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Salinas Eytel Marcelo Eduardo – Memoria Viva

Salinas Eytel Marcelo Eduardo


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Rut : 4.847.664-3

Fecha Detención : 31-10-1974
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 25-02-1943 Edad : 31

Lugar Nacimiento : Temuco

Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Técnico electrónico

Estado Civil e Hijos : Casado
Nacionalidad : chilena

Jacqueline Paulette Drouilly Yurich
119


Relatos de Los Hechos

Fuente :informe corporación

Categoría : Antecedentes del Caso

Rut       : 4.847.664, Santiago

F.Nacim. : 25-02-43, 31 años a la fecha de su detención

Domicilio : Alberto Decombe 1191, Providencia, Santiago

E.Civil  : Casado con Jacqueline Drouilly Yurich (detenida desaparecida)

Actividad : Técnico electrónico, a su detención trabajaba como técnico en radio y televisión

C.Repres. : Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)

F.Detenc. : 31 de octubre de 1974

 

SITUACION REPRESIVA

            El matrimonio integrado por Jacqueline Drouilly Yurich y Marcelo Salinas Eytel, esperaban su primer hijo, eran estudiantes universitarios, ambos militantes del MIR, arrendaban, desde el mes de septiembre de 1974, el segundo piso de una casa ubicada en el N°1191 de la calle Alberto Decombe de la capital. En el primer piso vivían los propietarios del inmueble, la familia Varela Arias, con sus tres hijos, una de las cuales, María Luz, era compañera de Universidad de Jacqueline, y sería testigo presencial de gran parte de los hechos que a continuación se exponen.

            El 30 de octubre de 1974, a las 21:00 horas, un grupo de alrededor de ocho individuos, vestidos de civil y armados, que se identificaron, verbalmente, como miembros de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), llegaron hasta la casa de Anita Salinas Eytel, hermana de Marcelo y la interrogaron acerca del domicilio de este último. Como Anita desconocía la información requerida, la obligaron a indicar la dirección de una amiga del afectado, M.A. y  conducir a los agentes hasta el lugar, con el fin de indicarles la casa. Al llegar hasta allí, constataron que en la morada se encontraban M.A  y su padre. De esta manera, los sujetos se dirigieron, en compañía de las tres personas ya mencionadas, hasta el domicilio del matrimonio Salinas Drouilly.

            Al llegar a la dirección de Alberto Decombe, los agentes de la DINA forzaron a M.A. a descender del vehículo en que la transportaron, y a preguntar por Marcelo Salinas Eytel, quien no estaba en ese momento, encontrándose sólo su esposa Jacqueline.

            En esos instantes, algunos de los agentes se retiraron del lugar en compañía de Anita Salinas, M. A y el padre de esta última. El resto de los sujetos ingresaron al segundo piso del inmueble, procediendo a su allanamiento, sin exhibir orden alguna para ello.

            Siendo aproximadamente la 01:00 horas (ya del día 31 de octubre de 1974) y dado que Marcelo Salinas tardara en llegar a su hogar, tres de los agentes deciden marcharse, llevándose a Jacqueline Drouilly -la que además estaba embarazada de dos meses- en calidad de rehén y según señalaron, "hasta que apareciera su marido". Permanece sólo uno de ellos, de punto fijo en la morada de los afectados, señalando el resto, que volverían más tarde.

            Relataría, posteriormente, María Luz Varela Arias, en declaración prestada ante el 11° Juzgado del Crimen de Santiago, en el proceso sustanciado para investigar una presunta desgracia de Jacqueline Drouilly, que "el 30 de octubre de 1974 se encontraba, junto a sus hermanos, en su domicilio de Alberto Decombe 1191, en compañía de la empleada de la casa, pues sus padres habían viajado a Mendoza. Por esta razón y dado, además, que Marcelo Salinas, arrendatario de los altos de su vivienda, había avisado a su esposa Jacqueline que no llegaría a dormir, esta última se fue a alojar a la pieza de María Luz. Siendo aproximadamente las 23:45 horas, escucharon sonar el timbre del segundo piso, dirigiéndose Jacqueline a abrir la puerta, en camisa de dormir. Como no regresara al dormitorio, María Luz subió a ver qué sucedía, constatando que la puerta de acceso estaba abierta y había luz en la pieza de la afectada. Al ingresar, la testigo se encontró con varios sujetos, los que se habrían identificado como miembros del Servicio de Inteligencia Militar (S.I.M.), exhibiendo unas tarjetas chicas a las que no dio importancia, vestidos de civil, armados con ametralladoras y pistolas, quienes la obligaron a bajar y fueron luego a pedirle el teléfono. En esta ocasión, uno de ellos, al parecer el que hacía de jefe, la interrogó sobre la persona de su arrendatario Marcelo Salinas Eytel, agregándole que era el "mirista más buscado", y si tenía conocimiento que un cuñado suyo permanecía detenido en la Academia de Guerra. Alrededor de la 01:00 horas, los individuos se llevaron a Jacqueline, señalando que regresarían para esperar a su esposo, quedando sólo uno de ellos en la casa".

            Siguiendo con el relato de los acontecimientos, y según la declaración judicial aludida, aproximadamente a las 05:40 horas de la madrugada del día 31 de octubre de 1974, regresaron al lugar cuatro de los sujetos de civil, siempre armados, de los cuales dos subieron hasta la morada de los afectados, otro se apostó en la puerta de acceso al inmueble, y un cuarto se instaló en el portón de entrada de los autos. Esta vez se movilizaban en más de un vehículo y vestían casacas verdes.

            Entre las 07:00 y 07:15 horas de la mañana, llamó por teléfono, Marcelo Salinas Eytel, preguntando por su esposa. Contestó María Luz Varela, diciéndole que Jacqueline se encontraba en el baño en circunstancias que se la habían llevado detenida horas antes. Debió dar esta respuesta presionada por agentes de la DINA. Marcelo Salinas avisó entonces que pasaría a buscar a Jacqueline, en media hora más.

            Rato después, Marcelo llegó hasta su domicilio en un taxi, pero observando algo extraño, le indicó al taxista que continuara el viaje sin detenerse. Los agentes que permanecían en su casa al ver lo que ocurría, dispararon contra las ruedas del taxi y, deteniéndose el vehículo, se concreta la detención de Marcelo Salinas, junto también al chofer del taxi, quien hasta hoy no ha sido ubicado.

            La testigo María Luz Varela relató que "una vez que escuchó los disparos en la calle, se asomó por una ventana, y desde allí vio a Marcelo Salinas con los brazos en alto, mientras era registrado. Al poco rato, los agentes volvieron a la casa, entregándole las llaves y señalándole que podía ingresar a arreglar, si lo deseaba. En este momento, la testigo aprovechó de preguntarles si le había pasado algo al afectado, pero los sujetos le respondieron que no le habían hecho nada, ya que los disparos se habían efectuado a las ruedas del taxi, para evitar que arrancara.

            Fueron también testigos de estos hechos los vecinos del matrimonio Salinas Drouilly, uno de los cuales señalaría que Marcelo fue introducido en una camioneta marca Chevrolet, de color rojo, patente EM-965 de Las Condes, la que emprendió con rumbo desconocido.

            Asimismo, declararía ante el 11° Juzgado del Crimen de Santiago, doña María Eliana Arias Rivas -madre de María Luz Varela- que el día 2 de noviembre de 1974, los mismos sujetos que detuvieron a los afectados, concurrieron hasta el domicilio de Alberto Decombe, llevando a Marcelo Salinas, esposado, y procedieron a sacar de su pieza frazadas, una guitarra o charango, un acordeón, un equipo electrónico, y varias cajitas pequeñas que contenían condensadores y otras piezas, al parecer para armar equipos de transmisión y recepción. Luego de retirados estos objetos, abandonaron el lugar.

            Continúa relatando la testigo Arias Rivas, que algunos días después, alrededor de las 24:00 horas, llegaron nuevamente al domicilio, dos hombres vestidos de civil en una camioneta cerrada, de color rojo, la que dejaron con el motor funcionando. Una vez que ingresaron a la morada, se identificaron, verbalmente, como funcionarios de Inteligencia Militar, señalando que iban a hacerle "una gauchada" a la Jacqueline, en el sentido de que querían llevarle ropa. Subieron, entonces, hasta las que habían sido las piezas de los afectados y retiraron de allí ropa de ambos. Antes que se marcharan, la testigo les preguntó por el matrimonio Salinas Drouilly, contestándole que no podían decirle nada sobre ellos, pero que sabían que al día siguiente serían cambiados de campo.

            Por su parte, Anita Salinas Eytel, fue liberada la misma noche del 30 al 31 de octubre de 1974, abandonando el país. M.A., luego de permanecer desaparecida unos días y de aparecer posteriormente recluida en "Tres Alamos", fue también liberada y abandonó el país, en diciembre de 1974.

            Se deja constancia que en carta enviada por Jacqueline Drouilly a su padre, fechada el 13 de mayo de 1974, le relata detalladamente que el día viernes 3 del mes y año indicado, a las 14:45 horas, se presentaron en el domicilio anterior de los afectados, tres sujetos que se identificaron verbalmente, como miembros del Servicio de Inteligencia Militar (S.I.M.), y preguntaron si vivía ahí una persona determinada, a quien no conocían. Procedieron a allanar el domicilio y a interrogar a Marcelo y a Jacqueline. En un closet cerrado encontraron unos documentos que eran del ex dueño del inmueble, un abogado socialista, y que correspondían a unos expedientes de la defensa judicial de un militante del MIR conocido. Todo el operativo duró como una hora y media, retirándose los sujetos, luego de darle la orden de no salir durante la tarde, pues regresarían.

            En efecto, los sujetos regresaron esa tarde, con un trato más suave, pues al parecer habían solicitado referencias de la afectada en la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Chile. Señalaron que el involucrado era el ex dueño de la casa, pero que de todos modos llevarían a Jacqueline, para ver si era reconocida o no por un detenido. Fue así, como el 6 de mayo de 1974 la afectada fue conducida por tres sujetos hasta el domicilio de la esposa del detenido, ubicado en el paradero 14 de La Florida, quien no la reconoció. Luego de esta diligencia, Jacqueline fue devuelta a su casa, señalándole que si venían o llamaban preguntando por la persona que buscaban, se lo informaran. Así estuvieron llamando los sujetos, por algún tiempo, al domicilio de los afectados.

            A lo largo de los años se han ido acumulando diversos testimonios y antecedentes, que dan cuenta de la permanencia del matrimonio Salinas Drouilly, en los centros secretos de reclusión y tortura de la DINA, de José Domingo Cañas con República de Israel, Villa Grimaldi y el Pabellón de Incomunicados de 4 Alamos.

            En declaración prestada por Enrique Pérez Rubilar señala el testigo que fue trasladado desde la Cárcel Pública de San Antonio a la casa de José Domingo Cañas, el 1° de noviembre de 1974, e introducido en una pieza de uno por dos metros, donde se encontraban 16 detenidos más, entre los que recuerda a Marcelo Salinas Eytel, Jorge Humberto D'Orival Briceño, y la esposa del primero de los nombrados, Jacqueline Drouilly Yurich (ésta última permanecía en la pieza de al lado). Agrega, Enrique Pérez, que le consta que el matrimonio fue torturado salvajemente por el agente de la DINA Osvaldo Romo Mena y su equipo, colocándose a uno de ellos sobre la parrilla (catre metálico al que se ataba a un detenido, desnudo) y al otro por debajo, aplicándoseles corriente eléctrica. Esto ocurría todos los días en horas de la noche, descansaban sólo cuando los torturadores tenían mucho trabajo, es decir, cuando habían llegado muchos detenidos. La razón por la que se preocupaban tanto por estas personas (Salinas, D'Orival y Drouilly) era por sus supuestas vinculaciones políticas con el entonces Secretario General del MIR, Andrés Pascal Allende.

            Confirman también la permanencia del matrimonio Salinas Drouilly, en la casa de José Domingo Cañas, los primeros días de noviembre de 1974, los ex detenidos y residentes en Alemania, Edmundo Lebrecht y Gilda Bottai Monreal, como asimismo, los ex detenidos Liliana Ojeda, Amanda De Negri y Luis Humberto Lillo Ahumada.

            Continúa relatando Enrique Pérez Rubilar, que alrededor del 10 u 11 de noviembre de 1974, fueron trasladados hasta Cuatro Alamos, oportunidad en la que pudieron conversar un poco, antes de ser distribuidos en el nuevo recinto, pues les sacaron las vendas que cubrían sus ojos. Fue así, como Marcelo Salinas quedó recluido en la Pieza N°13, la más grande del Campo, el testigo y Luis D'Orival Briceño fueron introducidos en la N°6, y Jacqueline Drouilly quedó en la celda N°3. Aproximadamente el 20 de noviembre de 1974 estas tres personas, fueron sacadas de 4 Alamos, para ser llevados -según dijeron los guardias de la DINA conocidos por los apelativos de "El Bigote" y "Mauro"- a otro lugar mejor. Posteriormente, otros detenidos que venían desde Villa Grimaldi, señalaron que habrían estado con Salinas, D'Orival y la señora Drouilly, los que nuevamente estarían siendo sometidos a torturas. Lo cierto es que los tres permanecen desaparecidos hasta hoy.

            Asimismo, el 3 de febrero de 1975, el Comité Internacional de la Cruz Roja, envió a la señora Isabel Drouilly de Larco, tía de la afectada y residente en Lima; la siguiente comunicación: "con referencia a su carta fechada el 23 de enero de 1975, tenemos el agrado de informarle que nuestros delegados han podido visitar el 20 de noviembre de 1974, a la señora Drouilly, Jacqueline detenida en la Cárcel de Tres Alamos (debió señalarse Cuatro Alamos, que correspondía al pabellón de incomunicados del recinto señalado). En lo que concierne al señor Marcelo Salinas Eytel, hemos enviado una demanda de búsqueda a nuestra Delegación en Santiago".

            Sin embargo, tiempo después, la Policía de Investigaciones de Chile, devolviendo una orden de investigar emanada del 11° Juzgado del Crimen de Santiago, informó al Tribunal con fecha 10 de octubre de 1975, que entrevistado el delegado de la Cruz Roja Internacional en Chile, señor Laurent Nicole, éste señaló que requiriéndose informe en el Campo de Prisioneros de "Tres Alamos", con el fin de ubicar el paradero de doña Jacqueline Droully, se constató que no figuraba en las listas de detenidos. Solamente algunos de los detenidos con quienes se conversó, manifestaron que dicha persona podría estar incomunicada. Agregó que por un error de información se comunicó a Ginebra que la afectada se encontraría detenida en el Campo mencionado. Con respecto a Marcelo Salinas, señaló que la Cruz Roja Internacional no ha intervenido en diligencias destinadas a ubicar su paradero.

            Después del 20 de noviembre de 1974, la afectada Jacqueline Drouilly, fue vista en el centro secreto de reclusión y tortura de la DINA conocido como Villa Grimaldi, por Iris Guzmán Uribe y su hija Marcela García Guzmán. Recordaría en declaración jurada, la primera de ellas, que teniendo la certeza de encontrarse privada de libertad en el recinto de Villa Grimaldi, pudo comprobar que se encontraba detenida allí, aproximadamente desde el 23 o 24 de noviembre de 1974, Jacqueline Drouilly, quien le relató que ella, junto a su esposo, habían sido traídos desde "Tres Alamos" (más correctamente "Cuatro Alamos", pues los afectados nunca estuvieron en libre plática), pues les habrían señalado que quedarían libres, ya que incluso portaban sus maletas.

            Por los testimonios allegados, relativos a la reclusión de los afectados, podría afirmarse que estos fueron sacados desde Cuatro Alamos y conducidos a Villa Grimaldi, para ser luego regresados al primero de estos recintos.

            En efecto, se confirma la permanencia de los afectados en Cuatro Alamos, en virtud de las declaraciones formuladas, en la ciudad de Washington, por doña María Estella Dabancens Gándara, la que a la letra señala: "fui ilegalmente detenida junto a un grupo de amigos y familiares, en Algarrobo, el día 2 de noviembre de 1974, por elementos que se identificaron como pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional, siendo vendada y llevada contra mi voluntad a Santiago, a un lugar que después reconocí como Villa Grimaldi. Esa misma noche, después de un interrogatorio, fui conducida hasta la Pieza N°3 del Pabellón de Incomunicados de la DINA conocido como Cuatro Alamos, permaneciendo allí unos dos meses, para ser luego expulsada del país. Mi estadía en este lugar es un recuerdo constante de trato inhumano, por el régimen de terror impuesto a los detenidos, y por la gran cantidad de personas que allí estaban. Recuerdo que los primeros días de noviembre de 1974 llegó hasta mi celda, Jacqueline Drouilly, Asistente Social, detenida junto a su esposo Marcelo Salinas Eytel, en octubre del mismo año. La señora Drouilly había sido brutalmente golpeada y torturada en la casa de interrogatorios, ubicada en José Domingo Cañas, de Ñuñoa. Sus zapatos y ropa estaban destrozados por la violencia del trato recibido. Ella permaneció en mi celda hasta aproximadamente los primeros días de diciembre de 1974 (esta fecha podría corresponder en realidad a los últimos días de noviembre de ese año, en que la afectada, fue llevada a Villa Grimaldi, regresando a 4 Alamos los primeros días de diciembre).

            Jacqueline Drouilly, que se destacó por sus grandes condiciones humanas, su alegría, su convicción, buscando permanentemente la forma de establecer algún tipo de comunicación con su esposo, fue trasladada, por esas fechas, a la celda N°4, contigua a la mía, comunicándonos, desde entonces, por las ventanas de las mismas. Una noche de mediados de diciembre de 1974, alrededor de las 2:00 horas A.M., elementos de seguridad, sacaron a la afectada al pasillo del Pabellón, en compañía de su esposo Marcelo Salinas Eytel. Al resto de los detenidos no dejó de parecernos extraña esta situación, pues no era esa una hora para efectuar traslados a "Tres Alamos" ni para dejar a alguien en libertad, por la vigencia del toque de queda. Desde entonces, nunca más volvería a ver a las víctimas ni a saber de ellos".

            Se encuentra acreditada, asimismo, la permanencia de Jacqueline Drouilly, en el Pabellón de Prisioneros Incomunicados de "Cuatro Alamos", en las fechas señaladas, por los dichos de los testigos Sandra Machuca Contreras, la madre de ésta Valeska Contreras Alvarez y Cecilia Jarpa Zúñiga. Estas dos últimas compartieron la celda N°4 con la afectada, en el recinto señalado.

            Asimismo, fue testigo de la reclusión de Marcelo Salinas, Eytel en los recintos de Villa Grimaldi y "Cuatro Alamos", Juvenal Cortés, entre el 25 y 27 de noviembre de 1974 y en diciembre del mismo año, respectivamente.

            Asimismo, se ha señalado que el afectado fue visto en muy malas condiciones físicas, en la casa de tortura de la DINA, ubicada en Londres 38 y conocida con ese nombre, los primeros días de noviembre de 1974.

            En Informe sobre Violación de Derechos Humanos de Naciones Unidas, de fecha 4 de julio de 1975 se señala que Jacqueline Drouilly fue vista positivamente en "Cuatro Alamos", entre el 22 y 24 de diciembre de 1974.

            Por su parte, Cristián Van Yurick Altamirano, primo de la afectada y detenido por agentes de la DINA el 12 de julio de 1974, señala que vio a Jacqueline en el Campo de "Cuatro Alamos", en el mes de enero de 1975, y conversando con ella, le expuso que se encontraba allí con su esposo Marcelo Salinas Eytel, que estaba bien y que le avisara a su familia.

            Asimismo, en informe de Amnesty International este organismo afirma haber visto a la afectada en Cuatro Alamos, en el mes de marzo de 1975.

            No obstante todos los antecedentes expuestos, el gobierno chileno, informó a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones unidas, que Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, "no tenía existencia legal".

            El nombre de los afectados figura en una nómina de 60 miristas chilenos, supuestamente muertos por "sus propios compañeros de lucha" en diversos países extranjeros (Argentina, Colombia, Venezuela, Panamá, México y Francia), "en la culminación de un largo proceso de divergencias mutuas recriminaciones y disputas por dinero, que se inició con la caída del gobierno marxista de Salvador Allende", publicada en el semanario LEA de Buenos Aires, que salió a circulación por una sola vez (el 15 de julio de 1975), precisamente para dar a conocer la "lista de muertos", esfumándose luego. Esta nómina, unida a otra lista de 59 chilenos miembros del extinto Movimiento de Izquierda Revolucionaria (M.I.R.), dados por muertos, heridos o evadidos en acciones guerrilleras con fuerzas de seguridad en la localidad de Salta, Argentina, y publicada en el Diario O'Dia de Brasil, entera un total de 119 personas.

            Tres periódicos chilenos reprodujeron estas informaciones: El Mercurio, La Segunda y Las Ultimas Noticias, de fechas 23, 24 y 25 de julio de 1975, respectivamente.

            Consultado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, sobre la efectividad de tales informaciones, informó a la Corte de Apelaciones de Santiago, Tribunal que conocía de un recurso de amparo, interpuesto en favor de Jacqueline Drouilly, que no existía antecedente oficial alguno que permitiera establecer que las personas mencionadas hayan fallecido en el extranjero o hayan abandonado el país, como asimismo, que las autoridades, de los países en que, de acuerdo a las publicaciones, habrían ocurrido los hechos, nada han informado sobre el particular.

           

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS

            El 19 de noviembre de 1974, la suegra del afectado, doña Norma Yurich Costagliolo, presentó un recurso de amparo en su favor, ante la Corte de Apelaciones de Santiago, al que se le asignó el rol N°1437.

            En la presentación se solicita la remisión de Oficios al Ministerio del Interior y a la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos. El Tribunal, con igual fecha, sólo accede a la primera de las diligencias pedidas, y de Oficio ordena oficiar al Comandante en Jefe de Zona en Estado de Sitio y al Comandante del Comando de Aviación de Combate, haciendo reiteración de los mismos el 26 de diciembre de 1975.

            Las autoridades ya mencionadas informan que el amparado no se encuentra detenido por orden del Ministerio del Interior, ni procesado por los Tribunales de Aviación dependientes del Comando de Combate, el 8 de enero de 1975 y el 31 de diciembre del año anterior, respectivamente.

            El 20 de enero de 1975, se informa por el Coronel Hernán Ramírez Ramírez, y por orden del Jefe de Zona en Estado de Sitio, que al afectado no se le instruye causa en el II Juzgado Militar de Santiago, ni se encuentra detenido en la jurisdicción de esta Jefatura.

            El 23 de enero de 1975, la recurrente solicita se oficie al Comandante del Campo de Prisioneros de "Tres Alamos", pues ha sido informada extraoficialmente que el afectado se encontraría recluido en este recinto. El día 20 del mismo mes y año, y para entrar a la vista del recurso, la Corte ordena pedir informe al Ministro de Defensa, haciendo presente que el amparado se encontraría detenido en el Campamento de "Tres Alamos".

            El 5 de marzo de 1975, se certificó en autos que por Oficio Nº3550/753 de la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos, se informó que Marcelo Salinas Eytel no registra antecedentes.

            Con el mérito de los informes agregados al proceso, y teniendo presente que de los autos no aparece que el afectado esté detenido o preso, ni que exista orden de aprehensión en su contra, se rechazó el recurso de amparo interpuesto, con fecha 5 de marzo 1975. Asimismo, se ordenó remitir los antecedentes al Juzgado del Crimen respectivo, a fin de que se investigara la posible comisión de un delito, en razón del desaparecimiento de Marcelo Salinas.

            Es así como, por Oficio de la Corte de Apelaciones, se inició ante el 6º Juzgado del Crimen de Santiago un proceso por la presunta desgracia del afectado, que roló con el Nº91.315 y que comenzó a sustanciarse el 11 de marzo de 1975.

            Con esta misma fecha el Tribunal decretó remitir exhorto al Juzgado de Turno de Temuco, a fin de que se interrogara a la recurrente de amparo, con domicilio en esa ciudad, y se dio orden de investigar.

            En cumplimiento de la orden de investigar, se entrevistó a doña María Eliana Arias Rivas, propietaria del inmueble de Alberto Decombe 1191, quien señaló que desde septiembre de 1974 alquilaba el 2º piso de su vivienda al matrimonio de Marcelo Salinas Eytel y Jacqueline Drouilly Jurick, por ser ésta última compañera de Universidad de su hija María Luz Varela Arias, pero que el 30 de octubre de 1974 llegaron hasta el lugar unos desconocidos los que se llevaron a ambos. Se agrega en la orden respectiva que consultado el SENDET y las diferentes dependencias de las Fuerzas Armadas, no se registran antecedentes favorables, como tampoco dieron resultados las diligencias efectuadas para ubicar a algún familiar del desaparecido, ya que los más cercanos se domicilian en Temuco.

            El 11 de abril de 1975 declara en el proceso la suegra del afectado, quien señala que por referencias de una hija del dueño de la propiedad de Alberto Decombe (María Luz Varela Arias), supo que a Marcelo Salinas Eytel y a su hija Jacqueline Drouilly Jurich, los habrían detenido miembros del Servicio de Inteligencia Militar (S.I.M.), los días 30 y 31 de octubre de 1974.

            Sin practicarse nuevas diligencias el 13 de mayo de 1975 se declaró cerrado el sumario, y teniendo el Tribunal presente que de los antecedentes acumulados en autos, no resulta justificado delito alguno en la presunta desgracia de Marcelo Salinas Eytel, se sobreseyó temporalmente la causa, hasta que se presenten nuevos y mejores antecedentes que investigar.

            Subiendo la causa en consulta a la Corte de Apelaciones de Santiago, este Tribunal aprobó la resolución de sobreseimiento el 16 de julio de 1975.

            En la misma fecha precedentemente señalada, en la que se aprobó el sobreseimiento, doña Norma Jurick Costagliolo, presentó ante el 11º Juzgado del Crimen de Santiago, una denuncia por el delito de secuestro en la persona de su yerno y de su hija, la que en principio fue rolada con el Nº2994, pero posteriormente se acumuló a la causa por presunta desgracia de Jacqueline Drouilly, sustanciada ante el mismo Tribunal, conservando el rol Nº2681-4, que corresponde a esta última.

            En el escrito de denuncia se solicita se cite a la presencia judicial a la testigo presencial de la detención del matrimonio Salinas Drouilly, como asimismo la remisión de Oficios al Ministerio del Interior y de Defensa, al Sendet, Jefe de Zona en Estado de Sitio, Comando de Aviación de Combate, Dirección General de Carabineros e Investigaciones, y en especial a la DINA y al Instituto Médico Legal. El Tribunal dio lugar a todas las diligencias pedidas y tuvo por interpuesta la denuncia.

            Asimismo, el 25 de agosto de 1975, se dictó orden amplia de investigar, se pidió cuenta de los Oficios despachados, reiterándose los mismos, y se dejó sin efecto la citación de la testigo María Luz Varela Arias, pues ésta ya había prestado declaración en autos.

            Los primeros días de septiembre de 1975, el Ministerio del Interior y la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos, informan que los afectados no han sido detenidos ni registran antecedentes, agregando el primero de los organismos mencionados que se hace presente que la DINA, en su Oficio (R) Nº3550/5/50 ha informado que Jacqueline Drouilly y Marcelo Salinas, no registran antecedentes en los Kardex de esa Dirección.

            Por su parte, respondiendo al Oficio enviado, el Instituto Médico Legal informó que, efectuada una revisión minuciosa desde 1973 a la fecha, los afectados no aparecen ingresados. Asimismo, el Secretario -Jorge Aguilera Rivera- del II Juzgado Militar de Santiago, informó que revisados los libros de ingresos de causas, desde 1973 a la fecha, no aparece registrado proceso judicial en contra de los afectados. En el mismo sentido informó al Tribunal el Comandante del Comando de Combate para Tribunales de Aviación en Tiempos de Guerra, General Mario Vivero Aguila.

            En virtud de la orden de investigar, se efectuaron diligencias infructuosas en el SENDET y Campamento de Prisioneros de "Tres Alamos". Asimismo declarando extrajudicialmente ante los funcionarios policiales, el Delegado de la Cruz Roja Internacional en Chile, Laurent Nicole, desmintió la información dada por este organismo el 3 de febrero de 1975 a la familia de Jacqueline Drouilly (señalando haberla visto en "Tres Alamos" el 20 de noviembre de 1974), aduciendo que se habría tratado de un error, y agregó que tampoco han intervenido en gestiones tendientes a localizar el paradero de Marcelo Salinas.

            En virtud de lo anterior, el 23 de octubre de 1975, el Tribunal ordenó citar al señor Nicole a la presencia judicial. Sin embargo, sin cumplirse esta gestión, se declaró cerrado el sumario y se sobreseyó temporalmente la causa el 31 de marzo de 1976, teniendo presente que en mérito de los antecedentes reunidos, no se encuentra acreditado en autos la existencia de un delito o cuasidelito en los hechos denunciados. Apelada esta resolución, la Corte de Apelaciones de Santiago, aprobó el sobreseimiento el 18 de junio de 1976.

            El nombre del afectado se incluyó, el 28 de mayo de 1975, en una denuncia por secuestro masivo, presentada ante la Corte de Apelaciones de Santiago por un total de 163 personas desaparecidas luego de su arresto, solicitándose la designación de un Ministro en Visita que dirigiera las investigaciones. Se advirtió que la petición abarcaba la situación de personas arrestadas durante el segundo semestre de 1974 y primero de 1975, por las cuales se había recurrido oportunamente de amparo y solicitado además, una investigación por los Tribunales Ordinarios del Crimen.

            La petición, que fue debidamente documentada en cada caso en particular, fue rechazada por el Pleno de la Corte de Apelaciones el 23 de junio de 1975. Sólo cinco de sus magistrados estuvieron por acogerla.

            El 4 de julio de 1975, el Comité de Cooperación para la Paz en Chile, haciendo suya la solicitud de los familiares de las 163 personas desaparecidas tras su arresto, elevó una nueva petición de designación de Ministro en Visita, esta vez, ante la Corte Suprema, la que fue rechazada el 11 de julio del mismo año, aduciéndose que "los jueces respectivos han practicado en la mayoría de los sumarios correspondientes las investigaciones adecuadas". En esta ocasión, tres magistrados del Máximo Tribunal, su Presidente don José María Eyzaguirre y los ministros señores Ortiz y Erbetta, estuvieron por acoger la petición "atendida la gravedad que presenta el caso, dado el número de personas desaparecidas y el tiempo transcurrido desde que lo están".

            En virtud de la ocurrencia de nuevos acontecimientos que significaron agregar importantes antecedentes a los casos presentados, el Comité de Cooperación para la Paz en Chile, presentó una nueva petición de designación de Ministro en Visita, el 1º de agosto de 1975, la que también fue rechazada.

            Entre estos nuevos antecedentes está el hecho de que el 23 de julio de 1975, la prensa nacional reprodujo una noticia de la revista LEA de Buenos Aires, según la cual 60 chilenos son dados por muertos en Argentina, Colombia, Venezuela, Panamá, México y Francia. Como asimismo, el 24 de julio del mismo año, el Diario La Segunda, citando como fuente el Diario O'Día, de Curitiba, Brasil, entregó una nueva nómina que esta vez incluía a 59 chilenos supuestamente muertos, heridos o evadidos, a raíz de un enfrentamiento armado, con fuerzas policiales argentinas, ocurrido en la localidad de Salta.

            Uno de los agentes que, según uno de los testigos, torturaba al matrimonio Salinas Drouilly en noviembre de 1974 en el recinto de José Domingo Cañas, era Osvaldo Romo Mena, quien fuera detenido en noviembre de 1992, después de ser expulsado desde Brasil. El mencionado agente residía en Brasil desde finales de 1975, bajo la identidad de Osvaldo Andrés Henríquez Mena. En esa época por instrucciones de la DINA, organismo al cual pertenecía, abandonó el país, pues estaba siendo citado por varios Tribunales que tramitaban causas por violación a los derechos humanos. Su localización fue el resultado de una serie de diligencias decretadas en la causa por el desaparecimiento de Alfonso Chanfreau Oyarce. Desde que fuera detenido, y a diciembre de 1992, ha declarado en varios procesos por detenidos desaparecidos y en 6 de ellos se le ha encargado reo.  


Juez dicta 14 procesamientos por secuestros calificados en Villa Grimaldi

Fuente :8 de Agosto 2005 – La Nacion

Categoría : Prensa

 

Un total de catorce de ex agentes del régimen militar fueron procesados por el delito de secuestro calificado, en el marco de las violaciones a los derechos humanos cometidas en el centro de detención de Villa Grimaldi, en la Región
Metropolitana.
La resolución fue adoptada este lunes por el ministro en visita Alejandro Solís, en el marco de la investigación que sustancia por la desaparición de ocho personas al interior de Villa Grimaldi entre julio y diciembre de 1974.
La lista de procesados está encabezada por los generales (R) Manuel Contreras, quien fuera el jefe de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) , Hernán Ramírez Hald y César Manríquez, éste último ex subsecretario de Guerra del régimen militar.
También fueron encausados los brigadieres (R) Pedro Espinoza, Miguel Krassnoff y Fernando Laureani; los coroneles (R) Marcelo Morén Brito, Haroldo Latorre, Rolf Wenderoth y Gerardo Urrich, capitán (R) Manuel Carevic, el cabo (R) Basclay Zapata, todos del Ejército.
Asimismo, el magistrado levantó cargos contra el civil Osvaldo Romo Mena y el subteniente retirado de Gendarmería Osvaldo Manzo.
Todos fueron procesados por las desapariciones de Rodolfo Valentín González Pérez, ex conscripto FACH, Fernando Silva Camus, Anselmo Radrigán Plaza, Marcela Salinas Eithel (debe decir Marcelo Salinas Eytel), José Flores Araya, María Teresa Bustillos Cereceda, Rafael Araneda Yévenes y Jaime Robotham Bravo.
El magistrado Solís dispuso que Carevic, Ramírez Hald y Urrich quedaran en detención preventiva en el Penal Cordillera, mientras que contra el resto no decretó medidas cautelarles, en virtud de que ya gozaban de la libertad condicional o se encuentran cumpliendo condenas por otros delitos.
De acuerdo a los informes Rettig y Valech, que han documentado las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile, el de Villa Grimaldi –también conocido como Cuartel Terranova- fue el recinto secreto de detención y tortura más importante de la DINA.
La de este lunes es la segunda resolución de importancia en torno a la investigación por los abusos cometidos en Villa Grimaldi. Antes, el ministro Solís procesó a ocho ex militares por apremios ilegítimos contra 22 personas que estuvieron recluidas en el dicho recinto.
El mencionado dictamen también había afectado a Contreras, Morén Brito, Espinoza Bravo, Krassnoff Martchenko, Romo Mena, Zapata Reyes, Laurani Maturana, a los que también se agregaron Maximiliano Ferrer Lima y Gerardo Godoy García.
El ex jefe de la DINA, junto a Krasnoff, Moren Brito y Laureani, cumplen condenas por el secuestro calificado del militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Miguel Ángel Sandoval.
 


Caso Villa Grimaldi: Conceden libertad bajo fianza a cuatro ex militares

Fuente :12 de Agosto 2005 La Nacion

Categoría : Prensa

La Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago en votación unánime concedió la libertad, previo pago de 500 mil pesos, a cuatro oficiales en retiro del Ejército a quienes el ministro Alejandro Solís los procesó por el secuestro calificado de ocho disidentes al régimen militar, en el marco de la investigación del caso "Villa Grimaldi".

Se trata de los ex miembros de la disuelta DINA, generales en retiro Hernán Ramírez Hald y Cesar Manríquez; y los brigadieres en retiro Gerardo Urrich y Manuel Carevic, que desde el lunes pasado se encuentran recluidos en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén.

El tribunal de alzada estuvo integrado por los magistrados Alfredo Pfeiffer, Humberto Provoste y la abogada integrante Ángela Radovic.

El magistrado Solís adoptó las resoluciones en bases a las desapariciones de Rodolfo González Pérez (24 julio de 1974); Fernando Silva Camus (27 noviembre de 1974); Anselmo Radrigán Plaza (12 diciembre de 1974); Marcelo Salinas Eitel (21 octubre de 1974); José Orlando Flores Araya (23 agosto de 1974); Maria Teresa Bustillos Cereceda (9 diciembre 1974); Jaime Robotham (31 diciembre de 1974); y Rafael Araneda Yévenes (12 diciembre de 1974).


Juez dicta condena N°100 contra cúpula de la DINA

Fuente :18 de abril de 2008 Lanacion.cl

Categoría : Prensa

Los sentenciados de siempre: brigadier (R) Pedro Espinoza, general (R) César Manríquez Bravo, teniente coronel (R) Francisco Ferrer Lima, y el coronel (R) Miguel Krassnoff Martchenko.

La condena Nº 100 contra los jerarcas de la ex Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, dictó ayer el ministro de fuero de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Solís. Esta vez fue por el secuestro calificado del mirista Marcelo Salinas Eytel, desaparecido en 1974.

El ex director de la DINA, general (R) Manuel Contreras Sepúlveda, fue sentenciado a 15 años de cárcel, que se sumaron a los 57 que ya cumple por otros casos. Sin embargo, Contreras espera sentencias definitivas en otras 15 causas que elevarían su reclusión a 197 años.

Otro de los condenados por el ministro Solís es el brigadier de Ejército (R) Pedro Espinoza Bravo, segundo en la jerarquía de la DINA, sentenciado a 10 años y un día de presidio.

La misma condena recibieron el general de Ejército (R) César Manríquez Bravo, ex jefe de la brigada metropolitana de la DINA; el teniente coronel (R) Francisco Ferrer Lima, el "intelectual" del organismo represivo, porque pedía más "inteligencia y menos sangre"; y el coronel (R) Miguel Krassnoff Martchenko, alias "El Ruso", jefe de la brigada de exterminio del MIR en la Villa Grimaldi.

Absuelto quedó José Manzo Durán, ex jefe del centro de detención Cuatro Álamos.

El fallo del ministro Solís es parte de un proceso que nació en enero de 1998, paralelo a los juicios contra el ex dictador Augusto Pinochet que quedaron en manos del juez Juan Guzmán Tapia.

Ese año, familiares de detenidos desaparecidos se querellaron contra Pinochet y otros ex oficiales de la Fuerzas Armadas y Carabineros, pero el juez Guzmán decidió abrir otro proceso, por los secuestros calificados que se originaron en la Villa Grimaldi.

El 14 de octubre de 2002, la Corte de Apelaciones de Santiago decidió reordenar las investigaciones del juez Guzmán, debido al gran volumen de este proceso. Se nombró a cuatro ministros, entre ellos a Alejandro Solís, quien ha dictado 20 de las 100 condenas que afectan a la cúpula de la DINA.

Marcelo Salinas Eytel, técnico en radio y televisión, tenía 31 años al momento de su detención, el 31 de octubre de 1974, frente a su domicilio de calle Alberto Decombe, en Providencia. Era miembro del MIR.

Días antes, su esposa Jacqueline Drouilly Yurich, estudiante de Servicio Social y también detenida desaparecida hasta hoy, había sido secuestrada por la DINA para mantenerla como rehén mientras aparecía Salinas Eytel.

En el domicilio de ambos se montó una "ratonera" y los agentes obligaron a la hermana de Salinas Eytel a decirle que todo estaba bien y que podía llegar a la casa sin problemas.

El técnico llegó en un taxi, pero al ver algo sospechoso le dijo al chofer que continuara, ante lo cual los agentes dispararon a las ruedas del vehículo. A golpes, Salinas Eytel fue llevado primero a Cuatro Álamos y después a Villa Grimaldi, desde donde desapareció. Según testigos, tanto Salas Eytel como su esposa fueron brutalmente torturados por Osvaldo Romo Mena.


Corte de Apelaciones ratifica condena por secuestro de Marcelo Salinas Eytel

Fuente :Martes 6 de enero de 2009     El Mostrador

Categoría : Prensa

Los ministros ratificaron la condena de primera instancia del ministro Alejandro Solís quien el 17 de abril de 2008 determinó: 15 años y un día de presidio para el general (r) Manuel Contreras Sepúlveda.

La Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la condena por el secuestro calificado de Marcelo Salinas Eytel, ocurrido a partir del 31 de octubre de 1974 en la Región Metropolitana.

En fallo unánime, los ministros ratificaron la condena de primera instancia del ministro Alejandro Solís quien el 17 de abril de 2008 determinó: 15 años y un día de presidio para el general (r) Manuel Contreras Sepúlveda; y 10 años y un día para el ex jefe de la Brigada de Inteligencia Metropolitana de la DINA, general (r) César Manríquez Bravo.

Así como también para el bigadier (r) Pedro Espinoza Bravo, y los ex agentes de la DINA Maximiliano Ferrer Lima, Miguel Krassnoff Martchentko. Mientras Orlando Manzo Durán fue Absuelto falta de participación

Historia

Marcelo Salinas Eytel, técnico en radio y televisión, tenía 31 años al momento de su detención, el 31 de octubre de 1974, frente a su domicilio de calle Alberto Decombe, en Providencia. Era miembro del MIR.

Días antes, su esposa Jacqueline Drouilly Yrich, estudiante de Servicio Social y también detenida desaparecida hasta hoy, había sido secuestrada por la DINA para mantenerla como rehén mientras aparecía Salinas Eytel.

En el domicilio de ambos se montó una "ratonera" y los agentes obligaron a la hermana de Salinas Eytel a decirle que todo estaba bien y que podía llegar a la casa sin problemas.

El técnico llegó en un taxi, pero al ver algo sospechoso le dijo al chofer que continuara, ante lo cual los agentes dispararon a las ruedas del vehículo. A golpes, Salinas Eytel fue llevado primero a Cuatro Álamos y después a Villa Grimaldi, desde donde desapareció. Según testigos, tanto Salas Eytel como su esposa fueron brutalmente torturados por Osvaldo Romo Mena.


Cuando en el sur florecían los cerezos (Poema)

Fuente :Guido Eytel

Categoría : Otra Información

A mi primo Marcelo Salinas Eytel, detenido desaparecido hasta hoy.

La calle no tiene hoy ni luz ni pájaro.
Quién va a cantar, quién va a levantar
una mínima esperanza luminosa.

Se vuelven otra vez los perros horizonte
y no hay agua para lavar esta injusticia.
Qué va a correr bajo los puentes
llenos de vergüenza, carcomidos
por la humedad del desamparo.

Yo no soy más que el testigo de la ausencia,
qué hago reclamando ante el vacío.

No sucederá otra vez:
las enredaderas ocultan la casa
y a la lluvia del tiempo
le dio por borrar todas las huellas.
¿Alguien ha visto un niño perdido?

He bebido cicuta:
se me dan vuelta las palabras
y como ciego busco
el gesto que perdí por esos días.
Qué lo voy a encontrar, cuál era.
¿Era una sonrisa, era un saludo,
era una manera de caminar
poniéndole el pecho a la injusticia?

Como siempre, esta noche
el mismo sueño me persigue: “si no,
primo, si no, si no era nada,
aquí estuve todo el tiempo,
soñando como tú bajo el manzano”.

Qué voy a despertar.

La última vez usaba sandalias
y una chaqueta verde
del color del pasto
que brota a principios de noviembre.
¿Alguien supo qué le hicieron?
¿Cuando murió qué dijo?
¿Levantó una mano, gritó,
abrió los ojos
(se verá en sus pupilas la faz del asesino)
o solamente suspiró
y pensó que en el sur
estaban floreciendo los cerezos?

Hoy la calle no tiene luz ni pájaro.
Afuera el silencio parece que va a estallar.

 


Támesis

Fuente :Nicole Drouilly  - Londres 1999

Categoría : Otra Información

Marcelo llegó un día a mi casa cuando yo tenía doce años y venía bajando por las escaleras. Fue cuando lo vi sentado en el sofá, tocando guitarra y me impresionó su mirada dulce; fue quizá a causa de ella, que Jacqueline, mi hermana, se enamoro de él de inmediato y se mezclaron así nuestras vidas. Marcelo cantaba lindo y era de profundas convicciones, pero aunque era su bondad la principal de sus virtudes, tenía también una imaginación extraordinaria que lo llevaba a contarme historias increíbles, que a mi gustaba creer.
Para mí que consideraba a mi hermana como la absoluta perfección y quería parecerme en todo a ella, Marcelo representaría desde entonces el tipo de hombre del futuro, no machista, no agresivo, comprensivo, inteligente, con sentido de humor,  revolucionario; y yo mantenía con él discusiones interminables que viéndolo ahora desde lejos, serían más bien preguntas cortas de mi parte y respuestas largas y elaboradas de la suya. Mi real relación con él era de absoluta admiración, apenas llegaba corría a darle cafecito, y el cariño que sentía por él crecía al observar la forma en que trataba a mi hermana. Marcelo estaba absolutamente enamorado de Jacqueline y era dulce y cariñoso, al mismo tiempo de respetar sus opiniones.
 
Marcelo se dedicaba a las tareas políticas en sus días y en sus noches, y Jacqueline se incorpora también al MIR. Se marchan a Santiago donde Jacqueline va a la Universidad, mientras Marcelo continúa sus tareas políticas a tiempo completo. Eran los años en que una se sentía orgullosa de ser chilena, porque cosas maravillosas estaban sucediendo, y los pobres y los desposeídos les arrebataban a los ricos la historia. Fueron años cortos en el tiempo pero interminables en el recuerdo, y veo en ellos a Marcelo y a Jacqueline rodeados de sol y de esperanza.
 
En enero del 73, fui a pasar con ellos el verano. Fue un verano agitadísimo en que Marcelo estaba inmerso en una vorágine de tareas, pero aún así pudimos reanudar aquellas conversaciones, en que ahora me explica las características de la lucha de clases chilena, y con Jacqueline igualmente, hablamos y hablamos, y ella me cuenta que Marcelo es el amor de su vida y su mejor amigo.
 
El golpe lo vino a cambiar todo. Nuestra familia empieza a vivir angustiada por Jacqueline y por Marcelo, quizás más por Marcelo, ya que pensábamos que el riesgo era mayor para él. Mi padre se las arregla para conseguirles pasajes a Europa, y va a Santiago a convencerlos de que se vayan. Marcelo se emociona con el gesto, pero le contesta a mi papá: "Nosotros nos quedamos a apagar la luz". Mi papá se descorazona y les insiste, Jacqueline explica que en estos momentos difíciles, ellos no harán uso de las garantías pequeño-burguesas, y que los pobladores, los trabajadores de los cordones industriales no pueden irse, tienen que aguantar, y eso es lo que ellos van a hacer también.
 
Amigos alrededor de nosotros caen uno a uno, en Temuco, en Santiago. Compañeros de partido de Marcelo y Jacqueline son asesinados, desaparecidos, torturados. Pero Marcelo y Jacqueline están incólumes. Viajo en enero del 74 a pasar el verano con ellos, y trato entonces de convencer a Jacqueline de que se vayan, pero Jacqueline me dice, "yo Nicole, nací parada. Nosotros sabemos los riesgos pero estamos decididos, el partido y el pueblo nos necesitan".
 
A mediados del 74, el cerco se estrecha. Jacqueline y yo, en una dimensión paralela, hemos hecho arreglos para que me vaya a Santiago a vivir con ellos mientras estudio en la Universidad. Estoy fascinada con la idea. También es importante para mí, ya que confío que Jacqueline me dejará integrarme a las tareas políticas con ella.
 
Ese año Jacqueline y Marcelo se casan para evitar problemas y "legalizarse" con respecto a la dictadura. Para su matrimonio fuimos todos a Santiago y en la noche, Jacqueline y Marcelo se encargan de hacer mil bromas acerca de la noche de bodas. Jacqueline me pide prestada la camisa de dormir que yo tenía puesta para hacer el momento más importante, pero antes de irse a acostar, se acerca a la pieza donde estábamos acostadas sus hermanas y con sus veinticuatro años, se pone a saltar en la cama y a decirnos lo que nos quería y lo feliz que estaba. Marcelo entró riendo a la pieza a sacarla y a que dejara de hacer escándalo. No pudo haber una velada más linda que ésa. Después, a principios de octubre, Jacqueline nos llamó para contarnos que estaba esperando guagua y que estaban felices con Marcelo. También concretó algunos detalles conmigo de mi inminente ida a Santiago, como pedirme que no me olvidara de llevar tenedores, que no tenían suficientes.
 
No duró mucho la alegría. El primero de noviembre de 1974, sonó el teléfono y nos enteramos que Jacqueline y Marcelo habían sido detenidos. Lo que siguió ya estaba escrito.
 
Se llevaron a Marcelo a José Domingo Cañas, donde horas antes se habían llevado también a Jacqueline.
 
Marcelo y Jacqueline fueron torturados salvajemente, juntos y por separado. Luego los llevaron a Villa Grimaldi, a Cuatro Álamos, y a la Venda Sexy. Sé que en Cuatro Álamos, Jacqueline pudo hablar con nuestro primo, Christian Van Yurick, a través de una ventana y le dijo de lo preocupada que estaba por Marcelo. Christian no la volvió a ver. A mediados de diciembre se la llevaron a ella y a Marcelo a un lugar desconocido de donde no vuelven a ser vistos. Mucho después aparecen en las fatídicas listas de los '119'.
 
Unido a todo el dolor que siento, quizás lo más punzante sea el saber que el mayor sufrimiento que sintieron no era por ellos mismos, sino por la impotencia de saber cómo sufría el otro. Nuestra familia ha tomado el deber de buscarlos y luchar por ellos, por ellos dos; porque Marcelo es y será para siempre parte nuestra. Por eso en Londres, manifestando contra Pinochet y exigiendo Justicia, llevo la foto de Marcelo junto a la de Jacqueline, orgullosa de que ellos sean parte de mi familia. Jacqueline, mi hermana perfecta a quien todavía quiero parecerme, y Marcelo, hermano también, que entre tantas fantasías, sentado en el sillón y yo arrodillada a su lado, me contó aquella de que él había nacido en Londres con su hermana, y que de la ventana de su casa veían pasar los barquitos en el Támesis y escuchaban las campanadas del Big Ben. Veinte años más tarde, yo me encontraría viviendo aquí en Londres, y al cruzar el Támesis para ir al trabajo, cada día, no puedo dejar de pensar en él, mirando sus barquitos de su fantasía de niño que ahora es parte de nosotros. Marcelo tu diste y recibiste tanto amor, estarás siempre en nuestro pensamiento.


ULagos estrena mediometraje en conmemoración a 48 años del golpe militar en Chile

Fuente :ulagos.cl 10/9/2021

Categoría : Prensa

“Jacqueline” es una obra de danza contemporánea basada en una historia de amor entre Jacqueline Drouilly Yurich, mujer detenida desaparecida y su pareja Marcelo Salinas Eytel, contada por un actuario que cuestiona su concepción de justicia al conmoverse por esa historia. En el equipo de esta creación, que cruza el lenguaje coreográfico y escénico para traducir corporalmente un relato cotidiano, participaron los profesores del Departamento de Humanidades y Arte, Carlos Ulloa, a cargo de la dirección plástica; Víctor Oyarzo, compositor musical del mediometraje y Jorge Ferrada, quien interpretó a dicho actuario, además de artistas regionales, quienes dieron vida a este proyecto.

Gracias al apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Subdirección de Arte, Cultura y Patrimonio de la Universidad de Los Lagos, el sábado 11 de septiembre a las 19:00 hrs. se estrenará por el canal de YouTube ULagosTV el mediometraje “Jacqueline”, dirigido por Verónica Arellano y que cuenta con la participación y la colaboración de artistas del colectivo El Deseo y de la compañía de Danza Tierra Húmeda.

Jacqueline Paulette Drouilly Yurich era una estudiante de Trabajo Social chilena de la Universidad de Chile y militante del MIR, detenida por agentes de la DINA el 30 de octubre de 1974 con 25 años y estando embarazada.

Verónica Arellano, coreógrafa, intérprete y directora del colectivo El Deseo, señala que “con esta obra queremos honrar las historias que fueron truncadas por la dictadura militar. Creemos que estas son las historias necesarias de ser contadas, ya que son las historias que nos posibilitan una mayor  conciencia, para que de esta forma no repitamos en el futuro los mismos errores y así poder construir un país más justo, más humano y más amoroso”.

Para el académico de la Universidad de Los Lagos, profesor Carlos Ulloa, quien estuvo a cargo de la dirección plástica de esta creación, “es muy importante que nuestra Universidad patrocine este mediometraje que nos lleva a conocer la historia de Jacqueline. Se hace fundamental, en este contexto, recuperar la memoria para construir futuro y es más que necesario que nuestra labor académica sea generadora de conocimiento y memoria en nuestros estudiantes, para que sean ellos y ellas quienes construyan un futuro sólido”.

Junto al profesor Ulloa, participaron de la creación de este mediometraje los académicos del Departamento de Humanidades y Arte, Víctor Oyarzo, quien compuso la música para esta obra; el Dr. Jorge Ferrada, quien interpretó el personaje de actuario y los consejeros regionales de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Universidad de Los Lagos, Álvaro Facuse, integrante de la compañía de Danza Tierra Húmeda y Francisca Paris, directora de Balmaceda Arte Joven de Los Lagos.

Para el profesor Jorge Ferrada “esta obra fue una creación muy esperanzadora, ya que siento que Jacqueline vive en nuestros corazones, como lo hacen todas las y todos los detenidos desaparecidos. La obra es un homenaje a ella y es una forma de relatar en teatro y danza el amor que ella sentía por Marcelo Salinas, su pareja, y cómo ese amor se prolonga de manera infinita hasta nuestros días”.

Sobre la creación de esta obra, el profesor Ulloa señala que “esta propuesta es digna de ver porque se integran en un solo impulso un conjunto de creaciones artísticas que generalmente vuelan por separado: el teatro, la música, la plástica, la danza, lo audiovisual, fundiendo trazos, gestos, colores, movimientos, composiciones y texturas, en un diálogo expresivo que permitieron generar esta obra”.

El académico de la carrera de pedagogía en educación media en artes y coordinador de la mención en artes visuales, concluye que “esa integración es destacable y se valora y es acá, donde se potencia también la labor de la Universidad con su patrocinio, como un ente impulsor de desafíos creativos y culturales que renuevan el quehacer artístico en nuestra región”.

Compromiso con los Derechos Humanos

Sergio Trabucco, subdirector de Arte, Cultura y Patrimonio de ULagos, señaló que “la Universidad de Los Lagos está comprometida con impulsar los procesos creativos que gestan las y los académicos. Esta obra propone además una excelente oportunidad de vinculación con creadores y creadoras regionales, posibilitando un intercambio que incide en la política institucional de Arte, Cultura y Patrimonio, donde los Derechos Humanos se instalan como un eje primordial, razón por lo cual, hemos querido conmemorar los 48 años del golpe militar con este mediometraje de alta calidad artística”

Trabucco concluye señalando que “es fundamental que las universidades estatales cultivemos y recuperemos la memoria histórica, ya que es vital recordar y revivir para que nunca más ocurran hechos atroces como el golpe militar, que destruye el alma de las sociedades y de las personas”.

Con motivo del estreno de “Jacqueline”, se llevará a cabo, el viernes 10 de septiembre a las 17:00 hrs. por el canal de YouTube ULagos TVun diálogo sobre el proceso de creación de esta obra en el que participarán Jorge Ferrada, Verónica Arellano, Carlos Ulloa y las intérpretes Julia Björkström y Carolina Contreras.


CS confirma condena a agentes de la DINA por secuestro y tortura en cuartel Ollagüe.

Fuente :diarioconstitucional.cl 21/6/2021

Categoría : Prensa

El máximo Tribunal descartó error de derecho en la sentencia que rechazó aplicar en la especie la media prescripción y que ordenó al Fisco pagar una indemnización de $30.000.000 por concepto de daño moral a la víctima.

La Corte Suprema rechazó los recursos de casación en el fondo deducidos en contra de la sentencia que condenó a los agentes de la extinta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Miguel Krassnoff Martchenko y Ciro Torré Sáez a 3 años y un día de presidio, en calidad de autores de los delitos consumados de secuestro y aplicación de apremios ilegítimos a Aránzazu Pinedo Castro. Ilícito perpetrado en el denominada cuartel Ollagüe del organismo represivo, ubicado en la calle José Domingo Cañas de Ñuñoa, entre octubre y diciembre de 1974.

La sentencia sostiene que, al haberse calificado el delito indagado como de lesa humanidad, no puede prosperar el reclamo en cuestión, pues es criterio reiterado de esta Corte Suprema que no puede prescindirse de la normativa de Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que excluye la aplicación tanto de la prescripción como de la llamada media prescripción en esta clase de delitos, por entender tales instituciones estrechamente vinculadas en su fundamento y, en consecuencia, contrarias a la regulación de los Convenios de Ginebra, la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de lesa humanidad y, en general, a las normas de ius cogens provenientes del Derecho Internacional de los Derechos Humanos que excluyen de esta clase de delitos la impunidad y la imposición de penas no proporcionadas a la gravedad intrínseca de los delitos, fundadas únicamente en el transcurso del tiempo. Por lo que el recurso por este motivo de invalidación no puede prosperar.

En tanto, respecto de la indemnización, la Sala Penal sostiene que sin perjuicio de lo razonado en la sentencia recurrida, esta Corte tiene en consideración que la acción indemnizatoria planteada en estos autos tiene su origen en la perpetración de un delito de lesa humanidad, en que se persigue la responsabilidad del Estado por actuaciones de sus agentes que han cometido violaciones a los derechos humanos.

La resolución agrega que de esta manera, el contexto en que los hechos fueron verificados –con la intervención de agentes del Estado amparados en un manto de impunidad forjado con recursos estatales– trae no sólo aparejada la imposibilidad de declarar la prescripción de la acción penal que de ellos emana sino que, además, la inviabilidad de proclamar la extinción –por el transcurso del tiempo– del eventual ejercicio de la acción civil indemnizatoria derivada de ellos, como reiteradamente lo ha sostenido este tribunal, ya que ello contraría la voluntad expresa manifestada por la normativa internacional sobre Derechos Humanos, integrante del ordenamiento jurídico nacional de acuerdo con el inciso segundo del artículo 5° de la Carta Fundamental, que consagra el derecho de las víctimas y otros legítimos titulares a obtener la debida reparación de todos los perjuicios sufridos a consecuencia del acto ilícito, e incluso por el propio derecho interno, que en virtud de la Ley N° 19.123 reconoció de manera explícita la innegable existencia de los daños y concedió también a los familiares de las víctimas calificadas como detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, por violación a los derechos humanos en el período 1973-1990, beneficios de carácter económico o pecuniario. (En este sentido, SCS Nros. 20.288-14, de 13 de abril de 2015; 1.424, de 1 de abril de 2014; 22.652, de 31 de marzo de 2015, entre otras).

Para la Corte Suprema, por lo demás, la acción civil aquí entablada en contra del Fisco tendientes a conseguir la reparación íntegra de los perjuicios ocasionados, encuentra su fundamento en los principios generales del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y su consagración normativa en los tratados internacionales ratificados por Chile, los cuales obligan al Estado a reconocer y proteger este derecho a la reparación completa, en virtud de lo ordenado en los artículos 5°, inciso 2°, y 6° de la Constitución Política de la República.

Los artículos –prosigue– 1.1 y 63.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos consagran que la responsabilidad del Estado por esta clase de sucesos queda sujeta a reglas de Derecho Internacional, las que no pueden ser incumplidas a pretexto de hacer primar otros preceptos de derecho interno, pues si se verifica un hecho ilícito imputable a un Estado surge de inmediato la responsabilidad internacional de éste por la violación de una regla internacional, con el consecuente deber de reparación y de hacer cesar las consecuencias de agravio.

Decisión acordada con el voto en contra del abogado integrante Abuauad, quien estuvo por acoger el recurso de la defensa del condenado Torré Sáez, únicamente en lo tocante a la media prescripción.

En la resolución de base, dictada por el ministro Mario Carroza, se dieron por establecidos los siguientes hechos:

1.- Que la Dirección de Inteligencia Nacional DINA, disponía de recintos secretos entre los que se encontraba el cuartel ubicado en José Domingo Cañas, conocido como CUARTEL OLLAGÜE, que servía de centro de detención, interrogación y tortura, y no se trataba de establecimientos carcelarios de aquellos destinados a la detención de personas establecidos en el Decreto Supremo Nº 805 del Ministerio de Justicia de 1928, ellos estaban bajo el mando de un oficial y contaban con una plana mayor que les asesoraba en labores de inteligencia. De este jefe dependían las agrupaciones y su objetivo, a la fecha de ocurrencia de los hechos, apuntaban en este caso a compartir al movimiento de izquierda revolucionario MIR;

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2.- Que Aránzazu Pinedo Castro, sin militancia política, es detenida el día 30 de octubre de 1974, alrededor de las 01:00 horas, en su domicilio ubicado en calle Montenegro, de la comuna de Ñuñoa, por un grupo de hombres armados, entre los cuales se encontraban Osvaldo Romo Mena y Basclay Zapata Reyes agentes de la dirección de inteligencia nacional Dina, de la brigada Caupolicán, integrantes de la agrupación ‘Halcón’, que mantenía bajo su mando el oficial de ejército Miguel Krassnoff Martchenko, que tenía como misión primordial buscar enérgicamente a los militantes del movimiento de izquierda revolucionario MIR, Jacqueline Paulette Droully Yurich y Marcelo Eduardo Salinas Eytel, amigos de la víctima. Estos agentes llegan a la casa de Aránzazu Pinedo, como resultado del secuestro de la hermana de Marcelo Eduardo Salinas Eytel, ‘Peggy’, de nombre Anita, quien bajo amenaza es obligada a revelar la dirección de la víctima, ya que no conocía en ese entonces la residencia de su hermano. Posteriormente, la víctima acompañando a los agentes, concurren al domicilio de Jacqueline Paulette Droully Yurich, quien es detenida y en ese mismo instante, Aránzazu Pinedo Castro es dejada en libertad y al día siguiente, nuevamente los mismos efectivos se presentan en su hogar, permaneciendo en él por aproximadamente una semana, con el objetivo ahora de lograr la detención del militante Claudio Silva Peralta, situación que no se concreta, ya que de modo discreto fue advertido de la búsqueda. A consecuencia de ello, la víctima es detenida y subida a una camioneta con los ojos vendados y trasladada al recinto de José Domingo Cañas, lugar donde reconoce entre los detenidos, a Jacqueline Droully y posteriormente es sometida a interrogatorios bajo tortura, no recibiendo alimentación ni agua por aproximadamente 15 días, sufriendo golpes de puños y pies y obligada a presenciar las torturas de otros detenidos. Finalmente es llevada a los campos de prisioneros Cuatro Álamos y concluye en Tres Álamos, hasta quedar en libertad el día 25 de diciembre de 1974, al ser expulsada del país.


REGRESAR A CHILE (LIBRO)

Fuente :LAVANGUARDIA.COM

Categoría : Prensa

SINOPSIS

Su autor nos acerca a ese objeto poético desplegado ante sus ojos. Ese acercamiento constituye una comunión total con tal objeto. Y esa comunión alcanza su acento más convincente cuando el poeta se sitúa ante el paisaje humano, ante el dolor de las víctimas de la represión del Pinoasesino: Víctor Jara, Salvador Allende, Marcelo Eduardo Salinas Eytel, con el que siente en uno de los textos más hermosos, más emocionantes del libro.Aureliano CañadasNunca viajamos puramente a lo desconocido. Lo supe antes, dice el que viaja. El que busca sus propios contornos. Sabe que quiere saber. Grita desde el fondo del grito tartamudo. Vuelve a la boca amada que ilumina y hiere. La boca que no puede decir el propio nombre hasta no encontrar espejo. Lo supo antes, dijo. Lo sospechaba.María Eugenia López  AUTOR JAVIER DIAZ GIL

Fecha de lanzamiento

31/10/2022 

Editado en

ESPAÑA


Estado de Chile será juzgado en la Corte Interamericana de DDHH por rebaja de condena a criminales de lesa humanidad (EXTRACTO)

Fuente :resumen.cl 31/1/2023

Categoría : Prensa

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) someterá a juicio al Estado de Chile por aplicar "media prescripción" a autores de crímenes de lesa humanidad perpetrados en dictadura y condenados entre 2007 y 2010.

Este 1 de febrero de 2023, se celebrará audiencia del caso Vega González y otros vs. Chile en la Corte Interamericana de Derechos Humanos ubicada en San José, Costa Rica. Ésta se realiza con la intención de juzgar la responsabilidad internacional del Estado de Chile en la reducción de condenas criminales de la dictadura.

En particular se trata de 14 procesos penales sobre ejecuciones y desapariciones forzadas perpetrados contra 49 víctimas. En estos casos, la Corte Suprema de Justicia de Chile aplicó la "media prescripción" entre los años 2007 y 2010, lo que le permitió rebajar drásticamente las penas y permitir que la mayoría de los perpetradores quedaran en libertad.

Así, la Corte IDH deberá determinar si el Estado de Chile cumplió con su deber de aplicar justicia con sentencias adecuadas y proporcionales a criminales de lesa humanidad.

«Pedimos y exigimos la pena que corresponde para crímenes que nos continúan afectando hasta el día de hoy, que significaron la pérdida de nuestros seres queridos", expresó Gaby Rivera Sánchez, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, AFDD. "El próximo año serán 50 años desde el golpe de estado militar en Chile. Ya es hora de que los familiares de víctimas tengan justicia plena", agregó Alicia Lira Matus, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, ambos recogidos en un comunicado de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP)

ENTRE ESTOS 14 CASOS ESTA EL DE MARCELO EDUARDO SALINAS EYTEL DETENIDO DESAPARECIDO EL 31/10/1974