Becerra Hidalgo Miguel Ángel

Rut:

Cargos:

Grado : Contratista

Rama : Civil

Organismos : Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)


proceso Rol N° 12. 293.2005: Caso Miguel Angel Becerra Hidalgo

Fuente :Poder Judicial, 27 de Noviembre 2008

Categoría : Prensa

Considerando:

Primero: Que en relación con el delito de homicidio calificado de Miguel Angel Becerra Hidalgo, se han reunido en autos los siguientes elementos de prueba:

a)  Certificado de defunción de Miguel Ángel Becerra Hidalgo, de fojas 3, el que señala que esta persona falleció el 30 de julio de 1974, en Longaví y la causa de su muerte fue asfixia, intoxicación por monóxido de carbono, homicidio;

b)  Querella de fojas 4, interpuesta por doña Elena Rosa Becerra Hidalgo, por los delitos de secuestro agravado y homicidio calificado de su hermano Miguel Ángel Becerra Hidalgo.

En dicha querella la señora Becerra Hidalgo manifiesta que su hermano Miguel Ángel Becerra Hidalgo, contratista, militante del movimiento denominado Patria y Libertad y, posteriormente, miembro colaborador de la Dirección de Inteligencia Nacional ( DINA), en el mes de enero de l974, le manifestó que viajaría a la ciudad de Concepción, e invitó a su hijo mayor, José Miguel, de 13 años, a pasar una temporada en esa ciudad, a la que el niño accedió; que tiempo después Miguel Ángel Becerra Hidalgo, le comunicó a su cónyuge que el hijo común con el que había viajado se quedaría a vivir con él en esa ciudad; sin embargo, posteriormente, se enteraron que en realidad su sobrino José Miguel nunca viajó con su padre a Concepción sino a Colonia Dignidad, lugar donde se instaló a vivir junto con éste.

Que, el 25 de julio de 1974, su hermano Miguel Ángel visitó a su otro hermano Arístides, en el domicilio de este último, siendo esa oportunidad la última vez que a Miguel Ángel se le vió con vida.

En aquella ocasión ambos hermanos conversaron acerca de los planes que tenía Miguel Ángel, señalando éste que tenía la intención de abandonar su trabajo en la DINA y salir de Colonia Dignidad, sin embargo, “los alemanes” no estarían de acuerdo con su decisión, debido a que él manejaba mucha información acerca de las actividades de la Colonia y no era deseable para ellos que ésta fuera conocida; agregando Miguel Ángel a su hermano que, de todos modos, había decidido definitivamente abandonar las actividades, independiente de cual fuere lo que resolvieren “los alemanes”.

Posteriormente, indica la querellante, el día jueves 29 de julio de aquel año, su hermano Arístides es informado en el Edificio Diego Portales, lugar donde se encontraba de servicio, en su condición de miembro del Cuerpo de Carabineros de Chile, que su hermano Miguel Ángel había sufrido un accidente, trasladándose de inmediato a la casa de su cuñada en Linares, donde se le informa que su hermano Miguel había fallecido.

Se explica en la misma querella que Arístides indagó pormenorizadamente las circunstancias que rodearon la muerte de su hermano Miguel Ángel, es así que se entrevistó con dos sujetos, los que al parecer eran miembros de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, quienes le dijeron que la muerte había sido muy extraña y que ellos pensaban que esto era obra de los comunistas, como represalia por las actividades de Miguel Ángel para la DINA; además, averiguó que no obstante que la causa oficial de la muerte, consignada en el informe de autopsia, era asfixia por inhalación de monóxido de carbono, supuestamente por haberse su hermano dormido al interior de su camioneta, en la que fue encontrado, el médico que practicó la autopsia le indicó que no estaba en condiciones de diagnosticar la muerte en un 100% y por ello que la causa estaba señalada con signos de interrogación. Pudiendo además averiguar,  de los dichos de un campesino de la zona, que éste dio aviso del hallazgo a los militares, que además éste escuchó el ruido del motor de más de un vehículo, lo que sucedió en la madrugada del día martes de esa semana, determinadamente en el lugar en el que, posteriormente se encontró la camioneta de su hermano con el cuerpo de éste.

 

1.- Que se condena al acusado Paúl Schäfer Schneider, ya individualizado, a siete años de presido mayor en su grado mínimo, a la pena accesoria de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena y al pago de las costas de la causa, como autor del delito de homicidio calificado en la persona de Miguel Angel Becerra Hidalgo, hecho cometido en la denominada “Ex Colonia Dignidad”, Parral, entre los días 26 y 29 de julio de 1974 .

2.- Que se condena al acusado Kurt Schnellenkamp Nelaimischkies, ya individualizado, a quinientos cuarenta y un día de presidio menor en su grado medio, a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena y al pago de las costas de la causa, como encubridor del delito de homicidio calificado en la persona de Miguel Ángel Becerra Hidalgo, acaecido en la Ex Colonia Dignidad, Parral, entre los días 26 y 29 de julio de 1974.

3.  Que se condena al acusado Rudolf Hans Cöllen Franzkowsky, ya individualizado, a quinientos cuarenta y un días de presidio menor en su grado medio, a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena y al pago de las costas de la causa, como encubridor del delito de homicidio calificado en la persona de Miguel Ángel Becerra Hidalgo


Condenan a un ex jefe de Colonia Dignidad por el asesinato de un agente en Chile

Fuente :ultimahora.com, 13 de Julio 2009

Categoría : Prensa

La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó hoy un fallo que condena a siete años de prisión a Paul Schaefer, ex líder de la Colonia Dignidad, por el homicidio, en 1974, de Miguel Ángel Becerra Hidalgo, agente de la DINA, la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet.

En fallo unánime, los magistrados de la VIII Sala del tribunal de alzada condenaron también a Kurt Schnellenkamp Nelaimischkies y Rudolf Cöllen Frankowsky, colaboradores de Schaefer, a 541 días de prisión como encubridores del delito, aunque a ambos les concedió el beneficio de la libertad vigilada, informaron fuentes judiciales.

En 2005, después de casi ocho años prófugo de la Justicia, Schaefer fue capturado en Argentina y expulsado a Chile.

Además, el tribunal determinó que los tres condenados deben pagar solidariamente una indemnización total de 170 millones de pesos (unos 310 mil dólares) a nueve querellantes del caso, todos parientes de la víctima.

Schaefer, de 87 años, cumple actualmente una pena de tres años y 300 días de prisión por el almacenamiento de armas de guerra, otra de tres años y un día por torturar a miembros alemanes de la Colonia Dignidad y una tercera de 20 años como autor de cinco violaciones y 21 abusos sexuales contra niños residentes en el enclave.

El ex suboficial del Ejército nazi ha estado desde hace más de dos semanas internado en un hospital penitenciario en estado grave a causa de problemas cardíacos progresivos, según los médicos, que han señalado que su pronóstico es incierto.

Schaefer fundó en 1961 la Colonia Dignidad en las cercanías de la localidad de Parral, unos 3600 kilómetros al sur de Santiago, que con el tiempo se convirtió “en un Estado dentro de otro Estado”, según lo definió el ex presidente de Chile Patricio Aylwin.

El fortificado predio, de unas 16.000 hectáreas, fue utilizado como campo de concentración y de torturas por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), según testimonios de supervivientes.

Miguel Ángel Becerra Hidalgo fue un antiguo miembro del grupo ultraderechista “Patria y Libertad”, que empleó el terrorismo contra el Gobierno de Salvador Allende, que se convirtió en agente de la DINA tras el golpe militar de 1973.

Según consta en el proceso, tenía 33 años cuando fue envenenado entre el 26 y 29 de julio de 1974 en el interior de la Colonia Dignidad, en la que vivía, y su cadáver apareció días después en un paraje cercano, al que fue llevado por Schnellenkamp y Cöllen, que trataron de simular que el hombre había sido arrollado por un vehículo.

El motivo del crimen fue que Becerra se manifestaba disconforme con las torturas y malos tratos que se aplicaban a los presos políticos.

En 2005, después de casi ocho años prófugo de la Justicia, Schaefer fue capturado en Argentina y expulsado a Chile.


Los misteriosos archivos perdidos de Manuel Contreras

Fuente :elmostrador.cl, 9 de Agosto 2015

Categoría : Prensa

Documentos desclasificados, informes de prensa y declaraciones indican que el archivo de Contreras está en alguna parte, quizá en el sur de Chile.

Con su muerte, Manuel Contreras se llevó consigo la clave a una serie de enigmas que aún rodean a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y que, de un modo u otro, podrían haber servido para solucionar casos de violaciones a los Derechos Humanos que se encuentran pendientes.

Quizá el principal de esos enigmas es la ubicación de los archivos de la DINA. Además de la caja fuerte con documentación que Contreras manejaba en su oficina del cuartel Belgrano de la DINA, la ex militante del PS y luego agente de la policía secreta de Pinochet, Luz Arce, relata en su libro El Infierno que existía un archivo llamado “LIDES”, sigla en realidad muy sencilla: “LIsta de DESaparecidos”. Por cierto, hace algunos años, en la época del Informe Valech, Contreras entregó un listado con cerca de 500 nombres y las supuestas ubicaciones de los cadáveres, pero, como se comprobó, muchos de los antecedentes eran falsos.

La verdadera “LIDES” no se sabe dónde está, pero su destino es bastante lógico: “Yo creo que Manuel Contreras se llevó esa información cuando entregó el mando de la CNI”, opinaba Luz Arce en su biografía, en la cual agregaría un dato clave: quien manejaba el “LIDES” para Contreras era un suboficial de su absoluta confianza, Manuel Lucero Lobos.

No obstante, es imposible saber algo más al respecto, pues en una declaración prestada en 2004 ante el ministro en visita Jorge Zepeda, Arce relata que Lucero “murió misteriosamente”, lo mismo que sucedió a varios miembros de la DINA, como el agente Miguel Ángel Becerra, quien trató de desertar de la Colonia Dignidad, donde estaba recluido, y como el cabo de la DINA Manuel Leyton, ambos asesinados con gas sarín.

Los bultos

En 1978, cuando la dictadura era objeto de una fuerte presión por parte de Estados Unidos para que extraditara a los implicados en el crimen de Orlando Letelier en Washington (partiendo por Contreras), apareció una curiosa nota en el vespertino La Segunda, dirigido en aquel entonces por Hermógenes Pérez de Arce. Según recuerda un cable desclasificado del Departamento de Estado (DE) de Estados Unidos, dicho diario informó que en abril de ese año Contreras había enviado 12 contenedores “de documentos” por barco, desde Punta Arenas. En una nota posterior, del 10 de noviembre, La Segunda informó sobre otros tres paquetes que habían sido enviados por Contreras a Europa, entre el 22 y el 25 de mayo.

De acuerdo a lo que relataba el periódico, la CIA se habría enterado de ello y habría pasado el dato al FBI, que supuestamente interceptó los paquetes en Nueva York, realizando copias de algunos de los documentos.

Luego de la publicación, prosigue el cable norteamericano, el abogado de Manuel Contreras, Sergio Miranda Carrington, salió a desmentir a La Segunda, aseverando que si bien el ex jefe de la DINA había estado en Punta Arenas en abril de 1978, sólo lo había hecho para saludar a su viejo amigo Pedro Espinoza, que por ese entonces residía allá y cuya cabeza también era exigida por la Casa Blanca.

Pese al desmentido, el periódico persistió en su versión, afirmando que sus fuentes incluso habían precisado que los documentos enviados en mayo se referían al caso Letelier. Según esta versión, los paquetes habían sido embarcados en un vuelo Branniff, con destino a Alemania y con escala en Nueva York. Siempre en función de la misma fuente, La Segunda afirmaba que los paquetes se encontraban en algún lugar de Europa.

El cable estaba firmado por George Landau, el entonces embajador de EE.UU. en Chile. Este comentaba al final que no tenía antecedentes sobre la veracidad de estas informaciones e incluso preguntaba si el Departamento de Justicia de Estados Unidos podía arrojar alguna luz al respecto. Para finalizar, decía que era conocida la amistad entre Manuel Contreras y Hermógenes Pérez de Arce (lo que este ha desmentido en los últimos días) y por lo mismo especulaba con que “puede ser que Contreras esté desperdigando estas historias para desconcertar a Pinochet y otros líderes gubernamentales”.

Al respecto, el periodista Manuel Salazar precisa en su libro Contreras, historia de un intocable que el 20 de abril de 1978 había zarpado desde Punta Arenas el buque alemán Badenstein, llevando a bordo 23 maletas con documentos de la DINA, embarcados por el general Manuel Contreras, todo lo cual tenía por destino el puerto de Hamburgo.

De acuerdo a Salazar, ello se produjo sólo 12 días después de que Michael Townley fuera abruptamente extraditado a EE.UU. por el crimen de Letelier. Precisa en el mismo libro que “otros bultos misteriosos los envió a través de Lufthansa con destino Nueva York-Frankfurt”, agregando que “versiones posteriores indicaron que la carga que iba en Lufthansa fue transferida a Braniff e interceptada en Nueva York por el FBI. Sobre su contenido, nada se ha sabido”.

Muchas veces se ha especulado con que el destino final de los archivos era Sieburg, la pequeña ciudad donde funcionaba la matriz de Colonia Dignidad en Alemania, país que Contreras había visitado ya entre 1975 y 1976 junto al traficante de armas Gerhard Mertins, un ex oficial de las SS, amigo íntimo de Paul Schäfer y creador de los “círculos de amigos de Colonia Dignidad”, el enclave neonazi que Contreras utilizó como de sus ejes en la comisión de violaciones a los Derechos Humanos.

Los tentáculos de Contreras

Para los norteamericanos, el asunto de los archivos secretos de Contreras era algo mucho más concreto que una supuesta maniobra de desinformación, como especulaba Landau, pues un documento secreto de ese país señala que los bultos existieron y que había dos copias de ellos, además del original.

Se trata de un cable perteneciente a la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), el órgano de inteligencia del Departamento de Defensa, que por lo general poseía información muy exacta, dadas las fuentes de información que mantenía dentro de diversos ejércitos, entre ellos el chileno. El texto, titulado “Los tentáculos de Contreras”, aparentemente constaba de seis páginas, pero tras ser desclasificado solo quedaron tres (dos y media, en realidad, pues la primera página del documento está tachada casi por completo). La fecha del texto sería el 1 de enero de 1989.

El reporte indica que “el general chileno en retiro Manuel Contreras, ex director de la DINA y figura clave en el asesinato Letelier-Moffit, ha tomado extremas precauciones para proteger al presidente Pinochet de un involucramiento directo en la decisión-concreción/proceso de autorización de ese asesinato. (Tachado). Todos los archivos gubernamentales relativos al asesinato Letelier-Moffit en Washington, en 1976, así como los del homicidio del predecesor de Pinochet como Comandante en Jefe del Ejército, Carlos Prats y su esposa, en Buenos Aires; y el atentado en contra de la vida del opositor del régimen Bernardo Leighton, en Roma, en 1975, fueron removidos por Contreras de los archivos de la DINA”.

Asimismo, el informe de la CIA afirma que “además de documentos internos de la DINA, los archivos incluyen todos los archivos/reuniones al nivel ministerial y del Consejo de Seguridad Nacional sobre los tres incidentes”.

De acuerdo al autor del informe, “Contreras hizo dos copias de cada documento, enviando una a Alemania y otra a Paraguay, para guardarlas en cajas fuertes, mientras que el material restante lo retiene almacenado bajo su control, en el sur de Chile”.

Los alemanes

¿Se referían con ello a Colonia Dignidad?  Es lo más probable, dada la cercanía de Contreras con Paul Schäfer y la gigantesca extensión del fundo principal de la colonia en Parral (17 mil hectáreas), en el cual aún no son hallados los restos de las cerca de 30 prisioneros políticos que diversos colonos reconocen que fueron asesinados allí (los cuales habrían sido cremados y lanzados al río Perquilauquén en los años 80) ni tampoco otras evidencias, pues como lo señaló el fallo por asociación ilícita dictado el año pasado en contra de Manuel Contreras y los jerarcas de Dignidad, al interior de ese recinto y “con el fin de ocultar las actividades delictivas, el superior de la villa y sus colaboradores más cercanos, procedieron a ocultar en el predio todo rastro de las víctimas, esconder las armas y a enterrar varios vehículos que desaparecieron junto con ellas”.

Cabe recordar que en el año 2005, cuando fue hallado el arsenal de Schäfer, tanto en Parral como en el recinto que poseen en Bulnes se encontraron además las cajas que contienen las 45 mil fichas que el juez Jorge Zepeda desclasificó el año pasado. Junto a esos documentos, que eran confeccionados por Gerd Seewald, jefe de inteligencia de la colonia, y compartidos con el jefe de la Brigada Regional Sur de la DINA, Fernando Gómez Segovia, se hallaron cientos de carpetas y sobres vacíos, con referencias a otras fichas que nunca han sido halladas.

Varias de ellas, según diversos testimonios, como el del ex colono Franz Bäar, fueron quemadas en la fábrica de ladrillos hacia 1997, pero es difícil que las hayan eliminado todas y, especialmente, que se hayan deshecho de la información más sensible.

Al respecto, el abogado Hernán Fernández, que comenzó a perseguir judicialmente a Schäfer en 1996, señala que es muy probable que Contreras haya dejado en manos de Dignidad todo o parte de sus archivos, pues “lo que se ha encontrado hasta ahora es una parte ínfima y muy parcial de las informaciones que Colonia Dignidad almacenó por décadas y en medio de una época en que existió una asociación extremadamente cercana entre Contreras y Schäfer”.