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Soto Román Hipólito Del Carmen – Memoria Viva

Soto Román Hipólito Del Carmen

Rut: 6915407-7

Cargos:

Grado :

Rama : Ejército

Organismos : Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)


Rol Nº 2182-98: Villa Grimaldi

Fuente :Poder Judicial, 27 de Junio 2014

Categoría : Prensa

27) Dichos de Hipólito del Carmen Soto Román, funcionario de Ejército, destinado a la DINA, al cuartel de “Londres 38” a realizar labores de guardia.

Expone “En cuanto a Carrasco, éramos compañeros de guardia y lo que sé es que lo detuvieron porque su madre pertenecía a un partido de izquierda, me parece que lo tuvieron encerrado en la Villa Grimaldi. Lo encerraron en la Torre y al tratar de escapar se lanzó y se quebró una pierna. Se decía que lo había matado personal de la DINA…

La tortura que se aplicaba a los detenidos en Villa Grimaldi era la siguiente; en una ocasión, cuando me encontraba de turno en Villa Grimaldi, me llamaron para prestar colaboración en el interrogatorio de un detenido, para lo cual me tocó ir hasta la casa de madera que estaba a tras del cuartel, a cargo de los interrogatorios estaba “Oscar” Andrade. A este detenido se le aplicaba electricidad en su cuerpo en la llamada “Parrilla”. Mi colaboración fue solo afirmar al detenido.

En este tipo de sesión por lo general había tres funcionarios, uno de ellos hacía las preguntas, el otro aplicaba la corriente y el tercero era el que amarraba y afirmaba al detenido…Otras torturas que escuché se aplicaba en Villa Grimaldi, es que en una ocasión Marcelo Moren Brito con golpe de varilla hizo hablar a un detenido, luego que otros agentes no lograron sacarle información.

Se comentaba que al mismo Moren Brito le gustaba pasarle por encima del cuerpo de los detenidos los vehículos. El no conducía, sólo dirigía”.

En otra ocasión, desde la sala de torturas que se ubicaba al fondo del cuartel Villa Grimaldi, los operativos que estaban torturando a un detenido mandaron a buscar a un guardia para que le colaborara. La colaboración consistía en que al detenido se le había cortado las venas de los dos brazos, pero era necesario cortarle una última vena para que muriera y como los operativos no se atrevían querían que uno de los guardias lo hicieron

A Marcelo Moren Brito también le gustaba sacarle los dientes a los detenidos, esto lo hacía el mismo con alicate. En cuanto a Eduardo Lauriani, era jefe de una agrupación. Lo conocí en Villa Grimaldi. Era como “loco”, era hiperkinético (fs. 23968, 28252).