Walter Abdul Malek Zacur
Comerciante
Civil
Agente DINA-CNI
Walter Abdul Málak Zacur fue miembro de Patria y Libertad, previamente había pertenecido a un oscuro movimiento de ultra-derecha denominado “Ofensiva Nacionalista de Liberación”. El grupo estaba constituido por Enrique Lautaro Arancibia Clavel, junto a Mario Alfonso Tapia Salazar (estudiante de Pedagogía en Historia), Hugo Edison Torres Fernández (profesor de Historia), Alejandro Cabriolet Moya (chofer de la Empresa de Transporte Colectivo del Estado), Walter Abdul Melek Zacur (comerciante), Erwin Robertson Rodríguez y Guido Poli Garaycochea (ambos estudiantes de Derecho).
En 1969 todo este grupo, menos Arancibia Clavel (quien se escapó para Argentina), fueron detenidos por la Policía de Investigaciones como autores de atentados terroristas, entre ellos los bombazos contra Canal 9 y la Bolsa de Comercio. Walter Abdul Málak Zacur tambien estuvo involucrado en el asesinato del General Rene Schneider.
Después del golpe este fascista ingreso a la DINA y posteriormente continuo en la CNI, donde logro ser parte de la Subdirección Nacional de la CNI
Fuentes de Información: El Siglo 8/4/1990, Listado “ Si en Chile hubo torturados... hubo torturadores, Nosotros, Sobrevivientes les acusamos”; Punto Final Nº 717, 3 de septiembre, 2010; Archivo Memoriaviva
Lista completa de todos los miembros de la Subdirección Nacional de la CNI:
Abdul Malak Zacur Walter
Aburto Paredes Teresa Acuña Dattoli Mario Acuña Núñez Bernardita Alten Arcos María T. Araos Millán Ana María Aravena Negrioli Sergio Ariza Beltrán Carlos Avila de la F. Lilia Avila de la F Mónica Avila Ferrada Carmen Avila Hernández María Beytia Olave Elizabeth Bragg Eggeling Joyce Bragg Eggeling Leslie Bravo Sainz Juanita Brieba Galindo Carlos Burlando B. Cristian Burotto G. Victoria Cabrera Cordero Berta Candia Miranda Rosamel Cerda Araya Ingrid Cerda Arellano Ximena Chaparro Rojas Sergio Cifuentes Moraga María Concha Rodríguez Miguel Contreras Díaz Héctor Cornejo Aguayo Nilvia Cortés González Olga Cortes Pino Moisés Cortes W. Maximiliano |
Cruz Momberg Rene
De la Riva Muñoz Julio Elissalde Martel Marcelo Elmes Oyardo Felicia Erpel Inzunza Jorge Escudero Olivares Carlos Ferrero Figueroa Clarisa Gálvez Gallegos Víctor González Briones Pablina Goyenechea S. Reynaldo Greibe Bachur Leyla Guerrero Correa María I. Gundermann R. Enrique Hardessen Castello Manon Herraz Castro Marcos Herrera Osorio Pedro Herrera Parraguire Juan Herrera Silva Sergio Irribarra Muños Enrique Janes Muñoz Patricia Madero Santana Percival Martínez Jofre Amalia Maya Jorquera Juan C. Méndez Soto Marianela Miranda Otero Patricio Monsalves Burgos Nelson Morales Perry Julia Morales Saavedra Ruth Moreno Espinoza Patricia Mundy Romero Winnie Muñoz Fuentes Margarita |
Muñoz Ortúzar Gonzalo Núñez Díaz Jorge Olguín Villegas Judith Palma Lozano Ernesto Parada Tolosa Iris Parra Vásquez Miguel A. Pavón Hinrichsen Carlos Peralta Vallejos Juan Poligraraycochea Guido Pueyes Contreras Elías Quilodrán Avila María E. Quinteros V. Laura Rodríguez Ferrada Rosa Rodríguez Jiménez Alonso Roiron Rossi Andrea Rojas Le Moigne Gema Rosas Valdebenito Renato Saavedra Vera Marco Saavedra Villegas Rene Sepúlveda G. Abel Souper Quinteros María Stiepovich B. Boris Valdivieso V. Vicente Valenzuela Aracena Sonia Valenzuela León Guillermo Vargas Pavez Vladimir Venegas Lira Paulina Villablanca M. José Villena Cruz Luis Vilo Pardo Jorge |
Punto Final, edición 717, 3 de septiembre, 2010
Cuando la derecha optó por las bombas
FUNERAL del general René Schneider, asesinado por un comando terrorista de la
derecha
La elección presidencial se efectuó en total normalidad aquel 4 de septiembre de
1970. Triunfó el senador Salvador Allende, de la Unidad Popular, que obtuvo
1.075.616 sufragios (36,3%), logrando la primera mayoría relativa. Segundo fue
el empresario y ex presidente Jorge Alessandri, con 1.036.278 (34,9%); y
tercero, el democratacristiano Radomiro Tomic, con 824.849 (27,8%).
El día anterior, la empresa Gallup había errado su última encuesta: Alessandri,
41,5%; Tomic, 29%, y Allende 28%. A las 22 horas de ese histórico 4 de
septiembre -primera vez en el mundo que una coalición de la Izquierda socialista
llegaba al gobierno a través de las urnas-, Tomic reconoció su derrota. Dos
horas después, el comandante de la Guarnición de Santiago, general Camilo
Valenzuela, autorizó al comando de Allende para que celebrara la victoria. Desde
los balcones de la Federación de Estudiantes de Chile, Allende llamó al pueblo a
la serenidad y la disciplina. El líder socialista sabía que un sector de la
derecha se resistiría a acatar el veredicto popular. Desde un año antes, a lo
menos, se estaba incubando un golpe de Estado.
Cabecillas de la conspiración
En la conjura, promovida por el gobierno estadounidense a través de la CIA luego
de una reunión en Washington en la que participó Agustín Edwards Eastman, el
dueño de la cadena de diarios El Mercurio, se agruparon pequeñas y variopintas
facciones de ultraderecha. Venían golpeando a las puertas de los cuarteles
militares desde mediados de la década del 60 y en la campaña de 1970 se
congregaron en el Movimiento Alessandrista Independiente (MIA). Allí estaban los
gremialistas, que conducía Jaime Guzmán Errázuriz; el Movimiento Alessandrista
Democrático, que encabezaba Luciano Morgado; un sector de la juventud del
Partido Nacional, liderada por Guido Poli Garaycochea; el grupo Tizona, de Juan
Antonio Widow; un grupo de choque dirigido por Luis Hurtado Arnés; Casa de la
Victoria, del químico Luis Gallardo Gallardo; el nacionalsindicalista Tacna,
representado por Juan Diego Dávila; y, un comando de combate callejero
proveniente de Fiducia, representado por Juan Luis Bulnes, Julio y Diego
Izquierdo Menéndez. Todos ellos constituyeron el Frente Republicano
Independiente (FRI) del que emanó el Movimiento Cívico Patria y Libertad,
encabezado por el abogado Pablo Rodríguez Grez.
Uno de los principales instigadores del FRI fue el general (r) Héctor Martínez
Amaro, un nacionalista extremo que en 1970 fundó con Franz Pfeiffer el Partido
Nacional Popular, un intento por reagrupar vertientes nazis y oficiales en
retiro de las Fuerzas Armadas. Martínez Amaro, además, era uno de los
principales operadores del general (r) Roberto Viaux Marambio, líder de la
rebelión militar conocida como Tacnazo, registrada el 21 octubre de 1969.
En septiembre de 1970 miembros del FRI coincidieron con Viaux y sus partidarios
en que se debía evitar que Allende llegara a La Moneda y que la única forma de
lograrlo era mediante un golpe militar. El paso previo, sin embargo, consistía
en crear alarma pública para justificar la acción castrense. Se buscó la
herramienta para ello y así nació la “Brigada Obrero Campesina” (BOC), encargada
de poner bombas y realizar todo tipo de atentados que la opinión pública
atribuyera a la Izquierda radical.
La coordinación de operaciones se encomendó a Enrique Arancibia Clavel, ex
cadete de la Escuela Militar que provenía de Tizona, agrupación viñamarina
vinculada a sectores de la Armada. Entre los encargados de la logística de la
BOC estuvo Nicolás Díaz Pacheco, sindicado como colaborador de la CIA.
El 9 de septiembre de 1970, Jorge Alessandri anunció que de ser elegido por el
Congreso Pleno, renunciaría al cargo. Eso permitiría una nueva elección. Así,
sería posible que se presentara como candidato Eduardo Frei Montalva, con el
apoyo del centro y la derecha, como había ocurrido en 1964.
Sin embargo, el presidente del PDC, senador Benjamín Prado, declaró que “si el
señor Allende otorga de un modo real y eficaz las garantías necesarias -que
tenemos el deber de solicitar- en algunas materias vitales, puede esperar una
decisión favorable de nuestra parte”. Esto deshacía la maniobra de la derecha y
el freísmo.
Simultáneamente, se anunció la constitución del Movimiento Cívico Independiente
Patria y Libertad. En el acto fundacional, Pablo Rodríguez afirmó que “el pueblo
elegirá entre democracia y marxismo y se actuará por la razón o la fuerza”.
Las Fiestas Patrias concedieron una breve tregua en las calles. El 21, la
Sociedad de Fomento Fabril informó de una acentuada baja de la actividad
industrial y comercial. Poco después, Pablo Baraona, enlace entre Alessandri y
el gobierno, envió una nota al ministro de Hacienda, Andrés Zaldívar (DC),
expresándole que la causa de la crisis económica era la potencial designación de
Allende como presidente de la República.
El viernes 23, el PDC entregó a Allende un documento mediante el cual, según ese
partido, se garantizaba el régimen democrático como condición para apoyar su
nombre en el Congreso Pleno. Esa noche, por cadena nacional de radio y
televisión, el ministro Andrés Zaldívar dio a conocer la grave situación
económica, lo que acrecentó la fuga de capitales.
La última semana de septiembre comenzaron los atentados explosivos en
supermercados, torres de alta tensión, empresas extranjeras y medios de
comunicación. En las inmediaciones aparecían panfletos firmados por la BOC.
Allende, el día 29, entregó su respuesta al estatuto de garantías que pedía el
PDC. En la tarde se efectuó una “Marcha del silencio” convocada por Patria y
Libertad. El 30, se reunió el consejo nacional de la DC para conocer la
respuesta de Allende. Se acordó insistir en que el estatuto se convirtiera en
ley antes del 24 de octubre, rechazando el compromiso de Allende de hacerlo
después de llegar al gobierno. Esa noche, el director de Investigaciones, Luis
Jaspard, reveló que la policía estaba en antecedentes de la participación de
Luis Enrique Yarur, hijo del magnate textil, en actos terroristas.
Ola de bombazos
Octubre de 1970 se inició con una manifestación de Patria y Libertad en la
Universidad Católica. Pablo Rodríguez afirmó que “la libertad se mantendrá en
nuestra tierra pase lo que pase y cueste lo que cueste”. La misma noche una
bomba de alto poder explotó en la Bolsa de Comercio. Dos horas después, otro
atentado dinamitero afectó a la sucursal Providencia del Banco Francés e
Italiano.
El 3 de octubre, la Junta Nacional del PDC acordó votar por Allende en el
Congreso Pleno, siempre y cuando estuvieran aprobadas por el Parlamento las
garantías constitucionales. Tres potentes bombas estallaron en distintos puntos
de Santiago.
El día 6, la UP designó al senador Anselmo Sule (PR), a Orlando Millas (PC) y a
Luis Herrera (PS) para incorporarse a la comisión mixta que con el PDC
elaboraría el Estatuto de Garantías Constitucionales, que se aprobó pocas horas
más tarde. El anuncio fue seguido de otra ola de bombazos y de una campaña
telefónica que advertía la colocación de bombas en establecimientos escolares,
cundiendo el pánico entre padres y apoderados.
Y mientras los bombazos se sucedían, el día 9, pobladores de los campamentos “26
de Julio”, “Ranquil”, “Elmo Catalán”, “Magaly Honorato” y “La Unión”, ocuparon
la casa central de la Universidad de Chile. Una veintena fueron detenidos. Todos
iban armados de palos, laques y revólveres, y vestían uniformes de tipo
guerrillero. Eran dirigidos por el mirista Víctor Toro. Ese mismo día fueron
arrestados cuatro sujetos portando cartuchos de dinamita. Se les identificó como
Dante Poli Garaycochea, Jorge Roberto Rodríguez, Mario Tapia Salazar y Eladio
Arancibia Hidalgo, capitán (r) de la Armada. La policía les atribuyó militancia
en una denominada Vanguardia Nacional Libertadora, vinculada a Patria y
Libertad.
Asesinato del general René Schneider
El 11 de octubre, al culminar un pleno del comité central del PS, Allende
denunció que “agentes de la CIA y gusanos cubanos dirigen la sedición”. La
policía civil multiplicaba los allanamientos y detenciones en busca de los
autores de atentados explosivos. El día 13, una comisión de la Cámara de
Diputados aprobó en general el Estatuto de Garantías Constitucionales.
Al promediar octubre, asumió la comandancia de la Armada el almirante Hugo
Tirado Barros. Tres miembros de la derechista Vanguardia Nacionalista
Libertadora fueron puestos a disposición de la justicia como autores de
atentados terroristas, entre ellos los bombazos contra Canal 9 y la Bolsa de
Comercio. Fueron identificados como Alejandro Cabrioler Moya, Walter Abdul Malak
Zacur, y Edison Torres Fernández.
Patria y Libertad publicó una inserción en El Mercurio afirmando las “mal
llamadas Garantías Constitucionales son un gran fraude político al pueblo de
Chile y entregan nuestra democracia sin reserva a la voracidad del marxismo”.
A los arrestos se sumó un nuevo miembro de los grupos terroristas de la derecha,
identificado como Silverio Villanueva Fruter, comerciante, quien reconoció la
asesoría de extranjeros en el manejo de explosivos y armas.
El día 15, la Cámara de Diputados despachó el Estatuto de Garantías, mientras el
Banco Central acogía la denuncia de la UP sobre fuga de dólares y decidía
rebajar las cuotas de esa moneda para los viajeros. El Siglo, por su parte,
afirmaba que terroristas prófugos se estaban reuniendo a conspirar en Mendoza.
Cuatro días después, el 19, en un espectacular allanamiento, Investigaciones
detuvo al mayor (r) de ejército, Arturo Marshall, quien reveló que su misión era
asesinar a Allende antes de que asumiera la Presidencia de la República. Tras
este incidente, Alessandri pidió a sus partidarios que no votaran por él en el
Congreso Pleno. En tanto, el consejo nacional del PDC, por unanimidad, aprobó
votar por Allende.
La conjura para evitar que Allende fuera proclamado presidente tuvo su episodio
más dramático el 22 de octubre. Esa mañana el automóvil en que viajaba el
comandante en jefe del ejército, general René Schneider, fue interceptado por
cuatro vehículos. Tres sujetos se bajaron y uno disparó sobre el militar,
hiriéndolo gravemente El gobierno decretó estado de emergencia y toque de queda
en todo el país. El general Carlos Prats asumió como comandante en jefe
subrogante. El PDC declaró que “el crimen es contra el derecho del pueblo
chileno para decidir su destino”, agregando que “procedimientos fascistas como
éste deben ser extirpados sin vacilación y sin piedad de nuestra vida
ciudadana”. El Senado despachó el proyecto de Estatuto de Garantías, quedando
pendiente para su sanción por el Congreso Pleno. La dirección de Investigaciones
fue asumida por el general (r) Emilio Cheyre. Carabineros y la inteligencia
militar se sumaron a las diligencias para identificar a los autores del ataque
al general Schneider.
La CUT llamó a un paro nacional y pidió a los trabajadores que se mantuvieran en
estado de alerta. La UP suspendió la concentración para celebrar el triunfo. El
24, el Congreso Pleno proclamó a Salvador Allende como presidente: 153 votos a
favor contra 35 para Jorge Alessandri, y siete votos en blanco.
El 25 murió el general René Schneider. Tres días después, el 28, fue detenido el
general Roberto Viaux. También fueron arrestados Jaime Melgoza, Carlos Silva
Donoso y el coronel (r) Raúl Igualt, suegro de Viaux. En las semanas siguientes,
otros treinta miembros del complot fueron capturados y se empezó a conocer la
trama y los actores del complot.
El plan para producir el golpe militar incluía la anulación de las cuatro
principales antigüedades del ejército, en lo que se llamó operaciones Alfa,
Beta, Gama y Delta, consistentes en el secuestro simultáneo de los cuatro
oficiales superiores: René Schneider Chereau, Carlos Prats González, Pablo
Schaffhauser Acuña y Manuel Pinochet Sepúlveda. La coordinación quedó a cargo de
Juan Diego Dávila Basterrica, quien redujo a dos a los generales que se
opondrían al golpe: Schneider y Prats. Los otros dos, según Dávila, se sumarían
al levantamiento. Finalmente, decidieron secuestrar sólo al comandante en jefe.
Casi tres años después, varios conspiradores de la fracasada asonada de octubre
de 1970 participarían en la preparación de un exitoso golpe militar. Y, ya
consumado en septiembre de 1973, se sumarían como agentes y colaboradores de la
Dirección de Inteligencia Nacional, la temible DINA.
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