Cárcel de Mujeres Buen Pastor, San Felipe


Ubicación: San Felipe V Región

Rama:Gendarmería


Usuarios PRAIS y autoridades recorren excárcel de mujeres de San Felipe y el lugar donde militares asesinaron a Rigoberto Achu y Absalón Wegner

Fuente :serviciodesaludaconcagua.cl, 22 de Junio 2019

Categoría : Otra Información

Reviviendo el dolor y destacando la integridad de ex prisioneras políticas y de los militantes ejecutados a pasos de la entrada de la cárcel de San Felipe, representantes de la Universidad de Valparaíso, del Museo de la Memoria, del Servicio de Salud y el Gobernador de San Felipe, se comprometieron 

Luego de acompañar a ex prisioneras políticas detenidas en la ex cárcel de mujeres de San Felipe y de conocer el sitio exacto donde una patrulla militar a cargo del general (r) Héctor Orozco asesinó al militante socialista Rigoberto Achú Liendo y al entonces Director del Servicio de Salud Aconcagua, Dr Absalón Wegner Millar, la Directora del Servicio de Salud Aconcagua Dra Vilma Olave y el Gobernador Eduardo León, reiteraron su compromiso de seguir trabajando con los usuarios PRAIS para que junto al Museo de la Memoria y al Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso se realicen actos reparatorios que, al menos en parte, alivien el daño causado por el Estado chileno.

A pesar de revivir situaciones dolorosas, tanto las ex prisioneras, como los ex presos políticos que compartieron los últimos días con Absalón Wegner y Rigoberto Achú, tuvieron la entereza de describir hechos que recuerdan y que hasta ahora no habían sido compartidos en ningún acto público, además de destacar la amistad e integridad del médico y del militante socialista ejecutados un jueves 13 de diciembre de 1973.

En el recorrido, con serenidad fueron recordando y relatando los tratos que sufrieron en los centros de interrogatorios. "Era un sufrimiento cada vez que nos trasladaban a los centros de interrogatorios. Allí nos maltrataban, nos golpeaban, nos violaban. Por eso que a este sitio, a esta ex cárcel, donde actualmente se ubica el Colegio y el Centro Cultural del Buen Pastor, nosotras le llamamos un centro por la paz, porque aquí, a pesar de que éramos presas políticas nos cuidaban, nos protegían, nos dejaban tranquilas. Era donde una encontraba la quietud, la tranquilidad y el amparo que tanto se necesitaba después del tormento a la que éramos sometidas", describió una de las ex presas políticas.

En las afueras de la ex cárcel de San Felipe, Edison González Rocco, ex gendarme que se desempeñaba en esa unidad penal y testigo clave, junto con indicar el lugar exacto donde se encontraban los cuerpos acribillados, de relatar en detalle lo vivido y los daños psicológicos sufridos él y su familia, agradeció la oportunidad que los familiares y la gente le daban: “Yo les agradezco a los familiares, a la gente que proporcionó esta ocasión de poder colaborar con un granito de arena. Todo sirve. Mancomunando unos con otros se logró algo por lo menos”, refiriéndose a los años de cárcel a que fueron condenados los responsables.  

Por su parte, Manuel Silva, ex preso político que compartió prisión días antes de ser asesinado el médico Absalón Wegner y Rigoberto Achú, junto con dar detalles de esos días y horas antes de ser trasladados y ejecutados, rindió un sentido homenaje a ambas personas destacando su generosidad, entrega y compromiso social que ambos sostuvieron hasta el final de sus vidas.

Para Sonia Fernández Ibaceta, ex presa política, esta actividad representó "un reencuentro con la historia no escrita, a pesar de que hay muchos documentos, pero nuestra historia como mujer luchadora, defensora del gobierno de la Unidad Popular, esa historia no ha sido escrita. Ha sido con<x>movedor. Pero esto, rodeado de compañeros, autoridades, y ver que en el futuro algo se va a remediar da más fuerza, más entereza para seguir luchando y luchando hasta vencer."

Asimismo, María Luisa Ortíz, Jefa del Area de Colecciones e Investigación del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, calificó como "absolutamente necesario hacer este tipo de recorrido, recoger los testimonios, transmitir la memoria, por dos cosas fundamentales, primero porque las violaciones de los derechos humanos ocurrieron en todas partes del país. En todas partes del país hubo personas que fueron violentadas en sus derechos fundamentales, pero también, en todas partes del país hubo solidaridad, resistencia, hubo valentía y me parece que todo eso es lo que hemos escuchado en este recorrido. Requiere un enorme valor el rememorar los hechos, pero también, tiene un enorme valor para dignificar la propia experiencia y para que esa experiencia sea transmitida especialmente a los jóvenes, que son los que tienen que construir un país distinto."

"Nuestra tarea -continuó la profesional- como Museo es justamente esa, hacer visible lo que ha permanecido invisible. Escuchábamos que la cárcel del Buen Pastor no era un lugar conocido donde habían estado las prisioneras políticas, ni siquiera para los más cercanos, los que deberían haberlo conocido. ¿Qué pasa con el resto de la ciudadanía, qué pasa con esa escuela qué funciona ahí hoy en día, saben lo que ahí paso, por qué esas mujeres estuvieron prisioneras?. Porque la historia de lo que ocurrió en este país viene también de antes del mismo 11. Esa es nuestra tarea como Museo, el recoger esta experiencia, en transmitirla y que sea una enseñanza para que podamos reflexionar sobre lo que pasó en este país y realmente podamos construir un país distinto, en que la dignidad de las personas sea respetada en cualquiera circunstancias, sea del pensamiento que sea.” 

Finalmente, el Gobernador Eduardo León, señaló que celebraba "este convenio entre el Servicio de Salud, el Museo de la Memoria y la Universidad de Valparaíso. Nos va a permitir a los sanfelipeños, a los aconcagüinos formalizar una historia que quizás muchos escuchamos pero que no está escrita. Para ser un país mejor debemos respetarnos como somos, con nuestros aciertos, nuestros éxitos, pero también con nuestras heridas y cicatrices. Hay momentos dolorosos en nuestro Valle que tienen que ser contados. Parte de la sanación tiene que ver con dar un testimonio y nosotros saber escuchar."


Memorial en la ex-carcel de Mujeres El Buen Pastor de Valparaiso

Fuente :primeralineaprensa.cl, 16 de Mayo 2019

Categoría : Prensa

  El proyecto de la Ruta de la Memoria de Valparaíso, iniciado hace dos años, continúa señalando sitios de detención y tortura en la V Región como una acción pedagógica de rescate de la Memoria Histórica, que tiene como objetivo mostrar a las nuevas generaciones y a la ciudadanía en general lo sucedido durante la dictadura cívico militar,  para impedir el manto de olvido que se intenta construir mediante la negación y/o el ocultamiento  de los hechos, lo cual representa una forma más de impunidad.

El pasado 11 de mayo se inauguró la novena Placa de la Enredadera de la Memoria en el N°2614  de la calle Va Buren, lugar en donde funcionó la Cárcel de Mujeres El Buen Pastor y que hoy es ocupado por el depósito y las oficinas administrativas de los tradicionales trolebuses de Valparaíso y por una bodega de alimentos congelados.

Alrededor de unas 150 personas participaron de un acto artístico testimonial en donde se relataron las insalubres y precarias condiciones carcelarias que vivieron decenas de Prisioneras Políticas al interior de este recinto, denunciando además  la complicidad y el maltrato verbal efectuado por parte de las religiosas de la Congregación del Buen Pastor, y resaltando que durante el cautiverio nacieron dos niñas, Laura y Paloma, hijas de Presas Políticas, que permanecieron en prisión junto con sus madres.

Leslie Olivares, quien estuvo detenida en este recinto carcelario, fue una de las conductoras de este acto de reparación y al dar inicio a la ceremonia manifestó que: “Nos reunimos en este lugar para recordar, reflexionar y mantener viva la Memoria. Este Memorial, que en un rato inauguraremos, es recuerdo imperecedero de vidas, dignidades, cuerpos, familias y sueños. También huella latente de desapariciones, muertes y torturas sistemáticas. En la Ex Cárcel de Mujeres Buen Pastor de Valparaíso se registraron detenciones entre los años 1973 y 1988. La mayor cantidad de prisioneras se concentró el año 1974. Durante el resto del período comprendido entre 1975 y 1977 disminuyeron, pero aumentaron en la década del 80.”

Por su parte, Danilo Ahumada, el otro conductor de este evento, agregó lo siguiente: “Hoy nos convoca el Colectivo de Ex Presas Políticas del Buen Pastor de Valparaíso y la Mesa de Memoria, Cultura y Derechos Humanos, quiénes a través de un convenio de colaboración y transferencia financiado por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de Valparaíso, han impulsado la Ruta de la Memoria, inaugurando en distintos territorios de la Región de Valparaíso la escultura “Enredadera de la Memoria”, del artista local Leandro Silva.

Esta acción de visualización comenzó hace dos años cuando se instaló la misma obra en el frontis del ex Liceo N°2 de Avenida Brasil, hoy Matilde Brandau de Ross; continuó con el reconocimiento en Isla Riesco, en Colliguay; Las Coimas, en San Felipe; Parque Cultural de Valparaíso-Ex Cárcel Pública; Playa La Ballena, Comuna de La Ligua, donde recordamos la memoria de la compañera Marta Ugarte; ex Cuartel Silva Palma, ubicado a los pies de Playa Ancha; Melinka-Puchuncaví; y recientemente, la Base Aeronaval de El Belloto.”

Luego de esta introducción hizo uso de la palabra Alicia Zúñiga, integrante del Colectivo de ex Presas Políticas de El Buen Pastor, organización que participa en la Mesa Regional de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, para, entre otras cosas, expresar lo siguiente:

“Este es un momento muy importante para todas nosotras, quienes estuvimos aquí en este lugar que está a mis espaldas, en lo que fue la antigua Cárcel del Buen Pastor de Valparaíso. Indudablemente, en tiempos en que se niega todo, en tiempos en que se quiere borrar la historia de nuestro país, que se trastocan absolutamente los valores y los principios que hicieron que hombres y mujeres tuvieran que pasar por las cárceles, por los campos de concentración, que fueran muertos, asesinados, hechos desaparecer, en estos tiempos que vivimos, es muy importante que nosotros podamos recuperar la Memoria, nuestra identidad como pueblo(…) Lograr que se reconozcan, en forma simbólica, aquellos lugares que fueron centros de detención y tortura, aquellos lugares en que fueron asesinados hombres y mujeres en nuestro país, que  sean señalados para que las nuevas generaciones conozcan verdaderamente la historia. Este esfuerzo es el que hoy se cristaliza con esta Placa, con esta Enredadera de la Memoria, que es la Memoria fragmentada, dispersa, que nosotros no nos cansamos por lograr unir.”

En esta Actividad de Memoria estuvieron presentes  diferentes Organizaciones de Derechos Humanos provenientes de San Felipe, Quillota, Quilpué, Viña del Mar, Valparaíso, como asimismo autoridades regionales y representantes de organizaciones sociales y populares. A nombre de la Alcaldía Ciudadana intervino la Encargada de Patrimonio de la Municipalidad de Valparaíso, María José Larrondo, para entregar un reconocimiento a la labor desarrollada en el rescate de la Memoria Histórica y un saludo a nombre del Acalde Jorge Sharp. “Este proceso de contar la historia hace referencia la  palabra resiliencia, que es una palabra muy bonita y que se refiere a salir de este dolor haciéndolo todos juntos, porque este es un dolor que quebró al país, no es un dolor de cada una por separado”, manifestó.

Después de estas intervenciones, la comprometida cantora porteña Bernardita González, junto al guitarrista Orlando Silva, deleitó y emocionó a las y los asistentes con su melódica voz cargada de sentimientos, comenzando su presentación con la hermosa canción de María Elena Walsh “La Cigarra”, que inicia con las palabras “Tantas veces me mataron/Tantas veces me morí/Sin embargo estoy aquí resucitando…”

La actividad continuó con un saludo entregado por Francia Jamett, encargada de la Unidad de Memoria y Derechos Humanos de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, quien en parte de sus palabras se refirió a la prisión política y género, remarcando que “Lamentablemente las cárceles y lugares en donde estuvieron detenidas mujeres y niñas han sido invisibilizadas por la historia de la Prisión Política en Chile. Han sido las propias mujeres, las Ex Menores, que se han agrupado, congregado, como acá, para darle visibilidad.”

Las numerosas mujeres que estuvieron detenidas en la Cárcel el Buen Pastor de Valparaíso llegaron allí después de haber estado secuestradas y torturadas en otros lugares de la V Región, especialmente el Cuartel Silva Palma y la Academia de Guerra, en donde muchas de ellas sufrieron, además, brutales vejámenes sexuales.

Patricia Pulgar, sobreviviente de estos recintos y ex Prisionera Política del Buen Pastor, en el testimonio entregado durante la realización de este acto manifestó:

“La Cárcel de mujeres el Buen Pastor fue administrada por la Congregación del mismo nombre. Allí se recluyeron mujeres por razones de orden político durante la dictadura cívico militar, luego de haber pasado por distintos centros de tortura de las Fuerzas Armadas y de Orden, como el Cuartel Silva Palma, Academia de Guerra Naval y barcos como el Lebu y La Esmeralda.

Este era un lugar de total insalubridad. Ocupábamos unos cuartos  que servían de dormitorio, tanto para las presas comunes como para nosotras las presas políticas, con un nivel de hacinamiento mayor,  ya que en la pieza asignada a nosotras había 10 literas por lado más una litera en el pasillo y dos cunas, una para Paloma y otra para Laura, hijas de nuestras compañeras que nacieron estando sus madres presas(…) Las monjas pasaban sus rondas haciendo comentarios, como “por meterse en cosas indebidas están aquí”, o cuando una estaba leyendo decían “aprendan a tejer mejor en lugar de estar leyendo leseras  que le envenenan la mente”(…) El lugar, con dos baños asquerosos para nosotras que llegamos a ser 40 o más, contribuía a que apareciera sarna, piojos e infecciones varias. Una ducha con agua helada de la cual casi no salía agua; una cocina que de higiene no tenía nada, y el famoso patio de luz, inhóspito, lúgubre, helado, con su piso de cemento sucio(…) En este lugar desastroso vivimos en una época en que nuestras vidas fueron truncadas por la dictadura, en donde pasamos penas, dolores y frustraciones cuyas consecuencias emocionales se manifiestan  en diferentes momentos de la vida hasta el día de hoy, y también donde hicimos amistades que perduran hasta hoy, donde entendimos que nuestro sueño de luchar por un mundo mejor no estaba errado. Por lo mismo, también supimos sobreponernos a las condiciones adversas que se nos imponían y realizamos actividades culturales y creativas, que buscaban desarrollar la solidaridad y la resistencia. Conocimos el mundo de las presas comunes, lleno de injusticias y vejaciones, y tuvimos que aprender a convivir con ellas y compartir, en aquel sórdido espacio (…) Porque creemos firmemente que la historia la escribimos todas y todos,  hoy perpetuamos este lugar como Sitio de Memoria de un pasaje oscuro y aberrante de nuestro país.”

Mientras Patricia Pulgar entregaba su testimonio, una banda de guerra de un colegio que volvía del desfile del mes de mayo, resonó fuerte en las calles aledañas a donde se estaba realizando el acto, transformándose en un simbólico eco, que como expresó Leslie al continuar conduciendo la actividad “cuesta olvidar esos sonidos que están instalados en nuestra dolorosa memoria.”

La participación del cantautor Rodrigo Sepúlveda, estudiante de Música de la Universidad de Playa Ancha y oriundo de la localidad de Graneros, diluyó e hizo olvidar los desagradables sonidos marciales de la banda estudiantil, interpretando canciones de Silvio Rodríguez.

La ceremonia concluye con la inauguración formal de este Sitio de Memoria por parte de un grupo de ex Prisioneras Políticas de la Cárcel del Buen Pastor de Valparaíso, quienes se dirigieron hasta el Memorial ubicado sobre la vereda, portando flores en sus manos, para proceder a destapar la Placa de la Enredadera de la Memoria y luego depositar claveles rojos sobre la misma.

Este Memorial  ,como manifestó Leslie Olivares, es ”una contribución a la lucha por la Verdad, la Justicia y el rescate de la Memoria en nuestra ciudad,  que permitirá relevar la violencia de género en su expresión política y, de esta manera, educar a las nuevas generaciones  en los valores que otorga una cultura basada en el respeto a los Derechos Humanos.”

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 12 de mayo 2019


La Ruta de la Memoria.

Fuente :buenpastor.cl, 7 Septiembre 2019

Categoría : Otra Información

En homenaje a las ex presas políticas que pasaron por nuestras Casas, se construyó un memorial en la comunidad de San Felipe. Existen otros en la región como el de Van Buren en la ex-cárcel de Mujeres que ya se realizó tiempo atrás.

La “Ruta de la Memoria” es un recorrido conmemorativo que se organizó el año 2017 por el Consejo Regional de la Cultura y las Artes, en conjunto con la Mesa de Cultura, Memoria y Derechos Humanos de la Región de Valparaíso,  la Universidad de Playa Ancha y el Parque Cultural de Valparaíso.

Esta ruta tiene como símbolo“una enredadera" plasmada en una obra artìstica moderna, en sobrerelieve, que refleja los afectos fragmentados y las vidas apagadas de las mujeres torturadas durante la dictadura cívico militar en Chile desde el año 1973. 

La inauguración se realizó el 22 de Junio de 2019 con asistencia de autoridades y agrupaciones de derechos humanos de la Región. Esta, fue preparada por el Servicio de Salud Aconcagua y Prais Aconcagua cuya coordinadora es Gabriela Lucero Córdova, una de las ex prisioneras políticas que se dirigió a la asamblea diciendo que ellas encontraron en el Buen Pastor un verdadero Hogar.

Sonia Fernández, una de las ex reclusas, recordaba con cariño a las hermanas Clotilde Pérez, Espíritu Santo Jerez y Lucía Delgado que les daban absoluta confianza, las dejaban ir al huerto, y pasearse por los claustros. Se ofrecieron para ordenar y mantener la Iglesia, encontrando allí a Dios que les daba confianza y fortaleza dentro de su encarcelamiento. Incluso contó que una vez Hna. Clotilde las llevó a la casa de veraneo del Quisco, donde las dejó con absoluta libertad en la playa con su picnic, mientras las hermanas subieron a la casa de veraneo;  "y nosotras no defraudamos su confianza". También les dejaban ver a sus niños.

Ella narró que ella había sido violada y vejada de distintas maneras. Con el tiempo y con las terapias de restauración y sanaciòn ha logrado rehacer su vida.

En la ceremonia amenizó un conocido cantautor con poemas y cantos alusivos. En esta ceremonia se dirigieron a los presentes diferentes representantes de organismos públicos y privados, tales como de la Municipalidad de San Felipe, del Centro de Salud Aconcagua y otros.

En representación de la comunidad de las hermanas de San Felipe se dirigió a los asistentes Hna. M. Angélica Guzmán diciendo:

“La placa conmemorativa que se ha instalado en el muro exterior de lo que fuera la cárcel de mujeres, atendida por hermanas del Buen Pastor, recuerda a mujeres muy sufridas, abusadas, torturadas, que llegaron a este Redil en la época de la dictadura en Chile.

Al otro lado de esta pared, las esperaban otras  mujeres, religiosas movidas por una vocación de servicio, compasión, misericordia y ternura, según su modelo Jesús Buen Pastor. ¿Cómo no haber sufrido con ellas ese inmenso dolor de haber sido violentadas durante la Dictadura Militar? ¿Cómo no compadecerse y llorar con las mujeres que aquí llegaban heridas, desalentadas y selladas a fuego su memoria? ¡Quién puede comprender mejor a una mujer abusada en su cuerpo y alma, sino otra mujer! Sí, de mujer a mujer. “Una persona vale más que un mundo”, es el lema, de las hermanas, que ingresaron a esta Congregación del Buen Pastor, para dar acogida, escuchar, cuidar, alentar, dar confianza, y esa libertad interior que aun en una cárcel, nunca se pierde.

Esta era la esperanza para cada persona que llegaba a nuestro Redil y ¡cómo no, si los cristianos seguimos y hacemos memoria de un ser perseguido, arrestado, encarcelado, cruelmente torturado, y martirizado y resucitado! Todos los años en Semana Santa, el memorial de su Pasión, muerte y Resurrección nos hacen ver que Cristo ha estado con las torturadas y enredadas en el espacio oscuro de la memoria que como un nudo ha inhibido la floración de la propia humanidad. Pero Él no defrauda la  esperanza, ya que en lo íntimo de cada ser, en lo más profundo, el Espíritu de Dios hace que todas las humanas dimensiones lleguen- a veces en un  largo y lento proceso- a dar el salto  hacia una vida nueva: la restauración. Es una Ruta, en que la persona que sufrió la intolerancia y el sadismo es capaz de recordar lo sufrido, sin dañarse, como Jesús en la Cruz que dijo, “Señor perdónalos porque no saben lo que hacen”.

El perdón Un bello símbolo  de ecología humana es un acto de decisión, de amor trascendente.

  • En la Placa conmemorativa, la enredadera nos pone en contacto con la ecología.

Frente a la Cultura de Muerte que oprime, destroza y mata, la Cultura de Vida aquí estaba presente. ¡Y quién mejor que el artista porteño Leandro Silva, con su simbólico diseño de una enredadera, nos muestra el camino de la vida que vence a la muerte! Las enredaderas, plantas trepadoras de tallo largo y voluble tienen una doble misión: “enredarse” y trepar, si, por diferentes superficies. La tortura rompe la ecología humana que supone relaciones de diálogo y respeto, ya que abaja al victimario a etapas primitivas de su desarrollo por su odiosidad y violencia. La víctima se sentirá enredada en su ser, en su autoestima, pero jamás la tortura anudará su dignidad y su capacidad de trepar. La dignidad como la enredadera, crea órganos para, expandirse y alcanzar su salud y pleno desarrollo. La enredadera abre caminos y se hace frondosa, inventa nuevas rutas, se abre paso y algunas de estas plantas se llenan de hermosa flores que adornan con su belleza y nos hacen admirarnos de la floración impensada en lo que estaba enredado”, finalizó.

Cómo Congregación seguimos motivadas a dar vida donde hay tantos signos de muerte y continuar acogiendo con ternura y misericordia, al estilo del Buen Pastor a todas las mujeres que han sido dañadas en su dignidad.

por Hna. Angélica Guzmán Vicuña.