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Organismos : Central Nacional de Informaciones (CNI)
Alfa Carbon
Ministra Yolanda Méndez presenta acusación contra siete exagentes de la CNI por aplicación de tormentos reiterados
Fuente :poderjudicial.cl, 24 de Febrero 2022
Categoría : Prensa
En la resolución (causa rol 9-2018), la ministra Méndez Mardones sindica a Marcos Spiro Derpich Miranda, Álvaro Julio Federico Corbalán Castilla, Aquiles Mauricio González Cortés, Luis Hernán Gálvez Navarro, Roberto Antonio Farías Santelices, José Abel Aravena Ruiz y Patricio Alfredo Berton Campos en calidad de autores de los tormentos aplicados a las víctimas Ignacio Enrique Vidaurrázaga Manríquez y Alejandro Alfredo Bernstein Rötger, en el marco de la operación conocida como “Alfa Carbón”.
La ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Concepción, Yolanda Méndez Mardones, dictó auto de acusación en contra de siete agentes de la disuelta Central Nacional de Informaciones (CNI), por su responsabilidad en el delito reiterado de aplicación de tormentos a las víctimas Ignacio Enrique Vidaurrázaga Manríquez y Alejandro Alfredo Bernstein Rötger. Ilícitos perpetrado en octubre de 1984, en la ciudad y en la Región Metropolitana.
En la resolución (causa rol 9-2018), la ministra Méndez Mardones sindica a Marcos Spiro Derpich Miranda, Álvaro Julio Federico Corbalán Castilla, Aquiles Mauricio González Cortés, Luis Hernán Gálvez Navarro, Roberto Antonio Farías Santelices, José Abel Aravena Ruiz y Patricio Alfredo Berton Campos en calidad de autores de los tormentos aplicados a las víctimas Ignacio Enrique Vidaurrázaga Manríquez y Alejandro Alfredo Bernstein Rötger, en el marco de la operación conocida como “Alfa Carbón”.
En la acusación, la ministra en visita da por establecidos los siguientes hechos:
“a) En el transcurso del año 1984, agentes de la CNI que operaban en la ciudad de Concepción, informan al jefe del Cuartel Bahamondes de esta ciudad identificado como Jorge Mandiola Arredondo, que el MIR se estaba reorganizando en la zona, de manera que este trasmite tal información al Jefe de la División Regionales de la CNI que operaba en Santiago y que a la época estaba a cargo del coronel de Ejército Marcos Spiro Derpich Miranda; quien envía a un analista a la zona para corroborar esta información; el informe del agente Molina (actualmente fallecido) da cuenta de la reorganización de miembros del MIR y actividades de carácter subversivo, de manera que Marcos Spiro Derpich Miranda, a su vez, informa de estos hechos al entonces director nacional de la CNI, General Humberto Gordon Rubio.
b) El director nacional de la CNI Humberto Gordon Rubio ordena que se despliegue en la zona un equipo de la División Antisubversiva de la CNI con base en Santiago, a cargo del entonces mayor de Ejército Álvaro Corbalán Castilla, con el propósito de neutralizar al MIR en la región del Biobío hacia el sur, lo que en definitiva dio origen a la denominada Operación Alfa Carbón.
c) El mayor de Ejército Álvaro Corbalán Castilla designa varias unidades de 2 a 3 agentes, con financiamiento de la División Antisubversiva, que se trasladan a las ciudades de Concepción, Los Ángeles y Valdivia, en forma simultánea, uniéndose a los equipos de trabajo de la CNI que operaban en cada ciudad.
d) Los equipos son coordinados desde el cuartel Bahamondes de la CNI ubicado en calle Pedro de Valdivia N° 710 de Concepción, a cargo de Jorge Mandiola Arredondo, lugar donde se reúnen los agentes de campo que operan en Concepción y los provenientes de Santiago, dándoseles instrucciones respecto de los militantes del MIR que debían ser aprehendidos, y cuyo destino –detención o muerte– dependía de su grado de peligrosidad, lo que según refiere uno de los agentes (Mateluna) en su declaración, constaba en una pizarra junto a la fotografía e individualización del militante requerido. Corbalán Castilla, Derpich Miranda y Mandiola Arredondo deciden en consecuencia, que se realicen allanamientos y detenciones, sin orden judicial.
e) La operación denominada Alfa Carbón se inicia el 23 de agosto de 1984, en forma simultánea en las tres ciudades mencionadas, Concepción, Los Ángeles y Valdivia. Al final de ese día, el saldo es de 3 militantes del MIR asesinados en Concepción y que corresponden a: Luciano Aedo Arias, Nelson Herrera Riveros y Mario Lagos Rodríguez; 3 militantes del MIR asesinados en Valdivia, correspondientes a: Rogelio Tapia de la Fuente, Jaime Barrientos Matamala y Juan José Boncompte Andreu; en tanto que en la ciudad de Los Ángeles, es asesinado Mario Mujica Barros.
f) En el mismo contexto de esta operación, son detenidas una veintena de militantes del MIR entre los días 23 y 24 de agosto de aquel año 1984, entre ellos, los querellantes de autos, Ignacio Enrique Vidaurrázaga Manríquez y Alejandro Alfredo Bernstein Rötger. Ambos eran militantes del MIR, y en esa calidad se vinculaban estrechamente con Luciano Aedo Arias y Nelson Herrera Riveros. De hecho, en días previos al 23 de agosto, específicamente el 21 de agosto de 1984, Ignacio Vidaurrázaga Manríquez y Soledad Aránguiz Ruz, arribaron a esta ciudad de Concepción provenientes de Valdivia, en un bus, y fue Alejandro Alfredo Bernstein Rötger acompañado de Nelson Herrera Riveros, quienes los van a buscar al Terminal de Buses Collao de Concepción, y los llevan a una casa ubicada en calle Pedro de Oña N° 135, aledaña a la Avenida 21 de Mayo de Concepción y cercana a la Vega Monumental, lugar asignado para que pernoctaran. En tanto que Nelson Herrera Riveros aloja en la casa de Alejandro Bernstein, ubicada en Alonso Ovalle N°2921, sector Lomas de San Andrés, Concepción, desde donde sale cerca de las 08:00 de la mañana del día 23 de agosto de 1984.
g) Ese día 23 de agosto de 1984, cerca de las 11:00 de la mañana, la víctima de la presente causa, don Ignacio Vidaurrázaga Manríquez sale desde la casa ubicada en calle Pedro de Oña N° 135 de esta ciudad donde había alojado durante la noche, y se dirige al paradero de la Avenida 21 de Mayo frente a la Vega Monumental para esperar locomoción, y en ese momento es abordado por un grupo de agentes de la CNI, quienes, portando armas de fuego, se ubican frente a él, cortando el tránsito, y dos de ellos lo toman en vilo por la espalda, para luego arrojarlo a la parte de atrás de un vehículo que los esperaba, sin que alcance siquiera a gritar. Desde ese momento es privado del sentido de la vista, golpeado con pies y puños en repetidas ocasiones, y amenazado con un arma de fuego mientras lo registran y someten.
h) En el vehículo es llevado al Cuartel Bahamondes, ya señalado, lugar en donde es sometido a intensas sesiones de tortura, entre otros métodos, mediante la aplicación de electricidad en diferentes partes del cuerpo, estando desnudo sobre un catre metálico en lo que se conoce como ‘la parrilla’; durante un lapso indeterminado de tiempo, recibe descargas eléctricas de manos de 3 a 5 individuos que se encontraban presentes en la sala, y que alternaban la aplicación de corriente eléctrica, con pausas para mostrarle fotografías o interrogarlo acerca de sus actividades en Valdivia y Concepción.
i) Durante las sesiones de tortura, fue evaluado por un médico o algún agente con conocimientos médicos, quien autorizó que continuaran las torturas, aduciendo que se encontraba en condiciones de seguir recibiendo estas descargas eléctricas.
j) Mientras tanto, el mismo día 23 de agosto de 1984, tenían lugar los asesinatos de Mario Lagos Rodríguez, Nelson Herrera Riveros y Luciano Aedo Arias, cerca de las 13:00 horas, tras un supuesto enfrentamiento ocurrido en el sector de la Vega Monumental de esta ciudad, en el que resultan muertos estos militantes del MIR, todo lo cual consta de la causa Rol 11-2009, que llevó adelante el Ministro en Visita Extraordinaria don Carlos Aldana Fuentes.
k) En cuanto a la otra víctima de estos antecedentes, don Alejandro Alfredo Bernstein Rötger, cerca de las 16:00 horas del mismo día 23 de agosto de 1984, un grupo armado conformado por varios agentes de la CNI, irrumpen en su casa habitación ubicada en Alonso Ovalle N°2921, Lomas de San Andrés, Concepción, lugar donde es reducido por los agentes que lo someten mediante golpes de pies y puño y lo trasladan esposado y vendado al Cuartel Bahamondes ya indicado.
l) Encontrándose en el Cuartel Bahamondes, Alejandro Bernstein reconoce a Ignacio Vidaurrázaga Manríquez porque alcanza a verle sus zapatos, los que reconoce, y porque lo oye quejarse producto de las intensas torturas a las que estaba siendo sometido.
m) En horas de la noche del día 23 de agosto de 1984, Ignacio Vidaurrázaga Manríquez, es sacado desde el Cuartel Bahamondes de Concepción y trasladado en vehículo hasta un lugar indeterminado donde lo hacen abordar una avioneta, junto a otras 3 personas: el piloto, copiloto y un sujeto junto a él que lo retiene, manteniéndolo siempre esposado y vendado. Durante el vuelo, el sujeto que iba a su lado abre la puerta y lo amenaza con arrojarlo por la puerta del avión en movimiento. Aterrizan en el aeródromo Tobalaba, según se entera después, y trasladado en un vehículo a un cuartel en Santiago, que más tarde se enteraría era el Cuartel Borgoño.
n) Durante la noche del mismo día 23 de agosto de 1984, en el Cuartel Bahamondes de Concepción, Alejandro Bernstein Rötger, es sometido a intensas sesiones de torturas y apremios ilegítimos, entre ellas, es forzado a mantener por varias horas una posición en cuclillas sobre un somier con huinchas, lo que le generó severas contracturas en la región lumbar; asimismo recibió golpes a mano abierta en ambos oídos, técnica de tortura conocida como ‘el teléfono’, al mismo tiempo que lo golpeaban al costado del pecho, por lo que le costaba respirar. Al día siguiente, 24 de agosto de 1984, Alejandro Bernstein es trasladado a Santiago en avioneta, con destino al Cuartel Borgoño de Santiago, y, al igual que a don Ignacio Vidaurrázaga, durante el vuelo, el sujeto que iba a su lado abre la puerta y lo amenaza con arrojarlo por la puerta del avión en movimiento.
o) Ya en el Cuartel Borgoño de Santiago, los prisioneros son obligados a desprenderse de sus ropas, y vestir un mameluco azul de mezclilla y unas alpargatas. En ese lugar, don Ignacio Vidaurrázaga Manríquez y don Alejandro Bernstein Rötger son sometidos nuevamente a torturas y apremios ilegítimos, entre otras, aplicarles descargas de electricidad en todo el cuerpo, sobre un catre metálico y estando desnudos, a través del método de ‘la parrilla’.
p) El día 01 de septiembre de 1984, a raíz de un Recurso de Amparo interpuesto en favor de don Ignacio Vidaurrázaga, por su madre doña Yolanda Manríquez Sepúlveda, se constituye en el Cuartel Borgoño de la capital, el Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, don Luis Correa Bulo, junto a la secretaria doña Irene Gilabert Fierro, quienes se entrevistan personalmente con el prisionero, a fin de constatar su estado de salud, diligencia que no arroja el resultado que pretendía la señora Manríquez Sepúlveda, ya que su hijo no es liberado y el recurso rechazado.
q) Algunos días después, las víctimas don Ignacio Vidaurrázaga y don Alejandro Bernstein, son trasladados nuevamente a la ciudad de Concepción, para en una jornada posterior, ser presentados por agentes de la CNI ante el fiscal militar, Pedro Marisio Valdés, de la Segunda Fiscalía Militar de Concepción, en el marco de la causa del fuero militar que se instruye, Rol 746-1984, del ingreso de esa Fiscalía.
r) Posteriormente, a ambos, se les envía en calidad de incomunicados a la cárcel pública de esta ciudad ubicada en Chacabuco 70, Concepción, según consta de lo obrado en la referida causa Rol 746-1984, (entre otros antecedentes, fojas 14, 17, 31, 34 vuelta, 99, 208, 231), y posteriormente procesados”.
Corte de Concepción confirma sentencia a 17 ex agentes de la CNI por asesinato de combatientes de la resistencia a la dictadura en Operación Alfa Carb
Fuente :resumen.cl, 10 de Junio 2022
Categoría : Prensa
En resolución dada a conocer hoy, la Corte de Apelaciones de Concepción, ratificó las condenas que pesan sobre 17 agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) que fueron condenados en sentencia de primera instancia dictada en mayo de 2018 por el ministro Carlos Aldana. Luego de más de cuatro años de dilaciones injustificadas y maniobras entorpecedoras introducidas por los abogados de los criminales se puso término a esta etapa del proceso que permanecía estancado en la maraña de tribunales.
Darío Núñez
La causa conocida como "Matanza Vega Monumental" (rol N° 11-2009) sustancia la investigación criminal por los homicidios calificados de siete militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) cometidos por agentes de la extinta CNI los días 23 y 24 de agosto de 1984 en una coordinada acción represiva llamada "Operación Alfa Carbón" que se desarrolló en las ciudades de Concepción, Los Ángeles Temuco y Valdivia. La acción represiva culminó con el asesinato de Luciano Humberto Aedo Arias, en la actual comuna de Hualpén, Nelson Adrián Herrera Riveros y Mario Octavio Lagos Rodríguez, en Concepción, Mario Ernesto Mujica Barros, en Los Ángeles, y Rogelio Humberto Tapia de la Puente, Raúl Jaime Barrientos Matamala, y Juan José Boncompte Andreu, en Valdivia.
En el fallo, la Sexta Sala del tribunal de alzada penquista, integrada por los ministros Rodrigo Cerda San Martín, Rafael Andrade Díaz y Claudia Montero Céspedes, rechazó los recursos de casación interpuestos por los abogados de los criminales y confirmó la sentencia que condena a seis ex oficiales de Ejército que operaban como mandos en la CNI. El ex Brigadier de Ejército Marcos Spiro Derpich Miranda, alias "Gitano", jefe de la división Regionales de la CNI a la época de los hechos, y el ex teniente coronel Álvaro Julio Federico Corbalán Castilla, alias "Faraón", jefe de la división Anti subversiva de la CNI, fueron condenados a penas de 20 años de presidio como coautores de todos los homicidios calificados y a 5 años y un día de presidio como coautores de asociación ilícita.
El ex capitán, Patricio Lorenzo Castro Muñoz, alias "BJ", deberá purgar una pena de 15 años y un día de presidio por los tres homicidios de Valdivia; y 5 años y un día como coautor de asociación ilícita.
El ex teniente coronel Jorge Camilo Mandiola Arredondo, a la época de los hechos jefe regional de la CNI Concepción, fue condenado a 15 años y un día años de presidio como coautor de los homicidios calificados en Talcahuano, Concepción y Los Ángeles. Pero fue absuelto del delito de asociación ilícita.
El ex teniente coronel Luis Alberto Moraga Tresckow, jefe regional de la CNI Valdivia, y autor material de los crímenes perpetrados en Puente Estancilla, fue condenado a cinco años de libertad vigilada.
El ex mayor Oscar Alberto Boehmwald Soto, jefe regional de la CNI Puerto Montt, fue condenado a 10 años de presidio.
En tanto, los agentes Roberto Antonio Farías Santelices, alias "Petete", y Luis Hernán Gálvez Navarro, alias "Vitoco", a la pena de 10 años y un día de presidio, como coautores del homicidio calificado de Luciano Aedo Arias cometido en Hualpén.
Mientras tanto, José Abel Aravena Ruiz, alias "Muñeca", Sergio Agustín Mateluna Pino, alias "Guatón "rdenes", Luis Enrique Andaur Leiva, y Patricio Alfredo Bertón Campos fueron sentenciados a la pena de 10 años y un día de presidio como coautores del homicidio calificado de Nelson Herrera Riveros cometido en el Km. Uno del Camino a Santa Juana, en el sector Idahue.
El único procesado y acusado que había decretado Aldana por el homicidio calificado de Mario Lagos Rodríguez, cometido en la Vega Monumental, el criminal Manuel Ángel Morales Acevedo, alias "Baretta", fue absuelto por el ministro.
Respecto de Los Ángeles, el fallo señala que Bruno Antonio Soto Aravena, alias "Chico Pato", y José Artemio Zapata Zapata, alias "Huaso", deberán cumplir una pena de 10 años y un día de presidio como coautores del homicidio calificado de Mario Mujica Barros.
Mientras que por los hechos de Valdivia, Gerardo Meza Acuña, alias "Patitas", y Luis René Torres Méndez, alias "Negro Mario", fueron sentenciados a la pena de 15 años y un día, como coautores de dos homicidios calificados cometidos en Puente Estancilla, camino a Niebla, en las personas de Rogelio Tapia De La Puente y Raúl Barrientos Matamala. Por este mismo hecho, Luis Alberto Moraga Tresckow, fue sentenciado a 5 años de presidio, concediéndole el beneficio de la libertad vigilada.
Por último, Oscar Alberto Boehmwald Soto y Ema Verónica Ceballos Núñez, alias "Flaca Cecilia", fueron sentenciados a una pena de 10 años y un día, como coautores del homicidio calificado de Juan José Boncompte Andreu, cometido en la Población Teniente Merino.
Tres de los criminales implicados fallecieron en el lapso entre el fallo de primera instancia y la resolución de la Corte; en septiembre de 2019 se suicidó el criminal condenado José Zapata, en julio de 2020 falleció el también condenado Gerardo Meza Acuña y en diciembre de 2021 falleció el "Baretta", Manuel Ángel Morales Acevedo que, insólitamente, aunque no había sido condenado por Aldana, su absolución fue apelada por los abogados querellantes.
Señalemos que en el curso del proceso, el ministro Aldana se negó a procesar por asociación ilícita al mismo Moraga Tresckow y a Boehmwald Soto, y en su fallo de primera instancia no condena por este ilícito a Mandiola Arredondo, el jefe de la CNI en Concepción y gestor de la acción concertada de vigilancia, seguimiento y preparación del operativo que culmina en los crimines de agosto, en los que, por lo demás, Mandiola participa activamente. Así mismo, el ministro Aldana se negó a procesar a otra decena de agentes implicados, decisión que fue refrendada por la Corte penquista en su momento.
Acto de homenaje a los militantes asesinados. Concepción. Fotografía de Natalia Figueroa.
Alfa Carbón
Precisamente, en la etapa de investigación, el ministro Aldana logró establecer que en 1984, el jefe de la CNI de Concepción, el mayor del Ejército Jorge Mandiola, recibió antecedentes de la rearticulación en la zona del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), logrando detectar a algunos de sus dirigentes. Tras informar al coronel del Ejército, Marcos Derpich Miranda, jefe de Regionales de la CNI y lograr la confirmación del hecho, se informó al director de la CNI, general Humberto Gordon Rubio (actualmente fallecido), quien determinó que el mayor del Ejército Álvaro Corbalán Castilla, a cargo de la División Antisubversiva y la jefatura de Regionales, coordinaran las operaciones para neutralizar a los miembros del MIR que estaban operando entre las regiones del Biobío y de Los Ríos, denominando estas acciones como «Operación Alfa Carbón».
Producto de lo anterior, Corbalán Castilla ordenó que varios equipos, integrados por agentes de las distintas Brigadas del Cuartel Borgoño, de Santiago, compuestas por dos o tres personas y con movilización y financiamiento otorgados por la División Antisubversiva, se trasladaran a Concepción, Los Ángeles Temuco y Valdivia, para que, en coordinación con miembros de Regionales de la CNI de dichas ciudades, llevaran a cabo las diligencias que las distintas jefaturas les ordenaran.
Asimismo, ordenó a su subalterno Patricio Lorenzo Castro Muñoz que se constituyera en Valdivia, a cargo de los equipos que trasladó de Santiago, para dirigir y llevar a efecto las operaciones en esa región.
En paralelo, y con el mismo fin, Marcos Derpich Miranda dispuso que el jefe del cuartel de Chillán de la CNI, Héctor Reinoso Muñoz, se integrara a su similar de Concepción; Mandiola y el jefe de Puerto Montt, Oscar Boehmwald, junto a dos agentes de su unidad, se presentaran ante el jefe de Valdivia, Moraga Tresckow, para apoyar las operaciones respectivas.
Ya en Concepción, los equipos y jefes llegados a la ciudad, más los de esta región, en días cercanos al 23 de agosto de 1984 se reunieron en el cuartel de la CNI ubicado en Avenida Pedro de Valdivia, donde coordinaron las acciones a desarrollar, siendo liderados por Álvaro Corbalán, Joaquín Molina (fallecido) y Marcos Derpich. En esa reunión se tomó la decisión de realizar diversos allanamientos y detenciones (sin existir órdenes judiciales ni procesos judiciales) y que el destino de los detenidos dependía del grado de peligrosidad para el régimen militar imperante en el país, asumiendo que algunos de estos podrían resultar muertos. Esta operación, comprendía acciones represivas tanto en Talcahuano y Concepción como en Los Ángeles, Temuco, Valdivia y otras localidades de la zona sur.
Los hechos
En la mañana del 23 de agosto de 1984, varios equipos de la CNI montaron acciones de seguimiento sobre tres miembros del MIR en la Plazoleta El Ancla, en Talcahuano. Uno de ellos, Luciano Humberto Aedo Arias, abordó un bus de la locomoción colectiva, en dirección al sector Hualpencillo, lugar en que se bajó de móvil y trató de huir a pie, siendo interceptado por miembros de la CNI -alrededor del mediodía- en la esquina de las calles Grecia con Nápoles, lugar en que el agente Luis Hernán Gálvez Navarro, le disparó con un arma de fuego que portaba, cayendo herido al suelo, acercándose el agente Roberto Antonio Farías Santelices, quien lo remató con una ráfaga en la espalda de su fusil AKA 47.
Los otros dos miembros del MIR detectados y vigilados antes en Talcahuano, Nelson Adrián Herrera Riveros y Mario Octavio Lagos Rodríguez, subieron a otro microbús de recorrido a Concepción, los que fueron seguidos por otros equipos operativos de la CNI, que en el trayecto se coordinaron con Carabineros para interceptar el autobús -que iba con pasajeros- frente a la Vega Monumental. Al llegar el vehículo a dicho lugar los miembros de la CNI interceptaron el microbús y ordenaron bajar a todas las personas del vehículo de locomoción colectiva, pero como algunos se negaron, entre ellos los perseguidos, lanzaron bombas lacrimógenas.
Cuando descendieron, dispararon a Herrera y Lagos causándole heridas. Lagos Rodríguez intentó huir, por lo que un agente le disparó con el fusil AKA que portaba provocándole la muerte en el mismo lugar.
Por su parte, Herrera Riveros fue aprehendido por los agentes de la CNI Sergio Mateluna Pino, José Abel Aravena Ruiz, Luis Andaur Leiva y Patricio Alfredo Bertón Campos, quienes lo introdujeron a uno de sus vehículos y se dirigieron al Hospital Regional de Concepción para la atención de sus heridas. No obstante, durante el trayecto, Derpich Miranda ordenó su ejecución por lo que lo llevaron al kilómetro 0.9 del camino a Santa Juana en donde lo bajaron del vehículo y Aravena Ruiz le ordena a Andaur Leiva ejecutar el crimen; éste le disparó con su revólver en la frente, ocasionándole una herida a bala cráneocerebral, que le produjo la muerte instantánea.
Alrededor de las 17:30 horas de mismo día, una vez que los agentes de la CNI de Concepción José Zapata Zapata y Bruno Soto Aravena que seguían a Mario Mujica Barros, junto a varios equipos que lideraba el fallecido Karl Johans Bauer, siguiendo las instrucciones de su jefe Jorge Camilo Mandiola Arredondo, se acercaron al domicilio de Mujica Barros en la Población Orompello de Los Ángeles. Ingresaron por sorpresa y violentamente al inmueble disparándole a la víctima en la cabeza, mientras se encontraba en el suelo, causándole la muerte.
Mientras tanto, a eso de las 16 horas del 23 de agosto de 1984, equipos operativos de la CNI llegados desde Santiago, dirigidos por Patricio Castro Muñoz, detuvieron a Rogelio Tapia de la Puente y Jaime Barrientos Matamala cerca del Puente Las Ánimas, en la ciudad de Valdivia. Posteriormente, cruzaron el río Calle Calle en un transbordador y los trasladaron al Puente Estancilla, ubicado en el Camino de Valdivia a Niebla, en el sector de Torobayo, lugar en que previamente se había cortado el tránsito de todo vehículo y personas por Carabineros y en circunstancias que los detenidos se encontraban amarrados de manos y vendada su vista, los agentes procedieron a ejecutarlos, por orden de Castro Muñoz, disparando él, además de los agentes Luis René Torres Méndez y Gerardo Meza Muñoz y otros no identificados en el proceso. Asimismo, el jefe regional de la CNI de Valdivia, Luis Moraga Tresckow, quien se habría negado a disparar, ante la orden reiterada de Castro Muñoz, los remató. Las víctimas recibieron múltiples heridas de proyectil, algunas de las cuales impactaron a Tapia de la Puente y Barrientos Matamala en el cráneo y tórax. Posteriormente, a los fallecidos se les colocó armas en las manos para simular un enfrentamiento.
Al día siguiente, 24 de agosto de 1984, alrededor de las 15 horas, varios equipos operativos de la CNI, a cargo de Patricio Castro Muñoz, rodearon el domicilio de Juan José Boncompte Andreu, ubicado en la Población Teniente Merino de Valdivia, ingresando a este para detener a Boncompte Andreu, quien trató de huir de sus captores, siendo herido por los disparos de Oscar Boehmwald Soto, cayendo al suelo, lugar en que Ema Verónica Ceballos Núñez le disparó con su arma de fuego en la cabeza, provocando su muerte.
Corte Suprema confirma condenas de 15 agentes CNI por crímenes de operación Alfa Carbón
Fuente :resumen.cl, 5 de Marzo 2024
Categoría : Prensa
La Corte Suprema confirmó las sentencias que pesan sobre 15 ex agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) por su responsabilidad en los homicidios calificados de siete militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) perpetrados los días 23 y 24 de agosto de 1984 en una coordinada acción represiva que se desarrolló en las ciudades de Concepción, Los Ángeles, Temuco y Valdivia, denominada "Operación Alfa Carbón" por los órganos represivos, pero popularmente conocida como "Matanza de la Vega Monumental".
La operación represiva culminó el 23 de agosto con el asesinato de Luciano Humberto Aedo Arias, de 34 años de edad, cometido en la actual comuna de Hualpén; en Concepción, en el frontis de la Vega Monumental, fueron ultimados Nelson Adrián Herrera Riveros, 30 años, y Mario Octavio Lagos Rodríguez, de 34 años. El mismo día en Los Ángeles fue asesinado Mario Ernesto Mujica Barros, de 32 años, y en Valdivia fueron ejecutados Rogelio Humberto Tapia de la Puente, de 31 años, y Raúl Jaime Barrientos Matamala, 23 años. Al día siguiente, fue ejecutado Juan José Boncompte Andreu, de 31 años. Además de ello, como parte de la ofensiva represiva, decenas de personas, militantes y resistentes a la dictadura, fueron detenidas en las ciudades mencionadas y en otros pueblos y localidades del sur.
En fallo unánime (causa Rol 75.716-2022), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros y ministras Haroldo Brito Cruz, Jorge Dahm Oyarzún, Leopoldo Llanos Sagristá, la abogada (i) Leonor Etcheberry C. y el abogado (i) Gonzalo Ruz L. – rechazó los recursos de casación en la forma y en fondo interpuestos por ocho de los criminales condenados y descartó error de derecho en la sentencia impugnada, dictada por la Corte de Apelaciones de Concepción en junio de 2022 (rol 325-2019), que ratificó la de primera instancia dictada en mayo de 2018 (rol 11-2009) y que condenó a los acusados por su responsabilidad en los delitos.
Los criminales
Con esta resolución, la Segunda Sala, confirma la sentencia que condena a los 15 ex agentes de la CNI; otros dos condenados en primera instancia fallecieron en el curso del proceso. Los condenados son seis ex oficiales de Ejército que operaban como mandos en la CNI, el ex Brigadier Marcos Spiro Derpich Miranda, a la época de los hechos jefe de la División Regionales de la CNI, y el ex teniente coronel Álvaro Julio Federico Corbalán Castilla, jefe de la división Anti Subversiva de la CNI, quienes quedaron condenados a penas de 20 años de presidio como coautores de todos los homicidios calificados y a 5 años y un día de presidio como coautores de asociación ilícita.
El ex capitán, Patricio Lorenzo Castro Muñoz, alias "BJ", deberá purgar una pena de 15 años y un día de presidio por los tres homicidios calificados cometidos en Valdivia; y a 5 años y un día de presidio como coautor de asociación ilícita. El ex teniente coronel Jorge Camilo Mandiola Arredondo, a la época de los hechos jefe regional de la CNI Concepción, fue condenado a 15 años y un día de presidio como coautor de los homicidios calificados cometidos en Talcahuano, Concepción y Los Ángeles. El ex teniente coronel Luis Alberto Moraga Tresckow, a la época de los hechos jefe regional de la CNI Valdivia, y autor material de los crímenes perpetrados en Puente Estancilla, en Valdivia, fue condenado a cinco años de libertad vigilada. El ex mayor Oscar Alberto Boehmwald Soto, jefe regional de la CNI Puerto Montt, fue condenado a 10 años de presidio por el homicidio calificado perpetrado en la ciudad de Valdivia en la persona de Juan José Boncompte Andreu.
En tanto, los agentes Luis Hernán Gálvez Navarro y Roberto Antonio Farías Santelices, quedan condenados a la pena de 10 años y un día de presidio, como coautores del homicidio calificado de Luciano Aedo Arias cometido en Hualpén. Mientras que, José Abel Aravena Ruiz, Sergio Agustín Mateluna Pino, Luis Enrique Andaur Leiva, y Patricio Alfredo Bertón Campos fueron sentenciados a la pena de 10 años y un día de presidio como coautores del homicidio calificado de Nelson Herrera Riveros cometido en el Km. Uno del Camino a Santa Juana, en el sector Idahue. El único procesado y acusado que había decretado el ministro sustanciador Carlos Aldana por el homicidio calificado de Mario Lagos Rodríguez, cometido en la Vega Monumental, el criminal Manuel Ángel Morales Acevedo, fue absuelto por el ministro. Luego, en el curso del proceso, este individuo falleció en diciembre de 2021.
Respecto del crimen cometido en Los Ángeles, el agente Bruno Antonio Soto Aravena, deberá cumplir una pena de 10 años y un día de presidio como coautor del homicidio calificado de Mario Mujica Barros. El otro condenado en primera instancia a la misma pena por este crimen, José Artemio Zapata Zapata, se suicidó en septiembre de 2019. Por los hechos criminales cometidos en Valdivia, el agente Luis René Torres Méndez, fue sentenciado a la pena de 15 años y un día de presidio, como coautor de los dos homicidios calificados cometidos en Puente Estancilla, camino a Niebla, en las personas de Rogelio Tapia De La Puente y Raúl Barrientos Matamala.
Por este mismo hecho, también había sido condenado en primera instancia a la misma pena el agente Gerardo Meza Acuña, pero este individuo falleció en julio de 2020. Por último, además de Oscar Alberto Boehmwald Soto, la agente Ema Verónica Ceballos Núñez, fue sentenciada a la pena de 10 años y un día de presidio, como coautora del homicidio calificado de Juan José Boncompte Andreu, cometido en la Población Teniente Merino.
Señalemos que en el curso del proceso (causa rol 11-2009), el ministro Carlos Aldana se negó a procesar a otra decena de agentes implicados en los hechos criminales, decisión que fue refrendada en su momento por la Corte de Apelaciones penquista. Así mismo, el ministro Aldana se negó a procesar por asociación ilícita a los implicados oficiales Luis Moraga Tresckow y Oscar Boehmwald Soto; y por este ilícito, a pesar de someterlo a proceso, no condenó a Jorge Mandiola Arredondo, el jefe de la CNI en Concepción y gestor de la acción concertada de vigilancia, seguimiento y preparación del operativo que culmina en los crimines de agosto, en los que Mandiola Arredondo participa activamente.
Además, el criminal condenado Patricio Castro Muñoz, pretendió cuestionar la legalidad del proceso judicial y de la condena en su contra, y recurrió en octubre pasado al Tribunal Constitucional (TC) invocando vicios de inconstitucionalidad en el juicio y la condena que le afectaba. No obstante, el 9 de enero del presente año, el TC se pronunció declarando inadmisible el recurso presentado por el criminal y su representante, rechazando el libelo.
La Operación Alfa Carbón
En la etapa de investigación, se logró acreditar que a comienzos del año 1984, el jefe de la CNI de Concepción, el mayor Jorge Mandiola, recibió antecedentes de la rearticulación en la zona del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), logrando detectar a algunos de sus dirigentes y a un gran número de militantes y resistentes. Tras informar a su superior, el coronel Marcos Derpich Miranda, jefe de la división Regionales de la CNI, y habiendo confirmado la detección de la orgánica mirista en el sur, informaron al director de la CNI, general Humberto Gordon Rubio (actualmente fallecido), quien determinó que el mayor Álvaro Corbalán Castilla, a cargo de la División Antisubversiva se coordinara con la jefatura de Regionales, para realizar operaciones destinadas a neutralizar a los miembros del MIR que estaban operando entre las regiones del Biobío y de Los Ríos, denominando estas acciones como «Operación Alfa Carbón».
Producto de lo anterior, Álvaro Corbalán dispuso que varios equipos, integrados por agentes de distintas Brigadas del Cuartel Borgoño (Azul, Amarillo, Verde, Café y Especial), de Santiago, compuestos por dos o tres personas y con movilización y financiamiento otorgados por la División Antisubversiva, se trasladaran a Concepción, Los Ángeles, Temuco y Valdivia, para que, en coordinación con miembros de las unidades Regionales de la CNI de dichas ciudades, llevaran a cabo las diligencias que las distintas jefaturas les ordenaran.
Asimismo, Corbalán ordenó a su subalterno Patricio Lorenzo Castro Muñoz, subjefe de la Amarillo, que se constituyera en Valdivia, a cargo de los equipos que trasladó desde Santiago, para dirigir y llevar a efecto las operaciones en esa región. Del mismo modo, ordenó a Krantz Johans Bauer, subjefe de la Especial, que se constituyera en Los Ángeles a hacerse cargo de las labores operativas, apoyado por equipos conjuntos de Santiago y Regionales.
En paralelo, y con el mismo fin, Marcos Derpich Miranda dispuso que el jefe del cuartel de Chillán de la CNI, Héctor Reinoso Muñoz y agentes de su unidad, se integrara a su similar de Concepción, y que el jefe de Puerto Montt, Oscar Boehmwald, junto a agentes de su unidad, se presentaran ante el jefe de Valdivia, para apoyar las operaciones represivas.
Con la información acumulada a través de seguimientos, vigilancias y escuchas, los mandos CNI deciden dar el golpe definitivo. En días previos al hecho, liderados por Álvaro Corbalán, Joaquín Molina Fuenzalida (fallecido), Marcos Derpich, y otros, se reunieron en el cuartel de la CNI ubicado en calle Bahamondes con Avenida Pedro de Valdivia, en Concepción, los mandos, los jefes y equipos y llegados a la ciudad, más los agentes locales, instancia en que se coordinaron las acciones a desarrollar.
En esa reunión se tomó la decisión de realizar diversos allanamientos y detenciones (sin existir órdenes ni procesos judiciales al respecto) y que el destino de los detenidos dependía del grado de peligrosidad para el régimen militar imperante en el país. Allí los mandos CNI establecieron que miristas serían eliminados y quienes detenidos al momento de "reventar" o ejecutar la operación. Esta operación, comprendía acciones represivas tanto en Talcahuano y Concepción como en Los Ángeles, Temuco, Valdivia y otras localidades de la zona sur.
Los hechos
La fecha escogida por los mandos CNI fue el día 23 de agosto de 1984. En la mañana del día 23, en Concepción, varios equipos de la CNI montaron acciones de seguimiento sobre tres miembros del MIR, los que confluyeron en un restaurant ubicado en la Plazoleta El Ancla, en Talcahuano. Ellos eran Nelson Herrera, Mario Lagos y Luciano Aedo.
Alrededor del mediodía, uno de ellos, Luciano Humberto Aedo Arias, abordó un bus de la locomoción colectiva, en dirección al sector Hualpencillo donde residía, lugar en que se bajó del autobús al percatarse del ostensible seguimiento, y trató de huir a pie, siendo interceptado por los agentes CNI en la esquina de las calles Grecia con Nápoles. En ese momento, el agente Luis Hernán Gálvez Navarro, le disparó con un arma de fuego que portaba, cayendo Luciano herido al suelo; luego se acerca al caído el agente Roberto Antonio Farías Santelices, quien lo remató con una ráfaga en la espalda con un fusil AKA 47.
Un par de horas más tarde, y sin percibir lo que ocurría en las afueras, los otros dos miembros del MIR detectados y vigilados en el restaurant en Talcahuano, Nelson Adrián Herrera Riveros y Mario Octavio Lagos Rodríguez, subieron a otro microbús de recorrido a Concepción, los que fueron seguidos por otros equipos operativos de la CNI, que en el trayecto se coordinaron con Carabineros para interceptar el autobús -que iba con pasajeros- frente a la Vega Monumental.
Al llegar el vehículo a dicho lugar los miembros de la CNI interceptaron el microbús y ordenaron descender a todas las personas del vehículo de locomoción colectiva, pero como algunas personas se negaron, entre ellos los perseguidos, lanzaron bombas lacrimógenas al interior del microbús forzando su desalojo.
Una vez que los pasajeros bajaron, los dos miristas descendieron del micro con las manos en alto, pero los agentes CNI dispararon en el acto a Herrera y Lagos causándoles heridas. Mario Lagos intentó huir, por lo que un agente le disparó con el fusil AKA que portaba provocándole la muerte en el mismo lugar.
Por su parte, Nelson Herrera Riveros fue aprehendido por los agentes de la CNI Sergio Mateluna Pino, José Abel Aravena Ruiz, Luis Andaur Leiva y Patricio Alfredo Bertón Campos, quienes lo introdujeron a uno de sus vehículos y -como parte del montaje- anunciaron a viva voz que se dirigirían al Hospital Regional de Concepción para la atención de las heridas del detenido.
No obstante, se desviaron del trayecto y lo llevaron al kilómetro 0.9 del camino a Santa Juana en donde lo bajaron del vehículo y Aravena Ruiz le ordena a Andaur Leiva ejecutar el crimen; éste le disparó con su revólver en la frente, ocasionándole una herida a bala cráneo cerebral, que le produjo la muerte instantánea, tal como Derpich Miranda se los había ordenado por radio.
Para culminar la farsa, los ejecutores se dirigen con el asesinado al Hospital Regional y lo ingresan por urgencias, ya fallecido. A Nelson Herrera los agentes lo dejaron en el hospital esposado a la espalda. Más tarde volvieron para soltar y recuperar las esposas.
Los Ángeles
En Los Ángeles, alrededor de las 17:30 horas de mismo día 23, una vez que los agentes de la CNI de Concepción José Zapata Zapata y Bruno Soto Aravena que seguían a Mario Mujica Barros, junto a varios equipos que lideraba el fallecido Krantz Johans Bauer, siguiendo las instrucciones de su jefe Jorge Camilo Mandiola Arredondo, se acercaron al domicilio de Mujica Barros en la Población Orompello de Los Ángeles. Ingresaron por sorpresa y violentamente al inmueble disparándole a la víctima en la cabeza, mientras se encontraba en el suelo, causándole la muerte.
Valdivia
Mientras tanto, en Valdivia a eso de las 16 horas del 23 de agosto, equipos operativos de la CNI llegados desde Santiago, dirigidos por Patricio Castro Muñoz, detuvieron a Rogelio Tapia de la Puente y Jaime Barrientos Matamala cerca del Puente Las Ánimas, en la ciudad de Valdivia. Posteriormente, cruzaron el río Calle Calle en un transbordador y los trasladaron al Puente Estancilla, ubicado en el Camino de Valdivia a Niebla, en el sector de Torobayo.
En ese lugar, en que previamente se había cortado el tránsito de todo vehículo y personas por Carabineros, y en circunstancias que los detenidos se encontraban amarrados de manos y vendada su vista, los agentes procedieron a ejecutarlos, por orden de Castro Muñoz, disparando él mismo, además de los agentes Luis René Torres Méndez y Gerardo Meza Muñoz y otros no identificados en el proceso. Asimismo, el jefe regional de la CNI de Valdivia, Luis Moraga Tresckow, quien en principio se habría negado a disparar, ante la imperativa orden de Castro Muñoz, los remató con disparos de su arma. Las víctimas recibieron múltiples heridas de proyectil, algunas de las cuales impactaron a Tapia de la Puente y Barrientos Matamala en el cráneo y tórax. Posteriormente, a los fallecidos se les colocó armas en las manos para simular un enfrentamiento.
Al día siguiente, 24 de agosto, alrededor de las 15 horas, varios equipos operativos de la CNI, a cargo de Patricio Castro Muñoz, rodearon el domicilio de Juan José Boncompte Andreu, ubicado en calle Rubén Darío, en la Población Teniente Merino de Valdivia, ingresando a este para eliminar a Boncompte Andreu, quien trató de huir de sus captores por el patio trasero de la vivienda, siendo herido por Oscar Boehmwald Soto.
En el patio trasero le esperaban emboscados otros agentes que también le dispararon; ya en el suelo, lo remató la agente Ema Verónica Ceballos Núñez quien le disparó con su arma de fuego en la cabeza, asegurando su muerte. Juan José Boncompte recibió 22 impactos de bala.
por Darío Núñez