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Grado : Teniente
Rama : Ejército
Ex militares deben responder por la muerte de 26 calameños Además por 13 víctimas en Copiapó. Proceso se lleva a cabo en la capital
Fuente :El Mercurio de Calama, 22 de marzo de 2006
Categoría : Prensa
Informaciones procedentes de Santiago y difundidas ayer por la página de internet de El Mercurio, además de los canales de televisión dan cuenta que nuevos procesamientos dictó, en Santiago, el ministro de fuero Víctor Montiglio en el marco del caso Caravana de la Muerte contra 13 oficiales (r) del Ejército por homicidios calificados cometidos en Copiapó y Calama.
Por la muerte de 26 víctimas en la localidad de Calama, el 19 de octubre de 1973, Montiglio procesó al coronel y comandante del Regimiento Calama, coronel Eugenio Rivera, al brigadier Carlos Langer, al mayor Carlos Minoletti Arraigada, al coronel Víctor Santander Véliz y al suboficial mayor Jerónimo Rojo.
Entre las 26 víctimas de Calama, figura Carlos Berger, quien fuera esposo de la abogada de derechos humanos Carmen Hertz.
Los oficiales (r) encausados fueron notificados ayer en horas de la mañana en dependencias de tribunales, para luego ser conducidos hasta el Batallón de Policía de Peñalolén donde permanecerán detenidos.
La nueva encargatoria de reo se suma a la recalificación de los delitos que la semana pasada efectuó Montiglio en la misma causa, oportunidad en que dejó fuera el delito de secuestro en este proceso.
En Calama, la nómina de los ejecutados políticos es la siguiente: Mario Argüéllez Toro, Carlos Berger Guralnik, Haroldo Cabrera Abarzúa, Gerónimo Carpanchay Choque, Bernardino Cayo Cayo, Carlos Escobedo Caris, Luis Gahona Ochoa, Daniel Garrido Muñoz, Luis Hernández Neira, Manuel Hidalgo Rivas, Rolando Hoyos Salazar, Domingo Mamani López, David Miranda Luna, Hernán Moreno Villarroel, Luis Moreno Villarroel, Rosario Muñoz Castillo, Víctor Ortega Cuevas, Milton Muñoz Muñoz, Rafael Pineda Ibacache, Carlos Piñero Lucero, Sergio Ramírez Espinoza, Fernando Ramírez Sánchez, Alejandro Rodríguez, Roberto Rojas Alcayaga, José Saavedra González, Jorge Yueng Rojas.
Copiapó
Las encargatorias de reo afectan al brigadier (r) Patricio Díaz Araneda, y a los oficiales (r) Ricardo Yáñez Mora, Waldo Antonio Ojeda y Marcelo Marambio Molina, por 13 víctimas que fueron detenidas el 17 de octubre de 1973 en Copiapó.
El magistrado encausó además como autores del homicidio calificado de tres dirigentes sindicales asesinados en la tarde del mismo día a los oficiales (r) Edwin Herbstard Gálvez, Fernando Castillo Cruz, Ramón Zúñiga Ormeño y Oscar Pastén Morales.
La "Caravana de la Muerte" fue una comitiva militar que entre octubre y noviembre de 1973 recorrió varias localidades chilenas, en las que sus integrantes ejecutaron al menos a 75 presos políticos.
Los procesados hoy por Montiglio no formaban parte de la comitiva, pero pertenecían a las dotaciones de los regimientos de Calama, donde fueron asesinados 26 prisioneros, y Copiapó, donde las víctimas sumaron 16.
De acuerdo con la resolución de Montiglio, algunos de los nuevos procesados participaron en las ejecuciones, otros se ocuparon de los entierros clandestinos de las víctimas o participaron, años más tarde, en su exhumación y lanzamiento al mar de los cadáveres.
Entre los procesados figura el coronel retirado Eugenio Rivera Desgroux, que en 1973 comandaba el regimiento de Calama y que en años posteriores ha asegurado que trató de oponerse a la orden del jefe de la "Caravana de la Muerte", el general Sergio Arellano Stark, de asesinar a los prisioneros.
También fue procesado el ex mayor Carlos Minoletti, que dirigía la compañía de Ingenieros del regimiento y se habría encargado de sepultar los cadáveres en el desierto.
A finales de 1976, Minoletti, según el expediente, dirigió también la exhumación de los cuerpos para que fuesen lanzados al mar.
La exhumación se hizo con una máquina excavadora y en el lugar quedaron centenares de fragmentos óseos que permitieron, en los años 90, reconstruir los hechos e incluso identificar a algunas de las víctimas.
Del personal del regimiento de Calama fueron procesados también el ex brigadier Carlos Lange von Furstenberg, el suboficial Gerónimo Rojo y el coronel Víctor Santander Véliz.
De los que pertenecían al regimiento de Copiapó fueron enjuiciados el general retirado Erwin Gestaer Gálvez; el brigadier Patricio Díaz Araneda, los coroneles Ricardo Yáñez Mora y Marcelo Marambio Molina, y el teniente coronel Waldo Ojeda Torrent.
Además, los ex oficiales Fernando Castillo Cruz, Oscar Pastén Morales y Ramón Zúñiga Ormeño.
Los procesados fueron detenidos en las primeras horas de ayer y llevados para ser notificados de la resolución ante el juez Montiglio, quien dispuso su reclusión en el Batallón de Policía Militar, en el sector oriente de Santiago.
Juez Guzmán
El caso de la "Caravana de la Muerte" estuvo anteriormente a cargo del juez Juan Guzmán Tapia, que en 2001 procesó a Augusto Pinchet, pero el ex dictador (1973-1990) fue absuelto por la Corte Suprema por padecer supuestamente demencia subcortical.
La semana pasada, Montiglio resolvió cambiar de secuestro a homicidio el delito por el que están procesados los integrantes de la "Caravana de la Muerte" en los casos de diecinueve víctimas, lo que despertó el temor de la parte querellante de que se aproxime un fallo de amnistía para los autores o la prescripción del caso.
Montiglio
El ministro de fuero Víctor Montiglio explicó las razones por las cuales recalificó el procesamiento desde secuestro a homicidio calificado en el marco del caso Caravana de la Muerte.
"Hay que aceptar los hechos como objetivamente son", dijo el magistrado tras notificar a los 13 nuevos procesados en la causa, para referirse a la convicción de que las víctimas están muertas.
"Partimos de la base que están los certificados de defunción, los testimonios, confesiones por lo que yo creo que es casi imposible decir que están secuestrados", aseveró el juez.
Montiglio declinó pronunciarse sobre la posibilidad de aplicar la amnistía o prescripción a estos delitos, sosteniendo que no corresponde hacerlo en esta etapa procesal.
Junto con ello, precisó que investigará los hechos hasta el final. "El papel mío es el de un juez instructor que tiene que realizar todas las gestiones necesarias para que la causa quede en condiciones de ser resuelta convenientemente", afirmó.
Los militares procesados fueron trasladados en medio de una manifestación de familiares de las víctimas, quienes gritaban "asesinos", mientras eran trasladados hasta el Batallón militar de Peñalolén, donde permanecerán durante las próximas horas.
El ministro debe resolver si concederá la libertad provisional a los uniformados que se la solicitaron.
Justicia acusa a nueve represores por el caso de la "Caravana de la Muerte"
Fuente :El EconomistaAmerica.cl, 7 de Febrero 2014
Categoría : Prensa
El general Sergio Arellano, que comandaba la misión, actuaba como "delegado del comandante en jefe", lo que significaba que debía ser obedecido como si fuera el propio Pinochet, involucró también en los crímenes a militares de las guarniciones locales para asegurar su lealtad a la dictadura, según historiadores.
La Justicia chilena acusó s a nueve represores de la dictadura por la muerte y desaparición de 16 opositores en el llamado caso "Caravana de la Muerte", uno de los episodios de violaciones de los derechos humanos más emblemáticos del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).
De acuerdo a fuentes judiciales, la jueza especial de la Corte de Apelaciones de Santiago, Patricia González Quiroz, acusa a los nueve por secuestro y homicidio calificado (desaparición) de 13 víctimas.
Ellos son el general Sergio Arellano Stark, que comandaba la misión, Carlos Arredondo, Pedro Espinoza, Marcelo Moren, Patricio Díaz, Ricardo Yañez, Waldo Ojeda, Marcelo Marambio y Oscar Haag.
Asimismo, la jueza acusó también por secuestro calificado en carácter reiterado a Arellano Stark, Arredondo, Espinoza, Moren y Haag, además de Ramón Zúñiga Ormeño, Fernando Castillo Cruz, Edwin Herbstaedt Gálvez y Oscar Pastén Morales.
La desaparición
Según los antecedentes recopilados por la justicia chilena, en horas de la noche del 16 de octubre de 1973 llegó un helicóptero Puma hasta Copiapó -804 kilómetros al norte de Santiago- donde viajaban Arellano Stark y varias otras personas.
Junto a un grupo de militares pertenecientes al Regimiento Atacama, de Copiapó, se llevaron a cuatro personas detenidas en la unidad de militar y las subieron a un camión.
Posteriormente se dirigieron a la Cárcel Pública y subieron a nueve personas más, que se encontraban privadas de libertad por orden de la autoridad militar.
Los 13 detenidos fueron llevados a la Cuesta Cordone, los obligaron a descender del vehículo y junto con otros militares que estaban en el lugar, le dispararon a cada uno de ellos.
Un día después, otro grupo de militares se trasladó hasta las barracas donde mantenían a detenidos políticos y se llevaron del lugar a tres personas trasladándolos también hasta la Cuesta Cardone, donde según los antecedentes "se pierden sus rastros" sin que nadie hasta la fecha conozca los paraderos de las tres víctimas.
La mayoría de los acusados ya purga en la cárcel varios años de condenas por otros casos de violación a los derechos humanos.
Los opositores a la dictadura dieron el nombre de "Caravana de la Muerte" a una comitiva militar que, comandada por el general Sergio Arellano Stark, recorrió en helicóptero diversas ciudades de Chile, en las que sus integrantes asesinaron a cerca de un centenar de presos políticos a los que sacaron previamente de las cárceles.
La difícil vida de Luis Urzúa, quien será el último minero en ser rescatado.
Fuente :ElPinguino.com, 13 de Octubre 2010
Categoría : Prensa
Poco se sabe de Luis Urzúa (54 años) y de su familia, la que menos ha hablado de las 33. Sin embargo, este jefe de turno, oriundo de Vallenar, es igual de importante, o más, que el mismísimo Laurece Golborne, ministro de Minería, y que André Sougarret, el ingeniero de Codelco que ha liderado la operación de rescate. Sin él, el rescate no se hubiera podido llevar a cabo.
El jefe de turno de los mineros de San José, de profesión topógrafo, fue el primero en hablar con el mundo exterior. -"Aló, ¿Con quién hablo?", dijo Golborne. "¿Me escucha?", contestó una voz a más de 650 metros de profundidad. "Lo estamos escuchando todos fuerte y claro. ¿Quién habla?". "Está hablando el jefe de turno, Luis Urzúa. Estamos bien. Esperando que nos rescaten". Las fuentes oficiales ya han confirmado que este 'héroe de Atacama' será el último en salir, por lo que se convertirá en el ser humano que más tiempo habrá permanecido bajo la superficie terrestre, un título que, después de 67 días de sufrimiento y alegría, se lo tiene bien merecido. Sin embargo, muy poca gente sabe lo dura que ha sido la vida de este luchador nato.
Persona tranquila, el mayor de seis hermanos, colaboró en la crianza de los más pequeños. Luis fue un sufridor, no tuvo más remedio. Su padre, Luis Urzúa padre, murió asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet cuando él era casi un niño. Pertenecía al Partido Comunista (PC). Su padrastro, Benito Tapia, también fue asesinado por en la caravana de la muerte. Pertenecía al Partido Socialista.
Las autoridades gubernamentales y la agencia espacial estadounidense (NASA) calificaron a Luis Urzúa hijo, atrapado, como 'líder natural'. "Mi hijo siempre ha sido muy disciplinado, en la casa era el que llevaba la batuta entre sus seis hermanos. Como mi marido murió cuando ellos eran pequeños, Luis ha sido el hombre de la casa, el que me ayudó a criar a sus hermanos y el que siempre puso las reglas", cuenta Nelly Iribarren, madre del 'héroe de Copiapó'.
"Luis es minero hace 31 años, tiene conocimientos de rescate subterráneo y primeros auxilios, por eso sabíamos que él buscaría alguna forma de salir de ahí. Es más, yo me imaginaba cómo mi negro debía estar dando vueltas por el refugio pasando lista a sus compañeros, racionando la comida y entregándoles labores, porque él es así, mandón, pero ordenado", asegura esta mujer de 78 años, quien no sube al Campamento Esperanza por problemas de salud.
Lo que no cuenta esta buena mujer es el sufrimiento que pasaron ella y sus hijos, incluido el que será el hombre que más tiempo estuvo en las entrañas de La Tierra, si todo sale bien. Del primer padre de Luis Urzúa se sabe poco. Sólo que también se llamaba Luis Urzúa y que desapareció en la dictadura militar del general Augusto Pinochet. Del segundo marido de Nelly Iribarren, madre de Luis, se sabe más.
Benito Tapia Tapia, de 32 años, empleado de Cobresal, el padrastro de Luis Urzúa, todo un padre para el minero. Fue dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores del Cobre y miembro del Comité Central de las Juventudes Socialistas. El l7 de septiembre de l973 fue detenido y conducido al presidio de Copiapó. Desde allí, al Regimiento de esa ciudad. Ya no vivió más.
Benito fue asesinado por la Caravana de la muerte junto al gerente general de Cobresal, Ricardo Díaz Posada, y junto a Maguindo Castillo Andrade, dirigente sindical al igual que él.
A las nueve de la mañana del miércoles 17 de octubre de 1973, el mayor Carlos Brito del Regimiento Atacama de Copiapó sacó a Ricardo García de la cárcel pública. A las 19:20 de ese día, el sargento Óscar Pastén hizo lo mismo con Benito Tapia y Maguindo Castillo. Los tres fueron conducidos al regimiento.
Del regimiento se fueron al cementerio. "El fusilamiento de García, Castillo y Tapia lo dirigió el teniente Ramón Zúñiga Ormeño, y lo acompañó el subteniente Fernando Castillo Cruz", declaró hace unos pocos años Díaz Araneda ante el juez Juan Guzmán.
Arturo Araya, asistente del médico legista Juan Mendoza, llegó temprano a la morgue de Copiapó aquel día 18. Vio los tres cuerpos tendidos en camillas y tapados con sábanas blancas. Destapó a uno para desvestirlo y preparar la autopsia, pero el administrador del cementerio, Leonardo Meza, se lo impidió. "Esos cuerpos son intocables", le dijo.
Los tres cuerpos fueron sepultados sin urnas en una fosa abierta en el Patio 16. En el libro de ingreso a García se asignó el número 13, Tapia el 14 y Castillo el 15. Días después, Bernardo Pinto, trabajador de Cobresal, pagó a un sepulturero para que abriera la fosa y lo que vio no lo olvidó jamás.
Cuando salgan a la superficie, más "Estaban sin ataúdes y los tres cuerpos destrozados, con tajos en la cara, el tórax, las piernas, se les veían a veces los huesos en las heridas", manifestó Bernardo. Poco después, los tres cuerpos, incluido el de Benito, desaparecerían para siempre del cementerio.
Maglio Cicardini, alcalde de Copiapó y Sergio Iribarren, primo de Luis Urzúa y concejal de Vallenar corroboran la historia: "Sí, es cierto, su padre y su padrastro murieron asesinados". Jaime Tapia, hermano del asesinado Benito, se halla en el campamento. Representa a Luis Urzúa. Ante la pregunta de sí a su hermano lo asesinaron en la dictadura o no, contesta: "No puedo contar nada, las cosas se sabrán a su debido tiempo, después de que salgan".