Riquelme Briones Erika del Carmen

ERIKA DEL CARMEN RIQUELME BRIONES

 17 años, soltera, comerciante ambulante, detenida desaparecida en octubre de 1973 en Chillán.

RIQUELME BRIONES, JUAN ANTONIO: 14 años, soltero, comerciante ambulante, desaparecido en octubre de 1973 en Chillán.

Erika del Carmen Riquelme Briones y su hermano Juan Antonio Riquelme Briones fueron detenidos en la primera quincena de octubre de 1973, en la ciudad de Chillán, por efectivos de Carabineros. Desde esa fecha permanecen desaparecidos.

Según testigos, fueron detenidos cuando venían llegando desde la ciudad de Talca, al pasar frente al retén de Carabineros de la población Zañartu, por funcionarios policiales de esa unidad. Una persona que estuvo detenida con ellos y que fue liberada al día siguiente de la detención, avisó del hecho a la madre de éstos; al concurrir al lugar a preguntar por sus hijos, su detención le fue negada. Los menores eran ampliamente conocidos en la zona por el hecho de ser comerciantes ambulantes.

Considerando los antecedentes reunidos y la investigación realizada, el Consejo Superior de esta Corporación llegó a la convicción de que Erika del Carmen Riquelme Briones y Juan Antonio Riquelme Briones desaparecieron después de haber sido detenidos por agentes del Estado. Por tal razón, los declaró víctimas de violación de derechos humanos.

 

Pasadas las 23:00 horas del 28 de septiembre 1973, es secuestrado el estudiante de tercero medio del liceo de Mulchén, Jorge Narváez Salamanca, de 15 años de edad y militante del FER, brazo estudiantil del MIR.  La patota que llegó a su domicilio derribó la puerta de la casa a patadas y encañonó con una ametralladora a su madre. En ese grupo había civiles y carabineros, quienes sacaron al menor de edad de su hogar, sin que hasta el día de hoy exista información sobre su paradero. 

La madre de Jorge Narváez Salamanca y otros testigos lograron identificar entre los secuestradores a jóvenes del propio Liceo de Mulchén, como José Horacio Pacheco Padilla, José Pacheco Padilla (19 años), Carlos Campos Pérez (18 años), Rolf During Pholer (19 años), Alberto Raúl Antonio Tirapegui Silva (20 años) y Eduardo Antonio Bopp Negrete. Todos ellos formaron parte de un grupo de civiles que operaba en dicha comuna junto a Carabineros, tras el Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973.  Era común verlos a las afuera del cuartel policial junto a personal policial, entre los que se encontraba el teniente Jorge Maturana Concha.

Cuatro días antes de su secuestro y desaparición, específicamente el 24 de septiembre, Jorge Narváez había sido detenido durante algunas horas, luego de haber sido aprehendido por Carabineros al interior de su liceo, tras una denuncia de jóvenes pertenecientes al grupo paramilitar de ultraderecha Patria y Libertad, algunos de éstos participaron días más tarde en su detención.

Cabe señalar que el Teniente Jorge Maturana Concha y el joven Carlos Campos Pérez son señalados también como responsables del arresto y desaparecimiento de Gabriel Valentín Lara Espinoza, 18 años de edad, estudiante del mismo Liceo de Mulchén. El hecho ocurrió el 22 de septiembre de 1973, en circunstancias similares a las relatadas en el caso de Jorge Narváez, con quien compartía militancia política al interior del FER, organización estudiantil del MIR.

El caso de Jorge Narváez Salamanca es uno de los 40 casos de infantes y/o adolescentes detenidos desaparecidos en Chile, 8 de estos casos pertenecen a la región del Biobío y están registrados en los informes de la Comisión de Verdad y Reconciliación (informe Rettig).

Además de estos 40 menores de edad desaparecidos, este mismo informe Rettig identifica a 150 niños, niñas y adolescentes víctimas de ejecución política durante los 17 años que duro la dictadura militar, siete de ellos en el Biobío.

El posterior informe sobre prisión política y tortura (Comisión Valech) pudo identificar al menos 102 infantes y adolescentes que fueron detenidos o secuestrados por organismos de seguridad del Estado durante la dictadura.  Además, el mismo documento da cuenta de quince mujeres embarazadas que fueron ejecutadas o desaparecidas, de cuyos hijas o hijos se desconoce el paradero.

Por el caso de Jorge Narváez Salamanca existen procesos abiertos en contra de civiles y exfuncionarios de Carabineros, con sentencias de primera instancia.

Otros menores de edad detenidos y desaparecidos de la región Biobío

Segundo Enrique Cabezas Pérez: Tenía 14 años de edad cuando fue detenido junto a su hermano mayor, José Hugo, obrero agrícola de 22 años. Fueron detenidos en su hogar, ubicado en la población El Tránsito de Los Ángeles por personal de Investigaciones, el 5 de octubre de 1973.

Aliro Segundo Oporto Duran: Desapareció el 7 de noviembre de 1973, a los 17 años de edad, en el sector de Ralco, entonces comuna de Santa Bárbara. Ese día, su familia había viajado a Los Ángeles a buscar a su padre, que salía en libertad, tras haber sido detenido el 11 de septiembre de 1973. A media tarde, carabineros ingresaron al domicilio de Aliro Oporto, donde solo se encontraba él, dos de sus hermanos, y una vecina. Atemorizado, el joven huyó por la puerta trasera de la casa, siendo alcanzado por los disparos de uno de los uniformados. Esa fue la última vez que se le vio con vida. Su cuerpo no fue encontrado.

Víctor Adolfo Ulloa Pino: Tenía 16 años de edad cuando fue detenido el 18 de septiembre de 1973, junto a su hermano, Juan Eladio, en su casa, ubicada en calle Valdivia N°521 en Los Ángeles. Fueron trasladados a la Comisaría de la misma ciudad e interrogados por el capitán Fabres y enviados el mismo día al Regimiento de Los Ángeles.

Según testimonio aportado 17 años después por un testigo que en septiembre de 1973 era conscripto del Regimiento de Los Ángeles, los hermanos Ulloa Pino habrían permanecido encerrados en condiciones miserables en una pequeña garita dentro del recinto militar durante 15 días aproximadamente, y posteriormente sacados del lugar y llevados con destino desconocido.

El 15 de octubre de 2004, tras someter a pericias de ADN fragmentos de osamentas halladas en 1990 en el fundo La Mona, cerca de Los Ángeles, la justicia determino que en dos había ADN de los hermanos Ulloa Pino.

Santos David Melgarejo Rojas, de 17 años, comerciante ambulante, fue detenido por Carabineros de la segunda comisaria de Concepción, el 14 de enero de 1979, en la Población Agüita de la Perdiz.

Erika del Carmen Riquelme Briones: Tenía 17 años de edad y fue detenida cuando venían llegando desde la ciudad de Talca, junto a su hermano, por funcionarios policiales del retén de Carabineros de la población Zañartu. Una persona que estuvo detenida con ellos y que fue liberada al día siguiente, avisó del hecho a la madre de éstos, a quien se le negó la detención de sus hijos.

Juan Antonio Riquelme Briones: Tenía 14 años de edad cuando fue detenido. Venían desde  Talca junto a su hermana Erika, fueron detenidos por funcionarios policiales del retén de Carabineros de la población Zañartu. Una persona que estuvo detenida con ellos y que fue liberada al día siguiente, avisó del hecho a la madre de estos, a quien se le negó la detención de sus hijos.

Testimonios, fotografías, cartas, testimonios y otros documentos que familias, amigas y amigos entregaron o escribieron especialmente para ser publicados incorpora el libro “Rompiendo el silencio de niñas, niños y adolescentes ejecutados políticos durante la dictadura cívico-militar 1973-1990”, el que fue realizado por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) con el apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, y a la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile.

La publicación basada principalmente en el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (1991) y el Informe de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (1996), busca reconstruir de forma integral y cuidada cada una de las vidas e historias de las víctimas.

Durante la investigación se accedió al archivo de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, donde se custodian documentos que las familias han preservado a través de años. También se incluyeron ilustraciones que estuvieron a cargo de Álvaro Gómez.

El proceso de creación fue un desafío complejo que implicó conjugar delicadeza, respeto y rigurosidad metodológica para enunciar en esta obra una verdad dolorosa e ineludible.

Publicación presentada por la Universidad de Chile y la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos en el Centex de Valparaíso recopila los nombres y algunas historias de este grupo de víctimas asesinadas durante la dictadura de Pinochet. La obra es producto de una sensible investigación que se cruza con textos literarios y poemas de Gabriela Mistral, Pedro Lemebel, Leonel Lienlaf y David Aniñir, entre otros autores.

“Rompiendo el silencio de niñas, niños y adolescentes ejecutados políticos durante la dictadura cívico-militar: 1973 -1990”. Este es el título del libro que la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) presentó en el Centex de Valparaíso el pasado jueves 14 de abril, una obra que busca cumplir con el sentido anhelo de recoger y visibilizar estas historias para avanzar en la verdad, justicia y reparación de estos crímenes.

Dos años de investigación llevó el desafío asumido por la Agrupación de ir más allá de la recopilación de nombres que hiciera el Estado, a través de los Informes de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (1991) y la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (1996).

A través de fotografías, testimonios, documentos y cartas de familiares, amigas y amigos, la publicación tiene como objetivo reconstruir algo más sobre las vidas de estos niños, niñas y adolescentes. El volumen, además, contiene ilustraciones y textos poéticos de autores y autoras como Gabriela Mistral, Pedro Lemebel, Pablo Neruda, Francisco García Lorca, Antonio Machado, Leonel Lienlaf y David Aniñir.

“Las historias desplegadas en estas páginas nos demuestran que lo peor siempre puede ser inimaginable y, al mismo tiempo, es confrontada con la tarea de vida y amor, fuente inagotable en creación y recreación de esperanzas y sensibilizaciones”, señaló Francia Jamett, encargada de la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, quien también fue parte del equipo de investigación de este libro.

Claudio Nash, coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile que apoyó la edición de esta obra, señaló durante la presentación que “este libro revela una etapa, un momento vergonzoso, el horror llevado a su máxima expresión. Sin embargo, lo hace de manera tan humana que logra ser un trabajo maravilloso. Hoy la memoria no es solo recordar, no es solo evitar el olvido y evitar la impunidad, sino también cuestionarnos el presente para poder construir un futuro distinto”.

En su intervención, Alicia Lira, presidenta de AFEP, apeló justamente a los abusos que cientos de niños y niñas siguen viviendo en nuestro país y que hacen de este libro un texto más vigente que nunca.

“Chile sigue siendo de los países con mayor maltrato infantil, explotación sexual y nos avergüenza profundamente que afecte incluso a niñas y niños que están bajo la tutela del Estado. También somos concientes de que han sufrido tortura bajo agentes del Estado, como ha quedado demostrado por los organismos internacionales, sobre todo durante el estallido social. Esta realidad es muy dolorosa y nos indigna que los sucesivos gobiernos y el resto de la sociedad no hayan podido evitar este flagelo”, expresó.

Por otra parte, destacó que la publicación, además de contener la memoria de niñas, niños y adolescentes ejecutados entre 1973 y 1990, incluye aquellos casos de mujeres embarazadas que sufrieron la interrupción de la vida intrauterina debido a las torturas.

“Quisimos hacer un prólogo aparte por la sensibilidad, por la tragedia, por la dignidad de esos seres que fueron paridos en pleno sufrimiento de sus madres, en los vejámenes más graves que se le puede hacer a una mujer embarazada. Nos sorprendemos que hoy, cuando hablamos de vida, la derecha tiene campañas antiaborto, pero ¿dónde estaban cuando torturaban a las madres embarazadas y las hicieron desaparecer?”, manifestó.

El lanzamiento del libro contó con un saludo de la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky, quien valoró el documento como “un ejercicio de rescate de memoria que es fundamental”, y afirmó que como institución “seguiremos apoyando y difundiendo como parte de nuestra labor y principio ético”.

La actividad fue transmitida vía streaming por el YouTube del Centex y fue moderada por Karen Cea, coordinadora ejecutiva de la Cátedra de Derechos Humanos de la U. de Chile. También se realizó una presentación musical del cantante Ismael Oddó y la Orquesta Consort de Guitarras de la Corporación Cultural Crearte Escuela Popular de Artes de Viña del Mar.

 

 

Ministerio de las Culturas

 

La memoria como lucha política

Individualizados con sus nombres completos, edades, ocupaciones y reseñas, el libro da cuenta de lo que les ocurrió a estos niños, niñas y adolescentes al momento de ser asesinados. El relato detalla la total indefensión en la que se encontraban estas víctimas frente a los agentes del Estado, quienes los y las torturaron, dispararon y fulminaron sus vidas sin otro motivo aparente que mantener la política del terror impuesta por la dictadura. Estaban jugando en plazas, caminaban por la vía pública solos o con amigos o fueron sacados de sus propios hogares, cuando la vida se les apagó de súbito.

“Las memorias se construyen, no están construidas de una vez y para siempre, sino que se moldean al compás de intereses y significados actuales. La memoria forma parte de la lucha política y lo propio de la memoria, entonces, no son los hechos pasados que ella trae al recuerdo, sino los significados que hoy somos capaces de atribuirle a esos hechos”, reflexionó el presidente del Colegio de Periodistas, Danilo Ahumada, invitado a reseñar el volumen.

Para Francis Valverde, directora ejecutiva de la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas (ACHNU) y experta en Derechos Humanos y Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, quien también fue una de las presentadoras del libro, “es un acto de valentía el recordar a las niñas, niños y adolescentes ejecutados políticos, un acto de valentía porque en general en la historia de la humanidad, y de Chile en particular, los niños y niñas no valen nada. Tenemos una imagen de este tesoro que hay que cuidar, proteger y amar, pero que en la práctica en nuestro país han sido invisibilizados, maltratados, abusados, asesinados”, señaló.

“Cuando uno se pregunta por qué los niños y niñas fueron asesinados suelo pensar que es porque todavía en nuestra representación los niños y niñas son propiedad nuestra. Para nosotros, ellos y ellas son prescindibles, son peligrosos. Necesitamos generar, en materia constitucional, un reconocimiento de ellos como sujetos políticos, como sujetos de derechos, como sujetos públicos, para que nunca más tengamos que leer un libro como este”, concluyó Valverde.

 

 

 

 

 

Una conmemoración del 8 de marzo muy especial se vivió este viernes en la Plaza de la Independencia en Concepción, en el contexto de los 40 años del golpe militar en Chile, diversas organizaciones sociales rindieron homenaje a las mujeres asesinadas durante la dictadura militar.

Tampoco falto el homenaje latinoamericanista al presidente Hugo Chávez fallecido el martes 5 de marzo.  Con las palabras de una chilena nacida en el exilio en dicho país, quien rindió tributo a la figura de Chávez y a la Revolución Bolivariana.

La actividad se inició en la Plaza Perú con un pasacalle organizado por estudiantes, los cuales se dirigieron desde este punto hasta la Plaza Independencia, donde otras tantas organizaciones las esperaban en un Acto Cultural el cual se vio acompañado de puestos de difusión feministas y sindicales.

La participación de diversos números artísticos: pintura, danza, poesía y música,  estuvo dado por grupos como la Tromba, Sicuri, Choro Boro y Semilla, las cantoras Bernardita Ceballos, Carolina Aguilera, las poetas Taty Torres, Lidia Mansilla, Rosalia Valenzuela.

La actividad organizada en forma conjunta por la Comisión de Derechos Humanos de la Sociedad Mutualista Bautista Van Schouwen, la FENATS Hospital Regional de Concepción, Colectiva de Mujeres por la Memoria, Colectiva de Mujeres  Janekeo, Comité usuarios y usuarias PRAIS Concepción y con apoyo de la Vocalía de Derechos Humanos de la Universidad de Concepción, la Vocalía de Derechos Humanos de la Universidad Católica y el Movimiento multigremial No Más AFP.

Las homenajeadas durante acto fueron las siguientes compañeras, para las cuales se exigió justicia.

Rachel Elizabeth Venegas Illanes, Detenida desaparecida

de Chiguayante, 24 años, militante del MIR, fue detenida el 24 de septiembre de 1976, en el centro de Buenos Aires. Sus restos fueron encontrados en Argentina y sepultados en Chiguayante el 2008.

Elba Burgos Saez, Detenida desaparecida

De Santa Bárbara, 30 años, auxiliar paramédico, dirigenta social y secretaria comunal del PS. Fue detenida el 17 de septiembre de 1973,  por efectivos de Carabineros de Santa Bárbara y desde esa fecha se desconoce su paradero.

María Edith Vásquez Fredes,  Detenida Desaparecida

De Curanilahue, 25 años, comerciante ambulante. El 23 de octubre de 1973, se presentó voluntariamente a la Cuarta Comisaría de Carabineros para evitar que su padre y hermanos siguieran detenidos y torturados y nunca más se supo de ella.

María Galindo Ramírez, Detenida Desaparecida

De Coronel, 26 años, secretaria administrativa, militante del  MIR. Fue detenida en en Santiago el 22 de julio de 1976, testigos afirman haberla visto en el centro de torturas de Villa Grimaldi,  hasta la fecha los organismos estatales no entregan antecedentes de su desaparición.

Sonia Ríos Pacheco, Detenida Desaparecida

De Concepción, 30 años, estudiante de Química de la Universidad de Concepción, militante del MIR. Fue detenida en Valparaíso el  17 de enero de 1975. Testigos la vieron detenida y torturada en Villa Grimaldi.

Ana Luisa Peñailillo Parra, Ejecutada política.

De Tomé, 35 años,  Socióloga,  militante del MIR, Vicepresidenta de la Coordinadora Nacional de Familiares de Presos Políticos entre los años 81 y 82, fue detenida más de una vez por la CNI y exiliada.  El 28 de abril de 1986 su domicilio es allanado y muere ejecutada en Villa Alemana.

Iris Yolanda  Vega Bizama, Ejecutada- Explosionada.

29 años, madre de un hijo pequeño y  esposa de Ogan Lagos Marin, detenido  desaparecido, militante del MIR. Es secuestrada por agentes del Estado y muere explosionada el 23 de junio de 1979 en la calle Maipú de Concepción.

Marcia Miranda Díaz, Prisionera, torturada.

De Lota, 24 años, soltera, participaba activamente en la parroquia San Matías de Lota Alto. El 23 de noviembre de 1984, en un acto desesperado, se quema a lo bonzo frente a la parroquia, por temor a sufrir nuevamente las torturas a las que fue sometida por agentes del estado.

Tatiana Valentina Fariña Concha, Ejecutada política.

De Chiguayante, 19 años al momento de su muerte, estudiante de Sociología,  militante de las Juventudes Comunistas, desaparece y partes de sus restos se encuentran en el bombazo en la Municipalidad de Lo Prado el 14 de mayo de 1985.

Silvia Calfulén Quintrequeo, ejecutada.

22 años, estudiante de la Universidad de Concepción, militante del FMPR, muerta en una acción de resistencia a la dictadura el 08 de septiembre de 1988 en  Concepción.

Alba Sonia Ojeda Grandón.

De Chillán, 29 años, embarazada de 5 meses, asesinada el 16 de septiembre de 1973, en un allanamiento realizado en su casa por fuerzas de carabineros.

Paola Andrea y Soledad Ester Torres Aguayo.

De Talcahuano,  3 meses y 4 años de edad respectivamente, muertas el 24 de marzo de 1984, en un incendio, causado por las bombas lanzadas por carabineros en la población Libertad de Talcahuano. La muerte de ambas menores es atribuible a hechos de violencia política.

Jane Vanini Capozzi, Caída en Combate

Brasileña, 29 años, casada, secretaria, militante del MIR, asesinada el 06 de diciembre de 1974,  en Lorenzo Arenas, sus restos no han sido encontrados ni su defunción registrada.

Erika del Carmen Riquelme Briones, Desaparecida

De Chillán, 17 años soltera, comerciante ambulante, detenida y desaparecida  junto a su hermano de 14 años.

María Elena Gónzalez Inostroza, detenida desaparecida el 15 de agosto de 1974, su familia era de Tomé.

Elizabeth del Carmen Cabrera Balarritz, originaria de Concepción, fusilada el 15 de septiembre de 1973, en Antofagasta.

María Teresa Eltit Contreras, originaria de Chillán, detenida desaparecida el 12 de diciembre 1974, su familia participó activamente en la Agrupación de Detenidos-Desaparecidos de la Región del Bío-Bío.

A las compañeras que fueron prisioneras políticas de la región las tenemos en nuestra memoria, en nuestros recuerdos, las de Isla Quiriquina,  Estadio Regional, Buen Pastor, Cárcel de Coronel.