Ubilla Riquelme Jose Roberto

Declaraciones de José Ubilla Riquelme de fojas 188 y 432 vuelta del tomo 1 A, ya fallecido según lo acredita el certificado de fojas 183, donde sostuvo que habría participado de los interrogatorios de los cuales fue objeto Álvarez Santibáñez en la unidad de la CNI, donde fue conducido luego de haber sido aprehendido por los Carabineros el día 15 de agosto de 1979. En el interrogatorio participa además Jorge Andrade, el Teniente Vargas y Jaime Rubilar, aunque siempre fue dirigido por Andrade como era la costumbre en estos casos, ellos tomaban notas en el intertanto. El interrogatorio estuvo dirigido a obtener datos del MIR, de quienes pusieron la bomba en el bus de Carabineros. A Alvarez se le mantenía sin venda, sentado en la sala de interrogatorio, dando la espalda a la puerta y luces sobre él, quedando el Capitán al frente del detenido y ellos a los lados. Agrega que para no ser reconocidos, se habían caracterizado, aunque manifiesta que no aplicaron apremios físicos y que se guiaron por una pauta, pero sin tocar al detenido Álvarez. El interrogatorio se inicia a las 21:30 horas y a las 24:00 horas, ya habían terminado, dice que vio físicamente mal a Alvarez, al parecer se había resistido a la detención, con una peladura en la cabeza. En todo caso no se quejaba y estaba con ropa con polvo, pero en el interrogatorio estuvo lucido y coherente. En varias ocasiones le correspondió ir a verle para aclarar algunas consideraciones de su declaración, siempre en el mismo calabozo donde también estaba López. Ignora quien custodiaba a los presos, ya que al parecer había una rotación mediante turnos, el fin de semana se retira del cuartel e ignora lo que aconteció con los detenidos, pero asegura que no se les pega, ni le aplicaron electricidad, tampoco sabe si lo revisaron médicos o no. El calabozo de los detenidos sería una pieza amplia con dos pilares, ubicada en el subterráneo de la unidad, lugar que no es húmedo y hay catres, con un baño en su interior. Dice que no se explica la muerte de Álvarez, ya que la presión que ellos ejercen es psicológica y no física.