Miranda Miranda Francisco

Rut                   :            6.000.157-K

F.Nacim.            :            01-03-51; 22 años a la fecha de su detención

Domicilio            :            Los Aromos 3532, Renca, Santiago

E.Civil              :            Soltero

Actividad                     : Trabajador particular

C.Repres.            :            Sin militancia política

F.Detenc.            :            10 de octubre de 1973

 SITUACION REPRESIVA

            Francisco Miranda Miranda, de 22 años de edad, trabajador particular, sin militancia política, fue detenido aproximadamente a las 12:00 horas del día 10 de octubre de 1973, cuando se encontraba en la vía pública junto a otros dos muchachos, por efectivos del Regimiento Buin de la capital, que practicaban un allanamiento a la Población Illanes de Renca.

            La detención se practicó ante un gran número de vecinos y, junto con aprehenderlo, los uniformados lo condujeron a su domicilio a fin de que retirara sus documentos personales.

            Allí, en presencia de su hermana María Isabel, de su madre y de una vecina que estaba en esos momentos en la casa, uno de los aprehensores señaló textualmente que "luego volvería".

            El pretexto esgrimido para la detención consistió en que Francisco Miranda debía aclarar aspectos pendientes relacionados con su Servicio Militar. Este muchacho había perdido su libreta de conscripción obligatoria pero, cuando hizo el Servicio Militar en la Escuela Naval de Valparaíso, fue dado de baja, aparentemente por problemas conductuales. Varios años antes, y debido a esos problemas, los padres lo habían internado en un Hogar de Menores, desde donde escapaba para ser devuelto al internado. El joven Francisco Miranda mostraba cierta predisposición a beber en exceso, por lo que había sido detenido en ocasiones, a la edad de 14 ó 15 años. Sin embargo, a la fecha de su detención y desaparecimiento, carecía de antecedentes penales y de ficha policial.

            El 10 de octubre de 1973 los militares que aprehendieron a Francisco Miranda también detuvieron a otros jóvenes de la misma población. Uno de ellos fue liberado a las 18:00 horas de ese mismo día y fue a avisar a la familia que a Francisco Miranda lo tenían detenido en la Primera Comisaría de Renca.

            Sus familiares acudieron de inmediato al recinto policial a indagar sobre la situación del detenido, pero los policías negaron el arresto del muchacho.

            Al día siguiente, nuevamente la familia concurrió en busca de información y la policía mantuvo su respuesta negativa. Sin embargo, y tras una larga insistencia, uno de los carabineros de guardia expresó que efectivamente lo tenían detenido y que lo pondrían a disposición de un Tribunal.

            No obstante, el joven jamás fue puesto a disposición de ningún Tribunal de la República y desde esa fecha se desconoce completamente su paradero.

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS

            La familia acudió a todos los lugares de reclusión conocidos con posterioridad al Golpe de Estado de 1973 tales como cárceles, regimientos o cuarteles policiales, sin obtener resultados de ninguna clase. También se dirigieron al Instituto Médico Legal sin lograr información en torno a Francisco Miranda. Asimismo, efectuaron numerosas gestiones ante la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos -SENDET-, sin conseguir frutos positivos.

            Los antecedentes antropomórficos de Francisco Miranda Miranda fueron anexados a la causa 4449-AF del 22 Juzgado del Crimen de Santiago por el delito de inhumación ilegal, en el Patio 29 del Cementerio General, de personas no identificadas muertas entre septiembre y diciembre de 1973. El Juez Instructor de la causa ordenó la excavación de 108 tumbas en septiembre de 1991. De allí se exhumaron 125 cuerpos, los que fueron remitidos al Instituto Médico Legal. En la actualidad (fines de 1992) se está a la espera de los informes periciales de identificación.

El Patio 29 solía destinarse a la sepultación de indigentes, pacientes iquiátricos y personas que morían sin ser identificadas (NN). Sin embargo, entre septiembre de 1973 y enero de 1974, sus tumbas se utilizaron para ocultar como NN a víctimas de la represión. Javiera Bustamante y Stephan Ruderer reconstruyen la dolorosa historia del lugar, valiéndose de testimonios de los familiares de detenidos- desaparecidos, cartas, documentos y otras fuentes. El libro da cuenta, igualmente, del arduo proceso de identificación y entrega de los cuerpos, así como de las irregularidades que caracterizaron estas diligencias. Las potentes fotografías que ilustran el volumen fueron realizadas por la artista visual Mara Daruich.