Alias : Svastiquita;
Rut: 3.356.722-7
Cargos:
Grado : Coronel
Rama : Fuerza Aérea
Organismos : Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA)
Estadio Nacional
Juez procesa a ex oficial FACh por muerte de periodista estadounidense
Fuente :El Mercurio, 11 de Diciembre 2003
Categoría : Prensa
Un ex oficial de la inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) se convirtió hoy en el primer procesado por el caso de la detención y muerte del periodista estadounidense Charles Hormann.
El juez Jorge Zepeda procesó como "cómplice de homicidio calificado" al ex teniente coronel Rafael González, ex agente del departamento de inteligencia del estado mayor de la aviación, informó radio Bío Bío.
El oficial, actualmente en retiro, confesó haber interrogado a Hormann sobre una investigación periodística que el periodista realizaba en Chile acerca del asesinato del ex comandante en jefe del Ejército, René Schneider.
Según el testimonio de González, tras interrogar a Hormann en 1973, lo entregó a las autoridades encargadas del Estadio Nacional, recinto que después del Golpe Militar de 1973 servía como campo de concentración de detenidos políticos.
El periodista estadounidense fue asesinado en ese lugar y sus restos fueron rescatados desde el Instituto Médico Legal por su padre, quien viajó especialmente con ese propósito a Chile.
Fach desmiente que reo por caso Horman haya sido miembro de la institución
Fuente :La Nación, 11 de Diciembre 2003
Categoría : Prensa
La Fuerza Aérea informó hoy que Rafael Agustín González Verdugo, no pertenecía a la institución cuando ocurrió la muerte del periodista estadounidense Charles Horman, reacción que surge luego que ayer el ministro Jorge Zepeda sometiera a proceso a González en calidad de cómplice de homicidio calificado.
A través de un comunicado, la Fach precisa que González Verdugo ingresó a la rama castrense a partir del mes de abril del año 1974 y se extendió hasta septiembre de 1975, período en el cual se desempeñó como empleado civil, es decir, "sólo permaneció en la institución por el lapso de un año y cuatro meses".
"No es efectivo que el señor González Verdugo haya sido llamado a desempeñarse como oficial en servicio activo de la Fuerza Aérea de Chile", consigna la declaración de la Fuerza Aérea.
Charles Horman fue detenido por una patrulla militar el 17 de septiembre de 1973. Posteriormente fue trasladado al Estadio Nacional donde falleció. Su cadáver fue encontrado semanas después en el Cementerio General, donde había sido enterrado clandestinamente.
Primer procesado por caso Horman, después de 30 años
El ministro en visita Jorge Zepeda sometió a proceso al ex agente del Departamento II de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN) Rafael Agustín González Verdugo, como cómplice de una conspiración que culminó con el homicidio en la persona del periodista estadounidense Charles Edmund Horman Lazar. González era empleado civil de la Fach, adscrito al EMDN, organismo que hasta el 11 de septiembre de 1973 fue comandado por el vicealmirante Patricio Carvajal. Este es el primer procesamiento por el caso Horman en Chile, a 30 años de ocurridos los hechos.
Hasta ahora totalmente desconocido en el ámbito de las violaciones a los derechos humanos, está establecido en la investigación que González participó el 17 de septiembre de 1973 en el interrogatorio de Horman en los pisos superiores del ministerio de Defensa Nacional, actual edificio de las Fuerzas Armadas. Horman fue detenido en su casa en Santiago ese mismo día por una patrulla militar que fue a buscarlo, dado que él y su esposa eran seguidos desde hacía varias semanas antes del golpe militar.
Horman fue interrogado ese día sobre una investigación que hacía respecto de la participación del general de Ejército Roberto Viaux en el crimen del comandante en jefe del Ejército, René Schneider, ocurrido el 22 de octubre de 1970.
Según los documentos desclasificados por el Departamento de Estado de Estados Unidos, el crimen fue parte del complot del gobierno estadounidense, la CIA, altos oficiales chilenos y empresarios, entre ellos del diario El Mercurio, para impedir que el Presidente electo socialista Salvador Allende fuera ratificado por el Congreso Nacional y asumiera la Presidencia de la República.
Una patrulla militar ingresó el cadáver de Horman baleado al Servicio Médico Legal de Santiago el 18 de septiembre de 1973. Su cuerpo fue enterrado clandestinamente en el Cementerio General. El mismo González guió en marzo de 1974 a las autoridades de la embajada y consulado de Estados Unidos en Santiago, para exhumar el cuerpo y enviarlo a sus padres a su país de nacimiento.
Inculpados Arellano y Brady
Los abogados querellantes Fabiola Letelier y Sergio Corvalán manifestaron ayer su total complacencia “por el éxito hasta ahora de la investigación” en la querella que en 2000 interpuso en Chile Joyce Hamre, esposa de Horman.
Inculpados también en este proceso están los generales (R) de Ejército Sergio Arellano y Herman Brady. En esta misma causa fue interrogado por exhorto el ex Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, quien finalmente respondió el exhorto luego de una insistencia en su momento por el juez Juan Guzmán, anterior juez de la causa.
El ex agente González Verdugo fue notificado del procesamiento y quedó detenido en una dependencia militar. El crimen de Horman inspiró al realizador Costa Gavras para filmar la película “Missing” (Desaparecido). González Verdugo mantuvo su participación oculta por 30 años, e incluso durante la pasada dictadura intentó en su momento salir a Italia, permaneciendo asilado por varios meses en esa embajada en Santiago.
El increíble señor González
Fuente :La Nación, 20 Enero 2004
Categoría : Prensa
Rafael Agustín González Verdugo, ex agente de contrainteligencia de la Fach con la credencial 27759, procesado por el asesinato del estadounidense Charles Horman, tiene una historia para una película. Posee la calidad de “exonerado político”, fue reintegrado con honores a la “Familia Aérea”, y está preso en Punta Peuco porque la Fuerza Aérea no lo quiso detenido en sus cuarteles.
El director de Cine Costa Gavras evalúa la idea para la segunda parte de “Missing”. En la investigación judicial acerca del crimen de Charles Horman en Santiago en 1973, se sabe hoy diez veces más de lo que se supo entonces. Una retorcida intriga militar gestada desde los altos mandos, que terminó con el norteamericano acribillado. Los generales (R) de Ejército Herman Brady y Sergio Arellano, podrían estar entre los nuevos procesados por el ministro en visita Jorge Zepeda, como autores inductores del homicidio. Porque el vicealmirante (R) Patricio Carvajal y el general (R) Augusto Lutz, están muertos. Ambos también tuvieron responsabilidad en el crimen. Hasta ahora, sólo está encausado como cómplice el increíble oficial (R) Rafael Agustín González Verdugo. Un civil de la contrainteligencia vinculado por décadas a la Fuerza Aérea en el Departamento II de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN), adscrito con el grado de coronel.
Su historia como agente encubierto aparece en el proceso como para hacer otra película. “Mi nombre es Rafael Agustín González Verdugo, ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, y mi número de serie era 27759”, se presentó este personaje en enero de 1977 a los funcionarios de la embajada de Estados Unidos que lo entrevistaron en la embajada de Italia, donde buscó refugio por pretendidos líos internos que dice haber tenido con la DINA.
El 31 de enero de 1974, por el decreto Nº90, la Junta Militar le reconoció 20 años de su trabajo en el Departamento de Inteligencia del EMDN. O sea, González que hoy tiene 69 años, ha sido un espía casi toda su vida. Espió a Horman y a Frank Teruggi, el otro estadounidense asesinado después del golpe militar, en los meses previos al 11 de septiembre de 1973.
Horman investigaba los vínculos de oficiales chilenos y conspicuos dirigentes políticos de derecha y democratacristianos, con la CIA y el gobierno de Richard Nixon para impedir que en 1970 Allende asumiera como Presidente de Chile. El complot terminó con el comandante en jefe del Ejército, general René Schneider asesinado, para lo que utilizaron a un comando de ultraderecha.
En el proceso están identificados miembros de la patrulla que detuvo a Horman, y aparece cada vez más claro que éste no murió el 18 de septiembre de 1973 como se informó oficialmente, sino algunos días después. También están identificados militares que lo trasladaron de un lugar a otro.
Oficial de enlace
Horman estuvo en la oficina de Lutz en el edificio del ministerio de Defensa (actual edificio de las Fuerzas Armadas), quien era el jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército. González actuó en ese edificio por esos primeros días como el oficial de inteligencia de enlace en relación a los detenidos que llegaban.
González Verdugo, que cambió después la V de su apellido por la B, interrogó a Horman en el ministerio de Defensa, pues habla perfecto inglés. Según él, Lutz ordenó eliminar a Horman. González dice que trabajó en 1970 bajo el mando de Lutz en el EMDN. El general Herman Brady era a septiembre de 1973 el jefe de la guarnición de Santiago, y Arellano Stark el comandante de la Agrupación de Combate del centro de Santiago. Patricio Carvajal era el ministro de Defensa.
Con la ayuda de la gran cantidad de información aportada a la investigación por los documentos desclasificados por Estados Unidos, quedó establecido en el proceso que en la intriga criminal participaron además funcionarios de la embajada y del consulado norteamericano, al menos en calidad de encubridores del homicidio, como el cónsul Frederick Purdy, que vive en Chile y que también postula a ser procesado en la causa. Como buen nido de agentes de la CIA a la época de la intriga, el “chofer” de Purdy saltó de la noche a la mañana a convertirse en el segundo de la Embajada de Estados Unidos en Santiago. Un tal “Thompson”.
El 30 de octubre de 1973 el general Lutz redactó un informe en el que dio cuenta de “la investigación” realizada por el régimen militar acerca de las “muertes” de Horman y Taeruggi, a petición del embajador estadounidense Nathaniel Davis. El informe lo entregó al attaché de Defensa de la embajada, coronel W. M. Han. La historia que Lutz contó en aquel documento, es tan mentirosa como fue toda la historia oficial contada por la dictadura sobre sus crímenes. “La información que se dispone es que los ciudadanos Horman y Teruggi habrían sido muertos por extremistas disfrazados de militares”, dijo Lutz a los norteamericanos, los que por cierto no creyeron un comino porque ya sabían la verdad de los asesinatos.
Un súperespía
Hoy González está preso en Punta Peuco porque la Fach no lo quiso detenido en ninguno de sus cuarteles. Infiltrado en innumerables empresas, estamentos y grupos durante su extensa vida de espía desde la década de los años 60, no se sabe si aún sigue espiando para alguien.
Su trabajo de contrainteligencia fue tan dedicado, que en la investigación constan calificaciones de “excelencia” firmadas por el general (R) de Ejército Ernesto Baeza; el general (R) de la Fach Vicente Rodríguez Bustos; el capitán de navío (R) de la Armada Rodrigo Fuenzalida; y del vicealmirante (R) Patricio Carvajal. “Es que además trabajaba para varios servicios”, dijo a los gringos.
El té amargo del padre de Horman
González Verdugo recibió en marzo de 1973 la orden del ministro de Defensa Patricio Carvajal de presentarse ante el vicecónsul de Estados Unidos en Santiago James Anderson, para que lo acompañara al Cementerio General a buscar el cuerpo de Horman para repatriarlo a su país. Ello ocurrió, de acuerdo a documentos desclasificados, luego de que Estados Unidos aceptó vender armamento al Ejército y la FACH, a cambio de que entregaran el cadáver de Horman a su familia, pues el caso había generado un “pretty scandal”.
Con el cuerpo de Horman se cometió crueldad. Se le mantuvo sin refrigeración por 20 días para que se descompusiera y se le enterró clandestinamente. Luego fue exhumado dos veces y vuelto a sepultar escondido. Pero aquel día 21 de marzo de 1974 González sabía exactamente dónde encontrarlo para entregarlo a Anderson. Juntos lo llevaron a la funeraria San Pancracio para que lo embalsamaran. Con ocho balas, los restos fueron repatriados definitivamente cuatro días después.
El cinismo de González llegó a tal extremo, que en 1980, haciéndose pasar en Estados Unidos como “disidente” del régimen, se fue a tomar el té con el padre de Horman. Cuando poco después del fin de la dictadura regresó a Chile, se presentó como “exonerado político” y el gobierno de la Concertación le otorgó el reconocimiento. Nunca dejó de recibir su pensión de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional como “dado de baja” por la Fach, la que percibe al menos desde hace 30 años. La coronación de este especialísimo episodio sucedió a comienzos de diciembre de 2003, cuando el cómplice del crimen de Horman recibió en Quintero de manos de la ministra de Defensa Michelle Bachelet, la tifa para reintegrarse a la “Familia Aérea”, junto a algunos de sus ex camaradas de armas, verdaderas víctimas del terror de Pinochet.
Cuando González fue procesado el 10 de diciembre de 2003, la FACH declaró que cuando ocurrió el crimen de Horman “el señor González Verdugo no pertenecía a la institución”, agregando que sólo lo hizo “a partir de abril de 1974 hasta septiembre de 1975, como empleado civil”.
Pero González dijo a los norteamericanos en sus largas entrevistas de 1977, “fui el único oficial de la Fuerza Aérea que participó en la toma de La Moneda el 11 de septiembre de 1973”.
Caso Horman: Corte otorgó libertad a procesado
Fuente :El Mostrador, 6 de Febrero 2004
Categoría : Prensa
La Segunda Sala de Verano de la Corte de Apelaciones de Santiago concedió la libertad condicional bajo fianza a Rafael González Verdugo, el único procesado en la investigación por el homicidio del periodista estadounidense Charles Horman, ocurrida poco días después del golpe de Estado de 1973.
Con esta decisión del tribunal de alzada, que contó con los votos a favor de los ministros Carlos Cerda y Raimundo Díaz, y el voto negativo de Juan González, se revocó lo resuelto en primera instancia por la jueza Amanda Valdovinos, que subroga en la investigación a Jorge Zepeda.
En su resolución, los magistrados consideraron que "no existen motivos calificados" para privar de la libertad a González Verdugo, quien se encuentra encausado como cómplice de una conspiración que culminó con el asesinato del profesional.
Además, el tribunal de alzada resolvió otorgar acceso al sumario a la defensa del ex agente de inteligencia, "atendiendo el tiempo transcurrido desde el inicio de la investigación".
El ex agente de inteligencia estuvo vinculado al Estado Mayor de la Defensa Nacional, bajo las órdenes del vicealmirante Patricio Carvajal. Asimismo, entre 1974 y 1975 se desempeñó como funcionario civil de la FACH.
El periodista Charles Horman investigaba las actividades de la CIA contra el gobierno de Salvador Allende cuando fue arrestado por una patrulla militar, el 17 de septiembre de 1973.
Trasladado aún con vida al Estadio Nacional, su cadáver fue encontrado por sus familiares semanas después en el Cementerio General capitalino, donde había sido enterrado clandestinamente.
La foto del espía del caso Horman
Fuente :La Nación, 18 de Febrero 2004
Categoría : Prensa
Al mediodía “sonó la alarma” en el Palacio de Tribunales. La Nación se movilizó rápida, pero sigilosamente. El espía del caso Horman, el ex agente de contrainteligencia de la FACH que espió 40 años con una historia de película, permanecía en alguna oficina del palacio. El hombre que interrogó a Charles Horman y luego desenterró su cuerpo escondido para entregárselo a la embajada de Estados Unidos en 1974.
Una foto suya jamás fue publicada hasta hoy. El mismo que fue procesado como cómplice en el crimen del estadounidense, días después de que en diciembre la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, le entregó la tifa en Quintero para reintegrarse a la “familia aérea” junto a sus ex compañeros de armas. Rafael Agustín González Verdugo recibió la categoría de “exonerado político”, alegando su “baja” de la FACH por supuestas “diferencias” con la DINA. El mismo que, paradójicamente, el 11 de septiembre de 1973 salvó al periodista Carlos Jorquera en La Moneda, asesor de prensa del Presidente Allende.
González Verdugo, 69 años, cuya placa de agente era la Nº 27759, lanzó un manotazo intentando impedir ser fotografiado. Se dio unas vueltas y salió por una puerta lateral. Sabía que su rostro estaba “virgen” hasta ahora. Horas después, pretextando otra cosa, un ruso llegó a este diario a pedir la foto.
En su osadía, en 1980, en Estados Unidos, se fue a tomar té con el padre de Horman. Un verdadero James Bond chileno, infiltrándose en cuanta organización era conveniente, recibiendo órdenes de los altos mandos de las Fuerzas Armadas, como agente civil FACH adscrito al Departamento II del Estado Mayor de la Defensa Nacional con el grado de coronel. El 31 de enero de 1974, por decreto Nº 90, la Junta Militar le reconoció entonces 20 años operando como espía en ese departamento.
El espía del caso Horman sigue procesado
Fuente :La Nación, Jueves 20 de noviembre de 2008
Categoría : Prensa
La Quinta Sala de la Corte de Apelaciones confirmó por 3 a 0 el procesamiento del ex agente de inteligencia de la FACh, Rafael González Verdugo, el único encausado hasta ahora por el crimen del estadounidense Charles Horman tras el golpe militar de 1973, que inspiró la película “Missing”. El ex agente que durante 40 años espió infiltrado en empresas, estamentos y grupos sociales y políticos, interrogó a Horman días después del 11 de septiembre en la oficina del director de inteligencia del Ejército, general Augusto Lutz, en el Ministerio de Defensa, actual edificio de las Fuerzas Armadas. Según Verdugo, fue Lutz quien ordenó matar a Horman, pero el fallecido general no puede responderle. González Verdugo operó en los días posteriores al alzamiento militar como oficial enlace de inteligencia en relación a los detenidos que llegaron a ese ministerio. El espía fue procesado el 10 de diciembre de 2003 por el ministro Jorge Zepeda, en calidad de cómplice del homicidio de Charles Horman. En los alegatos su abogado fue Cristián Espejo, mientras que por la familia de Horman alegó Sergio Corbalán.
Bombardero de La Moneda es un “exonerado político”
Fuente :La Nación, 28 de noviembre de 2008
Categoría : Prensa
El mayor (R) de Ejército Enrique Edgardo Cruz Laugier que sacó el armamento pesado del Regimiento Tacna el día del golpe militar para bombardear La Moneda desde tierra, mientras Allende resistía al interior, y el ex agente de inteligencia y coronel (R) de la FACh, Rafael Agustín González Berdugo, procesado hasta ahora como el único culpable del asesinato tras el golpe del estadounidense Charles Horman, tienen hoy la calificación de "exonerados políticos". Sus nombres aparecen en la lista de los 145 mil reconocidos.
Cruz Laugier fue calificado como tal el 20 de enero de 2000 por el respectivo programa del Ministerio de Interior, mientras Gonzalez Verdugo lo fue el 19 de noviembre de 1999.
Ambas historias son de película. Bajo su firma, Cruz admitió en el proceso por los desaparecidos de La Moneda que el 11 de septiembre de 1973, siendo comandante del Grupo de Artillería del Tacna, el comandante del cuartel Joaquín Ramírez Pineda le entregó el mando del cuartel.
Cruz dice que temprano salió con sus tropas al centro de Santiago e instaló piezas de artillería por el costado sur de La Moneda, comenzado a bombardear desde tierra antes de que los Hawker Hunter.
Más tarde, sostiene que fue con sus tropas y atacaron con fuego de artillería el local de las Brigadas Ramona Parra del PC en República, y lo mismo hizo con los militantes del MAPU que se hallaban en el local de calle Carrera.
Renacida la democracia, el personaje se instaló como jefe de seguridad del Senado en Valparaíso donde se mantuvo hasta diciembre de 2004, cuando la Comisión de Régimen Interno lo despidió a raíz del artículo que LND ("Durmiendo con el enemigo") publicó el 2004.
Cruz se querelló por "injuria y calumnia", pero el tribunal resolvió que no existieron tales delitos.
El caso de González Berdugo es propia de una segunda parte de la película "Missing" de Costa Gavras, inspirada en el crimen de Charles Horman.
González, civil adscrito a la FACh que hoy tiene el grado de coronel (R), trabajó 40 años como agente de inteligencia de esa institución.
En los días posteriores al golpe condujo a Horman hasta el Ministerio de Defensa para interrogarlo en el despacho del entonces jefe de inteligencia del Ejército, general Augusto Lutz. Días después, Horman fue hallado acribillado.
Por ello el ministro Jorge Zepeda lo procesó el 10 de diciembre de 2003 en calidad de cómplice del asesinato.
Cuando a comienzos de diciembre de 2003 la entonces ministra de Defensa y actual Presidenta, Michelle Bachelet, entregó en Quintero a los oficiales y suboficiales (R) de la FACh que fueron víctimas de la represión, una tifa para "reintegrarse a la familia aérea", el ex agente González la recibió y se puso para la foto.
En 1980, y haciéndose pasar en Estados Unidos como "disidente" de Pinochet, tuvo la frialdad para ir a tomar el té con el padre de Horman.
Otro personaje que aparece en la lista de calificados es el llamado "Príncipe", Edwin Dimter Bianchi, a quien se le atribuye -por testigos en el proceso- el crimen de Víctor Jara en el Estadio Chile, aunque no ha sido procesado por ello.
Dimter fue calificado como tal el 20 de enero de 2000, pero el programa del Ministerio de Interior le quitó tal calificación el 2006 al considerar sus antecedentes personales relacionados con este caso y el frustrado golpe del 29 de julio de 1973 conocido como el Tancazo.
DOCUMENTOS DESCLASIFICADOS DE LA CIA APORTAN ANTECEDENTES DE LA REPRESION EN CHILE BAJO LA DICTADURA
Fuente :Cedec.cl, 28 de Junio de 2010
Categoría : Prensa
CORONEL (r) DE LA FACH E INTEGRANTE DEL SIM REVELO ANTECEDENTES SOBRE ASESINATO DE JOSE TOHA MINISTRO DE DEFENSA E INTERIOR DE SALVADOR ALLENDE Y PADRE DE CAROLINA TOHA PRESIDENTA DEL PPD . TAMBIEN REVELO OTROS CASOS
El coronel (r) de la FACH Rafael González, ex agente del Servicio de Inteligencia Militar, asilado en la embajada de Italia en 1975, relató a agentes de la CIA pormenores de la detención y muerte del ex ministro José Tohá y de otros detenidos por organismos de seguridad. Así se comprueba en numerosos documentos desclasificados por el gobierno norteamericano.
El 27 de abril de 1976, cuando el desertor del Servicio de Inteligencia Militar Rafael González llevaba ya siete meses refugiado en la embajada italiana en Chile, decidió escribirle al general Pinochet para solicitarle el salvoconducto que le permitiera salir del país. En la ocasión, tratando de demostrar lealtad con el general, reveló varios detalles que rodearon la detención del ex ministro de José Tohá. 'Cuando usted se encontraba en Paraguay, el general Arellano, jefe de la II División (..) ordenó 'suicidar' al ex Ministro de Defensa José Tohá. Esto fue puesto en conocimiento del general Leigh, el que le dio cuenta al gral. Arellano, quien de inmediato, como Fiscal Militar, ordenó el traslado de Tohá, pese que al Fiscal de Aviación Crl. II Otaíza (Q.E.P.D.) hiciera lo posible por retenerlo', señala en parte de la carta interceptada por agentes de la CIA e incluida entre los documentos desclasificados por el gobierno norteamericano. 'El suscrito vio salir en camilla a José Tohá de la Academia de Guerra Aérea al Hospital Militar y Tohá no tenía fuerza ni para abrocharse un zapato y apenas para comer', agrega.
No fue lo único.
Tratando de ablandar el corazón del general Pinochet, agregó algunos pasajes de su currículum de servicios a la patria. 'Fui yo quien le entregó al Almirante Carvajal a José Tohá, Daniel Vergara, Fernando Flores, Osvaldo Puccio (padre e hijo), Aníbal Palma y al agregado de prensa de Allende, Carlos Jorquera', enumera quien afirmó ser 'el único oficial de la FACH en el asalto al Palacio de La Moneda' el 11 de septiembre de 1973. El oficial, quien fuera funcionario civil adjunto al Servicio de Inteligencia Militar, SIM, entre 1969 y 1975, fue el encargado de entregar los restos de Charles Horman al consulado norteamericano, el 21 de marzo de 1974.
De hecho, el primer documento enviado desde Chile a Estados Unidos sobre el coronel (r) Rafael González Verdugo es un memorándum en donde el funcionario del consulado norteamericano James E. Anderson informa a Washington sobre los pormenores de la entrega del cuerpo de Charles Horman, ciudadano norteamericano detenido y asesinado en Chile en septiembre de 1973, cuyo caso sirvió de inspiración a los creadores de la película Missing. En él, el funcionario relata que 'a las 11:30 horas, del 21 de marzo de 1974, un hombre que se identificó como coronel Rafael González, de la Fuerzas Aérea de Chile, vino al consulado a decir que estaba a cargo de obtener los documentos para posibilitar el embarque de los restos del señor Charles Horman a los Estados Unidos'.
El desertor del SIM se asiló en septiembre de 1975 en la embajada italiana en Chile y permaneció allí, al menos hasta febrero de 1977. Durante ese tiempo dio una entrevista a The Washington Post en donde reconoció que estuvo presente cuando Charles Horman fue llevado al Ministerio de Defensa y lo vio en compañía del general (Augusto) Lutz y otros dos hombres, a uno de los cuales lo identificó como norteamericano. De acuerdo a lo señalado en esa ocasión, González escuchó al general Lutz decirle a los otros que 'Horman sabía demasiado así es que tenía que desaparecer'. Entre los datos que Horman manejaría estaban -según González- algunas pruebas de la actuación de la CIA en Chile. Esta declaración, González la ratificó varias veces en sus entrevistas con distintos funcionarios norteamericanos. Pero no fue el único tema del que habló. González entregó su número de cédula en el SIM -27759-.
Reconoció que había vivido en el país del norte entre 1969 y 1972, realizando labores de inteligencia en relación con un desfalco en la CORFO. Su hijo, entonces de 6 años, había nacido allá y poseía la nacionalidad norteamericana. Como agente encubierto en la Corfo, González fue testigo también de la detención y tortura del ex secretario general de la Corfo, Roberto Ceballos Cornejo.El caso Ceballos, la DINA y Amy Conger
'El señor Ceballos fue torturado en forma bestial. Yo esto lo hice porque … como yo tenía un grupo de agentes. El señor Ceballos fue detenido y luego llevado primero a la casa que tenía la DINA para torturas, ubicada en la calle Londres con París', relata González a sus interlocutores norteamericanos.
Luego agrega que 'entre la última semana de enero o la primera de febrero', fue trasladado al campamento de Tejas Verdes. 'Allí volvió a ser torturado, pero en forma terrible. Se le pasó una declaración que él debió firmar', continuó.González terminó de relatar el caso de Ceballos, refiriendo que después fue trasladado al Estadio Chile en Santiago, de ahí a la Fiscalía de Aviación en tiempos de guerra y luego al Hospital de la Fuerza Aérea. 'Este señor, después de 60 días, tenía las muñecas negras, porque lo habían tenido colgado, tenía el hígado hinchado de las patadas que le habían dado. Tenía un brazo malo por la colgada. Tenía el cuerpo todo quemado. Tenía el pene con la cabeza como si fueran dos, porque le había aplicado corriente. Me consta porque yo lo ví en el Hospital'.
En sus declaraciones, González también entregó a los norteamericanos informaciones sobre la DINA. Dijo, que de acuerdo a lo que él sabía, este organismo había sido creado en 1974, pero operaba desde 1973.
'El jefe operativo de la DINA era el coronel Jahn, en el año 74 y 75. No era el coronel Contreras. O sea, él era quien manejaba realmente las cosas'. Agregó también que Jahn había planificado la desaparición de centenares de personas creándole 'un tremendo problema al Gobierno'. Según lo que sabía, la DINA había montado ya en esa fecha una oficina en Europa 'con sede en Madrid'.Así mismo, González relató que 'en una oportunidad' vio a la joven Amy Conger en la Academia de Guerra. Conger, de nacionalidad estadounidense, denunció en Washington haber sido objeto de torturas en Chile. 'Yo pasaba por la Academia de Guerra Aérea y, en ese momento, pasé a buscar unas fotografías en el segundo piso y me encontré con ella. Hablé en inglés con ella, mientras me entregaba unas fotografías. Pero estaba muy bien. Todo el mundo la trataba bien, eran muy corteses con ella', relató.Luego agregó que mientras le entregaba las fotografías, 'ella tenía un diálogo con una persona de Patria y Libertad que se llama Claudio Rosenbaum Cut, que es piloto de Lan Chile y está en comisión de servicio.. en Patria y Libertad. El hablaba perfectamente inglés y estaba hablando con ella'
Corte de Apelaciones confirma procesamiento en caso Horman
Fuente :Emol.com, 15 de Diciembre de 2003
Categoría : Prensa
El tribunal de alzada ratificó el encausamiento dictado por el juez Jorge Zepeda en contra de Rafael González Verdugo.
SANTIAGO.- En fallo unánime, la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones confirmó el procesamiento del civil, adscrito al Ejército con el grado de capitán (r), Rafael Agustín González Verdugo, por el homicidio del periodista estadounidense Charles Horman.
La semana pasada el ministro en visita, Jorge Zepeda, encargó reo a González bajo el cargo de cómplice de una conspiración que culminó con el homicidio del profesional norteamericano.
El tribunal, integrada por los ministros Raúl Rocha, Jaime Rodríguez y la abogada integrante Paulina Veloso, estuvieron por mantener el auto de reo, con lo que confirman lo obrado por el magistrado.
Horman fue detenido el 17 de septiembre de 1973 y tras ser asesinado su cuerpo fue exhumado en tres oportunidades.
Desaparecidos: Herman Brady procesado por secuestro calificado
Fuente :El Mercurio, 5 de Febrero 2004
Categoría : Prensa
Se le responsabiliza por el caso de 12 personas que estaban en La Moneda.
Hermán Brady, quien el 11 de septiembre de 1973 era jefe de la guarnición de Santiago y jefe de la Segunda División del Ejército, fue procesado como autor del secuestro calificado de los 12 detenidos desaparecidos tras el bombardeo en La Moneda.
Es la primera vez que el general (r) Brady es procesado por violaciones a los derechos humanos. La causa es atendida por el juez con dedicación exclusiva Juan Carlos Urrutia, del 5º Juzgado del Crimen de Santiago.
Abundantes pruebas en contra de Brady, y el careo a que fue sometido con el general Joaquín Ramírez Pineda, comandante del Regimiento Tacna en 1973, donde fueron llevados los prisioneros de La Moneda, determinaron su procesamiento. Ramírez lo responsabilizó de lo ocurrido con los detenidos.
También declaró en contra de Brady, Rafael Agustín González Verdugo, el único procesado como cómplice por la desaparición del periodista norteamericano Charles Horman.
Los “exonerados” de la guerra sucia
Fuente :El Mostrador, 15 de Julio de 2013
Categoría : Prensa
Entre los favorecidos están: Enrique Cruz Laugier, que bombardeó La Moneda desde tierra el 11 de septiembre; Patricio Kellet Oyarzún, jefe de Inteligencia a cargo de la detención de personas en Valdivia; Juan Campos Cifuentes, enlace entre Carabineros y el Servicio de Inteligencia de la Armada en el principal centro de torturas de la Marina en Valparaíso; y, Rafael González Berdugo, procesado por el crimen de Charles Horman. Además se incluye el caso de Edwin Dimter Bianchi —que sacó los tanques a la calle contra Allende y era el supuesto Príncipe del estadio Chile procesado por el asesinato de Víctor Jara—, a quien le quitaron el beneficio recién en 2006. Pasadas las nueve de la mañana del 11 de septiembre de 1973, el mayor Enrique Cruz Laugier preparó sus tropas y piezas de artillería pesada. Tres horas antes, Cruz, quien era el comandante del Grupo de Artillería del Regimiento Tacna, había recibido el mando del cuartel de parte de su comandante, coronel Joaquín Ramírez Pineda.
Esa mañana, Cruz se instaló con su tropa y armamento pesado frente a La Moneda por el costado sur y abrió fuego contra la sede de gobierno. Adentro, Allende resistía el ataque militar metralleta en mano. Coordinadamente, Cruz ordenó el cese del fuego poco antes de que los Hawker Hunter arrojaran las bombas contra el Palacio.
Finalizado el ataque, el mayor Cruz comandó el asalto a la sede de las Brigadas Ramona Parra del Partido Comunista en la Avenida República. Lo mismo hizo con la sede del Regional Santiago del Movimiento de Acción Popular Unitario, Mapu, en la calle Carrera. Por la noche de ese mismo día y los posteriores, con sus hombres se encargó de allanar domicilios y detener personas. A partir de 1990 se instaló como jefe de Seguridad del Senado en Valparaíso. En 2004 lo expulsaron de su cargo, después de que un reportaje de La Nación Domingo revelara su historia, que el mismo Cruz relató el 30 de agosto de 2002 en una declaración judicial por los desaparecidos de La Moneda. Fue calificado como “exonerado político” el 20 de enero de 2000. Patricio Kellet Oyarzún es hoy un mayor de Ejército en retiro. Para el 11 de septiembre de 1973, era el jefe de Inteligencia del Regimiento Cazadores de Valdivia, comandado entonces por el ex integrante de la Junta Militar, Santiago Sinclair. En su calidad de jefe de Inteligencia, Kellet detuvo en Valdivia y alrededores decenas de personas, como lo admitió en su declaración judicial del 9 de mayo de 2003 en el proceso por los crímenes de la Caravana de la Muerte en Valdivia. Allí fue asesinado José Liendo Vera, elcomandante Pepe, y otros 11 militantes del Mir. Fue desde ese mismo regimiento que el 9 de octubre de 1973 salió un convoy militar hacia el Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, en la precordillera de Valdivia. Los efectivos asesinaron a 17 campesinos en el sector Baños de Chihuío y luego escondieron sus cuerpos en una fosa clandestina. En 1978, los desenterraron y los lanzaron al mar. Kellet es hoy un empresario agricultor.
Curiosamente, el ex jefe de Inteligencia dijo a la Comisión Calificadora de la Oficina del Exonerado Político del Ministerio de Interior, que el Ejército lo exoneró por razones “ajenas” a su voluntad. El 6 de marzo de 2002 fue calificado como “exonerado político”. Pero un año después, en su declaración judicial antes mencionada, sostuvo que “en 1985 me acogí a retiro por razones personales y en la actualidad me dedico a la agricultura”. Rafael González Berdugo es un civil que operó como agente de contrainteligencia de la Fuerza Aérea, pero incorporado a la Fach con el grado de coronel. Se desempeñó siempre en el Departamento II de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional. En las primeras horas del golpe militar, actuó como oficial de enlace en el Ministerio de Defensa entre las distintas ramas de las Fuerzas Armadas y los detenidos que llegaron a ese lugar. Allí, y en la oficina del jefe de Inteligencia del Ejército, general Augusto Lutz, fue el interrogador de los ciudadanos estadounidenses asesinados Charles Horman y Frank Teruggi. Su tifa de agente tenía el número 27759, y venía infiltrando diversas organizaciones sociales y políticas desde la década de los 60. Su historia es la de un James Bond chileno. Actualmente está procesado desde el año 2003 por el crimen de Horman. En enero de 1977, funcionarios de la embajada de Estados Unidos lo interrogaron en la embajada de Italia, donde se asiló alegando que agentes de la Dina lo perseguían. En esa entrevista, dijo a los funcionarios “yo fui el único oficial de la Fuerza Aérea que el 11 de septiembre de 1973 participó en la toma de La Moneda”. Salió finalmente de Chile, y en 1980 haciéndose pasar por un disidente de la dictadura de Pinochet, se fue a tomar el té con el padre de Charles Horman. En 1974, dirigió el desentierro del cadáver de Horman para entregárselo a la embajada de Estados Unidos que lo repatrió a su país. Como está establecido en esta causa, la orden de asesinar a Horman y Teruggi salió desde la oficina del general Lutz, luego de los interrogatorios de González Berdugo. Años después, cambió la V de su segundo apellido, por una B. Cuando finalizada la dictadura regresó a Chile, se hizo pasar por exonerado político, logrando tal acreditación. Juan Campos Cifuentes es un personaje extraño. Fue oficial de Carabineros en Valparaíso y tiene a su hermano José Alejandro desparecido desde 1981, cuando en la Operación Retorno del MIR intentó ingresar clandestino a Chile desde Argentina y es detenido en la precordillera de Valdivia.
Junto a 200 carabineros de la Quinta Región, fue uno de los 16 oficiales de este grupo que después del golpe de Estado, hizo el curso especial de comando en el Fuerte Miller de la Infantería de Marina en Las Salinas, Viña del Mar. Allí aprendió a matar y a torturar. También fue instruido en Inteligencia. Terminada la instrucción impartida por los perros de la Infantería, como él mismo los llama, fue a cumplir funciones en la Academia de Guerra Naval, AGN, en el cerro Playa Ancha del puerto. Allí fue oficial de enlace entre la prefectura de Carabineros de la Quinta Región y el Servicio de Inteligencia Naval, conocido como Ancla 2, que tenía bajo su control esa Academia. Ese fue el principal centro de detención y tortura de la Armada en toda la Región porteña. Trasladó prisioneros desde la AGN a los buques-prisión Maipo y Lebu. Junto a un pelotón de carabineros, mataron a un opositor a la dictadura en la Plaza Aníbal Pinto. Su curriculum, Juan Campos se lo relató en una entrevista grabada al historiador Jorge Magasich, autor del libro Los que dijeron Noque relata el proceso a los marinos constitucionalistas instruido en la Fiscalía Naval de Valparaíso. Pero Campos dice que nunca torturó en la AGN, sino que sólo estaba encargado de analizar documentación y los interrogatorios de los prisioneros. Fue reconocido como “exonerado político” el 19 de noviembre de 1999. Erwin Dimter, fue calificado como “exonerado político” el 20 de enero de 2000, pero el 2006 se le canceló el beneficio. Ya aparecía como el supuesto Príncipe del Estadio Chile vinculado al asesinato del cantautor Víctor Jara. Seis años después, fue procesado en calidad de cómplice por este crimen, junto a otros siete oficiales (R) del Ejército. Pero Dimter ya tenía conductas golpistas antes del 11 de septiembre de 1973. El 29 de junio de ese año participó en un alzamiento contra el gobierno de Salvador Allende sacando tanques a la calle. La asonada fue liderada por el teniente coronel Roberto Souper Onfray, otro de los encausados por Víctor Jara.
La conexión nazi del Caso Horman
Fuente :Zonaimpacto.cl, 5 de Febrero 2004
Categoría : Prensa
La resolución fue significativa. Pero aún existen capítulos en las sombras. En diciembre pasado, el juez Jorge Zepeda procesó al ex agente civil del Departamento II de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Rafael Agustín González Verdugo, como cómplice del homicidio del periodista estadounidense Charles Edmund Horman Lazar.
Después de 30 años, es el primer procesamiento en el caso que inspiró el libro “ The Execution of Charles Horman ” de Thomas Hauser, que a la vez inspiró la película “ Missing ” (Desaparecido), dirigida por Constantin Costa–Gravas y que contó con la actuación de Jack Lemmon y Sissy Spacek.
Allí se recogió el testimonio de González, quien en septiembre de 1975 se asiló en la Embajada de Italia. Señaló, entonces, haber visto a Horman en el 9º piso del Ministerio de Defensa, donde se encontraban el general Augusto Lutz, director del Servicio de Inteligencia Militar (SIM); el coronel Víctor Hugo Barría, segundo jefe del organismo; y un norteamericano que no pudo identificar. Dijo que ellos acordaron eliminar a Horman, porque “sabía demasiado”: “Su detención y muerte fueron llevados a cabo entre la CIA y las autoridades locales”.
No obstante, el juez Zepeda estableció ahora que González interrogó al joven estadounidense, un par de horas luego de su arresto, el 17 de septiembre de 1973. Así, se transformó de principal testigo en único encausado.
Una semana antes del procesamiento, González había aparecido en la ceremonia de “reencuentro de la familia aérea” que la FACH realizó en la Base Aérea de Quintero con sus exonerados políticos, contando con la participación de la ministra de Defensa, Michelle Bachelet. Su único vínculo con la institución se remontaba a abril de 1974, cuando se integró al SIFA.
Hace medio siglo
Pero no son los únicos aspectos oscuros en este personaje. Franz Pfeiffer Richter fue “comandante nacional” del Partido Nacional Socialista Obrero (PNSO), única colectividad con existencia legal –entre 1962 y 1969– que ha reivindicado el uso de la svástica, la figura de Adolfo Hitler y, en general, las concepciones ideológicas del nacionalsocialismo alemán.
Era hermano del presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alfredo Pfeiffer, y falleció en 1997. A pesar de que actualmente es casi un desconocido, ejerció una enorme influencia en Alexis López y Eugenio Lutz, quienes hoy encabezan los dos principales grupos que se identifican con el nacionalsocialismo: Patria Nueva Sociedad (PNS) y el Movimiento Nazi de Chile (MNCH).
La carrera política de Pfeiffer comenzó en 1954, en el “Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista” (MRNS), grupo creado cinco años antes por un colectivo de admiradores del falangismo español, única experiencia fascista que se mantenía en pie luego que el Tercer Reich y la República Social Italiana fueron derrotados en la II Guerra Mundial. Aún existe, y es el más antiguo grupo “nacionalista” del país.
Entre los fundadores se encontraban Ramón Callís y el cura Osvaldo Lira, quien años más tarde se transformó en “consejero espiritual” de Manuel Contreras y estuvo a punto de asumir como capellán de la DINA.
En sus primeros tiempos, por sus filas pasaron otras personas que, con el paso del tiempo, adquirirán notoriedad pública, como Federico Mujica, Gastón Acuña y Mario Barros, según cuenta el libro “ Camino de Victoria ”, publicado en 1987 por Misael Galleguillos, quien hoy es el principal jerarca del grupo. Es el mismo que en el 2000 fue procesado por el asesinato del presidente de la ANEF, Tucapel Jiménez.
En noviembre de 1984, Pfeiffer escribió una autobiografía titulada “ Memorias de 30 Años ”, de la cual circularon apenas 250 ejemplares en forma subterránea.
Por su ascendencia alemana, simpatizaba con el Tercer Reich al momento de concluir sus estudios secundarios e ingresó al MRNS, pensando que resolvería esas inquietudes políticas. No fue así, pues “en definitiva, no era nazi”, contó.
Pero no quedó frustrado. A pesar que el grupo no era nazi, “por su secretaría pasaban algunos que sí se planteaban como tales”. Una noche, “un joven miembro me invitó a pasar a su casa. Allí tenía un retrato del Führer e innumerables objetos relativos y reliquias de mártires del Seguro Obrero”. De hecho, “su habitación estaba repleta de retratos, libros y documentos (nacionalsocialistas), los que decía reverenciar”.
Era el mismísimo Rafael González Verdugo. El “svastiquita”
Franz Pfeiffer recordó que “entre las cosas que Rafael González guardaba y que vi aquella noche, estaba la camisa del uniforme de Héctor Thennet. En sus bolsillos había una foto del Führer”. Thennet era uno de los 59 jóvenes del Movimiento Nacional Socialista (MNS) que el 5 de septiembre de 1938 fue masacrado en el Edificio del Seguro Obrero.
Comprobó esa noche, según anotó, que “González no era realmente un hitlerista, sino que era un ‘nazi estilo Hollywood', como hay tantos hoy día. De haber podido, se habría disfrazado de Mariscal, con monóculo y todo. En él tenían más importancia los uniformes, las armas, las anécdotas de guerra –cualquier cosa, menos la doctrina”.
El vínculo, en todo caso, fue útil para Pfeiffer, pues fue “iniciado” en el nazismo por el ahora procesado por el “Caso Horman”. Relató que “a través de González me enteré de que no solamente en Europa seguían existiendo organizaciones nacionalsocialistas, sino que había otros grupos nazis en Chile mismo”.
Pfeiffer estableció nuevos contactos y formó el “Grupo 88”, el que se transformó en filial chilena de Ku Klux Klan. Instaló explosivos en la Sinagoga de calle Santa Isabel, el “Club Maccabi” de calle Serrano y una sede del Partido Socialista.
Fue detenido en mayo de 1958. No obstante, sus pasos eran seguidos por la Policía desde bastante tiempo antes. Rafael González, “enterado de algunos detalles, había concurrido nada menos que a la embajada de los Estados Unidos para denunciarnos”.
Luego, Pfeiffer se vinculó a los nacionalistas “estanqueros”, que encabezaba Jorge Prat Echaurren. Más tarde, formó el PNSO.
El doctor Jorge Vargas Díaz es testigo de buena parte de la historia del “nacionalismo” chileno de postguerra, el que conoció en los años 30, cuando era muy joven y su tío Gustavo Vargas Molinari fue uno de los tres diputados nacistas.
Su primera militancia también fue el Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista. Y no ha olvidado a Rafael González Verdugo. “Efectivamente, en esos años era uno de los jóvenes militantes destacados del MRNS”, contó. Con una enorme sonrisa, agrega: “Le decíamos ‘svastiquita”, pequeña svástica, por su manifiesta inclinación por el nacionalsocialismo alemán”.
En 1954, González habría comenzado a trabajar como agente encubierto del Departamento de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN). Por otro lado, según reconoció después a funcionarios estadounidenses, inició también una relación con la inteligencia norteamericana.
El caso Schneider
A mediados de los años 60, Juan Diego Dávila Bastérrica era uno de los integrantes del “Alto Comando” del PNSO, según cuenta Pfeiffer en sus “ Memorias de 30 Años ”. Se trataba de un personaje con una significativa historia política. Tanto así, que el 18 de abril del 2000, el escritor Miguel Serrano señaló a “ La Segunda ” que en Chile sólo existen dos “nazis auténticos: yo y un señor llamado Juan Diego Dávila”.
Luego de participar en el MNS, se incorporó al “Movimiento Nacionalista de Chile” que formaron Guillermo Izquierdo Araya y el general Ariosto Herrera Ramírez, quien intentó un golpe de Estado contra Pedro Aguirre Cerda. En los primeros años del Gobierno de Gabriel González Videla, se sumó a la Acción Chilena Anticomunista (ACHA), un grupo político y paramilitar –formado por Arturo Olavarría y Jorge Prat – que tomó contacto con los Estados Unidos para proscribir al PC.
Y en octubre de 1970 fue el “jefe operativo” del comando que intentó secuestrar y que finalmente asesinó al comandante en jefe del Ejército, René Schneider. Este hecho fue la culminación de un complot, digitado por la CIA, que fue encabezado por el general Roberto Viaux.
Un año antes, Viaux había organizado el alzamiento del Regimiento Tacna. Tras ese acontecimiento, se acercaron al general un conjunto de “nacionalistas”, como Jorge Prat, Gastón Acuña y Juan Diego Dávila, quienes lo incitaron a continuar conspirando.
De ese modo, una enorme cantidad de implicados en la conspiración contra Schneider procedían de las filas del “nacionalismo”.
Este hecho aparece extremadamente significativo, pues –según declaró González al juez Zepeda– lo que más interesaba a la inteligencia militar de Charles Horman era una investigación que realizaba sobre el asesinato de Schneider.
Hasta ahora, la hipótesis dominante sobre las causas de la muerte de Horman sostenía que fue el resultado de que el 11 de septiembre se encontraba en Viña del Mar y había alternado, por casualidad, con oficiales estadounidenses (Patrick Ryan, Arthur Crater y Ray Davis), quienes habrían deslizado su participación en el golpe de Estado.
Con los nuevos datos, es plausible inferir que la ejecución del periodista estadounidense fue resultado de sus investigaciones sobre el Caso Schneider, en el que estaban comprometidos los viejos “camaradas nacionalistas” de González. Y también la CIA.
Juez Zepeda dictó condenas por crímenes de Charles Horman y Frank Teruggi en 1973
Fuente :El Mostrador, 3 de Febrero 2015
Categoría : Prensa
Missing: Espinoza, González y el misterioso gringo Davis
Tras 41 años de los asesinatos del periodista estadounidense Charles Horman y del estudiante de Ciencias Políticas de la misma nacionalidad, Frank Teruggi, ocurridos en el Estadio Nacional después del golpe de Estado, el ministro Jorge Zepeda condenó a 7 años de presidio como autor de ambos homicidios al brigadier y ex segundo de la DINA, Pedro Espinoza Bravo. También condenó a dos años de libertad vigilada al ex agente civil de la Fuerza Aérea de Chile, Rafael González Berdugo, como cómplice del crimen de Horman. A la vez, sentenció al fisco a pagar $200 millones a la viuda de Horman, Joyce, y la misma suma a JanisTeruggi, hermana de Frank.
La noche del 10 de septiembre de 1973, Horman y su amiga Terry Simon llegaron tarde a Viña del Mar. A las once de la noche entraron al Hotel Miramar y pidieron una habitación. Les dieron la 315. Joyce, la esposa de Horman, no pudo viajar con ellos a Valparaíso y Viña porque debía renovar su pasaporte. Era un viaje para mostrar a Terry las bellezas de ambas ciudades. Pero Horman no estaba en Chile para hacer turismo. Se había instalado en el país, al igual que Teruggi, para seguir de cerca la revolución hacia el socialismo.
Los dos formaban parte de la agencia de prensa Fuente de Investigación Norteamericana, FIN, de la cual Horman era cofundador. Horman intuía que en las próximas horas ocurriría un golpe de Estado en contra del Presidente Salvador Allende, y que éste lo iniciaría la Marina en Valparaíso.
Sin embargo, lo que no sabía era que el capitán de navío de la Defense Intelligence Agency, DIA, Ray E. Davis, le seguía los pasos desde hacía algún tiempo. También a Teruggi y a todos los ciudadanos estadounidenses establecidos en Chile que mostraban simpatía con el gobierno de la Unidad Popular.
La DIA era dependiente del Departamento de Estado norteamericano con sede en el Pentágono.
Davis era el Jefe del Grupo de Asistencia Militar de Estados Unidos en Chile, instancia responsable de centralizar la intervención golpista del gobierno de Richard Nixon para derrocar a Allende. Un hombre acostumbrado a caminar por la sombra, lejos de miradas intrusas.
La misma noche del 10, la embajada de Estados Unidos en Santiago se enteró de la estadía de Horman y Simon en el hotel, según un documento desclasificado: “Los dos se registraron en el Hotel Miramar en la pieza 315. Horman dio la dirección de Paul Harris 425 en Santiago y dijo que era escritor”. La información era del oficial de la Marina estadounidense Art Creter, quien también estaba en Chile en los preparativos del golpe y se alojaba en el Miramar.
En paralelo, los agentes de la CIA instalados en Santiago habían instaurado el llamado The MHCHAOS Program, cuyo objetivo era el seguimiento, intercepciones telefónicas, vigilancia y espionaje de periodistas y ciudadanos estadounidenses que permanecían en Chile interesados en cubrir el avance hacia el socialismo del gobierno de Allende. El archivo que fabricaron en esta operación lo llamaron TheFamilyJewels.
Ocurrido el golpe, el 15 de septiembre Davis llamó por teléfono al capitán de la Marina chilena Raúl Monsalve Poblete, oficial de enlace entre la Armada chilena y el Grupo que comandaba Davis.
–Necesito un salvoconducto para viajar en mi automóvil desde Viña del Mar a Santiago… llevo invitados.
Davis condujo su automóvil a la capital: sus invitados eran Horman y Terry Simon.
Por esas horas en Valparaíso y Viña habían sido presentados por el coronel del Ejército de Estados Unidos Patrick Ryan, quien estaba en Chile desde hacía nueve meses y venía de la Base Militar de Pendleton en California. Un feroz anticomunista que había estado en la guerra de Vietnam y Bahía Cochinos. En el Miramar, Ryan se les acercó de manera amable en el vestíbulo para tener el placer de conocerlos, dijo a Horman y Terry.
Davis llegó a las tres de la tarde a Santiago sitiado por patrullas militares y dejó a los invitados en el Hotel Carrera, en diagonal al Palacio de La Moneda, donde estos quisieron engañarlo diciéndole que se hospedaban allí. Pero Davis sabía que era mentira. La embajada de Estados Unidos quedaba entonces justo frente al Carrera por Agustinas.
Mientras tanto, el Comando de Área Jurisdiccional de Seguridad Interior, Cajsi, creado en Santiago, con sus cinco agrupaciones, desde el mismo 11 de septiembre había tomado el control de todas las operaciones represivas, estableciéndose por sobre el Estado Mayor de la Defensa Nacional, EMDN, que presidía el vicealmirante Patricio Carvajal e integraban el general de Ejército Augusto Lutz y el general de la Fuerza Aérea Nicanor Díaz. Hasta entonces el EMDN fue siempre la estructura superior de mando militar en Chile. Los Cajsi fueron creados en cada provincia del país y en ellos estaban representados los mandos superiores de las provincias de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y los respectivos Servicios de Inteligencia.
En la oficina de Lutz
Dejados en el Hotel Carrera y producto del toque de queda, Horman y Simon decidieron cenar y alojarse allí esa noche. A la mañana siguiente, salieron para ir donde los esperaba Joyce en una casa de la Avenida Vicuña Mackenna. Era el día 16 de septiembre. El día 17 Terry se alojó en el Hotel Riviera en el centro de Santiago. Allí la buscarían Charles y Joyce al día siguiente, el 18. El matrimonio haría los trámites en el consulado de Estados Unidos frente al Parque Forestal, para intentar que los tres viajaran rápidamente de regreso a su país. Chile era ahora una guillotina que pendía sobre sus cuellos.
Pero no llegaron el 18. El 19 de septiembre Joyce la buscó en el Riviera para darle la noticia entre lágrimas: “Anteayer detuvieron a Charles”.
El capitán Davis había informado del arribo de Horman a Santiago al general Augusto Lutz, jefe del Servicio de Inteligencia Militar, SIM.
La tarde-noche del día 17 Horman fue conducido a la oficina de Lutz en el edificio de las Fuerzas Armadas, en Alameda con Zenteno.
Ahí lo esperaba el coronel de rango civil de la Fach, Rafael González Verdugo, viejo agente de inteligencia que venía infiltrando a organizaciones sociales y sindicales desde comienzos de los años sesenta. Fue él quien lo interrogó. El interrogatorio fue extenso y extenuante, pero sin violencia. Desde allí lo llevaron al Estadio Nacional, que ya operaba como centro de detención, tortura y exterminio. Alcanzó a estar pocas horas. Al día siguiente, el 18 de septiembre, fecha de la instalación de la Primera Junta de Gobierno de Chile, su cuerpo apareció tirado en una calle de Santiago con múltiples impactos de bala. Lo ingresaron a la morgue y lo sepultaron en una fosa común en el Cementerio General de la capital. No se alcanzó a cruzar con su amigo Teruggi en el estadio.
El 20 de septiembre de 1973 el general Lutz se comunicó con la Dirección de Inteligencia de Carabineros y ordenó el arresto de Teruggi. Lo detuvieron junto a su amigo David Hathaway. Los llevaron a la Escuela de Suboficiales de esa policía. Al día siguiente los condujeron al Estadio Nacional, donde mataron a Teruggi. El 22 de septiembre lanzaron el cuerpo a la calle y apareció en la morgue. Hathaway fue liberado seis días después y aún vive.
El Espinoza del poder
En el estadio mandaba el mayor Pedro Espinoza Bravo. Es una de las novedades de la investigación del juez Zepeda, porque hasta ahora siempre se supo que el comandante de ese lugar era otro Espinoza: el coronel Jorge Espinoza Ulloa. El mismo que luego fue el comandante de la Secretaría Nacional de Detenidos, Sendet. Si bien éste estaba al mando del estadio, permanecía bajo el mando de Espinoza Bravo.
Espinoza Bravo, el hombre de la Caravana de la Muerte y de muchas otras caravanas del terror, operaba en el Departamento II de Contrainteligencia del EMDN y era jefe del mismo departamento del Ejército. En el estadio fue quien decidió quiénes debían morir, lo mismo extranjeros y chilenos. Y no sólo lo decidió, sino también se encargó de verificar que las muertes ocurrieran. Así lo estableció el proceso, aunque él lo sigue negando.
El 12 de octubre de 1973, el capitán Ray E. Davis y el embajador de Estados Unidos Nathaniel Davis, se reunieron con Pinochet para tratar el caso Horman. Pero de su muerte nada informan a su padre que ya estaba en Santiago para buscarlo. Tampoco informan a su esposa Joyce que residía en Chile.
El 30 de octubre de ese año, el general Lutz emitió un informe oficial sobre la “investigación” realizada por el régimen militar acerca de las muertes de Horman y Teruggi, pedida por el embajador Davis. “La información que se dispone es que los ciudadanos Horman y Teruggi habrían sido muertos por extremistas disfrazados de militares”, informó Lutz.
Ante la presión del gobierno estadounidense que calificó el caso Horman-Teruggi como un prettyscandal, el 21 de marzo de 1974 el agente González Verdugo, acompañado del vicecónsul de Estados Unidos James Anderson, ubicó el cuerpo de Horman en la fosa común del cementerio. Tenía ocho balazos. Lo llevaron a la funeraria San Pancracio para que lo embalsamaran y cuatro días después su padre pudo llevárselo a su país.
En 1982, el cineasta Costa-Gavras inmortalizó el caso Horman con la película Missing.
El abogado Sergio Corvalán, que representa en el proceso a Joyce Horman y JanisTeruggi, dijo a El Mostrador que “los crímenes cometidos en contra de ciudadanos estadounidenses en el Estadio Nacional, ocurrieron en el contexto de un genocidio en contra de extranjeros tras el golpe militar”.
De acuerdo a informaciones oficiales chilenas, en el Estadio Nacional llegaron a existir 29 ciudadanos estadounidenses detenidos.
El jurista agregó: “Los militares chilenos que detuvieron y llevaron a cabo los homicidios de Horman y Teruggi, lo hicieron en forma concertada con las fuerzas estadounidenses que intervinieron en el golpe de Estado. Ellos utilizaron información precisa proporcionada por el capitán de navío Ray. E. Davis, que dirigía las investigaciones secretas de seguimiento de ciudadanos norteamericanos los días previos al golpe”.
El Estado chileno no es parte en este juicio a través del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Interior.
El último misterio
El 18 de octubre de 2012, la Corte Suprema chilena pidió a Estados Unidos la extradición del capitán de navío Ray E. Davis, ya debidamente procesado en ausencia por el juez Jorge Zepeda. Pero, fiel a caminar siempre por la sombra, el gringo estaba oculto en Chile con identidad falsa y casado con Patricia, una chilena que hoy vive en Miami.
Sin embargo, en Santiago seguía cobrando su pensión de ex agente con su verdadero nombre. De todos aquellos misteriosos pasos de Davis, las autoridades estadounidenses jamás informaron a los tribunales chilenos.
Lejos del mundanal ruido, el hombre clave y coordinador con el golpismo chileno de las actividades de Estados Unidos en Chile para, primero desestabilizar el gobierno de la Unidad Popular y luego derrocar a Allende, murió el 30 de abril de 2013 a los 88 años. Abandonado por su mujer, estaba internado en un hogar de ancianos en la comuna de Providencia. En el Cementerio Parque del Recuerdo existe un registro de la cremación de su cuerpo. Sus cenizas desaparecieron.
Años después de los asesinatos de Horman y Teruggi, Rafael González Verdugo cambió la V de su apellido por una B. Ya como Berdugo, en 1977 se asiló en la embajada de Italia diciendo que lo perseguía la DINA. Allí, en enero de ese año, lo interrogaron funcionarios de la embajada de Estados Unidos. Su tifa de agente tenía el número 27759. “Fui el único oficial de la Fuerza Aérea de Chile que el 11 de septiembre de 1973 participó en la toma del Palacio de La Moneda”, les dijo.
Italia lo sacó de Chile. Una tarde de 1980, haciéndose pasar por disidente de la dictadura chilena, se fue a tomar el té con el padre de Horman.
Después de 1990, regresó a Chile y se hizo pasar por exonerado político. Hoy está acreditado como tal y recibe una pensión del Estado.
Juez chileno sentencia a los asesinos de Charles Horman y Frank Teruggi
Fuente :periodistas-es.com, 4 de Febrero 2015
Categoría : Prensa
El juez especial Jorge Zepeda Arancibia sentenció a dos oficiales de inteligencia por el asesinato de los estadounidenses Charles Edmond Horman, periodista de 31 años, y Frank Randall Teruggi Bombatch, estudiante de 24, fusilados en el Estadio Nacional a una semana del golpe que encabezó Pinochet en Chile.
La sentencia de 276 páginas condena a 7 años al oficial del ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo, quien paga con prisión otros asesinatos, mientras el agente de la fuerza aérea Rafael Agustín González Berdugo cumplirá dos años de vigilancia policial como cómplice en el homicidio de Horman.
La exhaustiva investigación del juez Zepeda acreditó la intervención directa de EEUU en el golpe a través de la Operación Unitas, llevada a cabo en Valparaíso simultáneamente con la asonada, pero además desenmascaró la persecución ordenada por EEUU a los servicios de inteligencia chilenos contra estadounidenses radicados en Chile proclives a Salvador Allende, o simplemente interesados en conocer de cerca y vivir el proceso de revolución pacífica que encabezó el jefe de Estado derrocado por EEUU. En el Estadio Nacional hubo hasta 24 estadounidenses detenidos registrados (Horman y Teruggi no fueron anotados), entre hombres y mujeres, incluidos estudiantes, académicos, escritores e incluso dos curas Maryknoll.
Instigadores y encubridores de esta persecución a ciudadanos estadounidenses fueron sus propios compatriotas Ray Elliots Charles, capitán de marina y jefe de la misión militar de EEUU, secundado por el embajador Nathanael Davis. Lejos de proteger a sus conciudadanos, encubrieron asesinatos y detenciones de norteamericanos, además de proporcionar información falsa a familiares como Edmond Horman, el padre de Charles, quien se trasladó a Chile a buscar a su hijo.
Ray E. Charles falleció en 2013 en Chile, donde vivía en secreto, amparado por una red de protección de supra-poderes que le proporcionó hasta seis identidades. En 2012 la Corte Suprema acogió la extradición de EEUU solicitada por el juez Zepeda para traerlo a declarar en esta causa, pero el exmilitar estadounidense realmente residía en Chile, en un hogar de ancianos de 5 estrellas.
El caso Horman/Teruggi fue abordado en 1982 por la película Missing, de Costa Gavras, con Jack Lemmon y Sissy Spacek. Los abogados de esta causa fueron Fabiola Letelier del Solar y Sergio Corvalán Carrasco, quienes iniciaron este juicio hace 15 años a petición de los familiares de las víctimas Joyce Hamren de Horman, viuda del periodista, y Janis Randall Teruggi Page, hermana del estudiante, después de fracasar en Estados Unidos un juicio de la familia Horman -boicoteado por las autoridades estadounidenses- contra el entonces secretario de Estado Henry Kissinger.
Horman y Teruggi fueron secuestrados en sus domicilios por personal uniformado en días diferentes. No fueron registrados como “prisioneros” por la precaria burocracia de la prisión en que fue transformado el Estadio Nacional. Sufrieron crueles torturas y fueron asesinados por fusilamiento al día siguiente de su aprehensión en el mismo coliseo deportivo. Charles Horman, sacado de su domicilio en Av. Vicuña Mackenna 4126, San Joaquín, Santiago, fue ejecutado el 18 de septiembre de 1973, día de la independencia. Frank Teruggi, secuestrado en su domicilio de Hernán Cortés y Pedro de Valdivia, Ñuñoa, Santiago, fue ejecutado el 22 de septiembre.
Siete años de prisión para Espinoza Bravo y dos de vigilancia policial (se supone que en libertad) para González Verdugo parece poco castigo para estos monstruosos asesinatos. (Verdugo, quien primero fungió como “testigo” pero el juez Zepeda Zepeda lo sentó en el banquillo de los acusados, se cambio legalmente el apellido materno a Berdugo).
La investigación judicial de este terrible episodio mostró la doble cara de la Embajada de EEUU, que en lugar de proteger a los ciudadanos estadounidenses se dedicó a encubrir crímenes de lesa humanidad de la dictadura civil militar contra sus connacionales. Por ejemplo, cuando el embajador Nathanael Davis habló con Edmond Horman, el padre de Charles, ya sabía que el periodista había sido fusilado, sin juicio ni derecho a defensa, pero le ocultó esa información al progenitor y a la familia de la víctima. Después de múltiples obstrucciones, varias autopsias, sepultaciones y exhumaciones, en abril de 1974 Charles Horman finalmente fue inhumado en el Cementerio Greenwood, de Nueva York. O sea, siete meses después de su asesinato.
La sentencia de primera instancia de casi 300 páginas fue concluida por el juez Zepeda el 9 de enero 2015, pero tardó tres semanas en notificar a cada una de las partes involucradas. Los abogados acusadores Letelier y Corvalán anunciaron que objetarán “la irreprochable conducta anterior” concedida a la defensa de Espinoza Bravo, porque este personaje está involucrado en numerosos crímenes anteriores al de Horman y Teruggi, en particular los asesinatos de los colaboradores directos de Salvador Allende ejecutados en las primeras horas del golpe cívico militar en el recinto militar de Peldehue, después de su traslado del Palacio de La Moneda al Regimiento Tacna.
Corte Suprema eleva penas a condenados por crímenes de dos estadounidenses en 1973
Fuente :resumen.cl, 22 de Julio 2016
Categoría : Prensa
La Corte Suprema resolvió elevar las penas que deberán cumplir dos ex oficiales chilenos por su responsabilidad en el delito de homicidio calificado de los ciudadanos estadounidenses Charles Horman Lazar y Frank Teruggi Bombatch, ilícitos perpetrados en septiembre de 1973, en el Estadio Nacional, en Santiago.
En fallo unánime (causa rol 20166-2015), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Milton Juica, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama y Jorge Dahm- condenó al ex brigadier de ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo a la pena de 15 años y un día de presidio, en calidad de autor de ambos homicidios; en tanto, el ex agente civil (asimilado al grado de coronel de la Fach) Rafael Agustín González Berdugo (sic) fue condenado a 3 años y un día, con el beneficio de la libertad vigilada, en calidad de cómplice del homicidio de Charles Horman.
Charles Horman Lazar era un periodista, cineasta y escritor estadounidense, de 31 años de edad, que se encontraba en Chile en la época del gobierno de Allende, reportando las actividades conspirativas, pro golpistas y clandestinas de la CIA, de personeros de la delegación diplomática de Estados Unidos en Chile, con sectores reaccionarios de la burguesía y las fuerzas armadas chilenas.
El caso de su detención, asesinato y desaparición fue reflejado en 1982 en el film "Missing", realizado por Costa Gravas y protagonizado por Jack Lemonn, representando a Edmund Horman, el padre de Charles, en la búsqueda de su hijo en Chile.
En el fallo de primera instancia, el ministro en visita Jorge Zepeda había determinado penas de 7 años de presidio para Espinoza Bravo y 2 años de presidio para González Berdugo.
En la etapa de investigación por del homicidio de Charles Horman, el magistrado logró establecer los siguientes hechos:
«El 17 de septiembre de 1973, aproximadamente a las 17.30 horas, el ciudadano estadounidense Charles Edmund Horman Lazar, de profesión periodista y cineasta, fue detenido en Santiago por personal militar, al mismo tiempo que una patrulla también militar allanaba su domicilio particular ubicado en Avenida Vicuña Mackenna Nº 4.126, de esta misma ciudad, quienes procedieron a retirar diversa documentación desde el interior de la morada.
Entre las 18:00 y las 19:00 horas del mismo día, oficiales de inteligencia dependientes del Departamento II del Estado Mayor de la Defensa Nacional interrogan al detenido Charles Horman en la oficina del Director de Inteligencia Augusto Lutz Urzúa, ubicada en el edificio del Ministerio de Defensa Nacional, concordando el interés de la autoridad militar con los antecedentes que Horman tenía sobre la investigación del caso «Viaux – Schneider», además de ser calificada su labor de guionista en la empresa estatal chilena Chile Films como subversiva.
El 18 de septiembre de 1973, alrededor de las 13:35 horas, militares ingresan al Servicio Médico Legal los restos de un desconocido de sexo masculino, al que posteriormente se le toma una ficha dactilar, resultando ser Charles Edmund Horman Lazar, estimándose por el Servicio Médico Legal que su muerte había acontecido ese día, aproximadamente a las 09:45 horas. El correspondiente certificado de defunción se emitió con fecha 4 de octubre de 1973, señalándose como causa precisa y necesaria de su muerte heridas múltiples a bala.
Joyce Horman, cónyuge de Charles Horman, inició la búsqueda de su marido ante el Consulado y la Embajada de los Estados Unidos, ante la Cruz Roja Internacional y otros organismos, la que se extendió desde el 20 de septiembre al 5 de octubre de 1973, con resultados infructuosos. El 3 de octubre llegó a Chile Edmund Horman, padre de Charles Horman, quien luego de varias reuniones con el embajador de los Estados Unidos en Chile Nathaniel Davis y el cónsul norteamericano Frederick Purdy, finalmente retornó junto a la cónyuge de su hijo a Nueva York, el 20 de octubre de 1973, sin obtener información cierta sobre el destino final de Charles Horman.
No obstante lo anterior, a lo menos el 19 de octubre de 1973, el Ministerio del Interior y, por lo tanto, también el Gobierno de Chile, tenían pleno conocimiento de las circunstancias en que fue muerto.
Durante la primera quincena del mes de marzo de 1974, el Ministro de Defensa de la época, luego de un requerimiento del Presidente del Comité de Defensa del Senado de los Estados Unidos, ordenó al mismo individuo que había participado en la oficina del General Augusto Lutz Urzúa en el interrogatorio de Charles Horman, a hacer entrega del cuerpo de éste a las autoridades diplomáticas norteamericanas, lo que el funcionario de inteligencia cumplió el 21 de marzo, en horas de la mañana, procediéndose, luego de preparar el cadáver, a su traslado a los Estados Unidos, el día 25 de marzo.
La decisión de dar muerte a Charles Horman Lazar se dispuso por el Departamento II del Estado Mayor de la Defensa Nacional, dependiente del General de Ejército Augusto Lutz Urzúa, y se ejecutó por el Batallón de Inteligencia Militar o Cuartel de Inteligencia del Ejército, a cargo de determinado oficial de esa repartición encargado de supervigilar la ejecución detenidos».
Estudiante
En tanto, en el caso del asesinato de Frank Randall Teruggi Bombatch, estudiante de 24 años, la investigación judicial determinó que:
«Teruggi Bombatch, natural de Estado Unidos, ingresó a Chile el 9 de enero de 1972 y se inscribió en los registros de residentes norteamericanos del Consulado de su nación, fijando su residencia en la ciudad de Santiago.
Con su visa de estudiante se matriculó en el Centro de Estudios Económicos y Sociales de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile. Asimismo, se incorporó a los ciudadanos de los Estados Unidos que editaban el boletín: «Fuente de Información Norteamericana» (FIN) y, por ese medio, hacían publicaciones contrarias al gobierno de su país, en la relación de éste con el gobierno de Chile e información chilena para la izquierda americana, lo que se consideraba subversivo.
Al igual que con Charles Horman, la acción en contra de Teruggi Bombatch se insertó en las investigaciones secretas ejecutadas en contra de norteamericanos afectados por la actividad de recolección clandestina de datos que realizaban en el ámbito político, que llevaban a cabo agentes del Grupo de Inteligencia Militar estadounidense, dirigida por un Comandante del Grupo de la Misión Militar de los Estado Unidos en Chile.
Los antecedentes que afectaban a Frank Teruggi fueron entregados por los agentes norteamericanos al Servicio de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional, a cargo del General Augusto Lutz Urzúa. Así, el 20 de septiembre de1973, esa autoridad militar dio orden al personal de Carabineros de la dotación de la Escuela de Sub oficiales de Carabineros de detener a Frank Randall Teruggi Bombatch y a su compatriota David Hathaway, en la morada de éstos de calle Hernán Cortés N° 2.575, de la comuna de 'uñoa, dirección que había sido obtenida por la inteligencia de los Estados Unidos y entregada a la inteligencia del Ejército de Chile. La detención de Teruggi Bombatch y David Hathaway se cumplió alrededor de las 20:15 horas, ante la presencia de la futura cónyuge de este último. Estos son trasladados hasta la Escuela de Suboficiales de Carabineros, en la comuna de 'uñoa, luego de sus interrogatorios fueron conducidos al campo de detención del Estadio Nacional. Ambos jóvenes norteamericanos, ya privados de libertad, en horas de la madrugada del viernes 21 de septiembre son interrogados por un oficial del Ejército e ingresan a un camarín del estadio en el cual se encontraba un grupo indeterminado de extranjeros. Ese mismo día alrededor de las 18:00 horas un oficial del Ejército llamó a un grupo de detenidos, entre ellos a Frank Teruggi Bombatch. David Hathaway no volvió a verlo; no obstante, se percató que todos los días, después del viernes 21 de septiembre, militares preguntaban y simulaban buscar a Charles Horman Lazar, sin mencionar el nombre de Frank Teruggi Bombatch, ambos ya muertos y hechos desaparecer.
En consecuencia, entre la noche del 21 y la madrugada del 22 de septiembre de 1973, Frank Randall Teruggi Bombatch es muerto al margen de todo proceso legal por los agentes del Estado que habían ordenado su privación de libertad en el Estadio Nacional, los que luego abandonan su cuerpo en las calles de Santiago, con la finalidad propiciada por los hechores de impedir que se conociera la acción que determinó su muerte».
Uno de los principales responsables de estos crímenes, Augusto Lutz, fue muerto "en extrañas circunstancias" (eufemismo que usan para calificar los asesinatos entre órganos represivos) en noviembre de 1974. Por su parte, el oscuro personaje civil González Berdugo, se asila en la embajada de Italia en Santiago en septiembre de 1975 y tiempo después reaparece en Estados Unidos.
Como suele ocurrir con la justicia chilena, la investigación esta vez avanzó y se aclaró el caso gracias a la persistencia de los familiares de las víctimas, por una parte, y de otra, gracias a la revelación y desclasificación de información de los propios organismos estadounidenses.