Fecha Detención : 06-03-1974
Lugar Detención : Quillota
Actividad Política : Partido Comunista (PC)
Actividad : Talabartero
Estado Civil e Hijos : Soltero, 3 hijos
Nacionalidad : chilena
Relatos de Los Hechos
Categoría : Antecedentes del Caso
Rut : No consignado
F.Nacim. : 03-10-32, 41 años a la fecha de su detención
Domicilio : Balmaceda N°12, Cerro Macaya, Quillota
E.Civil : Soltero, 3 hijos
Actividad : Talabartero
C.Repres. : Militante del Partido Comunista
F.Detenc. : 6 de marzo de 1974
SITUACION REPRESIVA
Bernardino Rodríguez Cortez, padre de 3 hijos, talabartero, militante del Partido Comunista, fue detenido el 6 de marzo de 1974, en la calle O'Higgins de Quillota, al interior de una suelería, alrededor de las 11:00 de la mañana. La detención la practicaron funcionarios de Investigaciones de Quillota, entre los que iban el Subinspector Omar Mercado los detectives Juan González y Hugo Olivari.
Los hechos ocurrieron en presencia de Elena Julia del Carmen Garabito Durán -madre de las tres hijas de la víctima- y del dueño de la suelería "Santiago". Los detectives esposaron a Bernardino Rodríguez y caminaron con él hasta la Gobernación. Elena Julia Garabito los siguió durante todo el trayecto y cuando llegaron a la Gobernación, los funcionarios de Investigaciones le impidieron la entrada. Ella se quedó en la calle y, después de un rato, vio que sacaban al afectado, lo subían a un jeep militar y lo trasladaban al Cuartel de Investigaciones, ubicado en la calle Condell en la ciudad de Quillota.
La mujer siguió al vehículo militar y vio cuando ingresaban al afectado en el recinto policial. Preguntó por él y los detectives le dijeron que no interviniera y que volviera al día siguiente a las 19 horas.
Elena Julia Garabito efectivamente volvió al Cuartel de Investigaciones el 7 de marzo de 1974. Fue recibida por el funcionario de guardia. Cuando le estaba haciendo consultas, apareció el Subinspector Omar Mercado, quien, le dijo "aquí te quería ver". Enseguida la esposó a un sofá de madera para llevarla después a una habitación grande con sacos de arena por todos los lados. Allí la obligó a desnudarse y, junto a otros detectives, la ató a una mesa. De inmediato comenzaron a aplicarle corriente en distintas partes del cuerpo, preguntándole por supuestas armas que ella tendría.
Durante el transcurso de esta sesión de tortura, llevaron a la sala a Bernardino Rodríguez. Aunque ella no logró verlo, pues estaba vendada, escuchó claramente su voz cuando pedía a los detectives que no le hicieran daño. También escuchó cuando el Subinspector Mercado le decía al afectado "aquí tenemos a tu mujer". En la madrugada del 8 de marzo fue dejada en libertad, después de ser pateada y quemada.
El día jueves 9 de marzo, Elena Julia Garabito en la vía pública vio al afectado en el interior de una camioneta color verde que en ambos lados de las puertas llevaba un logo que decía "Fiscalía Militar". El vehículo estaba estacionado en la calle San Martín esquina Chacabuco. El afectado se veía en malas condiciones físicas, la cara hinchada y morada, los ojos enrojecidos, estaba esposado y amarrado a una rueda de repuesto que llevaba la camioneta. No pudo conversar con él, puesto que se lo impidieron los funcionarios de Investigaciones que lo custodiaban.
Al día siguiente, 10 de marzo de 1974, más o menos a las 8 de la mañana, unos seis hombres de civil irrumpieron en el domicilio y procedieron a allanarlo. Dijeron andar buscando a Bernardino Rodríguez porque se había fugado. Hasta la fecha Bernardino Rodríguez continúa siendo un detenido-desaparecido.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
Al salir en libertad, Elena Julia Garabito se dirigió al Juzgado correspondiente de Quillota y obtuvo que el Magistrado la acompañara hasta el Cuartel de Investigaciones. Al salir, el Magistrado le informó que lo lamentaba, pero que el afectado estaba siendo procesado por la Fiscalía Militar. Le dijo haberlo visto en el calabozo, en malas condiciones.
Ese mismo día 9 de marzo ella acudió entonces a la Fiscalía Militar, en donde el Fiscal Carlos Varas le dio plata para comprar "Molka", un medicamento para limpiar heridas, le dijo que pasaría largo tiempo sin ver al afectado y le dio un papel para que internara a la más grande de sus hijas. Ese mismo día, en la tarde, ella vio a Bernardino Rodríguez en el interior de la camioneta verde.
Tiempo antes de desaparecer, y a partir del 11 de septiembre de 1973, Bernardino Rodríguez había sido detenido en más de una oportunidad, siendo torturado.
Aunque no existen mayores antecedentes al respecto, se sabe que el 23 de agosto de 1990 Elena Julia Garabito interpuso, en el 2° Juzgado del Crimen de Quillota, una denuncia por presunta desgracia del afectado. En ella, la testigo señalaba que no había iniciado antes gestiones judiciales por temor.
Hasta el día de hoy, nada se ha vuelto a saber de Bernardino Rodríguez Cortez.