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Sotomayor Zúñiga Orlando Tomas – Memoria Viva

Sotomayor Zúñiga Orlando Tomas

Rut:

Cargos: Cabo 1° de Carabineros

Grado : Cabo 1°

Rama : Carabineros


KARIN EITEL, CARMEN GLORIA QUINTANA Y MARIA PAZ SANTIBAÑEZ: LAS DEUDAS PENDIENTES DE CHILE

Fuente :PRIMERALINEA : 15/02/02

Categoría : Prensa

Una vez sus casos conmovieron a los chilenos dando la voz de alarma sobre el grado de horror que alcanzaba la dictadura, ya bien avanzada. Hoy reconstruyen su vida las tres mujeres que sufrieron quemada viva, torturada ante la pantalla chica y baleada, en medio de conflictos como la falta de disculpas del Estado, del ansiado perdon y de justicia efectiva. por Mercedes Castro Fuente:…PrimeraLinea
La incognita permanente en los casos de violaciones a los derechos humanos es como las victimas, si sobreviven, pueden rehacer sus vidas e intentar superar los horrores a que fueron sometidos. Los retrasos en las investigaciones judiciales, las condenas irrisorias a los culpables y en muchos casos el nulo apoyo del Estado, contribuyen a que el pasado doloroso este mucho mas cerca de lo que algunos quisieran y la palabra reconciliacion suene ajena a una verdad en que nunca nadie les pidio perdon o tuvo el mas minimo gesto de arrepentimiento.
Con no mas de veinte años, tres mujeres vivieron episodios oscuros y tristemente celebres de la dictadura. Se trata de Karin Eitel, detenida en noviembre de 1987 acusada del secuestro del coronel (r) Carlos Carreño; de Carmen Gloria Quintana, quemada viva por una patrulla militar el 2 de julio de 1986 y, de la pianista Maria Paz Santibañez, baleada en la cabeza en las afueras del Teatro Municipal durante las protestas por el dia de la defensa de la educacion superior, el 24 de septiembre de 1987.
En menos de un año, Chile fue conmocionado con la imagen de una mujer con evidentes rastros de haber sido torturada. Su rostro mintarrajeado se transmitio por Television Nacional inculpandose de un crimen que no conocio. Se bservo con horror a dos jovenes quemados sin mediar explicacion, en medio de una protesta de pobladores.
Finalmente, el caso de una estudiante que tuvo la "mala suerte" de cruzarse en el camino de un oficial de Carabinero, quien sin mas disparo a su cabeza causando lesiones en su estado de ingravidez, que solo con el paso del tiempo ha podido superar.
Y curiosamente hoy, ya nadie o muy pocos recuerdan las deudas pendientes con cada una de ellas. Maria Paz Santibañez reside en Francia terminando un post titulo y espera volver a Chile, donde aun no recibe el pago de una demanda indemnizatoria que gano en primera instancia contra el Estado por 40 millones de pesos.
Carmen Gloria Quintana reparte su tiempo entre su familia, el trabajo en una consulta particular y su quehacer en el hospital Gustavo Fricke como sicologa. Karin Eitel trabaja infatigable en el Conace, disfrutando ahora de vacaciones.
En el caso de Maria Paz, el unico pendiente a la fecha en la causa civil, el abogado Nelson Caucoto gano a mediados de 1999 la demanda que interpusiera en representacion de la pianista.
Ante la inminente apelacion del Consejo de Defensa del Estado, que promovia el pago de una indemnizacion menor y el interes de la afectada de una compensacion mayor considerando el daño sicologico y fisico que le dejo el impacto de bala -en primera instancia perdio totalmente la motricidad fina en la zona izquierda de su cuerpo- se opto por apelar subiendo hasta el tribunal de alzada capitalino.
En esa instancia aun descansa el proceso civil, que sin tener caracter prioritario, promete ser revisado -con suerte- a mediados de años y que redunda en que Maria Paz jamas haya recibido una disculpa del Estado y menos aun de su agresor, el cabo primero Orlando Tomas Sotomayor Zuñiga, quien solo estuvo detenido por dos meses por cuasidelito de lesiones graves y luego siguio adelante con su carrera en la institucion.
El olvido y el perdon
Desde Francia, Maria Paz comenta a Primera Linea que estuvo muchas veces a punto de cerrar el juicio "porque tenerlo abierto es aumentar el dolor, pero por otro lado yo se que es algo que se debe hacer. justicia es justicia". Y añade que en el plano de los derechos humanos "no creo que se pueda hablar de reconciliacion, salvo en ocasiones muy puntuales donde se ha podido conocer la verdad".
Mencion aparte merece el dilema de perdonar o no: "Eso queda para el resto de la vida. Yo todos los inviernos tengo que ponerme un gorro en la cabeza porque tengo un hoyo, si un hoyo, y me duele la cabeza y yo no he escuchado a nadie que me pida perdon. Para perdonar a alguien tu tienes que ver a otro que te pida disculpas y ahi uno podria reflexionar. Yo nunca he visto al policia que me ataco. entonces que voy a hacer".
La frase se repite en la historia de Karin Eitel que segun sus mas cercanos intenta mantenerse ajena al tema. El fantasma de las torturas, del juicio llevado a cabo por el fiscal Fernando Torres Silva, del video que se transmitio por TVN y de los años que estuvo detenida -solo recobro la libertad el 2 de agosto de 1991- periodo en que deambulo por los cuarteles clandestinos de la disuelta CNI.
Aun mas, la joven condenada por la justicia militar inicio en su momento acciones judiciales por apremios ilegitimos y tormentos, causa que fue cerrada con una velocidad abismante por la Sexta Fiscalia Militar. Desde la carcel, en 1990, la joven impacto hablando de las agresiones, del video manipulado y, adelantandose en el tiempo: del perdon y la reconciliacion. "No es facil hablar del tema, pero creo que todos los que hemos pasado por la CNI del regimen anterior y sufrido la tortura debemos dar nuestro testimonio, entregar nuestra experiencia, porque es necesario que todo el mundo lo conozca", sostuvo.
"No se puede permitir que estas practicas vuelvan a ocurrir o aceptar con resignacion que hayan ocurrido durante mas de 16 años. Pienso que el problema de la tortura, de los derechos humanos, no es solo de los afectados directamente, sino de todo el pais", y añade que "para que haya reconciliacion no hay que olvidar que paso, sino que es necesario e imprescindible que se haga justicia y una justicia transparente".
Lamentablemente en su caso, como en otros de torturas y secuestros a manos de los servicios represivos, jamas hubo un juicio que se pudiera calificar en la categoria de justo.
La pregunta que queda entonces en el aire es si hoy, con una Corte Suprema abierta a indagar sobre el delito de secuestro, que rechaza la ley de Amnistia y la prescripcion en la fase sumaria, con jueces especiales y ministros en visitas y de fuero prontos a buscar osamentas e interrogar a cualquier acusado, el panorama hubiera sido distinto en el caso de Eitel, Santibañez y Quintana.
Cicatrices imborrables
Punto aparte es la situacion de Carmen Gloria Quintana, quien pese a recibir una indemnizacion del Estado de 240 millones por daños morales y once millones por daños directos, debe enfrentar el dia a dia con el rostro marcado por las quemaduras que le cambiaron la vida y que hacen diferente su quehacer como sicologa en Viña del Mar.
Durante doce años Carmen Gloria y su abogado Hector Salazar esperaron con paciencia que por fin se materializara el pago de la indemnizacion, antes ya habian visto con incredulidad como el capitan de Ejercito (r) Pedro Fernandez Ditus, solo uno de los culpables de las lesiones de la sicologa y de la muerte del fotografo Rodrigo Rojas Denegri, era condenado a 600 dias. Pese a ello, al termino de los procesos judiciales, y de una audiencia ante la ONU en que el mundo supo una vez mas los horrores de la dictadura, la defensa de la joven señalo que "este ha sido un proceso muy largo y tedioso para ella, ya quiere descansar".
"Fue un hecho que marco mi vida, que me transformo completamente. Yo no puedo esconder lo que me paso porque se me nota. Estoy marcada con cicatrices, por eso que no puedo vivirlo como algo pasado, sino como un hecho que paso hace muy poco", dijo en 1996.
Y en concordancia con las opiniones de las otras dos victimas, sostiene que "lo unico que se puede hacer para resolver el tema es integrar a la historia del pais todo lo que sucedio y no hacer como si nada hubiera pasado. porque creo que es imposible que se haga justicia". Añade que "durante los primeros años, cuando me entrevistaban siempre me consultaban si tenia rabia y yo siempre respondia que no. Pero era mas por acoplarme a un discurso oficial donde no era posible sentir rabia porque entonces uno era terrorista. Ahora con mas madurez, quizas, puedo decir que tengo mucha rabia, por lo que paso y por lo que pasa".
Año tras año, tanto Carmen Gloria Quintana como Karin Eitel y Maria Paz Santibañez se han recluido en sus actividades personales, su familia, su trabajo e intentan reconstruir una vida que fue tan violentamente marcada y se convirtio en un simbolo de la represion viva. Lo que para cualquier persona es normal, para ellas es diferente. El estigma que las rodea hace incluso que muchas veces antes de presentarse se les mencione como aquella estudiante baleada, como la joven quemada o la mujer que fue torturada y aparecio en television confesando en un inclemente interrogatorio. Desde el mundo de los pobladores Carmen Gloria padecio las quemaduras, desde la arena mas politica Karin fue juzgada por un secuestro, y desde el ambito estudiantil Maria Paz fue atacada a tiros.
Por eso tal vez no extraña que desde Francia, Maria Paz, quien finalmente pudo terminar sus estudios de piano y sueña con tocar en Chile, pero sin con el sello de la estudiante baleada sostiene que "hasta el dia de hoy se observa que los militares siguen siendo premiado por todas las barbaridades que cometieron", haciendo alusion a que el culpable de los disparos que cercenaron parte de su masa encefalica volvio al poco tiempo a sus funciones habituales mientras ella intentaba recuperar algo de la motricidad perdida. Viviana Diaz, presidenta de la Agrupacion de Familiares de Detenidos Desaparecidos, recuerda cada uno de los casos, pero asegura que con el paso del tiempo las tres victimas han preferido alejarse, al menos publicamente, de este ambito. "Son tres mujeres que a pesar de todo lo que les ocurrio hoy tienen su vida propia, y yo creo que ellas son la mejor respuesta a todo lo que vivio nuestro pais que a pesar de todo es posible superarse y salir adelante", aunque aclara el proceso no esta exento en absoluto de dolores.


CARABINERO QUE DISPARÓ A PIANISTA EN 1987: “ELLA NO SABE LO QUE YO HE SUFRIDO”

Fuente :La Nación,  8 de mayo de 2014

Categoría : Prensa

Es el uniformado que en medio de una protesta contra Federici baleó en la cabeza a María Paz Santibáñez frente al Municipal. Valoró que ésta se encuentre bien. Sus primeras declaraciones a la prensa coinciden con la designación de la artista como Agregada Cultural de Chile en Francia.

A 27 años del día en que el carabinero Orlando Sotomayor le disparara en la cabeza a la en ese entonces estudiante María Paz Santibáñez en el marco de una manifestación a un costado del Teatro Municipal en contra del rector José Luis Federici, el victimario rompió su silencio señalando entre otras cosas que tanto él como la recientemente designada Agregada Cultural en Francia, fueron "instrumento" de una situación mayor que vivía el país en medio de la dictadura de Augusto Pinochet.

Las declaraciones las realizó al noticiero 24 horas de TVN donde señaló además que nunca tuvo la posibilidad de manifestar su alegría por su recuperación: "Nunca tuve la oportunidad de expresar mi alegría porque ella esté bien y recuperada, porque no hay que olvidar que en esa ocasión nosotros fuimos un instrumento de una situación que se vivía en el país", relató el ex sargento de Carabineros.

Sotomayor dijo además que no sólo Santibánez fue víctima de ese sangriento incidente: "Ambos fuimos perjudicados. No me cabe ninguna duda que a raíz de su lesión va a decir que ella fue la más perjudicada, pero ella no conoce todo lo que yo he vivido", aseveró. El ex funcionario policial agregó: "Tuve que cargar con ese dolor de haber vivido y de haber sido entre comillas elegido para estar en ese lugar para que me sucediera lo que me sucedió a mí y a ella. Fue y será siempre un mal recuerdo, pero sí estoy tranquilo y contento además, porque ella está bien".

ESTUDIANTES CONTRA FEDERICCI

Los hechos ocurrieron un 24 de septiembre de 1987 y el entonces carabinero fue designado para dirigir el tránsito en la intersección de las calles Agustinas y San Antonio, justo en la esquina donde se emplaza el Teatro Municipal. Por ese tiempo la noticia era el permanente rechazo por parte de los estudiantes al rector José Luis Federici, quien fue designado por la dictadura y siendo su primera medida la implementación de un plan de racionalización universitaria y que implicaba entre otras cosas reducir personal administrativo y profesores, vender activos y cerrar algunas carreras. Fue ese el contexto que se vivía por esos días y en una de esas marchas que sucedió lo que para todos resultó inexplicable en términos de la reacción de un carabinero en contra de una estudiante que se manifestaba.

Las imágenes del noticiero independiente Teleanálisis mostraron a María Paz Santibáñez en el piso y con gran cantidad de sangre que salía desde su cabeza. A la larga el carabinero Sotomayor fue condenado por la Justicia Militar por cuasi delito de lesiones graves, sin embargo, jamás pagó su pena en la cárcel siendo de alguna manera protegido por los aparatos represores de la época. En tanto María Paz pudo salvar su vida pero con algunas secuelas que la obligaron a iniciar una larga rehabilitación que le permitió con el tiempo retomar de manera normal sus actividades y principalmente su carrera de pianista.

LA HORA DEL PERDÓN…

"Yo no tuve la intención de agredir a nadie en ningún momento. Las circunstancias fueron así, lamentablemente fueron así y a la larga el más perjudicado fui yo. No tenía cómo zafarme de esa situación y en ese momento la decisión fue esa. ¿Estuvo bien o estuvo mal?… cómo podríamos saberlo ahora… si a la larga y si lo vemos como una forma de procedimiento, yo estoy vivo y ella está viva gracias a Dios", señala Sotomayor.

Finalmente y en relación a si le pediría perdón a María Paz, Orlando Sotomayor señaló "Tal vez perdón le pediría por lo que ha vivido, pero es que lamentablemente los dos estábamos en la misma situación. Los dos fuimos instrumento del momento que se vivía. Ahora podría decirle a ella que me pidiera perdón…pero ¿por qué?. Pedirle perdón es como extraño, porque lamentablemente ella ni se imagina lo que yo he sufrido", remarca el ex Carabinero.

Consultada por las declaraciones del carabinero que le disparó hace 27 años, María Paz Santibáñez dijo que no ha tenido la oportunidad de ver las declaraciones y que tampoco le interesa mucho conocerlas. De todas maneras argumentó:"Yo creo que este país poco a poco ha ido recobrando la dignidad y es lo que corresponde", indicó.