Fecha Detención : 14-09-1973
Comuna Detención : Santiago
Fecha Asesinato : 12-03-1974
Comuna Asesinato : Santiago
Partido Político :
Oficio o Profesión : General de Fuerza Aérea
Estado Civil e Hijos : Casado, 3 hijos
Nacionalidad : chilena
Relatos de Los Hechos
Fuente :(Corporacion)
Categoría : Antecedentes del Caso
Muerto. Santiago, Marzo de 1974.
Alberto Bachelet, General de Brigada Aérea, era casado, tenía tres hijos y 51 años de edad. Fue Secretario de la Dirección Nacional de Abastecimiento y Comercialización (Dinac). A la fecha de su detención se desempeñaba en la Dirección de Contabilidad de la Fuerza Aérea de Chile.
El día 12 de marzo de 1974 falleció en la Cárcel Pública de Santiago, a consecuencia de las torturas y malos tratos sufridos mientras estuvo detenido.
El 12 de marzo de 1974 murió el General de la Fuerza Aérea Alberto Arturo Miguel BACHELET MARTINEZ, quien fuera detenido por primera vez el mismo día 11 de septiembre de 1973 en su oficina del Ministerio de Defensa. Se le liberó en la noche de ese día, pero su casa fue allanada en los días posteriores y él fue detenido de nuevo el día 14. A partir de esa fecha estuvo en la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea y luego en el Hospital de la Fach.
Durante ese período fue objeto de torturas, las cuales le fueron infligidas por los que a la fecha eran sus subalternos. Se lo mantuvo encapuchado largo tiempo, fue golpeado y le enterraron objetos punzantes en las uñas. A mediados de octubre fue puesto bajo arresto domiciliario, volviendo a su hogar en malas condiciones físicas, con un agravamiento de dolencias coronarias que padecía desde hacía un tiempo y por las cuales, antes de estos hechos, se sometía a controles periódicos. El 18 de diciembre fue detenenido nuevamente y conducido a la Cárcel Pública, siendo procesado por un Consejo de Guerra (el llamado "Proceso FACH").
Durante ese período recibió nuevamente torturas y vejámenes. Falleció el día 12 de marzo de 1974 en su celda, a causa de un infarto cardíaco. Esta Comisión se ha formado la convicción moral de que el trato sufrido, que en sí mismo constituyó una violación de sus derechos humanos, no puede sino haber agravado la condición del General Bachelet, la que era conocida o no podía menos que ser conocida por sus captores. Por tanto declara que en su convicción Alberto Arturo Miguel Bachelet fue víctima de violación de sus derechos humanos causada por agentes estatales, por cuanto murió como consecuencia de los malos tratos y torturas sufridos por obra de sus captores.
Expresidenta Bachelet participó de la conmemoración de los 49 años de la muerte de su padre
Fuente :radio.uchile.cl 13/3/2023
Categoría : Prensa
La ceremonia se realizó durante la jornada de este domingo en el Cementerio General de Recoleta y duró cerca de una hora. Además, en la instancia la Exmandataria estuvo acompañada por sus hijas y su círculo cercano.
La expresidenta Michelle Bachelet participó en la conmemoración de los 49 años de la muerte de su padre, el exgeneral de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), Alberto Bachelet. La ceremonia se realizó durante la jornada de este domingo en el Cementerio General de Recoleta y duró cerca de una hora. Además, en la instancia la exmandataria estuvo acompañada por sus hijas y su círculo cercano.
En este contexto, la exjefa de Estado expresó que “pronto se cumplen 50 años del golpe de Estado, y creo que los dos grandes temas que deberíamos preocuparnos es cómo aseguramos y fortalecemos la democracia, porque sin democracia no hay derechos ni beneficios.
En el acto también recordó a su madre, Ángela Jeria, que falleció en el año 2020 “hemos traído las cenizas de mi madre y una foto de ella para que esté aquí, y cuando vengamos a ver a mi padre también la recordemos a ella”, señaló.
Y agregó que “me siento orgullosa de mi padre y de mi madre y les agradezco tanto como nos criaron, por los valores que nos entregaron. Ellos me enseñaron el compromiso con la patria, con los más necesitados. Y por eso estoy feliz que estén juntos aquí”.
Además, la exalta comisionada ONU para los Derechos Humanos, entregó su opinión respecto a lo que espera para el futuro del país y manifestó que “ojalá en el futuro podamos aprobar una Reforma Tributaria que permita que la gente tenga mejores pensiones y accesos a salud y educación y se refuercen los derechos humanos, porque sin democracia no hay derechos humanos”.
“Este año es clave para el país, para que nos aseguremos que Chile siga una vía democrática y el sacrificio de tantos y tantas realmente haya tenido sentido”. sentenció.
Alberto Bachelet Martínez fue general de la Fuerza Aérea y luego del golpe de Estado del 11 de septiembre fue detenido por sus propios camaradas de armas y sometido a torturas en la Academia de Guerra Aérea.
A sabiendas de la condición de salud y los problemas coronarios que padecía el alto oficial, era mantenido largas horas de pie, lo que fue perjudicando aún más su estado de salud. Al regreso a la Cárcel Pública de Santiago donde permanecía recluido, el 12 de marzo de 1974 sufrió un infarto causándole la muerte.
En 2011 se reabrieron varias causas por violaciones a los derechos humanos cometidas en dictadura y el ministro en visita Mario Carroza revisó la investigación por la muerte del general Bachelet. En el proceso se acusó a los exoficiales Ramón Cáceres Jorquera y Edgar Cevallos Jones, quienes aparecieron como responsables de aplicar torturas a unos 40 altos mandos de la FACh luego de la asonada militar.
En 2012 el Servicio Médico Legal determinó que Bachelet murió a causa de los tormentos aplicados por sus subalternos, lo que llevó a que Carroza, dos años después, a condenarlos a tres años y un día de prisión en el caso de Cáceres y a Cevallos a dos, penas que fueron elevadas a cuatro años de presidio efectivo por la Corte de Apelaciones y confirmada posteriormente por la Corte Suprema.
El general Alberto Bachelet falleció a los 51 años de edad.
Militares traicionando y asesinando a militares
Fuente :werkenrojo.cl, 30 de Septiembre 2020
Categoría : Prensa
Pese a la voluminosa documentación existente, aún hay personas en Chile que ponen en tela de juicio la calidad de asesinos, torturadores, traidores, ladrones y psicópatas que caracterizó a gran parte de la oficialidad de las fuerzas armadas el año 1973.
Puede parecer casi el argumento de una mala película, pero se trata de hechos reales, comprobado incluso por la misma justicia militar. En la tarde del día martes 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet ordenó la detención, interrogatorio y encarcelamiento de su amigo, el coronel Gustavo Cantuarias, a la sazón comandante de la Escuela de Alta Montaña de Río Blanco, ubicada en plena ruta cordillerana hacia el Paso Los Libertadores.
¿Razones y motivos de tan intempestiva orden? Miedo y cobardía…solamente eso, pues Cantuarias fue quien cobijó en la Escuela de Alta Montaña, desde el día lunes 10 de ese fatídico mes, a la esposa e hijos del general dictador, quien los envió hasta aquel regimiento porque sabía que ante cualquier fracaso en el golpe de estado ellos estarían resguardados por militares que los conducirían rápidamente a territorio argentino.
Si alguien en nuestro país aun duda de la calidad de traidor y cobarde que siempre distinguió a Pinochet, este hecho debería servirle como prueba de irrefutable verdad. El tirano fue permanentemente un mentiroso, cobarde y traidor. Primero engañó y luego ordenó asesinar a quien se había jugado carrera y prestigio por ayudarle, cual es el caso del general Carlos Prats.
Durante las semanas posteriores al 11 de septiembre de 1973, la represión se inició con la purga tanto entre los militares como entre los militantes de partidos de izquierda. El general Augusto Lutz, nombrado Director del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) por el general Carlos Prats a comienzos de 1973, recibió cientos de peticiones de familiares de desaparecidos, algunas de ellas por parte de la Iglesia Católica a través del Cardenal Raúl Silva Henríquez, pero su servicio, en la mayoría de los casos, no estaba informado pues había surgido ya la temida DINA dirigida por el coronel Manuel Contreras, ascendido posteriormente a general, el que -como reconoció el propio general Lutz más tarde-, despachaba directamente las órdenes de fusilamientos y desapariciones con Pinochet en su automóvil de servicio.
Al finalizar el año 1973, los generales Lutz y Bonilla (Oscar) habían chocado frontalmente con el coronel Contreras, jefe de DINA, por el trato dispensado a los prisioneros en Tejas Verdes. Ello les costaría finalmente la vida a los dos generales.
Poco antes de morir, el general Augusto Lutz enfrentó a Pinochet en una reunión del cuerpo de generales. Su hija Patricia sostiene que allí firmó su sentencia de muerte. Lutz ingresó al salón con una grabadora escondida en su guerrera. Junto al general Óscar Bonilla enrostraron a Pinochet los delitos de la DINA dirigida por Manuel Contreras, personaje que acechaba a sus detractores. Los gritos de la reunión quedaron registrados en la cinta que después Lutz escuchó a solas encerrado en su casa, espiado a través de la puerta del salón por su hija Patricia (quien hoy es periodista y escritora), la que sospechó que algo grave inquietaba esa tarde a su padre.
“”¡Señores, la DINA soy yo! gritó Pinochet golpeando la mesa. ¿Alguien más quiere pedir la palabra?””
¡Hijo de puta! escuchó Patricia refunfuñar a su padre dentro del salón, según relata en su libro ‘Años de viento sucio’. Cuatro meses después, el 3 de marzo de 1975, Bonilla también murió, en este caso se trató de un sospechoso accidente de helicóptero.
En el mes de noviembre de 1974, el general Lutz asistió a un cóctel de bienvenida a Pinochet y a sus huestes en Punta Arenas. Ahí ejercía como intendente, cargo al que fue relegado luego que manifestara, junto a otros generales, sus desavenencias con el régimen. Bastó comer una de las exquisiteces que se ofrecían a los comensales para que el uniformado se doblara en dos.
El primer diagnóstico fue várices en el esófago, enfermedad asociada a los hábitos alcohólicos. Pero el general Lutz no bebía. Desde ahí una seguidilla de “errores” derivó en múltiples operaciones que lo agravaron. En sólo una semana, una septicemia terminó con su vida el 28 de noviembre de 1974. Un papel escrito de puño y letra del moribundo militar en su camilla, terminó por convencer a su hija de que estaban asesinándolo. “¡Sáquenme de aquí!”, escribió poco antes de morir.
LA MATANZA INTERNA SUMA Y SIGUE
Cada mes moría un general, un coronel o un alto oficial, siempre en extrañas circunstancias. En marzo de 1974 había fallecido en la cárcel pública el general de la Fuerza Aéreas, Alberto Bachelet, padre de la expresidenta de Chile, como consecuencia de las torturas y golpizas sufridas durante los continuos interrogatorios
En septiembre de 1974 muere asesinado el general Carlos Prats en Buenos Aires junto a su esposa, Sofía Cuthbert, producto de una bomba puesta en su propio coche, y a quien la Junta militar había enviado al exilio por ‘razones de seguridad’. Se supo posteriormente que fue víctima de la DINA quien cumplió instrucciones precisas del propio Pinochet.
Tal como ya lo comentamos, en noviembre de 1974 murió asesinado (envenenado) el general Augusto Lutz, el que como ex-director del SIM había hecho averiguaciones sobre la muerte del general Prats, y junto con Oscar Bonilla y otros altos oficiales intentó impedir una acumulación de poderes por parte de Pinochet como Jefe Supremo de la Nación y Comandante en Jefe del Ejército.
En esta época se produce también el asesinato del Mayor Mario Lavanderos, crimen ordenado por el siniestro equipo de la DINA una vez que los golpistas decidieron “poner ejemplos imborrables” que sirvieran de enseñanza a todas las ramas de las fuerzas armadas. El mayor Lavanderos, a cargo de una sección del Estadio Nacional cuando este recinto fue utilizado en calidad de campo de concentración, decidió entregar al entonces embajador de Suecia en Chile, Harald Edelstam, un grupo de 54 ciudadanos uruguayos que se encontraban detenidos en ese campo deportivo.
Dos días después, el oficial Lavanderos murió en el Hospital Militar producto de una herida de bala fáceo-craneana. En su momento se informó que se trataba de un suicidio, sin embargo, el peritaje realizado luego por orden de un fiscal del mismo ejército (causa rol 500 -73) determinó que la teoría del suicidio era un imposible, ya que no se encontró rastros de pólvora en las manos de Lavanderos y, además, se constató que “el arma fue limpiada después de efectuado el disparo mortal”.
Y no debe quedar en el tintero la muerte del capitán Osvaldo Heider Goycolea, a quien habían trasladado a Talca desde el regimiento Maipo de Valparaíso. En la ciudad de la región del Maule fue “suicidado” por Mamo Contreras y sus asesinos debido a que el capitán se opuso a entregarles un grupo de prisioneros (los cuales salvaron sus vidas gracias a ese acto).
EL ‘CASO’ BONILLA, CASO EMBLEMÁTICO
Nadie puede dudar que el general Oscar Bonilla Bradanovic fue uno de los primeros oficiales del ejército en proponer internamente -en su institución armada- un golpe de estado militar para derribar el gobierno constitucional de Salvador Allende. Junto al inefable general asesino Sergio Arellano Stark (cabecilla de la ‘Caravana de la Muerte’), Bonilla había tenido en el ejército una actitud ‘complotadora y golpista’ permanente, desde el año 1971.
Fue uno de los principales cabecillas de la conspiración, y demostró su fuerza y poder el día 23 de agosto de 1973 cuando Pinochet -recién nombrado comandante en jefe por el Presidente Allende- solicitó a todos los generales entregar la renuncia a sus cargos. Bonilla y Arellano Stark, se negaron…pues ambos tenían férreos contactos con el ex presidente Eduardo Frei Montalva y con los sectores más reaccionarios del Partido Demócrata Cristiano, en ese tiempo severo adversario de la Unidad Popular.
Para confirmar la relevancia de este general en ese momento, hay que recordar que fue el primer Ministro del Interior que tuvo el gobierno militar. Sin embargo, pocos meses más tarde debió asumir como Ministro de Defensa, cartera que, como es fácil deducir, carece absolutamente de importancia y significación en un régimen tiránico militar, pues todo el poder de fuego y de movilización de unidades militares está concentrado en manos de la Comandancia en jefe y no en la burocracia de un ministerio.
En un primer momento del gobierno militar, Bonilla se convirtió ‘en el rostro amable’ de la dictadura. El diario norteamericano The New York Times lo definió como “el líder de los liberales al interior de la Junta Militar” pues visitaba poblaciones, campamentos, ex centros de reforma agraria, caletas de pescadores, etc., prometiendo a decenas de angustiadas madres averiguar el paradero de sus hijos detenidos por fuerzas militares.
Por cierto, nunca cumplió tales promesas, ya que -peor aún- el mismo día 16 de septiembre de 1973, cuando se reunió en su calidad de Ministro del Interior con los corresponsales de prensa extranjeros asegurándoles que “se investigarán todas y cada una de las denuncias de torturas y malos tratos a los prisioneros”, 53 personas eran ejecutadas fríamente, sin ser llevadas a juicio ante ningún tribunal, y sus cuerpos fueron posteriormente enterrados en fosas comunes en el Cementerio General de Santiago.
Sin embargo, Bonilla había chocado ya con el poderoso coronel Manuel Contreras y con la DINA luego de una visita efectuada al regimiento de Tejas Verdes; allí descubrió en los sótanos de esa unidad militar a decenas de prisioneros salvajemente torturados, sangrando y hambrientos, sin que ningún oficial a cargo le hubiese podido entregar razones de peso para tales actos.
Discutió agria y duramente con el coronel Contreras, a quien le exigió entregar un informe oficial -por escrito- respecto de los graves asuntos detectados en Tejas Verdes. Contreras, indignado y dispuesto a todo, se reunió urgentemente con Pinochet para darle a conocer lo que Bonilla estaba realizando.
La suerte definitiva del general Oscar Bonilla se fraguó el día 24 de junio de 1974, en el edificio Diego Portales. Allí tuvo la malhadada idea de plantearle a Pinochet sus reservas y molestia con respecto al coronel Contreras, a Tejas Verdes y a la DINA, asuntos que le sirvieron para criticar también el rumbo que estaba tomando el régimen, pues se explayó hablando de la disidencia que comenzaba a gestarse en algunos círculos castrenses respecto del ideario original del “pronunciamiento militar”. Conocida es la frase explicitada por este general luego de haberse enfrascado en duras reuniones con Pinochet: “ahora el mundo dirá que somos fascistas, y que no somos nacionalistas”.
Meses más tarde, el día 03 de marzo de 1975, en un extraño y nunca aclarado (técnicamente) accidente aéreo en las proximidades de San Fernando, cuando Bonilla abandonaba el fundo Santa Lucía de Romeral, su helicóptero capotó a los pocos minutos después de haber tomado altura y tanto el general como seis de sus acompañantes fallecieron en el lugar.
Para aumentar las dudas y las suposiciones de un crimen por órdenes superiores, la empresa francesa que había vendido al ejército una partida de esos helicópteros envió a Chile a dos de sus técnicos para investigar las posibles fallas mecánicas experimentadas por el aparato en el que pereció Bonilla. Extraña y coincidentemente, mientras realizaban los primeros pasos de la investigación a bordo de un helicóptero similar al que había usado Bonilla, ambos técnicos fallecieron en un accidente de características casi idénticas al que le costó la vida al general.
En el año 1977, de los los 24 generales que habían participado en el golpe de estado junto a Pinochet, sólo 5 quedaban en servicio activo. Varios habían fallecido en extrañas circunstancias y otros habían sido llamados a retiro.
¿Alguien aun duda de la característica de criminales que distinguió a muchos oficiales de las FFAA que participaron en el inconstitucional golpe de estado de 1973, algunos de los cuales han sido ‘privilegiados’ con bien pagados cargos públicos por parte del duopolio?
Los fríos hechos son el mejor testimonio.
Elogio conmemorativo al masón Alberto Bachelet Martínez
Fuente :sebastian-jans.blogspot.com 9/5/2020
Categoría : Prensa
(Discurso del 12 de marzo de 2020 en el Cementerio General)
Me resultaría imposible en esta jornada de recuerdo, conmemoración y homenaje, no hablar de Alberto Bachelet Martínez, el general que murió sobre el terreno inhóspito de la injusticia, sino desde su condición de masón. Porque, desde mis tiempos de aprendiz del Arte Real, que su recurrencia va y viene, en los pasadizos ilimitados de la memoria, con las preguntas que solo la certeza moral puede responder, porque nada puede ser más amargo y desolador que el silencio frente al pasado que nos deshereda.
La reclamación de la postura que se yergue desde la decencia, infiere al pasado, desde donde venimos, para mirar el futuro, como Jano, para establecer la justicia y la sabiduría lo que demandamos frente a ambigüedad de la impostura y la opacidad de la incoherencia.
Nada frustra más las convicciones que la renuncia a la congruencia. Más aún cuando ella se cubrió con el manto del artero soslayo a la palabra empeñada, bajo juramentos y adhesión a principios tan caros para la condición humana.
Compungidos, los hijos de una doctrina sublime, ante los fallos y evasiones a nuestras más recias afirmaciones, nos hacemos cargo de los yerros de algunos que nos precedieron, y, a cambio, tomamos el heraldo de las mejores expresiones, del hacer y del saber, y las hacemos enseñanza en la revelación de la dignidad corporizada en el ejemplo. Allí, en este hombre revelado, está el buen Maestro, el que enseña, el que eroga a la virtud, el que tributa a la decencia.
Es a ese Maestro al que brindamos el elogio en toda circunstancia.
Fue, sin duda, Alberto Bachelet Martínez un ilustre masón, un buscador de la verdad, con una notable capacidad de estudio y un bagaje cultural, propio de aquel que quiere conocer y formarse un verdadero juicio crítico.
A través de su paso por la Francmasonería, no solo cumplió con dedicación los deberes propios de sus tres Grados iniciáticos, sino que construyó su opinión crítica y modeló sus decisiones con la doctrina masónica, a la cual fue leal y firmemente adscrito en cada una de las etapas de su vida pública y militar.
Inició su vida masónica en Temuco, en 1945. Luego, la continuó en logias de Puerto Montt, La Cisterna y Valparaíso. Desde 1961 en adelante, se vincula definitivamente a la Masonería de Santiago, a través de la Logia Renacimiento, donde permanece por 7 años, y en la cual alcanzaría el más alto cargo posible en una logia: Venerable Maestro, que equivale a la presidencia de un taller masónico.
En enero de 1968, nuestro Querido Hermano Alberto Bachelet Martínez, firmará el acta fundacional de una nueva logia en Santiago, y la primera en el sector oriente de la ciudad, que comenzaba a tener un creciente desarrollo inmobiliario en la entonces comuna de Las Condes: la logia tomó por nombre “La Cantera”. Pronto tomó el cargo de Tesorero, y en la elección de oficiales de diciembre de 1970, asumió como Orador, esto es de encargado del cumplimiento de la ley masónica en la logia.
A fines de 1971, fue elegido para ejercer el cargo de Primer Vigilante, que ejerce labores de conducción docente de los estudios masónicos, para el periodo 1972- 1973. Esta responsabilidad debió declinarla a mediados de 1972, debido a la complejidad de las demandantes tareas que el Gobierno del Presidente Allende le encomendara para garantizar el abastecimiento alimentario, en medio del boicot que realizaban opositores con apoyo de un poder extranjero.
Los registros de su participación en los debates masónicos de aquella logia, desde que se fundara hasta 1972, fueron recogidos en el libro titulado “Investigación sobre el Masón Alberto Bachelet Martínez, en la Respetable Logia “La Cantera” N° 130 del Valles de Las Condes”, publicada internamente por un destacado miembro de esa Logia en 2003.
A través de las actas históricas, es posible conocer el pensamiento del Querido Hermano Alberto Bachelet, donde debate sobre temas filosóficos, masónicos, culturales, sociológicos, históricos, religiosos, etc., y siempre lo hace con una fundada argumentación, fruto de una persistente voluntad de estudio y una esmerada reflexión.
Así, en octubre de 1969, por ejemplo, debate sobre la doctrina de Theillard de Chardin, en torno al origen humano como consecuencia de la acción de un ser omnipotente, donde nuestro recordado Hermano recomienda leer al filósofo Desiderio Papp, y sus aportes sobre la metafísica y el empirismo.
Su reflexión continúa algunas semanas al presentar un trabajo al debate, sobre la Causa Primera, donde hace una exploración de las grandes preguntas sobre el origen de la vida y del universo. Allí reflexiona sobre la Teoría de la Relatividad, el espacio-tiempo, y el campo unificado, adscribiendo a la idea de un universo en expansión. En aquella oportunidad expresa que la ciencia no se inventa, y que ella es la que permite avanzar paso a paso hacia la comprensión del origen de la vida y de sus consecuencias.
Al final de ese año, presenta en dos reuniones de trabajo un sólido estudio sobre “La realidad Latinoamericana”, donde hace un descarnado análisis de la realidad de la región, analizando el rol de Estados Unidos, y el subdesarrollo crónico que se manifestaba en los países de Centro y Sudamérica. Allí hace un análisis del rol de ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio) y del Mercado Común Centro Americano, así como de los avances del Pacto Andino, haciendo alcances sobre la reunión de Punta del Este de 1967 y Reunión de Cartagena, que ocurriera meses antes. Se muestra critico del provincialismo de los países de la región y los factores que coartan mayores avances, entre ellos los determinados por intereses económicos que califica de reaccionarios. Asevera que la integración es fundamental para liberar a los países del colonialismo en que viven, especialmente económico.
En debates de abril de 1970, en tanto, nuestro Querido Hermano Bachelet define el rol de la Orden, donde defiende la doctrina y principios masónicos, y que la virtud masónica reside en la capacidad de adaptarse al tiempo secular, y defiende la idea de una masonería específicamente chilena.
Este pensamiento lo continúa desarrollando en mayo, con motivo de la Fiesta del Trabajo, donde propugna que la Masonería es una institución universal, fundamentalmente filosófica, dedicada a trabajar por el advenimiento de la justicia, de la solidaridad y de la paz en la Humanidad. Expresa con claridad que la Orden Masónica insta a trabajar por grandes principios humanísticos de convivencia social.
A mediados de 1971, hace una exhaustiva exposición sobre las grandes religiones en el mundo, y, poco después, en que se trata el tema de “La juventud frente al Servicio Militar”, señala que las Fuerzas Armadas están integradas por el pueblo mismo y en ellas descansa la vida constitucional del país.
Sus responsabilidades masónicas hacia 1972, se vieron condicionadas a las funciones públicas que el Gobierno de la República le encargara, tal como ocurrió con otros miembros de la Fuerzas Armadas, algunos ocupando roles de Ministros de Estado, en medio de la crisis que el país fue escalando, como consecuencia de la polarización política.
Cuando aquellas responsabilidades cesan, regresa a sus tareas esencialmente institucionales.
Sabemos lo que ocurrió en nuestro país, por factores interno y externos. Ello llevaría al QH Bachelet a ser tratado como preso político, sin garantías ni derechos, siendo sometidos a torturas que le provocarían la muerte.
Previo a ello, merced a recursos reglamentarios de uso común, incompatibles para casos excepcionales como el que el Querido Hermano Bachelet estaba viviendo, en su logia se le emitió carta de retiro obligatorio, el 18 de noviembre de 1973. Es ese un procedimiento administrativo, que no implica la pérdida de la calidad masónica, y que se aplica de manera corriente, y que puede ser subsanado regularizando los motivos.
Ciertamente, aún en su carácter administrativo, aquella decisión quedó sometida ante la historia al reproche moral, dado que no era por causas de desaprensión los incumplimientos a sus deberes masónicos, sino por estar privado de libertad y sometido a privaciones económicas, producto de las acusaciones que se le imputaban, que carecieron de todo fundamento.
Sin embargo, por motivos fundados en prácticas anti-fraternales, hubo interés de algunos miembros de su Logia, para acusarlo de conductas contrarias a las obligaciones que todo masón tiene con su patria y con la ley. Constituido el tribunal masónico para abrir proceso, este resolvió suspender el procedimiento, mientras el acusado no estuviera presente para defenderse de tales imputaciones.
De este modo, la dolorosa muerte del Querido Hermano Bachelet, es la muerte de un masón, a carta cabal, a pesar de que muchas veces se ha dicho, desde la ignorancia, que murió en condición de profanidad, es decir, luego de perder la calidad masónica.
En esa condición de masón, la Gran Logia de Chile le confiere el 14 de octubre de 2013, por decreto N°95 de ese año, la Calidad de Miembro Honorario, el más alto honor que la dirección superior de la Francmasonería Chilena puede conferir a un masón.
Hoy, una obra pictórica lo retrata con su uniforme de general de la Fuerza Aérea de Chile, la que se encuentra junto a las oficinas de la Gran Maestría, en el tercer piso de la sede central de la Masonería. Ese mismo espacio contiene el retrato de otro destacado masón, que vistiera uniforme de la aviación militar, el Comodoro Arturo Merino Benítez. También está el retrato del General Ramón Freire, masón del proceso emancipatorio. Contiguo a ese espacio, se encuentran los masones O´Higgins y Carrera.
En aquellos espacios de nuestras oficinas, dejamos presente el legado de aquellos hombres de armas, que, a partir de sus virtudes masónicas, dieron forma a los ideales de patriotismo, republicanismo y sentido de progreso, en bien del futuro.
Cada uno de ellos sufrió las consecuencias de su tiempo y de un revanchismo político exacerbado, pero, la Patria y la historia los honra y exalta sus virtudes para ejemplo de los patriotas que vendrán.
Uno de los dos coroneles (r) de la Fach que torturaron al general Bachelet irá a la cárcel: serán tres años
Fuente :SoyChile.cl 20 de Noviembre 2014
Categoría : Prensa
El juez Mario Carroza firmó esta mañana la condena de los coroneles (r) de la Fuerza Aérea de Chile (Fach) Ramón Cáceres Jorquera, tres años y un día, y de Edgard Ceballos Johns, dos años y un día de cárcel efectiva, como autores de las torturas al fallecido general Alberto Bachelet, papá de la Presidenta de la República.
Sólo el primero de los oficiales (Cáceres Jorquera) cumplirá su pena en la cárcel, porque Ceballos Johns los cumplirá en libertad debido a su delicado estado de salud mental producto de un accidente vascular, según radio Bío Bío.
El Servicio Médico Legal (SML) confirmó que los apremios ilegítimos a los que fue sometido le provocaron un paro cardiaco que terminó con la vida del alto oficial.
El general Bachelet fue detenido en 1974 y quedo preso en la ex Cárcel Pública de Santiago, desde donde era trasladado a la Academia de Guerra para ser torturado. Asimismo, fue demandado por traición a la patria por oponerse al golpe de Estado, acción judicial que será defendida por la Corte Suprema ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde está la causa apelada por los abogados de la familia Bachelet, quien es querellante en la causa que instruyó el juez Carroza.
Por esta causa declaró como testigo el ex comandante en jefe de la Fach Fernando Matthei -padre de la ex contendora presidencial de Bachelet Evelyn Matthei- por ser director de la Academia de Guerra en el período donde se torturó a Bachelet. Ángela Jeria, esposa del fallecido general, exculpó a Matthei de la muerte de su marido.
Bachelet inauguró el memorial de DD.DD y ejecutados políticos de la Anef, donde figura su padre
Fuente :soychile.cl 8/9/2014
Categoría : Prensa
El general Alberto Bachelet murió tras las torturas de ex camaradas. A la ceremonia asistieron la ministra Javiera Blanco, la viuda de Víctor Jara Joan Turner, los diputados Tucapel Jiménez, Teillier, Carmona, Gutiérrez y Fernández, entre otros.
Con un traje burdeo y un pañuelo negro enrollado al cuello, la Presidenta Michelle Bachelet llegó hoy a la sede de la Anef para inaugurar el memorial de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales. En él figura su padre, el general de la FACH Alberto Bachelet.
La actividad es una de las actividades que tendrá la Mandataria en el marco de la conmemoración del golpe de Estado de septiembre de 1973. A ella asistieron, además, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco; la viuda de Víctor Jara, Joan Turner; los diputados Guillermo Teillier, Lautaro Carmona, Hugo Gutiérrez, Maya Fernández (PC); la presidenta de la AFDD, Lorena Pizarro, y la presidenta de la CUT. Bárbara Figueroa, entre otros.
El memorial consiste en una placa de bronce que llevará el nombre de 380 funcionarios públicos víctimas de la dictadura. La lista se elaboró sobre la base del informe de la Comisión Presidencial Asesora para la Calificación de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos y Víctimas de la Prisión Política y Tortura que entregó el Ministerio del Interior.
El general Bachelet fue detenido y torturado por sus camaradas, lo que le provocó luego un paro cardiorrespiratorio que terminó con su vida. Su caso es actualmente investigado por la justicia.
Juicio a los torturadores del general Bachelet
Fuente :Pagina 12, 4 de julio de 2014
Categoría : Prensa
El general aeronáutico Alberto Bachelet, padre de la presidenta chilena, se había opuesto al golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Por eso fue detenido y sometido a torturas que le causaron la muerte por un ataque cardíaco en marzo de 1974.
La Justicia chilena investigará a ex integrantes de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) que torturaron a varios miembros de esa institución tras el golpe militar de 1973. Entre las personas vejadas se encuentra Alberto Bachelet, padre de la presidenta Michelle Bachelet. Así lo decidió Mónica Maldonado, fiscal de la Corte Suprema de Justicia, luego de admitir las recomendaciones en ese sentido entregadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Maldonado envió los antecedentes que constan en el expediente judicial a su homóloga de la Corte de Apelaciones de Santiago, Clara Carrasco, quien remitió esa información, en calidad de denuncia, al ministro del tribunal de alzada a cargo de las causas de derechos humanos, Mario Carroza, para que inicie la investigación, informó el portal chileno The Clinic On Line.
La indagatoria comenzará por examinar la actitud de tres ex uniformados: Omar Maldonado, Alvaro Yáñez e Iván Rojas, y también se reabrirán causas que estaban sobreseídas respecto de las torturas que recibieron los otros tres oficiales que acompañaban al general Bachelet: Ernesto Galaz, Jaime Donoso y Víctor Adriazola. Esta investigación se inicia trece años después de que un grupo de doce ex oficiales de la fuerza aérea de Chile recurrieran a la Corte Suprema con el fin de anular el proceso 1-73 por sedición y traición a la patria que había iniciado en su contra la justicia militar luego del golpe militar de Augusto Pinochet, que tuvo lugar en septiembre de 1973.
A fines del año 2002, la Justicia chilena rechazó una presentación en la cual los ex oficiales pedían ser separados de la acusación. El argumento del Ministerio Público trasandino para sostener esa medida fue que no era posible anular el proceso 1-73, ya que la Justicia civil no contaba con competencia para revertir casos que se habían formado bajo el fuero militar. Con el rechazo de la Corte Suprema chilena, los ex oficiales decidieron apelar a una instancia superior. De ese modo, recurrieron a la CIDH, donde presentaron una denuncia por falta de justicia en Chile sobre estos casos. Y aunque el organismo demoró en resolver la presentación, sus recientes recomendaciones dejaron mal parada a la judicatura chilena, en particular en lo referente al llamado “Examen Periódico Universal” ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que se realizó en Ginebra, Suiza, el pasado mes de enero.
En el marco de esta investigación también se analizó la participación del general en retiro Fernando Matthei –padre de la ex candidata a la presidencia por la alianza de la derecha chilena Evelyn Matthei–, quien fue absuelto en dos instancias. En ambas oportunidades la Justicia consideró que los antecedentes expuestos por la parte querellante no eran suficientes para juzgar a Matthei, ya que no estaba acreditada la existencia del delito y no había presunciones fundadas para estimar que el jubilado militar hubiera tenido participación en algún ilícito.
Entre 1973 y 1974, el general en retiro Fernando Matthei era el director de la Academia de Guerra Aérea (AGA), en cuya sede el también general aeronáutico Alberto Bachelet, que se opuso al golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, fue detenido y sometido a torturas que le causaron la muerte por un ataque cardíaco el 12 de marzo de 1974.
Matthei, ex integrante de la junta militar durante la dictadura, fue careado tiempo atrás con tres ex prisioneros que fueron torturados en la AGA mientras el general era su director. La diligencia fue ordenada por el juez Carroza. El padre de la ex ministra de Trabajo Evelyn Ma-tthei fue confrontado con el capitán Jaime Donoso y el suboficial Mario González Riffo, ambos de la fuerza aérea en situación de retiro, quienes se opusieron al golpe de Estado en Chile. También fue careado con la ex prisionera política Carmen Gloria Díaz.
El general retirado negó haber tenido conocimiento de las torturas que se infligían en el subterráneo de la Academia de Guerra. El abogado Jorge Balmaceda, letrado de Matthei, argumentó que no participó “ni en calidad de cómplice ni encubridor” en los maltratos al padre de Bachelet y a otros uniformados. La ex prisionera Carmen Gloria Díaz manifestó que ella vio a Matthei en los pasillos de la AGA y que estaba a cargo de todo lo que ocurría en ese lugar. “Yo estaba detenida en los pasillos y él pasaba”, dijo la mujer.
Una historia de padres y fantasmas
Fuente :Pagina 12 10 de Noviembre 2013
Categoría : Prensa
El general Fernando Matthei, otrora comandante en jefe de la fuerza aérea chilena, habrá de despertarse el domingo 17 de noviembre anticipando un día excepcional, donde tendrá la oportunidad única de votar por su propia hija Evelyn como candidata a la presidencia, un día en que espera que no le ronden resquemores y fantasmas.
Falta que le hace a Evelyn Matthei, que representa la alianza derechista que actualmente gobierna Chile, el sufragio de su padre, ya que no sólo parece asegurada su contundente derrota a manos de la ex presidenta Michelle Bachelet, un resultado desdoroso que puede suscitar una crisis letal en la derecha chilena.
Me pregunto qué va a sentir el general Matthei cuando vea en la papeleta electoral el apellido Bachelet junto al suyo. ¿Recordará que hay un chileno, un íntimo amigo suyo, camarada de toda la vida, un general de Aviación que no podrá emitir su voto en estas elecciones? ¿Pensará Fernando Matthei en Alberto Bachelet, padre de Michelle, que no tendrá jamás la posibilidad de votar por su hija, puesto que en marzo de 1974 el general Bachelet murió de un paro cardíaco inducido por las torturas a las que fue sometido durante seis meses por sus propios colegas militares?
Unicamente por haber sido colaborador del presidente Salvador Allende y mantenerse leal a su causa y su palabra.
Fernando Matthei era agregado aéreo en Londres para el golpe del 11 de septiembre de 1973 y nada pudo hacer para ayudar a su compadre del alma. Su inacción ya es injustificable cuando vuelve a Santiago en enero de 1974 y es nombrado director de la Academia de Guerra de la Aviación, el lugar donde precisamente estaba detenido y fallecería dos meses más tarde el hombre al que su hija Evelyn conocía como el Tío Beto. Aunque en varios procesos posteriores la Justicia chilena determinó que al entonces coronel Ma-tthei no le cabía culpa penal en la muerte del general Alberto Bachelet –debido a que los subterráneos donde apremiaban a su compañero de armas estaban fuera de límites para todo personal que no perteneciera a la fiscalía militar–, otra cosa es la responsabilidad moral. La que, según el mismo Fernando Matthei, todavía le pesa y avergüenza, según confiesa en un libro del 2003: “Primó la prudencia”, dice, “por sobre el coraje”.
Ni el más delirante novelista –y me cuento con orgullo como uno de ellos– podría haber imaginado una historia más inusitada, de dos amigos con destinos tan contrarios. Uno que muere por haber tenido el coraje, pero tal vez no la prudencia, de aceptar, con rango ministerial, un puesto en el gobierno de Salvador Allende. Y el otro que vive con excesiva prudencia y sin coraje para convertirse por dos años en el ministro de Salud de Pinochet y enseguida, durante trece años, integrante de la Junta. La hija de Alberto que llegaría a ser ministro de Salud y después de Defensa en el gobierno de centro-izquierda de Ricardo Lagos y la hija de Fernando que fue senadora y después ministro del Trabajo en el gobierno conservador de Sebastián Piñera. La socialista que fue presidenta de Chile y la derechista que aspira a serlo.
Aunque a estas alturas a lo que de veras aspira es obtener una votación que le permita ocupar por lo menos un honroso segundo lugar en las urnas.
Y es aquí donde la historia de Chile nos ofrece otra sorpresa. Puesto que el general Matthei reconocerá en la papeleta con los aspirantes a la presidencia el apellido de otro candidato cuyo padre tampoco podrá votar en estas elecciones porque fue ultimado por la dictadura.
Se trata de Marco Enríquez, hijo de Miguel Enríquez, líder del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), abatido por la policía secreta en una calle de Santiago el 5 de octubre de 1974. Dejando tras sí a un hijo de un año y medio de edad, que ahora, casi cuarenta años más tarde, le está pisando los talones a Evelyn Matthei. Si Marco puede, en efecto, repetir el 20 por ciento de los votos que consiguió con su candidatura a la presidencia en las elecciones del 2009, logrará desplazar a la hija del general Matthei, para enfrentar a Michelle Bachelet en una posible segunda vuelta, permitiendo que el pueblo de Chile eligiera entre dos candidatos progresistas.
De todos los protagonistas de esta historia, ha sido Miguel al que más conocí. Mi mujer Angélica y yo fuimos amigos suyos, hasta el punto de que, pese a que no estábamos de acuerdo con la vía armada que proponía el MIR, arriesgamos todo para darle amparo en nuestra pequeña casa a él y a otros dirigentes de su partido en 1970, cuando entraron a la clandestinidad durante el gobierno de Frei padre para provocar en Chile una rebelión al estilo de Cuba, una tesis que nunca dejaron de esgrimir, aun durante los tres años del gobierno Allendista.
¿Qué diría Miguel si viera hoy a su hijo defendiendo la necesidad de transformar a Chile por medios pacíficos, si contemplara a su hijo desechando la violencia en que creía con fervor?
Tantos otros revolucionarios latinoamericanos sobrevivieron la represión de las dictaduras y llegaron a entender que la democracia, lejos de ser la camisa de fuerza de los pueblos, es condición esencial de todo cambio profundo, toda justicia duradera. Espero que así hubiera también evolucionado Miguel, que fue tan imprudente en sus ideas y acciones y a la vez tan pleno de coraje en su vida, tan animado por una sed de liberación humana que todavía me emociona.
Me hubiera gustado abrir esa discusión con Miguel. Me hubiera gustado preguntarle si se arrepiente de los errores que cometió durante los años en que Allende fue presidente, cuando el MIR (junto a elementos extremos y díscolos dentro de la Unidad Popular) desestabilizaron al gobierno popular con sus tomas irresponsables de fábricas y terrenos y predios agrícolas, y aceleraron el golpe con su retórica de una revolución armada inminente que nunca se materializó.
Pero, claro, es una conversación que nunca tendremos.
Si hay una insinuación de justicia divina en la derrota que Evelyn va a sufrir incontestablemente a manos de Michelle, un hecho maravillosamente simbólico que la hija de Alberto triunfe sobre la hija del hombre que abandonó a su padre, ¿no sería más que divino y justo que el hijo del guerrillero e insurrecto Miguel Enríquez dejara fuera de juego a la candidata del Pinochetismo? Que el hijo de una de las víctimas le ganara a la hija de uno de los cómplices de esa política de exterminio sería una muestra definitiva de que Chile le ha dado para siempre la espalda al legado de Pinochet.
Pero queda en este cuento inverosímil de fantasmas y padres y linajes, todavía una vuelta más de la tuerca histórica.
Puesto que fue el mismo aborrecible general Matthei el que facilitó que hubieran hoy en Chile elecciones libres, que su propia hija y la hija de su compañero Alberto y el hijo de su enemigo Miguel, pudieran disputar la presidencia, y que fuera el pueblo de Chile, y no sus fuerzas armadas, el que decidiera el porvenir.
Fue para el plebiscito de 1988. Cuando Pinochet quiso desconocer su derrota y fomentar un auto-golpe que lo mantuviera indefinidamente en el poder, fue el general Matthei quien impidió tal maniobra, concediendo públicamente la victoria del “No”, abriendo paso al retorno de la democracia.
Yo quisiera creer que Fernando Ma-tthei, esa noche de octubre de 1988, estaba pagando una deuda con su viejo amigo Alberto, mostrando ante Pinochet la valentía que no mostró catorce años antes cuando ni siquiera fue a visitar ni menos a consolar a un camarada al que estaban torturando a escasos metros de su propia oficina en la Academia de Guerra.
Es una deuda, sin embargo, que no está enteramente saldada. Le queda al general Matthei, a los 88 años de edad, todavía otro gesto de redención con que pudiera señalar silenciosamente su verdadero arrepentimiento, conseguir que los fantasmas finalmente lo dejen en paz.
Sería un gesto simple, aunque arriesgado.
Sólo bastaría que el general, cuando entre al recinto electoral este próximo 17 de noviembre y recorra la lista de los candidatos, sólo bastaría que el general Fernando Matthei decida en forma clara y tajante y deliberada hacer una pequeña marca al lado del nombre de Michelle Bachelet, bastaría solamente entonces que él, su Tío Fernando, vote por ella, puesto que es desafortunadamente imposible que lo haga ahora y siempre su papá.
Juez reabre investigación por muerte del padre de Michelle Bachelet
Fuente :elmostrador.cl, 1 de Junio 2013
Categoría : Prensa
Así lo informaron hoy fuentes judiciales, que precisaron que la reapertura de la investigación la decidió el magistrado para carear a antiguos reclutas encargados de la custodia de prisioneros en la Academia de Guerra Aérea (AGA) con el entonces director del establecimiento, Fernando Matthei.
El juez Mario Carroza reabrió este martes la investigación por la muerte del general de aviación Alberto Bachelet, padre de la ex presidenta Michelle Bachelet, fallecido en la cárcel, en marzo de 1974, tras haberse opuesto al golpe militar que Augusto Pinochet encabezó en septiembre de 1973.
Así lo informaron hoy fuentes judiciales, que precisaron que la reapertura de la investigación la decidió el magistrado para carear a antiguos reclutas encargados de la custodia de prisioneros en la Academia de Guerra Aérea (AGA) con el entonces director del establecimiento, Fernando Matthei.
Este último se convirtió años después en comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) y en miembro de la Junta Militar que gobernó junto a Pinochet durante la dictadura (1973-1990) y es el padre de la actual ministra del Trabajo, Evelyn Matthei.
Matthei ha negado en declaraciones anteriores haber estado en la AGA cuando el general Bachelet era llevado periódicamente al lugar desde la cárcel para ser torturado.
El padre de la ex mandataria falleció finalmente el 12 de marzo de 1974 a causa de un infarto que, según los informes médicos, le sobrevino tras haber soportado una sesión de tortura.
Tanto Michelle Bachelet, que conoce desde niña a Matthei, como su madre, Ángela Jeria, no han dado crédito a que el exmiembro de la Junta Militar haya tenido algo que ver en la muerte de su padre y esposo.
El juez Carrioza había cerrado la investigación, iniciada hace dos años, el pasado 24 de mayo, por considerarla agotada tras haber procesado a los excoroneles de la FACH Edgard Ceballos Jones y Ramón Cáceres Jorquera, como presuntos autores de las torturas aplicadas al general Bachelet.
Según dijo hoy el juez a los periodistas, decidió reabrir la investigación a petición del abogado querellante Eduardo Contreras, quien representa en la causa a la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP).
"Se van a efectuar algunos careos con el señor Matthei y algunos interrogatorios a personas que formaron parte de la guardia de la Academia de Guerra Aérea. Es gente que se mantenía adentro de la Academia de Guerra en el tiempo en que se supone podría haber estado como director el general Matthei", indicó Carroza.
El caso se abrió en 2011, en el marco de unas 726 querellas relacionadas con eventuales casos de violaciones de los derechos humanos que nunca habían sido objeto de una investigación judicial.
En junio de 2012, un informe del Servicio Médico Legal (SML) ratificó que, tal como habían sostenido compañeros que estuvieron detenidos con él, Bachelet murió a causa de las torturas que sufrió en la AGA. También en 2012 el juez rechazó procesar al general Matthei.
El juez Carroza también ha estado a cargo de las investigaciones sobre la muerte del presidente Salvador Allende, ya cerrada con la confirmación de que se suicidó durante el golpe de Estado, y del poeta Pablo Neruda, que sigue en curso.
El testimonio de uno de los dos hombres que vio morir al general Bachelet (extracto)
Fuente :ciper.cl 23/7/2012
Categoría : Prensa
Jorge Silva no fumaba, pero el día en que al fin se decidió a contar toda su historia encendió tres cigarrillos. En 1970 tenía 35 años cuando, por un hecho fortuito, quedó a cargo del Departamento de Contrainteligencia de la Fuerza Aérea. Entonces ostentaba el grado de capitán de la FACh. En esa destinación detectó y ayudó a desbaratar un plan, desconocido hasta ahora, para asesinar a Salvador Allende antes de que asumiera la Presidencia. La conspiración tenía como protagonistas a oficiales de la FACH, la Armada y el Ejército. Silva no era un hombre de izquierda, pero ese episodio marcaría su vida. Por ese hecho fue detenido en octubre de 1973, acusado de traición y torturado. Parte de los recuerdos que relata Silva, ya fueron publicados en el libro «Disparen a la bandada» de Fernando Villagrán.
En la Cárcel Pública, Silva conoció al general Alberto Bachelet. Dormían en camas contiguas en la celda y por eso escuchó, de boca del propio general, las razones que lo llevaron al colapso cardíaco. Silva fue el único preso que estaba con Bachelet cuando sobrevino el infarto y lo asistió, junto al doctor Álvaro Yáñez, al momento de su muerte.
El día en que Silva desclasificó su historia para CIPER, estaba acompañado de los comandantes (r) de la FACh Alamiro Castillo y Raúl Vergara. Flanqueado por ellos, Silva contó que otros dos comandantes (r) fueron los responsables de su detención en 1973: Edgar Ceballos y Ramón Cáceres. A este último lo conocía por razones familiares y lo acusa de haber sido uno de sus torturadores. La semana pasada el juez Mario Carroza, que investiga la muerte del general Bachelet, procesó y detuvo a Ceballos y Cáceres.
Capitán, ¿cómo recuerda usted las últimas horas de vida del general Alberto Bachelet, con el que compartió estrechamente mientras ambos estuvieron detenidos en la Cárcel Pública varios meses?
Recuerdo muy bien sus últimas horas de vida. Porque a mi general lo sacaron ese día lunes 11 de marzo de 1974 de la cárcel y se lo llevaron a la Academia de Guerra Aérea (AGA). Fue inesperado, como después de almuerzo, creo, y lo trajeron de regreso como a las 8 ó 9 de la noche. Yo dormía en una cama que llevó la esposa del general Alberto Bachelet, Ángela Jeria, a la cárcel. Ellos eran muy aficionados a salir de camping, y como nosotros estábamos hacinados en una celda en la que a veces había hasta 18 prisioneros, ella llevó dos camas. Armábamos la cama cuando todo el resto ya se había acostado porque no había espacio. Entonces, se acostaban todos y con el general Bachelet después armábamos la cama de él y la mía en el suelo, una junto a la otra. Estaban tan juntas que, a veces, el general se dormía y se le caía el brazo encima de mí. “Mi general, me está despertando”, le decía.
-¿Quiénes estaban en esa celda en la que compartía con el general Bachelet?
La cantidad de presos que estábamos recluidos en la celda 12 de la Cárcel Pública variaba. A veces hasta civiles que llegaban los metían en nuestra celda. La celda, ubicada en una esquina, tenía dos áreas. Recuerdo que en una estaba Rolando Miranda, Patricio Carvacho, el coronel Carlos Ominami, Ernesto Galaz. Y en la otra estaba el general Sergio Poblete como con tres literas encima. Y en el suelo dormíamos el general Bachelet y yo.
-¿Cómo estaba antes de que se lo llevaran a interrogatorio a la AGA?
Normal. Y volvió afectado, muy afectado. Hay una última conversación que no he dicho nunca públicamente. En la noche estábamos todos metidos en la cama…y me hizo un comentario: “Me quieren embarcar en un lío de faldas que ojalá no lo sepa la Ángela, porque tú sabes como es esta gente. Yo tuve un problema y lo están armando en este momento; y tal como lo están haciendo, será muy difícil para mí rebatirlo. Y lo más probable es que se lo van a decir a ella”. (En documentos judiciales hay testimonios que indican que el general Bachelet escucha en ese último interrogatorio los gritos de una mujer a la que quieren que confiese una vinculación con él). La verdad es que por pudor no quise preguntarle nada más. Así era el trato que teníamos los oficiales con un general… Le pedí que no se preocupara, que ellos habían demostrado no tener límites, que quizás qué otras cosas le van a inventar… “Ya”, me dijo, “mañana conversamos”. Pero lo vi tan afectado que incluso decidí tomarle el pulso. Eso fue lo último que conversamos esa noche…
-¿Era frecuente que los oficiales que estaban en esa celda con usted contaran lo que ocurrió en el interrogatorio cuando regresaban de la AGA?
No, no era lo habitual. De hecho, fue la primera vez que el general Bachelet dijo algo. Nadie contaba nada porque, por razones obvias, nadie quería escuchar tampoco. Sobre las torturas no había forma de esconder lo que había pasado, porque llegaban con marcas, marcas rojas. Nosotros decíamos que volvían con “pulseras”, porque cuando nos aplicaban los choques eléctricos tú te estirabas y en tu piel se enterraban los alambres que te ponían en las muñecas. Eran tirantes de paracaídas que usaban para eso. Yo no creo que al general Bachelet lo torturaran físicamente, pero sí sicológicamente con las historias que le empezaron a inventar de platas y mujeres. Y eso lo tenía realmente muy afectado la noche antes de que falleciera.
-¿Qué pasó a la mañana siguiente?
Esa mañana, el general Bachelet y yo estábamos de turno para el lavado de las cosas del desayuno. Y la gente se ha olvidado que precisamente esa mañana fueron a la cárcel el capellán Gilmoure y el capellán de la cárcel a hacer una misa. La hicieron en el patio donde nosotros estábamos. El general Bachelet no fue a la misa, era masón, y nos quedamos los dos en la celda mientras el resto se fue a la misa, porque yo estaba haciendo el desayuno y él estaba lavando la vajilla. Y en un momento él me dijo: “Flaco, me siento mal”. “Mi general, recuéstese en la cama de mi general Sergio Poblete”, le dije. Porque ésa era la primera litera de la celda. Se recostó y me dijo: “Pásame la trinitina”. Yo le pasé las tabletas. Se las echó a la boca y me di cuenta que estaba transpirando mucho. Le tomé el pulso y me di cuenta que estaba fuera de control. Recuerdo que grité y le pedí a no sé quien que trajera al doctor Yáñez (Álvaro Yáñez del Villar), otro de los prisioneros. Apenas entró el doctor Yáñez a la celda lo examinó y de inmediato dijo: “¡Está teniendo un infarto!, ¡ayúdame!”. Entre los dos lo bajamos de la cama y pusimos al general en el suelo. Y el doctor Yáñez se montó encima de él empezando a hacerle masajes cardíacos. Me acuerdo que incluso trató de sacarle la prótesis dental que tenía y no pudo. Entonces Yáñez me dijo: “¡sóplalo!, ¡sóplalo!, ¡hay que hacerle respiración boca a boca!”. Fue muy impresionante porque todo el resto estaba en la misa y la música de fondo eran los cántos de los presos en la misa: “El señor es mi pastor….”. Una cosa muy siniestra. Estábamos en eso cuando de repente entra el alcaide de la cárcel con el practicante:
-¡Qué está pasando aquí! -dice el alcaide haciendo a un lado al doctor Yáñez.
Cuando el practicante se aproxima, Yáñez lo interpela: “¡¿Qué le va a hacer!?”.
-Le voy a poner adrenalina en la boca –responde el practicante.
-¡No sea ignorante! ¡Cómo le va a poner adrenalina a un hombre que está inconsciente! –dice con urgencia Yáñez.
-¡Qué sabe usted! –lo increpó el practicante.
-Yo sí sé lo que le pasa, porque soy médico –dijo Yáñez y volvió a acercarse al general
El alcaide sacó al practicante de la celda y se lo lleva, cerrando la celda. Nos quedamos con Yáñez adentro y a los pocos minutos vuelve el practicante con una camilla, colocan al general Bachelet sobre la camilla y salen.
(Vea el relato del doctor Yáñez a El Mercurio del 13 de agosto 2001: «Me fueron a decir que estaba mal, ‘parece que se va a desmayar’. Hablé con el alcaide: ‘está grave el general Bachelet, hay que llevarlo a una unidad de cuidados intensivos’. Tenía un ataque de arritmia, se estaba colapsando. ‘Por favor, hay que llevarlo.
El Hospital J.J. Aguirre estaba a cinco minutos’. Me dijo que no podía hacerlo: ‘La FACh prohíbe sacar a nadie sin autorización’. ‘Pida la autorización telefónica’. ‘No puedo, tengo que mandar un oficio’. ‘Por favor, se va a morir. Yo lo acompaño. Encadéneme a la camilla’. Había que combatir el colapso.
«No se pudo. ‘Se está desmayando’. No tenía pulso y no respiraba. Comenzamos a hacerle boca a boca y masaje cardíaco. Lo llevamos corriendo a la enfermería. Seguimos en lo mismo. A los 20 minutos vi que no logramos crear pulso y dije está muerto dejémoslo tranquilo. ‘Descansa de toda esta porquería’»).
-Usted y el doctor Yáñez lo vieron morir…
Yo tengo la impresión de que el general Bachelet salió muerto de la celda. Y le voy a decir por qué. Porque cuando lo subieron a la camilla, se le soltaron los esfínteres. Yo lo vi. Para no olvidar esos momentos… Y cuando lo hablé con mi mujer, que es enfermera, me dijo que eso pasa cuando una persona se muere. A mi general se lo llevaron a la enfermería y eso es lo que sé, porque nunca más lo vi. Han salido muchas versiones. Muchos han querido ser el último que tuvo a Bachelet en sus brazos, pero la verdad es que sólo estábamos el doctor Yáñez y yo. Nadie más. Excepto el momento en que entra el alcaide con el practicante. La otra mentira que se ha dicho es que el general Bachelet había estado jugando básquetbol en la mañana. ¡Mentira! Porque ese día, por la misa, no se jugó básquetbol. Y a ella concurrieron los uniformados que estábamos presos y también fueron civiles presos.
-¿Los interrogadores eran los mismos?
Sí, Edgar Ceballos, Ramón Cáceres y Víctor Mattig, los principales. Creo que a Bachelet lo interrogaba también el fiscal Orlando Gutiérrez.
-¿Usted era amigo del general Bachelet antes de caer preso?
No, yo lo conocí en la cárcel. Y tuvimos una muy buena relación. Era muy abierto, conversaba con todos y cumplía todas las funciones como cualquiera: lavaba platos, hacía el aseo… Era muy abierto y sencillo. Recuerdo justamente que un par de semanas antes de que se llevaran al general Bachelet a la AGA para interrogarlo de nuevo, habíamos estado acompañando y conversando con uno de los presos que estaba muy afectado por algo personal que le había ocurrido. Y en eso, llegó el general Bachelet y nos dijo: “Ya pues chiquillos, terminen con la historia de estarse preocupando de las mujeres. Yo quiero que diga aquí honestamente alguno de ustedes, ¿quién podría asegurar que si fuera al revés, que nuestras mujeres estuvieran presas y nosotros libres, al cabo de un buen tiempo íbamos a continuar siendo absolutamente fieles?”.
-¿Cuánto tiempo compartió usted con el general Bachelet en la cárcel?
El general Bachelet no estuvo todo el tiempo con nosotros. Llegó a la cárcel en diciembre de 1973, como cuatro ó cinco días antes de Navidad. Y en todo ese tiempo, desde diciembre hasta marzo, cuando fallece, nunca lo vi afectado, tan afectado como la noche antes de que muriera. Tengo la impresión de que su gran pena era el daño que le iban a ocasionar a su mujer. Al día siguiente no hablamos del tema porque nos dedicamos a las tareas domésticas. Siempre he pensado que la tragedia que provocó la muerte o apuró la muerte del general Bachelet, se produjo cuando en la AGA lo quisieron embarcar en un lío sentimental. No fue con el único que lo hicieron. Después, conversando con otros prisioneros en la cárcel, supe que les hicieron lo mismo a otros. Pero eso tiene que contarlo cada uno… Les contaban a sus esposas historias de amantes, verdaderas o falsas. Era la técnica que usaban para intentar obtener otra información o para desmoronar a los más fuertes: creándole situaciones extremas a la gente que interrogaban.
(Vea el relato de Ángela Jeria en el proceso que sigue el juez Carroza, reseñado por La Segunda del 20 de junio de 2012: En el expediente que lleva el juez Mario Carroza, figura la declaración de la esposa del general Bachelet, Ángela Jeria, quien testifica que su marido intentó advertirle que trataban de involucrarlo en falsedades y le pide “no creas nada de lo que te digan, no hables con nadie hasta que nos veamos nuevamente”. El mensaje estaba oculto en el cuello de una camisa que Ángela Jeria retiro desde la cárcel entre la ropa para lavar. Ella lo encontró el 8 de marzo de 1974. Pero no volvió a hablar con su esposo. Bachelet murió cuatro días después).extracto
Abren Investigacion por la Muerte del Padre de Bachelet
Fuente :La Nacion Jueves 25 de Agosto 2011
Categoría : Prensa
El juez Mario Carroza determinó abrir una investigación por la muerte del ex general de la FACh Alberto Bachelet, padre de la ex
Presidenta Michelle Bachelet, que dejó de existir el 12 de marzo de 1974 en la cárcel pública, luego de sufrir torturas en la Academia de
Guerra.
El ministro en visita que indagó el fallecimiento del ex Mandatario Salvador Allende manifestó que “interpusieron una acción por el
delito de homicidio en función de las torturas que el padre de la Presidenta Michelle Bachelet habría sufrido durante los
interrogatorios en la Academia de Guerra”, en declaraciones que destaca Radio Cooperativa.
El magistrado agregó que “en este minuto se están haciendo diligencias y veremos los resultados que se pueden obtener de ella
para realizar acciones más adelante”. Ángela Jeria, viuda del ex general Bachelet, y Raúl Vergara, ex-subsecretario de Aviación durante el gobierno de la ex Jefa de Estado, ya realizaron sus declaraciones ante Mario Carroza.
Historia del Caso
Alberto Bachelet falleció a los 51 años en la cárcel pública, a raíz de las múltiples torturas que sufrió anteriormente en la Academia
de Guerra, tras el golpe militar de 1973, de acuerdo a los testimonios de sus ex compañeros de armas.
El ex general de la FACh dejó a su esposa y tres hijos, entre ellos Michelle Bachelet.
La justicia cerró en 2005 el proceso judicial por los presuntos asesinatos de Bachelet y del ex coronel Carlos Ominami, padre
del ex senador, al determinar que era cosa juzgada. En esa oportunidad fue procesado el coronel en retiro Edgard Ceballos Jones, miembro del Comando Conjunto, quien en estos últimos días también prestó declaraciones ante el magistrado Carroza.
Inauguración Oficial del Centro de Salud “Alberto Bachelet Martínez”
Fuente :enredesalud.blogspot.com 26/4/2007
Categoría : Prensa
Con la asistencia de la Presidenta de la República, Dra. Michelle Bachelet, el viernes 13 de abril recién pasado, se inauguró oficialmente el Centro de Salud “Alberto Bachelet Martínez”. A la ceremonia además concurrieron autoridades, el Alcalde de la Comuna de Conchalí, Carlos Sottolichio, la Ministra de Salud, Dra. Soledad Barría y la Ministra de MIDEPLAN, Clarisa Hardy.
Las dos Ministras mencionadas, en la oportunidad presentaron el Programa “CHILE CRECE CONTIGO”, dirigido a la mujer embarazada y con el apoyo de una Agenda educativa de llamativos colores, titulada: “Empezando a Crecer, Guía de la Gestación y el Nacimiento”, explicaron la nueva política lanzado por el gobierno de la presidenta Bachelet (ver mayores antecedentes en páginas centrales).
Finalmente, el acto fue clausurado por la Presidente, quien con emocionadas palabras agradeció en su nombre y en el de su madre que el nuevo CES recuerde a su padre General Alberto Bachelet.
Jeannette Martínez P. y Oscar Morales A.
Corresponsales del CES "A. Bachelet M.":
Libertad bajo fianza a coroneles (R) acusados de torturar a padres de Bachelet y Ominami
Fuente :La Tercera 1 de Mayo 2005
Categoría : Prensa
La Quinta Sala de la Corte de Apelaciones otorgó la libertad bajo fianza a los coroneles en retiro de la Fach Ramón Cáceres Jorquera y Edgar Cevallos Jones, quienes están acusados de aplicar torturas a más de 40 oficiales en retiro de la institución que en 1973 se opusieron al golpe de Estado.
La jueza con dedicación exclusiva Raquel Lermanda, titular del Noveno Juzgado del Crimen de Santiago y quien ha encabezado la investigación durante cuatro años, sometió a proceso a los ex uniformados y ordenó su detención en la Base Aérea El Bosque.
Los tormentos fueron perpetrados en la Academia de Guerra de la Fach y entre las víctimas figuran el general (R) Alberto Bachelet, padre de la precandidata presidencial Michelle Bachelet, y el coronel (R) Carlos Ominami, padre del dirigente socialista del mismo nombre.
Edgar Ceballos es uno de los fundadores del Comando Conjunto de la Fuerza Aérea y es conocido como uno de los principales organizadores de la represión contra el MIR.
La Corte Suprema defenderá el fallo que condenó al general Bachelet por traición a la patria por oponerse al golpe
Fuente :Soychile.cl 10.11.2014
Categoría : Prensa
El ministro Hugo Dolmestch declarará como testigo en contra de la demanda que 14 ex oficiales de la FACH, entre ellos el general Alberto Bachelet, papá de la Presidenta, presentaron ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos ante la negativa de la Corte Suprema de revisar el fallo de la Justicia Militar que los condenó por traición a la patria al oponerse al golpe de Estado en 1973.
El fallo contra los ex uniformados fue llevado por sus defensas a la Corte Suprema en 2002 para que se anulara, pero con el voto en contra del ministro Milton Juica se rechazó con el argumento de que el Código de Justicia Militar impide revisar resoluciones de tribunales castrenses en tiempos de guerra, según informó radio Bío Bío. Los afectados insistieron en 2011, pero tampoco les fue bien por la falta antecedentes nuevos, añadió la emisora.
Esta segunda negativa llevó a la defensa de los oficiales de la Fuerza Aérea de Chile a recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo que hizo seis recomendaciones al país que en noviembre del año pasado se dieron por incumplidas, según La Segunda. Ello significó que el caso se elevara a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que la acogió a trámite y cuya primera audiencia sería el primer semestre del año próximo.
Dolmetsch fue designado el viernes y junto a él declarará como testigo la directora de la División de Estudios de la Corte, Constanza Collarte. Ambos defenderán la sentencia del proceso Rol 1-73 caratulado "Aviación contra Bachelet y otros".
En esta audiencia, además, estaría presente el Consejo de Defensa del Estado, a través de su consejero Rodrigo Quintana. De acuerdo a la radio Bío Bío, él tendrá de agente, así como el que existe en la Corte de La Haya, junto a Claudio Troncoso (Cancillería) y Jaime Madariaga (Ministerio de Justicia).
El abogado de los ex oficiales, Ciro Colombara, dijo que en agosto presentaron sus argumentos y pruebas. "En 300 páginas expusimos por qué creemos que se debe condenar al Estado chileno por violación del debido proceso".
La demanda ante la Corte Internacional fue abordado por el Gobierno a través de su vocero, Álvaro Elizalde: "Es claramente ilegítimo, porque fue dictado por un consejo de guerra, en dictadura y las pruebas se obtuvieron a través de torturas".
Escuela Básica General Alberto Bachelet
Fuente :municipalidadelbosque.cl
Categoría : Prensa
Reseña Histórica:
El establecimiento educacional se fundó el 18 de agosto de 1964, con el nombre de Escuela nº 37 Rural San Bernardo. Posteriormente, pasó a denominarse Escuela Básica D -778 y a principios de la década del 90’ queda bajo la regencia de la Municipalidad de El Bosque. En el año 2007, la administración municipal mejoró el espacio educativo del establecimiento, transformándolo en una escuela con una moderna infraestructura y áreas pedagógicas idóneas para que el proceso de aprendizaje de los niños y niñas que se desarrollan en la institución se realice en forma óptima. La actual Escuela Básica “General Alberto Bachelet Martínez” se inauguró en agosto del año 2007 con la presencia de la Sra. Presidenta Michelle Bachelet Jeria, ya que el establecimiento lleva el nombre de su padre.
Abren exposición sobre Ana Frank y Villa Grimaldi en la Casa Memorial “Alberto Bachelet M.”
Fuente :villagrimaldi.cl sin fecha
Categoría : Prensa
Con la participación de un centenar de representantes de organizaciones sociales tales como el Colegio de Profesores comunal La Cisterna, la Unión Comunal de Juntas de Vecinos; entidades políticas, indígenas y autoridades locales, el Comité de Derechos Humanos “Nido 20”, inauguró el domingo 5 de septiembre, en la casa del memorial “Alberto Bachelet M.”, ubicada Santa Teresa 037 de la comuna de La Cisterna, las exposiciones de Ana Frank y Villa Grimaldi, las cuales permanecerán durante todo el mes de septiembre.
Esta actividad fue parte de la Jornada de conmemoración del Día Internacional del Detenido Desaparecido, organizado por los sitios de memoria y entidades afines de Derechos Humanos, y del día del Patrimonio Nacional; y contó con la presentación de testimonios de las violaciones a los derechos humanos en la comuna y la actuación especial del Coro “Aire nuevo”, integrado por estudiantes y profesores de música de La Cisterna.
Entre los testimonios, está del hermano de Fernando Olivares, detenido desaparecido y sobre el cual se basó el cineasta Silvio Caiozzi para elaborar el documento “Fernando ha vuelto”, el docente y subdirector del Colegio IDOP, Sr. Víctor Olivares; también escuchamos las palabras de Soledad Vargas Ossa, sobrina del Ignacio Ossa, profesor y académico de la Universidad Católica, que fuera aprehendido por la DINA en la casa de sus padres en La Cisterna y asesinado cuando era torturado en la Villa Grimaldi. También estuvo presente Eliana Palma Donoso, compañera de Gabriel Riveros, al momento de su asesinato por fuerzas del Central Nacional de Informaciones, CNI, continuadora de labores de la DINA.
Asimismo, se homenajeo a los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos durante el período de la dictadura militar en La Cisterna:
Jorge Rodrigo Muñoz Mella, Detenido desaparecido el 18 Septiembre de 1973
· Mario Armando Canedo Rojas, ejecutado el 23 Septiembre
· Leopoldo Daniel Muñoz Andrade, detenido desaparecido el 20 de Julio de 1974
· Miguel Ángel Rodríguez Gallardo , detenido desaparecido 8 de agosto de 1975
· Alonso Fernando Gahona Chávez, detenido desaparecido el 8 de Septiembre de 1975
· Gustavo Humberto Castro Hurtado, 14 de septiembre de 1975 fue ejecutado
· Jaime Ignacio Ossa Galdames. Ejecutado en Octubre de 1975
· Gabriel Riveros Ravelo, Ejecutado el 16 de enero de 1978
· Luis René Céspedes Caro, detenido desaparecido el 8 de febrero de 1978
· Margarita Eliana Martín Martínez (43),María Paz Martín Martínez (30) e Isidro Salinas Martín (20), Ejecutados Políticos 1 de julio de 1986
La actividad continuó con la presentación del ensamble de coro “Aire Nuevo” integrado por estudiantes y profesores de música de La Cisterna, coro que es dirigido por el profesor Gerardo Bello.
Y el acto finalizó, cuando los asistentes fueron invitados a ver un documental sobre la vida de Ana Frank y visitar ambas exposiciones.
Gral. Bachelet a su hijo: «…siempre he pensado que el ser humano es lo más maravilloso de esta creación y debe ser respetado como tal.»
Fuente :piensachile.com 2020
Categoría : Prensa
Pocos, si es que alguno, de quienes pertenecíamos a la FACH a comienzos de los años 70, pueden guardar un mal recuerdo del general Bachelet. Al estado llano al que yo pertenecía en esa época, nos llegaba su imagen juvenil y afable, contrastando con la adustez de sus pares. Desde su cargo de Director de Finanzas era conocida su excelente disposición y comprensión frente las extendidas necesidades económicas del personal, necesidades que no hacían diferencia entre suboficiales y oficiales subalternos. La popularidad del general tenía también otra base. Su espíritu deportivo estimulaba esta práctica dentro de la Fuerza Aérea en diversas disciplinas, muchas en las que él mismo se destacaba. Básquetbol para empezar- deporte que continuó practicando y estimulando en la cárcel- tiro skeet (al platillo), tenis entre otros. Y si mal no recuerdo, jugó también un papel preponderante en el paso institucional por el fútbol profesional con el Deportivo Aviación. Profesionalmente era también distinguido. Por algo había ocupado la única plaza de general reservada a su especialidad de administración. Conocíamos también de sus inquietudes intelectuales que se expresaban, entre otras, en el secreto público de su pertenencia a la Masonería, en la que también ostentaba un alto grado.
Quienes pretendíamos conocer a nuestros jefes más allá de sus apariencias, sabíamos también de su sensibilidad progresista y de sus simpatías con el Gobierno del Presidente Allende. Por eso no me sorprendió que a fines del año 72 éste solicitara a la Fuerza Aérea su destinación al Ministerio de Economía, para asumir la Secretaría Nacional de Distribución dependiente de esa cartera, a la sazón a cargo de don Orlando Millas.
Por ese tiempo yo egresaba de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile a la que las autoridades institucionales de la época me habían autorizado ingresar, atendiendo a mis antecedentes académicos y profesionales y sin perjuicio a mi especialidad de piloto de combate. También entonces ya eran conocidas mis opiniones políticas, aderezadas con los frescos argumentos que me otorgaba la universidad. Mi posición todavía era vista y tolerada como una excentricidad de intelectual, como se me catalogaba. Sólo los más cercanos sabían que tras esas opiniones había también un compromiso de fondo. También lo sabían el Presidente y el general.
La conjunción de los elementos señalados determina que el decreto que comisiona al general al Ministerio de Economía incorpore también mi nombre. De esta forma en los primeros días del mes de enero del 73 el general Bachelet asume como Director de la Secretaría Nacional de Distribución, SND, designándome como su asesor y jefe de gabinete.
Los esfuerzos de desestabilización emprendidos contra el Gobierno popular por la oposición, desde los mismos inicios de su mandato -y aún antes-, durante el 72 habían centrado sus fuegos en el desabastecimiento, particularmente en el doméstico que más afectaba a la sensibilidad de la población. Para ello contaban con la complicidad del transporte y las empresas distribuidoras y con una muy bien articulada campaña de acaparamiento, que apostaba al fenómeno de la profecía auto cumplida. (Se va a acabar el azúcar y la harina, la sal) EXTRACTO.