Fecha Detención : 12-12-1974
Lugar Detención : Santiago
Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Estudiante de Secretariado
Estado Civil e Hijos : Soltera
Nacionalidad : chilena
119
Relatos de Los Hechos
Fuente :informe corporación
Categoría : Antecedentes del Caso
Rut : Sin Información
F.Nacim. : 01 09 52, 22 años a la fecha de su detención.
Domicilio : Avda Gordon 2857, San Miguel, Santiago.
E.Civil : Soltera
Actividad : Estudiante de Secretariado DUOC
C.Repres. : Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR
F.Detenc. : 12 de diciembre de 1974.
María Teresa Eltit Contreras, soltera, estudiante de secretariado, militante del MIR, fue detenida por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en la vía pública en una hora y lugar impreciso, sin testigos, el día 12 de diciembre de 1974. Su aprehensión está ligada a una intensa represión desatada en contra de los militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria,que en gran número estaban detenidos en esa época, y posiblemente a la muerte de José Bordaz Paz, importante dirigente del MIR, hecho ocurrido días antes y con el cual la afectada estaba relacionada.
Existen numerosos testimonios de ex prisioneros políticos que estuvieron detenidos en Villa Grimaldi que aseguran haber visto a María Teresa Eltit Contreras en ese lugar, entre la fecha de su detención y hasta el día 8 de enero de 1975, en que fue sacada con rumbo desconocido, junto a María Isabel Joui Petersen, el esposo de ésta, Renato Sepúlveda Gajardo y otro prisionero que se ha descrito como joven, delgado, de pelo negro, cuya identidad se desconoce hasta ahora.
Uno de estos relatos corresponde al de doña Patricia Del Carmen Guzmán Pardo quien estuviera detenida en Villa Grimaldi entre el 1° y el 17 de enero de 1975. Señala en su declaración jurada de 24 de octubre de 1979, que durante su estada en este recinto compartió la celda con varias otras personas entre las cuales menciona a María Teresa Eltit Contreras y a otras testigos tales como Angeles Alvarez y María Alicia Salinas Farfán, que han coincidido plenamente con la declarante en las circunstancias deplorables en que se encontraba la afectada. En un párrafo de esta declaración jurada señala textualmente:
"En lo que respecta a María Teresa Eltit Contreras, puedo declarar que estuve con ella 8 días, desde el 1° al 8 de enero de 1975, período en el cual me contó detalles de su detención y de los apremios ilegítimos de los cuales fue objeto durante esos días y en forma especial a su llegada".
"En efecto, me contó que llevaba a la fecha de mi ingreso 15 días detenida. Me señaló, asimismo, que la habían detenido por haber vivido con José Bordaz y que su detención había sido en la calle, al ser reconocida por agentes de la DINA y que dos individuos vestidos de civil la habían introducido a la fuerza a una camioneta C?10 Chevrolet de color rojo con capota negra, llevándola al cuartel de Villa Grimaldi. Fue interrogada y maltratada durante dos días completos por el Comandante Marcelo Moren Brito, alias "El Ronco" y "El Coronta". Después, debido al estado que se encontraba la dejaron tranquila durante 10 a 12 días, pero, cuando el día 8 de enero ingresó a Villa Grimaldi como detenido Emilio Iribarren, alias Joel, la volvieron a sacar a interrogatorio, también en esa oportunidad a cargo del Comandante Moren Brito.
"María Teresa Eltit reconoció a Iribarren al verlo llegar, mirando por la ventana. Me expresó que Iribarren era Joel. En el interrogatorio al que aludo, María Teresa y Emilio Iribarren fueron colocados en "la parrilla", consistente en un camarote doble, de huinchas metálicas. Ella ocupó el camarote de arriba y abajo fue amarrado Iribarren. Durante ese día, el guardia que cumplía tareas, respondía al nombre de "Jote".
"Dos días después de ese interrogatorio, el día 8 de enero, María Teresa Eltit Contreras fue sacada de Villa Grimaldi junto con María Isabel Joui Petersen, la cual estuvo cuatro días con nosotros; María Isabel, antes de llegar a Villa Grimaldi, había estado en la casa de la DINA de calle Quilín. Junto a ella fueron sacados Renato Sepúlveda Gajardo, esposo de María Isabel Joui y un joven delgado de pelo negro. Estas cuatro personas no volvieron a verse nunca más".
"María Teresa Eltit Contreras salió vestida con ropa distinta a la cual vestía cuando fue detenida. En esa oportunidad usó una falda azul con dos bolsillos laterales, modelo godé, polera y chalas tipo terraplén, de mezclilla piel de durazno, muy usadas de color azul. Usaba el pelo corto y tenía el cuerpo lleno de estrías producidas por la aplicación excesiva de corriente eléctrica".
"María Teresa recibió en devolución sólo parte de sus especies personales: una cartera, una chauchera con dinero y un par de aros que yo vi cuando se los colocaba. Le retuvieron los efectos de más valor, un reloj, un anillo y una gargantilla de oro. Al exigir la prisionera, en mi presencia, su devolución, se le contestó que si seguía reclamando la dejarían más días en el cuartel, asegurándole, por otra parte, que una vez que encontraran las especies se las llevarían a "Los Alamos", expresión que me llamó la atención ya que no especificaron si el destino era Tres o Cuatro Alamos. Pasadas las cuatro de la tarde del día 8 de enero, se los llevaron en una camioneta C 10 roja, chevrolet con capota negra; dos individuos con ropa de civil iban adelante y dos atrás".
Otra de las testigos, doña Angeles Beatriz Alvarez Cárdenas, la que fue apresada el día 6 de enero de 1975 por agentes de civil y también conducida a Villa Grimaldi, declaró en noviembre de 1979, en relación a la permanencia de la afectada en ese lugar y a su situación, lo siguiente: "…el día 7 de enero alrededor de las 3 de la madrugada fui conducida a una habitación en Villa Grimaldi donde se encontraba María Teresa Eltit Contreras y María Isabel Joui.
La primera de ellas es una joven bajita, de pelo corto, de contextura delgada, bien formada. Me comunicó que en esa fecha llevaba aproximadamente 21 días detenida, habiendo permanecido antes en otro lugar, ubicado en José Domingo Cañas.
Me informó, asimismo, que había sido fuertemente torturada pero que en la época que se encontró conmigo ya se había recuperado físicamente. Se veía en buenas condiciones. Ella creía haber pasado lo peor y que muy pronto su detención sería reconocida. Comentó, igualmente, que su compañero, José Bordaz, había muerto en un enfrentamiento, ella lo había visto vivo pero agónico".
"En esos días fue detenido Joel, cuyo nombre es Emilio Iribarren. Lo veíamos desde una ventana, sentado frente a un pequeño escritorio, con una hoja de papel que él debía utilizar colocando en ella los nombres de las personas que habían hecho trabajo político. Joel fue primero interrogado usando en su contra apremios ilegítimos, incluso se le llevó a su mujer, de nombre Linda y a su guagua de tres meses que padecía mongolismo. La esposa lloraba y le pedía que "dijera todo lo que sabía", para así "salvarlos a ella y al niño". Joel, habló en varias oportunidades con los agentes de la DINA, comenzando con posterioridad a llegar las personas detenidas por él mencionadas, las que eran sometidas a un careo con él".
"María Teresa Eltit fue sacada a un interrogatorio el 8 de enero. Volvió muy afligida y nerviosa. La sacaron de Villa Grimaldi ese día, yo no volví a verla nunca más a pesar de haber estado detenida en Cuatro Alamos y, posteriormente en Tres Alamos hasta el día 10 de septiembre de 1975, fecha ésta última en que fui puesta en libertad".
También vio a la afectada en Villa Grimaldi, doña Olga Cortés Bruna, apresada por agentes de civil el día 28 de diciembre de 1974 y conducida a ese recinto. En relación a su encuentro con María Teresa Eltit Contreras señala: "Apenas ingresé a la pieza donde fui confinada se me acercó una joven que trató de consolarme… A través del trapo que tapaba mis ojos pude percibir que se trataba de una niña muy agraciada de unos 22 o 23 años, delgada y que no usaba venda en sus ojos lo que evidentemente, en el primer momento fue motivo para que yo desconfiara de ella. Me dijo llamarse María Teresa Eltit Contreras, yo he podido reconocerla, posteriormente, al ver su fotografía, que hacía alrededor de 12 días que estaba detenida en ese lugar, que su compañero había muerto en un encuentro con la policía de seguridad, habiendo sido baleado en la calle. Me explicó, igualmente, que ella no usaba venda porque la utilizaban para "lavar los platos", ocasión que le servía para salir de la pieza y ver a los demás prisioneros".
"Permanecí nueve días con ella y durante ese período puede conocer algunas de las circunstancias de su vida. Siendo hija única era muy apegada a su madre, tenía una gran preocupación por ella y comprendía que su detención sin que se le hubiera dado aviso a su madre, le causaría un gran sufrimiento".
"María Teresa Eltit es una joven muy valerosa, de gran espíritu, y muy compasiva. Había sido "parrillada" en varias oportunidades y, a pesar del gran temor que le tenía a ese tipo de apremios, lograba sobreponerse, más aún, podía reconfortar a las otras detenidas cuando volvían de los interrogatorios, golpeadas, malheridas".
"En los días que compartimos ella estuvo muy enferma del estómago pero cuando fue sacada de Villa Grimaldi, en compañía de Renato Sepúlveda Guajardo, de su cónyuge María Isabel Joui Petersen y de un joven moreno cuyo nombre desconozco, se encontraba en buenas condiciones físicas. Los días anteriores a su traslado y después de un interrogatorio había sí, vuelto muy nerviosa".
María Alicia Salinas Farfán, detenida por la DINA el 3 de enero de 1975 y conducida a Villa Grimaldi donde permaneció hasta el 10 de enero de ese mismo año, relata en declaración jurada de fecha 16 de julio de 1980, que al llegar a ese recinto y luego de ser torturada, fue llevada a una pieza donde estaban Patricia Guzmán Pardo, Lucrecia Brito, Clara Luengo, Olga Cortés, Beatriz Miranda, María Teresa Eltit Conteras y María Isabel Joui Petersen. Dicha pieza estaba separada por un tabique de la sala de torturas y permanecían allí estas mujeres casi permanentemente encerradas con llave.
Con respecto a la afectada dice: En este punto deseo manifestar todo lo que me consta sobre la permanencia en Villa Grimaldi de María Teresa Eltit Contreras y María Isabel Joui Petersen. A las dos las conocía desde mucho tiempo atrás y, por esa misma razón, fue con ellas con quienes más compartí y conversé en la pieza en la que nos tenían detenidas. María Teresa Eltit Contreras me contó que había sido detenida el 12 de diciembre de 1974, cerca del mediodía en la vía pública y conducida de inmediato a la Villa Grimaldi. Durante los primeros días fue intensamente interrogada con apremios ilegítimos, en especial por su relación con el dirigente del MIR José Bordaz Paz, quien había sido asesinado en esa época. Igualmente le preguntaban por el paradero de otro dirigente de nombre Hernán Aguiló. Recuerdo que a María Teresa la sacaban permanentemente de la pieza, obligándola a efectuar retratos hablados de personas que a la DINA le interesaba detener…"
Más adelante en esta declaración agrega: "El día 8 de enero a tempranas horas de la mañana María Isabel Joui y María Teresa Eltit fueron sacadas de la pieza y nunca más las volví a ver. María Teresa se despidió de mí, diciéndome que sería trasladada a 4 Alamos. Recuerdo que le devolví unas prendas de vestir que ella me había prestado: una falda de piel de durazno azul claro con rayas rojas, una polera y un par de chalas también de piel de durazno azul claro". Agrega más adelante "Ellas dos fueron sacadas de la Villa junto a un grupo de detenidos".
En otros testimonios, como los de los ex prisioneros Cristián Mallol Comandari, Ofelia Nistal Nistal, Héctor González Osorio y de la ex colaboradora de la DINA, Luz Arce Sandoval, también se reconoce haber visto a María Teresa Eltit Contreras en Villa Grimaldi en la misma época.
Con posterioridad a ser vista la afectada por todos estos testigos y otros en Villa Grimaldi, su nombre apareció en una información dada por el diario "O'Día" de Curitiba, Brasil, y reproducida el 24 de julio de 1975 por los diarios chilenos, en que se daba a conocer una lista de personas que supuestamente habían muerto en enfrentamientos con las fuerzas policiales en Salta, Argentina.
El diario O'Día, desconocido en Brasil, editó sólo dos números: precisamente en el segundo número aparecía esta información.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, informó que las autoridades pertinentes en Brasil habían señalado que el periódico no existía. Luego se estableció que se llamaba en realidad "Novo Día", nombre con el cual había reaparecido O'Día tras larga interrupción. El mismo Ministerio reconoció que no había constancia que las personas aludidas hubieran muerto en el extranjero. En esos mismos días en Argentina, en el semanario LEA apareció otra nómina con información de similares características a las ya descritas. Entre las dos publicaciones hacían mención a 119 nombres de personas que habían desaparecido después de ser detenidas por los servicios de seguridad chilenos.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
El día 19 de diciembre de 1974 y a los pocos días de ser detenida María Teresa Eltit Contreras, su madre, doña Teresa Contreras Falcón, interpuso recurso de amparo en su favor, el que llevó el rol 1623?74. En esta presentación se solicitó informes al Ministerio del Interior, al Comandante en Jefe de la Zona en Estado de Sitio y al Comando de Aviación de Combate sobre antecedentes que obraran en su poder en cuanto a la detención de la afectada.
Las respuestas de estos organismos señalaron no tener antecedentes, por lo cual el amparo se declaró sin lugar el 27 de enero de 1975, siendo enviados los antecedentes al 2° Juzgado del Crimen de San Miguel para que investigara la ocurrencia de una posible desgracia.
En el Segundo Juzgado del Crimen de San Miguel se inició la causa rol 17.828 del 5 de febrero. Se decretó una orden de investigar al respecto, en la cual sólo se recogió la denuncia de la madre de Teresa Eltit Conteras y no se hizo ninguna otra diligencia. Debido a ello, el 16 de marzo de 1975 se declaró cerrado el sumario y se sobreseyó la causa por no encontrarse acreditado ningún delito en la desaparición de ésta. El señor Magistrado Pfeiffer ni siquiera hizo ratificar judicialmente a la madre su denuncia.
El sumario fue reabierto para los efectos de interrogar a la madre, pero fue nuevamente sobreseído por el Juez y aprobado por la Corte de Apelaciones de San Miguel el 15 de octubre de 1976.
En enero de 1980, doña Teresa María Contreras Falcón interpuso una querella por el delito de secuestro ante el Segundo Juzgado del Crimen de San Miguel, dirigiendo su acción en contra de Marcelo Moren Brito, alias el "Coronta" u "oso", por ser esta persona la que se encontraba a cargo de los detenidos de Villa Grimaldi. En este proceso se acompañaron los testimonios de Angeles Alvarez Cárdenas y de Patricia Guzmán Pardo.
En esta acción se pedía la citación de Marcelo Moren Brito a quien una de las testigos, Patricia Guzmán Pardo, señaló como el autor de los interrogatorios y malos tratos a María Teresa Eltit Contreras, la citación de varios otros testigos y numerosas diligencias.
Ninguna de estas diligencias se realizaron en el Tribunal, puesto que rápidamente se declaró incompetente remitiendo los antecedentes al Primer Juzgado del Crimen de San Miguel, Tribunal que también se declaró incompetente.
Recién en junio de 1980 y conociendo de la contienda de competencia trabada entre los Tribunales de San Miguel, la Corte de Apelaciones de ese Departamento, resolvió que la causa era de competencia del Primer Juzgado del Crimen de Santiago.
El Sr. Magistrado del Primer Juzgado del Crimen de Santiago tampoco aceptó la competencia y envió los antecedentes al Segundo Juzgado del Crimen de Santiago que de la misma forma se negó a aceptar el conocimiento de la causa.
Esta nueva contienda de Tribunales se resolvió en agosto del año 1980 por la Corte de Apelaciones de Santiago, entregando el conocimiento de la causa al Primer Juzgado del Crimen, donde se le individualizó con el número de rol 114.907.
Habían transcurrido ocho meses desde la presentación de la querella.
En la ratificación de la querella, la madre de la detenida doña Teresa María Contreras Falcón, hizo presente al Tribunal que la orden de investigar este posible delito había sido diligenciada por la Brigada Investigadora de Asaltos de Investigaciones, departamento de policía que tenía otras funciones distintas a la de investigar un desaparecimiento. El detective de apellido Mombiela concurrió posteriormente al Tribunal aclarando que la orden se la habían dado sus superiores, pero que efectivamente no estaba dentro de sus funciones investigar este tipo de hechos.
En el juicio declaró la testigo doña Olga Luisa Cortés Bruna, ratificando lo expuesto anteriormente en una declaración jurada y también doña Angeles Beatriz Alvarez Cárdenas. Ambas ex prisioneras reconocieron la fotografía de María Teresa Eltit Contreras, como la persona que habían visto en Villa Grimaldi.
Se citó asimismo en el juicio a Emilio Iribarren Lederman, a quien varias personas relacionaban con la afectada. Este reconoció haber estado detenido en Villa Grimaldi en esa fecha, la circunstancia de haber sido detenido con su mujer y un hijo mongólico, el hecho de haber mantenido una relación sentimental en otra época con María Teresa Eltit, pero negó absolutamente haberla visto en Villa Grimaldi. Tampoco proporcionó antecedentes sobre los Oficiales de la DINA que conoció en ese lugar.
En el proceso nunca se citó al querellado Marcelo Moren Brito, el que a la fecha tenía el grado de Coronel y se encontraba destinado en la Comandancia de la Guarnición de Santiago. Tampoco se ubicó a Osvaldo Romo, profusamente citado por los testigos como uno de los agentes de la DINA que ejercía funciones en Villa Grimaldi.
La causa fue sobreseída el 26 de diciembre de 1980 por no encontrarse justificada la perpetración del delito. Esta resolución fue aprobada en marzo de 1981 por la Corte de Apelaciones de Santiago.
Luego de los informes evacuados por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, esta causa fue reabierta y el 26 de mayo de 1992 se presentó ante el 1er. Juzgado del Crimen una nueva querella por el secuestro de María Teresa Eltit Contreras. Esta causa ingresó a tramitación con el rol N° 114907. A diciembre de 1992 se encontraba en estado de sumario con diligencias pendientes.
Una de las diligencias se relacionaba con la detención del agente de la DINA, Osvaldo Romo Mena, quien había sido detenido tras su expulsión de Brasil. En dicho país se había radicado a fines de 1975 bajo el nombre falso de Osvaldo Andrés Henríquez Mena. Romo había abandonado el país en momentos que estaba siendo citado por varios Tribunales que tramitaban causas de detenidos desaparecidos. A diciembre de 1992 había sido encargado reo en seis causas de detenidos desaparecidos.
LA CHICA, CHICOCA
Fuente :archivochile.com sin fecha
Categoría : Mensaje
Para María Teresa Eltit Contreras Margarita Iglesias Saldaña
La chica, chicoca. La conocí en el año 1972; nos encontramos haciendo trabajo político entre los estudiantes de la ciudad de Santiago. El MIR me asignó en una tarea de trabajo con estudiantes de los Centros Tecnológicos especializados en los cuales se formaba gente adulta en técnicas de especialización. Cuando llegue a una célula de ese sector de estudiantes conocí a María Teresa y a un amigo de ella; el chico (Luis, actualmente profesor primario, lo último que supe de él, hace dos años es que sigue militando en el MIR, trabaja y vive en La Pincoya.) A mí me habían mandado a hacerme cargo de esta célula del partido y lo que recuerdo es que el primer encuentro lo tuvimos en el Tecnológico, que creo, se encontraba por allá por Recoleta o Conchalí. La chica era en ese entonces estudiante del DUOC y por esa razón se encontraba en ese lugar de militancia. De lo que recuerdo y lo he llevado siempre en la memoria, es que conocernos y simpatizar fue algo que se dio desde el comienzo. Ella y el chico fueron decisivos para que yo pudiera entender el medio estudiantil social al que el partido me había asignado. En la práctica yo no tenía conocimiento de esos sectores de estudiantes puesto que yo estudiaba en una escuela experimental artística que se ubicaba en la comuna de La Reina y vivía por ese entonces en lo que era la comuna de Las Condes. De hecho al llegar al lugar de la reunión comenzaba a conocer no sólo nuevas personas sino que un sector geográfico de Santiago que me era relativamente ajeno, salvo que alguna vez había estado en el cementerio general y en el barrio de Avenida La Paz por razones familiares; pero la verdad es que todo me era completamente nuevo. De ese detalle se percataron inmediatamente la chica y el chico; al principio me agarraban pa'l g'ueveo como cabra chica, que en verdad era, y por mi intento de cesudas explicaciones respecto a lo que yo tenía que hacer allí; no era ni mi medio ni conocía ni siquiera los lugares. Pero todos militábamos en el MIR y entendíamos que la asignación de tareas era parte del proyecto revolucionario en el que nos encontrábamos. Me acuerdo haber empezado por informarme de lo que hacían, qué estudiaban y de cuáles eran las reivindicaciones que tenían, pues se trataba de definir una forma de acción donde convergieran las políticas estudiantiles del MIR y ese "frente de masas". Es así como nos conocimos y empezamos a trabajar juntas. Luego vino la ruptura de las formalidades y la "descompartimentación", empezamos a intercambiar ya no sólo como militantes de las tareas sino que como amigas, y es así que conocimos a nuestras respectivas familias. Ella vivía con su madre, la señora Teresa Contreras que trabajaba en el Hospital Barros Luco, y con un "hermano", Ricardo, un niño que tenía en ese entonces unos seis o siete años y que era un chicoco adoptado, no sé si legalmente por la mamá de María Teresa. Como yo tenía varios hermanos menores, y ella tenía que hacerse cargo de su hermano en reiteradas ocasiones, no encontramos nada mejor que llevarlo a mi casa para que se quedara con mis hermanos mientras nosotras hacíamos nuestras tareas. Es así que Ricardo pasó a frecuentar la casa de mis padres, donde se encontraba siempre mi madre, quien no trabajaba fuera del hogar y más de algunos de mis hermanos. Esta situación que al principio nos preocupaba, por la falta de rigurosidad en la compartimentación; habíamos roto uno de los principios básicos del funcionamiento partidario. Es así que comenzamos a recorrer juntas una parte de nuestras vidas. A esta amistad-militancia, posteriormente se sumo la chica Coné, una amiga de María Teresa que también trabajaba para el partido, pero en un ámbito completamente distinto. Nuestras inquietudes como adolescentes estaban totalmente imbricadas con nuestras tareas partidarias; las reuniones, las acciones, las conversas; el estudio de documentos; la lectura de libros iban de la par con nuestra participación en la actividades del trabajo; preocupadas de cómo democratizar la enseñanza secundaria, y de cada una de las actividades de nuestros lugares de estudio. Junto a esto vinieron los enamoramientos y las proyecciones de que haríamos una vez que termináramos el colegio. Nos toco trabajar en conjunto en la comuna de La Granja en los campamentos Patria o Muerte y Venceremos, allí ya no se trataba de asuntos estudiantiles sino, de trabajar en conjunto con los pobladores de esas dos tomas de terrenos en donde se establecieron los campamentos mencionados. La casa de la Zuni, que vivía en una población en el límite de La Legua fue nuestra guarida. Allí llegábamos los militantes del MIR que no éramos de las poblaciones, allí nos acuartelamos semanas enteras para estar en las reivindiciaciones y la defensa de los campamentos que tenían dificultades en su instalación; que la fonola, que los problemas de alcohol, que los niños, que la organización de las mujeres, que los problemas de malos tratos de los maridos y la diferencia que hacían los pobladores entre sus mujeres y nosotras que veníamos de "afuera"; los problemas internos por las discusiones al interior del partido y del Grupo Politico militar (GPM) que era la estructura más cercana de pertenencia. De hecho los dirigentes del GPM discutían sobre aspectos tácticos y estratégicos con la dirección regional del partido; y nosotras con la del partido y del Grupo Político militar (GPM) que era la estructura más cercana de pertenencia. De hecho los dirigentes del GPM discutían sobre aspectos tácticos y estratégicos con la dirección regional del partido; y nosotras con la chica, estábamos siempre más del lado de la dirección regional que de la dirección local. Es así que conocimos a Joel, Emilio lribarren, quien fue nombrado interventor del lugar por parte de la dirección regional. Ya el año 73, la chica se fue a estudiar a Valparaíso, la carrera de literatura, pero igual seguí participando en alguna medida, y sobre todo seguimos siendo amigas. Ese año los encuentros fueron menos frecuentes. La chica, siempre me llamaba la atención por lo que ella solía decir eran mis inmadureces, dado que yo era muy discutidora y me costaba mucho acatar la disciplina acotada de la militancia, más bien me dedicaba a buscar nuevas posibilidades de desarrollar cosas dado que sentía que las posibilidades de abarcar eran mayores que las de acciones pequeñas en la vida cotidiana. Al momento del golpe de Estado, el mismo día 11 de septiembre, yo me fui de mi casa a la casa de María Teresa, llegué allá después de haber presenciado el bombardeo de La Moneda y al alcanzarme el toque de queda. La madre de la chica se había tenido que quedar en el Hospital y nosotras esperamos en su casa que se levantara el toque de queda y el día 13 de septiembre emprendimos la ida hacia los campamentos de la comuna de La Granja. Al llegar allá los pobladores, en especial uno que le decían el cortapalo, nos aconsejaron retirarnos del lugar puesto que ya habían sido allanados y nos buscaban a nosotras y a otros militantes del partido que no eran del lugar. Nosotras no estábamos muy dispuestas a aceptar la situación, pues queríamos organizar junto con ellos la resistencia en el lugar; para llegar hasta allí habíamos atravesado todo el centro de Santiago y en el camino habíamos vistos cadáveres en el Río Mapocho y en la Galería Antonio Varas en Banderas con la Alameda, lo que nos había impactado mucho a ambas. También recuerdo que alcanzamos a comprar un número de El rebelde y de Punto Final en algún kiosco del centro, pero ya desde ese momento nos dimos cuenta que el golpe militar se estaba practicando con brutalidad y aún recuerdo que nos abrazamos y nos juramos que íbamos a defender nuestras vidas y lo que fuera necesario pues comenzaban a matar todas las propuestas, ilusiones y personas que habían dado vida a los años más hermosos de nuestras aún jóvenes existencias. La diferencia de edad entre nosotras, cuatro años, me hacía ver a esta mujer como mucho más madura que yo en la época. De hecho conocía la vida de forma distinta a la que yo vivía; con ella conocimos sectores de jóvenes drogadictos de barrios populares y esa experiencia de cotidianeidad que da el tener responsabilidades de tipo familiar como hacerse cargo de un hermano, ser el apoyo de una madre jefa de hogar y tener que hacerse cargo de los aspectos domésticos de una casa; ni Coné ni yo teníamos aún ese tipo de responsabilidades; nuestros hogares tenían una conformación distinta con papás profesionales que proveían el hogar y madres que se ocupaban de la casa y los hijos, teníamos los aspectos domésticos asegurados y por mi parte mi única responsabilidad era ser una buena estudiante y cumplir con mis compromisos escolares, mis padres proveían todo lo que yo necesitaba y se hacían cargo de todo lo que fuera mantención y ni siquiera se oponían tanto a mis actividades sociales como ellos decían, sólo me exigían que me fuera bien en el colegio y que cumpliera ciertas normas respecto a la casa horarios, comportamientos de adolescentes; tanto mi padre como mi madre participaban de la Unidad Popular, mi papá era militante del Partido Socialista y mi madre trabajaba en las juntas de vecinos y centros de madres del lugar donde vivíamos. La madre de la chica era más crítica de lo que hacíamos pero también aceptaba finalmente. Durante 1974, cada una se reconectó en el Partido y pasamos a cumplir tareas diferentes, después de un tiempo volvimos a encontrarnos, de casualidad y trabajamos en cuestiones parecidas. Ella estaba desarrollando tareas de enlace para el Coño Molina y en ese periodo fue entregada a la DINA por Joel, quien la torturó, cuestión que yo supe posteriormente por Coné, que también fue interrogada por Joel y careada con María Teresa.
Carlos Terán , soltero, de 25 años de edad. Era dibujante y proyectista, militaba en el Movimiento de Izquierda Revolulcionario (MIR). Detenido el día 12 de diciembre de 1974 en Santiago, por miembros de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Fue visto en "Villa Grimaldi". Desde entonces, se ignora su paradero. El 12 de diciembre de 1974 fueron detenidos en Santiago los amigos y militantes del MIR Carlos Alberto TERAN DE LA JARAS y Rafael Eduardo ARANEDA YEVENES, uno en su domicilio y el otro en la Universidad Técnica donde ambos estudiaban y trabajaban. El mismo día fue detenida en la vía pública, también en Santiago, la militante del MIR María Teresa ELTIT CONTRERAS. Los tres detenidos desaparecieron en poder de la DINA, habiendo testigos de su permanencia en Villa Grimaldi.
Morén Brito versus María Teresa Eltit "et ale"
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Categoría : Mensaje
Lucía Sepúlveda Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff y Osvaldo Romo están procesados por el secuestro y desaparición de María Teresa Eltit Contreras, y otras nueve personas. Moren dirigía personalmente las torturas que sufrió María Teresa, de 22 años, estudiante de secretariado, militante del MIR, detenida el 12 de diciembre de 1974 en la calle, sin testigos, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) que la trasladaron a Villa Grimaldi.El 5 de diciembre, María Teresa había observado a la distancia la emboscada en que cayó herido mortalmente su compañero, José Bordaz Paz, ("Coño Molina") encargado militar del MIR. La DINA pretendía que revelara el paradero de Andrés Pascal Allende y Hernán Aguiló, otros dirigentes del MIR. En julio del 75, el nombre de María Teresa Eltit fue incluido por la DINA en un fallido montaje de encubrimiento de las desapariciones, conocido como la "Lista de los 119", y realizado en el marco de la Operación Cóndor.
El "Coronta" Moren Patricia Guzmán Pardo señaló en declaración jurada que estuvo con María Teresa desde el 1° al 8 de enero de 1975, período en el cual ésta fue interrogada y maltratada durante dos días completos por el Comandante Marcelo Morén Brito, alias "El Ronco" y "El Coronta". Después, debido al estado que se encontraba, la dejaron tranquila unos días. Pero Moren Brito la volvió a a sacar para interrogarla el 8 de enero, cuando ingresó a Villa Grimaldi detenido Emilio Iribarren, alias "Joel", también mirista, que había tenido años atrás una vinculación sentimental con María Teresa. Ella y Emilio Iribarren fueron colocados en "la parrilla", consistente en un camarote doble, de huinchas metálicas. Ella ocupó el camarote de arriba y abajo fue amarrado Iribarren. Luego de ser torturado y chantajeado por la presencia de su esposa, que le pedía colaborar, Iribarren se convirtió en un colaborador de la DINA. Pero a diferencia de otros delatores, hasta hoy Emilio Iribarren niega su participación en la tortura y entrega de sus ex compañeros de partido y en especial niega haber visto detenida en Grimaldi a su antigua polola de tiempos de la secundaria. Una joven valerosa Al dolor de la detención, en María Teresa se unía su preocupación por el destino de su madre, Teresa Contreras Falcón, ya que era hija única, y su padre, un inmigrante palestino, había fallecido. Compartió esa preocupación con sus compañeros de prisión. Los testimonios de los sobrevivientes de Villa Grimaldi, dan cuenta de su extraordinaria calidad humana. En su declaración, la ex presa Olga Cortés señala: "Apenas ingresé a la pieza donde fui confinada se me acercó una joven que trató de consolarme…y después he podido reconocerla. Es una joven muy valerosa, de gran espíritu y muy compasiva. Había sido "parrillada" en varias oportunidades y a pesar del gran temor que le tenía a ese tipo de apremios, lograba sobreponerse, más aún, podía reconfortar a las otras detenidas cuando volvían de los interrogatorios golpeadas, malheridas".La sobreviviente María Alicia Salinas declaró que compartió pieza como detenida con María Teresa Eltit y María Isabel Joui, además de otras presas liberadas posteriormente. María Teresa le dijo que había sido interrogada con apremios ilegítimos, por su relación con José Bordaz Paz. La testigo declaró que en la mañana del 8 de enero María Isabel y María Teresa fueron sacadas de la pieza y nunca más las volvió a ver. Con ellas iba también el esposo de Maria Isabel, Renato Sepúlveda Gajardo y otro prisionero descrito como joven, delgado, de pelo negro, cuya identidad se desconoce. María Alicia recuerda que en esa oportunidad María Teresa vestía una falda azul con dos bolsillos laterales, modelo godé, polera y chalas tipo terraplén, de mezclilla piel de durazno, muy usadas, de color azul. Usaba el pelo corto y tenía el cuerpo lleno de estrías producidas por la aplicación excesiva de corriente eléctrica.
María Isabel y María Teresa
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Categoría : Mensaje
Por Lucrecia Brito Nunca olvidaré a María Isabel Joui, que venía de la que llamaban "venda sexi". Me contó que allí, después de la tortura, la dejaban dormir con su compañero, Renato que era médico. Ella tan fina, estaba muy entera, no le daba miedo ser. Tal es así, que un día se acercó aquella protuberante alimaña conocida con la chapa del "ROMO" y se puso a discutir con ella sobre política y valores. El la azuzaba desde su omnipotente sitial, al otro lado de los barrotes, le quería destruir sus ideas, su línea de análisis, a ella que era militante del MIR. La última vez que la vi, la sacaban junto con María Teresa Eltit, una muchacha colorina que llevaba más tiempo con nosotras en Villa Grimaldi y parecía defenderse de la incertidumbre en posición fetal. Quizá el pánico le provocaba frío y así, quedita, se sentía más niña, más segura. María Teresa, estuvo sin ser percibida durante varios días, hasta que cayó un tal Emilio que la conocía y descubrieron con él su importancia dentro de la organización. En semejante trance nos contó que le habían dado con todo y muy fuerte, y que estaba atrapada por Emilio Iribarren, porque él sabía demasiado y desgraciadamente su quebrantamiento era severo, se había convertido en un traidor. Debemos decir en favor suyo, que para quebrarlo, le llevaron incluso a los interrogatorios a su guagua con síndrome de Down.
MARIA ISABEL Y MARIA TERESA, fueron sacadas de Villa Grimaldi un día de Enero del 75, para volver siendo partes de las listas de desaparecidos. __________________________________________
Corte confirma condena contra 11 ex agentes de la DINA por crímenes al interior de Villa Grimaldi
Fuente :elmostrador.cl 16/09/2015
Categoría : Prensa
En los casos de los agentes Manuel Contreras Sepúlveda y Marcelo Moren Brito, el tribunal de alzada capitalino dispuso que los antecedentes vuelvan al ministro de primera instancia, Leopoldo Llanos, para que dicte su sobreseimiento por fallecimiento.
La Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la sentencia de primera instancia dictada en la investigación denominada «Villa Grimaldi. Cuaderno Principal», que indagó la desaparición de 19 personas y un homicidio calificado, ilícitos perpetrados al interior del centro de detención ilegal, ubicado en la comuna de Peñalolén. En un fallo unánime, la Sexta Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Mauricio Silva Cancino, Mario Rojas y Jessica González– ratificó las condenas efectivas para 11 integrantes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por su responsabilidad en los secuestros calificados de: Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Carreño Aguilar, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, Marta Silvia Adela Neira Muñoz, César Arturo Emiliano Negrete Peña, Alejandro Juan Ávalos Davidson; y por el homicidio de Humberto Juan Carlos Menenteau Aceituno.
La sentencia ratificó las penas en contra de:
1- Pedro Espinoza Bravo: 20 años de presidio por su responsabilidad en el homicidio de Humberto Juan Carlos Menenteau Aceituno; y 20 años de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Carreño Aguilar, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, Marta Silvia Adela Neira Muñoz, César Arturo Emiliano Negrete Peña y Alejandro Juan Ávalos Davidson.
2- Rolf Wenderoth Pozo: 15 años de presidio por su responsabilidad como cómplice en el homicidio de Humberto Juan Carlos Menenteau Aceituno; y 20 años de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, César Arturo Emiliano Negrete Peña y Alejandro Juan Ávalos Davidson.
3- Miguel Krassnoff Martchenko: 20 años de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Carreño Aguilar, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, César Arturo Emiliano Negrete Peña y Alejandro Juan Ávalos Davidson.
4- Fernando Lauriani Maturana: 20 años de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Carreño Aguilar, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, César Arturo Emiliano Negrete Peña y Alejandro Juan Ávalos Davidson.
5- Gerardo Godoy García: 20 años de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Carreño Aguilar, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, César Arturo Emiliano Negrete Peña y Alejandro Juan Ávalos Davidson.
6- Ricardo Lawrence Mires: 20 años de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Carreño Aguilar, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, César Arturo Emiliano Negrete Peña y Alejandro Juan Ávalos Davidson.
7- Basclay Zapata Reyes: 15 años y un día de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Alan Roberto Bruce Catalán, Jaime Enrique Vásquez Sáenz, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Carreño Aguilar, María Teresa Eltit Contreras, María Isabel Joui Petersen, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, Juan René Molina Mogollones, René Roberto Acuña Reyes, Carlos Alberto Carrasco Matus, Hugo Daniel Ríos Videla, Agustín Alamiro Martínez Meza, Juan Rodrigo Mac-Leod Treuer, María Julieta Ramírez Gallegos, Luis Jaime Palominos Rojas, César Arturo Emiliano Negrete Peña y Alejandro Juan Ávalos Davidson.
8- Manuel Carevic Cubillos: 15 años y un día de presidio por los secuestros de María Isabel Joui Petersen, Marta Silvia Adela Neira Muñoz y César Arturo Emiliano Negrete Peña.
9- Raúl Iturriaga Neumann: 15 años y un día de presidio por los secuestros de María Isabel Joui Petersen, Marta Silvia Adela Neira Muñoz y César Arturo Emiliano Negrete Peña.
10- César Manríquez Bravo: 15 años y un día de presidio por los secuestros de Guillermo Roberto Beausire Alonso, Manuel Antonio Carreño Navarro, Iván Sergio Carreño Aguilar y Jacqueline Paulette Drouilly Yurich.
11- Orlando Manzo Durán: 10 años y un día de presidio por el secuestro de Jacqueline Paulette Drouilly Yurich.
En el aspecto civil, el fallo confirmó que el Estado de Chile debe pagar una indemnización total de $1.850.000.000 (mil ochocientos cincuenta millones de pesos) a familiares demandantes, en sumas que van desde los $50.000.000 (cincuenta millones de pesos) a los $150.000.000 (ciento cincuenta millones de pesos), según se detalla en la sentencia.
En los casos de los agentes Manuel Contreras Sepúlveda y Marcelo Moren Brito, se dispone que los antecedentes vuelvan al ministro de primera instancia, Leopoldo Llanos, para que dicte su sobreseimiento por fallecimiento.
Inauguran placa de memoria en la UCV en homenaje a ocho detenidos desaparecidos
Fuente :elclarin.cl 16/5/2019
Categoría : Prensa
En la Casa Central de la Universidad Católica de Valparaíso se inauguró ayer miércoles 15 de mayo una Placa de Memoria en recuerdo de ocho ex miembros de la comunidad universitaria, mujeres y hombres, que fueron ejecutados y hechos desaparecer por agentes del Estado de la dictadura cívico militar instaurada en nuestro país el 11 de septiembre de 1973.
Siete de ellos permanecen como Detenidos Desaparecidos: Jaime Aldoney Vargas, militante del Partido Socialista; María Teresa Eltit Contreras, militante del MIR; Alfredo García Vega, militante del MIR; María Isabel Gutiérrez, militante del MIR; Luis Muñoz Rodríguez, militante del MIR; Silvio Pardo Rojas, militante del MIR; y Miguel Woodward Iribarry, sacerdote, del Movimiento Cristianos por el Socialismo y militante del MAPU. El octavo de ellos, Enrique López Olmedo, fue secuestrado por personal de la Armada de Chile a fines de octubre de 1977 y Ejecutado, en un falso enfrentamiento, el 11 de noviembre del mismo año.
Decenas de personas asistieron a esta ceremonia organizada por la Universidad y el Colectivo de ex Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso “Rescatando la Memoria”, donde además estuvieron presentes integrantes de organizaciones de Derechos Humanos de la V Región, autoridades universitarias, dirigentes sindicales y sociales, como también alumnos, alumnas y dirigentes de la Federación de Estudiantes de la Católica.
El Rector de la Universidad Católica, Claudio Elórtegui dio inicio a este solemne acto, expresando: “Nos hemos reunido esta tarde para recordar a ex alumnos, académicos y funcionarios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso que fueron víctimas de la violación de los Derechos Humanos, siendo Detenidos Desaparecidos o Ejecutados durante la dictadura posterior al golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. Lo haremos descubriendo y bendiciendo una Placa de iguales características a la que se encontraba en este mismo lugar, en la cual podrán leer los nombres de los miembros de la comunidad universitaria a quienes fueron conculcados sus derechos
A nombre del Colectivo Rescatando la Memoria, integrado por ex alumnas y ex alumnos de la Universidad Católica de Valparaíso, hizo uso de la palabra Eliana Vidal, quien manifestó:
“Es un momento muy especial el que hoy nos une, que es el recuperar la memoria olvidada que simboliza un acto de reparación.
Hace dos años, en el marco de la conmemoración de los 50 años del proceso de Reforma universitaria, que se realizó en nuestra Universidad, comenzamos a ubicar a ex alumnas y ex alumnos de esos años. Ubicando a esa gente nos empezamos a dar cuenta que también había alumnos y alumnas de esta Universidad que ya no estaban, pero que tampoco sabíamos dónde estaban. Y, en la última actividad de esa semana de junio del 2017, le presentamos una carta al Rector don Claudio Elórtegui donde le solicitábamos la colocación de una Placa en homenaje a la lucha que dieron por un mundo mejor, más justo, más solidario, 8 compañeros y compañeras, integrantes de esta Universidad, que habían sido detenidos, torturados, asesinados y hechos desaparecer durante la dictadura cívico militar que comenzó en 1973.
Esa carta no solamente la firmábamos las personas del Colectivo de ex alumnos y alumnas, sino que también fue apoyada por organizaciones de Derechos Humanos que voy a nombrar a continuación: Comisiones de DDHH de Valparaíso, Viña del Mar y Quillota; Agrupación de ex Presos y ex Presas Políticas de la V Región; Agrupación de ex Menores Víctimas de Prisión Política y Tortura; Agrupación de EjecutadosPpolíticos V Región; Colectivo ex Presas Políticas El Buen Pastor; Exil Chile V Región; Rocas Santo Domingo, Sitio de Memoria; y el Instituto de Derechos Humanos V Región.
fundamentales…”
Hay un agradecimiento especial que queremos hacer y es a las Federaciones de Estudiantes. En primer lugar a la Federación de Estudiantes del año 2017, encabezada por Camila Lucero y su equipo, que también participaron con nosotras en los 50 años de la Reforma Universitaria. También a la Federación que siguió, encabezada por Felipe Godoy y Catalina Castillo, y a la actual cuya Presidenta es Sáfora Pinto. Todas ellas siempre estuvieron dispuestas a dar su apoyo a esta iniciativa. Para nosotras y nosotros la participación de la Federación de Estudiantes es vital, porque son las y los que continúan el camino.
Nuestras compañeras y compañeros, por lo cual hoy nos reunimos para recordarlos y saludarlos, eran militantes de izquierda, varios de partidos políticos como el Partido Socialista, el MIR, el MAPU, con ese sueño en común que tuvimos tantas y tantos de nosotros de que esa realidad que vivíamos la podíamos cambiar. Sin embargo algunos fueron ya detenidos cercanos al 11 de septiembre de 1973.
Y, pese a que en un momento pareció que todo se derrumbaba, otras y otros continuaron la lucha en las condiciones más adversas, la lucha contra la dictadura cívico- militar.
Cada uno de ellas y ellos llevaba en sus vidas algo hermoso de esta Universidad. Hoy no están. Por eso pensamos que era justo que volvieran a casa, a esta casa, a nuestra casa, con este homenaje a esa lucha que dieron, para que sirva -ojalá- de ejemplo a la juventud que pasa por estas aulas.
Jaime, María Teresa, Alfredo, María Isabel, Enrique, Luis, Silvio y Miguel, bienvenidas y bienvenidos a casa, porque los sueños que tuvieron siguen vivos y ustedes seguirán presentes en ellos, ¡Ahora y siempre! “
Después de escuchar los nombres, a través de las palabras entrecortadas por la emoción expresadas por Eliana Vidal, se procedió a destapar una Placa de mármol, ubicada en la muralla izquierda del hall de entrada a la Casa Central de la Universidad Católica de Valparaíso, en donde están inscritos los nombres de: JAIME ALDONEY VARGAS; MARÍA TERESA ELTIT CONTRERAS; ALFREDO GARCÍA VEGA; MARÍA ISABEL GUTIÉRREZ MARTÍNEZ; LUIS MUÑOZ RODRÍGUEZ; SILVIO PARDO ROJAS; MIGUEL WOODWARD IRIBARRY; Y ENRIQUE LÓPEZ OLMEDO. Las letras grabadas sobre la Placa de Memoria, confeccionada en mármol de color blanco en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica, desafortunadamente no poseen ningún color que contraste, lo que dificulta su visualización incluso al estar en frente de ella y la cara de sorpresa de las y los asistentes fue evidente cuando fue destapada. Se espera que esto se solucione a la brevedad, para que los compañeros y las compañeras que allí se recuerdan, no continúen en esta especie de “anonimato visual”.
Universidad Católica entregó título póstumo a estudiantes víctimas del Gobierno Militar
Fuente :24horas.cl 31/12 /2018
Categoría : Prensa
El establecimiento educacional reconoció a alumnos, docentes y profesionales víctimas de la dictadura.
La Pontificia Universidad Católica de Chile le hizo un homenaje a 28 miembros de la casa de estudios, estudiantes y profesores, que fueron víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet.
En el acto realizado en el Aula Magna del Campus San Joaquín, al que asistieron cerca de 200 personas, se entregó el título póstumo a familiares y amigos de 10 estudiantes ejecutados, y además se recordó a docentes y profesionales que fueron víctimas de las violaciones a los derechos humanos.
El Rector Ignacio Sánchez, afirmó que colaboraron y trabajaron en conjunto con la Federación de Estudiantes, para concretar un acto "simbólico, de reparación, reconciliación" donde se conmemoró y entregaron títulos póstumos.
La ceremonia será precedida, además, por una misa oficiada por el vice-grancanciller de la Universidad, el Padre Cristián Roncagliolo, la que será concelebrada por varios sacerdotes que jugaron un rol preponderante en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura.
Las 28 personas que recibieron el título póstumo fueron:
– Diana Frida Aaron Svigilsky.
– Alejandro Juan Ávalos Davidson.
– Jenny del Camen Barra Rosales.
– Loepoldo Raúl Benitez Herrera.
– Patricio Biedma Schadewaldt.
– Alan Roberto Bruce Catalán.
– Carmen Cecilia Bueno Cifuentes.
– Mauricio Jean Carrasco Valdivia.
– Ignacio Orlando González Espinoza.
– Luis Enrique González González.
– José Eduardo Jara Aravena
– Juan Alberto Leiva Vargas.
– José Patricio del Carmen León Gálvez.
– Enrique López Olmedo.
– Víctor Eduardo Oliva Troncoso.
– Jaime Ignacio Ossa Galdames.
– Alicia Viviana Ríos Crocco
– Juan Carlos Rodríguez Ayraya.
– Eugenio Ruiz- Tagle Orrego.
– Enrique Antonio Saavedra González.
– Jilberto Patricio Urbina Chamorro.
– Omar Roberto Venturelli Leonelli.
– Héctor Patricio Vergara Doxrud.
– Ismael Darío Chávez Lobos.
– María Teresa Eltit Contreras.
– Ángel Gabriel Guerrero Carrillo.
– Samuel del Tránsito Lazo Maldonado.
– Ernesto Igor Ríos Céspedes.