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Mónica Victoria Ananias Kuncar

Secretaria de Pinochet

Alias: "La Mono"

 

Correo Electrónico: manania1948@hotmail.com

 

Mónica Victoria Ananias Kuncar, persona de confianza de Pinochet, fue su secretaria personal durante 32 años. Hizo depósitos en las cuentas secretas que el dictador tenia en el banco Riggs de Miami, para esconder los dineros ilegalmente adquiridos.

Durante la investigación a las cuentas del dictador, fue abandonada por la familia Pinochet porque ella ha reconocido que hizo trámites bancarios por Pinochet, pero reclama que “yo sólo era una secretaria

 

Fuentes de Información: El Clarin.cl; El Mercurio; Archivo Memoriaviva


El Clarin

31 de agosto de 2005

Las cuentas en el Riggs de los generales Castillo, Latorre Pinochet y Mac Lean Vergara

Por Joan E. Garcés.- En la documentación que la Fundación Presidente Allende (España) ha recibido del Riggs Bank y ha aportado a los Tribunales de Chile se encuentra el movimiento de las cuentas bancarias de los Coroneles Eugenio F. Castillo Cádiz, José Miguel Latorre Pinochet y Juan Ricardo Mac Lean Vergara. Todos han ayudado a ocultar y mover capitales de Pinochet.

Por ejemplo, puede observarse en el documento anexo nº 1 cómo el 12 de mayo de 1997 ingresaba en la cuenta del Coronel Eugenio F. Castillo Cádiz en el Riggs Bank de Miami (nº 711762), un cheque de la cuenta de “A. P. Ugarte en el Banco Espirito Santo de Miami (nº 0115391494).

Otro ejemplo: el Coronel
José Miguel Latorre Pinochet abrió el 10 de abril de 1989 la cuenta nº 451666 en el Riggs Bank de Miami con un cheque de US$ 47.000 contra la cuenta del Coronel Gustavo Collao Mira en el mismo banco – la nº 451385- (doc. anexo nº 2).
- Recibió de la cuenta de “Augusto P. Ugarte” y Lucía Hiriart en el Riggs Bank de Miami (nº 707547), US$ 9.500 el 23 de octubre de 1990, US$ 11.520 el 12 de noviembre siguiente y US$ 50.000 el 11 de diciembre de 1990.

- A su vez, extendió seis cheques que fueron depositados en una de las cuentas del alias “J. P. Ugarte” (la nº 0115391494, del Banco Espirito Santo en Miami): el 31 de agosto de 1992 por US$ 175.420 y 82.325; el 25 de noviembre siguiente por US$142.000; el 17 de marzo de 1993 por US$ 43.000; el 30 de agosto de 1994 por US$ 82.000; el 19 de septiembre siguiente por US$ 65.000.

- El 26 de noviembre de 1990 extendía cheques por US$ 17.823 y 10.261, que fueron depositados en la cuenta de “J. P. Ugarte” en el Banco de Chile de Nueva York.

- El 12 de diciembre de 1990 su cheque por US$ 11.520 a la orden de otro alias de Pinochet, “Daniel López”, fue depositado en la cuenta nº 707547 de “Augusto P. Ugarte” y Lucía Hiriart en el Riggs Bank de Miami.

- El 10 de diciembre de 1991 extendió cheques por un total de US$ 79.626, que fueron ingresados en la cuenta nº 7607773 de “Daniel López” en el Riggs Bank de Washington.

- El 10 de marzo de 1992 entregó dos cheques a la orden de la secretaria de Pinochet, Mónica Ananias, por US$ 132.000 y 56.000, que terminaron depositados en la cuenta nº 00819440 de Swiss Bancorp.

- El 25 de julio de 1994 transfería US$ 147.000 a una cuenta controlada por Pinochet en el Banco Atlántico de Zurich (Suiza).


Testaferro

Por su parte, el Coronel Juan Ricardo Mac Lean Vergara en 1995-1996, utilizó su cuenta en el Riggs Bank de Miami (nº 71046-7) para transferir capitales entre Augusto Pinochet Ugarte –alias “J. Ugarte”, su hijo Marco Antonio Pinochet Hiriart –alias “Marco Hiriart”- y la secretaria del primero, Mónica Ananías, en EE.UU. y Gibraltar según las operaciones que recoge el documento anexo nº 3 y que resumimos aquí:

 

Fecha

 

Monto

 

Tipo

 

De

 

A

 

2//3/1995

 

U$ 117,000.00

 

Cheque

 

 

 

A “J. Ugarte”, Banco de Chile C/c. nº 50006257104

 

10/3/1995

 

US$ 87,000.00

 

Cheque

 

 

 

A “J. Ugarte” Banco de Chile C/c. nº 50006257104

 

25/9/1995

 

US$ 417,000.00

 

Giro

 

De “Marco Hiriart”, Banco Atlántico, Gibraltar

 

 

 

22/2/1996

 

US$ 225,985.00

 

Giro

 

De “Marco Hiriart”, Banco Atlántico, Gibraltar

 

 

 

3/1/1996

 

US$ 36,000.00

 

Cheque nº 102

 

 

 

A Mónica Ananias / depositado en Banco de Chile, C/c. nº 50006257104

 

3/1/1996

US$287,000.00

Cheque nº 101

 

 

 

A Mónica Ananias / depositado en Banco de Chile nº 60069158

 

 

28/3/1996

 

US $ 107,000.00

 

Cheque nº103

 

 

 

A “M. Hiriart / depositado en Riggs Bank C/c. nº 76750393

 

28/3/1996

 

US$ 200,536.00

 

Cheque nº104

 

 

 

A “M. Hiriart “/ depositado en Riggs Bank C/c. nº 76750393

 

2/4/1996

 

US$ 6,227.00

 

Cheque nº106

 

 

 

A Mónica Ananias / depositado en Banco de Chile C/c. nº 60069158

 



Para el Riggs Bank estaba claro que Juan MacLean era un testaferro (“a front”) de Pinochet, y él mismo así lo daba a entender como puede leerse en el documento del banco de fecha 14 de febrero de 1997 (anexo nº 4)

Esta confusión entre el patrimonio personal del Dictador y el de su organización armada ayuda a entender que la factura de 20.750 libras esterlinas de la London Clinic en que aquel había sido operado, fuera pagada el 21 de octubre de 1998, cuando ya era un militar en retiro, no por el paciente sino por el Departamento de Finanzas de la organización armada que creó a partir de su amotinamiento contra la República, según consta en el documento anexo nº 5.


El Mercurio

17 de Abril de 2005

Procesamiento a colaboradores de Pinochet: Nadie sabe para quién trabaja 

El trabajo de Mónica Ananías era guardar secretos y el de Óscar Aitken, invertir dinero. Mientras este último suponía que la mano del juez Muñoz lo podía tocar, la secretaria de Pinochet jamás lo esperó. Y eso que hace más de 30 años está junto a él.

La "Mono" la está pasando mal. Mónica Ananías Kuncar vive los peores días de sus 56 años de vida y no es sólo por el procesamiento, prisión y embargo de bienes que decretó en su contra el pasado jueves el juez Muñoz. Ese día él la consideró cómplice del delito tributario que se le imputa a su jefe, el general (r) Pinochet. Pero ella, mientras prestaba testimonio y era careada con Marco Antonio Pinochet, pensaba en que su madre estaba por morir.

Tras una larga estadía en la Clínica Las Condes, la octogenaria señora Víctoria Kuncar había sido derivada el día anterior a su domicilio, sin grandes esperanzas de recuperación. Su residencia la comparte con su hija Mónica, que se consagró a su cuidado con tanta fidelidad como a su trabajo con Pinochet.

"Mi hermana es intachable. Se ha mantenido soltera toda la vida. Sólo se ha preocupado de los demás", describe su hermano Rodolfo, antes de cortar el teléfono de la casa que Mónica y la señora Victoria habitan en calle La Castellana Norte, de Las Condes. Es una construcción tipo búnker, de impenetrable portón negro y casi inexistente antejardín.

Por estos días la dueña de casa no está. Permanece detenida en el Comando de Telecomunicaciones, un privilegio que tiene como funcionaria civil del Ejército.

Y aunque a última hora del viernes Mónica Ananías habría sido favorecida con la libertad bajo fianza, como ésta se tramita con consulta a la Corte, pasará todo el fin de semana en reclusión.

Mientras, su defensa buscará demostrar inocencia total y se trabajará en forma separada, aunque "solidaria", a la de Pinochet. Prueba de esto es que fuentes ligadas a los abogados del ex uniformado informaron la tarde del viernes que Carlos Cortés había asumido la representación de Ananías. Este último profesional, sin embargo, dijo enfático: "Sólo conversé. No asumí".

La señora Lucía invita

Lo que hay contra Mónica Ananías es que ella reconoció en sus declaraciones al juez Muñoz haber cobrado cerca de 40 cheques de los dineros que Pinochet tenía en el Riggs y que era la encargada de entregar la información (incompleta, según Muñoz) para que el contador del ex general declarara sus impuestos al SII. Lo que sus cercanos alegan es que actuó en virtud de lo que se le mandó. Porque, explican con lógica marcial, una secretaria cumple órdenes sin preguntar.

Fernando Barros, abogado que asesora a la defensa de Pinochet en materia tributaria, va más allá: "Incluso el conocimiento de un delito no hace la complicidad. El delito tributario supone un dolo específico, el concepto de malicia y no siempre se da". Y agrega: "El único responsable ante el SII es el contribuyente. Nadie más".

Pero la suposición de complicidad no es del todo injustificada. Se deduce por las 10 propiedades que tiene a su nombre, traducidas en los 17 mil millones de pesos en bienes que le embargó el juez Muñoz. Se intuye porque es casi una familiar, que comparte en cumpleaños y aniversarios con el general (r). Y se sospecha, más que nada, por el aura de poder que creció en ella a medida de que pasaban sus más de 30 años junto a Pinochet.

Mónica no pertenece a una familia militar, sino ligada a la industria textil. A fines de los 60 trabajaba como secretaria en la gerencia de una pesquera cuando una amiga la convenció de postular al Ejército. Lo hizo y quedó. A poco andar, su eficiencia y manejo de idiomas la transformaron en la candidata ideal para asistir al flamante Presidente Pinochet.

Mientras fue la secretaria de la Presidencia, era la última barrera que todos los que querían llegar al ex gobernante tenían que franquear. De esa época, cuando se instalaba en el segundo piso de La Moneda, la recuerdan como una mujer seca, pero muy ejecutiva. "Jamás olvidaba un nombre, una cara o una traición", dicen.

Una vez reinstalada la democracia siguió a la Comandancia en Jefe a quien siempre, en una mezcla de respeto y cariño, ha llamado "jefe". Luego, en su período de senador vitalicio, se trasladó a las oficinas de Calle Málaga que la Fundación Pinochet arrendó para el ex uniformado por razones de seguridad. Ahí, comentan, Mónica era dueña y señora de los 400 metros construidos y 1.100 de terreno donde se concentraba, repartido en cinco habitaciones, el dispositivo de seguridad y administrativo que rodea a Pinochet. Rara vez faltaba a trabajar y sus ausencias sólo se dieron y prolongaron cuando viajó, invitada por la señora Lucía, a Virginia Waters, a compartir con la familia los días de detención en Londres.

Fue en esa amplia y segura propiedad de calle Málaga donde el pasado 6 de enero Ananías observó, demudada, lo que consideró una de las afrentas más ofensivas hacia su jefe: el allanamiento del juez -"del comunista", le dicen- Muñoz.

Ese día se incautaron archivos con información contable y los pasaportes con identidad falsa que tenía Pinochet. Todo material de prueba judicial que estaba bajo el cuidado de la mujer. La indignación cundió y la decisión del círculo cercano a Pinochet fue inmediata: dejar el lugar. Hoy la propiedad se arrienda por poco más de 2 millones al mes.

Mónica Ananías participó a mediados de marzo en el traslado hacia una pequeña oficina de las dependencias que el Ejército tiene en las Torres San Luis. Ahí, tras unas frágiles puertas de vidrio polarizado que dan a la calle, y compartiendo espacio con los familiares de uniformados que llegan hasta el consultorio Rosa OHiggins, la mujer ha pasado los últimos días. Ahí y en medio de los cuidados médicos para su madre, que por la misma fecha se agravó.

QUIÉN ES AITKEN:

Auge y caída del ex albacea

Óscar Custodio Aitken Lavanchy (64 años, separado de dos matrimonios, tres hijos) tiene su oficina y alojamiento en un edificio poco vistoso de Américo Vespucio, donde unió dos departamentos y los engalanó con finos objetos clásicos, cuadros, alfombras, un bar bien surtido y un piano de más de 130 años, que a veces toca.

Según Dicom, tiene siete bienes raíces, es socio de 15 empresas y parte de tres directorios. No posee morosidades ni protestos.

Es minusválido desde 1988 (lo delata una leve cojera), cuando sufrió un accidente en moto. Varios pernos le fueron atornillados en su columna vertebral.

Compañero en la Escuela Militar del ex Vicecomandante en Jefe del Ejército general (r) Guillermo Garín, obtuvo las más altas calificaciones de su promoción. Pero, desilusionado, Aitken renunció al Ejército en 1964, cuando el entonces Comandante en Jefe lo acusó al director de la Escuela Militar por abandonar su deber militar por sus estudios de Derecho. Aun así, cuando se tituló, fue para ponerse al servicio del Ejército. Pero su vida cambió cuando realizó un posgrado de Economía en Suiza y regresó en 1972 hablando francés e inglés y como especialista en derecho comercial internacional. Se inició en los negocios comprando propiedades a quienes huían de la UP.

En septiembre del 73 lo mandaron a buscar del Banco Central. Después pasó por la Contraloría, Economía, Codelco y Famae. Como a través de esta empresa de armamento se canalizaron los viajes de Pinochet a Londres, lo acompañó dos veces en los 90. Fue su intérprete cuando el general se entrevistó con los ejecutivos de la British Aerospace sobre el proyecto Rayo. Una empresa internacional le pidió asesoría financiera y se hizo conocido en este rubro.

Hasta el estallido del caso Riggs, Aitken atendía a decenas de empresas. Su oficina jurídica es corresponsal del estudio más grande de Panamá, que a su vez tiene sucursal en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes.

Constituyó sociedades, según él, "para programar la herencia" de Pinochet.

En 2001 Pinochet le pidió que fuera su albacea testamentario. En diciembre de 2004 renunció al cargo, según él, disgustado porque nadie le hubiera contado de sus platas en el Riggs. Sin embargo, el juez español Baltasar Garzón amplió en él la querella contra Pinochet por presunto alzamiento de bienes y lavado de dinero. Así se dañaron sus contactos internacionales, aún más con la resolución del juez Muñoz por complicidad en declaraciones tributarias "maliciosamente incompletas o falsas".
M.C.

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