Fecha Detención : 10-06-1976
Lugar Detención : Santiago
Actividad Política : Partido Comunista (PC)
Actividad : Obrero
Estado Civil e Hijos : casado, 3 hijos
Nacionalidad : chilena
Relatos de Los Hechos
Fuente :Vicarìa de la Solidaridad
Categoría : Antecedentes del Caso
CAROL FEDOR FLORES CASTILLO
Rut : 49.856 de San Miguel
F.Nacim.: 29 08 48, 27 años a su detención
Domicilio : Los Tulipanes N°10.285, Población Cooperativa, La Florida, Santiago
E.Civil : Casado, tres hijos
Actividad : Obrero
C.Repres. : Miembro del Partido Comunista, hasta 1974.
F.Detenc. : 10 de junio de 1976
El día 13 de agosto de 1974, aproximadamente a las 11:00 horas, un grupo de sujetos vestidos de civil, que no se identificaron, movilizados en una furgoneta y en un auto Marca Datsun patente DC 124, color blanco, patente DC 156 de Las Condes, se presentaron en el domicilio del padre del afectado, ubicado en la Población El Almendral de la Comuna de San Bernardo.
Los agentes, que permanecieron en el inmueble hasta aproximadamente las 17:00 horas, procedieron a detener allí a Carol Fedor Flores Castillo, junto a sus hermanos Boris y Lincoyán, siendo los tres trasladados hasta la Academia de Guerra Aérea (AGA), recinto en el que permanecieron en calidad de prisioneros políticos y en el que fueron intensamente torturados, siendo posteriormente liberados.
En efecto, primero fue puesto en libertad Lincoyán Flores, quien debió ser internado en el Hospital Psiquiátrico, debido a una crisis de salud mental, él había sido víctima de severos apremios físicos y sicológicos en el recinto del AGA.
Al cabo de un mes fue puesto en libertad Boris Flores Castillo, cuyos familiares pudieron también constatar que presentaba visibles muestras, en su cuerpo, de haber sido flagelado.
Carol Fedor Flores fue liberado el 24 de febrero de 1975, sin que comentara nada de lo ocurrido durante sus más de cinco meses de reclusión en el recinto ya mencionado, perteneciente a la Fuerza Aérea de Chile.
Jeanette Córdova Pérez, cónyuge del afectado, declaró en el año 1981, en la causa conocida como "proceso de los trece", cuya tramitación continuaría posteriormente el Ministro en Visita Extraordinaria Carlos Cerda Fernández, que Carol Flores, luego de ser liberado, prácticamente no se comunicaba con su familia y se veía distante y pensativo. En esa época, agregó, concurrían a buscarlo a su domicilio diversos sujetos, entre ellos, el chofer del automóvil blanco que participó en su detención, uno que se identificaba como "Satín", un tal "Lito", de quien supo posteriormente que se llamaba Guillermo Bratti, un tal "Chirola" el "Otto", el "Lalo", y un sujeto apodado "Wally", cuya identidad conocería luego y que correspondía a Roberto Fuentes Morrison.
Continuó señalando la señora Córdova que cuando concurrían estas personas, el afectado salía de inmediato en su compañía, enterándose posteriormente que se dirigían a un edificio ubicado en calle Juan Antonio Ríos, cuyo teléfono era el 36319. Incluso en una oportunidad, Carol Flores le habría indicado que si necesitaba ubicarlo rápidamente, se contactara con un señor de apellido Ceballos, en el mismo teléfono.
Asimismo, el afectado comenzó a ausentarse de su hogar más de lo acostumbrado, llegando incluso a faltar por más de dos semanas. Aún más, entre octubre y diciembre de 1975, el afectado indicó a su familia que debían mudarse de inmediato a un inmueble ubicado en la calle Tulipanes N°10.285 de La Florida.
En tales circunstancias, salió de su domicilio aproximadamente el día 1° de junio de 1976, sin regresar, y sin que su esposa tuviera noticias acerca de su persona, hasta hoy.
Sin embargo, otros familiares sí tendrían contacto con Carol Flores después de la fecha indicada. En efecto, el 10 de junio de 1976, el afectado se encontraba en la oficina de su padre, ubicada en las calles Moneda con Brasil de la capital. Alrededor de las 11:00 horas de la mañana, Carol Flores recibió allí un llamado telefónico, indicando a su padre que los agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) deseaban conversar con él, para solicitarle alguna información. Se retiró del lugar, supuestamente para contactarse con la persona del llamado, y desde entonces permanece desaparecido.
Paralelamente a todos estos acontecimientos, en el círculo de conocidos del afectado y militantes comunistas que habían tenido contacto con él, comenzó a correrse la voz de alerta, de que Carol Flores Castillo estaría colaborando con el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA).
Por otra parte, declaraciones de ex detenidos, por efectivos de la FACH, y de testigos presenciales de las detenciones de personas que permanecen actualmente desaparecidas, como es el caso de Alonso Fernando Gahona Chávez, expresan que entre los agentes que practicaron las mismas se encontraba el ex militante comunista Carol Fedor Flores Castillo.
En el informe elaborado por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (creado por el Presidente de la República don Patricio Aylwin Azócar, con el fin de investigar y dar a conocer al país, las más graves violaciones a los Derechos Humanos, cometidas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990) se expresó que Carol Flores fue detenido en el año 1974, junto a dos de sus hermanos, en un operativo realizado por el Comando Conjunto, permaneciendo recluido durante seis meses en la Academia de Guerra de la Fach (AGA). Fue dejado en libertad y posteriormente colaboró con el referido Comando en la detención de militantes del Partido Comunista. Los primeros días de junio de 1976, un grupo, identificado como agentes del Comando Conjunto, lo detuvo nuevamente. Agregándose que por antecedentes que obran en poder de esta Comisión, el afectado fue posteriormente ejecutado por sus captores.
Los testimonios prestados en el año 1984, por el ex miembro de la Fuerza Aérea de Chile, Andrés Antonio Valenzuela Morales, nos ha permitido reconstruir, en parte, lo que fue la gestión y actuar de una asociación ilícita, dotada de los medios materiales y con las garantías del anonimato y la impunidad, para actuar en forma delictiva y en abierta violación a derechos humanos fundamentales, que ha venido a denominarse "Comando Conjunto", y de la cual el testigo formó parte.
En declaraciones juradas prestadas por Andrés Valenzuela, de fechas 28 de agosto y 10 de octubre de 1984, el testigo relató y entregó los siguientes antecedentes relativos a Carol Fedor Flores Castillo.
"Mi primer contacto con Carol Flores se produce cuando éste permaneció en calidad de prisionero en la Academia de Guerra Aérea (AGA), en el año 1974, permaneciendo en una de las piezas del subterráneo de dicho recinto, y siendo posteriormente liberado. A principios del tercer trimestre del año 1975, Carol Flores aparece nuevamente en escena, cuando el grupo operaba en el hangar situado en el interior del Aeropuerto Cerrillos. Lo apodábamos el "Juanca", por ser su nombre de guerra Juan Carlos. En esta época, Flores participaba en los interrogatorios de los detenidos, aportando antecedentes, pues conocía a un inmenso número de militantes del Partido Comunista. Precisamente, la aparición del "Juanca" coincidió con la detención de un gran número de militantes comunistas, más o menos en septiembre de 1975".
"Carol Flores era un agente más e incluso se le facilitó una casa que había sido requisada al MIR y que quedaba ubicada en la Comuna de La Florida. Usaba arma, intercomunicador, iba a nuestras prácticas de tiro y entraba las reparticiones de la Institución como cualquiera de nosotros".
"Una circunstancia de excepción y que nos conmovió a todos, ocurrida a mediados del año 1976, fue cuando caen detenidos Guillermo Bratti Cornejo, Otto Trujillo y Carol Fedor Flores Castillo, siendo encarcelados en celdas con la vista vendada, interrogados y castigados en el interior del recinto conocido como "La Firma", ubicado en la calle Dieciocho de la capital. Nuestro Jefe de Operaciones, Roberto Fuentes Morrison, nos comunicó que el arresto se debía a que los tres habían pasado información al Partido Comunista y al MIR, pero esa explicación no nos satisfizo, ya que era normal que quien caía en desgracia era desprestigiado, para que lo odiaran".
"Otra versión que conocimos de su detención, era que habían entregado información que poseíamos, a la DINA, la que efectuó operaciones perjudicando a nuestra agrupación. La DINA, según los dichos de los agentes detenidos, les habría ofrecido más dinero, vehículo y casa. Esto lo declaró Bratti y yo lo escuché en una cinta grabada de su interrogatorio, años después. A los tres los alejaron de nosotros, y en ese momento se decidió que Bratti fuera dado de baja, y Trujillo y Flores fueron marginados de la institución".
Agregaba el ex agente Valenzuela: "Paso a relatar ahora mi experiencia, en relación al Cajón del Maipo. Pocas semanas después de las detenciones de Bratti, Trujillo y Flores, se armó un operativo en el cual debí participar. Me pasó a buscar César Palma Ramírez ("Fifo") a la casa de Bellavista y me dijo que debía acompañarlo. Nos dirigimos al recinto de "La Firma", donde ya se encontraban el Teniente de Carabineros Manuel Agustín Muñoz Gamboa ("Lolo"), el Oficial de la Marina de apellido Guimpert, Roberto Fuentes Morrison y otros agentes de Patria y Libertad. Había una mesa con cosas como para un coctel. Me serví, aún cuando no entendía nada de lo que pasaba. Al terminar, le dijeron al centinela que trajera "el paquete" (se trataba de un detenido). Para mi sorpresa, trajeron a Bratti esposado, vendado y drogado. Lo metieron en el portamaletas de un auto y partimos en dos vehículos. Recuerdo que antes de salir me dieron una pastilla, la que también tomaron algunos agentes. Yo iba en el auto que conducía Palma, enfilando hacia el Cajón del Maipo. Palma hizo el trayecto con mucha seguridad, y pasando un puente por donde atraviesa el río, de izquierda a derecha, dobló a la izquierda por un camino que queda en la ladera oriente, en ese sector se detuvo en un lugar que quedaba como a 7 kms. adentro y a unos 40 mts. de unos acantilados. Bajaron a Bratti vendado, Palma lo colocó cerca de una piedra y le dijo: "¿cómo querís morir?, además quiso hacer un juego macabro con él, ya que le decía:" si querís arrancai y te persigo". Estaba medio curado. Bratti le dijo "sácame las esposas y la venda". Yo se las tuve que sacar e inmediatamente me mandó al vehículo a buscar cordeles y alambres. Cuando llegué al auto y comenzaba a sacar las cosas de la maletera, sentí una ráfaga de metralleta con silenciador. Al regresar al lugar vi que Palma lo remataba. No vi disparar al resto. Me pidieron que lo amarrara por los pies y en las manos; se le puso piedras de lastre, y me señalaron que lo empujara por los acantilados. Como había arbustos tuve que sacar el cuerpo hacia el vacío, alguien me sujetó de la mano y quedé colgando, llegando a pensar en algún momento que también me iban a matar, pero al final el cadáver de Bratti cayó al agua, y todos regresamos".
"A Carol Flores, sé que también lo mataron, pero no puedo recordarme si fue días antes o días después que a Bratti. Palma hizo una alusión a que era el mismo lugar o sector".
Algún tiempo después de estos acontecimientos, el cadáver de Guillermo Bratti Cornejo fue encontrado en Puente Alto, en el sector del Cajón del Maipo, presentando efectivamente sus pies y manos atados con cuerdas y alambre. Sin embargo, el cuerpo sin vida de Carol Fedor Flores Castillo jamás ha sido encontrado, pese al hallazgo en ese año 1976 de otros cuerpos, en las mismas condiciones ya descritas, en el Cajón del Maipo, y pese a que su padre y su cónyuge reconocieron el del afectado entre aquéllos, al efectuarse una inspección y reconocimiento, ordenado por autoridad judicial.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
Jeanette Córdova Pérez, cónyuge del afectado, interpuso un recurso de amparo en favor de Carol Flores Castillo,luego de verificarse su detención en agosto de 1974, ante la Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha 19 de agosto del mismo año.
Si bien existe constancia escrita de la presentación del amparo, no hay antecedentes que permitan establecer cual fue el resultado final de esta gestión judicial. Luego que aproximadamente el 1° de junio del año 1976, Carol Flores desapareciera, sin presentarse a su hogar ni contactarse con su familia, su cónyuge concurrió hasta una repartición de Carabineros de la comuna de La Florida, en la que con fecha 8 de junio del mismo año estampó la denuncia correspondiente.
La denuncia en cuestión fue enviada por los funcionarios policiales, al Undécimo Juzgado del Crimen de Santiago, cuyo Magistrado dispuso el 9 de junio, instruir el correspondiente sumario, citar a la denunciante y despachar orden de investigar, con el fin de establecer el paradero del afectado. La causa fue rolada con el N°6.567.
La orden de investigar despachada en autos a la Policía de Investigaciones de Chile, no aportó antecedentes que permitieran establecer la suerte o paradero del afectado. Luego de verificar diligencias sin resultados, en Hospitales, Postas, Instituto Médico Legal y lugares de detención, fue devuelta al Tribunal, el que ordenó agregarla a los autos, con fecha 27 de julio de 1976.
El 9 de septiembre, el Tribunal, de Oficio, ordenó oficiar al Ministerio del Interior, a fin de que informe si Carol Flores Castillo se encuentra detenido. A fs.6 y de fecha 17 de septiembre de 1976, rola el informe negativo del Ministro del Interior de la época, respecto de la detención del afectado. Con el mérito de los antecedentes expuestos, el 1° de octubre de 1976, se declaró cerrado el sumario, y teniéndose presente que de los antecedentes reunidos en el proceso no se encuentra legalmente acreditado el hecho denunciado, se sobreseyó temporalmente la causa, hasta que se presenten nuevos y mejores datos de investigación.
Consultada la resolución precedente, fue aprobada por la Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha 22 de noviembre de 1976.
Por otra parte, Boris Flores Castillo, hermano del afectado, interpuso en su favor un nuevo recurso de amparo, ante la Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha 28 de julio de 1976, el que fue rolado bajo el N°655 76.
Si bien se solicitó en la presentación respectiva se oficiara, pidiendo informe respecto de Carol Fedor Flores, a los Ministerios del Interior y de Justicia, como a la Dirección de Inteligencia Nacional, no existen antecedentes de que se haya dado lugar a dichas diligencias, como tampoco respecto del destino final de la presente gestión, intentada ante los Tribunales de Justicia.
Con motivo de la detención y desaparecimiento de 13 altos dirigentes de Partidos Políticos de izquierda, 11 de ellos del Partido Comunista y 2 del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) en noviembre y diciembre de 1976, y luego que los respectivos recursos de amparo interpuestos fueran rechazados, familiares de las víctimas solicitaron a la Excma. Corte Suprema la designación de un Ministro en Visita, con el fin de investigar tan irregular situación.
El Máximo Tribunal de la República ordena a la Corte de Apelaciones de Santiago que efectúe tal designación, la que recayó en el Ministro señor Guastavino, quien luego de requerir informe al Ministerio del Interior, quien informó que los afectados habían hecho abandono del país por un paso cordillerano, hacia la República Argentina, sobreseyó la causa. Dicha resolución fue revocada por la Corte de Apelaciones de Santiago, al igual que en la segunda oportunidad en que se decretó un nuevo cierre del sumario.
Posteriormente y haciéndose cargo del proceso, conocido como "proceso de los trece", el Ministro Carlos Letelier Bobadilla, que vino a subrogar al Ministro anterior, se cerró el sumario en agosto de 1978, "no pudiendo adelantarse en la investigación".
Dicha resolución fue impugnada por los abogados que hicieron ver al Ministro que sí podía adelantar en la investigación, por existir diligencias pendientes solicitadas y porque del estado del proceso surgirían otras por disponer. Fue así como el Ministro Letelier dejó sin efecto su propia resolución, decretando diligencias.
Más adelante, reasumiendo sus funciones el Ministro Guastavino, decretó sobreseimiento definitivo por aplicación del D.L.2.191 en diciembre de 1980. La Corte de Apelaciones, esta vez, revocó la resolución de cierre del sumario, y el propio Ministro en Visita dejó sin efecto el sobreseimiento decretado, por haberse omitido una formalidad legal. De esta manera continuó la tramitación.
Ya en el año 1983, se hizo cargo de asumir la investigación por el "proceso de los trece", el Ministro señor Carlos Cerda Fernández. El Ministro dictó cientos de diligencias, consistentes en citaciones de personas, reconocimientos de lugares y de personas, peritajes, revisión de expedientes criminales, despacho de oficios recabando informes a servicios del Estado, a ramas de las Fuerzas Armadas, instituciones particulares y otros de vital importancia.
En suma recibió cerca de 200 testimonios de testigos presenciales de las detenciones de los afectados y de su reclusión en recintos clandestinos. Entre estos testimonios también se contaron los de miembros de las Fuerzas Armadas, que participaron en Servicios de Inteligencia, como asimismo de funcionarios de carabineros y de Investigaciones. Igualmente se incluyen los testimonios de civiles que colaboraron con los Servicios de Seguridad, como es el caso de Otto Trujillo y de Miguel Estay Reyno ("El Fanta").
También se contó con la declaración de un soldado primero de la Fuerza Aérea de Chile, Andrés Valenzuela Morales, que en 1984 desertó de esta institución, quien mediante su declaración, dio cuenta y datos de que a mediados de la década del 70 comenzó a operar un llamado Comando Conjunto o Comando Conjunto Antisubversivo, integrado por miembros de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden, más algunos civiles que pertenecieron a partidos de izquierda y que luego de ser detenidos por los Servicios de Inteligencia, sometidos a presiones y/o extorsiones, se transformaron en colaboradores. Dicho Comando disponía de medios materiales, como vehículos, armamento, aparatos de transmisión y lugares clandestinos de detención.
En este grado de investigación, el Ministro Carlos Cerda llegó a establecer datos valiosos y esclarecedores respecto de otros casos de violaciones de derechos humanos, algunos de ellos de desaparecimiento de personas disponiendo incluso la remisión de algunas piezas del "proceso de los trece" a otros tribunales que conocían de causas criminales por ellos. Entre estos últimos se encuentra el caso de Carol Fedor Flores Castillo, respecto de quien el Ministro Cerda, ante la negativa de la Corte Suprema para extender su Visita al presente ilícito, dispuso remitir al Undécimo Juzgado del Crimen de Santiago, copias debidamente autorizadas de algunas piezas del proceso, por incidir en su rol N°6567, todo ello con fecha 14 de agosto de 1976.
La de fs.3919 vta., que contiene la declaración prestada en autos por Jeannette Córdova Pérez, cónyuge del afectado, con fecha 3 de octubre de 1985, quien detalla las circunstancias que rodearon la detención de Carol Flores, en agosto de 1974, permaneciendo recluido en la Academia de Guerra Aérea (AGA). La testigo expresó que pudo visitar a su cónyuge en dicho recinto en tres oportunidades, por expresa autorización del señor Berdichewsky.
Luego de liberado Carol Flores, agregó, comenzó a llegar al domicilio el agente apodado "pelao Lito", que pasó a ser la sombra del afectado. También concurrían otros sujetos, cuyos apodos o nombres conocería algún tiempo después, como "Lalo", "Chirola", "Satín", "Lolo", Otto, "Fifo" y Roberto Fuentes Morrison (Wally).
Señaló asimismo, "Carol había llegado distinto después de su primera detención, ahora no se preocupaba ni de su presentación personal, no atendía a los niños. No tenía horarios prácticamente, casi siempre lo iban a buscar y frecuentemente lo iban a dejar. A fines de mayo de 1976, Carol almorzó en la casa con Bratti ("pelao Lito"), y luego se retiraron, sin que volviera a tener noticias sobre él".
Finalmente, la testigo entrega al Tribunal las características físicas de los agentes mencionados.
La de fs.3049, que corresponde a la declaración prestada ante el ministro Cerda por Lincoyán Flores Castillo, hermano del afectado, con fecha 7 de octubre de 1985, quien fuera detenido junto a Carol Flores, en agosto de 1974, compartiendo el recinto de reclusión en el AGA. En ella el testigo acotó que luego de varios días de detención, sin haber consumido agua ni alimentos, le pareció distinguir la voz de un agente apodado "Satín", proponiendo a Carol Flores que colaborara con ellos, para que sus hermanos menores fueran alimentados y obtuvieran su libertad. Asimismo, expresó que después de su liberación, el afectado tuvo contacto con algunos de sus aprehensores, a quienes conoció como Bratti (apodado "Lito"), "Lalo", Otto Trujillo, y el ya referido "Satín", de los que entregó sus características físicas.
La de fs.3112, que contiene la declaración judicial del padre del afectado, Oscar Flores Cabrera, de fecha 8 de octubre de 1985. En ella expresa haber conocido de las circunstancias de la detención de sus hijos, a través de lo relatado por su cónyuge, testigo presencial de la misma, y por haber visto aquel día de agosto, cuando regresaba a su hogar, al afectado en el interior de un vehículo, acompañado por desconocidos.
Alrededor del sexto mes posterior a la detención, continuó relatando el testigo, Carol Flores concurrió a su domicilio, señalándole que un Coronel de apellido Ceballos, de la Aviación, le había prometido ayudarlo si cooperaba con los Servicios de Seguridad, consistiendo la ayuda en dejar en libertad a sus hermanos Boris y Lincoyán y no molestar a sus familiares, bajo presión que de no aceptar serían asesinados su mujer, hijos, hermanos y otros familiares cercanos. Asimismo, le expresó el afectado que un tal "Wally" Fuentes le había asegurado que de aceptar el trato, nadie molestaría a su familia. Posteriormente, pasaban a buscar al afectado desconocidos, los que al parecer cumplían funciones de vigilancia. Respecto a Carol Flores, se veía mal, cansado y enfermo, especialmente en el último contacto que con él tuvo el testigo, los primeros días de junio de 1976, en que el afectado se comunicó telefónicamente con el "Wally Fuentes", quedando de juntarse algunas horas después.
La de fs.3298, que corresponde a la declaración judicial prestada el 11 de octubre de 1985, por Boris Flores Castillo. En ella agrega a los hechos ya conocidos, los siguientes antecedentes:
Que de los agentes que practicaron su detención en agosto de 1974, uno vestía uniforme de carabinero, y el resto el de la Fuerza Aérea y civiles, reconociendo al funcionario policial como Luis de la Fuente, carabinero vecino de los afectados. Posteriormente, conocería el apodo de los civiles que en esa oportunidad lo golpearon duramente: "Satín" y "Chago".
Que fue conducido primeramente, al parecer, a la Base Aérea El Bosque, y luego fue trasladado por sus aprehensores hasta la Academia de Guerra Aérea (AGA), siendo sometido a torturas en ambos lugares. Entre los agentes, el testigo menciona a un llamado "Cabezas", de unos 40 años, semi calvo, blanco, bastante narigón, labios delgados, ojos café y pelo negro.
Que Carol Flores, una vez que fue liberado, le relató que había tenido que aceptar un trato para colaborar con sus aprehensores, a cambio de salvar y resguardar la vida de sus familiares más cercanos. A partir de entonces, agentes lo iban a buscar constantemente, entre ellos el "Lito", "Otto" y "Wally".
Que en enero de 1976, concurrió al domicilio del afectado, carol Flores estaba pálido, barbón y con bigotes, relatándole que lo habían sumariado junto a Otto y Lito, permaneciendo los tres presos en Colina. Algún tiempo después, el afectado le señaló que estaba muy mal, que no podía juntarse ni con "Lito" ni con "Otto", que estaba terriblemente fregado y que pensaba que en cualquier momento lo iban a matar.
La de fs.3.450 que contiene la declaración prestada ante el Ministro Cerda, de fecha 16 de octubre de 1985 por Roberto Fuentes Morrison.
El testigo expresó que solicitó su ingreso a la Fuerza Aérea, a fines de 1974, siendo nombrado Oficial de Reserva y Comisionado al Departamento de Contrainteligencia de la Dirección de
Operaciones de la Fuerza Aérea, cumpliendo funciones de búsqueda de información y análisis de la misma. El jefe de este Departamento era el General Luis Muñoz Sáenz, no pudiendo señalar los nombres de los demás integrantes, por razones de reserva para con la Institución.
Cuando se crea la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea (DIFA), aproximadamente a fines 1975, su primer Director es el General Enrique Ruiz Bunger, secundándolo en diversas áreas, que por razones de reserva no puede precisar, el Coronel Horacio Otaíza López, el Comandante Sergio Linares Urzúa y el Comandante Edgar Ceballos Jones. El testigo dependía directamente del General Ruiz y según la misión encomendada debía relacionarse con los otros tres. La recién creada DIFA, agregó, se instaló en el inmueble de Juan Antonio Ríos N°6, sin poder precisar si ya funcionaban ahí las Direcciones de Inteligencia de otras Instituciones.
Preguntado expresamente, dice el testigo no conocer el Comando Conjunto Antisubversivo. Agregó haber trabajado bastante con el Coronel Edgar Ceballos.
Asimismo, expresó conocer a Luis César Palma Ramírez ("Fifo"), a quién llevó a la Fach para hacerse cargo de la mantención mecánica de los vehículos de la DIFA, pasando luego a realizar trabajos de análisis de información, con muy buen resultado. En un par de oportunidades, señaló Fuentes, habría cumplido misiones con Palma, en el equipo del Coronel Ceballos.
Reconoce a Manuel Agustín Núñez Gamboa, quien era oficial, cumpliendo funciones en el Servicio de Inteligencia de Carabineros (SICAR). Desconoce haber participado con él en diligencias concretas, sólo se reunían con fines de coordinación.
También expresó conocer a Otto Trujillo Miranda, desde principios del 74, cuando trabajaban en el Ministerio de Agricultura, en procesamiento e intercambio de información, advirtiendo su gran eficiencia, lo que llevó al testigo a recomendarlo al Coronel Otaíza, como un elemento que podría ser solicitado en comisión de servicios para trabajar en labores de inteligencia de la FACH, lo que así ocurrió. Muchas veces, prosiguió, realicé con Trujillo trabajos en terreno.
Posteriormente Otto Trujillo fue dado de baja en la FACH, en fecha que no puede precisar. Como su vida corría peligro por parte de otros organismos de inteligencia, el testigo lo ubicó y le aconsejó que abandonara Santiago.
Señaló por su parte, conocer a Daniel Guimpert, quien era un Oficial de inteligencia de la Armada, que se desempeñaba en la Comunidad de Inteligencia, sin tener contacto con él, en lo que a trabajos en terreno se refiere.
Jorge Cobo Manríquez, continuó, era un Oficial de Reserva que trabajó en la Dirección de Inteligencia en la parte de documentación, en gran medida centrado en la parte computacional. Al principio cumplió misiones de la Dirección, en conjunto, con dicha persona. Agrega asimismo, que en la comunidad no había personal de Investigaciones, conociendo a un Cortés, perteneciente a esta institución, que estaba comisionado junto con un grupo en la Academia de Guerra en el año 1974, y había otro de apellido Barraza.
Respecto al doctor Forero, expresó que es un médico del Hospital de la Fuerza Aérea, no habiéndolo visto jamás en el edificio de la comunidad ni enterado de que haya tenido alguna función específica.
Preguntado por el Tribunal expresó que algunas veces conscriptos armados concurrían como apoyo a operativos, ordenados por las Fiscalías, siendo posible que en algunas de ellas participara Andrés Valenzuela Morales ("Papudo"). Sin embargo, esta persona había sido contratado, en su calidad de conscripto, por la DIFA, para desempeñarse como mozo, teniendo contacto permanente con los miembros de la Dirección, pues atendía todas las oficinas, efectuaba el aseo y cumplía los mandados.
Interrogado, contestó que no le consta que el aeropuerto Cerrillos fuera utilizado como recinto de detención, y él no operaba en su trabajo de inteligencia desde allí, y tampoco desde el Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina, señalando expresamente que el lugar no sirvió como recinto de detención, desconociendo enteramente la expresión "Remo Cero".
Preguntado si le trae algún recuerdo el edificio de calle Dieciocho N°229, señaló que sólo lo relaciona con la Dirección de Inteligencia de Carabineros, que según supo funcionó allí hasta 1977. Se trataba, agrega, de una casa antigua, donde funcionó el Diario "El Clarín", la que visitó en dos o tres oportunidades, a hacer consultas de tipo informativo. Consultado expresa que desconoce si en dicho lugar se mantuvo detenidos pues el recinto pertenecía a otra Institución.
Asimismo, el testigo declaró no tener idea del significado de las expresiones "La Firma", "Nido 18", y "Nido 20", no ha leído esa terminología en documento alguno ni ha escuchado en transmisiones ni comunicaciones de sus superiores. Tampoco tuvo conocimiento de la existencia de un centro de operación ubicado en la calle Bellavista, los solteros, funcionarios de la DIFA, ocupaban una casa de calle Maruri, desconociendo la existencia de un recinto ubicado en Avda. Apoquindo.
Agregó, "por lo que vengo de señalar, es evidente que no estuve en conocimiento que se haya mantenido detenidos en los recintos por los que se me ha venido preguntando, pues no era ese el proceder de la FACH", "muchas veces detuve personas, siempre en grupos que cumplían acciones ordenadas por las Fiscalías de Aviación". Jamás la DIFA detuvo personas sin orden alguna de Fiscalía, además, en el año 1975 existió una orden superior de que toda la actividad anti subversiva quedaba centrada en la Dirección de Inteligencia Nacional".
Preguntado respecto a las referencias que del testigo se han hecho, en las declaraciones formuladas por el ex integrante de la FACH y miembro del Comando Conjunto, expresó ser absolutamente falsas.
Respecto del afectado expresó que conoció a Carol Fedor Flores Castillo cuando estaba prisionero en el AGA, a fines del 74 o comienzos del 75, donde no tuvo tratos con él ni le correspondió cumplir misión alguna a su respecto. Vuelve a encontrar a Carol Flores en el edificio de la comunidad de Inteligencia, donde se le asigna al testigo Fuentes la tarea de apoyar una misión cuyos alcances específicos ignora, presumiendo que se trataba de obtener información sobre el Partido Comunista en el área sur de Santiago, tarea para la cual debió recibir, en varias oportunidades a Carol Flores, Otto Trujillo y al soldado Guillermo Bratti, los que le entregaban sobres sellados con información, dirigidos al Coronel Otaíza, y otros que al parecer contenían fotografías, para el Coronel Ceballos.
Carol Flores, agregó, comenzó a colaborar con la DIFA, obteniendo información relativa al Partido Comunista, campaña que encaró principalmente el Coronel Otaíza y siendo asignado a ella el soldado Guillermo Bratti. Al declarante le correspondió apoyar la operación, proporcionándoles vehículos dinero, armamento y material en general, siendo sacado de la misión en febrero de 1976.
Finalmente expresó que, a raíz de un incidente de la FACH, Otto y Bratti fueron dados de baja, apareciendo luego el cadáver de este último, sin que tenga noticias de lo acontecido con Flores Castillo.
La de fs.3955, en virtud de la cual citado nuevamente a la presencia judicial, Roberto Fuentes Morrison expresó que Carol Flores jamás lo llamó personalmente por teléfono, si bien disponía de un número para poder haberlo hecho, número que también estaba en poder de la cónyuge del afectado la que sí lo llamó varias veces. Agregó, que jamás se juntó con Flores Castillo en Moneda esquina Brasil, pero sí que estuvo en su casa, más de una vez, en compañía de los agentes Otto Trujillo y Guillermo Bratti.
Las de fs.5636 y 5639, que dan cuenta de que exhibidas fotografías de cráneo y cuerpo de un cadáver hallado en el sector del Cajón del Maipo, tanto la cónyuge como el padre del afectado, lo reconocen como el de Carol Fedor Flores Castillo, reconociendo, además, la 1a. de los testigos algunas piezas de vestir.
Asimismo, el Ministro Cerda ordenó, en su resolución de agosto de 1986, la remisión al Undécimo Juzgado del Crimen de Santiago, de copia autorizada de los siguientes documentos:
El de fs.2426, que contiene las declaraciones juradas prestadas por el ex miembro de la FACH Andrés Valenzuela Morales, de fechas 28 de agosto y 10 de octubre de 1984, de las que ya se ha dado cuenta, al relatar la situación represiva del afectado.
El de fs.4533, que corresponde a un Acta de Inspección levantada con los antecedentes del hallazgo de varios cadáveres, en el sector del Cajón del Maipo, en el curso del año 1976, entre los que se encontraba el de Guillermo Bratti Cornejo.
No obstante lo anterior y la diligencia empleada por el Ministro Cerda, en orden a que el Undécimo Juzgado del Crimen, con los antecedentes a remitir, continuara la investigación, no existe constancia que aquéllos hayan sido recepcionados ni que con su mérito se hubiere decretado la reapertura del sumario sobreseído temporalmente.
Para mayores antecedentes relativos a la sustanciación, instruida fundamentalmente por el Ministro en Visita Carlos Cerda Fernández, del llamado "proceso de los trece", véase la ficha que relata la detención y posterior desaparecimiento de la militante del Partido Comunista, Reinalda Pereira Plaza. Por su parte, el 29 de abril de 1991, Oscar Flores Cabrera, padre del afectado, interpuso ante el Undécimo Juzgado del Crimen de Santiago, una querella criminal por los delitos de asociación ilícita, secuestro, eventualmente homicidio y otros que pudieran configurarse, cometidos en la persona de Carol Fedor Flores Castillo, y en contra de todos aquellos que perteneciendo al denominado Comando Conjunto Antisubversivo, tuvieron en esos ilícitos participación como autores, cómplices o encubridores.
Tal querella se basa en los antecedentes enviados al Tribunal por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, relativos a la suerte corrida por el afectado y contenidos en las declaraciones que ante ese organismo prestó el ex integrante de la Fuerza Aérea Andrés Valenzuela Morales. Dicha causa ingresó a tramitación bajo el rol 6567 3 y a diciembre de 1992, se encontraba en estado de sumario.
A raíz de la activa colaboración que su cónyuge prestó en el proceso que instruyó el Ministro en Visita Carlos Cerda, ella y sus tres hijos debieron salir del país.
Emboscada a casos clave de la DINA, el Comando Conjunto y la CNI
Fuente : Primera linea 22 Junio 2001
Categoría : Prensa
El lunes la Corporación Administrativa del poder judicial deberá informar el costo que tendrá la nominación de los jueces especiales. Mientras, el mundo de los derechos humanos tiene la esperanza que ellos avancen donde hasta ahora sus esfuerzos han sido infructíferos: las causas beneficiadas con un juez de dedicación exclusiva corresponden mayoritariamente a desapariciones perpetradas por la DINA, el Comando Conjunto y a un caso emblemático de la CNI.
La hora de la Dina
El cerco se estrecha sobre la DINA con el caso del militante del MIR, Carlos Cubillos Gálvez, detenido en 1974 en una calle de la comuna de Nuñoa. Testigos señalaron que fue conducido al recinto de Londres 38 y no volvió a saberse de él. Su causa – rol 11337/6- está en el Octavo Juzgado del Crimen de Santiago.
En ese mismo juzgado está radicada la causa del militante del MIR, Juan Carlos Perelman (rol 12193-8), quien fue detenido en 1975 por efectivos de la DINA junto a su conviviente, quien tiempo después fue liberada. La Comisión Rettig afirmó que su desaparición fue responsabilidad de agentes del Estado.
El 1 de agosto de 1974 fue detenido Sergio Sebastián Montecinos Alfaro, quien, sus 28 años, era el coordinador sindical de los partidos políticos que habían adherido a la UP en la Zona Oeste de Santiago. Fue sacado de su hogar por efectivos de la DINA y visto por última vez en el recinto de Londres 38. Su causa Nº2310-00, consta también en el Octavo Juzgado de Santiago.
El secuestró de Luis Jaime Palominos Rojas, el 7 de diciembre de 1974, es responsabilidad del mismo organismo de seguridad. La causa de este militante del MIR, rotulada con el número 2808-5, también será instruida por un juez especial en el 11º Juzgado del Crimen de Santiago.
El ministro de dedicación exclusiva de ese mismo tribunal se abocará al caso de Jaime Cadiz Norambuena (causa 768-6). Este militante del MIR fue detenido en la población José María Caro y desapareció desde el recinto de la DINA de Londres 38.
El número 2161-8 de ese juzgado consigna otra causa de la DINA en que el juez pondrá acento. El mirista Jorge Humberto D´orival Briceño fue detenido en su hogar de la comuna de Conchalí y visto luego, junto a otros dos detenidos, en Villa Grimaldi. A los tres se les perdió la pista en el recinto de Cuatro Alamos.
El juez de dedicación exclusiva del Tercer Juzgado del Crimen de San Miguel investigará el caso de Leopoldo Muñoz Andrade, militante del MIR que desapareció desde el recinto DINA de Cuatro Alamos. En las manos de este magistrado estará además esclarecer la desaparición de otro mirista, Daniel Reyes Piña, quien fue visto por última vez en Londres 38.
A ese organismo represor se atribuye también la desaparición de Víctor Fernando Olea Alegría el 11 de septiembre de 1974. Tenía 24 años cuando fue detenido por agentes en la vía pública. Su causa está radicada en el Noveno Juzgado del Crimen de Santiago con el número 76667.
Otro caso que tendrá especial atención será el de Washington Cid Urrutia, quien desapareció en 1974 desde Villa Grimaldi. Su causa está radicada en el Décimo Juzgado del Crimen de Santiago y es atribuido a la DINA.
Hacia otros organismos represores
No sólo la DINA será investigada por los jueces especiales. Las acciones criminales perpetradas por el Comando Conjunto tendrán el mismo destino. De hecho, el mandato de la Suprema toca las hebras de uno de los casos que ofrece las mayores contradicciones con el informe de las FF.AA: la desaparición del militante de las Juventudes Comunistas Carol Fedor Flores Castillo.
El informe castrense establece que Flores Castillo fue detenido en 1976, muerto y arrojado al mar en las costas de San Antonio. Sin embargo, Flores fue apresado junto a sus hermanos en 1974 y permaneció recluido seis meses. En 1976 comenzó a colaborar con el Comando Conjunto, proceso que se extendió hasta el 7 de junio de ese año. El ex agente del Comando Conjunto Andrés Valenzuela confesó que fue muerto junto a un soldado en el Cajón del Maipo y arrojado al río. Ahora su crimen será investigado por el juez del Décimo Juzgado de Santiago.
En el Cuarto Juzgado del Crimen de San Miguel, bajo el número 10161, consta el caso de Alonso Gahona Chávez, quien habría fallecido víctima de reiteradas torturas junto a Humberto Castro en el llamado "Nido 20". Así se conocía al recinto secreto de detención y tortura ubicado en la calle Santa Teresa 037, cerca del paradero 20 de la Gran Avenida de Santiago. Este recinto funcionó durante 1975 bajo control de agentes de la DIFA con quienes colaboraban civiles provenientes de grupos nacionalistas o de extrema derecha.
La guardia exterior del recinto estuvo a cargo de alumnos de la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea. Gahona, dirigente de los obreros de la Municipalidad de La Cisterna y militante comunista, conocido como «Yuri», había sido detenido el 8 de septiembre de 1975 en la vía pública. Su cadáver habría sido envuelto en plástico y, al parecer, arrojado al mar.
Desde el recinto llamado "Remo Cero", del regimiento de artillería anti-aérea de Colina fue sacado y posiblemente enterrado en terrenos militares de Peldehue, Miguel Rodríguez Gallardo. La causa 10617 del cuarto juzgado de San Miguel intentará llegar hasta las bases del Comando Conjunto.
También un juez especial investigará el destino de al menos uno de los detenidos desaparecidos de La Moneda. En el Noveno Juzgado del Crimen de Santiago está la causa 17584, que corresponde a Osvaldo Ramos Rivera, miembro del GAP de sólo 22 años.
Ramos fue detenido en el interior del palacio gubernamental por militares, junto a Antonio Aguirre Vásquez. Producto de sus heridas, ambos fueron trasladados a la Posta Central donde existe constancia de su permanencia. Fueron sacados desde allí por personal uniformado y desde entonces se desconoce su paradero.
En el Octavo Juzgado del Crimen de Santiago será investigado el caso de otro GAP, Mario Ramiro Melo, oficial del Ejército retirado, desaparecido desde el 29 de septiembre de 1973.
El caso de Miguel Acuña Castillo, rotulado con el número 11509-8 en el Octavo Juzgado de Santiago, también será investigado. Acuña era dirigente de la sección de estudiantes secundarios del MIR cuando desapareció en 1974, junto a su amigo Héctor Garay Hermosilla.
La labor de los jueces especiales se extenderá además a la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea. En el Noveno Juzgado del Crimen de Santiago será visto el caso de José Luis Baeza, de 41 años, vendedor y miembro del Comité Central del PC. Fue aprehendido junto a otras tres personas en una casa en Santiago que servía para reuniones y contactos de miembros de esa colectividad.
Los autores de la detención fueron identificados como miembros del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, comandados por un conocido Jefe de Inteligencia. Baeza fue llevado a la Academia de Guerra de esa institución, donde fue visto por varios testigos. Estos testimonios contradicen la versión oficial entregada por el Ministro del Interior que, en esa época, negó su detención
CONDENAN AL "COMANDO CONJUNTO" POR CRÍMENES DE 2 AGENTES
Fuente :La Nacion, Viernes 11 de noviembre de 2011
Categoría : Prensa
La Corte Suprema dictó sentencia definitiva en la investigación por los homicidios calificados de Guillermo Bratti Cornejo (ex agente de la Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, SIFA) y Carol Fedor Flores Castillo (informante del mismo grupo) cometidos el 1 de junio y 21 de junio de 1976.
En fallo dividido, los ministros de la Segunda Sala del máximo tribunal Jaime Rodríguez, Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y el abogado integrante Nelson Pozo acogieron los recursos de casación presentados contra la sentencia que absolvió a 7 ex integrantes del denominado "Comando Conjunto".
La sentencia se adoptó con el voto en contra del ministro Rubén Ballesteros, quien fue partidario de acoger la figura de la prescripción de la acción penal.
Los condenados son Enrique Ruiz Bunger, Juan Saavedra Loyola, César Palma Ramírez y Daniel Guimpert Corvalán, todos con sentencias de 5 años de presidio por su responsabilidad como autor de ambos homicidios. En los 4 casos, se concedió el beneficio de la libertad vigilada.
En tanto, Edgar Cevallos Jones, Roberto Serón Cárdenas y Juan Luis López López fueron absueltos por falta de participación.
En la parte civil se acogió la demanda presentada por la esposa y los tres hijos de Carol Fedor Flores Castillo y se ordenó pagar a cada uno de ellos la suma de $ 50.000.000 (cincuenta millones de pesos), es decir, la suma total de $ 200.000.000 (doscientos millones de pesos).
Esta última arista fue resuelta con los votos en contra de los ministros Ballesteros y Rodríguez que fueron partidarios de acoger la causal de incompetencia absoluta del tribunal.
LOS AGENTES
Carol Flores Castillo fue militante del PC hasta 1974. Ese año fue detenido junto a sus hermanos y trasladado hasta la Academia de Guerra Aérea (AGA). En este recinto, ocupado por organismos represivos de la dictadura, habría sido brutalmente torturado y luego liberado.
Testigos, en el informe Rettig, declararon que tras este episodio Flores comenzó a colaborar con la SIFA delatando a compañeros del PC, lo que coincide con una serie de detenciones a militantes comunistas durante esta época. Sin embargo, en junio de 1976 desaparece.
El ex miembro de la FACh, Andrés Valenzuela Morales, declaró en el proceso que supo que miembros de la SIFA llevaron a Flores hasta el Cajón del Maipo y se deshicieron de su cuerpo.
Esto último pues se habrían enterado que éste le entregaba información a la DINA de lo que hacía el comando. Ello molestó profundamente a los encargados de la AGA.
La misma conducta, según este testigo, se le imputó al oficial Guillermo Bratti, víctima de este caso judicial.Ante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, Andrés Valenzuela señaló que tanto Flores como Bratti fueron ejecutados porque existía la "versión de que habían entregado información que poseíamos, a la DINA, la que efectuó operaciones perjudicando a nuestra agrupación (Comando Conjunto). La DINA, según los dichos de los agentes detenidos, les habría ofrecido más dinero, vehículo y casa".
Un traidor puede más que cien valientes
Fuente :interferencia.cl, 6 de Septiembre 2021
Categoría : Prensa
El panorama de traiciones y lealtades al interior del Partido Comunista en los primeros años de la dictadura.
Avanzado el año 1970 estaba aún en plena organización el aparato de seguridad comunista que operó durante el periodo de gobierno de Salvador Allende. En esa época, dirigían políticamente el frente juvenil de autodefensa Ulises Merino Varas y René Basoa Alarcón, desde sus puestos en la Comisión Nacional de Cuadros y miembros del Comité Central de las Juventudes Comunistas (la Jota), al mismo tiempo que coordinaban el ingreso de los jóvenes militantes al Servicio Militar y a las escuelas de suboficiales de las Fuerzas Armadas y Carabineros, todo ello bajo la supervisión de José Weibel Navarrete, subsecretario general de la Jota.
Estas mismas personas se encargaron, a partir de los años setenta, de seleccionar de entre los militantes de las Juventudes Comunistas a aquellos que se incorporarían a las escuelas de oficiales de las Fuerzas Armadas, de Carabineros y del entonces Servicio de Investigaciones.
En 1971 –probablemente a mediados de abril–, José Flores Garrido, un destacado miembro de la dirección de la autodefensa de la Jota, fue designado para viajar a la RDA a prepararse en materias de seguridad.
Entre sus compañeros de escuela estuvieron Daniel Escobar Cruz, que fue apresado en La Moneda para el golpe y luego asesinado; Flores Garrido logró sortear la represión hasta el 11 de agosto de 1976, fecha en la que es secuestrado y desde la que es detenido desaparecido; Malaquías Delgadillo Navarro, detenido y torturado por el Comando Conjunto desde el 24 de octubre de 1975 y que luego, tras su liberación, escapara a Canadá, donde hoy reside; Eduardo Valenzuela, ex estudiante de la Universidad de Chile, actualmente radicado en Suecia; y David Canales, («Rolando»), actualmente en Chile.
A su regreso se le asignaron a Flores Garrido altas responsabilidades en el frente de seguridad del Partido. Desde al menos noviembre de 1975 fue incorporado al mismo nivel de jefatura que tenían «Santiago» y «Rolando», a quienes la Dirección ordenó salir del país por haber sido identificados y estar prácticamente cercados, viaje que tuvo lugar el 5 de marzo de 1976, luego de estar
escondidos y después asilados en la embajada de Hungría desde el 31 de diciembre anterior.
Debido a la traición de Carol Fedor Flores Castillo –detenido primero el 5 de junio del 74 y luego definitivamente el 7 de junio del 75–, quien era miembro del aparato militar en el Comité Regional Sur, cayó la mayoría de estas estructuras tanto en esa zona como en los comités regionales Norte y San Miguel, sobre todo a partir de mediados de 1975.
Esto también arrastró a la jefatura nacional del frente militar en septiembre, octubre y noviembre de 1975.
Desde la caída, tortura y pronta entrega de información por parte de Carol Flores en 1974, lo que permitió su liberación, éste fue hostigado por la inteligencia de la FACH y amenazado de muerte él y su familia, hasta que se entregó totalmente a sus designios, primero con simples datos y luego con el organigrama del frente militar regional y parte de la dirección regional y la de algunos comités locales.
Un año después, a la fecha de su segunda falsa captura, Carol Flores era ya un activo colaborador asalariado y miembro del Comando Conjunto, y comenzó así su masiva y aterradora caza de militantes comunistas.
La Inteligencia de la FACH fue el ente mejor preparado para la represión de las organizaciones de izquierda. Poseía la dirección de mayor nivel en Chile y deseaban limpiar la mancha de haber tenido en sus filas durante todo el gobierno de Allende no sólo la mayor cantidad de jóvenes oficiales progresistas, sino también haber aglutinado el mayor número de oficiales medios y superiores –constituidos formalmente como grupo– cursando en universidades e institutos de investigación materias de economía y ciencias sociales, en el espíritu de servir al gobierno y con tendencias claramente socialistas y constitucionalistas. Tal grupo fue desbaratado desde el mismo 11 de septiembre y sus integrantes tomados prisioneros, torturados, asesinados o expulsados al exilio.
Al vislumbrarse la primavera de 1975, las detenciones practicadas por el Comando Conjunto dejaron de ser selectivas y devinieron en masivas. Los miembros de uno de los grupos de detenidos comunistas, resultantes de una razia hacia los comités regionales de la Jota, estuvieron provisoriamente juntos en un centro de detención y acordaron, dado que sus captores sabían mucho de su participación partidaria, reconocer lo que había sido su actividad hasta el 11 de septiembre de 1973. Desde allí –dirían– no participaban en nada y sólo los unía la vieja amistad.
Finalmente tuvieron que nombrar, bajo tortura, a dirigentes y militantes conocidos. Los represores obtuvieron una buena base de datos de militantes en el Frente Militar; también en el de Seguridad.
Obviamente, entre los identificados estaba parte importante de la Dirección Militar y de la Seguridad del Partido, plenamente activos en la clandestinidad, y también la mayoría de los compañeros que viajaron al extranjero a recibir cursos de carácter paramilitar, de seguridad e inteligencia, entre los años 1969 y 1972.
Desde el comienzo de esta operación, el Comando Conjunto tenía el objetivo de identificar y cazar a los integrantes de todos los grupos que salieron al exterior –URSS, RDA y Cuba– a formarse paramilitarmente desde antes del gobierno de Allende, grupos que componían centenares de compañeros que salieron por períodos cortos, de dos, tres o más meses.
Entre ellos viajaron:
A Cuba, sólo como ejemplo, Ulises Merino Varas (detenido el 2 de febrero de 1976 y desaparecido después de su paso por «Remo Cero», «Bellavista», Comisaría Las Tranqueras y «La Firma») y David Urrutia Galaz (capturado el 22 de diciembre de 1975 y asesinado en «Remo Cero»). Ambos fueron en fecha posterior también al curso de Inteligencia o Seguridad a Europa.
Lo hicieron también en otro grupo que fue a Moscú, Ricardo Ramírez Herrera (hecho desaparecer desde Buenos Aires el 16 de abril de 1977, en la «Operación Cóndor»), Carlos Piñero Lucero (asesinado por la «Caravana de la Muerte» en Calama en 1973) y Rodolfo Núñez Benavides (hecho desaparecer el 18 de mayo de 1976 en el marco de la encerrona de calle Conferencia).
Posteriormente viajaron a Moscú diez personas, entre los que estaban Miguel Estay Reyno (convertido luego en traidor, interrogador y ejecutor de sus propios compañeros); Víctor Vega Riquelme (asesinado luego). Todos los comunistas que viajaron fuera del país a cursos de perfeccionamiento entre 1965 y 1973 lo hicieron con sus identidades verdaderas y pasaportes legítimos.
En una subsiguiente delegación se dirigieron también a Moscú, Gastón Oyarzún Martínez, destacado montañista chileno, que recuperara su libertad gracias a su amistad con Roberto Fuentes Morrison, «El Wally»; Ignacio González Espinoza (asesinado en «Remo Cero»); Ricardo Weibel Navarrete (asesinado en «Remo Cero»); Juan Quiñones Ibaceta (capturado en una trampa que le tendió «el Fanta»), contemporáneamente a un grupo del frente de Propaganda, el 23 de julio de 1976, y hecho desaparecer desde «La Firma» entre otros.
También salió a hacer el mismo tipo de curso, en una oportunidad distinta, René Basoa Alarcón, «Renato», convertido en traidor a poco de caer prisionero.