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González De Asís Guillermo – Memoria Viva

González De Asís Guillermo


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Rut : 4.940.767-k

Fecha Detención : 12-09-1975
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 25-06-1945 Edad : 30

Lugar Nacimiento : Santiago

Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Gásfiter

Estado Civil e Hijos : Soltero
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :Vicarìa de la Solidaridad

Categoría : Antecedentes del Caso

GUILLERMO GONZALEZ DE ASIS

Rut : 4.940.767 K, Santiago
F.Nacim. : 25 06 45, 30 años a la fecha de detención
Domicilio : Parsifal 6361, San Miguel, Santiago
E.Civil : Soltero
Actividad : Instalador de Sanitarios
C.Repres. : Militante Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR
F.Detenc. : 12 de septiembre de 1975

Guillermo González de Asís, soltero, instalador de sanitarios, militante del MIR, fue detenido por agentes de la DINA el 12 de septiembre de 1975, alrededor de las 09:30 horas en la vía pública, en el sector de Gran Avenida, altura paradero 35.
El afectado fue conducido al centro de interrogatorios de la DINA conocido como Villa Grimaldi, ubicado en calle José Arrieta 8200, donde fue visto por varios prisioneros que recuperaron su libertad con posterioridad. Todos ellos coinciden en señalar que González fue ubicado en unas especies de cajoneras donde lo tenían engrillado y, en estas condiciones, era llevado todos los días al baño, oportunidad en que podían verlo. Era fácilmente identificable cuando esto ocurría, ya que las cadenas emitían un ruido muy especial y debía avanzar a saltos. Pese a las precarias condiciones en que era mantenido, cuando podía, les hacía gestos a los demás prisioneros como indicando que estaba bien.
En uno de estos viajes al baño se individualizó como Paulino, que era el nombre con que lo conocían en el MIR, a una de las detenidas, Gilda Bravo, para lo cual usó el abecedario con las manos.
En Villa Grimaldi también fue visto por Julio Cortés Guerra, Nelson Fernández Sepúlveda, Patricio Bustos Streeter y Roberto Gómez Donoso. Este último, estuvo una noche en la misma pieza que González.
Entre las mujeres que lo vieron se encuentran además de Gilda Bravo, Carmen Fuentes Arenas, Isabel Sartore Triviño, Patricia Amengual Muñoz y Delia Veraguas Segura.
Patricio Bustos era el encargado de sanidad del MIR al momento de su arresto y conocía desde antes a Guillermo González, con quien había trabajado en alguna ocasión. Recuerda que la víctima fue ubicada en "la torre", dependencia de Villa Grimaldi donde eran mantenidos los prisioneros considerados más peligrosos y eran torturados allí mismo. Según Bustos, hasta el mes de octubre de 1975 se tuvo noticias de González de Asis, no obstante dejaron de verlo pasar al baño a fines de septiembre de ese año.
Según los testigos, los guardias se burlaban permanentemente del afectado, debido a su nombre y además porque se había teñido el pelo de color rojizo, lo que se le notaba más claramente con el pasar de los días.
Guillermo González estaba siendo intensamente buscado desde enero de 1975, fecha en que su domicilio fue allanado por agentes de la DINA. Ese mismo mes, el domicilio de una hermana, Margarita González, también fue allanado por civiles armados que preguntaban por él. Finalmente, días después que fuera detenido, entre el 13 y el 16 de septiembre del mismo año, civiles que se identificaron como pertenecientes a la DINA allanaron el domicilio de su hermana Clementina.
También ese mismo mes, el 14 de enero de 1975, fue detenida por la DINA María Teresa Villalobos Díaz, siendo llevada a Villa Grimaldi. En este lugar fue interrogada acerca del paradero de Guillermo González e incluso la amenazaron con mantenerla detenida mientras él no apareciera. Teresa Villalobos señala que, por las preguntas que le hacían respecto de su amigo, pudo darse cuenta que la DINA tenía muchos antecedentes de su persona. Supo también que varios otros detenidos que se encontraban en esa misma época en Villa Grimaldi, habían sido interrogados en relación a González de Asís. María Teresa Villalobos permaneció en ese recinto secreto durante dos semanas, siendo trasladada a Cuatro Alamos y después a Tres Alamos, desde donde fue dejada en libertad en septiembre de 1976. Estando en Tres Alamos supo de la detención del afectado.
Guillermo González formó parte del GAP, guardia personal del ex Presidente Salvador Allende, el año 1971. Pese a las evidencias de su detención, ésta fue negada por las autoridades y se encuentra desaparecido desde que fuera arrestado por la DINA en septiembre de 1975.

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
El 27 de enero de 1976 se interpuso un recurso de amparo en su favor ante la Corte de Apelaciones de Santiago, rol 92 76.
La Corte rechazó una solicitud de citación de testigos de su reclusión en Villa Grimaldi, como también, el oficiar a la DINA para que informara sobre el amparado.
Con la sola respuesta del Ministro del Interior, que negó la detención del afectado, el 11 de febrero de 1976 se rechazó el recurso. Esta resolución fue apelada ante la Corte Suprema, tribunal que confirmó el fallo.
El 26 de febrero de 1976, su hermana Celia González interpuso una querella por los delitos de arresto ilegal e incomunicación indebida ante el 11º Juzgado del Crimen de Santiago, rol 5463 13.
El Juez dictó una orden amplia de investigar a la policía civil, con el objeto de precisar la ubicación exacta de Villa Grimaldi, autoridad responsable del recinto y de la detención de la víctima. Incluso autorizó el allanamiento del inmueble si era necesario. Paralelamente, el Juez ofició al Ministro del Interior para que informara si estaba autorizado el funcionamiento de ese lugar como centro de detención dependiente de la DINA.
Investigaciones informó en junio de ese año, que Villa Grimaldi existía, que estaba a cargo de la DINA, pero que no le era posible dar cumplimiento al resto de la orden de investigar, sin indicar razones.
Sin embargo, el General César Benavides, Ministro del Interior, respondió al Tribunal enviando una nómina de los "únicos lugares de detención en uso de las facultades del estado de sitio, según D.S.146…", entre los cuales no estaba Villa Grimaldi.
Por otro lado, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que González no figuraba en el Listado Nacional de Personas Peligrosas ni en el Listado de Asilados y Refugiados.
El 28 de julio de 1976, el Tribunal resolvió constituirse en la sede de la DINA, para interrogar al Director de ese organismo sobre los hechos denunciados y las circunstancias en que se desarrollaron. Sin embargo, esta diligencia no se llevó nunca a cabo, a pesar de haberse solicitado su cumplimiento en dos oportunidades. Más de un año después, en noviembre de 1977, se resolvió su ejecución por intermedio del Juez Militar de Santiago, pero tampoco se efectuó.
Cabe agregar que ante el Tribunal declararon ocho testigos de su permanencia en Villa Grimaldi, todos los cuales fueron llevados desde Tres Alamos, donde se encontraban detenidos al momento de cumplirse la diligencia.
El 3 de enero de 1978 el Juez se declaró incompetente y remitió los antecedentes a la Justicia Militar, Tribunal que aceptó continuar la investigación, ingresando el expediente con el rol 18?78 en la 2ª Fiscalía Militar.
El 23 de mayo de 1978, el Juez Militar de Santiago resolvió dictar sobreseimiento definitivo de la causa en virtud del Decreto Ley de Amnistía 2191, que había sido dictado recientemente, en abril de ese mismo año, por la Junta Militar. Este fallo fue apelado y el 1º de diciembre del mismo año la Corte Marcial confirmó el sobreseimiento, pero lo cambió a temporal, por estimar que no habían elementos de convicción que acreditaran que el desaparecimiento de Guillermo González era producto de una acción delictual.
Se interpuso un recurso de queja ante la Corte Suprema en contra de los Ministros que confirmaron el sobreseimiento, señalando que existían antecedentes más que suficientes que demostraban que la víctima era objeto de una detención arbitraria e ilegal por efectivos de la DINA y, además, existían diligencias pendientes, entre ellas, la constitución del Tribunal en la sede de la DINA, la que había sido decretada con fecha 28 de julio de 1976.
Finalmente, el 25 de abril de 1980, la Corte Suprema rechazó el recurso de queja, quedando a firme el sobreseimiento temporal de la causa que investigaba el desaparecimiento de Guillermo González de Asís.
 


Careos entre víctimas y ex DINA de Villa Grimaldi.

Fuente :Primera Linea 22 de Agosto 2001

Categoría : Prensa

Ex prisioneros que fueron torturados en los centros de reclusión de la disuelta Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) se enfrentaron a sus agresores: Osvaldo Romo Mena, Basclay Zapata y Miguel Krassnoff Martchenko. La diligencia efectuada por la ministra Gabriela Pérez mientras subrogó al juez instructor Juan Guzmán, aportó testimonios cruciales para la investigación de las violaciones a los derechos humanos cometidas en Villa Grimaldi.
"Yo presencié las torturas de Patricio Bustos y me consta que lo hizo Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff, Basclay Zapata y Tulio Pereira", señala en un escalofriante careo el ex agente de la Dina, Osvaldo Romo Mena (el Guatón Romo) al ex prisionero de Villa Grimaldi, Edwin Patricio Bustos Streeter.
El ex detenido Patricio Bustos precisa a foja 4.014 del proceso: "Reconozco a Osvaldo Romo quien me detuvo en la vía pública, trasladándome a Villa Grimaldi. Me llevaron a la casa en la Villa y a La Torre (lugar donde se aplicaban las torturas más violentas). Me torturaron Krassnoff, Zapata, Tulio Pereira, Moren Brito y Romo. Estando al interior de La Torre me desnudaron y me aplicaron el "Pau Arara" que consistía en colocarnos desnudos con las piernas y brazos amarrados y encogidas para luego poner una cañería entre ellos, y así, totalmente inmovilizados e indefensos, nos aplicaban electricidad".
Al respecto Romo confirma: "Yo formaba parte del equipo que detuvo a Bustos. Este grupo era comandando por Basclay Zapata" y añade: "Yo presencié las torturas de Patricio Bustos y me consta que lo hizo Moren Brito, Krassnoff, Zapata y Pereira".
Pero el ex prisionero refuta los dichos, señalando: "No sé la división del trabajo anterior de la DINA, lo que si me consta es que había una mezcla de funciones porque yo ví agentes que decidían las detenciones, pero a la vez también torturaban. No era tan efectiva la división de funciones de que hablan ellos. Este señor no sólo presenciaba, sino que además torturaba. Era el único torturador que le gustaba que lo vieran, incluso él me levantó la venda y me dijo si lo reconocía". La declaración de Patricio Bustos puntualiza que en una oportunidad "llegó hasta el recinto Manuel Contreras a inspeccionar el funcionamiento del centro".
Bustos indica a foja 4.016 del proceso de Guzmán: "Conozco al señor Miguel Krassnoff Martchenko. Lo he visto en dos oportunidades, una en Villa Grimaldi y otra en un careo de la ex ministra Olivares. Lo conocí cuando me torturó en Villa Grimaldi, lugar donde también torturó a mi esposa Cecilia Bottai y a Susana Beragua, Nelson Fernández, Sergio Cortés, Georgina Ocaranza, Mauricio Galaz, María Sartori, Cecilia Mazzela, entre otros". Él era parte del equipo que torturó a Guillermo González de Asis, detenido en septiembre de 1975, actualmente desaparecido.
Asimismo -agrega- integraba el equipo de responsable de Jorge Fuentes Alarcón, detenido en el marco de la Operación Cóndor en Paraguay y trasladado a Villa Grimaldi donde desapareció. También participó en las torturas del profesor Ignacio Ossa Galdames, quien murió en Villa Grimaldi y cuyo cuerpo fue abandonado en la vía pública simulando un accidente de tránsito".
Pero de acuerdo a Krassnoff los hechos son falsos "jamás tuve responsabilidades relacionadas con el detalle que menciona esta persona", y aún frente al grito desesperado de Bustos que precisa: "Usted fue el primero que me torturó. Estando presente Marcelo Moren Brito. Usted me golpeó en los oídos y por primera vez conocí lo que era la tortura". Y la respuesta del acusado es sólo un escueto "rechazo categóricamente lo expuesto por esta persona".
Patricio Bustos al repetir los mismos cargos y denuncias contra Basclay Zapata, alias El Troglo, debe conformarse con una respuesta evasiva que sólo señala: "Insisto no es efectivo lo que dice, yo nunca torturé ni detuve a nadie".
El testimonio de la esposa de Chanfreau
El repentino olvido también se registra en el careo que sostiene Erika Cecilia Hennings Cepeda, esposa del desaparecido dirigente del MIR Alfonso Chanfreau, con Romo Mena.
La ex detenida relata que fue sometida a sesiones de tortura por parte de Romo "recuerdo que me golpeó en los oídos conocido como el 'teléfono' además de tocar mi cuerpo".
"La señora miente, porque en esa época yo me dedicaba a la ubicación de casas de los altos dirigentes del MIR. Recuerdo que detuvieron a esta señora, Moren Brito, Krassnoff, Gerardo Godoy, Lawrence, entre otros", sentencia el procesado, quien en todo caso confirma que su labor era algo más que ubicar personas, ya que señala: "Yo solamente la llevaba cuando la pedían los jefes".
Al comparecer Erika Hennings con Krassnoff explica que él ordenó su detención después de la aprehensión de su esposo. Durante su período en manos de las fuerzas represivas, la víctima señala que estuvo el Londres 38 -otro recinto de detención de la DINA- donde fue sometida en presencia de su cónyuge a múltiples agresiones.
Para Krassnoff la realidad es distinta, pues asegura que sólo ejerció labores como analista de inteligencia y, por ello, cualquier actividad "operativa" era incompatible con su trabajo.
En el caso del careo de Katia Alexandra Reszczynski Padilla con Krassnoff se registra un notable avance en los recuerdos del acusado, quien sostiene que "efectivamente conversé con varias personas detenidas en Londres 38 identificándome con mi nombre. Mi función no tuvo nada que ver con torturas e interrogatorios. Eran una suerte de indagatoria para obtener información sobre el MIR".
El procesado enfatiza que "estuve en la Dina en mi calidad de teniente y comienzo de mi grado de capitán. Jamás escuché o recibí una orden o disposición relacionada con exterminios, muertes, torturas u otros similares".
Contradicciones internas: habla ex agente
Dentro del mismo careo participó un ex agente que sin titubear entrega datos sobre la participación de Basclay Zapata en los centros de detención de la DINA.
Samuel Enrique Fuenzalida Devia precisa que "conozco a Zapata desde la época que me trajeron desde Calama a las Rocas de Santo Domingo, a un curso de inteligencia. Lo volví a encontrar en Londres 38 y Rinconada de Maipú. En el primer lugar ambos éramos operativos. Ambos hacíamos guardia y vigilabamos a los detenidos.
En el cuartel de Villa Grimaldi realizaba funciones de guardia, ornato y a veces se me encomendaba vigilar a los detenidos".
El testimonio añade que "en Villa Grimaldi tuvimos varios jefes y el último fue Moren Brito. Basclay Zapata formaba parte del grupo que comandaba Krassnoff y además integraba Romo Mena. Era una agrupación operativa. Cuando estaba de guardia a Basclay Zapata lo veía conducir el vehículo que trasladaba a Krassnoff y a Romo. Estos eran operativos".
La respuesta de Zapata confirma en parte, pero en lo sustancial, lo dicho el ex agente: "Yo conozco a este señor y recuerdo que hacía guardia en Villa Grimaldi. Yo no hacía guardia en ese lugar. Efectivamente trasladé a Krassnoff y Romo durante mi desempeño en la Dina, pero sólo para aprovechar el vehículo y nada más. Yo no detuve, ni torturé".
Insiste en que nunca formó parte de brigadas especiales de la Dina, como Halcón, y afirma que "conocí a Krassnoff y Moren Brito como oficiales del Ejército, nada más (…) Reconozco haber estado en la DINA y en Villa Grimaldi, pero no era un operativo".
 

 


“Nos tiraron desnudos, amarrados a un somier metálico con aplicaciones de electricidad” Patricio Bustos, director del SML, torturado por Krassnoff:

Fuente :elmostrador.cl 22/11/2011

Categoría : Prensa

Junto a su pareja fue golpeado y vivió la brutalidad de la dictadura en Villa Grimaldi. El médico escuchó los gritos del militar; órdenes que se transformaron en la cara más nítida de la represión. Aguantó el dolor de ser sometido a la parrilla eléctrica también junto a su compañera. De ser torturados al mismo tiempo. El funcionario público decidió no callar. Si usted todavía no sabe por qué causó indignación el homenaje a Krassnoff, acá tiene una respuesta.

El mediodía del 10 de septiembre de 1975 caía cálido sobre Manuel Montt con Providencia. El doctor Patricio Bustos entonces tenía 24 años, un trabajo en un laboratorio clínico y una compañera odontóloga.

Ambos habían sido militantes del MIR en Concepción; él incluso fue presidente de la Facultad de Medicina.

Fue entonces, esa tarde, cuando la fecha del 10 de septiembre se volvería dolorosa para siempre. Y cuando la cara y el nombre de Miguel Krassnoff se grabaría con sangre en su cabeza, en su cuerpo.

¿Qué puede sentir un hombre torturado por un criminal cuando sabe que 38 años después un puñado de gente lo quiere homenajear?
-Indignación.

Es lo primero que responde el profesional al frente del Servicio Médico Legal, que ve, además, todos los días también temas de Derechos Humanos. Ya no sólo los relacionados con la Dictadura; también la de los presos muertos en la cárcel de San Miguel, los muertos en una carretera o en Juan Fernández.-Indignación. No cabe otra palabra –repite–. Me indigné como mucha gente. Reviví lo que me pasó a mí y mi compañera y otras personas que estábamos en manos de ese criminal, que no estaba solo. Estaba con Marcelo Moren, con Osvaldo Romo, con los trabajos que hacían Manuel Contreras, que iba a Villa Grimaldi. Reviví lo que eran esos minutos, pero al mismo tiempo la reacción solidaria que hubo de personas  que afortunadamente no estuvieron en manos de la represión habló bien de una decencia republicana, ciudadana. Las nuevas generaciones repudiaban a un representante tan conocido de la barbarie dictatorial.En Chile está la permanencia de un  periodismo pinochetista, un cura pinochetista, un parlamentario pinochetista. Se construye esto y se legitima, a diferencia de lo que ocurre en Alemania, donde uno si hace apología al nazismo o a Hitler, va preso. En Chile hay un relativismo que hace que alguien diga que puede hacer todos los homenajes a quien ordenó esta barbarie.

-¿Por qué cree que aún hoy es posible que se realice un homenaje a un criminal?
-Primero, porque el criminal siempre pensó que iba a estar impune. Segundo, porque tiene cómplices como el alcalde Labbé. Y hablo de cómplices no en el sentido  metafórico, sino de personas que participaron de las mismas estructuras represivas. Hay al mismo tiempo un relativismo moral que se expresa en la frase de Iván Moreira cuando dice ‘yo homenajeo al mandante, pero no asistiría a un homenaje del ejecutor’. Entonces hay un relativismo moral  de parte de un sector de la derecha chilena que da espacio para que ocurran estas cosas, mientras sabemos que hay otro sector de la derecha chilena que repudia estos hechos.

-También demuestra que aún hay cosas que en Chile se esconden bajo la alfombra.
-Es que hay una ostentación y reivindicación del ícono de la represión más brutal. Entonces es una bofetada no sólo a las víctimas, sino también al tipo de país y democracia que queremos. Esto demuestra que el pinochetismo no ha dejado de existir  y aprovecha los espacios que se crean a partir de determinadas situaciones… En Chile está la permanencia de un  periodismo pinochetista, un cura pinochetista, un parlamentario pinochetista. Se construye esto y se legitima, a diferencia de lo que ocurre en Alemania, donde uno si hace apología al nazismo o a Hitler, va preso. En Chile hay un relativismo que hace que alguien diga que puede hacer todos los homenajes a quien ordenó esta barbarie. Ese relativismo da paso a estas situaciones.-¿Y cómo evalúa la reacción del gobierno en la respuesta a la carta?
-La primera reacción, de parte de la encargada, fue pésima. La ignorancia supina, dañina para el mismo gobierno de alguien que no conoce al personaje… O sea, que no conozca a ese personaje, que no pregunte ni googlee qué significa ese periodo del 73 al 78. Cualquier persona que sabe de Derechos Humanos sabe que es el tiempo de retiro de televisores, cuando se exhuman los cuerpos de las víctimas, se dispersan y se arrojan al mar, se dinamitan, se hacen desaparecer. Es un homenaje al periodo más ostentoso de la brutalidad represiva. Entonces, separemos: la ignorancia supina es dañina. Comparto la segunda reacción que fue la renuncia de la misma encargada a su cargo.

Los gritos de Krassnoff

Después de ser detenido en Manuel Montt, Patricio Bustos fue conducido a Villa Grimaldi. Estuvo siete meses desaparecido. Fue torturado en Tres Álamos, Cuatro Álamos, Puchuncaví y el cuartel Almirante Silva Palma, en Valparaíso. También fue operado en la Clínica Santa Lucía, clandestinamente.

-¿De qué lo operaron?
De un hematocele. Es sangre entre el escroto y el testículo. Eso fue producto de los golpes, de las patadas del “guatón Romo”, de Marcelo Moren, y de otros.

 

-¿Qué recuerda de Krassnoff?
-El tono y su soberbia. Osvaldo Romo y él eran los únicos que usaban su nombre verdadero. La prepotencia de la sensación de la impunidad que ellos infundían. Gritaba y agredía a las personas amarradas, vendadas, de todas las edades. Ahí llegó Carmen Andrade, la ex  subsecretaria del Sernam, con uniforme escolar. Ahí llegaban niños de dos años, ancianos de más de 80, maltratados.

-Estuvo en el mismo lugar de tortura con su pareja en Villa Grimaldi. ¿Cómo vivió eso?
-Krassnoff nos torturó juntos. Nos tiraron a la parrilla eléctrica, desnudos, amarrados a un somier metálico con aplicaciones de electricidad. También me desnudaron, me golpearon con pies y manos y me aplicaron electricidad, me quemaron con cigarros.

-¿Usted siempre supo que su torturador era Krassnoff?
-Cuando se elaboró el informe Rettig, a partir de las fotografías, fueron fácilmente reconocibles. Recuerdo su rostro completo. Su  presencia y golpizas eran sistemáticas y eran por castigo también. No sólo era búsqueda de información. A veces nos pegaba sin hacer ninguna pregunta para reemplazar la indefensión absoluta por una actitud de dignidad frente a ellos. Ellos torturan para obtener información y para anular a la persona y cuando no consiguen las dos cosas continúan castigando por no colaborar.

La entereza con que Patricio Bustos termina su relato abruma, conmueve. Insiste en que su testimonio ya no es desde la rabia ni desde la pena. Es un gesto para que el país no pierda la memoria.

-¿Puede encender su grabadora de nuevo, por favor? –pregunta– y por primera vez sus ojos azules tiemblan.

“El dolor más grande son los compañeros que me faltan: Jorge Fuentes Alarcón que estuvo conmigo, que fue secuestrado en Paraguay. Lo llevaron a Buenos Aires y en Chile desapareció como parte del operativo de la Operación Cóndor. Me falta Ignacio Ossa Galdames, profesor de la Universidad Católica, a quien asesinaron delante mío. Y GUILLERMO GONZALEZ DE ASIS , que también era del MIR y que desapareció en Villa Grimaldi. Esas son las cosas que más me duelen. Por eso desde ayer circula una lista, que yo también firmo y que se llama  ‘a mí me torturó Krassnoff”, con personas vivas. Las personas que él mató no pueden hablar, pero quedamos los demás. Y no vamos a callar porque no tenemos nada de qué avergonzarnos. Ellos sí”.


Ministra Marianela Cifuentes dicta acusación por secuestro y aplicación de tormentos en Villa Grimaldi.

Fuente :diarioconstitucional.cl 29/10/2018

Categoría : Prensa

En la resolución la ministra Cifuentes responsabilizó como autores de los delitos a Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Miguel Krassnoff Martchenko y Gerardo Ernesto Godoy García.

La ministra en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes, dictó acusación en contra  de 4  agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por el secuestro y aplicación de tormentos de GUILLERMO GONZALEZ DE ASIS , militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), cometido a partir del 12 de septiembre de 1975, en el centro clandestino de Villa Grimaldi.
De acuerdo a los antecedentes recopilados en la etapa de investigación, la ministra en visita dio por establecido los siguientes hechos:
1° Que el día 12 de septiembre de 1975, alrededor de las 10:00 horas, Guillermo González de Asís, nombre político "Mario" o "Paulino", militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario, M.I.R., fue detenido, sin derecho, en la Población Pablo de Rocka, a la altura del Paradero 35 de la Gran Avenida José Miguel Carrera, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), dirigida por Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, Coronel de Ejército, actualmente fallecido.

2° Que, luego, González de Asís fue trasladado hasta el centro de detención denominado "Villa Grimaldi", situado en avenida José Arrieta N° 8200 de la comuna de Peñalolén, a cargo de Marcelo Luis Moren Brito, Mayor de Ejército, actualmente fallecido y de Rolf Wenderoth Pozo, Oficial de Ejército, lugar en que fue mantenido encerrado, sin derecho y sometido a brutales tratos físicos, según testimonios de otros detenidos que lograron sobrevivir entre ellos, Gilda de las Mercedes Bravo Riffo, María Gloria de Luján Sartore Triviño, Nelson Seguel Fernández Sepúlveda, Roberto Esteban Gómez Donoso, Julio Edmundo Cortez Guerra, Jorge Lastra Torres, Delia Susana Veraguas Segura, Carmen Gricelda Fuentes Arends, María Cecilia Bottai Monreal y Edwin Patricio Bustos Streeter, desconociéndose, hasta ahora, su paradero.

3° Que, asimismo, en el contexto temporal referido, se desempeñaron en el centro de detención denominado "Villa Grimaldi", en el área operativa, Miguel Krassnoff Martchenko, Capitán de Ejército y Jefe de la Agrupación "Halcón"; Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, oficial de Ejército y Jefe de la Agrupación Operativa "Purén" y Gerardo Ernesto Godoy García, Teniente de Carabineros de Chile y Jefe Operativo de la Agrupación "Tucán".

 


Derechos Humanos: Tras 45 años hay justicia para «Paulino» y una nueva condena para Krassnoff

Fuente :elciudadano.com 2020

Categoría : Prensa

El jueves 1 de junio, la ministra en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de San Miguel, con dedicación exclusiva en causas de Derechos Humanos (DDEl jueves 1 de junio, la ministra en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de San Miguel, con dedicación exclusiva en causas de Derechos Humanos (DD.HH), Marianela Cifuentes Alarcón, emitió su fallo condenatorio en el caso por los delitos de secuestro y torturas aplicadas en contra de Guillermo González de Asís, a partir del 12 de septiembre de 1975.Guillermo González de Asís, conocido bajo el nombre político de «Paulino», fue detenido en en el sector de Gran Avenida, a la altura del paradero 35, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Fue llevado al centro de torturas Villa Grimaldi, donde otros prisioneros lograron verlo hasta que fue hecho desaparecer.

Hoy, Guillermo González, quien formó parte de la guardia personal del ex Presidente Allende, en 1971, pertenece a la lista de los más de 1200 detenidos desaparecidos que dejó la dictadura militar en Chile.

El fallo condenó a Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, ex Coronel del Ejército de Chile y jefe de la Plana Mayor de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM); y a Miguel Krassnoff Martchenko, ex Brigadier del Ejército de Chile y jefe de la agrupación Halcón de la Brigada Caupolicán de la DINA, encargado de «desarticular» al MIR, como autores del delito de secuestro calificado, en grado consumado, con la pena de 10 años de presidio mayor en su grado mínimo.

Ambos cumplen prisión preventiva por esta causa desde octubre de 2015, lo que les servirá como abono de tiempo. Sin embargo, Krassnoff ya está condenado a más de 300 años por otros crímenes contra los DD.HH.En tanto, otros dos investigados en esta causa: Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, ex General de División del Ejército de Chile y jefe de la agrupación operativa Purén de la DINA; y Gerardo Ernesto Godoy García, ex Teniente Coronel de Carabineros de Chile y jefe operativo de la agrupación Tucán, fueron absueltos.

Sin embargo, los cuatro mencionados se encuentran cumpliendo condena en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Punta Peuco, de Gendarmería de Chile, por otros crímenes de lesa humanidad.Pese a que en la sentencia se establece que en el período indicado actuaban en Villa Grimaldi la agrupación operativa Tucán, de la Brigada Caupolicán, a cargo de Gerardo Ernesto Godoy García; y la Brigada Purén, a cargo de Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, no existen “antecedentes suficientes” que permitan atribuir a los dos acusados algún grado de participación en el secuestro de Guillermo, o en relación a su destino final.

De todas formas, Iturriaga debe cumplir más de 70 años de prisión por crímenes contra los DD.HH. Godoy, de la misma forma, debe cumplir varias décadas de condena también.

En la sentencia, se tomó en cuenta el testimonio de prisioneras y prisioneros que fueron testigos en Villa Grimaldi de la presencia y tortura de Guillermo González. María Cecilia Bottai Monreal, prisionera y torturada en el mismo sitio, testifica haber visto golpear a González de Asís cuando lo conducían desde la “parrilla” hasta el baño, vendado, muy golpeado y movilizándose a pequeños saltos porque tenía los pies engrillados.La “parrilla” era un somier metálico donde se aplicaba corriente a los detenidos. Su testimonio coincide con el de 8 testigos directos que también fueron víctimas de secuestro y tortura en el lugar de los hechos, además de 4 testigos indirectos, también víctimas, que contribuyeron con información relevante.La sentencia también rescata el testimonio de María Gloria del Luján Sartore Triviño, prisionera y torturada en Villa Grimaldi en fechas coincidentes a las de Guillermo. En su testimonio relata que escuchó a Guillermo González de Asís gritar su nombre a viva voz, para que los demás detenidos supieran que estaba ahí y dieran testimonio de ello.Delia Susana Veraguas Segura, también prisionera y torturada en el lugar, relata que en la semana del 22 al 29 de septiembre de 1975, vio a Guillermo González de Asís moribundo, muy golpeado y con dificultades para respirar, desconociéndose desde entonces su paradero.En 18 de septiembre de 2018, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos publicó una reseña del calvario vivido por «Paulino», en la que destaca que “era soltero, instalador de sanitarios, militante del MIR” y que fue detenido por agentes de la DINA el 12 de septiembre de 1975, alrededor de las 09:30 horas en la vía pública, en el sector de Gran Avenida, a la altura del paradero 35.

Allí, se indica que «Paulino» fue conducido al centro de interrogatorios de la DINA conocido como Villa Grimaldi, ubicado en calle José Arrieta 8200, donde fue visto por varios prisioneros que recuperaron su libertad con posterioridad. Todos ellos coinciden en señalar que González fue ubicado en unas especies de cajoneras donde lo tenían engrillado y, en estas condiciones, era llevado todos los días al baño, oportunidad en que podían verlo. Era fácilmente identificable cuando esto ocurría, ya que las cadenas emitían un ruido muy especial y debía avanzar a saltos. Pese a las precarias condiciones en que era mantenido, cuando podía, les hacía gestos a los demás prisioneros como indicando que estaba bien.

En uno de estos viajes al baño se individualizó como Paulino, que era el nombre con que lo conocían en el MIR, a una de las detenidas, Gilda Bravo, para lo cual usó el abecedario con las manos. En Villa Grimaldi también fue visto por Julio Cortés Guerra, Nelson Fernández Sepúlveda, Patricio Bustos Streeter y Roberto Gómez Donoso. Este último, estuvo una noche en la misma pieza que González.

Entre las mujeres que lo vieron se encuentran además de Gilda Bravo, Carmen Fuentes Arenas, Isabel Sartore Triviño, Patricia Amengual Muñoz y Delia Veraguas Segura.
Patricio Bustos era el encargado de sanidad del MIR al momento de su arresto y conocía desde antes a Guillermo González, con quien había trabajado en alguna ocasión. Recuerda que la víctima fue ubicada en ‘la torre’, dependencia de Villa Grimaldi donde eran mantenidos los prisioneros considerados más peligrosos. Eran torturados allí mismo. Según Bustos, hasta el mes de octubre de 1975 se tuvo noticias de González de Asis, no obstante dejaron de verlo pasar al baño a fines de septiembre de ese año.

Según los testigos, los guardias se burlaban permanentemente del afectado, debido a su nombre y además porque se había teñido el pelo de color rojizo, lo que se le notaba más claramente con el pasar de los días.

Guillermo González estaba siendo intensamente buscado desde enero de 1975, fecha en que su domicilio fue allanado por agentes de la DINA. Ese mismo mes, el domicilio de una hermana, Margarita González, también fue allanado por civiles armados que preguntaban por él. Finalmente, días después que fuera detenido, entre el 13 y el 16 de septiembre del mismo año, civiles que se identificaron como pertenecientes a la DINA allanaron el domicilio de su hermana Clementina.También ese mismo mes, el 14 de enero de 1975, fue detenida por la DINA María Teresa Villalobos Díaz, siendo llevada a Villa Grimaldi. En este lugar fue interrogada acerca del paradero de Guillermo González e incluso la amenazaron con mantenerla detenida mientras él no apareciera. Teresa Villalobos señala que, por las preguntas que le hacían respecto de su amigo, pudo darse cuenta que la DINA tenía muchos antecedentes de su persona. Supo también que varios otros detenidos que se encontraban en esa misma época en Villa Grimaldi, habían sido interrogados en relación a González de Asís.

María Teresa Villalobos permaneció en ese recinto secreto durante dos semanas, siendo trasladada a Cuatro Alamos y después a Tres Alamos, desde donde fue dejada en libertad en septiembre de 1976. Estando en Tres Alamos supo de la detención del afectado.

La reseña concluye recordando que Guillermo González «formó parte del GAP, guardia personal del ex Presidente Salvador Allende, el año 1971. Y pese a las evidencias de su detención, ésta fue negada por las autoridades y se encuentra desaparecido desde que fuera arrestado por la DINA en septiembre de 1975».