Fecha Detención : 09-08-1976
Comuna Detención : Santiago
Partido Político : Partido Comunista (PC)
Oficio o Profesión : Jefe de Obra
Estado Civil e Hijos : Casado, 4 hijos
Nacionalidad : chilena
Relatos de Los Hechos
Fuente :informe corporación
Categoría : Antecedentes del Caso
Rut : 2.632.423 de Santiago
F.Nacim. : 17-01-31, 45 años a la fecha de la detención
Domicilio : Ranquil 4788, San Miguel
E.Civil : Casado, 4 hijos
Actividad : Jefe de Obra, ex-oficial administrativo de Corhabit
C.Repres. : Dirigente Sindical de la Construcción, militante del Partido Comunista
F.Detenc. : 9 de agosto de 1976
SITUACION REPRESIVA
Víctor Hugo Morales Mazuela, casado, cuatro hijos, dirigente sindical, militante del Partido Comunista, fue detenido por la DINA el 9 de agosto de 1976, en horas de la mañana, en circunstancias que se encontraba en los alrededores de la población Villa México de la comuna de Maipú. Dos días después, fue trasladado al sector de calle Apóstol Santiago con Monseñor Edwards, en la comuna de Quinta Normal, en donde debía juntarse con Omar Rosales Chávez, quien también resultó detenido junto a Héctor Núñez Ferrada, ambos militantes comunistas. Los tres aprehendidos fueron subidos a los respectivos vehículos en que se movilizaban los agentes, siendo trasladados a Villa Grimaldi, en donde fueron interrogados y torturados, especialmente Víctor Morales Mazuela. En la tarde de ese mismo día, Omar Rosales y Héctor Núñez fueron trasladados a Cuatro Alamos, quedando Víctor Morales en Villa Grimaldi.
Don Omar Rigoberto Rosales Chávez, expresa en su testimonio que a la fecha de los hechos era dirigente regional del Partido Comunista, y que el 11 de agosto de 1976 debía reunirse con Víctor Hugo Morales Mazuela, quien también era dirigente regional del Partido Comunista, en una casa situada en un segundo piso de calle Apóstol Santiago con Monseñor Edwards. Otro militante, Héctor Núñez Ferrada, había sido encargado de ubicar el lugar en que se verificaría el encuentro. El día señalado, llegó a la casa pasadas las 10:00 horas, junto a Héctor Nuñez, notando que algo raro pasaba, por lo cual intentaron alejarse del lugar. Sin embargo, cuando se marchaban se percató que Víctor Morales venía caminando junto a dos individuos. Le manifestó a Héctor que él siguiera caminando por calle Apóstol Santiago, y él dobló por calle Porto Seguro. Había caminado unos 15 metros cuando uno de los sujetos que acompañaban a Morales Mazuela lo llamó y se identificó como policía, pidiéndole sus documentos. Momentos después llegó el otro sujeto junto con Víctor Morales. Enseguida lo llevaron detenido junto a Víctor Morales a la calle Apóstol Santiago en donde también habían detenido a Héctor Núñez. Luego ingresaron a Víctor Morales en un vehículo y comenzaron a registrarlos. Mientras lo hacían, trató de huir del lugar pero fue recapturado. Rápidamente fue subido a un automóvil y a Héctor lo introdujeron al vehículo en que se encontraba Víctor Hugo. Rato después ingresaron a un recinto que después identificó como Villa Grimaldi. Allí fue bajado y de inmediato comenzaron a golpearlo mientras era ingresado a una casa, la que tenía una escalera de mármol en una entrada.
En el interior fue interrogado en relación a sus actividades políticas e identidad. Luego de ello fue ingresado a una celda donde fue careado con Víctor Hugo Morales Mazuela. Posteriormente fue trasladado a otra dependencia, en donde escuchó que era interrogado Vicente Atencio, ex diputado por el Partido Comunista, y quien se encuentra en calidad de desaparecido (los restos de Atencio fueron encontrados en 1990 en Colina, en terrenos que pertenecían al Ejército). Cuando los guardias se percataron que se encontraba escuchando, fue sacado del lugar y trasladado al interior de un automóvil junto con Héctor Núñez, subiéndole el volumen a la radio del vehículo. Minutos después fueron sacados del auto y sentados en las afueras de la casa. Allí permaneció algunos minutos para ser nuevamente ingresado a la casa a interrogatorios y torturas. En un momento fue llevado a otra pieza donde permanecía colgado Víctor Hugo Morales, quien se quejaba mucho. Estuvo sólo un instante ahí para luego continuar los interrogatorios. Finalmente lo dejaron en una pieza por algunos momentos, en la que se encontraban otros dos detenidos que se lamentaban y que no logró identificar. Tras esto fue sentado nuevamente con Héctor Núñez. Así pudo percatarse que los agentes se aprestaban a realizar un operativo para lo cual estaban cambiando las patentes a los vehículos, llevándose con ellos a un detenido que se identificó como Mario Juica, quien también se encuentra desaparecido hasta la fecha. Al atardecer de ese día fue trasladado a 4 Alamos junto a Héctor Núñez, en donde permanecieron unos 15 días para ser luego pasados a libre plática a 3 Alamos, recuperando su libertad el 18 de noviembre de 1976 desde el Campamento de Prisioneros de Puchuncaví.
El testimonio prestado por el testigo Héctor Mario Núñez Ferrada, es de igual tenor a lo declarado por Omar Rosales.
El mismo día en que desapareció el afectado, fueron detenidos los dirigentes sindicales y militantes comunistas, José Corvalán Valencia, Mario Juica Vega, Jorge Salgado Salinas y Pedro Silva Bustos, todos los cuales se encuentran desaparecidos hasta la fecha.
Cabe señalar que en declaraciones oficiales de la Dirección Nacional de Comunicación Social (DINACOS) de los días 15 y 17 de julio de 1976, se expresó "que los servicios de inteligencia resolvieron actuar en contra de 32 casas-buzón de Santiago que éste mencionado proscrito partido mantiene para el enlace entre la Comisión Política y los diferentes regionales del ex-PC". En los días, semanas y meses siguientes fueron detenidos muchos militantes y dirigentes del Partido Comunista.
Su familia realizó múltiples gestiones y diligencias para dar con su paradero, pero todas ellas resultaron infructuosas y aun desconocen la suerte que corrió en manos de la DINA.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
Con fecha 11 de agosto de 1976 se presentó recurso de amparo en su favor ante la Corte de Apelaciones de Santiago, rol 736-76, en el cual se requirió información al Ministerio del Interior, cuya autoridad informó el 17 de agosto que el amparado no se encontraba detenido por orden de ese Ministerio. Con el mérito de este sólo informe, el 23 de agosto la Corte de Apelaciones rechazó el recurso de amparo, a la vez que resolvió remitir los antecedentes al 4º Juzgado del Crimen de San Miguel a fin de instruir proceso por el desaparecimiento del afectado. La resolución fue apelada por la parte recurrente, y el 7 de septiembre de 1976 la Corte Suprema confirmó la sentencia apelada, luego de haber recibido un nuevo informe negativo del Ministerio del Interior.
El 22 de septiembre de 1976, el Cuarto Juzgado del Crimen de San Miguel, una vez recibidos los antecedentes, se declaró incompetente de conocer los hechos y remitió los autos al 3er. Juzgado del Crimen de San Miguel por corresponderle su conocimiento.
El 6 de octubre de 1976, el Tercer Juzgado de San Miguel aceptó su competencia y acumuló los autos a la causa 25.059 tramitada en ese mismo Tribunal y que investiga los mismos hechos. Esta última causa fue iniciada el 13 de septiembre a raíz de la presentación de una denuncia por presunta desgracia, y en la cual el Instituto Médico Legal informó no haber ingresado a ese Servicio el cadáver de Víctor Morales Mazuela; asimismo, se había recibido respuesta negativa del Ministro del Interior. El Tribunal emitió dos órdenes de investigar, que fueron diligenciadas por Investigaciones y que no dieron resultado alguno.
El 6 de octubre de 1976, el Ministro del Interior respondió un Oficio dirigido a la DINA, expresando que el afectado no ha sido detenido por ese organismo, ni figura con antecedente alguno en los kardex respectivos.
El 15 de enero de 1977, la causa fue sobreseída temporalmente con el fundamento que, de los antecedentes agregados al proceso, no resulta justificado la existencia del delito denunciado. El 22 de octubre, la Corte de Apelaciones de Santiago revocó el auto de sobreseimiento por considerar incompleta la investigación.
En esta nueva etapa del proceso, se recibió informe del Registro Civil que no aporta antecedentes relevantes para el esclarecimiento de los hechos; y otro informe de Carabineros en el que se señala que, consultadas la 12ª, 22ª y 27ª Comisarías, no registran antecedentes de Víctor Morales Mazuela. El 26 de mayo de 1977 nuevamente la causa es sobreseída temporalmente, por no encontrarse en los antecedentes reunidos en autos justificada la perpetración del hecho denunciado. El 27 de julio la Corte de Apelaciones confirmó la resolución de sobreseimiento, rechazando así el recurso de apelación presentado por la parte perjudicada.
Su familia realizó incontables consultas a las autoridades, ya sea individuales o colectivas, con familiares de otras personas detenidas-desaparecidas. Como única respuesta, recibió en más de un oportunidad en su domicilio visitas de civiles, que la interrogaban acerca de la naturaleza de las presentaciones sin que hubiera interés en dar una respuesta concreta acerca de la situación del afectado.
Corte Suprema revoca fallo y condena a 14 ex agentes DINA por el crimen de 17 militantes comunistas en 1976
Fuente :resumen.cl, 30 de Julio 2023
Categoría : Prensa
La Corte Suprema condenó a 14 agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado de Luis Emilio Recabarren González, Manuel Guillermo Recabarren González, Nalvia Rosa Mena Alvarado, Manuel Segundo Recabarren Rojas, Clara Elena Canteros Torres, Alejandro Rodríguez Urzúa, Daniel Palma Robledo, Carlos Enrique Godoy Lagarrigue, Iván Sergio Insunza Bascuñán, José Eduardo Santander Miranda, Mario Jesús Juica Vega, Víctor Hugo Morales Mazuela, Carlos Mario Vizcarra Cofré, Miguel Nazal Quiroz, Juan Aurelio Villarroel Zárate y Julio Roberto Vega Vega; y el homicidio calificado de Eduardo Canteros Prado. Los delitos fueron cometidos entre abril y agosto de 1976, en la provincia de Santiago.
En fallo unánime (causa rol 71.900-2020), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros y ministras Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, María Cristina Gajardo, María Soledad Melo y Eliana Quezada- revocó la sentencia dictada por la Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago en abril de 2020, que aplicaba la media prescripción a los acusados. En sentencia de reemplazo la Corte Suprema condenó a los ex jerarcas DINA y ex oficiales de Ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo y Jorge Claudio Andrade Gómez a las penas de 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de 16 secuestro calificado y a 10 años y un día en calidad de autores de un homicidio calificado.
En tanto, Rolf Arnold Wenderoth Pozo fue condenado a sendas penas de 10 años y un día de presidio, como autor de tres secuestros calificados y un homicidio calificado; Juan Hernán Morales Salgado y Gladys de las Mercedes Calderón Carreño a 10 años y un día de presidio, como autores de seis secuestros calificados.
En el caso de los ex agentes Sergio Orlando Escalona Acuña, Juvenal Alfonso Piña Garrido, Jorge Iván Díaz Radulovich y Gustavo Enrique Guerrero Aguilera, se les aplicó una pena de 5 años y un día de presidio, como autores de un solo caso de secuestro calificado.
Asimismo, los ex agentes Orlando Jesús Torrejón Gatica, Claudio Enrique Pacheco Fernández, Orlando del Tránsito Altamirano Sanhueza y Carlos Eugenio López Inostroza deberán purgar 7 años en calidad de cómplices de los 16 secuestros calificados y 5 años y un día presidio en calidad de cómplices del homicidio calificado.
Finalmente, Hermon Helec Alfaro Mundaca deberá purgar 7 años en calidad de cómplice de 15 secuestros calificados y 5 años y un día de presidio, en calidad de cómplice del homicidio calificado.
Los criminales Carlos José Leonardo López Tapia y Ricardo Víctor Lawrence Mires, que habían sido condenados en el fallo de primera instancia, dictado por el ministro Leopoldo Llanos en julio de 2017, a penas de 20 años de presidio, fallecieron en el curso del proceso. También fallecieron los condenados en primera instancia Ciro Ernesto Torré Sáez y Orlando José Manzo Durán y Pedro Segundo Bitterlich Jaramillo.
Al desestimar la media prescripción, la Corte Suprema establece que: "(…) resulta preciso tener en consideración que la materia en discusión también debe ser analizada conforme a la normativa internacional de los Derechos Humanos contenida principalmente en los Convenios de Ginebra, que impiden la prescripción, total o gradual, respecto de delitos cometidos en casos de conflictos armados sin carácter internacional".
La resolución agrega que: "A la misma conclusión se llega considerando tanto las normas de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, como las de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, por cuanto de conformidad a esa normativa, la prescripción gradual tiene la misma naturaleza que la total".
"Desde otra perspectiva, la doctrina, sobre esta materia ha expresado que sus fundamentos se encuentran en las mismas consideraciones de estabilidad social y certeza jurídica que dieron origen al artículo 93 del Código Penal, pero que está destinada a producir sus efectos en aquellos casos en que la realización de los fines previstos para la prescripción no concurren en forma natural sino al cabo de un proceso gradual, esto es, cuando el lapso necesario para prescribir está por cumplirse, lo que justificaría la atenuación de la pena", añade.
"Sin embargo -prosigue-, es evidente que aquella conclusión es para los casos que no presentan las características de los delitos de lesa humanidad, pues estos son imprescriptibles. En consecuencia, para que dicha atenuación sea procedente es necesario que se trate de un delito en vías de prescribir, lo que no acontece en la especie, de modo que el transcurso del tiempo no produce efecto alguno, debido a que el reproche social no disminuye con el tiempo, lo que solo ocurre en los casos de delitos comunes".
Los hechos
En el fallo de primera instancia, el ministro de fuero Leopoldo Llanos Sagristá dio por establecido que en el marco de la represión sistemática a los opositores al régimen militar, en los meses de abril y agosto de 1976, se produjeron las detenciones de una serie de personas, todos militantes del Partido Comunista.
El día 29 de abril de 1976, en el sector de las calles Santa Rosa y Sebastopol de la comuna de San Miguel, fueron detenidos por agentes de la DINA los hermanos Manuel Guillermo, de 22 años, y Luis Emilio Recabarren González, de 29 años, junto a Nalvia Rosa Mena Alvarado, de 20 años, y el hijo de ésta de dos años de edad. El menor fue abandonado cerca de su domicilio en horas de la noche.
Al día siguiente, 30 de abril, a las 7:00 horas, fue detenido Manuel Segundo Recabarren Rojas, de 50 años de edad, a poco de salir de su domicilio en el mismo sector y cuando se disponía a abordar un bus de locomoción colectiva.
Todos los detenidos fueron conducidos al cuartel clandestino de detención y tortura 'Villa Grimaldi'; a Manuel Guillermo Recabarren González y Manuel Segundo Recabarren Rojas, además, se les vio en el recinto 'Simón Bolívar' y a Luis Emilio Recabarren González en 'Cuatro Álamos'. Desde esos recintos la DINA los hizo desaparecer.
El día 23 de julio de 1976, alrededor de las 20:00 horas, en la intersección de las calles Rojas Magallanes con Panamá de la comuna de La Florida, fue detenida por agentes de la DINA la joven Clara Elena Canteros Torres, de 21 años de edad. Fue reducida al descender de la locomoción colectiva.
Es trasladada hasta 'Villa Grimaldi' donde es vista por testigos, y el día 20 de agosto de 1976, es sacada de ese recinto junto a los también detenidos Mario Juica Vega y "scar Ramos. Desde entonces se les hizo desaparecer.
A las 21:40 horas Eduardo Canteros Prado, 48 años, tío de Clara Elena, constructor civil, es detenido en la vía pública por agentes de la DINA, frente a su domicilio ubicado en calle Panamá, de la comuna de La Florida. Fue trasladado hasta la 'Villa Grimaldi'. En el año 1990 sus restos fueron encontrados en el fundo Las Tórtolas de Colina, recinto que hasta 1980 perteneció al Ejército.
El día 27 de julio de 1976, alrededor de las 17:15 horas, Alejandro Rodríguez Urzúa, de 49 años de edad, fue detenido por agentes DINA desde su oficina ubicada en Mallinkrodt 70, Barrio Bellavista. Lo trasladaron hasta el recinto de 'Villa Grimaldi'.
El día 4 de agosto de 1976, Daniel Palma Robledo, 61 años, empresario, fue detenido en horas de la mañana, en avenida Matta, entre las calles San Diego y Arturo Prat; luego de retirar su correspondencia, compró un diario y al momento de retirarse fue detenido y se lo llevaron con destino desconocido, pero fue visto en el cuartel de exterminio 'Simón Bolívar'.
El mismo 4 de agosto, a las 15:00 horas, fue detenido el médico Carlos Enrique Godoy Lagarrigue, de 39 años. Lo apresaron durante el trayecto que efectuaba entre el Hospital Parroquial de San Bernardo y su consulta particular, ubicada en calle Barros Arana con Arturo Prat. Fue trasladado hasta 'Villa Grimaldi' y, posteriormente, a 'Cuatro Álamos', desde donde se le hace desaparecer.
En horas de la noche del 4 de agosto fue detenido por agentes DINA el médico cirujano Iván Sergio Insunza Bascuñán, de 43 años, mientras conducía su vehículo. Fue trasladado a 'Villa Grimaldi' y luego a 'Cuatro Álamos'.
El día 6 de agosto de 1976, a poco de salir de su domicilio, alrededor de las 9:30 horas, fue detenido por agentes DINA el dirigente estudiantil y de la Central Única de Trabajadores, José Eduardo Santander Miranda, de 29 años; testigos sobrevivientes lo vieron en el recinto de 'Villa Grimaldi'.
El 9 de agosto, Víctor Hugo Morales Mazuela, de 45 años, carpintero y obrero de la construcción, dirigente sindical y encargado de organización de un regional del Partido Comunista, fue detenido en horas de la mañana, en los alrededores de la población 'Villa México' de la comuna de Maipú y fue trasladado hasta 'Villa Grimaldi'. Posteriormente, se le vio en el cuartel 'Simón Bolívar'.
El mismo 9 de agosto, Mario Jesús Juica Vega, 34 años, comerciante, fue detenido alrededor del mediodía, en las inmediaciones de plaza Egaña, en la comuna de 'uñoa, y trasladado a 'Villa Grimaldi', lugar en que fue visto por numerosos testigos. El día 20 de agosto fue sacado desde ese recinto junto a otros dos detenidos y desde entonces la DINA los hace desaparecer.
El 11 de agosto de 1976, a las 9:00 horas, en circunstancias que salía de su domicilio, ubicado en calle Chiloé, entre Santa Rosa y Gran Avenida, en la comuna de San Miguel, fue detenido por agentes DINA el comerciante Miguel Nazal Quiroz, de 44 años. Fue trasladado a' Villa Grimaldi'.
En horas de la noche del mismo 11 de agosto, Carlos Mario Vizcarra Cofré, de 31 años, desabollador, en su domicilio en Quinta Normal fue detenido por agentes que lo trasladaron hasta 'Villa Grimaldi', recinto en que lo vieron testigos hasta el 25 de agosto del mismo año. Posteriormente, fue visto en el recinto 'Simón Bolívar'.
El 13 de agosto, Juan Aurelio Villarroel Zárate, de 55 años, dirigente sindical, fotograbador, alrededor de mediodía, cuando se trasladaba desde su domicilio en Conchalí fue detenido por agentes DINA en las cercanías de la Estación Mapocho. Fue trasladado hasta Villa Grimaldi.
El día 16 de agosto de 1976, a las 11:30 horas, el obrero Julio Roberto Vega Vega fue detenido por agentes DINA en avenida Presidente Balmaceda, entre Cueto y Libertad, de la comuna de Santiago. Varios testigos lo vieron recluido tanto en 'Villa Grimaldi' como en el cuartel 'Simón Bolívar'.
por Darío Núñez
EL COMUNISTA MODERNO
Fuente :revistaanfibia.cl 14/4/2023
Categoría : Prensa
La diputada y presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Lorena Pizarro toma la palabra para presentar el nombre propuesto por el Partido Comunista al resto del Congreso. Menciona la trayectoria académica de su candidato con facilidad: cuenta que Alexis Cortés estudió Sociología en la Universidad Católica. Que tiene un magíster y un doctorado en el Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Universidad del Estado de Río de Janeiro -y que por eso en Chile lo conocemos, sobre todo, por sus intervenciones públicas sobre la contingencia brasileña-. Pizarro se detiene en la historia personal de Cortés:
—A la Comisión de Expertos irá un poblador de La Victoria, un nieto de detenidos desaparecidos.
La Victoria es una de las poblaciones emblemáticas del sector sur de Santiago. Es ícono de la resistencia a la dictadura. Por eso algunas de sus calles se llaman Carlos Marx o Unidad Popular. La presencia del catolicismo es muy fuerte.
—Me siento parte de la identidad victoriana que reivindica las luchas, la unidad, que las cosas se conquistan. Me gusta el sincretismo de su población. Todo eso explica lo que soy.
Alexis Cortés siente que su origen lo guía hacia adónde va. Quienes han tratado con él destacan que es un militante comunista “moderno”, menos cerrado. Así y todo, cuando lo convocaron para asumir el cargo primero dijo que no. Que tenía demasiados compromisos adquiridos como para aceptar una responsabilidad tan grande. Sabía lo que se venía: en 2022 acompañó a las ex convencionales Bárbara Sepúlveda y Valentina Miranda en la Comisión Constitucional del PC. Ante su negativa, el partido le pidió que lo repensara. ¡Le dio quince minutos! Alexis primero llamó a su esposa (“para reorganizar los tiempos y la gestión de los cuidados”) y luego a la Universidad Alberto Hurtado (donde trabaja). Cuando sintió que había respaldo, no lo dudó.
—La figura de mi abuela siempre ha sido central en mi vida. Le decimos mamá. Luchó al lado de otras mujeres buscando a mi abuelo Víctor. Eso nos marcó.
Víctor Hugo Morales Mazuela era dirigente social de la construcción y militante del PC. Fue secuestrado el 26 de agosto de 1976 en los alrededores de la población Villa México, en Maipú. Lo metieron en un auto, lo llevaron a Villa Grimaldi, allí fue torturado e interrogado por agentes de la DINA.
Tenía 45 años. Cuatro hijos.
"Ser comunista está en mi ADN, pero la decisión de militar es bien racional."
El aparato de represión de la dictadura militar se encontraba realizando distintas operaciones en contra de casas que servían como enlaces entre la comisión política y los diferentes regionales del partido. Durante esas semanas fueron detenidos muchos militantes y dirigentes comunistas.
La familia de Víctor Hugo realizó distintas diligencias y gestiones para dar con su paradero, pero no hubo suerte. Apenas hay un par de pistas de sus días en Villa Grimaldi gracias al testimonios de otros prisioneros.
—Siempre fue una figura importante para nosotros en su ausencia. Ser nieto de un desaparecido detenido te marca a fuego. Ser comunista está en mi ADN, pero la decisión de militar es bien racional.
Una de las primeras polémicas que Alexis Cortés ha debido enfrentar como experto fue por la viralización de viejos tweets en los que llamaba a “echarse a todos los fachos” y “a torturar a los pacos haciéndolos permanecer sentados en los pupitres fijos”. Cortés ha dicho que el primero es falso y el segundo se trataba de una conversación descontextualizada con un ex compañero de colegio. Asegura estar enfocado en hacer un buen trabajo dentro de la Comisión.
—Fue un error considerar que la mayoría circunstancial que tuvimos por el Apruebo era un salvoconducto para establecer un proyecto constitucional en que no toda la sociedad se viera reflejada. La derecha y los sectores más acomodados también tienen que reconocerse en una Constitución porque es un pacto.
Estos son los 17 agentes de la Dina beneficiados por la Corte de Apelaciones de Santiago en el caso de la desaparición de 17 dirigentes comunistas en
Fuente :interferencia.cl 13/4/2020
Categoría : Prensa
Entre los implicados en el crimen está el ex brigadier de Ejército, Pedro Espinoza, subdirector de la agencia de represión de Augusto Pinochet en los 70. En la lista aparecen agentes ligados a la Brigada Lautaro, una de las más temidas de la época.
Indignación causó en algunas personas el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago que absolvió y redujo la pena de 17 ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) de la dictadura, que funcionó entre 1973 y 1977.
En concreto, la instancia integrada por los ministros Juan Cristóbal Mera Muñoz, Mireya López Miranda y el abogado integrante Cristián Lepín Molina, absolvió a siete agentes de la DINA por el caso de la desaparición de 16 personas y el asesinato de una 17°, hechos ocurridos en 1976, a quienes se les vio por última vez en el centro de detención de Villa Grimaldi.
Las víctimas son los siguientes militantes y dirigentes del Partido Comunista: Luis Emilio Recabarren González, Manuel Guillermo Recabarren González, Nalvia Mena Alvarado, Manuel Segundo Recabarren Rojas, Clara Canteros Torres, Alejandro Rodríguez Urzúa, Daniel Palma Robledo, Carlos Enrique Godoy Lagarrigue, Iván Sergio Insunza Bascuñán, José Eduardo Santander Miranda, Mario Jesús Juica Vega, Víctor Hugo Morales Mazuela, Carlos Mario Vizcarra Cofré, Miguel Nazal Quiroz, Juan Aurelio Villarroel Zárate, Julio Roberto Vega Vega y Eduardo Canteros Prado, (el único no desaparecido).
En vista de esta polémica, INTERFERENCIA indagó en el currículum criminal de estos agentes del Estado que en su momento formaron parte de la máquina de tortura, desaparición y homicidio, la que violó sistemáticamente los derechos humanos fundamentalmente en la década de los 70. La mayoría de los beneficiados, están involucrados en otros casos de similares características, por lo que continuarán en prisión.
Los absueltos
1. Pedro Espinoza Bravo. Ex brigadier de Ejército y ex subdirector de la Dina. Fue condenado por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, el ex comandante en jefe del Ejército, general Carlos Prats y el diplomático español Carmelo Soria. Fue parte de la Caravana de la Muerte y autor material de los asesinatos de los periodistas estadounidenses Charles Horman Lazar y Frank Randall Teruggi Bombactch. También recibió condenas en Francia por "secuestro acompañado de torturas y de actos de barbarie", en los casos de los ciudadanos franceses Jorge Klein, Etienne Pesle, Alfonso Chanfreau y Jean Yves Claudet.La Corte de Apelaciones de Santiago absolvió a Espinoza exclusivamente de los crímenes cometidos en el centro de detención y tortura, Villa Grimaldi. “No hay evidencia que haya liderado ninguna brigada que operara en Villa Grimaldi ni menos la agrupación Delfín, durante el año 1976, que es lo que importa para estos efectos”, se lee del fallo. En concreto, se le exime de responsabilidad en el secuestro y desaparición de 17 víctimas, llevadas a cabo a través de la llamada agrupación Delfín en 1976.
2. Rolf Wenderoth Pozo. Ex coronel de Ejército y subdirector de Inteligencia Interior de la Dina. Integró la Brigada Mulchén, conocida por el uso de gas sarín en varios asesinatos y por ser la responsable del asesinato de Carmelo Soria. Wenderoth fue el agente de enlace de Luz Arce, una miembro del GAP del presidente Salvador Allende, quien fue dada vuelta en tortura para convertirse en agente de la Dina, y fue parte de los equipos a cargo de los centros de detención y tortura de Villa Grimaldi y Belgrano.
3. Hermón Alfaro Mundaca. Ex comisario de la PDI, agente de la Dina. Fue parte de Villa Grimaldi desde 1975 y fue procesado junto a otros 97 agentes por la desaparición de 41 personas, en el contexto del Caso de la Operación Colombo y del Caso de los 119, una operación de intoxicación informativa de la dictadura en connivencia con El Mercurio y La Tercera, para esconder desapariciones. A este caso corresponde el famoso titular de La Segunda del 24 de julio; Exterminados como ratones.
4. Pedro Bitterlich Jaramillo. Ex suboficial de Ejército, agente de la Dina. Fue parte de la Brigada Lautaro, la que -entre otras misiones criminales- estuvo a cargo de los Vuelos de la Muerte, mediante la cual la Dina se deshacía de los cuerpos de sus víctimas empleando helicópteros Puma del Ejército. A esta operación corresponde el caso de Marta Lidia Ugarte Román, víctima de un vuelo de la muerte, pero cuyo cuerpo lo devolvió el mar, causa por la que Bitterlich fue condenado como uno de los autores de secuestro calificado, junto con Pedro Espinoza y varios otros agentes. También fue implicado en las causas conocidas como Operación Colombo, Calle Conferencia I y II (destinadas al exterminio de la dirección del Partido Comunista) y Operación Cóndor (en la que las agencias represivas de varias dictaduras del Cono Sur se confabularon para cometer y encubrir crímenes más allá de sus fronteras).
5. Claudio Pacheco Fernández. Ex suboficial de Carabineros, agente de la Dina. También fue parte de la Brigada Lautaro. Fue implicado en la Operación Colombo.
6. Orlando Torrejón Gatica. Ex suboficial de Ejército, agente de la Dina y la CNI. Fue parte de la Brigada Lautaro y pasó a ser parte de las Brigadas Verde y Azul de la CNI, el organismo represor continuador de la Dina. Fue procesado en el caso Calle Conferencia II.
7. Orlando Altamirano Sanhueza. Ex suboficial de la Armada, agente de la Dina. También fue parte de la Brigada Lautaro.
8. Carlos López Inostroza. Agente de la Dina. Implicado en los casos Calle Conferencia I y en el de Marta Ugarte.
Los que recibieron rebaja de condena
9. Ricardo Lawrence Mires. Ex teniente coronel de Carabineros, agente de la Dina. Según Memoria Viva, es uno de los principales y más crueles torturadores de la agencia, habiendo sido quien apremió a Luz Arce antes de su conversión. Estuvo destinado a los centros de tortura Londres 38, José Domingo Cañas y Villa Grimaldi. Lawrence es conocido últimamente por haber estado prófugo y ser uno de los más buscados por la PDI por el homicidio de Alfonso Chanfreau, habiéndose entregado al OS-9 de Carabineros el pasado 10 de enero.
10. Jorge Andrade Gómez. Ex teniente coronel de Ejército, agente de la Dina y la CNI. Fue parte de la Escuela de las Américas, instancia creada por Estados Unidos para enseñar técnicas de represión y tortura que se emplearían en las dictaduras de los 70 en América Latina. Fue lugarteniente de Miguel Krassnoff tras su paso por Villa Grimaldi y estuvo implicado en las operaciones de Calle Conferencia y Cóndor, y en numerosos secuestros. En la CNI fue parte de la Operación Alfa Carbón I, en la que la CNI ultimó a siete militantes del MIR y fue condenado por el asesinato de Paulina Alejandra Aguirre Tobar, de 20 años, del MIR en 1985.
11. Juan Morales Salgado. Ex coronel de Ejército y director de la Brigada Lautaro de la Dina. Conocido también por su participación en el homicidio de Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, en 1974 en la ciudad de Buenos Aires. Por este delito fue condenado a una pena de 15 años y 1 día de presidio mayor en su grado máximo, así como por asociación ilícita. Este oficial en retiro de las Fuerzas Armadas recién entró en prisión el año 2010. Asimismo, sobre él pesa otra condena por el secuestro de cinco jóvenes en un episodio conocido como Caso Linares, por el que Morales Salgado recibió una rebaja de pena por parte de la Corte Suprema en 2011.
12. Gladys Calderón Carreño. Ex teniente de Ejército, enfermera y agente de la Brigada Lautaro de la Dina. Fue condenada en 2018 por el ministro en visita, Mario Carroza, por su actuación en los hechos que involucraron la Operación Cóndor, por su autoría en los homicidios calificados de Ricardo Ignacio Ramírez Herrera, Jacobo Stoulman Bortnik, Matilde Pessa Mois, Hernán Soto Gálvez y Ruiter Enrique Correa Arce. También, según publicó El Mostrador, participó del operativo de calle Conferencia y la detención de Víctor Díaz López, del Partido Comunista.
13. Ciro Torré Sáez. Ex capitán de Carabineros y jefe administrativo de la Dina. Según el sitio Memoria Viva el ministro Llanos lo condenó en 2017 a la pena de quince años y un día de presidio en su grado máximo, como autor del secuestro calificado de Luis Emilio Recabarren González, Carlos Enrique Godoy Lagarrigue e Iván Sergio Insunza Bascuñán.
Anteriormente, Torré había sido condenado por la Corte Suprema en el homicidio calificado Lumi Videla Moya, integrante del MIR, quien fue secuestrada junto a su esposo por la Dina en 1974, falleciendo ella en el centro de detención de José Domingo Cañas. El máximo tribunal le dictó una pena de 5 años y un día en 2009.
14. Orlando Escalona Acuña. Ex suboficial de la Armada y miembro de la Brigada Lautaro de la Dina. Fue condenado anteriormente como coautor del secuestro y homicidio calificado en 1976 de Víctor Díaz López, militante del Partido Comunista quien alcanzó en 1973 un cargo directivo en la Central Única de Trabajadores de Chile (CUT). Además, la Corte Suprema emitió una sentencia en su contra por el secuestro del ex diputado comunista Bernardo Araya Zulueta y su esposa María Olga Flores Araya en 1976.
15. Juvenal Piña Garrido. Suboficial de Ejército y miembro de la Brigada Lautaro de la Dina. Tuvo la misma rebaja de condena que Sergio Orlando Escalona Acuña, ambos involucrados en el secuestro de Daniel Palma Robledo. Piña cumple condena también por secuestro calificado de Alfredo Rojas Castañeda, Michelle Marguerite Peña Herreros, Ricardo Ernesto Lagos Salinas, Mireya Herminia Rodríguez Díaz y Exequiel Ponce Vicencio.
16. Jorge Díaz Radulovich. Suboficial de la Fuerza Aérea y miembro de la Brigada Lautaro de la Dina. La Corte Suprema lo condenó por el secuestro del ex diputado Bernardo Araya Zulueta y su esposa María Olga Flores Araya en 1976 a 5 años y un día de presidio, como coautor del delito. Según consigna Memoria Viva, Díaz fue mencionado en el libro La Danza de los Cuervos como miembro del Comando Vengadores de Mártires.
17. Gustavo Guerrero Aguilera. Suboficial de Carabineros y miembro de la Brigada Lautaro. Estuvo implicado en el operativo de Calle Conferencia. Recibió originalmente una condena de diez años por el secuestro de Daniel Palma Robledo, pero se redujo su condena a tres años y un día de presidio menor en su grado máximo.
Exclusivos disminuyen a cuatro
Fuente :Primera Linea 23 de Abril 2002
Categoría : Prensa
En un dictamen que ya se preveía, el pleno de ministros de la Corte de Suprema determinó que sólo cuatro de los ocho jueces con dedicación exclusiva seguirán en esta condición, y los restantes pasarán a conformar un tribunal con dedicación preferente.
Basado en los antecedentes recopilados por el máximo tribunal, se determinó que el Primer Juzgado de Letras de San Bernardo, a cargo de la jueza Cecilia Flores; Octavo del Crimen de Santiago, con María Ines Collins; Noveno del Crimen de Santiago con Raquel Lermanda y Décimo del Crimen con Juan Antonio Poblete siguen como jueces exclusivos.
Además, el Cuarto Juzgado del Crimen de San Miguel, a cargo de María Teresa Díaz se mantendrá en la misma condición, aunque sólo por un plazo de un mes.
En el caso del Primer Juzgado del Crimen de Santiago, Quinto del Crimen de Santiago, Primer Juzgado del Crimen de Arica, Juzgado de Letras de María Elena, Primer y Segundo Juzgado del Crimen de Valparaíso, Primer Juzgado Civil de Chillán, Primer Juzgado del Crimen de Chillán, Primer Juzgado del Crimen de Talcahuano, Juzgado de Letras de Pucón y Segundo Juzgado del Crimen de Valdivia se sumarán al grupo ya existente de jueces preferentes.
La situación más difícil la enfrentan los jueces del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, Mario Carroza; Tercer Juzgado del Crimen de San Miguel, María Teresa Díaz; Juzgado de Letras de Santa Barbara, Loreto Jara que en adelante se convertirán en jueces preferentes.
Pero la Corte Suprema también ordenó al Décimo Juzgado del Crimen que anexe los procesos que correspondan a las causas que tramita de manera de avanzar en la investigación, sin embargo, no entrega más detalles al respecto.
Todos los jueces exclusivos y preferentes deberán informar al cabo de un mes sobre su gestión y nuevamente serán evaluados por el tribunal superior.
En el detalle de las causas, el proceso por la muerte de Juan Luis Rivera Matus rol 107.716-9 comenzará a ser visto de manera preferente por el titular del Primer Juzgado del Crimen de Santiago Joaquín Billard, quien también tramitará la causa rol 107.254.
En el caso del Quinto del Crimen conocerá el rol 167.716-16 caratulado como desaparecidos de La Moneda, que ya estaba en calidad de preferente.
En el Primero de Arica y Cuarto de esta misma ciudad se conocerán las causas rol 51925 y 13.322-A, respectivamente.
En María Elena se indagará de manera preferente el proceso 31-91, Mientras que en el Primero del Crimen de Valparaíso se verá la causa del sacerdote británico Michael Woodward rol 140.454.
En el Segundo del Crimen de Valparaíso se conocerá la causa rol 127.298-1.
En Chillán en tanto el Primer Juzgado Civil conocerá la causa 11.599 que de acuerdo al Fasic no corresponde a proceso de derechos humanos, en cambio en el Primero del Crimen de esta misma ciudad se indagará la desaparición de Ernesto Torres Guzmán, rol 70.927-6.
En el caso de Talcahuano se anexa como prefente el rol 24.776, en Pucón el rol 4.473 y en Valdivia el rol 75.858.
Por el contrario, se verán perjudicadas por el dictamen de la Corte Suprema las causas sobre la desaparición de Daniel Reyes Piña, Leopoldo Muñoz Andrade, Víctor Morales Mazuela y Víctor Cárdenas Valderrama que tramitaba el Tercer Juzgado del Crimen de San Miguel ya que ahora tendrán carácter preferente. En todo caso,juega a su favor que ya se dictaron procesamientos en el caso de las causas de Morales y Cardenas.
En el Tercero del Crimen de Santiago serán ahora causas preferentes la desaparición a manos de la DINA DE Iván Carreño Aguilero, y las muertes de Luis Moraga Cruz, Juan Orellana Catalán y Ricardo Weibel Navarrete que perecieron a causa del Comando Conjunto. También este tribunal conoce el proceso por la desaparición del ex GAP Domingo Blanco Tarres.
En el caso de Santa Bárbara se ve perjudicada la investigación sobre los casos de Luis Bastias Sandoval, Luis Cid Cid, Cristino Cid Fuentealba, José Molina Quezada, José Pinto, Raimundo Salaza, Segundo Soto, Gabriel Viveros desaparecidos en los primeros días del Golpe Militar.
En el Décimo del Crimen de Santiago se indaga cuatro casos informados en la Mesa de Diálogo por las Fuerzas Armadas se trata de la desaparición en 1975 de Ricardo Lagos Salinas, Carlos Lorca Tobar, Michelle Peña Herreros y Exequiel Ponce Vicencio
Muchos nos arrebataron ese día: A Víctor Hugo Morales Mazuela.
Fuente :Alexis Cortés Morales ,9 de agosto de 2010.
Categoría : Testimonio
Un 9 de agosto de 1976 te hicieron desaparecer. Mucho nos arrebataron ese día, cuando ni siquiera tu cuerpo nos dejaron. Siempre quise decirte muchas cosas, aunque ahora me doy cuenta de que más me hubiera gustado escucharte, saber de ti no por los fragmentos, no por los retazos de biografía que nos quedaron, sino por tu voz, por tu presencia.
Siempre te admiré, cada pedazo de tu vida me despertaba una gran curiosidad, cómo eras, qué te gustaba, de qué cosas te reías, cuáles eran tus planes, quiénes eran tus amigos. A los pocos, muy a los pocos te fui conociendo. Recuerdo que no hace mucho, en un homenaje a los fundadores de la población La Victoria, un compañero y amigo tuyo, me presentó a otro compañero y le dijo: “Mira, este es el nieto del chico Morales” y sus miradas me hicieron sentir que en sus ojos era yo quien te veía. O aquella vez en que la célula del Partido que lleva tu nombre te homenajeó convidando a tus vecinos de la Ranquil a la ceremonia y ellos cantaron la Internacional con nosotros, parecía que tú también decías, una vez más, “Arriba los pobres del mundo”.
A veces en el tío Vlady, tu compadre, también te veía, cuando contaba historias de bares en las que estabas presente. Por él supe que eras bueno pa’ la talla, amigo de los amigos y excelente bailarín, al igual que él. Que eras porfiado y valiente y que, por eso, seguramente no hablaste en medio de la tortura, que al contrario, como decía Benedetti, puteaste como un loco, que es una linda forma de callar.
Todas aquellos que te conocieron me han dicho que eras una gran persona y sobre todo un gran compañero, un gran comunista, fiel a sus ideas y principios. Hasta el día de hoy me enorgullece tu trayectoria, tu condición de obrero autodidacta, como digno representante de las enseñanzas de Recabarren o de Don Elías Laferte. Que, como ellos, eras de los que el terno jamás se quitaban, porque había que ser el espejo donde la clase se mirara, como los comunistas de antes, los que sobrevivieron a la Ley Maldita, los que con Allende llegaron a La Moneda y con él se quedaron hasta el fin. Que eras uno de esos viejos, uno de eso grandes viejos, de aquellos tiempos “cuando al Partido sólo entraban lo héroes”, como en el poema de Jorge Teiller.
Cómo me hubiera gustado escuchar tus historias de los tiempos de la “Ley Maldita”, cuando por reinosista casi te echaron de la Jota. Por ejemplo, que me contaras cómo fue ese rayado en el centro en plena represión de “el traidor” González Videla. Me hubiese gustado que me contaras también cómo pasaste de ser maestro a Jefe de Obras, para escuchar de tus labios aquella historia de tu respuesta a los profesionales que te preguntaban en qué universidad habías estudiado y tú le decías “pues en la Universidad de la Vida”.
Aunque más me gustaría que supieras cómo tu compañera te buscó, cómo luchó, cómo, con su pena acuestas, deambuló por cada rincón de Santiago pronunciando tu nombre, cómo desafió a la Dictadura, con tu foto en el pecho, preguntando ¿dónde está? El pecho se te hincharía al saber cómo ella y las esposas de tus compañeros los buscaron y se convirtieron en las primeras en enfrentar a la Dictadura, marchando, haciendo huelga de hambre, denunciando y manteniendo viva la memoria de nuestro pueblo.
Estarías orgulloso de saber también cómo tus hijos y nietos lucharon, que no pusieron la otra mejilla y se convirtieron en canción, en barricada, en la piedra en la mano del pueblo, en sindicato, en protesta en la población. De saber que jamás te olvidaron y que los inspirabas, que los obligabas a no tener miedo, que los llevabas a jugársela un poco más cada día hasta que la Dictadura cayera.
A más de 30 años de tu desaparición, tu esposa, tus hijos, tus nietos siguen pidiendo justicia, pero cuando dicen justicia no piensan solamente en tu cuerpo, no exigen sólo saber la verdad, no exigen sólo castigo a los culpables. Cuando dicen justicia, dicen justicia para Chile, que cuando la DINA te secuestraba no era tu cuerpo el objetivo, era la idea de un país distinto la que ametrallaban en las calles, eran los derechos conquistados por el pueblo lo que querían asesinar y en parte lo lograron, aún no se reconquista todo lo perdido en esos años. Por eso hoy decir tu nombre, recordarte, es rebelarse contra un Chile injusto, es afirmar que las ideas por las que te sacrificaste no han muerto, que están vivas, no apenas en la memoria de los que se niegan a olvidar, sino que en cada nueva lucha, en cada grito por libertad, por educación para todos, por salarios justos o por tierra. Aún estás con nosotros porque la idea de Chile por la que luchaste aún está en pie, porque te vivificamos cada vez que comprendemos que el mejor homenaje es seguir tu ejemplo.