Ubicación: Valentín Letelier Nº 326 Linares VII Región
Rama:Gendarmería
Geolocalización: Google Maps Link
Descripción General
Categoría : Otra Información
La Cárcel de Linares, ubicada en Valentín Letelier Nº 326, Lote 1,comuna de Linares, sirvió como el centro principal de detención de la región.
El número de detenidos superaba con creces la capacidad del recinto. Las condiciones de hacinamiento y, al mismo tiempo, la incomunicación a la que fueron sometidos numerosos detenidos, incluso por varios meses, hacían muy penosa la reclusión. A ello se agregaban las condiciones de los interrogatorios, en los que eran torturados. Los prisioneros eran trasladados para ser interrogados a la Escuela de Artillería.
Después de ser interrogados y torturados, eran devueltos a la cárcel en muy malas condiciones físicas, situación que los prisioneros vivieron en repetidas ocasiones. Los testimonios dan cuenta que, en septiembre de 1973, cerca de 60 prisioneros fueron llevados desde la Escuela de Artillería hasta la cárcel a pie y con los brazos en alto, por un trayecto de unas diez cuadras, bajo la amenaza de dispararles si bajaban los brazos. Otros fueron trasladados en camiones, hacinados, aunque estaban en precario estado físico. Relataron que, al interior de la cárcel, la mayor tortura fueron las amenazas, la presión psicológica constante ante el temor de los traslados para los interrogatorios y los prolongados períodos de incomunicación.
A partir de 1980 la mayoría de los prisioneros que llegaban al penal provenían de recintos de la CNI, donde habían sido sometidos a torturas. Algunos de ellos relatan que desde el recinto de la CNI fueron llevados a la Escuela de Artillería y finalmente a la Cárcel de Linares.
Fuentes de Información Consultadas: Informe Rettig; Informe Valech; Memoriaviva;
El jefe de la 'caravana de la muerte', condenado a seis años
Fuente :elpais.com, 15 de Octubre 2008
Categoría : Prensa
La justicia chilena envía a la cárcel a Arellano Stark
La Corte Suprema chilena condenó ayer a seis años de cárcel efectivos, sin el beneficio de libertad antes de cumplir la totalidad de la pena, al general Sergio Arellano Stark, de 88 años, por el asesinato de cuatro prisioneros políticos en octubre de 1973, en uno de los 75 crímenes que cometió la caravana de la muerte. Se trataba de una comitiva militar enviada por el dictador Augusto Pinochet en helicóptero que viajaba de ciudad en ciudad para ejecutar a partidarios del Gobierno del derrocado presidente socialista Salvador Allende mientras éstos se encontraban detenidos; en muchos casos, también hizo desaparecer sus cadáveres.
Ésta es la primera de varias sentencias que se esperan por los crímenes de la caravana de la muerte, uno de los casos emblemáticos de violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura chilena (1973-1990), y por el cual estuvo procesado el propio general Pinochet. La Corte Suprema impuso además una pena similar de seis años de cárcel al ex fiscal militar de la ciudad de Linares en 1973, Carlos Romero, y de cuatro años al coronel retirado Mario Cazenave y a los suboficiales José Parada y Julio Barrios. Cuatro magistrados votaron a favor del fallo y uno en contra, por la supuesta prescripción del crimen y no por la inocencia de los condenados.
El tribunal determinó también que el fisco deberá pagar una indemnización por daños morales equivalente a 97.000 euros a cada una de las dos querellantes en el caso. Desde 2005, los tribunales chilenos han condenado ya en 37 ocasiones a responsables de crímenes durante la dictadura.
Acusaciones
Los militares fueron responsabilizados del asesinato de cuatro jóvenes militantes socialistas -Teófilo Arce (26 años), José Sepúlveda (22), Segundo Sandoval (19) y Mauricio González (20)- que estaban detenidos en la cárcel pública de la ciudad de Linares, 310 kilómetros al sur de Santiago, un mes después del golpe militar que derrocó a Allende, en septiembre de 1973.
Al llegar a Linares, la comitiva al mando de Arellano, que había sido investido de poderes especiales dictados por Pinochet, ordenó al coronel al mando de la Escuela de Artillería, Gabriel del Río, ejecutar a los prisioneros. Del Río se negó, un gesto por el que ayer, 35 años después de los asesinatos, le permitió quedar en libertad, según determinó el fallo judicial. Tras su negativa, Arellano ordenó al fiscal militar que cumpliera su orden.
La versión de esa época señaló que los cuatro socialistas habían intentando arrebatar las armas a sus centinelas durante una diligencia judicial, y que todos murieron en un fallido intento de fuga.
Sin embargo, las investigaciones posteriores realizadas ya en democracia concluyeron que la versión del régimen fue falsa, por las contradicciones sobre el lugar donde ocurrió el crimen y la imposibilidad física de que cuatro personas maniatadas intentaran arrebatar las armas a los militares que los custodiaban. Incluso, de haberlo logrado, el hecho de que todos los prisioneros murieran resulta inverosímil.
El juez del caso, Víctor Montiglio, que había aplicado la autoaministía de la dictadura a los militares implicados en el caso de la caravana de la muerte, recibirá ahora la sentencia de la Corte Suprema y tendrá que resolver dónde cumplen su condena.
Los crímenes de esta comitiva militar tuvieron un doble sentido desde la perspectiva de Pinochet: por una parte, le permitieron atemorizar a la población y, a la vez, asegurar el control de un Ejército en el que no todos sus miembros estaban conformes con el régimen.
Corte Suprema condena a Carabineros en retiro por torturas reiteradas en Linares
Fuente :redmaule.co, 24 de Marzo 2021
Categoría : Prensa
El caso ocurrió entre septiembre de 1973 y enero de 1974, en la ciudad de Linares.
La Corte Suprema condenó a los efectivos de Carabineros en retiro H.E.G.Y. y S.G.G.L. a tres años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada por igual lapso, como autores del delito reiterado de aplicación de tormentos a Querubín Bernardo Cuevas Parra, perpetrado entre septiembre de 1973 y enero de 1974, en la ciudad de Linares, Región del Maule.
La decisión de conceder a los sentenciados la pena sustitutiva de libertad vigilada intensiva, contó con la oposición del ministro Brito, quien estuvo por imponer su cumplimiento efectivo.
Sobe el caso en el fallo se explicó que, "existen varios atestados de testigos que dan cuenta de que la víctima era llevada regularmente a la Escuela de Artillería de Linares, donde era objeto de maltratos físicos y psicológicos de parte del equipo de Carabineros de Chile, conformado por H.E.G.Y. y S.G.G.L, regresando a la cárcel pública de Linares con muestras visibles de haber sido golpeado".
Igualmente, se estableció que no corresponden a un delito continuado de aplicación de tormentos, sino a un delito reiterado, al haber sido cometido en diversas ocasiones a lo largo del tiempo.
Corte de Apelaciones de Talca confirma sentencia que condenó a brigadier del Ejército y a dos oficiales (r) de Carabineros por homicidio y aplicación
Fuente :adprensa.cl, 12 de Julio 2018
Categoría : Prensa
La Corte de Apelaciones de Talca confirmó la sentencia que condenó a brigadier del Ejército y a dos oficiales de Carabineros en retiro por su responsabilidad en los delitos de homicidio y aplicación de tormentos al profesor y jefe de Corfo Querubín Bernardo Cuevas Parra. Ilícitos perpetrados en septiembre de 1973, en Parral y Linares.
En fallo unánime (causa rol 207-2018), la Primera Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Rodrigo Biel, Carlos Carrillo y el abogado (i) Pedro Albornoz– confirmó la sentencia que condenó al exbrigadier Carlos Romero Muñoz a 3 años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada, como encubridor del delito de homicidio; y a los oficiales (r) de Carabineros Hugo González Yáñez y Sergio Gallardo López a la 541 días de presidio, con el beneficio de la remisión condicional, por el delito de aplicación de tormentos.
En la etapa de investigación, el ministro en visita Hernán González García estableció que: «El 12 de septiembre de 1973, Querubín Bernardo Cuevas Parra, fue detenido y golpeado por Carabineros en Parral, resultando con algunas lesiones corporales (…) Luego fue trasladado a la Escuela de Artillería de Linares y a la cárcel de esa ciudad, a la que ingresó el 16 de septiembre de 1973; desde ésta era llevado a dicha Escuela para ser interrogado y, durante su permanencia en ella, recibió golpes que le produjeron lesiones en el cuerpo y fue objeto de malos tratos físicos y psicológicos por parte de algunos de sus interrogadores»
La sala, además, ordenó al ministro González García abrir un nuevo cuaderno para indagar a los responsables directos del homicidio de Cuevas Parra.