Sáez Vicencio Jorge Roberto

23 años, soltero, jardinero, detenido desaparecido el 19 de octubre de 1973 en Santiago.

Jorge Roberto Sáez Vicencio fue detenido ese día en la tarde, en la vía pública, en la comuna de Ñuñoa, por carabineros que lo condujeron hasta la Décimo Tercera, actual Décimo Octava, Comisaría de Carabineros de Nuficia. Desde ese momento se encuentra desaparecido.

De acuerdo con lo señalado por testigos, alrededor de las 16:00 horas ese día, Jorge Sáez fue detenido en compañía de Jorge Antonio Aránguiz González, a dos cuadras del domicilio del primero, en la población Jaime Eyzaguirre de la comuna de Ñuñoa, mientras se encontraban en la intersección de las calles Ramón Cruz y Rodrigo de Araya. Los familiares de ambos, que fueron advertidos del hecho por un testigo, concurrieron ese mismo día al recinto policial, pero en ese lugar negaron los arrestos. Desde la fecha de su aprehensión ambos permanecen desaparecidos.

Jorge Aránguiz González fue calificado como víctima de violación de derechos humanos por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación.

Considerando los antecedentes reunidos y la investigación realizada por esta Corporación, el Consejo Superior llegó a la convicción de que Jorge Roberto Sáez Vicencio fue detenido por agentes del Estado y desapareció mientras se le mantenía en esa calidad. Por tal razón, lo declaró víctima de violación de derechos humanos.

Les cuento, don Jorge Sáez Vicencio tuvo dos hijos Paulina ( 36 años) y Jorge (34 años) los cuales no fueron reconocidos, ya que en ese tiempo Paulina que tenia 1 año y meses estaba a la espera que sus padres se casaran para poder ser hija legitima de Jorge Sáez y Jorge que nació en Abril del año 1974 que es posterior a su muerte, lo que quiero contarles en definitiva gracias a que don Jorge Sáez Vicencio desapareció sus hijos nunca pudieron llevar el apellido de su padre siendo reconocidos solo por la madre Isabel Pérez Acevedo y llevaron una vida muy difícil y pobre Uds. entienden Se los cuento para que así los puedan ayudar a honrar a su Padre, para cualquier contacto mi nombre es Maria Jerez y soy la esposa de Jorge Pérez (el hijo de don Jorge Sáez), que aunque suene ridículo y que nunca va a suceder, que algún dia fuera Jorge Sáez igual que su padre.,

Su familia no tiene fotografias de Jorge en edad adulta, pero su nuera nos envio una foto donde sale de niño con su familia.

Primera Sala fijó en $150.000.000 el monto de la indemnización total que el fisco deberá pagar a la pareja e hijos de Jorge Roberto Sáez Vicencio, detenido en octubre de 1973 por funcionarios de Carabineros en la comuna de Ñuñoa y cuyos restos fueron identificados en 2016, entre los cuerpos que fueron inhumados ilegalmente en el Patio 29 del Cementerio General.

La Corte de Apelaciones de Santiago fijó en $150.000.000 (ciento cincuenta millones de pesos) el monto de la indemnización total que el fisco deberá pagar a la pareja e hijos de Jorge Roberto Sáez Vicencio, detenido en octubre de 1973 por funcionarios de Carabineros en la comuna de Ñuñoa y cuyos restos fueron identificados en 2016, entre los cuerpos que fueron inhumados ilegalmente en el Patio 29 del Cementerio General.

En fallo unánime (causa rol 683-2020) la Primera Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Miguel Vázquez, Elsa Barrientos y la abogada (i) Carolina Coppo– confirmó la sentencia impugnada, dictada por el Vigésimo Primer Juzgado Civil de Santiago, con declaración que se eleva la sumas que el demandado deberá pagar, por concepto de daño moral, a la conviviente e hijos del joven jardinero que fue víctima de un crimen de lesa humanidad ejecutado por agentes del Estado.

“Que en lo que dice relación al monto a que debe ascender el resarcimiento por daño extrapatrimonial pretendido por los demandantes, la Corte estima que sin perjuicio de las consideraciones que se tiene presente por el tribunal a quo en el fallo impugnado, algo que pretenda acercarse a una –al menos teórica–, reparación del perjuicio moral que hubo de experimentar Isabel del Tránsito Pérez Acevedo, dada su calidad de pareja y madre de los hijos de filiación no matrimonial del causante víctima de los hechos y los señores Jorge Enrique Sáez Pérez y Paulina Soledad Sáez Pérez como hijos de la víctima, se satisface con una suma superior a la fijada en primera instancia, atendida la entidad del menoscabo que sufrieron y a la situación particularmente penosa a la que se vieron expuestos durante años, todo lo cual es posible desprender de la valoración que se hace de la prueba rendida al efecto y que se sintetiza en el fallo de primer grado”, consigna el fallo.

“Por consiguiente, se elevará la cifra concedida por este concepto”, resuelve.

“Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se confirma la sentencia de veinte de diciembre de dos mil diecinueve, dictada por el Vigésimo Primer Juzgado Civil de Santiago en los autos Rol N° C-4692-2019, con declaración que se eleva la sumas que el demandado Fisco de Chile deberá pagar a cada uno de los actores, a la cantidad de $50.000.000, con los reajustes e intereses que se fijan en el considerando Vigésimo referido fallo”, ordena.

DESCRIPCIÓN

Textos de Johanna Menares Jara y Patricio Corvalán Cerda
Prólogo de Daniela Oliva Carrasco

Este libro de cuentos apunta a defender el derecho a la memoria, el rescate y justicia de los y las ausentes.

Colectivizar los recuerdos cobra gran relevancia en el accionar de los y las chilenas, es el elemento más importante a la hora de construir puentes que faciliten la unidad e identidad histórica, es así como la memoria personal al unirse a otras de vida similar, se concreta en la construcción de memoria colectiva, la cual aporta en defender el sentido de pertenencia y combatir el olvido, ese que tanto favorece a los causantes de horrores, a los genocidas.

No reneguemos de recordar, aunque el recuerdo sea triste, siempre será mejor que el infinito olvido…

Cuentos sobre: Agustín Sergio Corvalán Cerda, Ernesto Vásquez Godoy, Ricardo Manuel Weibel Navarrete, Ricardo Octavio Campos Cáceres, Alonso Fernando Gahona Chávez, Julio Roberto Vega Vega, Luis Alberto Díaz Manríquez, Michel Selim Nash Sáez, Reinalda del Carmen Pereira Plaza y Jorge Roberto Sáez Vicencio.

El próximo sábado 20 de julio se presentará el libro Cuentos de lo indecible de Johanna Menares y Patricio Corvalán. La publicación, que aborda diez casos de violaciones a los derechos humanos, busca visibilizar la historia de quienes fallecieron bajo el régimen militar. Escribe Abril Becerra en el Diario de la Universidad de Chile.

Mujeres, jóvenes, militantes comprometidos y ciudadanos con vagas políticas. Ese es el esbozo que hace Cuentos de lo indecible, libro de Johanna Menares y Patricio Corvalán, que será presentado el próximo sábado 20 de julio a las 11:00 horas en la Corporación Cultural de Recoleta.

Este texto, que es el resultado de una extensa investigación, reúne una serie de cuentos basados en diez casos de violaciones a los derechos humanos en dictadura. De esta manera, contempla la historia de Agustín Corvalán, joven de 20 años que fue detenido en su domicilio a raíz de una riña; Ernesto Vásquez, obrero de 22 años y miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); y Reinalda del Carmen Pereira, militante del Partido Comunista que tenía 29 años y cinco meses de embarazo al momento de su detención en 1976, entre otros.

“Cuentos de lo indecible consiste en la construcción de cuentos biográficas de personas detenidas desaparecidas o ejecutadas políticas. En él dimos énfasis a la pluralidad de quienes padecieron los horrores de la dictadura, entonces, tomamos los casos de militantes y no militantes, mujeres y hombres, para que se entienda que, finalmente, el pueblo entero fue el enemigo”, comentó sobre el texto Johanna Menares.

Para la realización del texto, los investigadores se contactaron con los familiares de quienes fallecieron durante el régimen. Así, construyeron un relato donde se hizo hincapié en los aspectos íntimos.

“Logramos rescatar la infancia, saber si eran militantes apasionados o buenos padres. Si les gustaba la música, es decir, cosas que, en general, son difíciles de conocer a través de informes formales como el Rettig o el Valech”, sostuvo Menares.

“De alguna forma, quisimos contextualizar el quiénes eran estas personas y humanizarlos para devolverles su calidad de ciudadano”, añadió la autora.

Este ejercicio de memoria, según comentó Menares, surgió frente a la urgencia respecto de dar conocer estas historias.

“Luego de los reiterados fallecimientos de las madres de muchos detenidos desaparecidos, tuvimos el interés de realizar este proyecto, sobre todo, por el gran temor de que las memorias de estas personas desaparezcan”, destacó la escritora, quien además afirmó que el proyecto fue elaborado para poder ser narrado como un cuentacuento.

“Si bien la lectura es algo importante, el contacto directo con quien relata también da otras posibilidades, da otro vínculo. Por eso fueron escritos para la narración oral, para que cualquier persona pueda leerlos en voz alta y sea de fácil acceso para quien lo está oyendo”, explicó.

En esa línea, el libro, que, si bien está dedicado a un público amplio, también puede estar destinado a niños y jóvenes.

Este proyecto también abre una serie que estará dedicada a otros casos. Frente a ello, Johanna Menares manifestó que la pretensión es reconstruir la historia de quienes fallecieron en democracia: “La idea es seguir haciendo la máxima cantidad de relatos para poder dignificar y devolver las historias de estas personas al recuerdo, a la memoria. Pero también, tenemos la intención de reivindicar luchas actuales, por ejemplo, construir la historia de Camilo Catrillanca o de otras personas que han sufrido violencia de Estado en democracia”.

Se trata de Jorge Sáez Vicencio, un jardinero de 23 años sin militancia política que fue detenido en 1973 y cuyos restos fueron encontrados en 1991 en una tumba del Cementerio General. 43 años después vuelve con su familia y se convierte en la persona número 62 que se ha podido identificar del Patio 29.

Esta mañana el ministro Mario Carroza, junto a un equipo de la Unidad Especial de Identificación Forense del Servicio Médico Legal (SML) y del Programa de Derechos Humanos del ministerio del Interior, informó la identificación de Jorge Roberto Sáez Vicencio a sus familiares.

Su identidad se logró por medio de análisis genéticos que fueron obtenidos gracias al SML, más los análisis de ADN llevados a cabo por los laboratorios internacionales de la University of North Texas Health Science Center (UNTHSC), en Estados Unidos; del Institute of Legal Medicine, Innsbruck Medical University (GMI) de Austria y del International Commission on Missing Person (ICMP) de Bosnia-Herzegovina.

Jorge Sáez Vicencio tenía 23 años al momento de su desaparición, el 19 de octubre de 1973. Trabajaba como jardinero y no tenía militancia política. Ese día, pasadas las 16:00 hrs. fue detenido junto a Jorge Antonio Aranguiz González (16 años), en la intersección de Ramón Cruz con Rodrigo de Araya, en Ñuñoa, donde fueron llevados hasta la Décimo Tercera Comisaría de esa comuna. Desde allí se les pierde el rastro.

En 1991, tras la exhumación de una tumba de Patio 29 en el Cementerio General, los restos encontrados fueron trasladados a SML donde se realizaron estudios antropológicos y odontológicos para establecer posibles coincidencias con víctimas desaparecidas. Con el avance de la tecnología y la posibilidad de realizar exámenes genéticos, Jorge Sáez vuelve a reunirse con su familia después de 43 años desaparecido.Con esta nueva información, las víctimas identificadas asociadas a Patio 29 llegan a 62.