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Rivas González Adriana Elcira – Memoria Viva

Rivas González Adriana Elcira

Alias : Chany;

Rut: 6.615.200-6

Cargos:

Grado : Civil

Rama :

Organismos : Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)

Brigada Lautaro


La "Chani", la agente "rebelde" de la Dina

Fuente :latercera.cl, 19 Febrero 2019

Categoría : Prensa

Luego de 2.871 días prófuga de la justicia chilena, la exsecretaria personal de Manuel Contreras deberá enfrentar la orden de extradición que pesa en su contra por tres casos de derechos humanos de 1976.

La Brigada Lautaro fue creada a mediados de 1974 para dar protección al entonces jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), Manuel "Mamo" Contreras. El objetivo de este grupo varió a los pocos meses y del pequeño núcleo de efectivos de la Armada encargados en prestar seguridad al máximo líder del organismo represivo y su familia, se convirtió en uno de los principales grupos encargados de la persecución de miembros de la cúpula del Partido Comunista (PC).

A la cabeza de esta unidad se encontraba el capitán castrense Juan Morales Salgado. En 1975 se incorporarían al equipo funcionarios de las restantes Fuerzas Armadas, así como un contingente de civiles que incluía hombres y mujeres.

En ese momento, según relató Morales en su testimonio ante la PDI, se sumaría como agente Adriana Elcira Rivas González (66), también conocida como la "Chani". Hasta esa fecha, era la secretaria personal de Contreras.

La historia de esta mujer registró un nuevo capítulo, a 12.700 kilómetros de Chile, luego que la policía australiana cumpliera con la orden de captura internacional, emitida a partir de la solicitud de extradición de la Corte Suprema chilena. Rivas se encuentra procesada y en calidad de rebelde por el delito de secuestro calificado en calidad de coautora, en los casos Conferencia 1 y 2 y el episodio Reinalda Pereira, relacionados al secuestro y posterior desaparición en 1976 de los dirigentes comunistas Víctor Díaz López, Fernando Navarro Allendes, Lincoyán Berríos Cataldo, Horacio Cepeda Marinkovic, Juan Ortiz Letelier, Héctor Véliz y Reinalda Pereira Plaza.

Por Conferencia 1, la mujer arriesga desde 5 años y un día a 20 años de cárcel, mientras por Conferencia 2 desde 10 años y un día a presidio perpetuo simple.

"(Rivas) tuvo participación en el encierro y privación de libertad de las víctimas, toda vez que cumplió funciones de guardia y de otros tipos operativas", señala el requerimiento que la justicia chilena realizó a su par australiana.

Cuartel Simón Bolívar

Una vez consolidado como órgano de inteligencia, la Brigada Lautaro se instaló en la calle Simón Bolívar 8630, en la comuna de La Reina. Un terreno de 5 mil metros cuadrados, con una piscina en el centro rodeada de un gimnasio, una casa principal que alojaba las oficinas y una vivienda más pequeña donde vivían tres agentes. A ello se sumaba el calabozo, un espacio de dos por tres metros, donde permanecían y eran torturados los detenidos, según acreditó la causa realizada por el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Velásquez Plaza.

En la declaración entregada por la "Chani" a la policía, descartó haber sido una agente operativa de Lautaro y dijo que cumplía funciones como secretaria administrativa. Sin embargo, en la investigación se encuentran múltiples testimonios de exagentes y colaboradores que la vinculan como miembro activo del grupo.

Uno de ellos fue Jorgelindo del Carmen Vergara Bravo, auxiliar del cuartel Simón Bolívar, quien también fue conocido públicamente como "el Mocito", luego de que un documental homónimo dirigido por Marcela Said relatara sus vivencias de la época.


Procesan a 4 ex agentes de la Armada por el crimen de Víctor Díaz

Fuente :La Nación, 06 de febrero de 2007

Categoría : Prensa

La investigación por el crimen del secretario general en ejercicio del Partido Comunista en la clandestinidad durante la dictadura, Víctor Díaz, dio con la identidad de cuatro agentes mujeres de la Armada que operaban con la DINA en la Brigada Lautaro, las que fueron procesadas como coautoras del secuestro y desaparición del dirigente en mayo de 1976. Sus identidades permanecían hasta ahora desconocidas.

Se suman los dos suboficiales (R) de Infantería de Marina, Bernardo Daza y Sergio Escalona encausados el viernes 26 de enero por el juez Víctor Montiglio, como dos de quienes dieron muerte a Víctor Díaz, asfixiándolo con un bolsa plástica en la cabeza.

Las indagaciones del magistrado develan la numerosa participación de agentes de la Marina en la DINA después de 1975, cuando esa institución sostiene que retiró a sus oficiales, suboficiales y cuadros permanentes de esa asociación ilícita criminal.

Oscuras féminas

Las nuevas agentes mujeres declaradas reo el sábado 3 de febrero pasado y llevadas a prisión preventiva, son las empleadas civiles adscritas a 1976 con grado de suboficial de Marina, Celinda Aspé RojasTeresa del Carmen Navarro NavarroBerta Jiménez Escobar y Adriana Rivas González. Todas ellas operaban en la Brigada Lautaro que comandaba el entonces mayor de Ejército Juan Morales Salgado, también encausado el viernes antepasado.

Esta brigada dependía directamente del jefe de la DINA, entonces coronel Manuel Contreras, y tenía su centro de operaciones en un cuartel clandestino de la calle Simón Bolívar 8630, en la comuna de La Reina. Recién ahora se conoce que en este lugar se asesinó a muchos prisioneros

En ese lugar también habrían sido exterminados otros militantes comunistas que integraron tanto la dirección clandestina del PC secuestrada en mayo de 1976 que dio origen al proceso conocido como Calle Conferencia, como la posterior de diciembre de ese año, cuyo jefe era Fernando Ortiz y que se conoce como el “caso de los 13”.

Junto a las cuatro ex agentes de la Armada, el juez también sometió el sábado a proceso y ordenó el arresto de la ex agente de la DINA perteneciente a Carabineros, Orfa Saavedra Vásquez, del suboficial (R) de la Fach de la misma Brigada, Jorge Arraigada Mora, y de los ex agentes suboficiales (R) de Ejército que operaron en ese grupo, Jorge Escobar Fuentes, René Riveros Valderrama, Carlos Marcos Muñoz y Jorge Pichunmán Curiqueo. Este último se desconoce a qué institución pertenece.

Tras su detención, Víctor Díaz fue mantenido con vida ocho meses y finalmente fue asfixiado en enero de 1977, mientas la entonces agente DINA y teniente de Ejército Gladys Calderón Carreño le inyectó cianuro. Su cuerpo fue lanzado al mar.


El otro 11 de Septiembre: Entrevista con Adriana Rivas

Fuente :SBS.com, 13 de Septiembre 2013

Categoría : Prensa

La chilena Adriana Rivas, ex secretaria del general (R) Manuel Contreras, defendió la tortura como método para extraer información y consideró aquellos años como los mejores de su juventud, en una entrevista difundida este viernes por la radio australiana SBS con ocasión del aniversario del golpe militar en Chile.

Rivas, residente en Sidney, Australia, indicó que las torturas en su país durante el régimen de Augusto Pinochet eran "un secreto a voces" y las calificó de técnica "necesaria" para "quebrantar a la gente".
No obstante, la ex agente de la Brigada Lautaro de la DINA confesó que nunca presenció una y que no soporta el flagelo de un ser humano.
Al ser consultada sobre el paradero de los más de 1.000 desaparecidos durante la dictadura, contestó que es algo que nunca se sabrá y acusó a los jueces de beneficiarse de los procesos judiciales vinculados a las violaciones de derechos humanos en Chile.
"Si está muerto, está muerto. ¿Dónde están? No se sabe", enfatizó la ex agente, quien de alguna manera mostró lástima por las madres que nunca sabrán el paradero de sus hijos desaparecidos.

LLEGÓ A LA DINA EN 1974
Adriana Rivas ingresó primero al Ministerio de Defensa como secretaria, luego tomó un curso de inteligencia militar y en 1974 llegó a la DINA. Tenía poco más de 20 años. Se casó en 1978 y viajó con su marido a Australia, donde se afincó.
En 2006 regresó a Chile para asistir al matrimonio de una sobrina y poco despuésfue detenida por su supuesta implicación en el Caso Conferencia, una operación de la DINA contra la dirección clandestina del Partido Comunista en 1976.
Rivas relató a la emisora que se pasó detenida unos meses y luego le concedieron la libertad condicional con la prohibición de salir del país.
Fue una temporada difícil en la que vivía de la pensión de su madre y de la ayuda que le enviaba su familia porque no podía trabajar.
Un día, cuando Rivas se planteaba la posibilidad de quitarse la vida, una amiga cercana de Australia que viajó a Chile le ayudó a regresar a Sidney a través de Argentina.
Las declaraciones de Rivas se dan en unos momentos en que ha cobrado actualidadla posible cooperación de Australia con la CIA para socavar el Gobierno de Salvador Allende.
A este respecto, Rivas señaló que ignoraba qué hacía la división internacional de la DINA, y apuntó que Contreras era un militar muy reservado.
Al hacer una retrospectiva de su vida, Rivas, que se declara inocente de los delitos que se le imputan en Chile, no duda en afirmar: "los mejores años de mi juventud fueron los que viví en la DINA".
En la entrevista también recordó que nació en una familia de clase media y que en sus años en la DINA estaba feliz de viajar en limosina y de hospedarse en los mejores hoteles de Chile.
Asimismo, afirmó que Augusto Pinochet "fue un buen presidente".

ORIGEN DE LA BRIGADA LAUTARO
La Brigada Lautaro fue creada en 1974 para, originalmente, dar protección al entonces coronel Manuel Contreras, su familia y otras autoridades del régimen.
Sin embargo, cuando el Partido Comunista se rearticuló en 1975, su misión pasó a ser el exterminio de los máximos dirigentes del PC en la clandestinidad.
Funcionó en el cuartel de Simón Bolívar 8360 de donde nadie salió vivo. La Brigada Lautaro detuvo y desapareció a dos direcciones clandestinas completas del PC y los casos se conocieron como Calle Conferencia I y II. En este cuartel lugar se experimentó con gas sarín sobre los detenidos, estando a la cabeza de este proceso Michael Townley. Además de darse las torturas más cruentas, la auxiliar de enfermería Gladys Calderón se encargaba de inyectarles una dosis mortal de veneno a los detenidos. Luego se quemaban los rostros y partes distintivas de los detenidos, se les quitaban las tapaduras de oro, se ensacaban para luego ser lanzados al mar.


EX SECRETARIA DEL “MAMO” CONTRERAS QUE VIVE EN AUSTRALIA: LA TORTURA ERA NECESARIA

Fuente :La Nación, 13 de Septiembre 2013

Categoría : Prensa

En declaraciones efectuadas en Sidney, la ex agente de la Brigada Lautaro, Adriana Rivas, dijo que la tortura era una técnica necesaria para "quebrantar a la gente" y calificó sus años de juventud en la DINA como “los mejores de mi vida”.
La chilena Adriana Rivas, ex secretaria del general (R) Manuel Contreras, defendió la tortura como método para extraer información y consideró aquellos años como los mejores de su juventud, en una entrevista difundida este viernes por la radio australiana SBS con ocasión del aniversario del golpe militar en Chile.

Rivas, residente en Sidney, Australia, indicó que las torturas en su país durante el régimen de Augusto Pinochet eran "un secreto a voces" y las calificó de técnica "necesaria" para "quebrantar a la gente". No obstante, la ex agente de la Brigada Lautaro de la DINA confesó que nunca presenció una y que no soporta el flagelo de un ser humano. Al ser consultada sobre el paradero de los más de 1.000 desaparecidos durante la dictadura, contestó que es algo que nunca se sabrá y acusó a los jueces de beneficiarse de los procesos judiciales vinculados a las violaciones de derechos humanos en Chile. "Si está muerto, está muerto. ¿Dónde están? No se sabe", enfatizó la ex agente, quien de alguna manera mostró lástima por las madres que nunca sabrán el paradero de sus hijos desaparecidos.

LLEGÓ A LA DINA EN 1974
Adriana Rivas ingresó primero al Ministerio de Defensa como secretaria, luego tomó un curso de inteligencia militar y en 1974 llegó a la DINA. Tenía poco más de 20 años. Se casó en 1978 y viajó con su marido a Australia, donde se afincó. En 2006 regresó a Chile para asistir al matrimonio de una sobrina y poco después fue detenida por su supuesta implicación en el Caso Conferencia, una operación de la DINA contra la dirección clandestina del Partido Comunista en 1976. Rivas relató a la emisora que se pasó detenida unos meses y luego le concedieron la libertad condicional con la prohibición de salir del país. Fue una temporada difícil en la que vivía de la pensión de su madre y de la ayuda que le enviaba su familia porque no podía trabajar. Un día, cuando Rivas se planteaba la posibilidad de quitarse la vida, una amiga cercana de Australia que viajó a Chile le ayudó a regresar a Sidney a través de Argentina.

Las declaraciones de Rivas se dan en unos momentos en que ha cobrado actualidad la posible cooperación de Australia con la CIA para socavar el Gobierno de Salvador Allende. A este respecto, Rivas señaló que ignoraba qué hacía la división internacional de la DINA, y apuntó que Contreras era un militar muy reservado. Al hacer una retrospectiva de su vida, Rivas, que se declara inocente de los delitos que se le imputan en Chile, no duda en afirmar: "los mejores años de mi juventud fueron los que viví en la DINA". En la entrevista también recordó que nació en una familia de clase media y que en sus años en la DINA estaba feliz de viajar en limosina y de hospedarse en los mejores hoteles de Chile. Asimismo, afirmó que Augusto Pinochet "fue un buen presidente".

ORIGEN DE LA BRIGADA LAUTARO
La Brigada Lautaro fue creada en 1974 para, originalmente, dar protección al entonces coronel Manuel Contreras, su familia y otras autoridades del régimen. Sin embargo, cuando el Partido Comunista se rearticuló en 1975, su misión pasó a ser el exterminio de los máximos dirigentes del PC en la clandestinidad. Funcionó en el cuartel de Simón Bolívar 8360 de donde nadie salió vivo. La Brigada Lautaro detuvo y desapareció a dos direcciones clandestinas completas del PC y los casos se conocieron como Calle Conferencia I y II.
En este cuartel lugar se experimentó con gas sarín sobre los detenidos, estando a la cabeza de este proceso Michael Townley.
Además de darse las torturas más cruentas, la auxiliar de enfermería Gladys Calderón se encargaba de inyectarles una dosis mortal de veneno a los detenidos. Luego se quemaban los rostros y partes distintivas de los detenidos, se les quitaban las tapaduras de oro, se ensacaban para luego ser lanzados al mar.


Adriana Rivas, ex agente de la DINA, defiende la tortura

Fuente :Cambios 21, 25 de Septiembre 2013

Categoría : Prensa

La chilena residente en Australia, calificó como “necesaria” la técnica usada para obtener información. Sobre el paradero de los 1000 desaparecidos durante la dictadura afirmó que “es algo que nunca se sabrá”.

Adriana Rivas, ex agente de la brigada Lautaro, defendió la tortura como método para extraer información y consideró aquellos años como los mejores de su juventud, en una entrevista difundida hoy por la radio australiana SBS con ocasión del aniversario del golpe militar en Chile.

La brigada Lautaro era una unidad operativa de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) dirigida por Manuel Contreras.
Rivas, quien reside en Australia, indicó que las torturas en su país durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-90) eran "un secreto a voces", y las calificó de técnica "necesaria" para "quebrantar a la gente".

Sin embargo, la otrora secretaria de Contreras confesó que nunca presenció una y que no soporta el flagelo de un ser humano.

Sobre el paradero de los más de 1.000 desaparecidos durante la dictadura, contestó que es algo que nunca se sabrá y acusó a los jueces de beneficiarse de los procesos judiciales vinculados a las violaciones de derechos humanos en Chile.

"Si está muerto, está muerto. ¿Dónde están?. No se sabe", enfatizó la ex agente, quien de alguna manera mostró lástima por las madres que nunca sabrán el paradero de sus hijos desaparecidos.

Adriana Rivas se casó en 1978 y viajó con su marido a Australia, donde se afincó.

Regresó a Chile en 2006, para asistir al matrimonio de una sobrina y poco después fue detenida por su supuesta implicación en una operación de la DINA, contra la dirección clandestina del Partido Comunista en 1976, que se ha llamado "Caso Conferencia".

Durante la entrevista, Rivas relató a la emisora que se pasó detenida unos meses y luego le concedieron la libertad condicional con la prohibición de salir del país. Cuenta que fue una temporada difícil, en la que vivía de la pensión de su madre y de la ayuda que le enviaba su familia porque no podía trabajar.

Además, agregó que cuando se planteaba la posibilidad de quitarse la vida, una amiga cercana de Australia, que viajó a Chile, le ayudó para regresar a Sídney a través de Argentina.

El contexto de las declaraciones de Rivas, se dan en unos momentos en que ha cobrado actualidad la posible cooperación de Australia con la CIA para socavar el Gobierno de Salvador Allende.

En esta línea, Rivas señaló que ignoraba qué hacía la división internacional de la DINA, y apuntó que Contreras era un militar muy reservado.

Finalmente, aseguró que se declara inocente de los delitos que se le imputan en Chile, y no duda en afirmar: "los mejores años de mi juventud fueron los que viví en la DINA"


Suprema pide extraditar a secretaria del “Mamo” que justificó la tortura

Fuente :La Nación, 16 de Enero 2014

Categoría : Prensa

Las presunciones fundadas de su complicidad y los datos precisos respecto de su paradero, llevaron a la Corte Suprema a aprobar este jueves la petición de extradición de Adriana Rivas González, ex secretaria personal de Manuel Contreras durante su gestión como director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).

La Segunda Sala del máximo tribunal acogió así la solicitud presentada por el ministro de la Corte de Apelaciones, Miguel Vázquez, que tiene a la mujer entre los procesados por el caso Calle Conferencia, en que se extermina a la cúpula clandestina del Partido Comunista en 1976, y particularmente por el secuestro y desaparición del secretario general de esta colectividad, Víctor Díaz.

DETALLES DE LA RESOLUCIÓN
El fallo establece que "en el caso examinado, la persona solicitada se encuentra suficientemente individualizada, habiendo prestado declaración en su oportunidad ante el instructor y existiendo antecedentes que la señalan en la situación investigada. Asimismo, se trata de un hecho cometido en esta ciudad, que se encuentra sancionado en ambos Estados, que tiene asignada una pena superior a un año de privación de libertad".
Enfatiza que "se trata de un delito que no tiene carácter político; existe auto de procesamiento pronunciado contra la imputada respecto de quien se ha librado orden de captura internacional y la acción penal no se encuentra prescrita, teniendo en consideración al respecto que se trata de un delito de lesa humanidad".

SUS POLÉMICAS DECLARACIONES EN AUSTRALIA
En septiembre de 2013, la ex secretaria de la DINA realizó declaraciones a la emisora australiana SBS que causaron repercusión al decir que defendía la tortura y, además, señaló que aquellos años en que perteneció al aparato represor fueron los mejores de su juventud.
Considerada agente de la Brigada Lautaro, la mujer en esa conversación indicó que las torturas en su país durante el régimen de Augusto Pinochet eran "un secreto a voces" y las calificó de técnica "necesaria" para "quebrantar a la gente".
La mujer regresó en el año 2006 para asistir a un matrimonio de un familiar y al poco tiempo fue detenida por sus eventuales implicación en el Caso Conferencia. Si bien quedó en libertad sin poder salir de Chile, una amiga la ayudó a regresar a Sidney a través de Argentina.


La Chani”, la historia de la secretaria de Manuel Contreras que será extraditada

Fuente :El Dinamo, 17 de Enero 2014

Categoría : Prensa

Conocida por su crueldad extrema, Adriana Rivas González, integrante de la Brigada Lautaro y secretaria personal del ex jefe de la Dina, deberá enfrentar un proceso de extradición ordenado ayer por la Corte Suprema. Hoy se encuentra refugiada en Australia tras ser procesada por el juez Víctor Montiglio en la investigación por el asesinato y desaparición de tres cúpulas del Partido Comunista en 1976 y 1977 en calle Conferencia.

Para muchos, hablar de Adriana Rivas es hablar del Cuartel Simón Bolívar y de la Brigada Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Un lugar conocido como el infierno en la tierra, de donde ningún prisionero salió con vida. Ese cuartel contaba con una burocracia maligna, compuesta de agentes y una secretaria. Un lugar donde se organizaban asados, olimpiadas deportivas y “pichangas” en medio de las muertes, de los lamentos y de las manchas de sangre esparcidas sobre el piso.

Adriana RivasAllí se probó con gas sarín, se empaquetó a los muertos con bolsas plásticas en los rostros y bolsas paperas para cubrir sus cuerpos. Para terminar esa cadena de horror, se les ponía rieles para darles peso, luego eran trasladados al helicóptero Puma que los lanzaría al mar. En medio de todo ese horror, se formó “La Chani”, una veinteañera alegre, como la definen sus cercanos, pero también una mujer que no titubeaba a la hora de torturar.

Ella era una más de esas mujeres indolentes, en medio de otras integrantes feroces como Gladys Calderón, la enfermera que revivía a los torturados e inyectaba cianuro o de Ingrid Olderock, quien entrenaba pastores alemanes preparados para vejar a las detenidas.

Como lo revela el libro La danza de los cuervos -del periodista Javier Rebolledo- Rivas llegó como una joven reclutada para la brigada Lautaro. Las fotos la muestran sonriente, como si se tratara de un retrato de graduación y no de su vida en un cuartel de exterminio. Y así lo confirmó en un especial para los 40 años del Golpe para la radio SBS de Australia. Allí declaró que la DINA fueron sus mejores años de juventud. “Por supuesto, fue excitante, viajando en limosinas y quedándose en los mejores hoteles del país”, explicó. Para ella, esa fue una época dorada, como si se tratara de recuerdos universitarios. Para los familiares de sus víctimas ese fue el centro de tortura de donde nadie escapó con vida. Un lugar donde se asesinó a cientos de personas.

El año pasado su nombre volvió a sonar luego que diera esas escandalosas declaraciones a la radio australiana donde además agregó un comentario muy desafortunado sobre la tortura. “Tenían que quebrar a las personas. Ha pasado alrededor de todo el mundo no sólo en Chile”, dijo y también se refirió al paradero de los detenidos. “Si está muerto, está muerto. ¿Dónde están? No se sabe”.

En la misma entrevista, Rivas comentó que tras casarse en 1978, viajó con su marido a Australia, donde vivió hasta el 2006, año en el que regresó a Chile para asistir al matrimonio de una sobrina. Allí fue detenida por su implicación en el caso “calle Conferencia”. Luego con la ayuda de una amiga huyó a Sidney, vía Argentina.

Los inicios de La Chani
Adriana Rivas aún no se titulaba de secretaria bilingüe cuando fue reclutada por la Dina en el Instituto en el que estudiaba. Al igual que las otras mujeres tuvo que pasar por el adiestramiento militar en las Rocas de Santo Domingo. En 1976 pasó a formar la Brigada Lautaro, cuando estaba ubicada en el edificio número cinco de Las torres de San Borja. De ella, Jorgelino Vergara, el famoso asistente de la Dina, tiene uno de sus peores recuerdos. En una ocasión la vio en el gimnasio golpeando a uno de los detenidos que estaba sentado en una silla con las manos esposadas en la espalda. Todos los golpeaban con un “polin”, incluidas las mujeres, también vio a Rivas. Aún agitados y con sus rostros feroces, el grupo sólo se detuvo cuando le fracturaron uno de los brazos al interrogado. Tiempo después se supo que la víctima se trataría de Daniel Palma, un conocido militante del Partido Comunista. “Los vi a todos participar en esa escena, hombres y mujeres a todos, eso a mí ya no me llamaba la atención”, explicó Vergara en contacto con El Dínamo.

Rivas, públicamente, niega haber participado de alguna tortura, pero el abogado Eduardo Contreras-querellante en el caso- afirma lo contrario. “La torturadora Adriana Rivas, ex secretaria personal de Manuel Contreras, prófuga de la justicia chilena y radicada en Australia, es una de las criminales más peligrosas y agresivas de la dictadura. Participó personalmente en el asesinato de nuestro inolvidable dirigente Víctor Díaz y en el de muchos otros compañeros antifascistas de diversos partidos”, comentó.

Contreras dice que Rivas es una mujer formada en tortura al estilo Escuela de las Américas y participante de crímenes, que deberá declarar todo lo que sabe. “La extradición es un mecanismo natural de la Justicia y, cuando se trata de delitos de lesa humanidad en que la comunidad internacional concuerda que puede operar la llamada justicia universal, toda vez que la ofendida, más allá de las víctimas en concreto, es la humanidad misma, por el horror que rodea a estos crímenes, el mecanismo debiera funcionar, lamentablemente, no siempre ha sido así. A veces, por responsabilidad del tribunal que solicita extraditar y a veces por los tribunales extranjeros no aceptan la extradición”, concluye.

La deportista y las torturas
Jorgelino también recuerda a Rivas como una mujer deportista, excesivamente preocupada de su aspecto físico y su vestimenta, siempre llevaba pantalones ajustados o pantalones pata de elefante, una mujer a la que le gustaba andar de punta en blanco y extrañamente afable algunos días. “Era como todas las mujeres de la brigada, muy bipolar: buena onda un rato y para lo otro, para la tortura muy fuerte, ahí yo la desconocía”, dice. Jorgelino profundiza en que allí, todo transcurría normalmente con turnos, asados y celebraciones de fiestas patrias, la rutina de una oficina a la que no le importaba convivir con la muerte y en la que Rivas era una alumna aventajada. “Ella era bonita, pero a lo mejor quedó así por el entrenamiento de las Rocas de Santo Domingo, por eso pasaban todas, por ejemplo a ella le gustaba jugar pichanga y era muy buena para la talla, para el chiste, pero en lo otro…chuta como se diría ‘muy perra’ en la tortura”, evoca y a ratos calla, como si hablara de un fantasma, un espectro.

“El cuartel de lo indecible”, así denomina Mireya García -vicepresidenta de Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD)- al cuartel Simón Bolívar y Adriana Rivas como “la prófuga de la justicia” capaz de hacer declaraciones indolentes. “Rivas no tiene un ápice de arrepentimiento de lo que hizo, por el contrario, ella asume que la tortura era necesaria para que los detenidos hablaran, tiene un perfil psicopático parecido al de Osvaldo Romo, lo concreto es que esas declaraciones permitieron ubicar su paradero y que se solicitara su extradición, cuestión que hoy se transformó en una realidad” dice.

Para García, de ese horror sin límites y un personaje siniestro, puede salir algo bueno. “Pese a todo, ojalá responda por algunos crímenes de Calle Conferencia y de las víctimas que vivieron el horror en ese lugar, al menos ya se hizo más concreta su extradición ahora sólo queda esperar”, concluyó.


Gobierno Sudó la Camiseta por Extradición de la "Comandante Ana": ¿Por Qué no Hace lo Mismo con la Notoria Torturadora Adriana Rivas?

Fuente :Diarioreddigital.cl, 25 de Febrero 2015

Categoría : Prensa

En una verdadera carrera contra el tiempo, se efectuaron ayer en Santiago los trámites para enviar los documentos que permitan extender el plazo de detención de la ex frentista francesa Marie Emmanuelle Verhoeven en India. La Corte Suprema debió formar extraordinariamente la 2ª sala de verano en la tarde, para que dirimiera si accedía a la solicitud que temprano le hizo el ministro Mario Carroza. Opuesto es el caso de la  Adriana Rivas, alias “La Chani“, ex secretaria de Manuel Contreas, torturadora confesa, quién reside en Australia en la más completa impunidad, con un juicio de extradición pendiente por años.

Sobre Verhoeven existía una orden de captura internacional, que se aplicó cuando intentó ingresar la semana pasada a India. Está procesada por Carroza como autora del homicidio del senador Jaime Guzmán. En ese carácter se busca que comparezca en Chile ante el juez, para responder a preguntas clave que dicen relación con el papel que les cupo a ella y a sus compañeros de la dirección del Frente Patriótico Manuel Rodríguez en el asesinato, perpetrado el 1 de abril de 1991.

El magistrado reiteró que "se van a hacer todos los esfuerzos posibles para que esta vez sea extraditada a nuestro país". Un proceso que es lento y el plazo para actuar de la justicia chilena era de solo 7 días, que se vencían hoy.

Carroza pidió lo que se llama detención "presuntiva", que es una ampliación hasta que se tramite la extradición. Además, solicitó formalmente la extradición a India.

La 2ª sala de verano primero había dejado en trámite la petición del ministro. Los magistrados Milton Juica, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito y Carlos Cerda, y el abogado integrante Jorge Lagos, querían tener a la vista, antes de resolver, el cuaderno de extradición enviado a Alemania cuando el año pasado estuvo detenida en ese país. Pero la decisión no podía esperar hasta hoy.

El rol de la Cancillería

La Cancillería informó temprano a la Dirección Internacional de la Corte Suprema y al ministro instructor que los antecedentes debían ser remitidos a India a más tardar esta madrugada, pues la llamada "comandante Ana" enfrentaba hoy una audiencia de control de detención en Nueva Delhi, a las 8:00 horas locales (esta madrugada chilena). En ella debía resolverse si se la mantenía en prisión o no.

La gestión era clave para la solicitud de extradición que realizó ayer Carroza. De modo que si la sala de la Corte demoraba su decisión, se corría el riesgo de que Verhoeven nuevamente quedara en libertad y se perdiera la posibilidad de traerla a declarar a Chile.

Frente a esta urgencia, el presidente del máximo tribunal, Sergio Muñoz, ordenó realizar una sesión extraordinaria a las 17:30 horas de ayer. También de manera extraordinaria, el propio Muñoz integró la sala en vez de Juica; los demás miembros se mantuvieron.

En enero de 2014, cuando se discutió la solicitud de extradición activa a Alemania en la Corte Suprema, se generó un debate acerca de si se cumplían los requisitos.

Para ello se requería que Verhoeven estuviera encausada. Entonces el ministro Carroza la procesó el 29 de enero de 2014 por el delito de atentado terrorista con resultado de muerte del senador. Aún así, el fallo fue dividido: tres votos contra dos.

Anoche la Cancillería recibió el requerimiento que debía hacer llegar la Corte Suprema. La misión del Ministerio de Relaciones Exteriores fue entonces traducir al inglés el documento, para "remitirlo de manera urgente a la embajada de Chile en la India. De ahí, la embajada lo haría llegar a las autoridades locales", según explicaron.

En definitiva, estos jueces señalaron que aquí concurren las exigencias que hacen procedente esta determinación provisional, "puesto que además existe orden de detención o captura internacional por estos hechos, desde el veintisiete de enero de dos mil catorce".

Fue así como dispusieron que se diera curso a lo requerido por el juez Carroza, "en orden a disponer la detención provisional de la ciudadana francesa Marie EmmanuelleVerhoeven, procesada en calidad de autora del delito de atentado terrorista con resultado de muerte del senador don Jaime Guzmán Errázuriz, perpetrado en contra de autoridad política con fecha 1° de enero de 1991, previsto y sancionado en el artículo 2° N° 3 de la Ley N° 18.314", "para el éxito de la solicitud de extradición que se formulará por el referido magistrado".

Caso opuesto

El Gobierno de Chile hizo un importante gesto a la UDI Popular por esclarecer el crimen de Jaime Guzmán, a sabiendas que la extradición de Adriana Rivas está pendiente desde hace años en los intramuros de la justicia chilena.

Adriana Rivas no tiene un ápice de arrepentimiento de lo que hizo. Por el contrario, asume que la tortura “era necesaria” para que los detenidos hablaran. Esas declaraciones permitieron ubicar su paradero y que se solicitara su extradición, cuestión que hoy se hace esperar, a diferencia de la diligencia de la Cancillería en el caso de la "camandante Ana".

Y esta es la calaña del personaje, revelada en una entrevista a radio SBS, en Australia:

“Mis mejores años de vida, de juventud, fueron los que viví en la DINA“. “La tortura existió desde que yo tengo uso de razón en Chile, siempre existió. Todo el mundo sabía que tenían que hacer eso y quebrar a la gente de alguna manera, porque los comunistas son cerrados. La tortura era necesaria, la misma que usaron los nazis, era absolutamente necesaria. ¿Tú crees que en Estados Unidos no hacen lo mismo? Todo el mundo lo hace, porque es la única manera de quebrar a la gente, porque psicológicamente no está la inyección que te ponen en las películas para que tú digas la verdad, no existe. Nadie te va a decir y se va a sentar: – ¿Dígame qué hizo usted hoy día? Nadie te va lo va a decir así tan campante -yo maté a fulano o sultano. Tenian que ocupar la tortura para saber dónde estaban los terroristas“.

La mujer, quien fue secretaria de Manuel Contreras, aseguró, en todo caso, que nunca presenció estos apremios porque no soporta el sufrimiento humano.

Al ser preguntada por el paradero de los más de 3.500 detenidos desaparecidos, contestó que es algo que nunca se sabrá:

“Si está muerto, está muerto. ¿Dónde están? No se sabe”, dijo la ex agente, que acusó a los jueces de “beneficiarse de los procesos judiciales vinculados a las violaciones de derechos humanos“.

Rivas contó que se casó en 1978 y viajó con su marido a Australia, donde se estableció. En 2006 regresó a Chile para asistir al matrimonio de una sobrina y poco después fue detenida por su implicación en el caso ”calle Conferencia”, operación de asesinato de los miembros de la dirección clandestina del Partido Comunista en 1976, entre los que murió y desapareció el secretario del Partido Comunista, Victor Díaz.

Tras pasar detenida unos meses le concedieron la libertad condicional con la prohibición de salir del país. Fue una temporada difícil en la que vivía de la pensión de su madre y de la ayuda que le enviaba su familia porque no podía trabajar.

Los inicios de La Chani

Adriana Rivas aún no se titulaba de secretaria bilingüe cuando fue reclutada por la Dina en el Instituto en el que estudiaba.  Al igual que las otras mujeres tuvo que pasar por el adiestramiento militar en las Rocas de Santo Domingo. En 1976 pasó a formar la Brigada Lautaro, cuando estaba ubicada en el edificio número cinco de Las torres de San Borja. De ella, Jorgelino Vergara, el famoso asistente de la Dina, tiene uno de sus peores recuerdos.

En una ocasión la vio en el gimnasio golpeando a uno de los detenidos que estaba sentado en una silla con las manos esposadas en la espalda. Todos los golpeaban con un “polin”, incluidas las mujeres, también vio a Rivas. Aún agitados y con sus rostros feroces, el grupo sólo se detuvo cuando le fracturaron uno de los brazos al interrogado.

 Tiempo después se supo que la víctima se trataría de Daniel Palma, un conocido militante del Partido Comunista. “Los vi a todos participar en esa escena, hombres y mujeres a todos, eso a mí ya no me llamaba la atención”, explicó Vergara en contacto con El Dínamo.

Rivas, públicamente, niega haber participado de alguna tortura, pero el abogado Eduardo Contreras -querellante en el caso- afirma lo contrario:

“La torturadora Adriana Rivas, ex secretaria personal de Manuel Contreras, prófuga de la justicia chilena y radicada en Australia, es una de las criminales más peligrosas y agresivas de la dictadura. Participó personalmente en el asesinato de nuestro inolvidable dirigente Víctor Díaz y en el de muchos otros compañeros antifascistas de diversos partidos”.


El camino de sombras de la Chany

Fuente :eldesconcierto.cl, 29 de Octubre 2020

Categoría : Prensa

La tarde de este miércoles, el juez Philip Stewart, magistrado del tribunal del estado de Nueva Gales del Sur de Australia, determinó que Adriana Rivas, la ex secretaria de Manuel Contreras y agente de la DINA, sea extraditada a Chile para ser juzgada por su responsabilidad en la desaparición de siete personas vinculadas al Partido Comunista durante la dictadura. El cronista Juan Cristóbal Peña, en su perfil sobre Contreras titulado “Por un Camino de Sombras”, incluido en el libro “Los Malos”, habló con la Chany para reconsturir parte de la vida del militar genocida. «Le voy a estar agradecida por siempre», reveló la mujer, a quien ahora le toca enfrentar la justicia.

La foto es en colores y muestra al Mamo tomado del brazo por la Chany, una de sus secretarias de confianza, devenida en agente. Es una foto de mediados de los 70. Ambos miran a la ca´mara y sonri´en dichosos, como dos buenos amigos. Ella, flaca y morena, lleva una falda escocesa en blanco y negro y una blusa de color crema con escote. E´l viste un ambo celeste, del mismo color que la sombra de ojos de ella, y ambas cosas, el traje y la sombra de ojos, hacen juego con esa coqueta corbata de rombos azules y grises que luce el jefe de la DINA. Un jefe bonacho´n, sonriente y bien alimentado, que exhibe la complacencia de quien ha llegado a fin de mes con las tareas hechas.

—La DINA no era lo que dicen que era –se queja Adriana Rivas Gonza´lez, la Chany, que esta´ conectada a Skype desde su casa en Sydney.

En su memoria, la DINA era algo como lo que aparece en esa foto: una oficina pu´blica como cualquier otra, con horarios, papeleos y ambiente de camaraderi´a. La Chany se queja, todavi´a ma´s en este di´a de marzo de 2014 cuando la televisio´n australiana acaba de exhibir un reportaje sobre su caso: una secretaria que tiene pedido de extradicio´n de la justicia chilena por formar parte de la brigada que extermino´ a una dirigencia completa del Partido Comunista de su pai´s: la Brigada Lautaro, una de las ma´s crueles de la DINA.

—¿Que co´mo estoy? Co´mo voy a estar, imagi´nate: en ese reportaje mostraron mi foto, mi casa, todo, todo de mi´, que no tengo nada que ver con todo eso de que se me acusa.

Para la Chany todo comenzo´ a fines de 1973, cuando el Mamo, por orden de Pinochet, se traslado´ a la Academia de Guerra, en Santiago, y empezo´ a disen~ar lo que iba a ser la DINA, una polici´a poli´tica que, como cualquier polici´a, requeri´a personal te´cnico y administrativo. De ahi´ que en esas fechas, un grupo de oficiales del Eje´rcito llegara al Instituto Manpower de Santiago para reclutar a cuatro o cinco estudiantes de secretariado. La Chany dice que eligieron a las mejores, seleccionadas mediante una entrevista personal y una prueba que rindieron en la Academia de Guerra. Di´as despue´s, un ex agente me dira´ en reserva que es cierto que se eligio´ a las mejores secretarias, pero tambie´n a las ma´s jo´venes y agraciadas de toda una generacio´n.

En ese pequen~o grupo estaba Ne´lida Gutie´rrez, la secretaria que el Mamo se reservo´ para si´ una vez que la DINA fue fundada oficialmente en 1974. Ne´lida se distingui´a de las otras. Era ocho o 10 an~os mayor, ma´s dama que las otras, ma´s sen~ora, explica la Chany:

—Tu´ sabes de lo que hablo: la Ne´lida era elegante y con clase, y con la clase se nace o no se nace, esa es la verdad… ¿Bonita, dices? Yo diri´a que si´: una mujer amable a la vista.

A diferencia de la Chany y las otras secretarias, Ne´lida Gutie´rrez no hizo el curso de Inteligencia en Tejas Verdes, curso que estaba a cargo de Ingrid Olderock, la oficial de Carabineros especialista en entrenar perros para violar prisioneros. Ne´lida, ya se sabe, era de otra clase, y por esas fechas estaba casada y teni´a dos hijas. Tampoco paso´ por la Escuela Nacional de Inteligencia de Maipu´, como si´ lo hizo la Chany. El trato especial que el Mamo le dio a su secretaria personal se noto´ en esa oficina privada del segundo piso del cuartel general de la DINA, en la calle Belgrado, en el centro de la capital, que le reservo´ al lado de la suya. Todas las dema´s comparti´an oficina.

La del Mamo, por cierto, era ma´s amplia que cualquier otra. Al fondo, un escritorio con varios tele´fonos –negro, verde, rojo– y un pun~o forjado en hierro que era el emblema de la DINA. Una licorera con licores importados, una caja fuerte, un gabinete para guardar papeles, dos sillones en torno a una mesa de centro y un gran mueble que conteni´a un televisor con conexio´n directa al edificio Diego Portales, que Pinochet uso´ como sede de gobierno en los primeros an~os de dictadura. Como en las peli´culas de espi´as de esos an~os, el Mamo y Pinochet hablaban y se vei´an las caras en directo.

Lo que no estaba a la vista era un privado, dentro de su misma oficina, donde habi´a un ban~o y un catre de campan~a. Alli´ guardaba dos maletas con ropa limpia, para partir de viaje en el momento que fuera necesario. Una con ropa de invierno, otra de verano.

Todos los di´as, de man~ana, el Mamo pasaba a buscar a Pinochet por su casa y se trasladaba con e´l hasta el edificio Diego Portales, donde desayunaban. Ese era el momento en que el jefe de la DINA desplegaba todo su encanto. El tema no eran so´lo los opositores y grupos de izquierda, que pronto estuvieron bajo control.

Tanto o ma´s peligrosos eran los militares y altos funcionarios de gobierno que podi´an amenazar el poder absoluto de Pinochet. A ellos, ma´s que a nadie, habi´a que mantener a raya. Por eso, Contreras se ocupo´ de pinchar sus tele´fonos y espiar sus movimientos. Y por eso, tambie´n, se gano´ enemigos dentro de la misma dictadura. Habi´a una carpeta para cada persona importante, y esas carpetas, que conteni´an secretos profesionales y de alcoba, eran su seguro de supervivencia: Manuel Contreras, dice el destituido capita´n Carlos Vergara, era un maestro de la extorsio´n, un conspirador de libro.

El Mamo se hizo imprescindible. Un guardia personal de Pinochet y de si´ mismo: cuidando las espaldas de su jefe, cuidaba sus propias espaldas. Si no descubri´a un plan para atentar contra el dictador o su familia, se lo inventaba. Y como Pinochet era un hombre desconfiado, receloso de su propia sombra, necesitaba a una persona como el Mamo que, adema´s, se gano´ la confianza y amistad de Luci´a Hiriart, la esposa de Pinochet. “Un amigo de la casa”, lo definio´ Gonzalo Vial, ex ministro y bio´grafo del dictador.

Segu´n se lee en Don~a Luci´a, el libro de la periodista chilena Alejandra Matus sobre la esposa de Pinochet, el Mamo se hizo tan querido y necesario que en 1978, cuando a Pinochet no le quedo´ otra que mandarlo a retiro ante la presio´n de Estados Unidos por el atentado que la DINA habi´a ejecutado en Washington dos an~os antes contra el ex canciller Orlando Letelier, Luci´a Hiriart visito´ al Mamo en su casa, en sen~al de desagravio, y luego, en sen~al de protesta contra su marido, no regreso´ a la suya en dos semanas. El general tuvo que pedir la mediacio´n de un obispo para hacer entrar en razo´n a su esposa.

Luci´a Hiriart era implacable con aquellos oficiales del Eje´rcito que engan~aban a sus esposas, quiza´s no tanto por su fervoroso catolicismo sino porque ella misma era engan~ada. Teni´a su propia red de informantes, de seguro proporcionada por el Mamo, y ningu´n adu´ltero de uniforme se salvaba de ser llamado a retiro o destituido de su cargo. Ninguno, a excepcio´n del propio jefe de la DINA. Porque el mecanismo de relojeri´a montado por el Mamo empezaba en su propia oficina, mediante un estricto control interno de su personal. Para saber lo que haci´an y conversaban sus agentes de mayor confianza, procuro´ que unos vigilaran a otros. Y procuro´ hacerles saber a todos que, como alguna vez dijo Pinochet, en la DINA tampoco se movi´a una hoja sin que el jefe lo supiera. El respeto se cultivaba con dosis equitativas de miedo y recompensas. Segu´n la Chany, el Mamo se preocupo´ de mantener un ambiente de camaraderi´a y de asegurar las mejores condiciones para su personal. Aguinaldos, servicios de salud, ca- ban~as de verano, premios. Era comu´n que, despue´s de algu´n operativo de relieve, los agentes fueran recompensados con un viaje de placer junto a sus esposas o amantes, daba igual, mientras no se enterara don~a Luci´a.

Un ex agente de la DINA me dira´ que el Mamo era particularmente vanidoso del poder que ostentaba. Fue e´l mismo quien recibio´ en su oficina de calle Belgrado a las tres militantes de izquierda que, despue´s de permanecer varios meses bajo custodia de la DINA, sometidas a torturas, fueron integradas de manera formal como agentes –con sueldo, credencial y beneficios–, bajo un estricto control. Marcia Merino, una de esas tres mujeres, contó a la justicia que, por alguna razo´n, en la DINA las prisioneras “eran propiedad” del agente que habi´a practicado la detencio´n. Tambie´n conto´ de esa reunio´n realizada en mayo de 1975, en las oficinas del cuartel general de calle Belgrado, en la que el Mamo, recibiendo por separado a las tres, “hace una larga disertacio´n sobre ex guerrilleros que pasan a colaborar con organismos de seguridad de otros pai´ses”. Las tres mujeres quedaron alojadas en un departamento de las torres San Borja, a pocas cuadras del cuartel general. Y a partir de ese momento, segu´n el mismo testimonio, fue comu´n que el Mamo y sus hombres se dejaran caer en ese departamento tras la jornada de trabajo. Llevaban “comida y mucho trago”, testifico´ Marcia Merino, apuntando un detalle: el jefe de la DINA haci´a “insinuaciones amorosas” a las tres.

La Chany dice que no vio nada de eso. Admite que el hombre teni´a su genio, que cada tanto lo escuchaba gritarle a algu´n agente. Pero a puertas cerradas, en confianza, dice que era una buena persona, capaz de ayudar a un ser humano en problemas, como lo hizo con ella cuando su padre tuvo un li´o de dinero que lo llevo´ a la ca´rcel.

—Le voy a estar agradecida por siempre por eso –me dice Chany–. Yo no sabi´a que´ hacer con el problema que teni´a, estaba desesperada, don Manuel me vio llorando y me pregunto´: Que´ te pasa, Negra, ¿algu´n problema? Ven a mi oficina y cue´ntame, y yo fui a su oficina y le conte´ lo que estaba pasando con mi papa´. E´l no me dejo´ terminar. Entiendo, entiendo, me dijo, que´date tranquila, yo te voy a ayudar, y ese mismo di´a me volvio´ a llamar a su oficina y me entrego´ un sobre con dinero. Yo no sabi´a que´ decir. Imagi´nate. Al final le dije que no sabi´a co´mo se lo iba a pagar y e´l me dijo: Anda tranquila, Negrita, ¿quie´n te esta´ diciendo que me lo pagues?

 *El texto es un fragmento del perfil a Manuel Contreras titulado “Por un Camino de Sombras”, incluido en el libro “Los Malos” (Ediciones UDP, 2015).


Chile defiende pedido de extradición de Adriana Rivas, brazo derecho de Manuel Contreras

Fuente :eldesconcierto.cl, 19 de Noviembre 2021

Categoría : Prensa

El abogado que representa a las autoridades de Chile, Trent Glover, dijo que las sentencias previas ya establecieron los motivos para extraditar a Rivas por los presuntos delitos de «secuestro agravado» de Víctor Díaz, otrora subsecretario del Partido Comunista de Chile, en 1976, y otros seis activistas, entre ellos una mujer embarazada.

El equipo legal de Chile defendió la solidez del pedido a Australia para extraditar a Adriana Rivas, exagente del régimen de Augusto Pinochet y acusada por la desaparición de siete personas en la década de 1970, durante una apelación que quedó vista para sentencia este jueves.

El Tribunal Federal de Australia abordó la apelación de la defensa de Rivas a su extradición aprobada el 29 de octubre de 2020 por un tribunal local de Sídney y ratificada el pasado 24 de junio por el mismo Tribunal Federal.

El abogado que representa a las autoridades de Chile, Trent Glover, dijo que las sentencias previas ya establecieron los motivos para extraditar a Rivas por los presuntos delitos de «secuestro agravado» de Víctor Díaz, otrora subsecretario del Partido Comunista de Chile en 1976, y otros seis activistas, entre ellos una mujer embarazada.

Se presume que la chilena conocida como «la Chani, recluida en una prisión de Sídney desde su detención en febrero de 2019, formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.

Glover criticó los argumentos del abogado de Rivas, Frank Santisi, quien se apoyó en la Ley de Amnistía en Chile que protege a los autores, cómplices o encubridores de delitos perpetrados durante la dictadura de Pinochet desde el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 hasta el 10 de marzo de 1978.

Adriana Rivas todavía puede apelar

El letrado dijo que la interpretación de ese decreto de Pinochet no se aplica a los crímenes contra la humanidad y, por ende, a los de secuestros agravados.

También recordó que «el secuestro agravado existía en la época de la presunta conducta criminal atribuida a Rivas». Y agregó que bajo las leyes australianas, no tiene que existir una «correspondencia total» de la tipificación de los delitos para que proceda la extradición.

Dos de los tres magistrados fueron particularmente incisivos con los argumentos de la defensa de Rivas, por considerar que los llevaban a un «completo callejón sin salida» y que cuestionan los principios «centrales» de la ley de extradición.

«El tribunal (australiano) solo tiene que determinar si el material presentado cumple con la ley de extradición», dijo a Efe Adriana Navarro, abogada de los familiares de las siete víctimas atribuidas a Rivas.

Rivas todavía puede apelar su extradición ante el Tribunal Superior de Australia, pero en esta instancia solo puede alegar supuestos errores de procedimiento.

Si los tribunales confirman su extradición, la decisión final recaerá en la fiscal general australiana, Michaelia Cash.

Rivas viajó en 1978 con su entonces marido a Australia, donde se dedicó a labores de limpieza y cuidado de niños. Tras retornar a Chile en 2006 la detuvieron por los casos vinculados a su solicitud de extradición. Tiempo después logró escapar y volvió tres años más tarde a Sidney.


Australia autoriza la extradición de Adriana Rivas, colaboradora de Manuel Contreras

Fuente :eldesconcierto.cl, 24 de Noviembre 2021

Categoría : Prensa

Se presume que la agente de la dictadura de Pinochet, detenida y recluida en una prisión de la ciudad de Sidney desde febrero de 2019, pertenecía a la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta de Augusto Pinochet), donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.

El Tribunal Federal australiano confirmó este miércoles que Adriana Rivas, agente del régimen de Augusto Pinochet acusada de la desaparición de siete personas en la década de 1970 en Chile, es extraditable, lo que deja a la mujer solo una vía improbable de apelación.

Al leer el fallo en una vista virtual, el juez Stuart Anderson dijo que el tribunal rechazó los 17 argumentos de la apelación de la defensa de Rivas, de 68 años y estableció que es extraditable por los siete cargos de secuestro agravado por los que la requieren en nuestro país.

La defensa alegó que a su clienta no la pueden extraditar porque la Ley de Amnistía en Chile no está derogada en el Parlamento de nuestro país y, por tanto, no se pueden juzgar los delitos de los que acusan a Rivas.

La apelación buscaba anular un fallo a favor de la extradición de un tribunal local de Sidney el 29 de octubre de 2020 que ratificó el 24 de junio el Tribunal Federal Australiano.

El fallo de hoy subraya que el papel de la justicia australiana no es determinar si Rivas es culpable o inocente, sino corroborar si existen motivos suficientes para su extradición.

Además, rechazó el argumento de la vigencia de la Ley de Amnistía en Chile, que ampara los crímenes cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1978), al considerar que se trata de un asunto que compete a la justicia de nuestro país.

La compleja situación de Rivas

Afuera del Tribunal Federal de Sidney una decena de activistas chilenos, que llevaron fotografías de las víctimas atribuidas a Rivas, celebraron con aplausos el fallo y leyeron emocionados cada uno el nombre de las siete personas desaparecidas, incluido el de una embarazada.

Finalmente, después de más de dos años de su detención en Australia, «y habiendo atrasado su remisión en Chile mediante una serie de dilaciones artificiales por parte de su defensa, el pleno de la Corte Federal ha confirmado hoy la extradición de Rivas», dijo en un comunicado la abogada Adriana Navarro, en nombre de los familiares de las siete víctimas que representa.

A la salida del tribunal, Navarro explicó a los activistas que llegaron al lugar que Rivas todavía puede recurrir al Tribunal Superior de Australia. Sin embargo, dejó claro que este trámite requiere de «una venia especial» de los jueces y que debe convencerlos de que es un asunto de «importancia nacional».

Finalizado el proceso judicial, la última palabra sobre la extradición depende de la fiscal general, Michaelia Cash.

Rivas habría pertenecido a una brigada de exterminio

Se estima que la chilena, que está detenida y recluida en una prisión de la ciudad de Sidney desde febrero de 2019, pertenecía a la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta de Augusto Pinochet), donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.

Chile pidió en 2018 a Australia la extradición de Rivas, quien defiende su inocencia y se considera víctima de una persecución política, por su presunta participación en el «secuestro agravado» en 1976 de Víctor Díaz, quien era subsecretario del Partido Comunista.

Las otras víctimas son Reinalda Pereira, quien estaba embarazada, Lincoyán Berríos, Fernando Navarro, Héctor Véliz, Horacio Cepeda y Fernando Ortiz.

Rivas viajó en 1978 con su entonces marido a Australia, donde residió en una vivienda subvencionada en el barrio de Bondi, en el este de Sidney, dedicándose durante 30 años a labores de limpieza y cuidado de niños.

En 2006 regresó a Chile, donde la detuvieron por los casos vinculados a su extradición, aunque logró escapar del país y volvió tres años más tarde a Australia.


Adriana Rivas, secretaria de Manuel Contreras, quedó ad portas de ser extraditada a Chile

Fuente :eldesconcierto.cl, 9 de Mayo 2022

Categoría : Prensa

El Tribunal Superior de Australia dictó sentencia contra Adriana Rivas, secretaria de Manuel Contreras durante la dictadura de Pinochet, quedando a punto de ser extraditada a Chile para ser procesada por violaciones a los DD.HH.

El Tribunal Superior de Australia, máxima instancia judicial del país, descartó este lunes abordar la apelación contra la extradición a Chile de Adriana Rivas, exagente del régimen de Augusto Pinochet, por lo que dejó en firme la decisión a falta de que el Fiscal General decida proceder.

Un portavoz del tribunal señaló a Agencia EFE que la instancia consideró que hubo un «abandono de la solicitud» de apelación presentada por la defensa de Rivas contra una decisión del pleno del Tribunal Federal Australiano, emitida en noviembre, a favor de su extradición.

Según el funcionario judicial, el equipo legal de Rivas, de 68 años, «no cumplió con las reglas» relativas al procedimiento, al referirse a los plazos de presentación de los documentos relativos al caso.

Con ello Rivas, quien está recluida en una prisión de Sidney desde su detención en febrero de 2019 y es requerida por Chile para juzgarla por la desaparición de siete personas en la década de 1970, agota todas las vías judiciales en Australia contra su extradición. Ahora, el proceso queda en manos del Fiscal General del país oceánico.

La abogada de las víctimas atribuidas a Rivas, Adriana Navarro, dijo que la decisión del fiscal, en el marco de la ley de extradición, «requiere actuar tan pronto como sea razonablemente práctico, pero no impone un tiempo específico».

Por su parte, la representante en Australia de la Campaña Nacional por la Verdad y la Justicia en Chile, Pilar Aguilera, señaló que tanto los familiares de las víctimas atribuidas a Rivas como su organización, tienen previsto presentar documentos para remarcar «lo importante que es su extradición a Chile».

Chile pidió en 2018 a Australia la extradición de Rivas, quien defiende su inocencia y considera que es víctima de una persecución política, por su presunta participación en el “secuestro agravado” de Víctor Díaz, quien fuera subsecretario del Partido Comunista de Chile en 1976, y otros seis activistas, entre ellos una mujer embarazada.

Desde entonces se inició un largo proceso legal en el que un tribunal local de Sidney se pronunció en favor de su extradición, lo que fue ratificado en junio y noviembre de 2021, respectivamente, por un juez y el pleno del Tribunal Federal Australiano.

Se presume que la chilena formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta de Augusto Pinochet), donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.

Rivas viajó en 1978 con su entonces marido a Australia, donde residió después en una vivienda subvencionada en el barrio de Bondi, en el este de Sidney, y se dedicó durante 30 años a labores de limpieza y cuidado de niños.

En 2006 viajó a Chile, donde fue detenida por los casos vinculados a su extradición, aunque después logró escapar y volver tres años más tarde a Australia.