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Lagos Marín Sergio Humberto – Memoria Viva

Lagos Marín Sergio Humberto


perfiles.ubiobio.cl

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Rut : 5.179.090-1

Fecha Detención : 07-02-1975
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 26-02-1949 Edad : 25

Lugar Nacimiento : Chillán

Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Sociólogo

Estado Civil e Hijos : Casado, 1 hijo
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :informe corporación

Categoría : Antecedentes del Caso

Rut       : 144.819 de Chillán

F.Nacim. : 26-02-49, 25 años a la fecha de su detención

Domicilio : Pasaje Norte Nª63 Población Purén. Chillán

E.Civil  : Casado, un hijo

Actividad : Egresado de Sociología de la Universidad de Concepción. Empleado

C.Repres. : Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Ex dirigente universitario

F.Detenc. : 7 de febrero de 1975

 

                                                                   

 

SITUACION REPRESIVA

            Sergio Humberto Lagos Marín, casado, un hijo, egresado de Sociología de la Universidad de Concepción, militante del MIR, fue detenido en las siguientes circunstancias: el día 7 de febrero de 1975, aproximadamente a las 16:00 horas, el afectado, en compañía de su madre, Margarita Marín Gajardo, y de un hermano menor de siete años de edad, ingresó a una Fuente de Soda ubicada en calle San Pablo, entre Cumming y Maturana, con el fin de tomarse una bebida y comer algo, ya que andaban haciendo algunas compras en el centro de Santiago. Sergio Lagos le indicó entonces que tenía que hablarle a un amigo por teléfono y, como en el local en que se encontraban no se disponía de uno, el afectado salió y atravesó la calle para llamar desde un negocio que estaba casi al frente.

            Margarita Marín vio avanzar lentamente una patrullera, que no pudo identificar si era de Investigaciones o de Carabineros, con tres sujetos vestidos de civil en su interior. El vehículo se detuvo algunos metros más adelante.

            Habían transcurrido sólo unos diez minutos, cuando la señora Marín y su pequeño hijo, salieron a la calle para esperar al afectado. Afuera, había un grupo de personas conversando y comentando que la patrullera había detenido e introducido en su interior a tres personas que transitaban por la calle en esos momentos. Por la descripción que hicieron de una de ellas, la señora Margarita pudo percatarse que su hijo Sergio Lagos Marín era uno de los detenidos.

            La responsabilidad que le cabe en la detención del afectado a la Dirección de Inteligencia Nacional, se ha visto confirmada por los siguientes antecedentes.

            En efecto, el día que Sergio Lagos Marín fue aprehendido, debía encontrarse en la vía pública con Oscar Hernán Angulo Matamala, también militante del MIR, quien ya estaba detenido y en poder de la DINA desde el día 5 de febrero de 1975.

            Relataría posteriormente el testigo mencionado, que fue detenido por agentes de la DINA, en las puertas del Hospital Salvador de la capital, a donde había concurrido a visitar a su madre enferma de cáncer avanzado y de parálisis parcial al lado derecho. Una vez aprehendido fue introducido en un automóvil, esposado de manos y vendados sus ojos, siendo trasladado directamente a Villa Grimaldi, recibiendo golpes en su cuerpo durante el trayecto. Al llegar al recinto señalado fue entregado de inmediato al agente Osvaldo Romo Mena, y llevado a interrogatorio. Aproximadamente siete días permaneció incomunicado en una celda solitaria, que medía 80 cmts.x 1.60 mts. y 2 mts. y medio de alto, totalmente oscura, y siempre de pie y con sus ojos vendados.

            Durante su estadía en Villa Grimaldi -agregó- estuvo con las siguientes personas que se encuentran desaparecidas hasta la fecha y cuya detención ha sido negada por las autoridades correspondientes: Sergio Humberto Lagos Marín, Eugenio Iván Montti Cordero, Patricio Humberto Cerda Aparicio, Manuel Edgardo Cortez Joo, Juan Molina Mogollones, Rodrigo Ugas Morales y Juan Carlos Perelman Ide. Todos ellos fueron supuestamente trasladados a otro recinto, un mismo día, a fines de febrero de 1975.

            Continúa señalando el testigo que durante los tres meses y medio que permaneció en Villa Grimaldi, fue interrogado siete veces bajo apremios ilegítimos, como aplicaciones de electricidad y golpes en diversas partes del cuerpo.

            Asimismo, la permanencia de Sergio Lagos Marín en el centro secreto de detención y tortura a cargo de la DINA, denominado Villa Grimaldi, y ubicada en José Arrieta 8.200, Peñalolén, ha sido confirmada mediante el relato de otros testigos.

            Así, el ex detenido Sergio Humberto Lagos Moya, señaló en declaración jurada que: "entre él y el afectado se estableció una relación especial en Villa Grimaldi, en atención a la coincidencia entre sus nombres y apellidos; y que lo veía periódicamente hasta el 5 de marzo de 1975, fecha en que el testigo fue liberado, permaneciendo el afectado en el recinto mencionando, en muy mal estado, debido a las torturas sufridas.

            Por otra parte, en marzo de 1991, la opinión pública nacional se enteró a través de la prensa de las confesiones de Luz Arce Sandoval, ex detenida, -que bajo presión de tortura fue colaboradora de la DINA- quien al declarar ante la Comisión de Verdad y Reconciliación entregó información sobre dicha organización, su forma de funcionamiento, parte de su estructura, la individualización de sujetos que la integraban, y su testimonio relativo a varias personas que fueron detenidas y secuestradas por agentes de la DINA y que se encuentran desaparecidas hasta el día de hoy. Respecto al afectado, afirma que "recuerda su nombre como persona detenida".

            Finalmente, es importante señalar que el 25 de abril de 1974, un hermano del afectado de 21 años de edad -Ogan Esteban Lagos Marín- fue sacado de la Cárcel Pública de Chillán, donde estaba detenido desde el mes de marzo, y trasladado al Regimiento Nº9 de dicha ciudad, lugar desde donde desapareció. Otro hermano, Nelson Ernesto Lagos Marín, falleció el 23 de septiembre de 1985 producto de la detonación de un artefacto explosivo en la vivienda que ocupaba en la ciudad de Chillán.

           

 

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS

            Margarita Marín Gajardo, interpuso un recurso de amparo en favor del afectado, ante la Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha 28 de febrero de 1975, el que fue rolado con el Nº306-75.

            La Dirección General de Investigaciones, previo Oficio, informó al Tribunal el 10 de marzo de 1975 que "efectuadas las averiguaciones pertinentes en este Cuartel Central y Unidades dependientes, se estableció que Sergio Lagos Marín, no se encuentra detenido actualmente ni lo ha sido con anterioridad.

            En el mismo mes de marzo de 1975, el Jefe de Estado Mayor CAJSI y Comandancia General de Guarnición de Ejército, Coronel Hernán Ramírez Ramírez, informó que al afectado no se le instruye causa en el II Juzgado Militar ni se encuentra detenido en la jurisdicción de esta jefatura de Estado.

            Por su parte, el 8 de abril de 1975, el Ministerio del Interior de la época, General de División Raúl Benavides Escobar informó a la Corte que Sergio Lagos no se encuentra detenido por orden de este Ministerio. Este informe negativo es repetido nuevamente el día 21 del mismo mes y año.

            El 23 de abril de 1975, la Corte de Apelaciones, sin instar por obtener respuesta al oficio remitido a la Dirección General de Investigaciones y sin haber oficiado a la DINA, como lo solicitó expresamente la recurrente, desechó el recurso de amparo interpuesto, teniendo presente que de los informes de autos no aparece que el afectado se encuentre detenido o preso, ni que existe orden de aprehensión en su contra. En la misma resolución ordenó remitir los antecedentes al Juzgado del Crimen correspondiente, a fin de que investigue la posible comisión de un delito con ocasión del desaparecimiento de Sergio Humberto Lagos Marín.

            Así, por Oficio de la Corte de Apelaciones, se inició el 30 de abril de 1975, ante el 3er. Juzgado del Crimen de Santiago, una denuncia por la presunta desgracia del afectado, la que roló bajo el Nº118.074-6.

            La orden de investigar despachada en autos, no aportó antecedentes alguno que permitiera establecer la suerte o paradero del afectado.

            El 13 de agosto de 1975, se ordenó oficiar al Ministerio del Interior, pidiendo autorización para que el Tribunal se constituya en los campamentos de detenidos denominados "Tres" y "Cuatro Alamos", solicitando además, se informe cuántos campamentos de detenidos existen en esta ciudad.

            El Ministerio del Interior, en Oficio respuesta, señaló que por razones de seguridad, y antes de emitir un pronunciamiento, se solicita que en forma precisa se sirva especificar los motivos que exigen la visita del Tribunal a los campamentos aludidos, y las diligencias o actuaciones judiciales que dentro de ellos se realizarían.

            El 1º de septiembre de 1975, el Tribunal resolvió oficiar nuevamente al Ministerio del Interior haciendo presente que el objeto de la diligencia decretada es interrogar al detenido Humberto Lagos Marín.

            El 22 de septiembre del mismo año, el Ministro del Interior de la época, Raúl Benavides Escobar, informó que revisados los kardex de este Ministerio, figura un Sergio Humberto Lagos Moya, quien estuvo detenido en el campamento "Cuatro Alamos" y fue puesto en libertad por Decreto Exento Nº873 de esta secretaría de Estado de fecha 4 de marzo de 1975. Asimismo, figura un Lagos Marín Ogan Esteban, quien permaneció detenido en el presidio de la ciudad de Chillán y dejado en libertad con fecha 29 de abril de 1974. En estas circunstancias, y no estando detenido ningún Sergio Humberto Lagos Marín, agradeceré a US. se sirva comunicar a este Ministerio si después de conocidos estos antecedentes, sería necesario aún la autorización para que ese Tribunal se constituya en los campamentos de detenidos "Tres Alamos" y "Cuatro Alamos".

            Con el sólo mérito de este informe, el Tribunal declaró cerrado el sumario y sobreseyó temporalmente la causa, hasta que se presenten nuevos o mejores datos de investigación, el 27 de diciembre de 1975.

            Consultada la resolución de sobreseimiento, fue aprobada por la Corte de Apelaciones de Santiago, el 7 de octubre de 1975.

            El 4 de julio de 1991, la esposa del afectado María Angélica Concha Contreras, interpuso ante el Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, una querella criminal por los delitos de secuestro y asociación ilícita, en contra de aquellos agentes de la DINA que como autores, cómplices o encubridores aparezcan como responsables de los hechos denunciados, los cuales deberán ser identificados y sometidos a proceso. Esta querella se acumuló a la causa por presunta desgracia del afectado, cuyo rol era el Nº118.074-6. A diciembre de 1992, la causa se encontraba en estado de sumario secreto y con diligencias pendientes.

            Uno de los agentes de la DINA que tuvo activa participación en los operativos de detención e interrogatorios a militantes del MIR, Osvaldo Romo Mena, fue detenido en noviembre de 1992. El ex agente había sido ubicado en Brasil bajo la identidad falsa de Osvaldo Andrés Henríquez Mena, tras una serie de diligencias decretadas en la causa por el desaparecimiento de Alfonso Chanfreau Oyarce. En julio de 1992 Romo fue detenido y en noviembre expulsado del país.

            Bajo las órdenes de la DINA, el agente y su grupo familiar se trasladó a Brasil a fines de 1975, época en que había sido citado por varios Tribunales que tramitaban causas de detenidos desaparecidos, el mencionado organismo de seguridad, entre otros medios, le facilitó los documentos de identidad falsa para él, su cónyuge e hijos.

            A diciembre de 1992, romo había sido encargado reo en seis procesos por detenidos desaparecidos y tenía varias situaciones pendientes a Tribunales.

           

 


Jorge Lagos Marín: Una vida entre estudiantes y computadores

Fuente :perfiles.ubiobio.cl 23/4/2019

Categoría : Prensa

En el campus La Castilla rodeado de estudiantes, computadoras, de clases y risas, desempeña su labor el encargado de los Laboratorios de Computación en la Facultad de Educación y Humanidades, Jorge Lagos Marín. Las paredes de su oficina, donde es entrevistado, están cubiertas en parte con calendarios que tienen fotografías de los alumnos  que han pasado como ayudantes del laboratorio. Son jóvenes de distintas carreras que han querido ser parte de esa área de la Universidad, y donde cada uno ha dejado algún recuerdo en la memoria de Jorge.

Chillanejo, con vocación de profesor, y salvado por algo que muchos creen es un milagro tras un ataque fulminante al corazón, el funcionario no tiene reparos en contar episodios gratos de su vida, y algunos no tanto, pero que lo han transformado en el hombre que es actualmente, aunque, y según sus palabras, “igual de malhumarado” que siempre.

Familia grande 

En la actualidad Jorge formó su familia compuesta por su esposa y tres hijas, Pilar, Margarita, Marcela y Camila respectivamente, pero en su niñez fueron siete hermanos, una madre y un padre, Margarita y Humberto, ella dueña de casa y él obrero. Vivieron como familia en la población Purén, un sector de esfuerzo y donde había muchas familias como ellos. Si bien Jorge menciona lo difícil que fue tener una infancia con carencias materiales, lo que prima en sus palabras es la sensación de cierto orgullo al entender que fueron capaces de sobrepasar aquello. “Nuestro origen era bastante modesto, en un sector de esfuerzo. No sé cómo lidiábamos con eso, nunca me lo he podido explicar bien. Hay cuestiones inconcebibles para una familia hoy en día, una familia con dos o tres ya es mucho. Nosotros teníamos que caminar, atravesar toda la ciudad para llegar al colegio, ocupando lo que quedaba del hermano mayor, sobrevivíamos”, explica.

Confiesa que, “según mis viejos fui bien desordenado, entre travesuras que a veces casi rayaban con la delincuencia (ríe), con un par de compañeros de cursos o de barrio. Pero no más que sacar alguna manzana o una revista por ahí, cosas que igual eran vedadas para nosotros”, agrega rememorando. “Siempre les he alabado a mis viejos cómo era posible que lográramos seguir adelante, de hecho, los cuatro hermanos que sobrevivimos tenemos una muy buena formación académica”, destaca Lagos.

Ya de joven y luego de las travesuras llega la enseñanza media. En un contexto donde pocos podían pensar en seguir estudiando, inició su camino en el área técnica. “Por lo menos a los menores se 

nos inculcó estudiar alguna carrera técnica para poder desempeñarnos en el campo laboral inmediatamente. No se pensaba en ese entonces, en general, en seguir estudiando. O sea, el tema era terminar Humanidades en ese entonces, si es que se lograba, y poder trabajar en cualquier cosa. Yo estudié Electricidad, mi otro hermano también, otro Mecánica en la Escuela Industrial, y otro Contabilidad. No necesariamente la ejercimos, pero hacia allá nos llevaban, no elegíamos dónde estudiar, sino que era lo que había, lo que se podía”, recuerda Jorge.

Su llegada a la UBB

Por cosas del destino, y pese a tener vocación de profesor en Matemáticas, terminó llegando finalmente a la Universidad de Concepción para estudiar, igual que otro de sus hermanos gracias a un gran esfuerzo, Ingeniería Civil Eléctrica, carrera que terminó dejando al tercer año. Volvió a Chillán para dar clases particulares de la materia que le apasiona, clases que también impartió en preuniversitarios en la época de los 80, hasta que llegó a la Universidad del Bío-Bío en 1992 para colaborar en los comienzos de Ingeniería de Ejecución en Computación e Informática de la Facultad de Ciencias Empresariales. “Necesitaban alguien que se manejara en el tema computacional para que ayudara en un trabajo similar al que hago actualmente. Era para atender las necesidades de los ingenieros, ya que se estaba armando una sala con computadores y alguien se tenía que hacer cargo de esa parte”.

Finalmente, llegó a la Facultad de Educación y Humanidades donde ha formado lazos con la comunidad universitaria, y formado su vida familiar en torno al campus La Castilla, privilegiando así su calidad de vida.  Jorge recuerda de esos comienzos y como etapa destaca el realce que, según explica, se les dio a las pedagogías UBB a finales de la década del 90, ríe al mencionar que ahí se ocupaban los disquetes, “los de 3,5 no los de 5 ¼, luego el auge de los cds y después se avanzó a los pendrives donde eran una maravilla, pero ahora andan botados”, aclara. 

En octubre de 2016, sufre un ataque al corazón, “fui inconsciente de lo que pasó, pero según quienes lo vivieron y son cercanos, es un milagro que yo esté acá. En el trabajo me comencé a sentir raro, un poco débil, y ante la insistencia de mis hijas me hice exámenes y se determinó que tenía un problema y me enviaron rápidamente al Hospital Las Higueras de Talcahuano, ahí ya no supe de mundo. Aparentemente llegué justo, respirador mecánico, marcapaso”, cuenta.

A los meses de ocurrido el problema de salud vuelve al trabajo, su descanso fue escueto para la gravedad de aquello, pero reconoce que no está en un puesto donde se le exija un esfuerzo físico mayor. “Ahora, siempre me quedó la duda de si seguí acá porque tenía alguna deuda que pagar, o si es un premio (ríe). Recuerdo que recibí muchas muestras de afecto y cariño de personas que no me esperaba, pero ahí cambia un poco el tema, se acercan un poco más. Se ganó en eso, hay personas que pasan más seguido a preguntar como estoy, no te podís morir ah (sic), me dicen los colegas”.

Tragedia que merece ser recordada

Su familia era integrada por siete hermanos, no obstante, tres de ellos murieron en dictadura, Ogan Esteban, Sergio Humberto y Nelson Ernesto. 1974, 1975 y 1985 fueron los años que marcaron a 

los padres de Jorge y claramente a él, quien de los hermanos que están con vida es quien siempre se ha hecho cargo de los temas legales con el fin de hacer justicia y no olvidar lo que no se debe olvidar, tanto para su núcleo como para el país.

“Dos de ellos eran estudiantes de la Universidad de Concepción, el mayor en Sociología, otro en Agronomía, y el tercero trabajaba en el comercio, con él conviví más y nos llevábamos menos diferencia de edad. Todos dejaron hijos”, explica.

Intentando asistir a todas las conmemoraciones que el tiempo le permite, admite que nunca tuvo tiempo para asimilar lo ocurrido, “creo que hasta hoy no está cerrado, por lo menos de mi lado es una herida abierta. Se sufre mucho, sufrí mucho al ver a mis viejos, a mi mamá sobre todo porque entiendo que para una madre perder hijos es lo peor que le puede pasar. Esto es uno de los sufrimientos más grandes. Ver a los niños que dejaron, el primero dejó dos, el segundo uno, y el tercero uno”.

Con altos y bajos en su vida, Jorge Lagos Marín insiste en que aún no es momento de jubilar, ni en su trabajo ni en la vida, ama lo que ha formado. Además, agrega, “¿qué haría? Sé que algo inventaría, pero no, prefiero seguir”.


Estudiantes de Sociología y Antropología recordaron a víctimas de la dictadura militar ( extracto)

Fuente :socialesudec.cl 30/8/2018

Categoría : Prensa

En el marco del Día Internacional del Detenido Desaparecido -que se instauró en 2011 gracias a iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam) y el apoyo de la ONU-, representantes de la Coordinadora de Sociología y del Colectivo Antropología Popular UdeC realizaron intervenciones para recordar a compañeros y compañeras que fueron víctimas de la dictadura militar.

Sociología interrumpida

Con una instalación artística que intentaba simular un aula de clases, la Coordinadora de Sociología de la Universidad de Concepción le rindió homenaje a 17 alumnos y alumnos de la carrera que sufrieron la ejecución política o la desaparición forzada entre 1973 y 1990.

“Hoy en día nos encontramos frente a una arremetida negacionista que busca ocultar los crímenes de lesa humanidad que cometió el Estado de Chile durante la dictadura cívico militar. Es por ello como estudiantes de Sociología de la Universidad de Concepción queremos recordar a compañeras y compañeros que nos faltan, que fueron estudiantes como tú y yo, y que sus familias ni siquiera pudieron enterrar sus cuerpos”, indicaba la Coordinadora de Sociología en los trípticos que se le entregaban a estudiantes que se acercaban a presenciar este espacio de memoria.

Las personas recordadas este jueves fueron:

– Juan Carlos Gómez Iturra

– Nelson Herrera Riveros

– Luis Pincheira Llanos

– Héctor Sobarzo Núñez

– Héctor Velásquez

– Ana Luisa Peñailillo Parra

– Elizabeth Cabrera Balarritz

– Carlos Fernández Zapata

– Jorge Fuentes Alarcón

– Sergio Riffo Ramos

– Roberto Chaer Vásquez

– Ariel Salinas Argomedo

– Manuel Villalobos Díaz

– Washington Cid Urrutia

– Sergio Lagos Marín

– Alejandro Robinson Mella Flores