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Rojas Delzo Luis Benito – Memoria Viva

Rojas Delzo Luis Benito

Rut:

Cargos: Medico Comandante de la Sección Sanidad Regimiento N° 15 Infantería Calama

Grado : Teniente

Rama : Ejército

Regimiento N° 15 Infantería Calama
Caso Caravana episodio Calama A


Procesan a un sacerdote por fusilamiento en Calama

Fuente :Diario Crítico, Agosto 2007

Categoría : Prensa

Un sacerdote, que en 1973 era capellán del ejército, fue procesado por la Corte de Apelaciones de Antofagasta, acusado de encubridor del fusilamiento de 28 personas, ocurrido en la ciudad de Calama el 19 de octubre de ese año durante el paso por esa ciudad de la “caravana de la muerte” que comandaba el general Sergio Arellano Stark.

Los procesados, por decisión unánime de la Corte, son en total 12 personas, y entre ellas aparecen dos ex generales del Ejército, un médico y varios civiles. Es la primera vez en Chile que se inicia un proceso contra un sacerdote católico por estar implicado en graves atropellos contra los derechos humanos.

En la actualidad, el religioso, Luis Exequiel Jorquera Molina, se desempeña en la parroquia Santa Elena de Las Condes, en el sector más acomodado de Santiago. Consultado por el diario La Segunda, el sacerdote dijo “no tengo nada que ver con tales hechos”, aunque confirmó que estaba en el lugar. Sin embargo, el tribunal ordenó su detención y reclusión. 

Entre los demás procesados destacan el ex militar Armando Fernández Larios, residente en la actualidad en Estados Unidos bajo custodia del FBI por haberse acogido al programa de protección de testigos. Fernández Larios, ex agente de la CNI, participó en el asesinato del ex general Carlos Prats, en Buenos Aires.

Otro de los procesados es el actual general (r) y ex comandante del Regimiento de Infantería Reforzado Motorizado N° 15 de Calama, Eugenio Rivera Desgroux; también el entonces segundo Comandante de esa unidad y Fiscal Militar no letrado, Oscar Figueroa Márquez.

La lista de los procesados se complementa con los nombres de Carlos Max George Langer Von Furstemberg, Carlos Humberto Minolleti Arriagada y Jerónimo Tomás Rojo Rojo, como autores  del delito reiterado de homicidio calificado.

También son procesados el médico Luis Benito Rojas DelzoLuis Mario Aracena Romo, Julio Fernando Salazar Lantery, Domingo Antonio Flores Figueroa Miguel Eduardo Trincado Araneda.

Según el fallo unánime de los ministros Enrique Álvarez, Oscar Clavería y la abogada integrante Nancy Mellado, los doce inculpados participaron en el fusilamiento de 28 personas, entre ellos un menor de 18 años.

Tres de los acusados se encuentran fuera del país, por lo cual los jueces ordenaron iniciar los trámites para solicitar su extradición. Los demás deberán ser detenidos para ingresar en prisión preventiva.

Los militares que procedieron al fusilamiento de las víctimas, algunas de las cuales ya habían sido condenadas por la justicia militar a penas menores de reclusión, abandonaron el lugar y ordenaron sepultar los restos. En este capítulo participa el capellán del regimiento, sacerdote Luis Jorquera, acusado como encubridor del delito reiterado de homicidio calificado.

Entre uno y dos años después del fusilamiento, los restos de las víctimas fueron trasladadas a otro lugar “más seguro”, y días después fueron cargados en aviones, tanto de la Fuerza Aérea de Chile como del Ejército, con el objeto de arrojarlos al mar y hacer desaparecer la evidencia.


Rol Nº 2182-98: caso “Caravana-Calama II”

Fuente :Poder Judicial, 19 de Mayo 2015

Categoría : Prensa

21.- Versión de Luis Benito Rojas Delzo de fojas 285. Alude que ingresó  al  ejército  en  el  año  1960  como  médico  y  con  el  grado  de  Teniente  del  escalafón de sanidad.

En relación a los hechos ocurridos el día 19 de octubre de 1973, indicaque  ese  día se  encontraba  en funciones  en  el Hospital  de  Calama,  cuando  recibió órdenes de presentarse con uniforme en el sector de Topater, hasta  donde lo trasladaron  en un  vehículo. Al llegar  a dicho  lugar, se  enteró que  por orden del general Pinochet, se había fusilado a 26 personas, a las cuales  debió extender los certificados de defunción. Hace presente, que al examen  de identificación de los cadáveres pudo apreciar que estaban destrozados en   su  caja  torácica,  lo  que  sin  lugar  a  dudas  fue  provocado  por  intensas  descargas  de proyectiles de armas de fuego, seguramente por fusil. De igual  forma, el Capitán Minoletti, le comentó que una de las armas utilizadas  para  el fusilamiento fue el fusil “AKA”, que portaban los miembros de la comitiva  del General Arellano, con esta arma varios oficiales militares del Regimiento  de Calama debieron  ejecutar a más de algún detenido, todo ello por orden  directa  o mas  bien  por  obligación  impuesta,  por  uno  de  los  oficiales  que  integraba la mencionada comitiva. Finalizada la sepultación de los cadáveres a eso de las 03.00 horas  de la madrugada aproximadamente, se retiró a la oficina de la Dirección  del Hospital de Calama, donde continuó con el trámite

200.-  Declaración  de  Adriana  Isabel  Bravo  Alvarez,  mantenida  en  Cuaderno Reservado, quién alude que  fue asistente  del médico Luis Benito  Rojas Delzo  en  la  ciudad de Calama,  y también en el Hospital  local de esa  ciudad, desde  el  año  1966  hasta  el  año  1974.  Era simpatizante  del  Partido  Socialista pero no estaba involucrada en ninguna actividad. Entre los días  2 y  3 de octubre de 1973 fue detenida por efectivos de Investigaciones, por  lo  cual tuvo  contacto  con muchos otros detenidos que habían en Calama, ella  era  la  única mujer.  En  esos  días  llegó  desde  Santiago,  el General  Arellano Stark  con  una  comitiva,  luego  de  esa  visita  agrega  que  murieron  muchas personas detenidas,  a  la madrugada siguiente de su  llegada, sacaron  a  los detenidos del Regimiento y fueron llevados a un sector más allá de Topater y los  mataron,  luego  de  haber  sido  torturados. Anotó  nombres,  pero  dice haber extraviado el papel. Los certificados señalaban como causa de muerte “rotura  caja torácica”,  lo  que  no  era  efectivo,  ya  que fueron  ametrallados. Luego los trasladaron en camiones a una fosa que tenían preparada. Hicieron dos fosas, una era para colocar al detenido de apellido Cabrera y en la otra a un detenido al cual no le sabe el nombre. Los cadáveres fueron puestos en bolsas  de  polietileno, con  una  ficha  en  la  mano  que  contenía  el  mismo número que señalan los certificados de defunción. A las fosas se les pasóuna aplanadora por encima. El Coronel Rivera dijo que tendrían que esperar un año  para  entregar  los  cuerpos,  ya  que  estaban  en muy malas  condiciones, destrozados. Añade que nunca les avisaron a los familiares de los detenidos, que  éstos  habían sido fusilados,  y  la  gente seguía  enviándoles  viandas  con comida las que eran consumidas por los conscriptos


Rol 2182-98: caso “Caravana Calama A ”

Fuente :Poder Judicial, 23 de Abril 2018

Categoría : Prensa

80.-) Declaración del suboficial de ejército Mario Iván Concha Figueroa de fojas 11834, 13328, 19745, 20828, y careos de fojas 14.420 y 14.655 indicando que ratifica su declaración policial de fojas 11715, señala que cuando llegó a Topater el camión con los detenidos se ordenó que bajaran los civiles que venían en el camión y se les ordenó sentarse en el suelo mirando hacia donde estaba el paredón. Ahí empezó el oficial que estaba en la comitiva que era el más antiguo, a ordenar el fusilamiento de estas personas. Cuando llegó el camión bajó de la cabina de éste el suboficial Rojo, con unas carpetas en la mano. En el transcurso del fusilamiento había un joven, un niño menor de edad que fue fusilado y realmente le partieron la cabeza de un balazo como para rematarlo, entonces para que no quedaran partes de la cabeza botada en el suelo le amarraron la cabeza al niño con la polera que andaba trayendo cuando lo iban a subir al camión.

El fusilamiento lo presenció a una distancia de unos 20 metros aproximadamente, le dio la impresión de que las personas que tomaron parte en él fueron los oficiales que andaban con el General Arellano. No vio que personal del regimiento Calama haya disparado. Estaban presentes en el fusilamiento Langer, Ravest, el comandante Figueroa, el capitán Minoletti, Robles, el teniente Álvaro Romero Reyes, el capellán Jorquera Molina y el doctor Luis Rojas Delzo. Estaban en el camión el cabo Gautier, Cárcamo, y Alvear, ninguno de los que estaba en el camión participaron en el fusilamiento.

Cuando se estaba efectuando los fusilamientos en el sector de Topater llegó el general Arellano con el coronel Rivera Desgroux en un Jeep militar. Escuchó cuando Arellano le dijo al coronel Rivera “ya pues mi coronel dispare ahora”, y Rivera le dijo que iba contra sus principios.

A fojas 13328, ratifica su declaración policial de fojas 13121 sosteniendo que el día de los hechos, en el regimiento los reunieron los Mayores Carlos Robles Orellana y Luis Ravest San Martín reunieron a un grupo de doce, en los que estaban Lorenzo Alvear González, Raúl Sepúlveda Bobadilla, René Cárcamo Cárcamo, Mery González, Luis Santibáñez Vilaxa, Oscar Gautier ( chofer del camión) y los llevaron al dormitorio donde permanecieron todo el día, pues llegó la comitiva del General Arellano. Como a las 6 de la tarde los embarcaron en el camión y fueron al sector de Topater, detrás de la planta de filtros. Cuando llegaron al lugar estaba el cabo Luis Concha Cid, quien había enterrado unos durmientes en la parte baja del cerro. Luego llegó un camión con civiles que habían sacado de la cárcel, también llegó el Teniente Coronel Oscar Figueroa Márquez con el Mayor Robles, en mayor Ravest, el teniente Álvaro Romero Reyes y el teniente Hernán Núñez Manríquez el doctor Luis Rojas Dalzo, en capellán militar Luis Jorquera Molina y el personal de la comitiva que andaba con el general Arellano

En eso el oficial a cargo de la comitiva ordenó bajar a los detenidos, luego tres fueron llevados hacia los durmientes y fusilados impactando 10 a 15 tiros cada uno, quedando los cuerpos prácticamente destrozados, él, Cárcamo y Rivera fueron designados para ir subiendo los cuerpos al camión, ello hasta que se fusiló a las 26 personas.

Recuerda que cuando ya se había fusilado a la mitad, llegó el general Arellano, con el Coronel Eugenio Rivera, Rivera le dijo a Coronel que también disparase y este le dijo que no, que iba en contra de sus principios, luego se retiraron. No recuerda que alguno de los oficiales del regimiento haya disparado, solamente vio a los de la comitiva de Santiago. Luego de esto Minoletti ordenó ir a enterrarlos.

A fojas 20828 reitero el 19 de octubre de 1973 quien dio la orden de disparar en Topater, fue el General Arellano Stark, quién le ordenó a su comitiva textualmente "procedan", y uno a uno fueron fusilados, 26 personas, los encargados eran 8 personas que venían con tenida de combate, el grupo del regimiento Calama que en un principio iba destinada a efectuar el fusilamiento de los 26 civiles, al llegar la comitiva del General Arellano, fueron sacados del lugar por orden de éste, y fue su comitiva la que dijo que ellos efectuarían el fusilamiento, quedando el grupo de militares del Regimiento a un lado presenciado el hecho, ese fue el motivo. Los detenidos se sentaron mirando el paredón, al momento de que cada uno iba al paredón los ataban al poste y se les ponía el saco sobre su cabeza y procedían a los disparos.

El primero que empezó dando las ordenes de disparar era el General Arellano y luego un Mayor del cual desconoce mayores antecedentes sobre su identidad.

Careado a fojas 14.657 con Sergio Arellano Stark, insistió en que vio a Arellano en el lugar de los fusilamientos.

A fojas 19745 indica que su única participación en los hechos, fue tomar los cuerpos de los detenidos ya fusilados y cargarlos en el camión que estaba destinado para ese efecto, orden que le fue dada por el teniente Álvaro Romero Reyes, comandante de su compañía.