Rut: 5.064.132-5
Cargos:
Grado : Anestesiólogo
Rama : Civil
Organismos : Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)
Clinica Santa Lucía
Torturadores y asesinos: Médicos de la muerte.
Fuente :elsiglo.cl, 13 de Febrero 2004
Categoría : Prensa
Cardiólogos, psiquiatras, dentistas, traumatólogos, pediatras, psicólogos, ginecólogos y otorrinolaringólogos pusieron sus conocimientos, adquiridos para salvar vidas, en la aplicación de torturas y ejecuciones en contra de cientos de prisioneros políticos.
La mayoría de ellos aún se encuentra en funciones en hospitales públicos, clínicas privadas e instituciones de salud de las Fuerzas Armadas.
El Juramento Hipocrático dice en algunas de sus partes: "Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él participará de mi mandamiento y si lo desea participará de mis bienes. Consideraré su descendencia como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlos.
Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer supositorios destructores; mantendré mi vida y mi arte alejado de la culpas Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro".
Evidentemente, los que pusieron sus conocimientos al servicio de la tortura y la muerte violaron este juramento y todas las normas relativas a la defensa de los derechos humanos. Lo peor es que, con protección de las Fuerzas Armadas o con la extrema desidia de los directores de hospitales públicos designados por la Concertación, siguen en funciones atendiendo a personas que no tienen la más mínima idea de que "su doctor" tiene tan siniestro pasado.
Así ocurrió, cuando comenzaron las denuncias públicas denominadas funas, con centenares de pacientes que comenzaron a llamar a los médicos para increparles y cancelar sus visitas al enterarse de los hechos. Entre otros casos, fue lo sucedido con Alejandro Forero en la Clínica INDISA, Sergio Muñoz en el Hospital Barros Luco y Roberto Lailhacar en su consulta de calle Obispo Salas en la comuna de Providencia.
Desde los primeros días
La colaboración de los médicos que se habían puesto del lado de los golpistas se dio desde los primeros días de la dictadura pinochetista. El caso de José María Fuentealba, funcionario de salud del Ejército es uno de ellos.
El 27 de octubre de 1973 fueron entregados por Gendarmería argentina a militares chilenos, en la localidad fronteriza de Río Mayo, Néstor Hernán Castillo Sepúlveda, de 23 años, Secretario Regional de las Juventudes Comunistas; José Rosendo Pérez Ríos, de 24 años, empleado, militante del MAPU; y Juan Vera Oyarzún, de 53 años, obrero, Secretario Regional del Partido Comunista, dirigente sindical y ex regidor de Punta Arenas.
El 20 de septiembre un grupo de cuatro personas, entre las que se encontraba Juan Vera, había cruzado la frontera para pedir asilo político en Argentina. Dos días después fueron entregados a Gendarmería argentina por el propietario de una estancia del sector, llevados a Aldea Veleiros y posteriormente a Río Mayo. En esta localidad quedaron bajo la custodia del Escuadrón Nº38 de Gendarmería.
Por otra parte, el 28 de septiembre eran detenidos en una pensión de Río Mayo José Rosendo Pérez y Néstor Castillo, quienes también habían llegado desde Chile días antes. Junto a Juan Vera se les encomendó realizar trabajos en la Municipalidad de Río Mayo, mientras permanecían detenidos. Eso duró hasta el 27 de octubre, cuando son entregados a un comando militar integrado por el capitán de Ejército Joaquín Molina, un carabinero de apellido Salinas, el suboficial Evaldo Reidlich Hains y el doctor José María Fuentealba Suazo, quienes se movilizaban en una ambulancia del Hospital Regional de Coyhaique.
Según el diario La Epoca del 2 de noviembre de 1988, los militares "les comunicaron que sus familias los esperaban en la frontera. Ya en el territorio chileno, la patrulla militar obligó al grupo a subir a una camioneta y emprendió el retorno hacia el campo de prisioneros
Las Bandurrias. Horas después el vehículo llegó al recinto militar. Sólo viajaban en su interior los uniformados y el médico. Los tres detenidos nunca aparecieron hasta el día de hoy".
La justicia sometió a proceso al doctor Fuentealba Suazo y al suboficial en retiro Evaldo Reidlich, mientras continúa las diligencias para identificar al otro integrante de la patrulla y se realizan inspecciones en la Reserva Forestal Coyhaique del Cementerio El Claro, lugar donde habrían sido ejecutados y hechos desaparecer los tres ciudadanos chilenos. Joaquín Molina Fuenzalida, el capitán que comandó al grupo, fue asesinado por Manuel Contreras Valdebenito, hijo del jefe de la DINA.
Como en este caso, también aparece desde el primer momento el cardiólogo de Punta Arenas Guillermo Aranda y Alejandro Babaich Schmith, Director del Hospital "Cirujano Guzmán" de esta ciudad, reconocidos por muchos torturados de esa localidad. Otro es Darwin Arraigada Loyola, en ese momento dirigente del Colegio Médico de Chile, quien fue posteriormente nombrado por la Junta Militar como Director General de Salud y al que se le acusa, entre otras cosas, de entregar a numerosos médicos de izquierda, más de 30 de los cuales fueron asesinados, y participar en el plan de administrar drogas en los alimentos para asesinar a prisioneros políticos.
El médico Raúl Díaz Doll, funcionario de la Dirección General del Servicio Nacional de Salud, integró la comisión militar que investigaba la filiación política de los médicos. Organizó el soplonaje en el servicio y participó personalmente en los interrogatorios a los médicos detenidos y torturados.
En Iquique, el pediatra Werner Gálvez, Coronel de Sanidad, aplicó inyecciones intravenosas de pentotal sódico, alternadamente con suero biológico, durante interrogatorios a los prisioneros de guerra. Mientras en Valdivia, el traumatólogo Fernando Jara de la Maza participó directamente en la aplicación de tortura a los detenidos.
En la provincia de Concepción, asesora a los torturadores de Fuerte Borgoño y extiende certificados por "muerte natural", para encubrir los crímenes, un médico de Carabineros de apellido Minoletti. En tanto en Tejas Verdes, cuna de la DINA, cumple funciones de colaboración en las torturas cometidas en el Campo de Prisioneros Número Dos de ese recinto militar el doctor Vittorio Orvieto Teplizky, que posteriormente se incorporaría a la Brigada de Salubridad de dicha asociación ilícita, apareciendo como director de la clínica clandestina Santa Lucía. En las cercanías de Santiago, el radiólogo Bernardo Pulto, junto al Fiscal militar de Melipilla, tomó parte personalmente en las sesiones de tortura a los prisioneros.
La Brigada de Sanidad
La DINA tuvo su propio equipo para atención del personal de servicio, de prisioneros que colaboraban y la aplicación de tormentos a quienes consideraba sus "enemigos". Junto al ya citado Vittorio Orvieto Teplizky, cumplían funciones Werner Zanghellini, Hernán Taricco, Nader Nasser, Osvaldo Eugenio Leyton Bahamondez, Rodrigo Vélez, Samuel Valdivia Soto, Luis Hernán Santibáñez Santelices, Eduardo Contreras Balcarce, el ginecólogo Juan Pablo Figueroa Yáñez, el otorrino Eugenio Fantuzzi Alliende, el psiquiatra Roberto Lailhacar Chávez, el dentista Sergio Roberto Muñoz Bonta y la enfermera María Eliana Bolumburú Taboada. Otro médico, del cual sólo se sabe el apellido, es el psicólogo Bassaure. Sin formar parte de la estructura, el médico Gregorio Burgos del Regimiento de Los Angeles, colaboró con agentes de la DINA buscando formas de tortura sin que el detenido perdiera el sentido.
Muchos de ellos parece que ya no ejercen funciones en sus respectivas áreas, aunque se mantienen cercanos, como la enfermera María Eliana Bolumburú que trabaja en un laboratorio químico de calle Ejército. Otros continúan activos y asumen destacados roles en su profesión, como Roberto Emilio Lailhacar Chávez, quien en los últimos años de los '90 y hasta el 2001 ocupara el cargo de presidente de la Sociedad Chilena de Sexología y Educación Sexual, cuya sede funcionaba en su consulta particular de Obispo Salas 290 en la comuna de Providencia.
A esta organización integró, como "persona natural", al abogado Víctor Manuel Avilés Mejías, integrante del Departamento Jurídico de la DINA.
Por su parte, el cirujano dentista Sergio Muñoz Bonta, que trabajó en las clínicas clandestinas Santa Lucía y London, atendió entre otras personas a Marcia Merino, la "flaca Alejandra", y fue "socio fundador" de la empresa de pantalla Pedro Diet Lobos, por intermedio de la cual la DINA lavaba los dineros provenientes del Estado, del tráfico de armas y drogas, y legalizaba los robos de casas, autos y bienes de aquellos prisioneros que eran hechos desaparecer. Aquí fue "colega", por ejemplo, de Francisco Ferrer Lima, Emilio Sajuria Alvear, Ricardo Lawrence Mires, Fernando Gómez Segovia, Augusto Pinochet Hiriart y Pedro Espinoza Bravo.
Luis Hernán Santibáñez Santelices aparece implicado en la desaparición de Juan Elías Cortés Alruiz, militante comunista secuestrado en abril de 1976, caso por el que incluso fue llamado a declarar por el ministro Servando Jordán en 1980 junto a Germán Barriga Muñoz, Emilio Troncoso Vivillos, Heriberto Acevedo, Vianel Valdivieso y Julio Leyton Robles, hermano de Manuel Leyton, muerto en extrañas circunstancias en la clínica London.
El doctor Santibáñez reconoció el 17 de julio de 1980 haber integrado la DINA en calidad de médico. Informó que en la calle Almirante Barroso existía la Clínica London, a cuyo cargo estaba el doctor Taricco. Cuando se le exhibió la foto de Cortés dijo que le parecía cara conocida y que posiblemente pudo haber visto a esa persona en el Hospital San Juan de Dios. En la misma diligencia se le interrogó sobre el caso de Gabriel Castillo Tapia, desaparecido desde el 5 de agosto de 1976.
En la muerte de Manuel Leyton Robles aparece implicado otro doctor, Osvaldo Leyton Bahamondes, quien firmó un certificado de defunción afirmando que el agente de la DINA había fallecido a causa de una risis epiléptica y de arritmia cardiaca. El deceso habría sido en Almirante Barroso Nº 76, donde funcionaba la Clínica London. Lo cierto es que Manuel Leyton fue asesinado por sus "colegas" al ser descubierto su papel de integrante de la DINA tras participar en un trabajo encargado por Germán Barriga: el robo de una renoleta.
Por su parte, Sergio Marcelo Virgilio Bocaz, tras finalizar su labor en la DINA, con base en la Clínica Santa Lucía, continuó trabajando en el Comando de Logística de la CNI y a fines de la dictadura se le vio aparecer en publicidad de diversos tipos, como una de Nescafé, otra de galletas Tritón y de instituciones financieras. Aún ejerce funciones en el Hospital Félix Bulnes. El doctor Eugenio Fantuzzi tiene su consulta particular y es Jefe del Servicio de Otorrinolaringología de la Clínica Dávila. El ginecólogo Juan Pablo Figueroa atiende de lunes a viernes en la Clínica Arauco y Hernán Taricco Lavín continúa trabajando para el Ejército en el Centro Médico Militar de Maipú (ver recuadro).
Werner Zanghellini Martínez, quien inyectara con el virus de la rabia al detenido Jorge Fuentes Alarcón, abandonó rápidamente su consulta, ubicada en Galvarino Gallardo 1983, cuando fue funado por decenas de personas hace un par de años. Se sabe que continúa atendiendo en una consulta de Avenida Providencia que pertenece a un familiar, aunque su nombre no aparece en la placa adosada a la puerta.
La CNI y el Comando Conjunto
Aunque en el Comando Conjunto, integrado básicamente por miembros de la Fuerza Aérea, se conoce la presencia de otros médicos, el que ha sido procesado como parte permanente de esta asociación ilícita es el cardiólogo Alejandro Jorge Forero Alvarez, comandante de escuadrilla de la FACH y funcionario del hospital institucional. Nombrado en la mayoría de los casos que involucran al Comando Conjunto, se sabe que en 1976 prestó servicios como soldado segundo en la Base Aérea de El Bosque y en el Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina, usado como centro clandestino de reclusión por la FACH. En este lugar habría participado supervisando las torturas y drogando a los prisioneros que eran sacados para hacerlos desaparecer. Forero participó en Patria y Libertad durante el gobierno de la Unidad Popular, donde conoció a Roberto Fuentes Morrison, alias "el Wally".
Ya en dictadura, fue procesado por el ministro Carlos Cerda, pero dicho proceso fue cerrado y amnistiado por un juez puesto especialmente para eso. Por los delitos de asociación ilícita y detención ilegal de Víctor Vega Riquelme, fue procesado junto a otros 20 integrantes del Comando Conjunto.
En la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) aparece Jorge León Alessandrini, dentista y agente civil, implicado en el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez donde habría actuado proporcionando el arma homicida.
La CNI también contó con su propio equipo médico, especialmente en los recintos clandestinos de torturas ubicados en Santiago, como el Cuartel Borgoña, y otros de regiones. Casos que han alcanzado notoriedad dejaron al descubierto a algunos de ellos, por ejemplo a los implicados en la muerte por torturas del profesor Federico Alvarez Santibáñez en agosto de 1979.
El joven militante del MIR fue entregado por Carabineros a la CNI, donde fue sometido a terribles apremios mientras era "vigilado" por profesionales de la salud para evitar su muerte. Entre éstos aparecen Luis Losada Fuenzalida, Manfred Jurgensen Caesar y Camilo Azar Saba, todos sancionados por el Colegio Médico el 31 de marzo de 1986.
Losada Fuenzalida firmó un informe en el que indicó que el docente estaba en buenas condiciones físicas sólo una hora antes de la muerte de Alvarez Santibáñez.
Camilo Azar es traumatólogo y ortopedista, por lo que conocía a la perfección las zonas del cuerpo más sensibles, que pudieran causar mayor dolor con menos peligro de muerte. Sin embargo, en este caso no sirvieron: Federico Alvarez falleció debido a contusiones múltiples, hemoptisis e insuficiencia pulmonar.
Otro caso es el del transportista serenense Mario Fernández López, secuestrado por la CNI en octubre de 1984. Tras la muerte por torturas de Fernández, fueron sancionados por el Colegio Médico los doctores Víctor Carcuro Correa y Guido Mario Félix Díaz Paci, partícipes de la aplicación de tormentos al detenido.
Guido Díaz Paci, conocido médico del Ejército, mintió a los doctores de turno del Hospital de La Serena, aduciendo que el detenido venía de una Tenencia de Carabineros y no de la CNI, y solicitando a los médicos que ocultaran el estado del detenido.
Una vez fallecido Mario Fernández, Díaz Paci intentó que el facultativo que había operado de urgencia a la víctima falsificara el diagnóstico de su muerte, ocultando los verdaderos motivos del deceso.
Ya en 1974, cuando participó en la exhumación del cuerpo de María Avalos, asesinada junto a su marido Bernardo Lejdermann en diciembre de 1973 por una patrulla del Regimiento Arica de La Serena, mintió al extender un certificado de defunción asegurando que la mujer se había dinamitado.
Como muchos de estos "médicos de la muerte", Díaz Paci continúa trabajando en La Serena.
El lugar de trabajo
- H. Darwin Arraigada Loyola, Medicina general. Atiende en Santa María 217, oficina 34, comuna de Independencia. Fono 7372626.
- Dr. Eugenio Fantuzzi Alliende, Otorrinolaringólogo. Médico Jefe del Servicio de Otorrinolaringología de la Clínica Dávila, ubicada en Avenida Recoleta 464, Santiago. Consulta Particular en Luis Thayer Ojeda Norte 073, oficina 606, Providencia. Teléfono 233 7524. Fax 234 1740.
- Dr. Juan Pablo Figueroa Yáñez, Ginecólogo y Obstetra. Atiende de lunes a viernes en la Clínica Arauco, ubicada en el Parque Arauco. Avenida Kennedy 5413-B. Teléfono 2990299.
- Werner Zanghellini Martínez, Cardiólogo. Ultima dirección conocida: Galvarino Gallardo 1983, Providencia. Ahora atiende sin publicidad en la consulta de un familiar, en la misma comuna.
- Sergio Marcelo Virgilio Bocaz, Medicina general. Aún se encuentra en funciones en el Hospital Félix Bulnes, ubicado en Leoncio Fernández 2655, Quinta Normal, Santiago.
- Hernán Horacio Taricco Lavín, Pediatra. Atiende los martes, jueves y viernes, de 12:00 a 14:30 horas, en el Centro Médico Militar de Maipú, ubicado en la Avenida Ramón Freire Nº6097, Villa Militar Oeste, Paradero 3 1/2 de Pajaritos, Comuna Estación Central. Teléfonos: 450 8564, 450 8565, 450 8566. Fax: 4508563.
- Manfred Jurgensen Caesar, Medicina general. Trabaja en el Hospital Militar de Santiago.
- Alejandro Forero Alvarez, Cardiólogo. Trabaja en la Clínica INDISA, Avenida Santa María 1810, fono 2254555. Consulta Particular Apoquindo 6275, oficina 116.
- Guido Díaz Paci, Pediatra. Atiende en el Regimiento de Infantería N°21 "Arica" de la Segunda División de Ejército con base en La Serena, bajo el mando del General de Brigada José Gabriel Gaete Paredes.
- Camilo Azar Saba, Traumatólogo. Desde el 1 agosto de 2003 atiende en Integramedica Alto Las Condes, ubicada en Avenida Kennedy 9001, piso 7, Mall Alto Las Condes. Fonos: 6366666, 6796500, 6796566 y 6796567. Asistente: Fabiola Banda, fono 6796576.
- Sergio Roberto Muñoz Bonta, Dentista. Atiende en el Hospital Barros Luco-Trudeau y en la consulta médica dental "San Lucas" de José Domingo Santa María 1338. Fonos 7377674 y 7379978.
- Roberto Lailhacar Chávez, Psiquiatra. Continúa atendiendo en Obispo Salas 290, Oficina 168. Fono 2239405.
Los torturadores: quiénes son y dónde están: Lo que no dice el Informe Valech
Fuente :elsiglo.cl, 10 de Diciembre 2004
Categoría : Prensa
"Fui violada, me ponían corriente, me quemaron con cigarrillos, me hacían ‘chupones’, me pusieron ratas. Creo que estuve en Venda Sexy (recinto secreto de la DINA), me amarraron a una camilla donde unos perros amaestrados me violaron. Estaba siempre con scotch, después una venda y después una capucha. Se reían, nos ofrecían comida y nos daban cáscaras de naranjas. Nos despertaban de noche para perder la noción del tiempo".
(Testimonio de una niña de 16 años, secuestrada en la Región Metropolitana, quien luego fue expulsada del país sin su familia.)
El horror se hizo presente para todos los chilenos. Algunos seguirán diciendo que es mentira, que a los sobrevivientes "les pagaron para hablar contra las Fuerzas Armadas", o por último que "se lo merecían". Pero el país ya supo la verdad y hasta una modelo-animadora quiere "saber los nombres de los torturadores". Esa es la idea de este especial: entregar una parte de la verdad que no tiene por qué esperar 50 años para ser conocida.
Esa es una de las tantas críticas que se hace al Informe sobre Prisión Política y Tortura presentado por Ricardo Lagos, en la noche del domingo 28 de noviembre, a través de un discurso pregrabado para la cadena nacional transmitida antes de comenzar los espacios noticiosos de los canales de televisión. Solo, sin víctimas ni familiares a los que mirar a los ojos, el Presidente de la República cumplía con el ritual de informar a sus conciudadanos. No hubo entrega simbólica del texto, no hubo posibilidad de consultar nada, no hubo reconocimiento de los motivos que llevaron a tantos hombres y mujeres a torturar a sus compatriotas, no hubo crítica certera, no hubo nombres de víctimas ni de victimarios, no se entregaron los antecedentes a la Justicia, como se había hecho luego del Informe Rettig y hasta de la Mesa de Diálogo.
Reacciones desde el odio
Senadores designados y ex uniformados reaccionaron descartando participación en los delitos. El ex almirante Jorge Martínez Bush exigió un "punto final" para terminar con las "mentiras" contra su institución. El otro ex almirante, Jorge Arancibia, negó rotundamente la posibilidad de "dar de baja" a La Esmeralda, "que sólo puede ser dada de baja en combate" y amenazó: "Yo no puedo comprometerme, ni nadie puede hacerlo, a que algo no ocurra nunca más si no sé qué lo origina". Muchos insistieron en la tesis de Hermógenes Pérez de Arce sobre los infundios sin base contra los uniformados y el "gobierno militar", repetidos en boca de los generales y almirantes en retiro.
El senador designado y ex comandante en jefe de la FACH Ramón Vega apoyó la declaración oficial de su institución y agregó que: "las consecuencias hoy día las estamos lamentando y las estamos investigando, pero una planificación de tortura yo por lo menos jamás la escuché, nunca se analizó, ni en la Academia de Guerra ni en la Escuela de Aviación ni en ninguna escuela de instrucción se escuchó nunca la palabra tortura".
Los senadores Rodolfo Stange y Fernando Cordero, ex generales directores de Carabineros, no aceptaron responsabilidad institucional en las torturas y aseguraron que "no hay motivos para que la policía uniformada pida perdón".
Stange criticó el informe sobre tortura "porque raya en lo inconstitucional, poniendo en tela de juicio a las instituciones y no a las personas. Yo participé en la junta de gobierno, pero no hago un mea culpa porque no me siento responsable de ninguna situación extrema como se está indicando en la comisión del obispo Valech", señaló.
Cordero, por su parte, dijo que habría que "completar la tercera pata de la mesa, porque en este minuto la mesa está coja, hay que hacer el mea culpa por lo que se produjo antes del 11 de septiembre del 73, que fue el causante de todas las situaciones que se produjeron con posterioridad".
El actual Director General, Alberto Cienfuegos, también se mostró lejano a la posibilidad de pedir perdón o asumir institucionalmente la responsabilidad, aunque debería responder sobre cuál fue su función, desde el 25 de marzo de 1974, cuando como teniente fue nombrado en comisión de servicio para desempeñarse como Jefe de la Oficina de Informaciones de la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos, recordada por mucha gente por su sigla: SENDET.
La UDI, Renovación Nacional y Lavín, apostaron por bajarle el perfil, por mostrarse en profunda conmoción, asegurando incluso que su participación en la dictadura era, justamente, para evitar que se cometieran más atropellos y abrir camino a la democracia. Nadie les creyó. Sergio Fernández continuó tratando de descartar su participación en las violaciones a los derechos humanos, pero su compañera de gabinete Mónica Madariaga aseguró que en los centros clandestinos de tortura los agentes lo conocían como "el car’e jote". Pronto deberá iniciar continuas visitas a tribunales, junto a Sergio Onofre Jarpa, Sergio Diez, Ambrosio Rodríguez, entre tantos, para responder a tanta interrogante que surge sobre sus responsabilidades como autoridades civiles. Una nueva avalancha de querellas por torturas, como las que ya han presentado cientos de ex presos políticos, se anuncia tras la entrega del informe. Fernández Fernández deberá responder, por ejemplo, por que negó a la Justicia la existencia de Villa Grimaldi, como lo demuestra el oficio reservado en que responde el 18 de mayo de 1978 a la pregunta del Tercer Juzgado del Crimen de Mayor Cuantía de Santiago.
Exigencias desde las organizaciones
La conjunción de organizaciones de ex presos políticos reaccionó al unísono (ver página 2), las agrupaciones de familiares de las víctimas se sumaron a la denuncia. El Partido Comunista anunció nuevas querellas y agregó que "la principal reparación que esperaba el país es la que dice relación con que ésta fuera proporcional al daño causado. Esto implica verdad y justicia plena para todas las víctimas. Demandamos que en aras de esos principios, el Informe se haga público en su totalidad; que los nombres de los torturadores sean entregados a los tribunales de justicia y se inicien todos los procesos judiciales que se requieran; que sus archivos sean desclasificados en forma inmediata y no en 50 años; que sean removidos inmediatamente de las fuerzas armadas y policiales todos los responsables de torturas y vejámenes; que se termine con la doctrina militar cuya matriz es instaurada por el imperialismo norteamericano, y en la cual son y han sido instruidos sistemáticamente los cuadros militares y policiales chilenos, para reprimir a su propio pueblo".
El tema de la reparación monetaria no fue el centro de la polémica, excepto por el intento de Ricardo Lagos de chantajear a los torturados con la amenaza de tener que sacar dineros de los programas sociales para cancelarles la indemnización.
Desde el CODEPU se hizo otra exigencia: "Así como se van abrir nuevos plazos para reconsiderar la calidad de víctimas de las personas que no calificaron, planteamos que por tratarse de un crimen de lesa humanidad no puede existir un plazo excluyente para la calificación. En este sentido, el Estado debe abrir un nuevo plazo, para nuevas presentaciones de personas que por diversas razones no concurrieron al llamado inicial, más cuando el propio Informe señala que los testimonios recogidos ‘sólo representan una muestra parcial del universo total de personas afectadas por dichas violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar’".
Así, ni el mea culpa que intentaron hacer algunos medios de comunicación, como Canal 13, o el "asombro" de algunos funcionarios de la dictadura como Jorge Hevia, han logrado sacar del centro el tema principal: en Chile se torturó. La tortura fue sistemática y organizada, apoyada con toda la infraestructura del Estado convertido en terrorista; cientos de hombres y mujeres fueron adiestrados para someter a las más terribles vejaciones a otros hombres y mujeres. El uso de ratas y perros para agredir sexualmente a los prisioneros, la electricidad en los rincones más delicados de sus cuerpos, los simulacros de fusilamiento, la abstinencia de comida por largos períodos y muchas otra aberraciones, fueron cometidas en contra de quienes consideraban "enemigos", "humanoides" en el decir de uno de los integrantes de la Junta Militar. Lo otro que ha sido claro es que los sobrevivientes han tenido el coraje y la dignidad para relatar lo que sufrieron, para transformarlo en esperanza y ganas de seguir insistiendo en la necesidad de transformar este país, para continuar luchando por hacer realidad los sueños de aquellos que no pudieron acudir a dar su testimonio: los ejecutados y detenidos desaparecidos.
DINA: La mano de Pinochet
"Siempre cumplí (…) conforme a las órdenes que el señor Presidente de la República me daba. Solamente él, como Autoridad Superior de la DINA, podía disponer y ordenar las misiones que se ejecutaran y siempre, en mi calidad de Delegado del Presidente y Director Ejecutivo de la DINA, cumplí estrictamente lo que se me ordenó". (Manuel Contreras Sepúlveda, director de la DINA).
En los procesos contra la DINA, mirando la lista de encausados y condenados, pareciera que los únicos que la conformaron eran unos pocos mandos encabezados por su director Juan Manuel Contreras Sepúlveda, de alias "Mamo" y "Mojón". Siempre aparecen Pedro Octavio Espinoza Bravo, alias "Don Rodrigo"; Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, alias "Don Elías" y "Luis Gutiérrez"; Miguel Krassnoff Martchenko, alias "caballo loco"; y los operativos Gerardo Godoy García, Basclay Zapata Reyes y Osvaldo Romo Mena. Pero los torturadores fueron muchos más.
Brigada Caupolicán
Mayor Marcelo Luis Manuel Moren Brito, jefe de Brigada Caupolicán. Alias "coronta", "ronco" y "oso".
Teniente Coronel Vianel Valdivieso Cervantes, alias "Víctor". Jefe del Departamento de Operaciones Psicológicas. Mantenía contacto con los periodistas que ejercían servicios para la DINA, como Roberto Araya, Julio López Blanco, Claudio Sánchez, Pablo Honorato, Ricardo Coya y Beatriz Undurraga, y el publicista Manfredo Mayol. Pasó a retiro en 1987 y se instaló en Temuco con una empresa privada.
Capitán de Corbeta Sergio José Peñaloza Marusic, agente operativo.
Capitán de Corbeta Alejandro Paulino Campos Rehbein, alias "Antolín". C.I. 3.704.573-K. Agente operativo. Luego se integra a la Subdirección de Inteligencia Exterior.
Capitán Francisco Maximiliano Ferrer Lima. Alias "Max Lenoux". Jefe del centro clandestino de torturas conocido como José Domingo Cañas, reemplazando a Ciro Torré. Socio de "Pedro Diet Lobos" e instructor de la Escuela Nacional de Inteligencia impartiendo los cursos de "servicio secreto y observación". Continuó su labor en la CNI y se mantuvo en servicio activo, al menos, hasta principios de los 90 con el grado de coronel.
Teniente Fernando Eduardo Laureani Maturana, alias "teniente Pablo". Agente Brigada Caupolicán y jefe del grupo Aguila, conocido como "los guatones". Hasta principios de los 90 continuaba en servicio activo, con el grado de coronel, como Jefe de Estado Mayor de la 3ª División de Ejército en Concepción.
Teniente de Carabineros Jaime Gustavo López Abarca, agente de Londres 38 y Cuatro Alamos. C.I. 1.822.793-2. Involucrado en la desaparición de María Cecilia Labrín Sazo.
Cabo de Carabineros Emilio Hernán Troncoso Vivallos. C.I. 4.236.940-3. Involucrado en las desapariciones de Juan Bautista y Washington Maturana Pérez, Mario Juica Vega, Gabriel Castillo y Daniel Palma Robledo.
Cabo de Carabineros Heriberto del Carmen Acevedo Acevedo.
Teniente de Ejército Jorge Claudio Andrade Gómez, C.I. 5.293.833-3. En los primeros días del golpe participa en la masacre del complejo maderero Panguipulli. Actúa bajo el mando directo de Krassnoff en el cuartel Terranova (Villa Grimaldi). En agosto de 1979, ya en la CNI, participó en la aplicación de las torturas que causaron la muerte del profesor Federico Alvarez Santibáñez. En 1991 era mayor en la Guarnición General Metropolitana y miembro del DINE.
Cabo de Carabineros José Aravena Ruiz, alias "muñeca del diablo" y "cucharita", este último sobrenombre se lo pusieron los prisioneros pues acostumbraba golpearles los nudillos de las manos con una cuchara después de la tortura. Fue funado en diciembre de 1999 en su casa de Alfonso Leng 5569-0, en la Villa Santa Elena de Macul, sitio que abandonó poco después.
Conscripto del Ejército Samuel Enrique Fuenzalida Devia, alias "gato".
Emilio Iribarren Ledermann, alias "Joel". Pasó de militante del MIR a ser agente de la DINA.
Leonardo Alberto Schneider Jordán, alias "Barba". Pasó de militante del MIR a ser agente, primero del Comando Conjunto y luego de la DINA. Por estos días está siendo procesado en varios casos de torturas y desapariciones.
Capitán de Carabineros Egladio Salgado Torres, agente destinado al Cuartel General de Belgrano, pero también con funciones operativas en secuestros y torturas en Villa Grimaldi. En 1980 retornó a su institución, integrándose a la DICAR. Pasó a retiro con el grado de coronel.
Sergio Bernardino Ortega Parada, alias "gil culiao".
Capitán de corbeta Sergio José Peñaloza Marusic. C.I. 4.782.486-9. Agente operativo de la DINA hasta su disolución.
Cabo de Carabineros José Avelino Yévenes Vergara, alias "Quico" o "Daniel Cáceres". Integrante del grupo Halcón II, con labores de torturador en Londres 38, José Domingo Cañas y Villa Grimaldi. Al finalizar la DINA pasó a la CNI y luego al DINE. Fue funado en su casa de Calle B 5266, Villa San Luis de Macul, comuna de Peñalolén.
Brigada Purén
Capitán de Ejército Alfonso Faúndez Norambuena, Jefe de Brigada Purén. C.I. 5.454.077-1. El 11 de septiembre se desempeñaba en la Escuela de Infantería de San Bernardo participando en las ejecuciones y desapariciones Paine y Cerro Chena. Continuó su labor en la CNI. Tras el fin de la dictadura se radicó en Talca, donde tiene una empresa que provee de forraje y granos al Ejército.
Coronel de Ejército Manuel Andrés Carevic Cubillos, alias "Raúl" y "Claudio". Segundo en el mando de la Brigada Purén. Continuó su labor en la CNI y, en 1989, fue designado Jefe de Plaza en el distrito de La Pintana, Puente Alto, Pirque y San José de Maipú. Hasta principios de los 90 formó parte del DINE con el grado de coronel.
Mayor de Carabineros Eduardo Víctor Espinoza Paiella. C.I. 3.662.969-K. Agente del Departamento Economía. Pasó a retiro junto con Manuel Contreras.
Capitán Carabineros Germán Jorge Barriga Muñoz, alias "Don Jaime". C.I. 5.060.938-3. Integrante de la Brigada Purén y luego de la CNI. Con el grado de coronel, Barriga cumplía en 1991 funciones en la Dirección Nacional de Movilización. Fue funado en su domicilio de Irarrázaval 2061, departamento 105, lugar que abandonó presurosamente. Hoy es jefe de seguridad de los supermercados Lider.
Teniente Manuel Abraham Vásquez Chahuán, alias "teniente Manuel". C.I. 5.090.309-K. Responsable en las desapariciones y ejecuciones de Paine y Cerro Chena. Continuó en la CNI y en 1989 fue designado comandante del Batallón Logístico de Concepción.
Cabo de Ejército Basclay Humberto Zapata Reyes, alias "el troglo". Con fama de ser muy cruel en las torturas y violar a las mujeres detenidas. Procesado por múltiples casos de desaparición, ejecuciones y torturas. Hasta principios de los 90 se mantuvo como instructor en la Escuela de Suboficiales "Daniel Rebolledo" y con labores operativas en el DINE.
Oficial de Carabineros Gerardo Urrich González, alias "mano negra". Instructor en Tejas Verdes. Responsable de una serie de ejecuciones en el sector conocido como Barrancas, hoy mayoritariamente comuna de Pudahuel. Fue funado en su oficina de "Servicios de Seguridad Alcázar", ubicada en Ahumada 236, oficina 408.
Teniente de Ejército Manuel Jorge Provis Carrasco. Como integrante de la Escuela de Infantería de San Bernardo participó en los crímenes de Paine y Cerro Chena. Continuó en tareas represivas y fue comandante del cuartel de la CNI de calle Borgoño, participando en la Operación Albania. A fines de 1989 regresa de un viaje profesional que hace a Israel. Hasta 1991 era teniente coronel en la Brigada de inteligencia del Ejército.
Teniente de Ejército Marco Antonio Sáez Saavedra. C.I. 5.795.624-0. Especialista en la represión al Partido Comunista y Partido Socialista. En 1991 era teniente coronel y desempeñaba sus labores en la Dirección de Operaciones del Ejército. Cuñado del mayor de la CNI Joaquín Molina, asesinado por Manuel Contreras Valdebenito.
Teniente de Ejército Manuel Rolando Mosqueira Jarpa.
Detective Manuel Gregorio Chirinos Ramírez.
Detective Jorge Lander Cabezas.
Detective Francisco Aladino Caamaño Díaz.
Detective Arturo Patricio Vargas Cid.
Inspector de Investigaciones Juan Saldías Valdés, alias "Harry el sucio".
Inspector de Investigaciones Risiere del Prado Altes España, alias "Pedro".
Otros mandos y agentes
Teniente Coronel de Ejército Jerónimo Luzberto Pantoja Hernández, Subdirector de la DINA y la CNI. C.I. 2.095.044-7. Responsable de la masacre de Chihuío como vicecomandante del Regimiento Maturana de Valdivia. En 1990 fue arrestado por su participación en la financiera ilegal conocida como "La Cutufa".
Teniente Coronel de Ejército Alberto Elissalde Muller, Encargado Departamento de Economía. C.I. 3.118.465-7. Como encargado de la Subdirección de Personal paga los salarios de los agentes a través de las empresas de fachada "Villar y Reyes" y "Elissalde y Poblete". Al menos hasta fines de los 90 vivió en uno de sus extensos predios en la zona sur del país.
Mayor Carlos Rafael Parera Silva, Alias "Luis Gutiérrez", C.I. 3.090.193-2. Jefe Departamento Exterior (sucesor de Iturriaga Neumann). En 1973 era Segundo Comandante de Boinas Negras en Peldehue. Cuando se disolvió la DINA se reincorporó al Ejercito y fue destinado como Comandante del Regimiento Dolores, Director de la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales, y en 1985 agregado militar en Francia. En el gobierno de Patricio Aylwin fue Agregado Militar en la embajada chilena en Sudáfrica.
Andrés Terrise Castro. Agente del Departamento de Operaciones Sicológicas, donde cumplía funciones de encubrimiento de crímenes y preparación de campañas de propaganda. Continuó en la CNI y el DINE como agente civil. Hoy aparece como empresario de una firma de publicidad con sede en la Ciudad Empresarial de Huechuraba.
Mayor Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, jefe de Villa Grimaldi. C.I. 3.870.222-K. Era el jefe y amante de Luz Arce. En 1985 fue agregado militar en la República Federal Alemana, pasando a retiro en 1987 para irse al sur, donde muchos altos jerarcas de la DINA tienen extensas zonas de tierra.
Mayor Julio Cerda Carrasco, Jefe de Seguridad del Cuartel Central (Belgrano). Responsable de desapariciones y ejecuciones en el Cerro Chena. Pasó a retiro en diciembre de 2002 como Comandante en Jefe de la IV División del Ejército.
Capitán de Ejército Eugenio Armando Videla Valdebenito, agente operativo. C.I. 4.209.466-8. Participó en los cursos de Tejas Verdes antes de pertenecer a la DINA. Fue director de la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes y gobernador de San Antonio. En servicio activo hasta principios de los 90, llegó a integrar el Estado Mayor del Ejército.
Teniente de Ejército Juan Viterbo Chiminelli Fullerton, C.I. 3.704.546-2. Agente Departamento Exterior. En 1973 se desempeñaba en el comando de aviación y fue uno de los pilotos que acompaño al sur y norte del país al General Arellano Stark, en la "Caravana de la Muerte". El año 1974 pasó a formar parte de la DINA. Funado en su domicilio en Avenida El Bosque Norte y su trabajo en la empresa minera Kvaerner-Chile, de origen holandés.
Teniente Ricardo Víctor Lawrence Mires, 5.392.869-2, Jefe Brigada Halcón 1. Alias "cachete grande". Procesado por numerosos casos de secuestros, ejecuciones y torturas, entre ellos la desaparición de María Cecilia Labrín Sazo que se encontraba en avanzado estado de embarazo. Fue funado en Tabancura 1382, su lugar de trabajo en la distribuidora de camarones "Kamaron Bay", donde usa el alias de "Ricardo Flores" en su contacto con dueños de numerosos restaurantes de Santiago.
Teniente de Carabineros Emilio Patricio Sajuria Alvear, socio de la empresa de pantalla Pedro Diet Lobos. C.I. 5.122.525-2. Funado en Telefónica, donde se desempeñaba en su Departamento Jurídico. Hoy ejerce como abogado de empresas turísticas.
Subteniente de Carabineros Gerardo Ernesto Godoy García, Jefe Grupo de Apoyo Tucán y Jefe de la Venda Sexy. Alias "cachete chico". Hasta marzo de 1991, con el grado de mayor, era jefe de la comisaría de Ancud. Después de esa fecha fue trasladado a Santiago. Hoy condenado por el secuestro de Miguel Angel Sandoval, debiendo ser trasladado a Punta Peuco II, aunque aún se le ve por su casa de La Reina.
Oficial de Carabineros Gerardo Alejandro Aravena Longa, agente operativo. C.I. 4.567.685-4. Involucrado en la ejecución de cinco prisioneros políticos en Cuesta Barriga y en la desaparición de José Guillermo Barrera. Al terminar la DINA pasó a la CNI y en 1985 volvió a Carabineros, pasando a retiro como comandante. Hoy es Gerente General de Radio Santiago.
Oficial de Ejército Mario Alejandro Jara Seguel. C.I. 3.319.824-8. Jefe del cuartel de la DINA en la IV Región, con asiento en Coquimbo. En otro momento estuvo al mando de la brigada que operaba en Rocas de Santo Domingo. Amigo personal de Manuel Contreras. Adquirió una parcela entre Coquimbo y La Serena en la que viviría con su ex secretaria, de nombre Nancy.
Comando Conjunto
El terrorismo desde la FACH
El denominado Comando Conjunto (CC) fue una agrupación de inteligencia que operó aproximadamente entre fines de 1975 y 1976, y cuyo objetivo principal fue la represión a la denominada Fuerza Central del MIR, y a los comités centrales del Partido y las Juventudes Comunistas. Durante este período, según el Informe Rettig, fue responsable de la desaparición de cerca de 30 personas. Otras fuentes hablan de más de 70.
El CC estaba formado principalmente por agentes pertenecientes a la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea (DIFA) y más tarde con una participación importante de efectivos de la Dirección de Inteligencia de Carabineros (DICAR). Contó también, en menor medida, con la participación de agentes del Servicio de Inteligencia Naval (SIN) y con algunos efectivos de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE). Además, colaboraron en ese Comando miembros de la Policía de Investigaciones de Chile y civiles provenientes del grupo de extrema derecha Patria y Libertad.
Los inicios en la AGA
Testigos que sobrevivieron a las torturas de la Academia de Guerra Aérea recuerdan como sus torturadores, entre otros, a los generales Orlando Gutiérrez Bravo y Juan Soler Manfredini; los comandantes Sergio Lizasoaín Mitrano, Edgar Cevallos Jones, Jaime Lavín Fariña, Carlos Godoy Avendaño, Juan Bautista González, Ramón Cáceres Jorquera y Humberto Velásquez Estay; el coronel y médico FACH Humberto Berg Fontecilla; los coroneles Sergio Sanhueza López y Javier Lopetegui Torres; los capitanes León Duffey Treskoff (quien llegó hasta general al interior de la FACH), Alberto Waschtendorf, Juan Carlos Sandoval, Alvaro Gutiérrez (residiendo actualmente en Melipilla), Jaime Lemus, Víctor Mattig Guzmán, Florencio Dublé, Contreras y Hernán Fucshlogher (jefe de guardia permanente); el abogado Julio Tapia Falk (cerebro del consejo de guerra y asesor principal del general Leigh. Rector designado en la U. de Chile, abogado de Manuel Contreras cuando intentó refugiarse en el Hospital Naval de Talcahuano y, últimamente, querellante en contra de la obra "Arturo Prat". Trabaja en su estudio privado de abogado en la comuna de Providencia, en calle Santa Magdalena), los asesores legales Cristián Rodríguez, Jaime Cruzat Corvera (que tiene su oficina en pleno Paseo Huérfanos) y Víctor Barahona; los tenientes Juan Carlos Sandoval, Luis Campos, José García Huidobro, Franklin Bello y Gonzalo Pérez Canto; el sargento Hugo "chuncho" Lizana, el suboficial Juan Normabuena, el cabo Eduardo Cartagena y el cabo 2º Gabriel Cortés (que se cambió el nombre).
Los más siniestros
Sergio Manuel Barra Von Kretschmann (C.I. 1.614.559-9), jefe del Servicio de Inteligencia Naval en la Comunidad de Inteligencia (José Antonio Ríos 6). Capitán de fragata al momento del golpe de Estado, parte de la dirección de la DINA en 1974 y subdirector en 1975. En 1976 pasa a formar parte de la CNI. Fue procesado como cómplice de la asociación ilícita criminal y del secuestro de Edrás Pinto y Reinalda Pereira por el ministro Cerda.
Freddy Enrique Ruiz Bunger, general (r) de la FACH. Jefe de la DIFA en J.A.R. 6. Procesado como autor de la asociación ilícita criminal y cómplice del secuestro de Edrás Pinto y Reinalda Pereira, por el secuestro de Víctor Vega y la desaparición y muerte de Juan Luis Rivera Matus. También por el delito de secuestro calificado en las personas de Víctor Vega, David Urrutia, Juan Carlos Orellana, Ricardo Weibel, Alonso Gahona Chávez y Miguel Rodríguez Gallardo, y la detención ilegal de los sobrevivientes Isabel Stange, Jaime Estay y Amanda Velasco.
Mario H. Vivero Avila, general (r) de la FACH, juez de Aviación y comandante de la guarnición de Santiago en 1976. Procesado como encubridor de la asociación ilícita y de la desaparición de Víctor Vega.
Edgar Benjamín Cevallos Jones, coronel (r) de la FACH. Director de la DIFA y luego de la SIFA, torturador en la Academia de Guerra Aérea y jefe de Roberto Fuentes Morrison en el CC. Alias "Inspector Cabezas". C.I. 2.895.236-8. Procesado como autor de la asociación ilícita criminal y cómplice del secuestro de Edrás Pinto y Reinalda Pereira, y por el desaparecimiento de Luis Baeza Cruces y el asesinato de Alfonso Carreño Diaz en 1974.
Carlos Arturo Madrid Hayden, comandante (r) de la FACH. Vicecomandante del Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina en el que funcionó el centro de tortura "Remo Cero". Procesado como autor de asociación ilícita criminal, del secuestro de Víctor Vega y Juan Luis Rivera Matus.
Daniel Luis Enrique Guimpert Corvalán, teniente (r) de la Armada (C.I. 4.638.149-1). Procesado como autor de la asociación ilícita criminal y cómplice del secuestro de Edrás Pinto, Reinalda Pereira y Víctor Vega.
Eduardo Enrique Cartagena Maldonado, alias "Lalo". C.I. 5.083.760. Suboficial (r) de la FACH. Agente del CC desde 1975, participando en secuestros, torturas y desapariciones de numerosos dirigentes comunistas entre ese año y 1976. Tras la disolución de este organismo pasó a integrar el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA). Su último domicilio conocido es Del Rey 394, Maipú, donde fue denunciado por la Comisión FUNA. Lo más probable es que esté viviendo en la zona del litoral central.
Miguel Arturo Estay Reyno, alias "El Fanta". C.I. 6.446.545-7. Ex militante comunista, pasó de delator a agente tras ser detenido en 1975 por miembros del Comando Conjunto.
Procesado por el ministro Cerda y amnistiado por Silva Ibáñez, hoy cumple condena a cadena perpetua en Colina por el asesinato de los tres profesionales comunistas y es procesado por la desaparición de Víctor Vega.
César Luis Palma Ramírez, alias "El Fifo". C.I. 6.387.372-1. Como militante de Patria y Libertad participa en numerosos atentados terroristas contra el gobierno de la UP, fue detenido en agosto de 1973 por su participación en el homicidio del edecán presidencial Arturo Araya, amnistiado después del golpe de Estado por el Almirante Adolfo Waulbaum. Amigo de Fuentes Morrison, quien lo lleva al CC, pasa a ser su mano derecha en la ejecución de las tareas represivas. Su última dirección conocida es El Quilo 5535, Quinta Normal, donde funciona la fábrica de equipos refrigerantes FRIGOMET LTDA., en la que aseguran que no lo conocen, sin embargo continúa su fono-fax 7738010 a nombre de Palma Ramírez.
Leonardo Alberto Schneider Jordán, alias "El Barba". C.I. 5.521.250-3. Ex militante del MIR, agente. Acusado por numerosos sobrevivientes de haber participado en su detención y tortura en la Academia de Guerra Aérea. Luego pasaría a integrar la brigada que se dedicó a reprimir al MIR en la DINA. Procesado por torturas y secuestro permanente en, al menos, dos juzgados de Santiago. Su último domicilio conocido es Las Hualtatas 4966, fono 2633546, Vitacura.
Roberto Alfonso Flores Cisterna, alias "El Huaso". C.I. 7.767.975-8. Soldado (R) de la FACH. El 11 de septiembre de 1973, como soldado de la FACH en la Base Aérea El Bosque, participa en interrogatorios y torturas a detenidos. En 1975 pasa a formar parte del CC, siendo responsable del secuestro, tortura y desaparación de decenas de militantes comunistas. Hasta mediados de los ‘90 continuaba en servicio activo en la SIFA, hoy aparece desempeñándose en el rubro del comercio. Su último domicilio conocido es Villa Tantauco, Block 10282, depto. 31, San Bernardo.
Otto Silvio Trujillo Miranda, agente civil, alias "Colmillo Blanco" en reportaje de La Nación. C.I. 5.684.434-1. Militante DC en su juventud, luego se incorporó a Patria y Libertad donde conoce al "Wally", quien lo llevaría al CC. Participa en el secuestro, tortura y desaparición de decenas de militantes de izquierda hasta su expulsión por el incidente con la DINA. Tras una larga permanencia en el Hospital Penitenciario se le ha visto circular por la comuna de La Florida.
Guillermo Antonio Urra Carrasco, alias "Willy". C.I. 6.687.227-0. Cabo segundo (R) de la FACH. Agente operativo del CC desde su formalización en 1975. Fue procesado por el juez Carlos Cerda por su participación en el secuestro, torturas y desaparición de decenas de militantes de izquierda. Según testigos directos es responsable de la ejecución de prisioneros en el Cajón del Maipo (entre ellos José Weibel y los agentes Carol Flores y Guillermo Bratti), en Cuesta Barriga (entre otros Horacio Cepeda, Fernando Ortiz y Reinalda Pereira) y en el lanzamiento al mar de otros, frente a las costas de Quinteros.. Su última dirección conocida es Santa Blanca 1990, Las Condes.
Fernando Patricio Zúñiga Canales, Alias "Chirola". C.I. 5.974.807-6. Suboficial (R) de la FACH. Como soldado de la Base Aérea de El Bosque, el 11 de septiembre de 1973, participa en la tortura de sus camaradas de armas. Luego es trasladado a la Academia de Guerra Aérea para cumplir las mismas funciones y de allí pasa a formar parte de la DIFA. En 1975 se incorpora al CC, en el que participa en el secuestro, tortura y desaparición de decenas de militantes de izquierda. Perteneció al Servicio de Inteligencia de la FACH (SIFA) al menos hasta principios de los ‘90.Su última dirección conocida es Pasaje Simón Bolívar 1298, San Bernardo.
Jorge Rodrigo Cobos Manríquez, teniete de reserva FACH, proveniente de
Patria y Libertad. Alias "Kiko" o "Elefantito" (C.I. 5.890.505-4). Procesado
como autor autor de asociación ilícita criminal y cómplice del secuestro de
Edrás Pinto, Reinalda Pereira y Víctor Vega.
Jorge Arnoldo Barraza Riveros, Comisario (r) de la Policía de Investigaciones.
Alias "El Zambra". Procesado como cómplice de la asociación ilícita criminal.
Pedro Ernesto Caamaño Medina, Suboficial (r) de la FACH. Alias "Peter"
(C.I. 7.024.319-9). Agente operativo en el centro de torturas "La Firma".
Procesado por el juez Carlos Hazbún por el secuestro de Víctor Vega.
Participa en el secuestro de José Weibel y decenas de militantes de las
Juventudes Comunistas. Su último domicilio conocido es José Miguel
Carrera 424, departamento 702, Santiago Centro, lugar donde fue
denunciado ante sus vecinos por la Comisión FUNA.
Alejandro Fígari Verdugo, alias Luty, proveniente de Patria y Libertad,
segundo al mando en el equipo de detención, luego de "Fifo" Palma (según Otto Trujillo). C.I. 6.693.227-3.
Alex Damián Carrasco Olivos, Funcionario de la FACH, escolta de Leigh,
Fernando Matthei y Ramón Vega. Alias "Loco Alex" (C.I. 6.243.426-7). Agente
operativo del Comando Conjunto.
Juan Arturo Chávez Sandoval, cabo (r) de la FACH. Alias "Peque", "Rucio" o
"Pol". C.I. 6.476.141-2. Torturador en el AGA y operativo del CC. Procesado
por el secuestro de Víctor Vega.
Raúl Horacio González Fernández, funcionario (r) de la FACH. Alias
"Rodrigo"o "Wally Chico". C.I. 6.519.815-0. Testigos afirman que participó en la detención de José Weibel. Funado en Puerto Montt, en octubre de 2002, frente a la empresa de radio taxis Volcanes ubicada en calle Doctor Marín 459, teléfonos 313131 y 313989, desde la que ofrecía servicios a los diarios El Mercurio y El Llanquihue, y a la filial local de la Coca-Cola. Procesado como cómplice de la detención ilegal de Amanda Velasco Pedersen en el 25º Juzgado del Crimen.
Antonio Benedicto Quiros Reyes, C.I. 3.189.349-6. Coronel (r) de la FACH y
jefe del Departamento de Contrainteligencia en los años del CC. Procesado
por Carlos Cerda como autor de asociación ilícita criminal.
Andrés Pablo Potin Lailhacar, agente civil del CC. Alias "Yerko". C.I.
5.390.709-1. Militante de Patria y Libertad detenido en agosto de 1973 por su participación en el homicidio del edecán presidencial Arturo Araya. Procesado por el juez Hazbún como participante del secuestro de Víctor Vega. Figura como empresario en el rubro computacional con una oficina en Américo Vespucio Norte 2506.
Robinson Alfonso Suazo Jaque, soldado (r) de la FACH. Alias "Jonathan". C.I. 7.641.894-2. Torturador en la AGA. Procesado en el 25º Juzgado del Crimen por el secuestro y desaparición de Víctor Vega.
Pedro Juan Zambrano Uribe, funcionario de la Fach. Alias "Chino". C.I. 6.969.320-2. Procesado por el ministro Hazbún como autor del secuestro de Víctor Vega.
Franklin Bello Calderón, teniente (r) de la FACH, procesado en el Noveno Juzgado del Crimen de Santiago por el desaparecimiento de Luis Baeza Cruces y el asesinato de Alfonso Carreño Diaz en 1974.
Otros torturadores del Comando Conjunto
Miguel Angel Perucca López, reservista de la FACH.
Víctor Misael Robles Mella, oficial (r) de la FACH.
Luis Eduardo Rojas Campillay, funcionario de la FACH.
Patricio Eugenio Saavedra Rojas, comandante (r) de la FACH.
Ramón Eduardo Valenzuela Cuevas, 5.934.129-4.
Alberto Roque Badilla Grillo, C.I. 5.164.080-2.
Tito Alejandro Figarí Verdugo, C.I. 6.693.227-3.
Angel Gabriel Valdivia Pérez, C.I. 3.277.893-3.
Lénin Figueroa Sánchez, C.I. 4.633.329-2.
Enrique Augusto Werner Haase, 4.086.322-2.
Santiago Segundo San Martín Riquelme, C.I. 4.530.448-5.
Angel Segundo Valdivia Pérez, C.I. 3.996.083-4.
José Florentino Fuentes Castro, C.I. 5.340.552-5.
Francisco Hidalgo García, 2.633.797-6.
Francisco Segundo Illanes Miranda, C.I. 4.294.918-3.
Ernesto Arturo Lobos Gálvez, C.I. 5.082.345-8.
Jorge Aníbal Osses Novoa, C.I. 4.818.025-6.
Los médicos: Rompiendo el Juramento de Hipócrates
"Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento… Llevaré adelante este régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer supositorios destructores; mantendré mi vida y mi arte alejado de la culpa… Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro…". Parte del Juramento Hipocrático
Darwin Arriagada.Médico, dirigente del Colegio Médico de Chile en 1973.
Fue nombrado por la Junta Militar como Director General de Salud. Participó en el plan de administrar drogas en los alimentos para asesinar a presos políticos.
Entregó a numerosos médicos de izquierda, más de 30 de los cuales fueron asesinados.
Camilo Azar Saba. Médico de la CNI. Fue suspendido por seis meses del Colegio Médico por su participación en torturas aplicadas a prisioneros en cuarteles de la CNI. Implicado en caso de Federico Alvarez Santibáñez.
Guillermo Aranda. Médico de Punta Arenas, Cardiólogo. Aplicó sus conocimientos para la tortura de presos en esta ciudad.
Alejandro Babaich Schmith. Director Hospital "Cirujano Guzmán" de Punta Arenas. Asesor en torturas contra prisioneros políticos.
Gregorio Burgos. Médico del Regimiento de Los Angeles. Asesoró a agentes de la DINA en buscar formas de tortura sin que el detenido perdiera el sentido.
Víctor Carcuro Correa. Médico de la CNI. Este doctor fue suspendido de sus derechos en el Colegio Medico por su participación en las torturas que culminaron con la muerte del transportista Mario Fernández López, en La Serena, en octubre de 1984.
Raúl Díaz Doll. Médico, funcionario de la Dirección General del Servicio Nacional de Salud. Integró la comisión militar que investigaba la filiación política de los médicos. Organizó el soplonaje en el servicio y participó personalmente en los interrogatorios a los médicos detenidos y torturados.
Guido Mario Félix Díaz Paci. Medico del Ejército y de la CNI. Oficial de sanidad militar del Ejército que participa de los hechos que culminaron con la muerte del transportista Mario Fernández López, en La Serena. Las causas de la muerte de Fernández López fueron las torturas sufridas en el cuartel de la CNI de dicha ciudad en octubre de 1984.
Cuando Mario Fernández debió ser trasladado al Hospital de La Serena, Díaz Paci mintió a los doctores de turno del Hospital, aduciendo que el detenido venía de una Tenencia de Carabineros y no de la CNI, solicitando a los médicos que ocultaran el estado del detenido. Una vez fallecido Fernández, el médico y agente CNI intentó que el facultativo que había operado de urgencia a la víctima falsificara el diagnóstico de su muerte, ocultando los verdaderos motivos del deceso. Por todas estas razones Guido Díaz Paci fue expulsado del Colegio Médico. En 1974 participó en la exhumación del cuerpo de María Avalos, asesinada junto a su marido, Bernardo Lejdermann, en diciembre de 1973 por una patrulla del Regimiento Arica de La Serena. En el certificado de defunción aseguró que la mujer se había dinamitado.
José María Fuentealba Suazo.Médico del Ejército. El 27 de octubre de 1973 José Fuentealba participa en la comitiva que viaja a Río Mayo, en Argentina, para trasladar a 3 detenidos, Juan Vera, Néstor Castillo y José Rosendo Pérez, que habían sido capturados por Gendarmería argentina cuando escaparon en busca de refugio político. La comitiva iba al mando del Capitán Joaquín Molina Fuenzalida (asesinado por el hijo de Manuel Contreras) y también la integraban un carabinero de apellido Salinas y el suboficial Evaldo Reidlich Hains. Los tres prisioneros fueron subidos a un vehículo del Hospital Regional de Coyhaique y trasladados en dirección a Chile, pero nunca llegaron a destino. En abril del 2002, el juez del Primer Juzgado del Crimen de Coyhaique, Luis Sepúlveda, sometió a proceso a Fuentealba Suazo y al suboficial (R) de Carabineros Evaldo Reidlich Hains.
Alejandro Jorge Forero Alvarez. Cardiólogo. Registro Colegio Médico 9580-K.
Comandante de Escuadrilla y médico que se desempeñaba al momento del golpe de Estado en el Hospital de la FACH. En 1976 prestó servicios como soldado segundo en la Base Aérea de El Bosque y en el Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina. En este lugar participa del Comando Conjunto, supervisando las torturas y drogando a los prisioneros que eran sacados para hacerlos desaparecer.
Fue sometido a proceso por el juez Carlos Cerda en plena dictadura. Por estos días ha vuelto a ser requerido en nuevos procesos del Comando Conjunto.
Werner Gálvez. Médico pediatra, Coronel de Sanidad en Iquique. A comienzos del régimen militar aplicó inyecciones intravenosas de pentotal sódico, alternadamente con suero biológico, durante interrogatorios en esta ciudad.
Fernando Jara de la Maza. Médico traumatólogo de Valdivia. En los días posteriores al golpe militar participó directamente en la aplicación de tortura a detenidos.
Manfred Jurgensen Caesar. Médico de la CNI. Este médico, a la vez agente de la CNI, fue expulsado del Colegio Médico por su participación en torturas aplicadas a prisioneros en cuarteles clandestinos de este organismo represivo. Implicado en muerte de Federico Alvarez Santibáñez.
Luis Losada Fuenzalida. Médico de la CNI. También fue expulsado del Colegio Medico por su participación en las torturas que culminaron con la muerte del profesor Federico Álvarez Santibáñez. Una hora antes de la muerte de Álvarez Santibáñez, torturado en agosto de 1979 durante siete días en cuarteles secretos de la CNI en Santiago, firmó un informe en el que indicó que el docente estaba en buenas condiciones físicas.
Minoletti. Médico de Carabineros, provincia de Concepción.
Asesora a los torturadores de Fuerte Borgoño y extiende los certificados por muerte natural para encubrir los crímenes.
Vittorio Orvieto Teplizky. Médico del Ejército. Cumple funciones de colaboración en las torturas cometidas en el Campo de Prisioneros Número Dos de Tejas Verdes. También participa en la Brigada de Salubridad de la DINA como director de la Clínica Santa Lucía.
América González Figueroa. Contratada en dictadura para ejercer funciones en el Servicio Médico Legal, donde falseó la información sobre las causas de muerte de algunos ejecutados políticos. Entre los casos en que está implicada aparecen la muerte a causa de torturas de Carlos Godoy Echegoyen, que hizo aparecer como "muerte súbita", el asesinato de Cecilia Magni Camino, afirmando que se habría ahogado y ocultando los vestigios de tortura en su cuerpo, y el crimen del dirigente estudiantil DC Mario Martínez, que apareció en las costas de las Rocas de Santo Domingo luego de que fuera secuestrado en Santiago. Otro "servicio a la patria" fue su participación en los exámenes que culminaron con el fraude de la demencia de Pinochet. En el último período, aún en el SML, fue designada jefe del Departamento de Tanatología y directora subrogante del servicio. El 21 de diciembre de 2000, poco después de que se comprobara su responsabilidad en la entrega equivocada de los cuerpos de tres jóvenes quemados al interior de la Cárcel de San Miguel, recibió una anotación de mérito en su hoja de vida firmada por el ministro de Justicia José Antonio Gómez, militante radical.
Jorge León Alessandrini. Dentista, agente civil de la DINE, implicado en el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez Alfaro.
Osvaldo Leyton Bahamondes. Médico de la DINA. Implicado en la muerte por torturas de Manuel Leyton Robles, agente de la DINA que fue asesinado por sus "colegas" al verse involucrado públicamente en el robo de una renoleta, trabajo encargado por su superior Germán Barriga Muñoz. El doctor Leyton Bahamondes firmó un certificado en el que el agente aparece como fallecido a causa de una crisis epiléptica y arritmia cardiaca en Almirante Barroso 76, ubicación de la clínica clandestina London.
Bernardo Pulto. Medico radiólogo de Melipilla. Junto al Fiscal militar de Melipilla tomó parte personalmente en las sesiones de tortura a prisioneros.
Luis Hernán Santibáñez Santelices. Médico DINA. Integrante de la Brigada de Salubridad que funcionaba en la Clínica London (Almirante Barroso). Implicado en la desaparición de Juan Elías Cortés.
Hernán Horacio Taricco Lavín. Médico DINA. Jefe de la Brigada de Salubridad que funcionaba en la Clínica London. Implicado en la muerte del agente DINA Manuel Jesús Leyton Robles.
Hernán Twane. Psicólogo que aplicó Pentotal Sódico a los prisioneros para que éstos fueran interrogados por el Servicio de Investigaciones. Mantiene una consulta compartida en las inmediaciones del edificio Diego Portales.
Werner Zanghellini Martínez. Director de la Clínica Santa Lucía entre 1975 y 1976. Es acusado por sobrevivientes de Villa Grimaldi de haber inyectado el virus de la rabia a Jorge Fuentes Alarcón, detenido desaparecido. Fue funado en su clínica particular de Galvarino Gallardo 1983, Providencia, y al día siguiente se cambió a una oficina cercana perteneciente a un familiar.
Sergio Marcelo Virgilio Bocaz. Médico de la Brigada de Salubridad de la DINA, con labores en la clínica clandestina Santa Lucía, que continuó trabajando en el Comando de Logística de la CNI. Marcia Merino dice haberlo visto en publicidad de café y financieras.
Brigada de Salubridad de la DINA. Compuesta entre otros por los doctores Vittorio Orvietto, Werner Zanghellini, Hernán Taricco, Nader Nasser, Osvaldo Eugenio Leyton Bahamondez, Rodrigo Vélez, Samuel Valdivia Soto, Luis Hernán Santibáñez Santelices, Eduardo Contreras Balcarce, el ginecólogo Juan Pablo Figueroa Yáñez, el otorrino Eugenio Fantuzzi Alliende, el psiquiatra Roberto Lailhacar Chávez, el dentista Sergio Roberto Muñoz Bonta y la enfermera María Eliana Bolumburú Taboada. Otro médico, del cual sólo se sabe el apellido, es el psicólogo Bassaure.
Sus direcciones actuales
H. Darwin Arraigada Loyola, Medicina general. Atiende en Santa María 217, oficina 34, comuna de Independencia. Fono 7372626.
Eugenio Fantuzzi Alliende, Otorrinolaringólogo. Médico Jefe del Servicio de Otorrinolaringología de la Clínica Dávila, ubicada en Avenida Recoleta 464, Santiago.
Consulta Particular en Luis Thayer Ojeda Norte 073, oficina 606, Providencia. Teléfono 233 7524. Fax 234 1740.
Juan Pablo Figueroa Yáñez, Ginecólogo y Obstetra. Atiende de lunes a viernes en la Clínica Arauco, ubicada en el Parque Arauco. Avenida Kennedy 5413-B. Teléfono 2990299. Su última dirección conocida es Américo Vespucio Norte 1303, departamento 71, Vitacura. Teléfono 2069147.
Werner Zanghellini Martínez, Cardiólogo. Ultima dirección conocida: Galvarino Gallardo 1983, Providencia. Ahora atiende sin publicidad en la consulta de un familiar, en la misma comuna.
Sergio Marcelo Virgilio Bocaz, Medicina general. Aún se encuentra en funciones en el Hospital Félix Bulnes, ubicado en Leoncio Fernández 2655, Quinta Normal, Santiago. Su última dirección conocida es Tupungato 10.279, Vitacura. Teléfono 2154768.
Hernán Horacio Taricco Lavín, Pediatra. Atiende los martes, jueves y viernes, de 12:00 a 14:30 horas, en el Centro Médico Militar de Maipú, ubicado en la Avenida Ramón Freire Nº6097, Villa Militar Oeste, Paradero 3 1/2 de Pajaritos, Comuna Estación Central. Teléfonos: 450 8564, 450 8565, 450 8566. Fax: 450 8563. Su última dirección conocida es en Tabancura 1278, teléfonos 2433425 y 2433444.
Sergio Roberto Muñoz Bonta, Dentista. Atiende público en el Hospital Barros Luco-Trudeau y en la consulta médica dental "San Lucas" de José Domingo Santa María 1338. Fonos 7377674 y 7379978.
Roberto Lailhacar Chávez, Psiquiatra. Ex presidente de la Sociedad Chilena de Sexología y Educación Sexual. Atiende en Obispo Salas 290, Oficina 168. Fono 2239405. Su última dirección conocida es Los Ranchos 8763, Vitacura, teléfono 3262178.
Manfred Jurgensen Caesar, Medicina general. Trabaja en el Hospital Militar de Santiago.
Consulta particular Hernando de Aguirre 194, oficina 301.
Alejandro Forero Alvarez, Cardiólogo. Trabaja en la Clínica INDISA, Avenida Santa María 1810, fono 2254555. Consulta Particular Apoquindo 6275, oficina 116. Su última dirección conocida es Camino La brisa 14.199-2, Lo Barnechea. Teléfono 2161253. Registro de Colegio Médico 9580-K
Guido Díaz Paci, Pediatra. Atiende en el Regimiento de Infantería N°21 "Arica" de la Segunda División de Ejército con base en La Serena, bajo el mando del General de Brigada José Gabriel Gaete Paredes. Mantiene consulta particular en esta ciudad.
Camilo Azar Saba, Traumatólogo. Desde el 1 agosto de 2003 atiende en Integramedica Alto Las Condes, ubicada en Avenida Kennedy 9001, piso 7, Mall Alto Las Condes. Fonos: 6366666, 6796500, 6796566 y 6796567. Asistente: Fabiola Banda, fono 6796576. Su última dirección conocida es Echeñique 8801-B (interior). Teléfonos 3265277 – 3265294
Vitorio Orvieto Tiplizki, Oftalmólogo. Atiende en los centros Integramedica de Maipú, Av. Pajaritos 1605, teléfono 6366500, y en el de Plaza Oeste, ubicado en Américo Vespucio 1501, Cerrillos, teléfono 6367200.
Luis Santibáñez Santelices, Broncopulmonar. Atiende en Integramedica Las Condes, ubicada en el mall Alto Las Condes, Av. Kennedy 9001, tercer piso. Teléfono 6796500.
El "escalafón femenino" de la tortura
Junto a los torturadores consumados, entre los agentes más crueles en la sala de torturas aparecen las mujeres que se pusieron al servicio del terror. Un número muy importante estuvo en labores administrativas que permitieron el funcionamiento de los aparatos represivos, pero también las hubo en funciones operativas directas, en secuestros, torturas, ejecuciones y desaparición de prisioneros. Esta es una muestra.
El importante caso del secuestro de Miguel Angel Sandoval se une al conocido como "de los 119", por el número de quienes se intentó hacer aparecer como muertos en riñas internas en Argentina en la denominada "Operación Colombo". Testigos del secuestro de Sandoval relatan haberlo visto en Villa Grimaldi hasta el 10 de febrero de 1975, día en que es sacado junto a María Isabel Joui Petersen, María Teresa Eltit Contreras, Renato Sepúlveda Guajardo, Jorge Herrera Jofré y Claudio Silva Peralta, todos desaparecidos.
El testimonio de María Isabel Matamala entrega otro dato: fue detenida por Osvaldo Romo y llevada a Villa Grimaldi, torturada durante 15 días por el mismo Romo y Basclay Zapata, e interrogada por Moren, Krassnoff, Laureani, Ricardo Lawrence, Ferrer y una mujer apodada "la comandante", cuyo nombre era Rosa Humilde Ramos.
Las torturadoras de la DINA
La sobreviviente María Salinas Farfán señala que vio a muchos detenidos que hoy están desaparecidos y que, entre los agentes, puede reconocer a Romo, Laureani, Krassnoff, Moren Brito, Luz Arce, Marcia Merino y Alicia Gómez (María Alicia Uribe Gómez), "la Carola".
Osvaldo Romo reconoce que entre los torturadores de Villa Grimaldi estaban César Manríquez, Wenderot y Palmira Almuna. Basclay Zapata, alias "el Troglo", declara que "en 1975 se casó con Teresa Osorio Navarro, también funcionaria del organismo" y que salía junto a Luz Arce a "porotear" en un vehículo por las calles de Santiago. Teresa Osorio dice haber "ingresado como empleada civil de la Armada en 1974, siendo destinada a trabajar en la DINA, en el cuartel de Villa Grimaldi, como secretaria de Krassnoff. Supo que los agentes de la DINA estaban divididos en grupos, denominados ‘Halcón’, ‘Purén’, ‘Aguila’ y otros, llamándose ‘Caupolicán’ el conjunto de éstos. Reitera sus dichos en careo con Eugenio Fieldhouse (también agente), insistiendo que ella no salía a detener".
Fieldhouse, proveniente de Investigaciones, admite que entre los agentes de Villa Grimaldi se encontraban Teresa Osorio, Rosa Humilde Ramos y Palmira Almuna. Mientras que el sobreviviente Raúl Flores Castillo relata que fue detenido "por sujetos armados, uno de los cuales se identificó como Osvaldo Romo, lo subieron a un vehículo en el que había más personas, una mujer a la que le decían ‘la negra’ (Teresa Osorio) y un sujeto al que llamaban ‘el Troglo’".
Si bien muchas de las mujeres que pertenecieron a la DINA realizaron labores administrativas, existe un equipo que ha sido catalogado por los sobrevivientes como "las más sádicas y crueles". Entre ellas destacó la subteniente de Carabineros Ingrid Felicitas Olderock Oelckers, quien fuera instructora de torturadores ya en la escuela inicial de Tejas Verdes. Como integrante de la Brigada Purén fue adiestradora de los perros usados en las vejaciones sexuales cometidas contra hombres y mujeres en el cuartel secreto "Venda Sexy".
También subteniente de Carabineros, Palmira Isabel Almuna Guzmán, alias "la Pepa", fue integrante de la Brigada Purén y torturadora en José Domingo Cañas bajo las órdenes de Ciro Torré Sáez, posteriormente trabajó bajo las órdenes de Pedro Espinoza Bravo. Era la encargada de seleccionar e instruir a futuras agentes, que eran infiltradas como mujeres frívolas y bonitas en diversos ámbitos de relevancia política nacional. Pasó a la CNI y en 1985 retornó a Carabineros, desempeñándose en un centro correccional de menores en Iquique con el grado de comandante del escalafón femenino. Fue denunciada en su casa de Luis Beltrán 1000, en Pudahuel, el 31 de mayo de 2003, luego de lo cual no se le ha vuelto a ver por el barrio, probablemente viviría en Iquique.
Nélida Gutiérrez Rivera fue secretaria privada y amante de Manuel Contreras. Luego de la detención de su jefe, continuó como su secretaria a media jornada en las oficinas que éste tenía en la calle Ricardo Lyon, el resto del tiempo lo dedicaba a su Boutique "Mané" (Manuel y Nélida) en el caracol de Lyon y Providencia. Si bien no se conoce con certeza el rol que cumplió Viviana Pincetti Barra, que aparece recibiendo sueldos de la DINA y es hija de Osvaldo Pincetti Gac, alias "charla", su padre la llevaba de "visita" a Villa Grimaldi y otros cuarteles del organismo represivo.
Variados testimonios hablan del terrible rol que cumplió Marcia Alejandra Evelyn Merino Vega, alias "la flaca Alejandra", como agente tras ser militante del MIR. Por estos días vive en una zona insular de Chile, desde la que viaja a Santiago para prestar declaraciones en los diversos juicios contra la DINA.
Otra mujer convertida en agente fue Luz Arce Sandoval, quien pasó de militante del PS a la DINA. Sobrevivientes la recuerdan presente en las sesiones de tortura en Villa Grimaldi, Londres 38 y Cuatro Alamos. Continuó su trabajo en la CNI y en 1990 se puso a disposición de los tribunales para declarar en casos de desaparecidos. Hoy vive fuera de Chile y retorna circunstancialmente para aportar datos en procesos judiciales.
María Alicia Uribe Gómez, alias "Carola", de militante del MIR pasó a ser agente de la DINA, luego de la CNI y después de 1990 fue integrada al DINE. Junto a otras colaboradoras efectuaban verdaderos "desfiles de moda" con la ropa de prisioneras asesinadas en los cuarteles de la DINA. Fue vista en Villa Grimaldi, Cuatro Alamos y José Domingo Cañas.
Como "la comandante" era conocida Rosa Humilde Ramos Hernández, torturadora en José Domingo Cañas y Villa Grimaldi e integrante de la Agrupación Aguila de la Brigada Caupolicán. Su recuerdo es imborrable entre los sobrevivientes por su apariencia masculina y el sadismo que aplicaba en las torturas. Cruel es también María Teresa Osorio, alias "Soledad" o "la negra", esposa de Basclay Zapata.
En la Brigada Purén, dedicada a la represión del PS, el PC y la DC, aparecen con funciones la detective Ximena San Juan, Elsa del Tránsito Lagos Salazar, Francisca del Carmen Cerda Galleguillos y Nancy Edulia Vásquez Torrejón, alias "Pelusa".
En la Agrupación Halcón II de la Brigada Caupolicán, grupo que participó en el enfrentamiento con Miguel Enríquez, estaba María Gabriela Ordenes, alias "Marisol", a quien se vio presente en sesiones de tortura.
Agentes en funciones administrativas eran Mirtha Espinoza Caamaño, secretaria de la DINA, que trabajó bajo el mando de Augusto Deitchler en la Subdirección de Inteligencia Interior. María Gabriela Coll Webar, secretaria del staff del Cuartel General. Marta Smock Teixido, secretaria del staff del Cuartel General en la Subdirección de Inteligencia Económica. Sandra Montecinos Sepúlveda, secretaria del staff del Cuartel General. Eliana Quilodrán, alias "Ely", agente de la Dirección de Operaciones que actuaba bajo el mando de Pedro Espinoza Bravo en la sección de Educación e Informática. Teresa Aburto, secretaria de la Sección C-2, que continuó trabajando en la CNI y luego en el DINE. Enriqueta Salazar Contreras, secretaria de la Subdirección de Inteligencia Interior con labores directas con Rolf Wenderoth y que luego sería integrada a Carabineros.
Maribel Maringue Moya, secretaria del Subdirector tras la salida de Wenderoth, y que posteriormente continúa cumpliendo funciones en la dirección de la CNI.
También aparecen Ana María Rubio de la Cruz, alias "Carmen Gutiérrez", Suboficial del Ejército y secretaria de la Subdirección de Inteligencia Exterior, implicada en el asesinato del general Carlos Prats y su esposa. María Eliana Moncada Prieto, secretaria de la Subdirección de Inteligencia Exterior, que luego se integra al Departamento de Contrainteligencia. Sara Aguila Márquez, asistente social de la Subdirección de Personal.
Carmen Avila Ferrada, Secretaria de Arturo Ureta Siré en la Subdirección de Inteligencia Exterior, posteriormente pasa a cumplir el mismo cargo en la CNI, bajo el mando del Coronel Suau. Alejandra Damián Serrano, que utilizaba el alias "Roxana", era secretaria de Michel Townley.
La enfermera María Eliana Bolumburú Taboada (Bolumburó según la lista de "Elissalde y Poblete") integró la Brigada de Salubridad de la DINA, trabajando en las clínicas clandestinas junto a varios médicos que asesoraban las torturas. El último dato de su paradero la ubicaba trabajando en una empresa farmoquímica de la calle Ejército y viviendo en una villa de Maipú.
La chica del Comando Conjunto
Parece que la única mujer del Comando Conjunto es la famosa Pochi, a quien se le vio vestida de uniforme escolar preguntando por personas que luego serían secuestradas. También estuvo activa en las torturas que se le infligieron a decenas de prisioneros en los centros clandestinos de tortura conocidos como Nido 20 y Nido 18.
Viviana Lucinda Ugarte Sandoval, fue soldado (r) de la FACH, con destinación a la DIFA y al Comando Conjunto. Esposa del general Patricio Campos Montecinos, Director General de Aeronáutica Civil hasta la denuncia realizada por el diario La Nación. Procesada en dictadura por el ministro Cerda como autora de asociación ilícita criminal y cómplice de la desaparición de Reinalda Pereira y Edrás Pinto, amnistiada por el juez Manuel Silva Ibáñez. Por estos días sigue siendo involucrada en los procesos que se llevan contra el Comando Conjunto.
Por Julio Oliva García
Por asociación ilícita, homicidio y secuestro procesan a médicos y ex militares por crimen de agente DINA Manuel Leyton
Fuente :El Mostrador, 24 de Julio 2007
Categoría : Prensa
Juez Madrid encausó a trece personas, entre ellas los facultativos Horacio Taricco, Pedro Valdivia, Osvaldo Leyton, Vittorio Orvietto y la enfermera Eliana Bolumburu, develando las oscuras actividades de profesionales de la salud al servicio de la dictadura. Fallo, al que accedió en exclusiva El Mostrador.cl, acreditó que deceso de Leyton estuvo asociado al gas sarín.
La no despreciable cantidad de 35 procesamientos contra 13 personas –entre los que destacan cuatro doctores y una enfermera- dictó el ministro Alejandro Madrid Crohare, en el proceso que sustancia por el homicidio y secuestro del ex agente de la DINA Manuel Jesús Leyton, quien murió en marzo de 1977 por aplicación de torturas y gas sarín en la clínica London del organismo represivo.
Esta es la primera vez que un magistrado logra identificar la orgánica del recinto que la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) usó para aplicar tormentos y venenos a opositores de la dictadura, como también quiénes formaban parte del personal médico y auxiliar que ayudaron a llevar a cabo estas prácticas.
El Mostrador.cl accedió a una copia íntegra del procesamiento dictado por Madrid, a través de una alta fuente judicial.
Los encausamientos dictados por Madrid se dividen en los delitos de asociación ilícita, homicidio calificado y asociación ilícita y afectan a 13 personas que tuvieron distintas participaciones en los hechos investigados.
Por asociación ilícita, en calidad de co-autores, fueron procesados los médicos Hernán Horacio Taricco Lavín, Pedro Samuel Valdivia Soto, Osvaldo Eugenio Leyton Bahamondes, Vittorio Orvietto Tiplitzky y la enfermera jefe de la clínica London Eliana Carlota Bolumburu Tabeada.
Esta última es prima de Ana María Borumburu, quien laboraba en la Universidad Católica, cerca de los doctores Hermal Rosemberg y Sergio González Bombardiere, quienes realizaron la autopsia no autorizada al ex Presidente Eduardo Frei.
Bajo los mismos cargos, el ministro procesó a los ex militares Ricardo Víctor Lawrence Mires, Vianel Valdivieso Cervantes, Hernán Luís Sovino Maturana (jefe de seguridad de la clínica), al suboficial mayor (R) Santiago Alfredo Matteo Galleguillos; al coronel (R) Juan Morales Salgado (recién procesado en el caso Prats); al comandante (R) del Ejército y miembro de la brigada Lautaro de la DINA Federico Humberto Chaigneau Sepúlveda (procesado en el caso Conferencia); la teniente del Ejército Gladys de las Mercedes Calderón Carreño (también encausada en Conferencia), conocida en la DINA por su crueldad, ya que fue quien inyectaba cianuro a los detenidos; y al empleado civil Lorenzo Omar Toro Olivares.
De acuerdo a la resolución del magistrado, los coautores del homicidio calificado, es decir, quienes participaron directamente en la muerte de Leyton, fueron el médico Taricco Lavín, y los ex uniformados Lawrence Mires, Vianel Valdivieso Cervantes y Morales Salgado. Sus cómplices, en tanto, fueron Sovino Maturana y Toro Olivares
Los encubridores del homicidio, según el procesamiento, son los doctores Leyton Bahamondes, Valdivia Soto, la enfermera Bolumburu Taboada y los ex uniformados Matteo Galleguillos, Chaigneau Sepúlveda y la teniente Calderón Carreño.
Finalmente, como coautores de secuestro fueron procesados los doctores Taricco Lavín, Leyton Bahamondes, la enfermera Bolumburu Taboada, y los ex militares Lawrence Mires, Vianel Valdivieso, Sovino Maturana, Morales Salgado y Toro Olivares.
Papeles mentirosos
Madrid no escatimó detalles en su investigación y también encausó en calidad de co-autores de falsificación de instrumento público al médico Leyton Bahamondes y la enfermera Bolumburu Taboada.
Estos últimos fueron quienes elaboraron la documentación para que la muerte de Leyton apareciera asociada a un ataque cardíaco provocado por una enfermedad, y no por los efectos de la aplicación del gas sarín.
De hecho, en la resolución dictada por Madrid queda acreditada que los directivos del Servicio Médico Legal (SML) de la época fueron presionados para cambiar la historia clínica y las causas de muerte.
Estos procesamientos se suman a los dictados el lunes por el mismo juez contra el ex auditor general del Ejército Fernando Torres Silva y quien fuera su mano derecha, el coronel (R) de justicia Enrique Ibarra Chamorro, en el marco de la investigación por el secuestro y homicidio del ex agente de la DINA Eugenio Berríos.
La historia que acreditó Madrid
La muerte del cabo Leyton Robles es lo que podría llamarse una vendetta mafiosa para quien traiciona el código del silencio. Y para el ex director de la DINA Manuel Contreras la palabra traición era sencillamente un vocablo impronunciable.
La historia acreditada por el juez es que Leyton Robles, junto a otros agentes, buscaban repuestos para reparar una renoleta con la que trabajaba la DINA. Sin embargo, los fondos con los que contaba el organismo represivo ya eran exiguos y, por lo tanto, no se podía arreglar el vehículo.
El cabo decidió resolver el tema por sí mismo robó un automóvil similar al francés Marcel Duhalde. El ciudadano europeo denunció el hecho ante Carabineros, cuyos efectivos detuvieron a Leyton Robles y al agente Heriberto Acevedo y los llevaron a una comisaría.
Entre tiras y aflojas entre la DINA y la policía uniformada, se llegó al punto máximo de que la unidad fue rodeada por efectivos del organismo encabezado por Manuel Contreras.
Sin embargo, Leyton ya había revelado en el interrogatorio que el vehículo en cuestión pertenecía a un detenido desaparecido y que éstos eran lanzados al mar, como una forma de hacerles ver a los policías que su detención era casi un asunto de seguridad nacional.
El cabo fue finalmente liberado. Pero la DINA lo detuvo nuevamente en el recinto de Simón Bolívar. Días más tarde falleció de un misterioso ataque cardíaco, cuando sólo tenía 24 años.
Tras la muerte de Leyton, el círculo de hierro de la DINA se hizo presente en el lugar: Vianel Valdivieso y el entonces mayor Morales Salgado. Ellos se llevaron el cadáver. De eso han pasado poco más de 20 años.
Detienen y procesan a médicos por crimen de Manuel Leyton
Fuente :Emol.com, 24 de Julio de 2007
Categoría : Prensa
El abogado de la familia del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, Álvaro Varela, denunció que entre los detenidos está el responsable material de la muerte del ex Mandatario.
SANTIAGO.- El juez Alejandro Madrid procesó esta mañana a cuatro médicos, y a otras nueve personas, por el crimen del ex agente de la DINA Manuel Leyton, ocurrido en 1977 en la llamada clínica London.
El caso estaría vinculado con la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, cuyo deceso en 1982 en la clínica Santa María es materia de investigación ante la posibilidad de intervención de terceros.
Los procesados son los facultativos Pedro Valdivia Soto y Osvaldo Leyton Bahamondes, quienes quedaron recluidos en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), Vittorio Orvietto Teplizky y Hernán Tarico Lavín, detenidos en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén.
Valdivia Soto fue uno de los médicos que atendió a Frei Montalva en la Clínica Santa María en enero de 1982.
Al conocerse la decisión, Álvaro Varela, abogado de la familia del fallecido Presidente Eduardo Frei, advirtió que los médicos enjuiciados son también sospechosos de la muerte del ex Mandatario mediante un "elemento químico" cuando permanecía en una clínica privada, después de ser sometido a una intervención quirúrgica, en enero de 1982.
Los profesionales fueron procesados por su rol en calidad de oficiales (R) del departamento de Sanidad. Por el mismo hecho también fueron notificadas de su encausamiento las ex enfermeras Eliana Bolomburú Taboada, recluida en la escuela de Gendarmería, y Gladys Calderón Carreño, oficial (R) quien ya estaba detenida en Peñalolén.
A su vez, se procesó a los coroneles (R) Juan Morales Salgado y Ricardo Lorens, del Ejército y Carabineros, respectivamente. Otros cinco integrantes de las brigadas Mulchén y Lautaro que resultaron encausados son Vianel Valdivieso, Hernán Sovino, Santiago Mateo, Lorenzo Toro y Federico Chagneau.
Procesan a médicos y militares por muerte del agente de la DINA Manuel Leyton
Fuente :Crónica Digital 24 de Julio 2007
Categoría : Prensa
Tras un largo y prolijo período de investigación el Juez Alejandro Madrid logró determinar la estructura orgánica de la Clínica London, lugar utilizado por la DINA para realizar experimentos y tratamientos clínicos en contra de opositores a la Dictadura del general Augusto Pinochet.
En el recinto, se habrían aplicado tormentos y venenos en contra de los detenidos políticos y donde, los servicios de seguridad contaban con asistencia médica para evaluar la resistencia de los vejámenes que aplicaba la DINA.
Según la investigación del magistrado, en la Clínica London habría perdido la vida el ex cabo y miembro de la DINA, Manuel Jesús Leyton tras ser detenido, en su casa, por sus pares de inteligencia militar.
De acuerdo a las declaraciones judiciales el destino del ex militar que conoció al entonces coronel Manuel Contreras cuando se desempeñaba como custodio en el recinto de detención de Tejas Verdes, lugar donde el ex Director de la DINA estaba a cargo del campo de concentración.
LA INVESTIGACIÓN DEL JUEZ MADRID
La resolución del magistrado procesa bajo el delito de asociación ilícita, en calidad de co-autores a los médicos Hernán Horacio Taricco Lavín, Pedro Samuel Valdivia Soto, Osvaldo Eugenio Leyton Bahamondes, Vittorio Orvietto Tiplitzky y la enfermera jefe, Eliana Bolumburu Taboada. Todos ellos profesionales de la salud que habrían colaborado en forma activa en las torturas de opositores políticos que pasaron con la siniestra Clínica London.
De ellos destacan el doctor Vittorio Orvietto, quien presenta varias denuncias en tribunales por violaciones a los derechos humanos por aplicación de hipnosis en las sesiones de tortura. Además hay que destacar que si bien Orvietto fue expulsado del colegio médico, el expediente completo de su caso desapareció extrañamente del Colegio Médico sin que sus conclusiones pudieran ser vistas por el juez Madrid.
A esto hay que agregar el caso del doctor Pedro Valdivia Soto, facultativo que hoy es investigado por su responsabilidad en la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva en la clínica Santa María de Santiago y de la enfermera Bolumburu quien es prima de Ana María Bolumburu, personaje que trabajaba en la Universidad Católica, cerca de los doctores Hermal Rosemberg y Sergio González Bombardiere, galenos que realizaron la autopsia no autorizada al ex Presidente Eduardo Frei.
También se encuentran procesados por asociación ilícita y homicidio los militares en retiro Ricardo Lawrence Mires, Vianel Valdivieso Cervantes y el coronel ( r )Juan Morales Salgado, quien se encuentra procesado por el asesinato del general Carlos Prats en Argentina. A la lista se agrega en la calidad de cómplices el agente civil Lorenzo Toro Olivares y el jefe de seguridad del recinto médico Hernán Sorvino Maturana.
La resolución señala que como encubridores fueron identificados el suboficial mayor Santiago Matteo Gallegillos. El comandante en retiro del ejército Federico Humberto Chaigneau Sepúlveda, y la ex teniente Gladys de las Mercedes Calderón Carreño, estos últimos procesado además por su participación en el secuestro y desaparición de la primera dirección clandestina del Partido Comunista de mayo de 1976, conocida como el caso de calle Conferencia.
La teniente Calderón fue conocida en la DINA por su crueldad al momento de aplicar torturas a los detenidos. Las últimas declaraciones señalan que ella era la responsable de inyectar cianuro a los detenidos para provocarles la muerte.
LA MUERTE DEL CABO LEYTON
El ex agente de la disuelta DINA cometió un error y ello le significó la muerte: romper el código de silencio.
Según la investigación judicial se logró establecer que el comienzo del fin del ex agente se inicia con el robo de una renoleta a un ciudadano francés con el objeto de conseguir repuestos para un vehículo similar que estaba en manos de la DINA, pero la historia comienza a complicarse cuando Leyton en compañía del agente Heriberto Acevedo son detenidos por Carabineros y conducidos a la Comisaria de Rodrigo de Araya ya que el vehículo había sido denunciado por robo.
Para poder zafarse del problema, ambos agentes reconocieron su condición de miembros del aparato de inteligencia represiva e inclusive se señala que existió un pugilato entre la policía uniformada y grupos operativos de la DINA que fueron al rescate de sus colegas pero, el cabo Lestón Robles ya había confesado a Carabineros que el vehículo utilizado por el organismo de seguridad pertenecía a un detenido desaparecido y que su cuerpo había sido lanzado al mar. Esta fue la frase que selló su destino.
La batahola creada por el robo de la renoleta que la cúpula de la DINA ordenó detener al cabo Manuel Jesús Leyton y precisar sus declaraciones a la policía uniformada. El ex agente había roto el código de silencio del organismo represivo y su destino era uno solo la muerte.
Tras ser detenido y torturado en su casa en la comuna de Puente Alto y en el centro de detención clandestino de Simón Bolívar fue conducido a la Clínica London para ser atendido de sus heridas y, de paso recibir un tratamiento especial por parte del equipo médico. Sin embargo, Cuando cruzó la puerta del centro médico de la DINA, el cabo jamás pensó que aquel día fue la última vez que, a sus 24 años de edad, se le vería con vida.
Caso Leyton: Confirman procesamiento de médicos
Fuente :El Mercurio, 21 de Marzo de 2009
Categoría : Prensa
La Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó los procesamientos de los médicos Osvaldo Leyton Bahamondes y Hernán Taricco Lavín, como autores de asociación ilícita, y del secuestro y homicidio calificado del cabo de la DINA Manuel Leyton, ocurrido en 1977 mediante la inoculación de gas sarín, luego de que confesara a la policía que gran parte de los detenidos desaparecidos habían sido lanzados al mar.
El tribunal de alzada ratificó la decisión del ministro Alejandro Madrid en el caso de ambos doctores -quienes desempeñaron funciones en la clínica London, de la DINA- rechazando la apelación presentada por la defensa de los encausados.
Los médicos de la dictadura que ejercen en la impunidad
Fuente :radio.uchile.cl, 26 de Agosto 2013
Categoría : Prensa
A 40 años del Golpe Militar la sociedad vincula a los militares con las violaciones a los derechos humanos, pero en muchos casos, la participación de civiles ha quedado omitida. Una lista con médicos apunta a su rol en diversas violaciones a los Derechos Humanos y desde el colegio de la especialidad se destaca que aún hay condiciones que impiden penalizar estos actos.
Bernardo Lejderman y María Avalos fallecieron en 1973, ejecutados por militares en el norte, un crimen conocido hace pocos días por el emplazamiento de Ernesto Lejderman al saber que sus padres no se habían suicidado con explosivos, tal como señalaba el parte médico firmado por Guido Díaz Paci, médico que se mantiene en actividad hasta la actualidad trabajando en el Departamento de Tránsito de la municipalidad de La Serena.
Como éste, son distintos casos de violaciones a los derechos humanos que tienen a médicos civiles como protagonistas. La abogada Carmen Hertz realizó un listado, donde detalla una treintena de galenos vinculados a la dictadura que se mantienen en la impunidad, incluso ejerciendo su profesión.
La abogada describe el rol que ejercieron los profesionales, en procesos de interrogatorio y tortura para que la DINA cumpliera con los objetivos trazados desde la Junta Militar: “Existe una larga nómina de médicos que fueron funcionarios de la DINA, que colaboraron en la aplicación de tortura en centros clandestinos. Parte de ellos han sido sometidos a proceso, los médicos mantenían a los presos vivos en la aplicación de torturas, para que la DINA pudiera sacar la información que ellos pretendían”.
Carmen Hertz subraya que hoy los médicos se mantienen en actividad, sin ser individualizados en las investigaciones, eludiendo además una condena moral por estos hechos.
“Hay una suerte de renuencia a la persecución criminal de civiles, pese a pruebas evidentes, por ejemplo muchos de estos médicos ejercen y ocupan cargos directivos en la Clínica Dávila y en la Clínica Indisa. Hay complicidad en la justificación de políticas de exterminio y en propiciarla, que en definitiva ha vivido en la impunidad judicial, política, social y moral”, indicó la abogada.
La labor de los médicos va desde la asistencia en métodos de tortura, destinar medicamentos en interrogatorios, como el llamado “suero de la verdad” (pentotal sódico) falsificación de documentos, adulterar fichas clínicas o firmar certificados de defunción con motivos de deceso que ocultan la responsabilidad de organismos de inteligencia.
El Colegio Médico levantó sumarios contra profesionales vinculados a la dictadura, inhabilitando su ejercicio e incluso retirando el título profesional. El doctor Álvaro Reyes Bazán, presidente del Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico, destaca que antes del régimen un médico debía estar colegiado por obligación, pero esta condición se eliminó y con ello el organismo pierde su potestad para inhabilitar el ejercicio de la profesión.
Reyes Bazán apunta que “en ese momento el Colegio tenía autoridad para someter a proceso o rescindir el ejercicio de la profesión. Pero hoy no, el Colegio no recuperó su categoría y no tiene autoridad, antes era obligatorio para ejercer la medicina pero ahora es voluntario, son secuelas de la dictadura que no han sido superadas todavía”.
Álvaro Reyes tuvo un rol especial en el resguardo de perseguidos por militares, evitando incluso la desaparición de Miria Contreras, “Payita”, secretaria personal de Salvador Allende. A su juicio, hoy el Colegio no tiene herramientas para penalizar irregularidades de profesionales no inscritos, lo que destaca como una más de las herencias políticas que dejó ese período.
El médico apuntó que “es una lucha que hemos mantenido por recuperarlo, pero no se ha logrado, se necesitan altos quórum para cambiar algunos aspectos de la Constitución, una serie de instrumentos para impedir que la voluntad popular se manifieste. Vivimos por un sistema organizado en dictadura, eso es lo fundamental, e involucra un cambio importantísimo que es recuperar la democracia plena”.
Tanto la abogada como el médico subrayan que profesionales de la medicina vinculados a los crímenes de la dictadura pueden estar legítimamente en ejercicio, tanto en instituciones de Fuerzas Armadas como en el sector privado. Por contraste, la desaparición de médicos perseguidos por su condición política se mantiene en un proceso judicial aún en curso.
La lista de médicos es la siguiente:
1. Darwin Arriagada – Médico, dirigente del Colegio Médico de Chile en 1973. Fue nombrado por la Junta Militar como Director General de Salud. Participó en el plan de administrar drogas en los alimentos para asesinar a presos políticos. Entregó a numerosos médicos de izquierda, más de 30 de los cuales fueron asesinados. Atiende en Santa María 217, oficina 34, comuna de Independencia.
2. Camilo Azar Saba – Médico de la CNI. Fue suspendido por seis meses del Colegio Médico por su participación en torturas aplicadas a prisioneros en cuarteles de la CNI. Implicado en caso de Federico Álvarez Santibáñez.
3. Guillermo Araneda – Médico de Punta Arenas, Cardiólogo. Aplicó sus conocimientos para la tortura de presos en esta ciudad.
4. Alejandro Babaich Schmith – Director Hospital “Cirujano Guzmán” de Punta Arenas. Asesor en torturas contra prisioneros políticos.
5. Gregorio Burgos – Médico del Regimiento de Los Ángeles. Asesoró a agentes de la DINA en buscar formas de tortura sin que el detenido perdiera el sentido.
6. Víctor Carcuro Correa – Médico de la CNI. Este doctor fue suspendido de sus derechos en el Colegio Medico por su participación en las torturas que culminaron con la muerte del transportista Mario Fernández López, en La Serena, en octubre de 1984.
7. Raúl Díaz Doll – Médico, funcionario de la Dirección General del Servicio Nacional de Salud. Integró la comisión militar que investigaba la filiación política de los médicos. Organizó el soplonaje en el servicio y participó personalmente en los interrogatorios a los médicos detenidos y torturados.
8. Guido Mario Félix Díaz Paci – Medico del Ejército y de la CNI. Oficial de sanidad militar del Ejército que participa de los hechos que culminaron con la muerte del transportista Mario Fernández López, en La Serena. Las causas de la muerte de Fernández López fueron las torturas sufridas en el cuartel de la CNI de dicha ciudad en octubre de 1984. Cuando Mario Fernández debió ser trasladado al Hospital de La Serena, Díaz Paci mintió a los doctores de turno del Hospital, aduciendo que el detenido venía de una Tenencia de Carabineros y no de la CNI, solicitando a los médicos que ocultaran el estado del detenido. Una vez fallecido Fernández, el médico y agente CNI intentó que el facultativo que había operado de urgencia a la víctima falsificara el diagnóstico de su muerte, ocultando los verdaderos motivos del deceso. Por todas estas razones Guido Díaz Paci fue expulsado del Colegio Médico. En 1974 participó en la exhumación del cuerpo de María Avalos, asesinada junto a su marido, Bernardo Lejdermann, en diciembre de 1973 por una patrulla del Regimiento Arica de La Serena. En el certificado de defunción aseguró que la mujer se había dinamitado.
9. José María Fuentealba Suazo – Médico del Ejército. El 27 de octubre de 1973 José Fuentealba participa en la comitiva que viaja a Río Mayo, en Argentina, para trasladar a 3 detenidos, Juan Vera, Néstor Castillo y José Rosendo Pérez, que habían sido capturados por Gendarmería argentina cuando escaparon en busca de refugio político. La comitiva iba al mando del Capitán Joaquín Molina Fuenzalida (asesinado por el hijo de Manuel Contreras) y también la integraban un carabinero de apellido Salinas y el suboficial Evaldo Reidlich Hains. Los tres prisioneros fueron subidos a un vehículo del Hospital Regional de Coyhaique y trasladados en dirección a Chile, pero nunca llegaron a destino. En abril del 2002, el juez del Primer Juzgado del Crimen de Coyhaique, Luis Sepúlveda, sometió a proceso a Fuentealba Suazo y al suboficial (R) de Carabineros Evaldo Reidlich Hains.
10. Alejandro Jorge Forero Alvarez – Cardiólogo. Registro Colegio Médico 9580-K. Comandante de Escuadrilla y médico que se desempeñaba al momento del golpe de Estado en el Hospital de la FACH. En 1976 prestó servicios como soldado segundo en la Base Aérea de El Bosque y en el Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina. En este lugar participa del Comando Conjunto, supervisando las torturas y drogando a los prisioneros que eran sacados para hacerlos desaparecer. Fue sometido a proceso por el juez Carlos Cerda en plena dictadura. Por estos días ha vuelto a ser requerido en nuevos procesos del Comando Conjunto.
11. Werner Gálvez – Médico pediatra, Coronel de Sanidad en Iquique. A comienzos del régimen militar aplicó inyecciones intravenosas de pentotal sódico, alternadamente con suero biológico, durante interrogatorios en esta ciudad.
12. Fernando Jara de la Maza – Médico traumatólogo de Valdivia. En los días posteriores al golpe militar participó directamente en la aplicación de tortura a detenidos.
13. Manfred Jurgensen Caesar – Médico de la CNI. Este médico, a la vez agente de la CNI, fue expulsado del Colegio Médico por su participación en torturas aplicadas a prisioneros en cuarteles clandestinos de este organismo represivo. Implicado en muerte de Federico Alvarez Santibáñez.
14. Luis Losada Fuenzalida – Médico de la CNI. También fue expulsado del Colegio Medico por su participación en las torturas que culminaron con la muerte del profesor Federico Álvarez Santibáñez. Una hora antes de la muerte de Álvarez Santibáñez, torturado en agosto de 1979 durante siete días en cuarteles secretos de la CNI en Santiago, firmó un informe en el que indicó que el docente estaba en buenas condiciones físicas.
15. Minoletti – Médico de Carabineros, provincia de Concepción. Asesora a los torturadores de Fuerte Borgoño y extiende los certificados por muerte natural para encubrir los crímenes.
16. Vittorio Orvieto Teplizky – Médico del Ejército. Cumple funciones de colaboración en las torturas cometidas en el Campo de Prisioneros Número Dos de Tejas Verdes. También participa en la Brigada de Salubridad de la DINA como director de la Clínica Santa Lucía.
17. América González Figueroa – Contratada en dictadura para ejercer funciones en el Servicio Médico Legal, donde falseó la información sobre las causas de muerte de algunos ejecutados políticos. Entre los casos en que está implicada aparecen la muerte a causa de torturas de Carlos Godoy Echegoyen, que hizo aparecer como “muerte súbita”, el asesinato de Cecilia Magni Camino, afirmando que se habría ahogado y ocultando los vestigios de tortura en su cuerpo, y el crimen del dirigente estudiantil DC Mario Martínez, que apareció en las costas de las Rocas de Santo Domingo luego de que fuera secuestrado en Santiago. Otro “servicio a la patria” fue su participación en los exámenes que culminaron con el fraude de la demencia de Pinochet. En el último período, aún en el SML, fue designada jefe del Departamento de Tanatología y directora subrogante del servicio. El 21 de diciembre de 2000, poco después de que se comprobara su responsabilidad en la entrega equivocada de los cuerpos de tres jóvenes quemados al interior de la Cárcel de San Miguel, recibió una anotación de mérito en su hoja de vida firmada por el ministro de Justicia José Antonio Gómez, militante radical.
18. Jorge León Alessandri – Dentista, agente civil de la DINE, implicado en el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez Alfaro.
19. Osvaldo Leyton Bahamondes – Médico de la DINA. Implicado en la muerte por torturas de Manuel Leyton Robles, agente de la DINA que fue asesinado por sus “colegas” al verse involucrado públicamente en el robo de una renoleta, trabajo encargado por su superior Germán Barriga Muñoz. El doctor Leyton Bahamondes firmó un certificado en el que el agente aparece como fallecido a causa de una crisis epiléptica y arritmia cardiaca en Almirante Barroso 76, ubicación de la clínica clandestina London.
20. Bernardo Purto – Medico radiólogo de Melipilla. Junto al Fiscal militar de Melipilla tomó parte personalmente en las sesiones de tortura a prisioneros.
21. Luis Hernán Santibáñez Santelices – Médico DINA. Integrante de la Brigada de Salubridad que funcionaba en la Clínica London (Almirante Barroso). Implicado en la desaparición de Juan Elías Cortés.
22. Hernán Horacio Taricco Lavín – Médico DINA. Jefe de la Brigada de Salubridad que funcionaba en la Clínica London. Implicado en la muerte del agente DINA Manuel Jesús Leyton Robles.
23. Hernán Twane – Psicólogo que aplicó Pentotal Sódico a los prisioneros para que éstos fueran interrogados por el Servicio de Investigaciones.
24. Werner Zanghellini Martínez – Director de la Clínica Santa Lucía entre 1975 y 1976. Es acusado por sobrevivientes de Villa Grimaldi de haber inyectado el virus de la rabia a Jorge Fuentes Alarcón, detenido desaparecido.
25. Sergio Marcelo Virgilio Bocaz – Médico de la Brigada de Salubridad de la DINA, con labores en la clínica clandestina Santa Lucía, que continuó trabajando en el Comando de Logística de la CNI. Marcia Merino dice haberlo visto en publicidad de café y financieras. Brigada de Salubridad de la DINA Compuesta entre otros por los doctores Vittorio Orvietto, Werner Zanghellini, Hernán Taricco, Nader Nasser, Osvaldo Eugenio Leyton Bahamondez, Rodrigo Vélez, Samuel Valdivia Soto, Luis Hernán Santibáñez Santelices, Eduardo Contreras Balcarce, el ginecólogo Juan Pablo Figueroa Yáñez, el otorrino Eugenio Fantuzzi Alliende, el psiquiatra Roberto Lailhacar Chávez, el dentista Sergio Roberto Muñoz Bonta y la enfermera María Eliana Bolumburú Taboada. Otro médico, del cual sólo se sabe el apellido, es el psicólogo Bassaure.
26. Eugenio Fantuzzi Alliende, Otorrinolaringólogo – Médico Jefe del Servicio de Otorrinolaringología de la Clínica Dávila.
28. Roberto Lailhacar Chávez, Psiquiatra – Ex presidente de la Sociedad Chilena de Sexología y Educación Sexual.
El listado completo de los agentes de la DINA (Documento entregado por el Ejercito a los Tribunales de Justicia)
Fuente :elclarin.cl, 8 de Julio 2013
Categoría : Prensa
El siguiente es el listado completo de los agentes de la DINA, el que fue entregado hace unos años por el Ejército a los tribunales de Justicia. El texto se mantuvo durante un largo periodo guardado bajo llaves, pero el tiempo lo filtró hacia abogados de derechos humanos y un periodista especializados en esta materia.
Este documento, que no ha sido nunca publicado en un medio impreso, ha llegado a Clarín desde el escritorio de un periodista que ha seguido múltiples casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. El documento, por tanto, es totalmente fidedigno. Se trata de más de mil agentes, algunos procesados, otros condenados y no pocos ya fallecidos.
Contreras Sepulveda Juan Manuel
Elissalde Muller Alberto
Pantoja Henriquez Jeronimo Luzberto
Barria Barria Victor Hugo
Carrasco Fuenzalida Jorge
Diaz Darrigrandi Eduardo Antonio
Espinoza Bravo Pedro Octavio
Lopez Navarro Belarmino
Lopez Tapia Carlos Jose
Luvecce Massera Osvaldo Patricio
Manriquez Bravo Cesar
Sanchez Marmonti Hugo Hernan
Ureta Sire Arturo Ramon
Rosas Thomas Tarcisio Rene
Acuña Ramos Marco Rolando
Blanche Sepulveda Hernan
Blumel Mendez Sergio Fernando
Briones Morales Aldo Jose
Cajal Alvarez Raul
Cowell Mancilla Enrique
Ferrer Lima Francisco Maximiliano
Ferrer Taylor Heriberto Lautaro
Figueroa Yañez Juan Pablo Antonio
Flores Figueroa Domingo Antonio
Haase Mazzei Nelson Edgardo
Huber Olivares Gerardo Alejandro
Lailhacar Chavez Roberto Emilio
Lepe Orellana Jaime Enrique
Lizarraga Arias Victor Federico
Massone Stagno Enzo Antonio
Matus Santos Carlos Raul
Morales Salgado Juan Pedro
Ojeda Benett German Eduardo
Padilla Villen Patricio Vicente
Romero Reyes Alvaro Alfonso
Salinas Torres Guillermo Humberto
Taricco Lavin Hernan Horacio
Urrich Gonzalez Gerardo Ernesto
Vasquez Chahuan Manuel Abraham
Velez Fuenzalida Sergio Rodrigo
Zara Holger Jose Octavio
Besamat Morales Luis Antonio
Calvo Portales Jorge
Sepulveda Gutierrez Abel Ricardo
Silva Barra Carlos Alberto
Acevedo Godoy Hugo Cesar
Andrade Gomez Jorge Claudio
Arcas Morales Mario Arturo
Aro Peigneguy Jorge Carlos Matin
Baeza Hernandez Ricardo
Baeza Sepulveda Luis Alberto
Bustamante Careols Jorge Gabriel
Bustamante De la Barra Hernan Jorge
Cerda Bozzo Jose Sebastian
Chaigneau Sepulveda Federico
Cuellar Torres Juan Jose
Del Desposito Martinez Alfredo Ricardo
Dumay Castro Miguel Alberto
Faundez Norambuena Alfonso
Fernandez Larios Armando
Garces del Pino Roberto Arturo
Garcia Covarrubias Jaime Guillermo
Garcia Ferlice Jose
Gran Lopez Pablo Domingo
Guiza Castresana Roberto Angel
Gutierrez Garcia Marcelo Cedric
Guzman Valenzuela Alvaro David
Krassnoff Martchenko Miguel
Labayru Martinez Ramiro
Labbe Galilea Cristian
Lauriani Maturana Fernando Eduardo
Maldonado Krumm Victor Alfredo
Martinez Labbe Rosauro
Medina Aldea Luis Albeto
Morales Bonilla Hugo
Mosqueira Jarpa Manuel Rolando
Palma Vergara Hector Eduardo
Peppi Onetto Mariano
Perez Meza Hernan Humberto
Perez Santillan Manuel Antonio
Pinochet Hiriart Augusto III
Pooley Etcheberry Juan Guillermo
Provis Carrasco Manuel Jorge
Quilhot Palma Rene Patricio
Reyes Morel Jorge Alberto
Riquelme Villagra Jose Juvenal
Riveros Valderrama Rene Miguel
Saez Saavedra Marco Antonio
Sanchez Perez Carlos Ricardo
Sanchez Torres Manuel Segundo
Sandoval Arancibia Enrique Erasmo
Slater Escanilla Enrique Jorge
Sovino Maturana Hernan Luis
Thieme Bahre Ricardo Walter
Tichauer Salcedo Pedro Guillermo
Tornero Deramond Fredy
Ureta Pernas Ernesto Jose
Velasquez Aguila Sergio Nolberto
Vicuña Oyarzun Alfredo Guillermo
Wenderoth Sanz Sergio Antonio
Willeke Floel Cristoph Georg
Zambelli Restelli Patricio Ignacio
Gallardo Cardenas Daniel Segundo
Mejias Mejias Luis Arturo
Maldonado Barria Armando Nelson
Quintana Salazar Raul Pablo
Parra De La Cuadra Hernan
Valle Zapata Hernan
Acuña Nuñez Sandra Jeannette
Baladron Baltierra Claudio Antonio
Baron Contreras Maria Angelica
Caceres Retamal Nelson
Carrasco Santana Virginia
Correa Neckelmann Jaime Rodrigo
De Sarratea Andrade Manuel Eduardo
Harding Quilodran Carlos Guillermo
Fernandez Del Campo Fernando
Flores Lizana Rogelio Francisco
Guareschi Salmeron Irma Nella
Larenas Ramirez Anibal Roberto
Martinez Barrios Alejandro Joaquin
Montero Rojas Aldo Alfonso
Pizarro Rodriguez Doris Edith
Rodriguez Sepulveda Pedro Ignacio
Araya Silva Carlos Roberto
Becerra Weir Fernando Marcial
Bravo Reyes Marta
Calderon Carreño Gladys
Castillo Contreras Luis Fernando
Lillo Gutierrez Raul Diego
Montt Knockaert Manuel Eduardo
Vargas Bories Jorge Octavio
Carpio Gallardo Raul Nicolas
Maringue Vidal Jose Mario
Peñaloza Martinez Juan Bautista
Angel Videla Guillermo Alfredo
Cima Moran Enzo
Crisostomo Soto Hector Manuel
Escudero Olivares Carlos
Mansilla Mansilla Alfonso
Marin Vargas Carlos
Roman Perez Eduardo Mario
Tapia Barraza Carlos Enrique
Aguila Andrade Miguel
Aqueveque Perez Jose Arcadio
Echeverria Inostroza Juan Alfonso
Ferrada Ferrada Pedro Mario
Gonzalez Cerda Leon Carol
Ibarra Rojas Hector Orlando
Leiva Leiva Oscar Segundo
Matamala Eckardt Tito Samuel
Orellana Cartes Juan de Dios
Padilla Lagos Berlin
Rivera Garrido Jose Gregorio
Rodriguez Ramirez Alonso Jose
Rojas Jose Abraham
Rojas Diaz Jorge Fernando
Rubilar Alarcon Isais Pedro
Salazar Peñaloza German
Saldaña Mendez Luis Alberto
San Martin Jimenez Victor Manuel
Silva Aguilera Rolando De la Cruz
Soto Hernandez Jorge Octavio
Taffo Caro Carlos Oscar
Urriola Melendez Rene Gilberto
Aguayo Espinoza Arnoldo de Jesus
Bustamante Lastra Julio Enrique
Cabrera Jaramillo Mario Roberto
Camilla Leon Juan Oscar Guillermo
Carpio Gallardo Guido Sergio
Cajal Aguirre Luis Ricardo
Cavieres Lopez Otto
Concha Alburquerque Manuel Enrique
Godoy Pezoa Jose Grimaldo
Jimenez Jimenez Guillermo
Jorquera Farias Miguel Gustavo
Leon Acuña Jose Bernardo
Lucero Lobos manuel Ernesto
Magna Miranda Enrique Osvaldo
Mercado Sepulveda Arturo
Monsalve Toloza Juan Pedro
Muñoz Rivera Gaston Eliecer
Muñoz Rivera Javier Segundo
Rodriguez Ogalde Luis Higgenio
Rosales Venegas Alfonso Segundo
Silva Bañados Carlos Jerry
Tejos Diocares Raul Antonio
Toro Olivares Lorenzo Omar
Urrea Alvarez Fredis
Ahumada Despouy Joice Ana
Alvarez Cordova Genaro del Transito
Alvarez Lucero Manuel Sergio
Alvarez Vega Hiro
Andrade Marquez Edgardo
Arias Diaz Mario Hernan
Arriaza Gonzalez Mercedes Luisa
Avendaño Sanchez Alejandro
Barbaste Silva Camilo Enrique
Bermudez Mendez Carlos Justo
Betancurt Molina Guillermo Orlando
Bravo Flores Hugo Arturo
Calderon Soto Cecilia Margarita
Cancino Leyton Waldo
Cacho Vivanco Nestor Willy
Cerda Sagardia Raul
Chaji Palacios Alberto
Cofre Marquez Jorge Ivan
Cordoba Burgos Juan Ivan
Cornejo Alvarez Pedro Segundo
Cuadra Cuello Hugo Segundo
Donoso Machuca Hilda Rosa
Eguia Lopez Carlos Alberto
Faundez Castro Floridor Antonio
Fernandez Labarca Gloria Isabel
Fredes Vasquez Jorge Antonio
Gallardo Maldonado Mario Idelfonso
Galvez Peralta Julio Alfredo
Garrido Aguilera Braulio Lizardo
Garrido Jara Emerita Miryam
Gatica Vasquez Pablo Enrique
Gonzalez Bravo Delia Violeta
Gonzalez Delgadillo Jose Abdon
Gonzalez Gutierrez Jorge Antonio
Gonzalez Tobar Adolfo Vicente
Guerrero Soto Maria Angelica
Gutierrez Cornejo Jose Antonio
Gutierrez Montealegre Segundo
Herrera Aguilar Benjamin Ismael
Herrera Garrido Manuel Augusto
Ibarra Silva Maria Esperanza
Jimenez Quintana Francisco
Leyton Valdenegro Margarita Lucia
Lopez Inostroza Carlos Eusebio
Magna Astudillo Elisa del Carmen
Marambio Valenzuela Irma Isnelda
Martinez Faundez Leonel
Martinez Guiñez Hugo
Martinez Martinez Orfelio
Matteo Galleguillos Santiago Alfredo
Medina Argote Luis Alberto
Mendez Cisternas Jorge Antonio
Merino Palma Ponciano Omar
Millar Toro Hugo Enrique
Miranda Otarola Hipolito Oscar
Molina Oñate Hector Rene
Molina Reyes Cesar
Montecinos Castillo Odilia Isabel
Mora Cerda Luis Eduardo
Moraga Silva Mario Nolasco
Muñoz Contreras Juan Viterbo
Norambuena Retamales Carlos
Nuñez Fiubla Rafael Oscar
Nuñez Elgueta Luis Raul
Orellana Ponce Waldo Alberto
Ormeño Quijada Aurelio Zenon
Pulgar Morales Jose Fernando
Orellana Quelopana Humberto
Ortega Diaz Sergio Leonardo
Osorio Sepulveda Luis Alfonso
Palma Moreno Luis Segundo
Parra Muñoz Mario Osvaldo
Peñailillo Reyes Luis Arnaldo
Poblete Vergara manuel Humberto
Pueller Caris Jose Manuel
Ramos Hernandez Rosa Humilde
Reyes Alarcon Hector Erasmo
Reyes Contreras Eduardo Ramon
Reyes Lagos Eduardo Antonio
Rios San Martin Jose Remigio
Rondanelli Cordero Orlando
Rubio De la Cruz Ana Maria
Saldaña Garrido Gabriel Ruberlindo
Sepulveda Moreno Carlos Enrique
Soto Trigo Humberto Nelson
Suazo Saldaña Juan Edmundo
Tilleria Cifuentes David
Urrea Alvarez Flodys del Carmen
Urrutia Ronda Eduardo
Valdes Alarcon reginaldo
Varela Varela Luis Berrnabe
Vega Oyarzun Aladino Trece
Villa Salgado Sergio Antonio
Villagran Rubio Lucila
Villaman Salazar Hugo Enrique
Aguila Diaz Miguel Orion
Alarcon Silva Omar
Aldea Soto Daniel del Carmen
Aguilera Dominguez froilan Enrique
Alarcon Seron Luis Heriberto
Alvarez Ramirez Vicente Amable
barria Ibarra Manuel Efrain
Barria Lopez Claudio
Bernal Albornoz Hevtor Rene
Bitterlich Jaramillo Pedro Segundo
Blanco Lopez Florencio Angel
Caballero Espiñeira Jose Alfredo
Caceres lopez Segundo Dionedes
Cariman Antillanca Francisco
Caro Loyola Roberto Ramon
Carpio Vildozo Francisco Alberto
Cepeda Barahona Juan de la Cruz
Chavez Santibañez Pedro Aroldo
Chavez Toro Bernacio Segundo
Contreras Castillo Patricio
Contreras Pichun Rigoberto Patricio
Corales Trincado Emiliano Segundo
Cuevas Zurita Pedro Angel
Diaz Villablanca Hector Rutilio
Ergas Carpinello Jaime Alfonso
Escobar Lopez Pedro Enrique
Esparza Raniqueo Jose Lautaro
Ferrada Beltran Luis Segundo
Ferrada Novoa Ricardo Antonio
Ferrada Retamales Bernardino
Figueroa Valdivia Sergio Enrique
Fuentes Torres Jose Enrique
Galvez Bravo Fernando
Gonzalez Escobar Oscar Eduardo
Henriquez Valderrama Manuel
Iturra Arriagada Jose Segundo
Jofre Nuñez carlos Sergio
Labarca Sanhueza carlos Hernan
Lagos Cuevas Nelson del Carmen
Lagos Isidin Pedro Ernesto
Larrain Salinas Hector Raul
Lisperguer Rios Juan Alfonso
Marin Castro Carlos
Martinez Osses Juan Alberto
Mendez Ortiz Roberto Alejandro
Moraga Carter Ruben del Carmen
Moya Flores Luis Manuel
Muñoz Rojas Ramon Alvarito
Naez Rojas Julio Manuel
Nuñez Gallardo Evaristo Segundo
Obreque Henriquez Manuel Jesus
Ojeda Gallardo Juan Demetrio
Olivares Araya Tito Antolin
Olivares Donoso Victor Geraldo
Ovalle Henriquez Nelson Hernan
Palma Venegas Jose Reinaldo
Paris Ramos Jaime Humberto
Perez Olivares Juan Carlos
Pinazo Triviño Oscar Vicente
Piña Garrido Juvenal Alfonso
Poblete Nuñez Nelson Hugo
Portilla Uribe Sigisfredo
Rojas Yevenes Mario del Carmen
Romero Contreras Luis Alberto
Romero Quintuy Francisco Antonio
Romero Vasquez Juan de Dios
Rubilar Ocampo Jaime Orlando
Saavedra Rojas Julio Segundo
Salgado Rivera Patricio Enrique
Sanchez Miranda Miguel Angel
Sandoval Vergara Roberto Antonio
Segura Morales Nelson Omar
Sepulveda Almonacid Eduardo Antonio
Sepulveda Lopez Jaime Rene
Silva Abarca Bernardo
Tapia Alvarez Osvaldo Ruben
Torrejon gatica Orlando Jesus
Troncoso Carrillo Nicanor Aliro
Troncoso Cofre Juan Guillermo
Troncoso Soto Juan Miguel
Troncoso Verdugo Luis Enrique
Urtubia Alvarez Cirilo del Carmen
Valenzuela Ortiz Jose Angel
Valladares Duran Camilo Alberto
Veliz Gutierrez Alberto Francisco
Vera Zamora Silvia Teresa
Vergara Bravo Pedro Blas
Vial Collao Jorge Hernan
Villablanca Pinto Armando Eugenio
Wetzel Gareis Medardo Gustavo
Zamora Vergara Ricardo Orlando
Abdala Cabrera Victor Manuel
Aceituno Cajal Oscar Manuel
Acosta Vilches Enrique Santiago
Acuña Luengo Mario Alberto
Aguayo Barra Ricardo Daniel
Aguayo Jara Hernan Fidencio
Alarcon Celis Sebastian Leonardo
Alarcon Guzman Omar Victor
Alarcon Romero Hector Ramon
Albanecich Norambuena Jaime Antonio
Albarran Cardenas Gonzalo
Albornoz Olivares Jose Nolberto
Alegria Hernandez Jose Luis
Alfaro Serrano Carlos Eulogio
Aliste Sepulveda Julio Hernan
Almonacid Soto Manuel Jesus
Alonso Huipillan Marcelino
Alvarado Saldivia Ricardo
Alvarez Gonzalez Eugenio Segundo
Alvarez Igor Aliro Alvercio
Alvarez Torres Bernardo Ivan
Andrade Figueroa Santiago Edgardo
Arancibia Lopez Juan Mario
Araneda Araneda Pedro Ariel
Aravena Bravo Eliseo Alfredo
Aravena Cespedes Jorge Florentino
Aravena Peña Jose Roberto
Aravena Soto Jorge Antonio
Araya Ortiz Luis Aurelio
Araya Ramirez Manuel Jesus
Arenas Aro Francisco
Arenas Fernandez Carlos Enrique
Arevalo Gaete Ramon Alfonso
Arevalo Torres Juan Bernardino
Arias Contreras Francisco Hosman
Arratia Salgado Santo Erasmo
Arzola Zurita Omar Adan
Asenjo Reinoso Rene Humberto
Astudillo Flores Luis Antonio
Ayala Hormazabal Nabor Humberto
Ayala Miranda Victor Fernando
Baschmann Campos Justo Eliecer
Bahamonde Roman Victor Guillermo
Barrera Casanova Juan Cancio
Barria Molina Delfin Segundo
Barrios Castillo Emilio Valericio
Bazignan Lopez Luis Humberto
Becerra Acuña Jose Aladin
Beltran Figueroa Sergio Elias
Bernier Leal Jose Nemesio
Billiard Larrañaga Manuel Enrique
Bravo Castro Jose Gilberto
Bravo Huaiquiñir Segundo Erasmo
Bravo Sepulveda Nibaldo Jesus
Briceño Pinto German Horacio
Bugueño Casanova Sergio Nicolas
Burgos Lillo Juan Alberto
Bustamante Santos Luis Alejandro
Cabrera Muñoz Guillermo Ernesto
Cabrera Peña Alejandro Patricio
Caceres Caba Carlos Arnoldo
Caceres Soto Juan Pablo
Calderon Santibañez Pedro Armando
Camilo Ahumada Gustavo Adolfo
Canales Fernandez Arnoldo Eduardo
Canales Millanao Jose Raul
Cantero Alarcon Jorge Reinaldo
Carcamo Mancilla Jose Ruben
Carcamo Pinuer Eduardo Alejandro
Cardenas Sagredo Manuel Segundo
Carrasco Vega Ruben Eliseo
Carrasco Veloso Rigoberto Enrique
Carrillo Muñoz Herrnan Alfonso
Carrillo Nesbet Renato Francisco
Carrillo Santander Luis Fernando
Casanova Miranda Jose Manuel
Castillo Ascencio Miguel Enrique
Catalan Castillo Carlos Gustavo
Catalan Valenzuela Hector Manuel
Caviedes Leyton Julio Ivan
Celis Lagos Clemente Patricio
Cereceda Lopez Luis Alberto
Cespedes Auladell Miguel Angel
Chavez Baeza Eduardo Martin
Cid Rodriguez Jose Alfonso
Cid Troncoso Reiner Edgardo
Cifuentes Astudillo Sergio
Cisterna Cofre Carlos Cesar
Cofre Leiva Manuel Ramon
Collantes Bravo Raul Ernesto
Concha Arevalo Ricardo Alfonso
Contreras Ramos Claudio Emilio
Contreras Rivera Jose Hernan
Contreras Rossel Luis Alberto
Coñopan Velarde Victor Jose
Cornejo Vidal Jose Joaquin
Cuevas Muñoz Carlos Hector
Delgado Carrasco Hugo Ruben
Delgado Muñoz Eduardo Elias
Diaz Silva Gustavo Manuel
Diocares Mendoza Josue ino
Donoso Cerda Ramon Humberto
Duran Martinez Raul del Carmen
Escandon Vidal Jose Segundo
Esparza Lillo delberto Atanasio
Espinoza Bravo Luis Hernan
Espinoza Fuentes Manuel Melchor
Farias Molina Antonio
Farias Vasquez Guillermo
Fernandez Aguilar Florencio Wladimir
Fernandez Benavides Raul Jose
Fernandez Inzunza Patricio
Fernandez Veas Jose Roberto
Ferran martinez Guillermo Jesus
Figueroa Lobos Mauricio Eugenio
Figueroa Ruiz Enrique Antonio
Figueroa Uribe Gabriel del Rosario
Flores Espinoza Juan Carlos Gustavo
Freddy Muñoz Jorge Ulises
Freddy Muñoz Pablo Alex
Frias Faust German del Transito
Fuentes Ponce Juan Manuel
Fuentes Sepulveda Pedro Joel
Fuenzalida Riquelme Juan Rodolfo
Gajardo Letelier Jorge Vicente
Gallardo Alarcon Carlos Alberto
Galvez Beroiza Luis Alberto
Galvez Navarro Luis Hernan
Garcia Cancino Hector Antonio
Garcia Sanchez Ricardo Hernan
Garrido Encina Miguel Angel
Gatica Carrillo Marco Luciano
Godoy Diaz Miguel Angel
Godoy Rojas Juan Luis
Godoy Valenzuela Patricio Conrado
Gomez Sepulveda Hector Enrique
Gonzalez Fuentes Waldo Enrique
Gonzalez Irribarra Jose Gabriel
Gonzalez Jofre Ramon Juan
Gonzalez Morales Hernando Segundo
Gonzalez Peña Jose Antonio
Gonzalez Tobar Jose Miguel
Gonzalez Tobar Juan Carlos
Gonzalez Toro Guillermo Enrique
Gonzalez Urriola Guillermo
Guerrero Alday Rene Alberto
Guerrero Becerra Ricardo del Carmen
Guerrero Teran Osvaldo Fernando
Guevara Castillo Hernan Alejandro
Gutierrez Boilett Ramon Segundo
Gutierrez Leal Jaime Enrique
Gutierrez Pizarro Manuel Jesus
Gutierrez Valdes Pedro Antonio
Heredia Rios Miguel Angel
Hernandez Aguilera Pedro Esteban
Hernandez Buholzer marcelo Jose
Hernandez Correa Miguel Angel
Hernandez Franco Nelson Edison
Hernandez Medina Ramon Abdon
Hernandez Ramirez Jorge Manuel
Herrera Herrera Juan Felix
Herrera Silva Juan Sixto
Honorato Villalobos Hector Gabriel
Hormazabal Lagos Cristian Pablo
Huerta Valderrama Luis Guillermo
Ibaceta Herrera Juan Fernando
Inostroza Carrasco Fredy
Iturrieta Orellana Juan Domingo
Iturrieta Ubilla Francisco Eduardo
Jara Morales Pedro Alejandro
Jara Ulloa Luis Armando
Jaramillo Montenegro Juan Antonio
Jorquera Abarzua Juan Alejandro
Kalazich Sanchez Jaime Alejandro
La Flor Flores Oscar Belarmino
Laplechade Pipon Jose Orlando
Lazo Moreno Manuel Gaston
Leal Orellana Luis Alberto
Leiva Arriagada Marco Antonio
Leiva Sepulveda Pablo Enrique
Leon Pino Alejandro del Carmen
Lepe Schulz Nelson Gaston
Lewis Sotomayor Luis Gustavo
Lopez Fuentealba Fanor Patricio
Lopez Nomel Pedro Leon
Lopez Zuñiga Alejandro Antonio
Loyola Diaz Victor Manuel
Machmar Bastidas Rene Gonzalo
Mager Rubilar Carlos Otto
Maldonado Vidal Pedro Reinaldo
Maldonado Villarroel Manuel Cecilio
Manriquez Parraguez manuel Segundo
Manzo Montenegro Manuel
Mardones Garces Raul Ernesto
Marin Ingles Manuel del Transito
Marin Calderon Rene Orlando
Martinez Cofre Juan Carlos
Martinez Lazcano Lorenzo Justiniano
Martinez Oporto Manuel
Matamala Vargas Dubenil Segundo
Medel Silva Oscar Omar
Medina Medina Eduardo Blas
Mejias Galaz Hector Lorenzo
Mejias Ibarra Omar del Carmen
Melipillan Barria Mario Humberto
Meza Valdebenito Carlos Alberto
Miranda Naranjo Sergio Luis
Molina Astete Victor Manuel
Molina Espinoza Zacarias Segundo
Molina Gonzalez Pedro Pascual
Molina Segura Eliecer Javier
Molina Toro Jaime de la Cruz
Moncada Hernandez Guido Arsenio
Moncada Lillo Miguel
Montes Merino Mario Anselmo
Montes Neira Ruben del Cermen
Montiel Varas Ricardo Alberto
Moraga Hueiquimilla Luis Nolberto
Morales Vallejos Marcos Efrain
Moran Cortes Jose Benjamin
Moscoso Gallardo Felipe Manuel
Muller Vega Rene Humberto
Muñoz Aguirre Walter Patricio
Muñoz Carrasco Valentin Anibal
Muñoz Cerda Ricardo Bartolome
Muñoz Lopez Rolando Arsenio
Muñoz Obreque Cresencio Fernando
Muñoz Reinoso Eduardo Enrique
Naranjo Riquelme Andres Alfredo
Navarrete Bravo Raul Ulises
Navarrete Valdes Hector Elias
Navarro Alvarado Miguel Robinson
Navarro Navarro Humberto Segundo
Neira Peña Juan Alfonso
Nuñez Gonzalez Ruperto Hernan
Obal Labrin Hector Osvaldo
Obreque Henriquez Luis Anselmo
Obreque Molina Osiel
Ocampo Aravena Francisco Anselmo
Ocares Morales German Antonio
Oelkers Salazar Abraham Segundo
Olave Morales Moises Evangelista
Olguin Ortiz Luis Alberto
Oliva Morales Manuel Guillermo
Olivares Duran Gaston Horacio
Olmedo Alvarez Humberto Artemio
Olmedo Varela Carlos Rolando
Oñate Jara Jaime Luis
Opazo Opazo Jaime Enrique
Oporto Moreno Guido Antonio
Orellana Morales Juan Carlos
Orellana Seguel Francisco Javier
Ortega Vargas Joel
Ortiz Bustamante Rafael Humberto
Ortiz Lazo Mario Eduardo
Ortiz Romero Pedro Antonio
Otarola Agurto Eusebio
Otarola Lopez Raul Luis
Oyarce Riquelme Eduardo Alejandro
Oyarzo Gallardo Eugenio Cesar
Pacheco Vasquez Juan Carlos
Padilla Rojas Luis Salomon
Paillan Millaquen Alberto Guido
Papic Diaz Eduardo Ernesto
Paredes Arce Fernan Ruy
Paredes Marcoleta Ricardo Alfonso
Parra Senociain Sergio Eusebio
Pavez Silva Luis Arturo
Paz Bustamante Nelson Alberto
Peña Olave Ruperto Antonio
Peña Roa Juan Antonio
Perez Mesias Jose Ignacio
Perez Salinas Manuel Orlando
Pino Hormazabal Ramon Luis
Pinolevi Rocha Carlos Juan
Piñol Canto Ramon Gustavo
Poblete Caro Patricio Enrique
Pontigo Araya Eduardo Segundo
Pozo Rivera Manuel Hugo
Pradenas Ponce Juan Carlos
Prieto Ortiz Julio Enrique
Pumero Leon Humberto Andres
Quinchaleo Curin Bernardo Nelson
Quinteros Moya Francisco Javier
Ramirez Hernandez Benito
Ramirez Montoya Manuel Rigoberto
Ramirez Parraguez Luis Ernesto
Rapiman Saavedra Benito Abner
Reinares Pesce Aquiles Arnaldo
Reyes Campos Luis del Transito
Reyes Lillo Juan Fidel
Riquelme Garcia Claudio Omar
Riquelme Muñoz Hector Hernan
Risco Martinez Hector Gustavo
Rivas Cabezas Jaime Patricio
Rodriguez Matus Raul Osvaldo
Rojas Gomez Luis Hernan
Rojas Zuñiga Victor Martin
Roldan Olmos Luis del Carmen
Roman Baradit Gaston Orlando
Roman Lorca Manuel Jesus
Roman Villalobos Jose Victor
Romero Pinto Victor Elias
Romero Guerrero Andres Eloy
Rozas Velasquez Eduardo Walter
Rubilar Morales Miguel Enrique
Ruiz Godoy Victor Eulogio
Saez Ayala Ivan Enrique
Saez Diaz Carlos Alberto
Saez Salgado Patricio Natalio
Salas Diaz Mario Arnoldo
Salas Fuentes Jose Guillermo
Salazar Ferranti Luis Nelson
Salazar Gonzalez Carlos Humberto
Salazar Maulen Eduardo Cristian
Sanchez Campaña Eric Renato
Sanchez Godoy Hector Arnaldo
Sanchez Vachy Fernando Alejandro
Santis Villalon Ricardo Aristides
Sandoval Beroiza Manuel Gabriel
Sanhueza Sanhueza Esteban Ananias
Santis Villalon Ricardo Aristides
Santos Ceybewitz Juan Manuel
Segura Melgarejo Bernardo Ivan
Sepulveda Duran Ramon Antonio
Sepulveda Fuentes Manuel Arnoldo
Sepulveda Hernandez Hugo Ernesto
Sepulveda Pereira Sergio Ivan
Sepulveda Varas Jose Rene
Silva Artigas Luis Enrique
Silva Cisternas Gumercindo Hernan
Silva Garces Victor Manuel
Silva Gatica Francisco Custodio
Silva Medina Emilio De la Cruz
Silva Moreno German Gerardo
Silva Peña Claudio Segundo
Silva Rivera Jose Octavio
Soto Aravena Bruno Antonio
Soto Garcia Manuel Jesus
Soto Hernandez Eduardo Enrique
Soto Lara Rogelio Enrique
Soto Marmolejo Diego Ivan
Soto Olavarria Luis Amado
Soto Vega Guillermo
Tapia Flores Mateo Raul
Tapia Pasten Jorge Artemio
Toledo Ancapichun Matias Nataniel
Toledo Espinoza Luis Alberto
Torres Mateluna Jorge Osvaldo
Torres Navarro Guillermo Antonio
Torres Villalobos Luis Armando
Triviño Suco Ulises Raul
Tromilen Catalan Sergio Armando
Troncoso Figueroa Juan Misael
Ureta Valenzuela Juan Luis
Valdebeito Sandoval Oscar Antonio
Valderrama Valdivia Jose Nolberto
Valdes Molina Roberto
Valdivia Perez Jose Manuel
Valdivia Toledo Miguel Humberto
Valdovinos Morales Rene Armando
Valencia Osorio carlos Segundo
Valenzuela Contreras Hector
Valenzuela Montecinos Victor Enrique
Valenzuela Pino Juan Roberto
Valenzuela Riveros Rolando Nazario
Valenzuela Salas Dagmar Denis
Varas Ramos Luciano Arturo
Vargas Vargas Francisco Javier
Vargas Villanueva Juan Bautista
Vasquez Balboa Claudio Antonio
Vasquez Rodriguez Victor Raul
Vasquez Santibañez Pedro Edgardo
Vasquez Villegas Hernan Antonio
Vega Abarca Jaime Cristian
Velasquez Guala Leoncio Enrique
Veloso Gallegos Heraldo
Verdugo Rojas Juan Jose
Vergara Bravo Luis Fernando
Vergara Peralta Manuel Benjamin
Vilchez Villegas Elias Joel
Villagran Merino Luis Alberto
Villarroel Gallardo Efrain del Carmen
Villarroel Montenegro Marcelo
Voisier Riffo Sendo
Yañez Caceres Carlos Silvestre
Yañez Parada Eladio del Carmen
Zapata Reyes Basclay Humberto
Zuñiga Gonzalez Luis Alberto
Zuñiga Torres Jaime Abraham
Aguilera Godoy Alejandro arturo
Alacona Castro Luis Enrique
Alcantara Villarreal Jose Luis
Alvarez Contreras Daniel Enrique
Araya Rodriguez Juan Ernesto
Araya Echeverria Florencio del Carmen
Araya Saez Anibal Luciano
Arenas Lazcano Angel Rafael
Arias Riffo Jose Benedicto
Astorga Camus Nelson Antonio
Avendaño Bravo Eduardo Enrique
Avendaño Parra Carlos Eduardo
Aviles Romero Simon Gaston
Ayala Campos Juan Francisco
Bahamonfez Gaete Juan Eduardo
Barrera Fuentes Luis Eugenio
Bolvaran Cortez Carlos Enrique
Bravo Cifuentes Claudio Alfonso
Bustamante Palma Octavio Enrique
Cabezas Jara Francisco Antonio
Caceres Navarro Victor Antonio
Candia Miranda Rosamel Salomon
Caro Jauregui Francisco Pancracio
Cartes Muñoz Luis Eduardo
Cajal Nuñez Oscar Alejandro
Cajal Santiago Pedro del Transito
Castillo Ovalle Hugo Luis
Cespedes Hidalgo Lupercio Geronimo
Concha Orellana Reinaldo Alfonso
Cornejo Mella Jose Armando
Cortes Acosta Omar Rolando
Cortes Bravo Jaime Sebastian
Cortes Pino Moises Domingo
Cortes Perez Rodomil Heraldo
Cortes Riquelme Eric Fernando
Diaz Lara Sergio Ivan
Doren Delgado Mario Pierre
Duran Aedo Gustavo del Tránsito
Duyvestein Veas Jorge Adrian
Faundez Meneses Jose Nibaldo
Flores Gatica Luis Iván
Fuentes Casanova Patricio Antonio
Fuentes Vasquez Hector Manuel
Galaz Nuñez Mauricio Eugenio
Galdames Barrientos Jose Ramón
Galvez Yañez Francisco Tadeo
Garcia Alvarez Edmundo Francisco
Garrido Barraza Victor Manuel
Garrido Rivera Ricardo Alejandro
Gatica Perez Rodrigo Alfonso
Gonzalez Arriagada Sergio
Gonzalez Nuñez Mario Jaime
Gordillo Albornoz Felipe Alex
Gutierrez Fernandez Patricio Eduardo
Herrera Troncoso Claudio
Hidalgo Gonzalez David Isaac
Ibañez Hermosilla Hector Omar
Ibañez Rojas Hector Hugo
Iturra Gonzalez Ramón Humberto
Labraña Cadena Omar Luis
Laureda Nuñez Manuel Antonio
Lazarte Cuevas Elso Orlando
Leiva Ramos Sergio Hernán
Leiva Rojas Luis Alberto
Marambio Olmos Gustavo Delfin
Martinez Gaete Rubén Dario
Morales Pizarro Juan Carlos
Morel Planchat Jose Andrés
Moreno Noguera Nicolas del Carmen
Musalem Hazer Ignacio Claudio
Navarro Piquimil Sergio Rolando
Nuñez Zenteno Roberto Esteban
Ojeda Caro Rene Hugo
Ossandon Corrotea Oscar Joaquín
Pacheco Carrasco Miguel
Palma Orostica Orlando José
Palma Rodriguez Lorenzo
Pavlovic Urrionabarrenechea Jose Ivan
Perez Galvez Omar Patricio
Plaza Torres Oscar Raimundo
Pulgar Albornoz Carlos Enrique
Quintero Vergara Jaime Marcelo
Reyes Reyes Jose Rafael
Reveco Contreras Daniel Osvaldo
Rinaldi Suarez Carlos Ramón
Riquelme Soto Miguel Angél
Rojas Agurto Hernán Robinson
Salinas Nuñez Waldo Eugenio
Sanhueza Sanhueza Claudio Segundo
Sepúlveda Carrasco Alfredo Antonio
Soto Cadiz Segundo Patricio
Stockebrand Aguilera Victor Gabriel
Suarez Delgado Juan Ignacio
Valencia Gonzalez Erwin Antonio
Vallejos Hazeldine Armando
Vargas Pinto Enrique
Villegas Vitali Danus Enrique
Zamora Bascuñan Miguel Angél
Alarcón Alarcón Carlos Eduardo
Canales Ruminot Claudio Pedro
Cofre Jorquera Maria Eugenia
Jimenez Quezada Juan Victor
Leyton Robles Manuel Jesus
Prinea Lopez Jorge Isaac
Rosas Toledo Guido Rolando
Aceituno Cruz Jorge Guido
Aguila Vasquez Juan Andrés
Alfaro Lillo Juan Arturo
Alvarez Herrera Miguel Antonio
Aravena Sepúlveda Victor
Araya Cordero Pedro Osvaldo
Armijo Groves German Antonio
Arriagada Martinez Juan Alberto
Astorga Tobar Jose Manuel
Barria Ibarra Carlos Belarmino
Barra Palominos Luis David
Bastias Muñoz Manuel Alejandro
Bahamondes Urrutia Luis Alberto
Basoalto Caceres Ceferino Ariel
Benito Gonzalez Alberto Gabriel
Berenguela Aracena Paul Roberto
Brito Figueroa Juan Carlos
Brito Caris Saul Humberto
Bozo Salgado Ricardo Abraham
Burgos Osses Ricardo Antonio
Campora Vargas Jorge Octavio
Campos Almuna Miguel Angél
Cariqueo Godoy Ismael del Carmen
Carrasco Villanueva Cardenio Aladino
Carreño Aravena Pedro Humberto
Carreño Morales Enrique Washington
Callo Cabrera Victor Hugo
Castillo Muñoz Isidro Bernardo
Castillo Parada Julio del Carmen
Castillo Rubilar Javier Alberto
Castillo Silva Juan Rigoberto
Cecconi Troncoso Enzo
Celis Sanchez Luis Eugenio
Cerda Quintana Luis Arnaldo
Chinchilla Toledo Carlos Jesus
Cristia Meza Juan Antonio
Daza Lizama Jose Rene
De la Fuente Diaz Luis Alberto
Del Moro Olivares Eduardo Fernando
Demanet Muñoz Adolfo Valentin
Diaz Villalon Jorge Luis
Duran Ulloa Ernesto Fernando
Escobar Diaz Raul Hernan
Escobar Valenzuela Juan Carlos
Fuenzalida Diaz Jaime Arturo
Ferrada Beltran Leonel Arcadio
Ferrada Bobadilla Nestor Froilan
Garrido Meza Juan Bautista
Gatica Villarroel Pedro Segundo
Gonzalez Alvarez Aldo Osman
Gonzalez Peñailillo Alejandro
Guerrero Guerrero Jose Carlos
Hernandez Cubillo Cardenio Renato
Herrera Lecaros Luis Andrés
Huerta Gutierrez Julio Fernando
Jimenez Vergara Carlos Hernan
Kosch Breyer Carlos Jose
Latin Ramos Abraham
Leiva Abarca Luis Arturo
Madrigal Rojas Rubén Daniel
Manriquez Barrientos Juan Manuel
Marin Alvarez Segundo Patricio
Marquez Campos Jaime Andrés
Matamala Fonseca Waldo Antonio
Miranda Navarro Binicio Alberto
Muñoz Alvarez Hugo Nibaldo
Muñoz Alvarez Luis Alberto
Panes Pinilla Jose Mateo
Ojeda Caro Carlos Osvaldo
Oliveras Fernandez Luis Humberto
Orellana Lara Luis Antonio
Paillacheo Ojeda Rubén
Ríos Tapia Juan Lisandro
Riquelme Henriquez Hernán
Salas Nuñez Segio Patricio
Sepúlveda Bustos Juan Eduardo
Sepúlveda Valenzuela Carlos Miguel
Velasco Lopéz Jorge Felipe
Yañez Ibañez Pedro Nolasco
Acevedo Opazo Rosa Sandra
Aedo Aedo Erika Luisa
Bruna Labra Benito Bernabe
Coello Valenzuela Sergio Alejandro
Concha Cabrera Victor Humberto
Contreras Ríos Octavio Ademir
Espinoza Jeanmaire Eduardo
Franklin Guerra Francisco Antonio
Herrera Andaur Nelson
Huenupan Silva Domingo Segundo
Leiva Olguin Jaime Hernán
Montenegro Valenzuela Jose Guillermo
Pastene Osses Robustiano del Carmen
Rodriguez Valdes Blanca Deisy
Saldias Conteras Ema Rosa
San Martín Carrasco Bernardo
Sepúlveda Larrondo Ana Maria
Soto Pino Luis Alfonso
Torreblanca Mavrakis Lorenzo
Torres Olivares Antonio Anibal
Vega Trujillo Patricio
Gonzalez Ahumada Marcelino Eduardo
Pineda Alvarez Jose Miguel
Vargas Miquel Guillermo Lucio
Albornoz Martinez Luis Armando
Alvarez Droguet Victor Manuel
Antitur Ñancufil Eliecer Arnoldo
Aplablaza Meneses Gustavo Humberto
Araya Barrera Eduardo Alberto
Arcos Alvarado Abraham Enrique
Arenas Cortes Juan Carlos
Ardiles Quinteros Luis Alberto
Baeza Reyes Alex Jose
Becerra Letelier Gilberto Jesús
Benavente Conejeros Gonzalo
Betancurt Candia Carlos Francisco
Bon Reyes Edwin Ernesto
Briones Saa Sergio Ramón
Caro Moya Hernán Gregorio
Carrasco de la Puente Luis Alfonso
Claveria Leiva Hugo Hernan
Cortes Hernandez Luis Mario
Cortez Lopez Juan Guillermo
De La Parra Aracena Alberto
Espinoza Tapia Luis Armando
Fernandez Sanhueza Edison Antonio
Flores Coliman Ernesto Alejandro
Furniss Fisher Carlos Adolfo
Gonzalez Moreno Olegario Enrique
Guerra Guajardo Fernando Enrique
Hernandes Hernandez Carlos Eduardo
Herrera Angulo Pedro Dagoberto
Hidalgo Jara Juan Segundo
Hombitzer Fernandez Guillermo Evaristo
Huaiquil Diaz Lazaro Manuel
Jaque Riffo Hector Juan
Jara Briones Claudio Eugenio
Jerez Nuñez Eduardo Delfin
Jimenez Catañeda Jose Nibaldo
Jofre Callo Jose Arnoldo
Lagos Fuentes Carlos Enrique
Lepileo Barrios Jorge Antonio
Letelier Verdugo Carlos Enrique
Lisera Rodriguez Mario Alberto
Lizana Ramirez Reginaldo German
Lopez Mondaca Juan Gabriel
Macmillan Godoy Jose Manuel
Miranda Meza Carlos Enrique
Miranda Muñoz Angel Patricio
Miranda Vasquez Jose Rogelio
Molina Tapia Luis
Montero Gonzalez Mario Alberto
Morales Bastias Jose Fernando
Muller Pezo Hernan Washington
Nuñez Díaz Juan Carlos
Orellana Roldan Hugo
Ortega Vasquez Luis Eliecer
Pampillioni Moccia Leonardo Mario
Pereira Fica Juan Bautista
Pincheira Ubilla Marco Antonio
Poblete Gonzalez Igor Domingo
Poblete Palomino Aquiles
Pueyes Contreras Elias Rosendo
Quezada Cuevas Aldo Alfredo
Quevedo Lopez Jose Segundo
Quiroz Quintana Alfonso Humberto
Riveros Frost Rafael Jesús
Reyes Contreras Miguel Angel
Rodriguez Demiere Roger Alvaro
Rosas Valdebenito Renato Ricardo
Saavedra Villegas Rene Patricio
Sanchez Graf Enrique Eduardo
Sanchez Guerrero Jorge Hugo
Schwartenski Rubio Libardo Hernan
Sepúlveda Miranda Patricio Guillermo
Sepúlveda Valenzuela Santiago del Transito
Soto Perez Raúl Alberto
Soto Torres Jose Javier
Maricahuin Rauil Edwin
Navarro Saez Alfonso
Peña Gatica Luis
Perez Barahona Oscar Humberto
Riquelme Guajardo Luis Fernando
Ulloa Vergara Leonidas
Yañez Ugalde Miguel Angél
Arredondo Barraza Hector Miguel
Barros Soto Victor Sebastián
Cornejo Lara Carlos Alejandro
Espinace Contreras Luis Fernando
Estrada Soto Victor Jaime
Fuenzalida Devia Samuel Enrique
Frez Vasquez Rodolfo Enrique
Riveros Freire Pedro Alejandro
Soto Cuevas Osvaldo Eugenio
Vergara Alvarez Patricio Eduardo
Carreño Cancino Manuel Antonio
Cerda Koening Jaime Antonio
Gonzalez Moya Manuel Alfonso
Rojas Pradena Rodolfo del Carmen
Flores Gutierrez Gerardo
Lagos Yañez Luis Alberto
Martinez Montecinos Fidel Bernardino
Meneses Meneses Luis Alberto
Paez Jofre Guillermo del Carmen
Valdebenito Canales Juan
Gonzalez Díaz Hector Arnaldo
Muga Díaz Fernando Enrique
Salcedo Gonzalez Sergio Fernando
Venegas Gutierrez Cristian
Gonzalez Díaz Hector Arnaldo
Vera Milanca Sergio Santiago
Martinez Erlandsen Raúl Emilio
Naranjo Muñoz Enrique Ariel
Aliaga Soto Maximo Ramón
Burgo Díaz Fernando Remigio
Barria Mancilla Segundo Eliseo
Caceres Osorio Pedro Ernesto
Carrasco Matus Carlos Alberto
Castro Contreras Cardenio
Quezada Donaire Hector Patricio
Soto Román Hipolito del Carmen
Contreras Osorio Luis Alberto
Medel Espinoza Rigoberto Antonio
Mendez Santos Raúl Boris
¿Podemos realmente confiar en médicos ex CNI que atienden en Chile?
Fuente :conspiranoicochile.wordpress.com, 26 de Junio 2016
Categoría : Otra Información
Cierto que alguno pudo sólo haber desempeñado sus funciones como médico atendiendo la salud de funcionarios, sin embargo existen evidencias de médicos que se dedicaban a asistencia en métodos de tortura, destinar medicamentos en interrogatorios, como el llamado “suero de la verdad” falsificación de documentos, adulterar fichas clínicas o firmar certificados de defunción con motivos de deceso que ocultan la responsabilidad de oranismos.
Médicos de la muerte libres y atendiendo
Según la abogada de derechos humanos, Carmen Hertz, existe un listado de una treintena de médicos vinculados a la dictadura que se mantienen en la impunidad, evidencia de esto es el caso de Bernardo Lejderman y María Avalos muertos en 1973 por militares en el norte, un crimen conocido hace poco por el emplazamiento de Ernesto Lejderman al saber que sus padres no se habían suicidado con explosivos, tal como señalaba el parte médico firmado por Guido Díaz Paci, médico que se mantiene en actividad hasta la actualidad trabajando en el Departamento de Tránsito de la municipalidad de La Serena.
Pero no es el único caso y algunos atienden pacientes en conocidas cadenas de centros médicos, la abogada Hertz acusó el 2013, que médicos complices en políticas de exterminio hoy ejercen cargos directivos en lugares como la Clínica Dávila o Clínica Indisa.
Pero no sólo tenemos doctores de la muerte ejerciendo actualmente en Chile, el periodista Javier Rebolledo, autor del libro “La Danza de Los Cuervos” señala que la enfermera Gladys Calderón tomó el conocimiento de otros médicos que inyectaban personas con 5 ml de pentotal para darles muerte, y entre 1976 y 1977 se dedicó a asesinar mediante inyección a los detenidos del cuartel Simón Bolívar.
Los casos son innumerables, algunos más conocidos como los médicos que atendieron al ex presidente Eduardo Frei Montalva.
Los doctores siniestros en el presente
Lo más escalofriante es saber que en el presente médicos con pasados de muerte, tortura, CNI o DINA, han atendido quizás a usted o sus familiares en centros médicos conocidos, como Camilo Azar Saba, se ha desempeñado como traumatólogo de Integramédica Alto Las Condes o Vitorio Orvieto Tiplizki como oftalmólogo del mismo centro en su sede de Maipú.
Este año 2016 se denunció que Pablo César Oyanguren Plaza, alias “cicerón videla” Trabaja en la Facultad de Odontología de la Universidad Mayor de Alameda. Oyanguren fue integrante de la “Brigada de Salubridad” de la DINA, aparato represivo de la Dictadura de Pinochet, que funcionó en la Clínica clandestina de calle Santa Lucía 162. Disuelta la DINA, el entonces médico dentista, pasó a formar parte de la siniestra CNI.
A continuación un listado de médicos que se encuentran en esta situación y fueron publicados por la Radio Universidad de Chile:
- Darwin Arriagada– Médico, dirigente del Colegio Médico de Chile en 1973. Fue nombrado por la Junta Militar como Director General de Salud. Participó en el plan de administrar drogas en los alimentos para asesinar a presos políticos. Entregó a numerosos médicos de izquierda, más de 30 de los cuales fueron asesinados. Atiende en Santa María 217, oficina 34, comuna de Independencia.
- Camilo Azar Saba– Médico de la CNI. Fue suspendido por seis meses del Colegio Médico por su participación en torturas aplicadas a prisioneros en cuarteles de la CNI. Implicado en caso de Federico Álvarez Santibáñez.
- Guillermo Araneda– Médico de Punta Arenas, Cardiólogo. Aplicó sus conocimientos para la tortura de presos en esta ciudad.
- Alejandro Babaich Schmith– Director Hospital “Cirujano Guzmán” de Punta Arenas. Asesor en torturas contra prisioneros políticos.
- Gregorio Burgos– Médico del Regimiento de Los Ángeles. Asesoró a agentes de la DINA en buscar formas de tortura sin que el detenido perdiera el sentido.
- Víctor Carcuro Correa– Médico de la CNI. Este doctor fue suspendido de sus derechos en el Colegio Medico por su participación en las torturas que culminaron con la muerte del transportista Mario Fernández López, en La Serena, en octubre de 1984.
- Raúl Díaz Doll– Médico, funcionario de la Dirección General del Servicio Nacional de Salud. Integró la comisión militar que investigaba la filiación política de los médicos. Organizó el soplonaje en el servicio y participó personalmente en los interrogatorios a los médicos detenidos y torturados.
- Guido Mario Félix Díaz Paci– Medico del Ejército y de la CNI. Oficial de sanidad militar del Ejército que participa de los hechos que culminaron con la muerte del transportista Mario Fernández López, en La Serena. Las causas de la muerte de Fernández López fueron las torturas sufridas en el cuartel de la CNI de dicha ciudad en octubre de 1984. Cuando Mario Fernández debió ser trasladado al Hospital de La Serena, Díaz Paci mintió a los doctores de turno del Hospital, aduciendo que el detenido venía de una Tenencia de Carabineros y no de la CNI, solicitando a los médicos que ocultaran el estado del detenido. Una vez fallecido Fernández, el médico y agente CNI intentó que el facultativo que había operado de urgencia a la víctima falsificara el diagnóstico de su muerte, ocultando los verdaderos motivos del deceso. Por todas estas razones Guido Díaz Paci fue expulsado del Colegio Médico. En 1974 participó en la exhumación del cuerpo de María Avalos, asesinada junto a su marido, Bernardo Lejdermann, en diciembre de 1973 por una patrulla del Regimiento Arica de La Serena. En el certificado de defunción aseguró que la mujer se había dinamitado.
- José María Fuentealba Suazo– Médico del Ejército. El 27 de octubre de 1973 José Fuentealba participa en la comitiva que viaja a Río Mayo, en Argentina, para trasladar a 3 detenidos, Juan Vera, Néstor Castillo y José Rosendo Pérez, que habían sido capturados por Gendarmería argentina cuando escaparon en busca de refugio político. La comitiva iba al mando del Capitán Joaquín Molina Fuenzalida (asesinado por el hijo de Manuel Contreras) y también la integraban un carabinero de apellido Salinas y el suboficial Evaldo Reidlich Hains. Los tres prisioneros fueron subidos a un vehículo del Hospital Regional de Coyhaique y trasladados en dirección a Chile, pero nunca llegaron a destino. En abril del 2002, el juez del Primer Juzgado del Crimen de Coyhaique, Luis Sepúlveda, sometió a proceso a Fuentealba Suazo y al suboficial (R) de Carabineros Evaldo Reidlich Hains.
- Alejandro Jorge Forero Alvarez– Cardiólogo. Registro Colegio Médico 9580-K. Comandante de Escuadrilla y médico que se desempeñaba al momento del golpe de Estado en el Hospital de la FACH. En 1976 prestó servicios como soldado segundo en la Base Aérea de El Bosque y en el Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina. En este lugar participa del Comando Conjunto, supervisando las torturas y drogando a los prisioneros que eran sacados para hacerlos desaparecer. Fue sometido a proceso por el juez Carlos Cerda en plena dictadura. Por estos días ha vuelto a ser requerido en nuevos procesos del Comando Conjunto.
- Werner Gálvez– Médico pediatra, Coronel de Sanidad en Iquique. A comienzos del régimen militar aplicó inyecciones intravenosas de pentotal sódico, alternadamente con suero biológico, durante interrogatorios en esta ciudad.
- Fernando Jara de la Maza– Médico traumatólogo de Valdivia. En los días posteriores al golpe militar participó directamente en la aplicación de tortura a detenidos.
- Manfred Jurgensen Caesar– Médico de la CNI. Este médico, a la vez agente de la CNI, fue expulsado del Colegio Médico por su participación en torturas aplicadas a prisioneros en cuarteles clandestinos de este organismo represivo. Implicado en muerte de Federico Alvarez Santibáñez.
- Luis Losada Fuenzalida– Médico de la CNI. También fue expulsado del Colegio Medico por su participación en las torturas que culminaron con la muerte del profesor Federico Álvarez Santibáñez. Una hora antes de la muerte de Álvarez Santibáñez, torturado en agosto de 1979 durante siete días en cuarteles secretos de la CNI en Santiago, firmó un informe en el que indicó que el docente estaba en buenas condiciones físicas.
- Minoletti– Médico de Carabineros, provincia de Concepción. Asesora a los torturadores de Fuerte Borgoño y extiende los certificados por muerte natural para encubrir los crímenes.
- Vittorio Orvieto Teplizky– Médico del Ejército. Cumple funciones de colaboración en las torturas cometidas en el Campo de Prisioneros Número Dos de Tejas Verdes. También participa en la Brigada de Salubridad de la DINA como director de la Clínica Santa Lucía.
- América González Figueroa– Contratada en dictadura para ejercer funciones en el Servicio Médico Legal, donde falseó la información sobre las causas de muerte de algunos ejecutados políticos. Entre los casos en que está implicada aparecen la muerte a causa de torturas de Carlos Godoy Echegoyen, que hizo aparecer como “muerte súbita”, el asesinato de Cecilia Magni Camino, afirmando que se habría ahogado y ocultando los vestigios de tortura en su cuerpo, y el crimen del dirigente estudiantil DC Mario Martínez, que apareció en las costas de las Rocas de Santo Domingo luego de que fuera secuestrado en Santiago. Otro “servicio a la patria” fue su participación en los exámenes que culminaron con el fraude de la demencia de Pinochet. En el último período, aún en el SML, fue designada jefe del Departamento de Tanatología y directora subrogante del servicio. El 21 de diciembre de 2000, poco después de que se comprobara su responsabilidad en la entrega equivocada de los cuerpos de tres jóvenes quemados al interior de la Cárcel de San Miguel, recibió una anotación de mérito en su hoja de vida firmada por el ministro de Justicia José Antonio Gómez, militante radical.
- Jorge León Alessandri– Dentista, agente civil de la DINE, implicado en el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez Alfaro.
- Osvaldo Leyton Bahamondes– Médico de la DINA. Implicado en la muerte por torturas de Manuel Leyton Robles, agente de la DINA que fue asesinado por sus “colegas” al verse involucrado públicamente en el robo de una renoleta, trabajo encargado por su superior Germán Barriga Muñoz. El doctor Leyton Bahamondes firmó un certificado en el que el agente aparece como fallecido a causa de una crisis epiléptica y arritmia cardiaca en Almirante Barroso 76, ubicación de la clínica clandestina London.
- Bernardo Purto– Medico radiólogo de Melipilla. Junto al Fiscal militar de Melipilla tomó parte personalmente en las sesiones de tortura a prisioneros.
- Luis Hernán Santibáñez Santelices– Médico DINA. Integrante de la Brigada de Salubridad que funcionaba en la Clínica London (Almirante Barroso). Implicado en la desaparición de Juan Elías Cortés.
- Hernán Horacio Taricco Lavín– Médico DINA. Jefe de la Brigada de Salubridad que funcionaba en la Clínica London. Implicado en la muerte del agente DINA Manuel Jesús Leyton Robles.
- Hernán Twane– Psicólogo que aplicó Pentotal Sódico a los prisioneros para que éstos fueran interrogados por el Servicio de Investigaciones.
- Werner Zanghellini Martínez– Director de la Clínica Santa Lucía entre 1975 y 1976. Es acusado por sobrevivientes de Villa Grimaldi de haber inyectado el virus de la rabia a Jorge Fuentes Alarcón, detenido desaparecido.
- Sergio Marcelo Virgilio Bocaz– Médico de la Brigada de Salubridad de la DINA, con labores en la clínica clandestina Santa Lucía, que continuó trabajando en el Comando de Logística de la CNI. Marcia Merino dice haberlo visto en publicidad de café y financieras. Brigada de Salubridad de la DINA Compuesta entre otros por los doctores Vittorio Orvietto, Werner Zanghellini, Hernán Taricco, Nader Nasser, Osvaldo Eugenio Leyton Bahamondez, Rodrigo Vélez, Samuel Valdivia Soto, Luis Hernán Santibáñez Santelices, Eduardo Contreras Balcarce, el ginecólogo Juan Pablo Figueroa Yáñez, el otorrino Eugenio Fantuzzi Alliende, el psiquiatra Roberto Lailhacar Chávez, el dentista Sergio Roberto Muñoz Bonta y la enfermera María Eliana Bolumburú Taboada. Otro médico, del cual sólo se sabe el apellido, es el psicólogo Bassaure.
- Eugenio Fantuzzi Alliende, Otorrinolaringólogo – Médico Jefe del Servicio de Otorrinolaringología de la Clínica Dávila.
- Roberto Lailhacar Chávez, Psiquiatra – Ex presidente de la Sociedad Chilena de Sexología y Educación Sexual.
Papeles de la Dictadura: los 26 médicos y cinco enfermeros que sirvieron en las clínicas de la DINA
Fuente :ciper.cl, 1 de Septiembre 2023
Categoría : Prensa
El personal que trabajó en las clínicas creadas por la DINA -Santa Lucía, London y El Golf-, figura en una arista judicial que permanece archivada. Solo hay cinco médicos condenados en procesos por crímenes del organismo represivo. Según la investigación del juez Alejandro Solís, algunos doctores controlaban a los detenidos mientras eran torturados. CIPER accedió a documentos judiciales con testimonios de trabajadores de las clínicas sobre el rol de los profesionales. En esa revisión contabilizamos al menos 31 personas (26 médicos y cinco enfermeros) que trabajaron en las clínicas. No todos participaron en torturas, pero ninguno desconoce haberse puesto al servicio de la DINA. Siete continúan ejerciendo y tres esperan fallos de la Corte Suprema.
El 1 de junio de 2007, un carabinero en retiro y exagente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), el organismo represivo de los primeros años de la dictadura, compareció ante un juez. Lo interrogaron por el asesinato del cabo Manuel Leyton Robles, ocurrido en 1977, a quien la DINA eliminó en la Clínica London. Leyton tenía en su poder un auto encargado por robo -había pertenecido a un detenido desaparecido- y por eso fue arrestado por Carabineros. En el cuartel policial explicó a qué se dedicaba y mencionó las detenciones ilegales que realizaban los agentes de la dictadura. Quedó libre. Pero, para la cúpula de la DINA, había hablado más de lo aconsejable. Lo condujeron a un chequeo médico en la Clínica London -uno de los tres recintos asistenciales creados por la DINA- donde, a pesar de su buena condición física, sufrió un paro cardiorrespiratorio fatal.
El interrogatorio al exagente, cuya identidad CIPER mantiene en reserva, derivó en una detallada descripción de las tres clínicas de la DINA: Santa Lucía, London y El Golf. A estas alturas, la justicia ha establecido que el organismo de seguridad reclutó a un grupo de médicos que ayudaron a la DINA con el control, reanimación y, en algunos casos, hasta homicidio de detenidos. El exagente declaró que cuando en un cuartel había un detenido que no podía proporcionar más información, los doctores cumplían un rol: “Se mandaba a llamar a un médico de la DINA, quien iba y atendía al detenido. No recuerdo quiénes eran, pero eran de la clínica (Santa Lucía). Estos médicos estaban para eso, era su función y para lo que fue creado dicho centro asistencial”, afirmó.
Los esfuerzos periodísticos por revelar el funcionamiento de lo que la prensa denominó “la brigada sanitaria” de la DINA, no han sido pocos. Lo hizo Chilevisión en 2014, cuando encaró a seis médicos que están en la nómina de los profesionales que prestaron estos servicios y reveló sus lugares de trabajo: entre ellos el oftalmólogo Vittorio Orvieto Tiplitzky, el otorrinolaringólogo Eugenio Fantuzzi Alliende y el fallecido Manfred Jürgensen Caesar.
Años antes, la periodista Mónica González, fundadora de CIPER, ya había publicado la existencia de estos centros asistenciales en reportajes que contenían una lista de doctores de la Clínica London. Y para su libro “El despertar de los Cuervos”, el periodista Javier Rebolledo accedió a las declaraciones hechas por el personal de salud de estas clínicas en la investigación del ministro Alejandro Solís, expediente que se encuentra archivado. CIPER pudo revisar esos y otros testimonios que dieron forma a este artículo y constató que al menos siete médicos continúan ejercicio en el sector privado. Para este reportaje se contactó a los siete, a objeto de incorporar sus versiones, pero solo una doctora accedió a que su testimonio fuera publicado.
DOCTORES INVESTIGADOS POR EL JUEZ SOLÍS
La nómina de 31 profesionales elaborada por CIPER solo incluye a aquellos que formaron parte de las clínicas que investigó el juez Alejandro Solís. De ellos, solo cinco han sido condenados en causas de derechos humanos. En ese listado se incluye al fallecido Manfred Jürgensen, hermano del exconvencional Harry Jürgensen (RN), que fue sentenciado a ocho años de presidio mayor como cómplice del homicidio calificado del profesor y militante del MIR, Federico Álvarez Santibáñez. Otros tres están a la espera del fallo de la Corte Suprema.
Las declaraciones a las que tuvo acceso CIPER, con acusaciones y relatos de torturas, fueron entregadas, en su mayoría, por extrabajadores de las clínicas. Algunos de esos archivos fueron integrados a “Papeles de la Dictadura”, una plataforma con más de 4 mil documentos en línea desarrollada por CIPER con la colaboración del CIP-UDP (vea acá la plataforma “Papeles de la Dictadura”). En esos registros, los datos sensibles de las víctimas y de los trabajadores de las clínicas que formularon las denuncias fueron tarjados.
De acuerdo a la investigación judicial, al menos 13 médicos habrían egresado de la Universidad de Chile. No es extraño. En esa época, el coronel de la FACH, Dámaso González Espinosa, quien lideró el área dental de la Clínica Santa Lucía, ejercía como profesor en esa universidad y se encargó de reclutar a una parte del personal. Así lo señalaron a CIPER algunos médicos contactados.
En las declaraciones se menciona a tres personas a cargo de estos establecimientos: el cardiólogo de la FACH, Werner Zanghellini Martínez, el pediatra Hernán Horacio Taricco Lavín y la enfermera Eliana Carlota Bolumburú Toboada. El pasado mes de marzo, la Corte Suprema condenó, por primera vez, a Werner Zanghellini a una pena de cárcel. Los otros dos están procesados y con una sentencia ratificada por la Corte de Apelaciones de Santiago en la investigación por el homicidio del cabo Leyton, causa que debe revisar la Corte Suprema.
Un sargento (r) de Carabineros testificó que fue en la Clínica Santa Lucía donde vio más agentes con prisioneros: “Efectivamente, vi llegar personas a ese recinto, las cuales al parecer habían sido recién detenidos por agentes, se les curaba, pero inmediatamente eran trasladados por los mismos agentes que los habían llevado”. Un enfermero que trabajó en el lugar declaró que “los médicos de la Clínica Santa Lucía frecuentemente eran solicitados en Villa Grimaldi para examinar a los detenidos, y siempre eran acompañados por un enfermero”. La villa era un cuartel secreto de la DINA donde se torturaba y asesinaba a detenidos. “En mi caso, recuerdo haber conversado con los detenidos que el médico examinaba, animándolos para que cooperaran en la información que se les solicitaba”, prosigue la misma declaración.
Los centros asistenciales fueron creados supuestamente para atender a los agentes civiles y sus familias, que no tenían cobertura en los hospitales de las Fuerzas Armadas. Efectivamente, en ellos también se dispensaba atención médica y dental. Una declaración del odontólogo Pablo César Oyanguren Plaza aseguró que en la Clínica London “incluso el presidente Pinochet se atendió en alguna oportunidad”. Otros relatos dicen que también lo hizo Manuel Contreras.
La declaración de un suboficial (r) del Ejército que fue enfermero en la Clínica Santa Lucía, es estremecedora: “Era sabido que en Villa Grimaldi se le pasaban autos por encima del cuerpo a los detenidos y que a veces se les pasaba la mano y llegaban moribundos a la (clínica) Santa Lucía. Cuando no había remedio se les tenía que dar muerte con pentotal. Desconozco qué pasaba con los detenidos a los que se les aplicaba pentotal, pero se comentaba que había otra brigada que se hacía cargo de ellos para lanzarlos al mar”.
LA SEÑORITA ELIANA
“Había una clave en la Clínica Santa Lucía, que era un aviso: viene paquete. Significaba que venía un detenido y uno entendía que no debía involucrarse. Lo ingresaban a una sala y luego le suministraban algo y después el paciente salía fallecido. Escuché por conversiones de estos médicos y la señorita Eliana, que suministraban ocho miligramos de pentotal, lo que ocasionaba una arritmia seguido de un paro cardiorrespiratorio, falleciendo en la clínica. Y como a la medianoche, lo sacaban ‘camuflado’, cubierto de una frazada”.
El párrafo anterior es parte de la declaración extrajudicial de un exempleado de la DINA, fechada el 29 de junio de 2005. Su testimonio es uno de los más detallados dentro de la investigación del ministro Solís. A quien denomina “señorita Eliana”, es la enfermera Eliana Carlota Bolumburú Taboada. En la Clínica Santa Lucía ejerció la jefatura de los enfermeros, incluso por sobre aquellos con rango militar. Al revisar las declaraciones del proceso judicial queda claro que jugó un rol fundamental en ese recinto, pese a que su nombre no resuene con el mismo impacto que el de otros profesionales que prestaron servicio a los aparatos represivos.
En 2015, Eliana Bolumburú fue condenada, en primera instancia, a tres años y un día, además de la inhabilitación de la profesión, como encubridora del homicidio del cabo Manuel Leyton. Pero el tribunal decidió otorgarle el beneficio de la libertad vigilada intensiva por el mismo periodo. Esa sentencia fue ratificada en 2020 por la Corte de Apelaciones de Santiago y actualmente está en espera del fallo de la Corte Suprema.
Las declaraciones de otros extrabajadores de las clínicas aseguran que Bolumburú estaba al tanto del trato que daba la DINA a los detenidos. Hay testimonios que la señalan como conocedora y cooperadora de los interrogatorios y del uso de pentotal, un anestésico conocido como “el suero de la verdad”, porque, suministrado en bajas dosis, provoca que los pacientes entren en un estado de somnolencia en que pueden seguir respondiendo preguntas. La aplicación de pentotal no ha sido probada por la justicia y la exenfermera se encuentra solo procesada en la investigación por el homicidio del cabo Leyton.
En una declaración policial de junio de 2005, un enfermero recordó el momento en que se encontró con Bolumburú cuando venía llegando en ambulancia de la Clínica London junto a un paciente en camilla. “Al que reconocí de inmediato, se trataba del cabo de Ejército Manuel Leyton Robles”, aseguró el enfermero. También agregó que, al volver a la clínica por la noche, se encontró con una señora a la entrada llorando: “Y le pregunté qué le sucedía, manifestando que había fallecido su esposo de un infarto, enterándome que se trataba del cabo Manuel Leyton”.
Más de un exfuncionario de la Clínica Santa Lucía apuntó a Bolumburú como una de las personas que controlaba el personal médico. En las declaraciones también se dice que hizo los mismo, por un corto periodo, en la London. “Debido a su cargo, estaba en conocimiento de todo lo que allí ocurría”, señaló un exenfermero del Ejército. Otro extrabajador contó que en una oportunidad acompañó a Bolumburú a Villa Grimaldi y que ella “se conectaba directamente y se conocía con los jefes. Pude apreciar las salas de interrogatorios a través de esta enfermera que tenía acceso directo a estas dependencias”.
En 2005 un suboficial (r) del Ejército declaró ante la PDI de Valdivia que hubo médicos de la Santa Lucía involucrados “secretamente en hechos de muerte de detenidos”. Entregó tres nombres: el doctor Werner Zanghellini, el anestesiólogo Osvaldo Leyton y la enfermera Bolumbrú Taboada.
Dos años más tarde el suboficial se encontró con Bolumburú en un careo. La enfermera fue tajante: “Yo estaba a cargo de comprar y suministrar los medicamentos que eran para el tratamiento del personal. Nunca supe del pentotal (…). Respecto a que había médicos involucrados en hechos de muerte en la clínica, es una calumnia, no sé qué pudo haberlo motivado a decir una mentira así”, enfatizó.
La primera vez que Eliana Bolumburú declaró, según los registros de este expediente, fue el 17 de junio de 2003, en la Oficina Central Nacional de la Interpol. Entonces sostenía que en las clínicas de la DINA no hubo situaciones irregulares. En 2005 declaró: “Nunca se atendieron personas detenidas. Además, debo asegurar que no conocí otros recintos de detención de la DINA”.
En 2006 su versión cambió. Esta vez confesó haber sabido de detenidos en la Clínica Santa Lucía. Según su nuevo relato, al recinto asistencial llegó una vez Marcelo Moren, exagente de la DINA que falleció en 2015 mientras cumplía una condena de más de 300 años. En esa oportunidad, contó Bolumburú, Moren apareció junto al agente Osvaldo Pincetti. Preguntaban por un detenido: “Yo sabía que había una persona que estaba en una cama del segundo piso, presumo que se trataba de un detenido político, pero de esta persona no supe su nombre, aunque vi que estaba con sus muñecas quemadas”, dijo la enfermera.
Eliana Bolumburú trabajó en la Clínica Santa Lucía y luego en la London. Se retiró a mediados de 1977, período en que se casó con el oficial y agente de la DINA, Hugo “Cacho” Acevedo Godoy, uno de los hombres más cercanos al jefe del organismo represivo, Manuel Contreras.
Eliana Bolumburú fue contactada por CIPER el pasado lunes 28 de agosto, pero no respondió a los mensajes. A través de su abogado, Hernán Aladín, señaló inicialmente que podría atender a nuestras consultas el jueves 31 de agosto. Pero ese mismo día su abogado explicó que, por razones de salud, no podría contestar nuestras preguntas hasta después del 20 de septiembre. CIPER ya había retrasado la publicación de este artículo ante la posibilidad de reunirse con ella, pero no se logró acordar una entrevista previa al cierre de este artículo.
EL DOCTOR TARICCO
Médico cirujano con especialidad en pediatría. Su residencia en Lo Barnechea, propiedad que según el Servicio de Impuestos Internos tiene un avalúo fiscal de más de $672 millones, figura a nombre de Inversiones Santo Domingo. Esa sociedad -constituida en 2013 e integrada por el médico y su familia- también es dueña del auto que estaba aparcado en su domicilio cuando CIPER intentó contactarlo, un Mercedes Benz de 2022.
En 2014 el programa de canal 13 “En su propia Trampa”, lo encaró por ofrecer en su consulta privada “Red Médica Tabancura” un falso tratamiento de láser que prometía curar trastornos psiquiátricos, además de adicciones como el tabaquismo y alcoholismo.
Al igual que Bolumburú, en 2015 Taricco Lavín fue condenado en primera instancia en el caso del cabo Leyton. El tribunal lo sentenció a tres años y un día como encubridor del homicidio, pero le otorgó la remisión condicional. En 2020, la Corte de Apelaciones redujo esa condena a 541 días, sin dictaminar la inhabilitación de la profesión. El médico interpuso un recurso de casación: alega que no participó en los hechos. Está a la espera del dictamen de la Suprema.
Taricco Lavín firmó el informe donde se aseguraba que la causa de muerte de Leyton habría sido por asfixia, debido a la aspiración de vómito, con un paro cardiorrespiratorio. Pero, en una declaración policial, el exagente de la DINA, Michael Townley, relató que recibió la orden “de proporcionar (gas) sarín para eliminar al cabo Leyton y que el autor material que aplicó el sarín fue un teniente del Ejército”.
En junio de 2003, Taricco negó su participación en el falso informe: “Nunca tuve el cargo de director de la Clínica London. Con respecto al informe que en estos momentos acabo de leer, el cual tiene mi firma, se trata de un informe técnico, que por una situación puntual y por ser un oficial de sanidad, se me pidió que pusiera el pie de firma como director, cargo que yo no tenía”.
Otro médico de la clínica, Luis Hernán Santibáñez Santelices, uno de los que examinó al suboficial del Ejército, declaró que vio a Taricco Lavín “confeccionando un Informe al Servicio Médico Legal, de un paciente que había fallecido, desconociendo más detalles, ya que no pregunté ni me comentaron que había sucedido con el paciente que había atendido anteriormente”.
Además, en el expediente judicial son varias las declaraciones que señalan a Taricco como uno de los jefes de la Clínica London. En 2003 la enfermera Bolumburú aseguró que “el doctor Taricco reemplazaba al doctor Zanghellini cuando éste se ausentaba en su puesto de director general”.
A través de su abogado, Leonardo Battaglia, el médico Hernán Taricco declinó responder las preguntas de CIPER.
EL DOCTOR LEYTON
El 27 de junio de 2003, Osvaldo Leyton declaró que fue debido a un ofrecimiento que llegó a la Clínica Santa Lucía en 1974. Mencionó que, llegando a la dirección que le habían señalado se enteró “que se trataba de un cuartel de la DINA y no de la Fuerza Aérea. En este lugar me preguntaron si estaba dispuesto a trabajar para ellos, lo que acepté por necesidades económicas”.
En julio de 2005, el anestesiólogo declaró en dependencias de la Interpol. Allí, aseguró que sí tuvo conocimiento que en ocasiones llegaban agentes de la DINA con detenidos: “Efectivamente, tuve que concurrir en varias oportunidades a los centros de detención como Villa Grimaldi y Cuatro Álamos”. Leyton, fue señalado en la declaración de un enfermero del Ejército como parte de los médicos involucrados en episodios que terminaron con la muerte de detenidos. No obstante, Leyton Bahamondes no registra condenas, aunque en 2007 fue procesado por la muerte del cabo Manuel Leyton.
Para esta investigación, el anestesiólogo fue contactado por CIPER en su consulta privada en Providencia, pero declinó responder.
Leyton Bahamondes también declaró ante la policía el 17 de noviembre de 2006. En esa ocasión lo interrogaron por la ficha clínica del cabo Leyton. Tenía su letra. “No tengo explicación del porqué aparece mi letra en la parte que se refiere a la atención brindada durante el día, elucubrando un poco, puede que si lo hice fue debido a una orden que necesariamente debió haber venido de la jefatura médica, que en ese período correspondía, aparentemente, al doctor Taricco o bien a una autoridad militar superior”.
Santiago Alfredo Matteo Galleguillos
Trabajó como enfermero del Ejército en la Clínica Santa Lucía y varios de quienes declararon lo recuerdan por un solo detalle: el detector de mentiras. El 10 de noviembre de 2005 un enfermero declaró: “Tanto Osvaldo Leyton como Zanghellini eran cardiólogos, y este último utilizaba un denominado PC1 o PC2, que era un detector de mentiras, que actuaba asesorado por el enfermero Santiago Matteo, que manejaba este equipo y que estaba guardado en una oficina chica de la London”.
Santiago Matteo Galleguillos también fue procesado en la investigación por el asesinato del cabo Leyton por presuntamente encubrir el homicidio. Pero su participación no pudo ser probada y fue absuelto por la Corte de Apelaciones de Santiago en 2020.
En 2010, Matteo Galleguillos prestó declaración extrajudicial. En esa oportunidad, contó que había viajado a Miami junto al doctor Zanghellini en 1975 a un curso sobre el uso del detector de mentiras o polígrafo. Pero, agregó que nunca había usado esa máquina. Un enfermero del Ejército contó que en la misma clínica había un equipo que interrogaba detenidos con un detector de mentiras que era manejado -según relató- por los enfermeros más antiguos, Matteo Galleguillos y Lorenzo Toro Olivares.
VISITAS A CENTROS DE DETENCIÓN
Entre los médicos que han sido condenados por crímenes relacionados con la DINA está el exdirector de la Clínica Santa Lucía, el cardiólogo Werner Zanghellini, sentenciado a 10 años y un día en una investigación por el secuestro calificado de dos personas, en el marco de la Operación Colombo. También el oftalmólogo Vittorio Orvieto, sentenciado en varias causas relacionadas con el campamento de prisioneros Tejas Verdes. Lo mismo ocurrió con Manfred Jürgensen, que falleció luego de ser capturado en Argentina.
Jürgensen se encontraba prófugo de la justicia luego de ser condenado por la Corte Suprema, en enero de este año, a ocho años de presidio como cómplice del homicidio calificado del profesor y militante del MIR, Federico Álvarez Santibáñez. Junto a él, fue sentenciado el reumatólogo Luis Alberto Losada, en calidad de encubridor, a dos años de presidio, con el beneficio de la remisión condicional. Ambos asistieron a Álvarez Santibáñez en el Cuartel Borgoño, cerca de la Estación Mapocho.
El enfermero Orlando Jesús Torrejón Gatica se encuentra condenado en múltiples causas asociadas a víctimas de la Operación Colombo y en el proceso por el asesinato de la profesora Marta Ugarte Román.
Orlando Torrejón Gatica, aparece descrito en las declaraciones de otros extrabajadores de las clínicas de la DINA. Un enfermero declaró que “el término paquete se refiere a los detenidos que estaban muertos, por lo general se decía ‘salió paquete’ y los que constantemente hablaban con ese término eran Torrejón o Muñoz”. Un sargento (r) de Carabineros que trabajó como enfermero, señaló que “la atención a los detenidos las realizaba personal específico para ellos, por ejemplo, recuerdo a Orlando Torrejón”.
A esos nombres se suma, pero solo condenado en primera instancia como encubridor en el caso del cabo Leyton, el cirujano Pedro Valdivia Soto. Al igual que Bolumburú y Taricco, Valdivia se encuentra a la espera del fallo de la Corte Suprema.
En los expedientes, también hay declaraciones que acusan a otros médicos de haber acudido a centros de detención. En 2005, un ex trabajador de estas clínicas afirmó haber acompañado a los médicos Sergio Virgilio Bocaz, Enrique Silva Peralta, Christian Emhart Araya, Eugenio Fantuzzi Alliende y Luis Cárcamo Díaz. “Debo señalar que varios de estos eran médicos recién egresados”, aseguró.
De ese listado, Luis Felipe Cárcamo Díaz, otorrinolaringólogo, es el único que continúa en funciones: lo hace en su consulta privada en Temuco. A través de una persona que trabaja ahí, Cárcamo declinó responder consultas para este artículo.
Entre los doctores que continúan ejerciendo también se encuentra Luis Santibáñez Santelices, que actualmente atiende en Integramédica. Santibáñez declaró en el caso Leyton y aparte de detallar que atendió al fallecido suboficial, señaló: “Comencé a trabajar en el verano del año 1977, a pedido del doctor Werner Zanghellini, también médico de la Fuerza Aérea. El motivo fue que se pretendía implementar una Unidad de Cuidados Intensivos en ella, ya que se presumía algunos atentados contra la DINA y autoridades militares. Duré poco tiempo, casi a fines de marzo de ese mismo año presenté mi renuncia, no alcanzando a ejercer tres meses en la Clínica London. Recuerdo que el director en esa fecha era Horacio Taricco Lavín”.
Contactado por CIPER, Santibáñez rechazó atender consultas sobre su participación en la Clínica London.
Camilo Azar Saba es uno de los doctores que revisó las lesiones del profesor y militante del MIR, Federico Álvarez Santibáñez. Así lo señaló ante la justicia: “Por orden del general Mena debía recertificar las lesiones que presentaban dos personas que habían sido detenidas por Carabineros y luego traspasadas a la CNI (…) Una de estas personas posteriormente falleció en la Posta Central, un profesor llamado Federico Álvarez Santibáñez”.
El doctor Jorge Manlio Fantini Valenzuela aparece en una declaración prestada por un exempleado civil de la DINA: “Era el que tenía que estar más atento cuando se hacían operativos y detenciones. Le gustaba estar vinculado”. En 1982 Fantini contrajo matrimonio con la enfermera Isabel Margarita Jarpa Riveros, quien prestó servicios en la Clínica London.
LOS GINECÓLOGOS
Una de las aristas que guio la investigación sobre las clínicas de la DINA, fue el presunto aborto a causa de las torturas que sufrió una detenida que había llegado a la Clínica Santa Lucía con ocho meses de embarazo. En un informe policial se consigna el testimonio de una prisionera que en 1975 fue detenida por la DINA. Según su relato, estuvo recluida en Colonia Dignidad y Villa Grimaldi. El informe sostiene que “fue en Villa Grimaldi donde pudo ver una detenida en malas condiciones físicas debido a las torturas recibidas, y que venía de una clínica ubicada cerca del cerro Santa Lucía, donde habían asesinado a su hijo de ocho meses, cuando se encontraba en su vientre”.
De acuerdo con las declaraciones revisadas por CIPER, en reiteradas ocasiones los médicos y enfermeros fueron interrogados sobre el paso de una mujer embarazada por la Clínica Santa Lucía. El Ministerio del Interior, querellante en la causa, solicitó al ministro Solís que oficiara a la Vicaría de la Solidaridad para que remitiera los antecedentes de tres mujeres que habrían dado a luz mientras se encontraban detenidas por la DINA. El 6 de julio de 2009, Solís dio lugar a la solicitud.
Por la Clínica Santa Lucía pasaron dos ginecólogos: Juan Pablo Figueroa Yáñez y Eduardo Francisco Contreras Valcarce.
Fue el primero quien alguna vez declaró que recordaba una oportunidad en que le solicitaron atender a una detenida embarazada: “A esa petición me negué a efectuar la auscultación a la embarazada, y posteriormente me lo solicitaron como un favor personal, accediendo a examinarla, no encontrando problemas en su embarazo. Recuerdo que mientras realizaba dicho examen, se encontraba presente el señor Marcelo Moren Brito”. Figueroa dijo no recordar el nombre de esa mujer.
Eduardo Francisco Contreras Valcarce falleció en 2016. Según una declaración del médico Eugenio Fantuzzi Alliende, Contreras Valcarce llegó a la clínica como otros compañeros de su promoción, por ofrecimiento de Zanghellini. Su nombre suele confundirse con el de su hermano, Enrique Eduardo Contreras Valcarce, médico cirujano. Pero mientras el primero prestó servicios en clínicas de la DINA, el segundo sufrió la represión de la “Caravana de la Muerte” y, según la versión de sus familiares, incluso fue prisionero en un recinto del norte.
OTROS MÉDICOS MENCIONADOS
En la investigación se señala a una serie de médicos, dentistas y personal sanitario que formaron parte de la Clínica Santa Lucía. Según los archivos, fueron contratados a honorarios, en su mayoría recién egresados de la universidad. Los relatos de testigos coinciden en que en el primer piso se encontraba la clínica dental y que en el tercero se concentraba el cuerpo médico destinado a mantener con vida a detenidos que habían sido torturados.
Los dentistas del primer piso aseguran que nunca vieron a pacientes detenidos y que no supieron de abortos. El jefe de ese departamento era el dentista Dámaso Luis Augusto González, quien todavía atiende su consulta en Providencia. Según explicaron otros médicos de clínicas de la DINA, fue él quien reclutó a alumnos de la Universidad de Chile -donde hacía clases- para integrarse a la Clínica Santa Lucía. Y, según consta en el expediente, en ocasiones quedaba a cargo de la clínica.
CIPER se comunicó con la consulta del médico. Su secretaria señaló que estaba fuera de Santiago y que ella le daría nuestro mensaje. Al cierre de este reportaje, no había respuesta.
Sergio Muñoz Bonta, también es señalado como un cirujano dentista que tenía jefatura en la Clínica London. Un enfermero declaró: “Al doctor Sergio Muñoz Bonta, que era un odontólogo que provenía de la Academia de Guerra, lo llevó el coronel (Manuel) Contreras para la Clínica London”. Muñoz Bonta falleció en 2005.
Los dentistas Carlos Rodolfo Ullrich Dunner y Milena Cecilia Zulic Lolic declararon en 2010 que trabajaron en la Clínica Santa Lucía. Ullrich lo hizo en el resto de las clínicas montadas por la DINA y hasta el retorno a la democracia en 1989. A solo cuadras de distancia, en Las Condes, ambos tienen en la actualidad sus consultas dentales y los dos negaron ante la justicia haber visto o atendido a pacientes torturados.
Zulic -quien estuvo casada con Ullrich- dijo a CIPER que tiene la conciencia tranquila: “Yo nunca tuve ni tengo nada que ocultar (…). Trabajé en la clínica. Estaba recién recibida y estaba buscando pega. Yo era súper buena alumna y no era de izquierda. Nunca he militado en un partido, pero me siento libre pensadora, pero no estaba para nada de acuerdo con lo que pasaba en ese minuto (la Unidad Popular). Pero, independiente de la cosa política, nunca se nos dijo que era para trabajar en la DINA ni que se iban a hacer detenidos y cosas, nada. Cuando me contactaron me dijeron que era para que atendiera a los hijos de funcionarios”. Cuenta que le pagaban bien, que estuvo ahí varios meses y que, cuando ya estaba trabajando en ese lugar, supo que estaba relacionado con la DINA.
Consultada por CIPER si se fue de ese trabajo por reparos éticos, tras enterarse de que la DINA estaba detrás de la clínica, respondió: “No, porque yo en ese tiempo era un pájaro (…). Ahí no sabía nada de lo que estaba pasando”.
Mario Augusto Hernández Cáceres es otro médico mencionado en el expediente que niega haber participado en hechos vinculados a violaciones de derechos humanos. Prestó declaración extrajudicial en 2010. Ese mismo año, el odontólogo Gonzalo Luarte Romo señaló ante la justicia haber trabajado sólo para la Clínica London y que tampoco vio ni supo nada. Falleció el 10 de julio de este año.
En el equipo de dentistas, también figuraba Pablo César Oyanguren Plaza, quien fue profesor de la Universidad Mayor hasta 2019. En el proceso dijo que fue Dámaso González quien lo reclutó. También declaró que formó parte de la clínica de la CNI, que le dieron una cédula de identidad con el nombre de Cicerón Videla para votar en el Plebiscito de 1988 y una tarjeta que se usaba como “rompe filas”.
La lista de menciones también incluye a médicos de otras especialidades: al psiquiatra Roberto Emilio Lailhacar Chávez. Él declaró en 2010 que solo estuvo en Clínica El Golf, pero que prestaba servicios a la DINA desde antes: “Yo ingrese a la DINA como empleado civil (…). Probablemente durante el año 1973”. Además, explicó que trabajó con Lucía Hiriart cuando todavía Augusto Pinochet estaba en el poder. Aseguró que nunca atendió a personas heridas ni participó en interrogatorios. Consultado por CIPER, declinó referirse al detalle de lo que presenció e hizo en la clínica de la DINA.
El cardiólogo Sergio Pliscoff Marovich trabajó en las clínicas London y El Golf. Declaró en 2010 y señaló que nunca visitó a personas detenidas: “Carezco de todo tipo de información”, dijo. Falleció en 2016.
(*) En este reportaje colaboraron Valentina Valenzuela y Soledad López Figueroa.
(**) Los antecedentes expuestos en este artículo incluyen procesos judiciales en curso, por lo que las personas mencionadas no deben ser consideradas culpables hasta que la justicia dicte sentencia definitiva.