desde antes de 1973. Además, ciertos elementos descubiertos junto a sus restos mortales, como la caja de cigarrillos, un encendedor, etc., sitúan su muerte a una época cercana a su detención. Que, aun existiendo indicios como ya se dejó establecido al analizar la causa de la muerte, sobre que la víctima debió ser ejecutada por sus captores, lo cierto es que al no haberse determinado científicamente en forma cabal que su muerte se debió a un acto deliberado de los secuestradores, si puede señalarse que, como lo estableció el Servicio Médico Legal, hay indicios de criminalidad, pero no son suficientes para tipificarlos como homicidio calificado, razón ésta para establecer que estamos en presencia de un secuestro calificado, porque además del grave daño a que alude el inciso tercero del artículo 141 del código sancionador, es evidente que duró mucho más allá de los noventa días que esa norma requiere”.
“Para regular el quantum de la pena que en concreto se impondrá al sentenciado se tuvo en consideración la naturaleza del delito –crimen de lesa humanidad– y la extensión del mal causado, todo ello de conformidad a lo previsto en el artículo 69 del Código Penal, dado que la secuestrada resultó muerta. Asimismo, se ha considerado las funciones y atribuciones que el acusado ejercía en el Servicio de Inteligencia Militar o Departamento II o Sección II del Regimiento ‘Rancagua’ de Arica y el poder de mando o decisión que ostentaba”, añade.
Procesan en Chile a dos militares por crimen de uruguaya en 1973
Fuente :lavanguardia.com, 6 de Marzo 2019
Categoría : Prensa
Dos militares chilenos retirados fueron procesados por el asesinato de una ciudadana uruguaya de origen rumano cometido a fines de 1973 en la ciudad de Arica, al norte del país, informaron hoy fuentes judiciales.
La víctima, Mónica Benaroyo Pencu, fue considerada por su familia como detenida desaparecida durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pero en julio de 2008 su cuerpo, decapitado, fue encontrado en un campo de entrenamiento del Ejército en las afueras de Arica.
La sequedad del desierto había momificado los restos y con un proceso de hidratación se recuperaron sus huellas dactilares y fue posible identificarla.
Por su muerte, el juez especial Vicente Hormazábal, de la Corte de Apelaciones de La Serena, procesó como autores del crimen al exoficial Juan Iván Vidal Oguetta y al exsubificial Luis Guillermo Carrera Bravo, indicaron las fuentes.
La investigación pudo establecer que Mónica Benaroyo Pencu fue detenida el 14 de septiembre de 1973, tres días después del golpe militar que encabezó Augusto Pinochet, pero se le otorgó la libertad el día 25 del mismo mes.
Sin embargo, nunca regresó a su hogar, y según testimonios de prisioneros supervivientes, fue vista siendo torturada en el regimiento "Rancagua" de Arica, en dependencias de la Sección II de la unidad militar, en la que se desempeñaban Vidal Ogueta y Carrera Bravo.
Ambos se encuentran actualmente en prisión cumpliendo penas por otros casos de violaciones a los derechos humanos, entre ellos el asesinato de varios reclutas que se negaron a participar en la represión contra civiles tras el golpe de Pinochet.
Al ser detenida, Benaroyo Pencu trabajaba para la Municipalidad de Arica, era licenciada en Filosofía y dominaba a la perfección siete idiomas, entre ellos el francés, el rumano y el persa.
Había nacido en Bucarest en 1925 y era hija del entonces embajador de Irán en Rumanía.
Ciudadana uruguaya desde 1954, antes de llegar a Chile había trabajado como traductora en la empresa Italcable, de Buenos Aires.
Al ser encontrado su cadáver, en su ropa se encontró una cajetilla de cigarrillos marca Hilton, que se fabricaba en Chile a fines de la década de los años sesenta, en la que aparece su precio: 10 escudos, moneda que duró 14 años, desde 1960 hasta 1974.
Según datos oficiales, durante la dictadura de Augusto Pinochet unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de las que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otras 40.000 fueron encarceladas y torturadas por causas políticas.
Agradece Uruguay identificación de víctima de dictadura de Pinochet
Fuente :El Financiero, 17 de Agosto 2010
Categoría : Prensa
Mónica Cristina Benaroyo Pencu es asesinada tras el golpe de Estado de 1973
El cuerpo fue hallado por un soldado al interior de un recinto de entrenamiento militar perteneciente al Ejército
El embajador de Uruguay en Chile, Juan Carlos Pita agradeció hoy al gobierno chileno la identificación y entrega de los restos de la ciudadana uruguaya, Mónica Cristina Benaroyo Pencu, asesinada tras el golpe de Estado de 1973.
Los restos de Benaroyo fueron entregados la víspera a la secretaria de la Comisión para la Paz de la Presidencia de la República del Uruguay, Soledad Cibils Braga, luego que el Servicio Médico Legal de Chile completó su identificación.
Pita y Cibils se entrevistaron este lunes con el vicecanciller chileno Fernando Schmidt, a quien expresaron su agradecimiento por las gestiones realizadas por el Estado en este caso.
Cristina Benaroyo, profesora de filosofía, desapareció tras su detención por militares, en septiembre de 1973, en la norteña ciudad de Arica, y su cuerpo, decapitado, fue encontrado en 2008 en un recinto militar al sur de la ciudad.
La mujer, nacida en Rumania y nacionalizada uruguaya, en septiembre de 1973 trabajaba también en la Municipalidad de Arica, y esperaba dirigirse a Cuba, donde había sido contratada para ejercer su labor docente.
El cuerpo fue hallado por un soldado al interior de un recinto de entrenamiento militar perteneciente al Ejército, ubicado en un lugar denominado Pampa o Cuesta Chaca, 25 kilómetros al sur de Arica.
Los restos mortales de Benaroyo serán trasladados este martes a Uruguay, donde serán entregados a sus familiares, los cuales les darán sepultura el próximo miércoles
Repatrían restos de Mónica Benaroyo
Fuente :montevideo.com.uy, 16 de Agosto 2010
Categoría : Prensa
Las autoridades chilenas entregaron a los representantes del gobierno uruguayo en ese país los restos de Mónica Cristina Benaroyo Pencu, que serán repatriados el martes. Benaroyo Pencu, ciudadana uruguaya de origen rumano desapareció en Arica, al norte de Chile, en 1973, y permaneció desaparecida hasta 2008, cuando sus restos fueron encontrados.
Las autoridades chilenas entregaron a representantes del Gobierno de Uruguay los restos de la ciudadana uruguaya de origen rumano Mónica Cristina Benaroyo Pencu, presuntamente asesinada en la ciudad norteña de Arica en 1973 durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Los restos fueron entregados por parte del Servicio Médico Legal a la secretaria de la Comisión para la Paz de la Presidencia de Uruguay, Soledad Cibils, quien se encargará de trasladarlos el martes a Montevideo para darles sepultura el miércoles.
Junto a ella estuvo el embajador de Uruguay en Chile, Carlos Pita, quien se reunió con el subsecretario chileno de Relaciones Exteriores, Fernando Schmidt, para agradecerle "su cooperación en la búsqueda de ciudadanos uruguayos desaparecidos en Chile".
El cuerpo de Benaroyo fue hallado de forma casual en julio de 2008 en el campo de entrenamiento "Pampa Chaca", del Ejército chileno, en las afueras de Arica, junto a la frontera con Perú y a 2.051 kilómetros al norte de Santiago.
Hasta entonces se desconocía el paradero de esta mujer, fallecida a los 48 años, que no figuraba en las listas oficiales de víctimas de la dictadura ni en Uruguay ni en Chile.
Hija de diplomáticos rumanos, Benaroyo nació en ese país europeo y obtuvo la nacionalidad uruguaya en 1954.
Tras el golpe de Estado de junio de 1973 en Uruguay, huyó a Chile y recaló en Arica, donde trabajó dando clases de Filosofía.
Solo tres meses después, el 11 de setiembre de 1973, el golpe de Estado de Augusto Pinochet dio inicio al régimen militar que, según se presume, acabó con su vida y abrió paso a una larga búsqueda de 35 años para conocer su paradero.
Su cadáver apareció decapitado, boca abajo, sin otros cuerpos alrededor y en estado de momificación, dadas las condiciones climáticas del desierto que se extiende en la zona norte de Chile, lo que permitió establecer la identidad a través de su huella dactilar.
"Posteriormente, aplicados todos los procedimientos de identificación, que incluyeron el ADN nuclear y mitocondrial, se llegó a una identificación de máximo grado de certidumbre", explicó el embajador uruguayo.
Entre sus ropas se encontró una cajetilla de cigarrillos marca Hilton, que se fabricaba en Chile a fines de la década de los años sesenta, en la que aparece su precio: 10 escudos, moneda que duró 14 años, desde 1960 hasta 1974.
Su identificación formal permitirá iniciar un proceso judicial, con la calificación de muerte con sospecha de criminalidad, en el que el Gobierno uruguayo se va a hacer parte con la asesoría del Estado chileno.
Inédito peritaje para identificar a uruguaya
Fuente :lanacion.cl, 29 de Julio 2008
Categoría : Prensa
Como en las escenas de CSI, los peritos hidrataron los dedos momificados y lograron impresiones que llevaron a la individualización de Mónica Cristina Benaroyo Pencu. Su cadáver fue encontrado la semana pasada en Arica. Se investiga si era miembro de los tupamaros.
Inédito a nivel mundial, según la Policía de Investigaciones (PDI), es el peritaje que logró la identificación de Mónica Cristina Benaroyo Pencu, una detenida desaparecida de origen rumano-uruguayo, cuyos restos fueron encontrados la semana pasada en Arica, en terrenos militares.
El subprefecto Horacio Piccardo Candia, jefe de la Brigada de Homicidios de esa ciudad nortina, dijo que nunca en el mundo, "hasta donde sabemos", se han obtenido huellas digitales de un cadáver parcialmente momificado y que tiene una data de muerte de 35 años.
La técnica consistió en la hidratación de los dedos con químicos para estirar la piel y así conseguir las impresiones que llevaron a la identificación de esta mujer que no figuraba entre los 9 uruguayos detenidos desaparecidos en nuestro país en 1973, como tampoco entre los 20 ariqueños de esa condición.
Después de su individualización, se supo que Mónica Benaroyo tenía 40 años al momento de morir. Había nacido en Rumania, pero se nacionalizó uruguaya. También había obtenido un permiso de residencia en Chile, gracias a lo cual sus huellas estaban en el Registro Civil.
Asimismo, se conoció que era soltera, sin hijos y que había estudiado Filosofía. Dominaba varios idiomas, entre ellos el persa, el rumano y el francés y, por lo mismo, trabajó como traductora en Argentina. En Arica, se desempeñó en la fábrica de condensadores Condensa.
En septiembre de 1973, los militares ordenaron su detención para expulsarla del país, supuestamente. Nunca volvió por sus cosas al hotel que le pagaba la empresa. Sus restos aparecieron con un jeans, un poncho, una prenda superior de algodón, sandalias y una cajetilla aún sellada de cigarrillos Hilton.
La subcomisaria Rosita Torres, de la BH de Arica, explicó que por las ropas y otros indicios se siguió el protocolo para presuntos detenidos desaparecidos, con especial cuidado en preservar restos biológicos. El cuerpo estaba boca abajo y sin la cabeza, al parecer por la acción de animales.
Como en las mejores escenas de CSI, las extremidades superiores fueron separadas desde los codos y enviadas a la jefa del Laboratorio de Criminalística de Arica, subcomisaria Marjory Velasco, quien cortó los 10 dedos a la altura de la segunda falange y los sumergió en químicos especiales.
Explicó que la hidratación comenzó con líquidos a base de amonio y terminó con un baño de suero fisiológico. Esto permitió que la piel pudiera estirarse para luego entintar las yemas. Las impresiones se hicieron de inmediato en los mismos guantes quirúrgicos de los peritos, con el fin de mantener la mayor tersidad posible en los dedos.
De las diez impresiones, la mejor fue la del índice derecho. Se cotejó con la base de datos del Registro Civil y finalmente se logró la identificación de Mónica Benaroyo, quien ni siquiera figuraba en las listas de detenidos desaparecidos de Uruguay.
Los restos de la mujer se encuentran en el Servicio Médico Legal de Santiago, donde se efectuarán otros análisis para determinar cómo murió.
En el lugar del hallazgo, ubicado a 22 kilómetros al sur de Arica en pleno desierto, se encontró una bala 9 milímetros, pero debido a que falta la cabeza, aún no se puede determinar la causa de muerte.
Un baúl de sueños asesinado en Arica
Fuente :pcucanario.blogspot.com, 28 de julio de 2008
Categoría : Prensa
Era afiliada al PCU. La historia de Mónica Benaroyo, la uruguaya desaparecida en Chile en 1973
El cuerpo de la ciudadana uruguaya Mónica Benaroyo fue encontrado decapitado y momificado en el desierto de Arica. Todavía tenía ropas y una caja de cigarrillos. La Comisión para la Paz no pudo confirmar su desaparición. Era afiliada al PCU, según el prontuario de Inteligencia policial.
Mónica Cristina Benaroyo Pecu había nacido en Bucarest, Rumania, en abril de 1925.Tiene una hermana, Fernanda, un año mayor. Eran hijas del embajador de Irán (Persia) en la capital rumana, pero debieron emigrar cuando, luego de la segunda guerra mundial, rusos y británicos derrocaron al Sha Reza Khan. "Monique", como le decían sus amigos y conocidos, era ciudadana legal uruguaya desde 1954 y se destacaba por haber conocido el mundo gracias a ser hija de diplomáticos. Dominaba siete idiomas. Además del persa paterno y el rumano materno, sabía inglés, italiano, francés, alemán y español. Su conocimiento en idiomas fue lo que le permitió conseguir trabajo en el telégrafo Italcable de Montevideo, donde trabajó hasta 1973. En los años sesenta comenzó a estudiar en la Facultad de Humanidades, donde obtuvo su título de Licenciada en Filosofía, en la cátedra del profesor Emilio Oribe. "Je suis persianne", se presentaba aquella mujer pequeña, de pelo enrulado, que vestía diferente a los universitarios de la época. No tardaron en bautizarla cariñosamente "la persiana". Su soledad es lo que recuerdan sus compañeros. Tenía una triste melancolía, aunque era vivaz y con buen sentido de humor. Aquella Universidad de los años sesenta terminó por convertir a aquella mujer (mayor que sus compañeros de estudio) proveniente de una clase alta, en una intelectual de izquierda. Un prontuario en la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) dice que se afilió al Partido Comunista en octubre de 1971.
Soñar Cuba, morir en Arica
Ganó un concurso de monografías sobre la vida del Ché Guevara y terminó becada unos meses en la Universidad de La Habana. Aquella realidad terminó de afirmar sus ideas y fue al intentar volver a Cuba, según algunas fuentes, que viajó a Chile, que mantenía sus relaciones diplomáticas, para tomar un avión. La situación política en Uruguay y un distanciamiento con su hermana, casada con un diplomático, terminaron por llevarla al exterior, según otras versiones. Vendió todos sus muebles del apartamento que habitaba en 25 de mayo y con poco dinero y un baúl repleto de sueños cruzó la cordillera de los Andes. Pero en Santiago su sueño se frustró. Hubo desentendimientos y terminó viviendo en la Casa del Maestro de la capital chilena esperando confirmación de una invitación desde La Habana. Tuvo que conseguir empleo en una firma de Arica, donde se radicó. Terminó trabajando en cultura para la municipalidad.
Mónica Benaroyo también tenía un hermano de crianza, Enrique Colman, hoy de 85 años, que es el único familiar que denunció su caso a la Comisión para la Paz durante el gobierno de Jorge Batlle. Enrique había perdido contacto con Mónica luego del golpe de Estado del 11 de setiembre de 1973. Una vez recibió un llamado telefónico de alguien que le dijo haber visto a Mónica en el Estadio de Santiago. Le pidieron dinero y ropas para ella. Se los dio, pero nunca más supo de su paradero. También el embajador uruguayo Roberto González Casal dio esa versión, que ahora se confirma era mentira
El hallazgo de sus restos se produce en el año 2008, en un predio militar de Arica, por la Policía de investigaciones de Chile. Estos fueron repatriados a Uruguay el 17 de Agosto de 2010 y sepultados en el Parque del Recuerdo el 18 de Agosto de 2010.
Restos de uruguaya encontrada en Arica
Fuente :lanacion.cl, 28 de Julio 2008
Categoría : Prensa
Director del SML y jefe de Investigaciones para delitos contra los DD.HH, acompañaron traslado del cuerpo decapitado ubicado en un recinto militar.
Este lunes comenzarán en dependencias del Servicio Médico Legal (SML) de Santiago las indagaciones en los restos de la ciudadana uruguaya Mónica Cristina Benaroyo Pencu, víctima de la dictadura militar de Augusto Pinochet Ugarte, encontrados el 16 de julio, sin cabeza, en un recinto militar cerca de Arica.
El director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, junto al jefe nacional de delitos contra los Derechos Humanos de la institución policial, prefecto José Cabión, encabezó la tarde del domingo a la capital el traslado de las osamentas momificadas en una aeronave de la Policía de Investigaciones (PDI)
Aunque, la ciudadana uruguaya ya se encuentra identificada mediante pericias a las huellas dactilares efectuadas por los detectives, Bustos señaló que "la identificación no es un proceso, no es un momento, ni es sólo una técnica. Hace 20 años hubiésemos pensado que concluimos el proceso de investigación, pero la posibilidad del examen de ADN nos permite tener mayor certeza".
Decapitada de Arica: uruguaya detenida en 1973
Fuente :lanacion.cl, 25 de Julio 2008
Categoría : Prensa
Investigaciones identificó como Mónica Cristina Benaroyo Pencu el cuerpo momificado que apareció en un recinto militar del extremo norte. Su nombre no estaba en listas oficiales de detenidos desaparecidos.
La Policía de Investigaciones informó hoy oficialmente al Gobierno que el cuerpo sin cabeza encontrado en un recinto del Ejército de Arica corresponde al de una ciudadana uruguaya que fue detenida por militares luego del Golpe de Estado de 1973.
Se trata de Mónica Cristina Benaroyo Pencu, nacida en Rumania y con residencia en Chile, cuyo caso no aparece en las listas oficiales de detenidos desaparecidos en manos de agentes de la dictadura de Augusto Pinochet.
Los efectivos policiales de Arica lograron llegar a la identidad de los restos, que se mantenían momificados en medio del desierto, gracias a un trabajo de hidratación de la piel con el que se revelaron huellas dactilares.
Con este material viajaron a Santiago para contrastar la imagen con las que se guardan en los archivos del Registro Civil dada la calidad de residente que tenía Benaroyo.
Se indicó que la mujer fue detenida después del golpe de Estado por militares y que se dictó un decreto de expulsión en su contra antes que se perdiera su paradero. De acuerdo a antecedentes que se disponen en el extranjero, fue vista por última vez antes del 11 de Septiembre trabajando en algo relacionado con la alcaldía de la ciudad.
Se indica que estudió en una Facultad de Filosofía y Humanidades, que dominaba perfectamente varios idiomas, entre ellos el francés y el rumano, y que antes de arribar a Chile trabajó como traductora en Buenos Aires, Argentina.
El cuerpo, exhumado el lunes último, fue hallado, al parecer por un soldado durante un entrenamiento, al interior de un recinto de entrenamiento militar perteneciente al Ejército en un lugar denominado Pampa o Cuesta Chaca, a 25 kilómetros al sur de Arica.
En ese trámite trascendió que entre sus ropas, que aún se conservaban, se encontró una cajetilla de cigarrillos marca Hilton que se fabricó en Chile a fines de década de los años sesenta, y un billete de moneda escudo de la misma época.
A su vez el director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, confirmó que un equipo del organismo viajará a Arica para trasladar los restos de regreso a Santiago. Utilizarán para esta tarea un avión de la Policía de Investigaciones y de regreso en la capital, indicó Bustos, se realizará el peritaje de ADN, que consiste en tomar muestras óseas para contrastarlas con los exámenes de sangre que se tomarán a los familiares de la mujer que se ubiquen en Uruguay.
La tarea de traslado del cuerpo debería finiquitarse durante este fin de semana considerando la importancia que reviste el caso.
Mónica Benaroyo aparece mencionada en el Informe de Investigación Histórica sobre Detenidos Desaparecidos de Uruguay, documento equivale a nuestro Informe Rettig. Sin embargo, su incorporación al mismo sólo se materializó el 2007 y su registro es mencionado en el tomo cuarto, anexo ocho, que se refiere a ciudadanos uruguayos desparecidos en Chile.
Cadáver hallado en Arica es de uruguaya asesinada en 1973
Fuente :elmostrador.cl, 25 de Julio 2008
Categoría : Prensa
El nombre de Mónica Cristina Benaroyo Pencu no aparece en el informe Rettig. Sólo se sabía que en septiembre de ese año fue detenida por efectivos castrenses, desconociéndose desde entonces su paradero. Los restos momificados de la mujer, que trabajaba en la Municipalidad de Arica, fueron encontrados el lunes pasado en el sector de Pampa Chaca, utilizado por el Ejército para ejercicios bélicos. Guardada entre sus ropas llevaba una cajetilla de cigarrillos Hilton que llevaba impreso su precio: 10
El cadáver que fue exhumado el lunes pasado en un sector desértico al interior de Arica corresponde al de la uruguaya de origen rumano Mónica Cristina Benaroyo Pencu.
Así se determinó luego de un peritaje de la Brigada de Homicidios de la Policía Investigaciones.
La identificación se llevó a cabo mediante un sistema de hidratación de la yema de los dedos, que permitió llevar las huellas hasta el Banco de Identidad del Registro Civil en Santiago.
El nombre de Mónica Benaroyo no figura en las listas del Informe Rettig, que en 1991 certificó las violaciones de los derechos humanos cometidas durante el régimen militar y por tal motivo no figuraba oficialmente entre las víctimas de los organismo represivos de la dictadura.
El cadáver fue encontrado la semana pasada por un soldado durante una jornada de prácticas en la Pampa Chaca, en la región de Arica, zona donde el Ejército de manera regular lleva a cabo ejercicios de sus unidades mecanizadas y de infantería.
Entre las ropas que aún se conservan se encontró una cajetilla de cigarrillos marca Hilton, que se fabricaba en el país a fines de la década de los años sesenta, en la que aparece su precio: 10 escudos, moneda que duró 14 años, desde 1960 hasta 1974.
El levantamiento de los restos, que presentaban características de momificación debido a la sequedad de la desértica zona del norte, se realizó por instrucción de un fiscal militar de Arica.
Detenida por militares
Según archivos de organizaciones de derechos humanos, Mónica Cristina Benaroyo Pencu fue detenida por militares en septiembre de 1973 y hasta ahora se desconocía su paradero.
La víctima trabajaba para la Municipalidad de Arica, era licenciada en Filosofía y dominaba a la perfección varios idiomas, entre ellos el francés, el rumano y el persa.
Antes de llegar a Chile había trabajado como traductora en la empresa Italcable, de Buenos Aires.
Según los antecedentes recopilados hasta el momento, la ciudadana uruguaya tampoco figura en el informe de Reconciliación y Reparación, por lo que el Estado no la tiene hasta ahora como víctima.
Durante la dictadura de Pinochet más de 3.000 personas murieron a manos de agentes del Estado, entre ellos 1.197 detenidos desaparecidos. Entre las víctimas hubo varias decenas de ciudadanos extranjeros.
Medios uruguayos, en tanto, ya especulaban esta tarde que la mujer es una nueva víctima de la Operación Cóndor, en la cual varias dictaduras latinoamericanas, partiendo por las de Chile y Uruguay, organizaron sus sistemas de inteligencia para perseguir a los militantes de grupos y organizaciones de izquierda.
Relatos de Los Hechos
Fuente :Memoriaviva
Categoría : Mensaje
Queridos compañeros:
Les envío una foto (tomada aproximadamente en 1970) de Mónica Cristina Benaroyo Pencu, uruguaya desaparecida en Chile en Septiembre de 1973.
Fue vista por última vez antes del golpe de Estado, trabajando en Arica en algo relacionado con la alcaldía de la ciudad.
Dominaba perfectamente varios idiomas, entre ellos el persa, el rumano y el francés. Poco antes había trabajado como traductora en Italcable de Buenos Aires.
Era egresada en Filosofía de la Facultad de Humanidades y Ciencias
Afectuosos saludos,
Clara Aldrighi
¡Honor y Gloria! a Mónica Cristina Benaroyo Pencu
Fuente :aporrea.org, 12 de Agosto 2018
Categoría : Otra Información
Al Pueblo De Venezuela,
Al Gobierno Bolivariano de Venezuela,
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Mónica Benaroyo es el nombre de la joven cuyos restos fueron encontrados en un terreno del ejército de Arica, en Pampa Chaca, en julio de 2008. Aunque parezca sorprendente, aparentemente nadie sabía ni de su existencia ni de su muerte. Nunca apareció en las listas oficiales de desaparecidos durante la dictadura. Simplemente alguien un buen día encontró sus restos momificados en el desierto. Sin cabeza. Todavía guardaba el cadáver una cajetilla de cigarrillos Hilton entre sus ropas. Y un billete de la moneda escudo. Todo lo que sabía entonces era que había muerto en la década de los setenta. Sin embargo, la policía reconstruyó rápidamente su historia.
Su identidad la trazó la Policía de Investigaciones hidratando su piel para extraer sus huellas digitales. Se llamaba Mónica Cristina Benaroyo Pencu. Había nacido en Rumania, y era uruguaya. Estudió filosofía, dominaba varios idiomas y se ganaba la vida como traductora. Tras vivir un tiempo en Buenos Aires, se trasladó a Arica, en Chile, donde había encontrado empleo en la alcaldía.
Para agosto, Investigaciones había localizado a su hermana Fernanda, en Estados Unidos, a la que se le extrajo una muestra de sangre para comparar su ADN con el de Mónica (La Estrella de Arica). Pese a que este análisis aún no se lleva a cabo, pocas dudas caben sobre la identidad del cuerpo, ya que sus huellas dactilares corresponden con los archivos del Registro Civil de Santiago, donde Mónica estaba inscrita como extranjera residente.
El prefecto de Investigaciones José Cabión, en uno de los telediarios de TVN del 4 de agosto, dijo que la traductora era miembro del Partido Comunista del Uruguay y que había sido expulsada del país -mediante decreto- aparentemente en septiembre de 1973, la fecha en que desapareció.
Mónica Benaroyo fue vista con vida por última vez el 11 de septiembre de 1973. Fue detenida por militares y trasladada a un recinto militar.
La historia oficial del régimen pinochetista pretendía es que Mónica había sido expulsada y por tanto nada podrían saber sobre su destino ulterior. Pero la orden de expulsión evidentemente se fraguó para ocultar la espantosa muerte a que fue sometida.
Pese a que inicialmente se especuló que el cadáver de Mónica había sido mutilado por animales, aparentemente las evidencias indican otra cosa. Según el columnista abogado Eduardo Contreras, "la compañera fue enterrada viva en la arena cerca del mar dejando afuera su cabeza, la que los uniformados patearon hasta decapitarla".
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