Cárcel De San Javier


Ubicación:Calle Tacna Esquina Torre Blanca Nº 1145 San Javier VII Región

Rama:Gendarmería

Geolocalización: Google Maps Link


Descripción General

Categoría : Otra Información

La antigua Cárcel de San Javier comuna de San Javier, sirvió como el centro principal de detención de la región.

 

Fuentes de Información Consultadas: Informe Rettig;  Informe Valech; Memoriaviva;


Un general chileno ingresa en un geriátrico para evitar la cárcel

Fuente :lavanguardia.com, 11 de Abril 2008

Categoría : Prensa

El general chileno retirado Sergio Arellano Stark ingresó en un centro geriátrico de Santiago hoy, cuando debía empezar a cumplir una condena de seis años de prisión por el asesinato en 1973 de cuatro presos políticos, informaron fuentes judiciales.

Según la defensa, el jubilado general, de 87 años, padece Alzheimer, aunque el abogado Hugo Gutiérrez, querellante en el caso de la "Caravana de la Muerte", se declaró "indignado" al señalar que Arellano Stark utiliza la misma estrategia de Augusto Pinochet para evitar la cárcel.

Otro oficial chileno, Carlos Romero Muñoz, condenado también a seis años de prisión en el mismo proceso, fue ingresado hoy en el Hospital Militar para ser sometido a una operación debido a que está afectado de cáncer.

El juez de la causa, Víctor Montiglio, ordenó que ambos sean vigilados por guardias penitenciarios y que sean sometidos a varios análisis médicos. Si se decide que están en buenas condiciones de salud, deberán ser trasladados de inmediato a la prisión militar "Cordillera", de Santiago, para cumplir la pena, ratificada por la Corte Suprema el pasado 15 de octubre.

Arellano Stark fue en 1973 el jefe de la denominada "Caravana de la Muerte", cuyos miembros asesinaron en un recorrido por Chile a un centenar de presos políticos, y la condena, primera dictada contra él, corresponde al "episodio San Javier" del caso.

En San Javier, localidad situada a 275 kilómetros al sur de Santiago, el 2 de octubre la comitiva comandada por Arellano Stark sacó de la cárcel y posteriormente asesinó a cuatro presos políticos: Teófilo Arce Toloza, José Sepúlveda Baeza, Leopoldo González Norambuena y Segundo Sandoval Gómez, este último un estudiante de secundaria de 16 años, según la sentencia.

Además de Arellano y Romero, fueron condenados Mario Cazenave Pontanilla, José Parada Muñoz y Julio Barrios Espinace a cuatro años de presidio con el beneficio de libertad vigilada.

La "Caravana de la Muerte" dejó entre octubre y noviembre de 1973 una secuela de asesinatos de norte a sur de Chile, en un recorrido ordenado por el propio Pinochet, que nombró a Arellano Stark su "oficial delegado".

En el año 2000 el juez Juan Guzmán procesó a Pinochet y ordenó su arresto como presunto autor de 18 homicidios y 55 secuestros (desapariciones) cometidos en la "Caravana de la Muerte".

La Corte de Apelaciones rebajó los cargos contra Pinochet a "encubridor" de los crímenes y finalmente la Corte Suprema sobreseyó su caso al recibir informes que señalaban que el dictador padecía "demencia".


Muere ‘el Lobo’, líder de la ‘caravana del horror’ de la dictadura chilena

Fuente :elpais.com, 10 de Marzo 2016

Categoría : Prensa

A los 94 años y sin pisar nunca una cárcel, ha muerto esta madrugada en Santiago de Chile uno de los represores más crueles y simbólicos de la dictadura chilena, el general Sergio Arellano Stark. Luego del golpe de Estado de septiembre de 1973, Augusto Pinochet lo nombró líder de la comitiva de militares que recorrió Chile en helicóptero Puma para matar a opositores. La Caravana de la muerte, como se le conoce al operativo, asesinó a unas 90 personas en diferentes ciudades del país: 72 en el norte y 18 en el sur. Aunque en 1999 llegó a ser procesado y en 2008 fue condenado a seis años de presidio efectivo por el homicidio de cuatro personas en la ciudad de San Javier, nunca estuvo en una cárcel. En diciembre pasado, finalmente, la Corte Suprema confirmó su sobreseimiento por demencia y ha muerto cumpliendo su pena en libertad.

“El represor que encabezó una de las operaciones de exterminio más grandes, murió en la absoluta impunidad. Junto con ser un genocida, fue un cobarde: siempre eludió su responsabilidad ligándosela a otros y en los últimos años se refugió en una supuesta senilidad”, señala la abogada de derechos humanos Carmen Hertz, viuda de una de las víctimas de la Caravana de la Muerte.

Nacido en junio de 1921, Arellano Stark fue delegado militar en España a comienzos de la década del 70. En septiembre de 1973 era comandante del Comando de Tropas del Ejército y fue uno de los conspiradores más duros del Golpe de Estado. Pocas horas antes de la insurrección, se hizo cargo de la Agrupación de Combate Santiago Centro. Formada por personal de distintas secciones de la institución, fue la responsable de los principales operativos represivos de la capital chilena entre septiembre y noviembre de 1973, incluido los asesinatos de los colaboradores de Salvador Allende en La Moneda. A fines de septiembre, paralelamente, Pinochet lo nombró líder de la caravana. Entre los militares que conformaron la comitiva se hallaban Sergio Arredondo, Pedro Espinoza, Marcelo Moren Brito y Armando Fernández Larios, que en enero de 1975 fue uno de los dos hombres que llegaron hasta la casa de una veinteañera Michelle Bachelet para tomarla prisionera junto a su madre.

A la ciudad de Calama, en el norte del país, la Caravana de la muerte llegó el 19 de octubre de 1973. En medio del desierto, esa tarde asesinaron brutalmente a 26 prisioneros políticos que se hallaban detenidos luego del Golpe de Estado. Una de las víctimas fue el abogado comunista Carlos Berger, de 30 años, casado con Hertz y padre de un niño de 11 meses que, de adulto, relató su historia y la de su familia en el documental Mi vida con Carlos. Su mujer tenía 26 años cuando lo asesinaron y, desde entonces, la abogado dedicó su vida a las causas de derechos humanos. En 1985, en plena dictadura, presentó la primera querella contra Arellano Stark por los crímenes de Calama, pero la Justicia rápidamente aplicó la Ley de Amnistía. Posteriormente, desde la llegada de la democracia en 1990, Hertz y otros familiares de las víctimas intentaron en diversas oportunidades que los tribunales juzgaran a los responsables de los crímenes. Pero recién en 1999 tuvieron resultados, cuando el magistrado Juan Guzmán procesó a Arellano por el caso Caravana. Cuando Pinochet regresó a Chile en marzo de 2000 luego de la detención en el Reino Unido, esta misma causa permitió su desafuero como senador vitalicio.

Arellano Stark siempre alegó inocencia, pese a que luego de liderar la comitiva en 1973 fue premiado y ascendido por Pinochet. De acuerdo a la investigación periodística La historia oculta del régimen militar, a Arellano sus compañeros de armas le decían el Lobo: “Era un hombre con carisma y don de mando dentro del Ejército. A su alrededor se había creado una mitología del hombre que había forjado el golpe, y la del oficial implacable que había recorrido el norte y el sur en un helicóptero Puma cuyo rastro fatídico era una cadena de fusilamientos”. Pero su relación con el dictador se deterioró con el paso de los meses. De acuerdo a la investigación de Ascanio Cavallo, Manuel Salazar y Óscar Sepúlveda, en octubre de 1975 sostuvo fuertes discusiones con Pinochet, debido a sus discrepancias con la conducción política del régimen y la disputa de poder con el coronel Manuel Contreras, líder del órgano represivo DINA. Finalmente pasó a retiro a comienzos de 1976, bajo la atenta mirada de Pinochet y su Gobierno.


Condenado el general que dirigió la 'caravana de la muerte'

Fuente :heraldo.es, 17 de Octubre 2008

Categoría : Prensa

Sergio Arellano, de 88 años, fue sentenciado a seis años de cárcel por una causa abierta tras la ejecución de 72 personas durante la dictadura de Pinochet.

Treinta y cinco años después de cometer sus crímenes, el general chileno en retiro Sergio Arellano Stark, de 88 años, fue condenado este jueves a seis años de prisión sin beneficios como autor de cuatro homicidios en el marco de la llamada 'caravana de la muerte", la causa más emblemática por violaciones a los derechos humanos de la dictadura (1973-1990) del ya fallecido Augusto Pinochet (1915-2006).

La sentencia de la Corte Suprema de Justicia, tan tardía y a sólo seis años de prisión efectiva, parece una victoria pírrica para este anciano que gozó de una larga vida en la impunidad. Sin embargo, fue celebrada por familiares de las víctimas con "profunda alegría" por ser la primera condena que se consigue en una causa ominosa en la que fueron ejecutados 72 opositores a lo largo de todo el país, en apenas semanas.

En 1973 Arellano había sido designado por Pinochet para ponerse al frente de un escuadrón que debía "acelerar los procesos contra detenidos políticos" en las distintas regiones chilenas tras el golpe de Estado contra el gobierno del socialista Salvador Allende (1970-73). Pero las instrucciones en papel fueron crueles en la práctica. Junto a otros 14 oficiales, el general ordenó secuestros, torturas y fusilamientos.

La causa puntual por la que fue finalmente fue condenado es la del homicidio de cuatro militantes del Partido Socialista en la localidad de San Javier, al sur de Chile, el 2 de octubre de 1973, casi un mes después del golpe. Teófilo Arce, José Sepúlveda, Leopoldo González y Segundo Sandoval fueron arrestados por el escuadrón, trasladados a una cárcel pública y ejecutados por orden de Arellano.

Otros condenados

Junto con el cabecilla de la 'caravana', fueron condenados otros cuatro militares retirados que lo acompañaban. A Carlos Romero lo sentenciaron a seis años. Y a Mario Cazenave, José Parada y Julio Barrios a cuatro, respectivamente.

El abogado de familiares de las víctimas, Hugo Gutiérrez, expresó la satisfacción de sus clientes y su propia conformidad.

"Cualquier condena que se le aplique a Arellano Stark va a ser baja frente a los crímenes que cometió, pero que vaya a prisión es ya un principio de justicia", declaró. De todos modos, expresó que esperan ver condenados "a todos" los responsables de la Caravana por todos los delitos.

Pinochet había perdido sus fueros por primera vez en razón de esta causa, a pesar de que se defendía argumentando que él no había ordenado fusilar a los detenidos. La justicia lo procesó como máximo responsable, pero la muerte lo eximió de condena.