Espinoza Sepúlveda Rebeca María


San antonio - memoriales.cl

San antonio – memoriales.cl

Rut : 2.038.140-k

Fecha Detención : 03-01-1974
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 06-11-1933 Edad : 40

Actividad Política :
Actividad : Secretaria

Estado Civil e Hijos : Casada, 5 hijos
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :informe corporación

Categoría : Antecedentes del Caso

REBECA MARIA ESPINOZA SEPULVEDA

Rut : 2.038.140
F.Nacim. : 06 11 33, 40 años a la fecha de su detención
Domicilio : Calle Los Presidentes, Block 148-A Depto 202, Ñuñoa, Santiago
E.Civil : Casada, 5 hijos
Actividad : Secretaria, ex funcionaria del Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP
C.Repres. : Sin militancia política conocida
F.Detenc. : 3 de enero de 1974

Rebeca María Espinoza Sepúlveda, casada, 5 hijos, funcionaria de INDAP, sin militancia política conocida, fue detenida el 3 de enero de 1974, pasado el mediodía, en las inmediaciones de la Plaza de la Constitución, Santiago, por funcionarios de la Fuerza Aérea de Chile, los que vestían de civil. Junto a ella fueron detenidos sus hijos Cristián y Verónica y una nieta de pocos meses de edad.
En la misma oportunidad, aunque en momentos distintos, los agentes detuvieron a José Miguel Rivas Rachitoff (actualmente detenido desaparecido), a José Leonardo Pérez Hermosilla (actualmente detenido desaparecido) a Julio Hernán Parraguez Acevedo (saldría en libertad dos meses después desde el Regimiento de Tejas Verdes) y a José Medina Garcés, posteriormente liberado.
Rebeca María Espinoza, al igual que el resto de los detenidos, fue conducida a la Academia Politécnica Aeronáutica de El Bosque, en donde permaneció tres días. Al cabo de este tiempo, se la trasladó al Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, siendo vista por testigos, desde donde desapareció. También desaparecieron desde este recinto militar, José Miguel Rivas y José Leonardo Pérez, ambos socialistas.
La detención de la víctima está expresamente reconocida en un Oficio que el General de Aviación Mario Vivero Avila, Comandante de la Guarnición General Aérea de Santiago, envió al 2do.Juzgado del Crimen de Santiago, donde se investigaba la presunta desgracia de José Miguel Rivas, el 17 de febrero de 1975. En dicho oficio, el General Vivero Avila, señalaba que José Miguel Rivas Rachitoff había sido detenido el 3 de enero de 1974 por orden emanada de la Guarnición Aérea de El Bosque, por tener antecedentes de actividades extremistas. Junto a é, se agregaba, fueron detenidos Julio Parraguez, José Pérez Hermosilla, Rebeca Espinoza y José Medina Garcés, por los mismos motivos. Posteriormente, los detenidos fueron entregados a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). No se indicó fecha de este hecho.
Cristián Acevedo Espinoza -hijo de la afectada- recuerda que ese día, y poco antes de ser detenidos, se encontraron, en la Plaza de la Constitución y frente a La Moneda, con unos amigos de su madre, todos ex funcionarios de INDAP (las personas ya nombradas). Al poco rato de estar junto a sus ex compañeros de trabajo, Rebeca Espinoza, sus hijos y su nieta, se alejaron del lugar, caminando por calle Teatinos hacia Agustinas. Allí fueron interceptados y aprehendidos por dos civiles que se movilizaban en un Fiat 125 color rojo y en cuyo asiento posterior iba otro detenido, amarrado. Cristián Acevedo no reconoció a este último. El grupo familiar fue llevado hasta la Academia Politécnica Aeronáutica de El Bosque, en donde los dejaron en una sala grande.
Alrededor de las 6 de la tarde de ese mismo día, los agentes sacaron del recinto a los tres menores Cristián, a Verónica y a la guagua, diciéndoles que a su madre aún tenían que hacerle algunas preguntas. Los llevaron hasta su domicilio, el que procedieron a allanar.
Julio Hernán Parraguez Acevedo, quien también fuera detenido en esa oportunidad por los funcionarios de la FACH, recuerda que ese día, a la hora de almuerzo, pasó por la Plaza de la Constitución, rumbo al Ministerio de Agricultura. El testigo había trabajado en INDAP, en el Departamento de Relaciones Públicas del que Rebeca Espinosa era secretaria. En la Plaza se encontró con la afectada, Miguel Rivas, José Pérez y José Medina. Después de conversar unos minutos, el declarante se retiró del lugar, para volver a pasar por ahí mismo media hora más tarde. Pudo entonces constatar que el grupo de amigos ya no estaba. Continuó hacia Teatinos, en donde un civil se le acercó, amenazándolo con un arma y poniéndolo contra una de las murallas de La Moneda. Le ató las manos y lo introdujo en un vehículo, siendo conducido a la Base Aérea del Bosque.
En este recinto de la FACH, fue dejado en una sala grande en donde vio a sus compañeros de INDAP: la afectada, Miguel Rivas, José Pérez y José Medina, más otros detenidos que él no conocía. Todos fueron interrogados por separados sobre sus actividades políticas y laborales y especialmente sobre una supuesta "reunión" que ellos habrían efectuado en la Plaza de la Constitución.
Después de permanecer en ese recinto durante tres días, fueron subidos a un camión, todo el grupo, y llevados al Campamento de Detenidos de Tejas Verdes. Aquí el testigo quedó en la misma cabaña con Miguel Rivas y José Pérez Hermosilla, los que posteriormente fueron sacados de allí.
Cuando el testigo fue dejado en libre plática, divisó a Rebeca Espinoza en el sector de las mujeres. Durante los cuatro meses en que Parraguez permaneció en Tejas Verdes, fue llevado en distintas oportunidades al subterráneo del Casino de Oficiales para ser interrogado y torturado. En una de esas ocasiones, cuando esperaba su turno, escuchó los gritos de Rebeca cuando era sometida a una sesión de tortura.
Cuando el declarante salió en libertad desde Tejas Verdes, el 19 de abril de 1974, la afectada aún estaba en dicho recinto militar.
Por su parte, Nelly Patricia Andrade Alcaíno también vio a la afectada en el Campamento de Detenidos de Tejas Verdes. La testigo fue detenida el 27 de enero de 1974 y, entre otros recintos, fue llevada a Tejas Verdes, en una camioneta tipo frigorífico, junto a otros detenidos de la Población La Legua. Permaneció incomunicada en una suerte de cabaña, donde había colchonetas de aserrín, sin muebles ni luz eléctrica, con las ventanas tapiadas. En las mañanas les abrían la puerta y les daban un jarro de té y un pan, al mediodía les pasaban un plato de comida y en la noche otro jarro de té y otro pan. Cuando la sacaban al baño, la testigo se dio cuenta que el campo estaba cercado y que tenía torres altas con guardias en la parte superior. Supo que en la parte inferior de esas torres, en un cuadrado de madera cerrado, se mantenía, lejos de la vista del resto, a aquellos detenidos que estaban en malas condiciones físicas y a los que eran considerados "peces gordos".
Una vez que quedó en libre plática, Nelly Andrade vio a Rebeca Espinoza. Conversaron y la afectada le contó de sus hijos. Se veía en buen estado anímico, pese a que tenía huellas de golpes y moretones, producto de las torturas a que fue sometida. La testigo vio a la víctima hasta el 27 de febrero de 1974, fecha en que salió en libertad.
También Margarita Durán Gajardo vio a la afectada recluida en Tejas Verdes. La declarante fue detenida, por tercera vez, el 29 de enero de 1974, siendo conducida, el 1? de febrero de ese mismo año, a Tejas Verdes, junto a otros detenidos entre los cuales estaban su padre, su hermano, Nieves Ayres Moreno y Jorge Poblete. El traslado se hizo en una camioneta blanca, con frigorífico, a la que bautizaron como "la paloma". Allí fue ingresada en una casa de madera como mediagua y vio en varias ocasiones a Rebeca Espinoza, la que estaba encerrada en la parte inferior de una de las torres de vigilancia, una especie de cajón de madera con una puerta, en donde se mantenía incomunicados a algunos de los detenidos; vio cuando la sacaban de una de las torres y la introducían en otra. La afectada también permaneció en una cabaña contigua a aquella en que estaba Luisa Stagno. Cuando la testigo era llevaba al baño, las veía conversando.
Margarita Durán fue sacada de Tejas Verdes a fines de febrero de 1974, quedando la afectada en dicho recinto militar. Durante su permanencia allí, la testigo fue interrogada y sometida a brutales torturas.
Gines Emilio Rojas Gómez, autor del libro "Tejas Verdes", fue detenido el 23 de enero de 1974, cuando se encontraba en las dependencias de Televisión Nacional. Fue llevado al Regimiento Tacna, después a Londres 38 (recinto secreto de detención y tortura de la DINA) y, el 24 de enero del mismo año, a Tejas Verdes, en donde permaneció hasta el 15 de febrero de 1974, fecha en que se le llevó al Estadio Chile en Santiago y desde allí a Chacabuco, saliendo en libertad el 6 de septiembre de 1974.
A los pocos días de haber llegado a Tejas Verdes, Rojas Gómez vio a su amigo Miguel Rivas Rachitoff, orinando sangre y en pésimas condiciones físicas. También vio a José Pérez Hermosilla. Estos dos detenidos habían sido aprehendidos junto con la afectada y también permanecen en calidad de detenidos-desaparecidos. En cuanto a Rebeca Espinoza, sólo la divisó de lejos, puesto que ella se encontraba en el sector de las mujeres.

GESTIONES LEGALES Y/O ADMINISTRATIVAS
No se consignan acciones judiciales.


Seis oficiales (R) condenados por víctima de Tejas Verdes

Fuente :Miércoles 16 de julio de 2008  La Nación

Categoría : Prensa

Entre ellos figuran oficiales de Ejército que no habían sido sentenciados antes en otra causa por delitos de lesa humanidad.

Seis oficiales en retiro fueron condenados por el juez Alejandro Solís a penas de presidio, entre ellos nuevamente el ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, como coautores del secuestro calificado de Rebeca Espinoza Sepúlveda, desaparecida desde el 3 de enero de 1974 desde el campo de concentración de Tejas Verdes, en la ciudad de San Antonio en la Quinta Región.

Entre los condenados figuran oficiales de Ejército que no habían sido sentenciados antes en otra causa por delitos de lesa humanidad.

Los autores afectados con penas de presidio son Contreras, 15 años y un día; el prefecto de la Policía de Investigaciones Nelson Valdés Cornejo, 5 años y un día; el teniente coronel Raúl Quintana Salazar, 5 años y un día; teniente coronel David Miranda Monardes, 5 años y un día; coronel Claudio Kossiel Hornig, 5 años y un día; y el médico con grado de coronel Vittorio Orvietto Teplitzki, 5 años y un día.

A todos, salvo Contreras que ya cumple prisión por otras causas, se les hará efectiva la pena de presidio una vez que la sentencia quede a firme después de que sea revisada por la Corte de Apelaciones de Santiago y la Sala Penal de la Corte Suprema, siempre que las cortes mantengan las penas aplicadas y no las rebajen, otorgándose beneficios a los condenados que les permitan cumplir las sentencias en libertad.

Rebeca Espinoza tenía 40 años, cinco hijos, no tenía militancia conocida y era secretaria en el Instituto de Desarrollo Agropecuario cuando fue detenida en los alrededores de la Plaza de la Constitución junto a José Miguel Rivas Rachitoff y José Leonardo Pérez Hermosilla, militantes socialistas, quienes tuvieron un itinerario similar al de Espinoza y actualmente también se encuentran desaparecidos.

Entre los oficiales de Ejército que operaron en Tejas Verdes está el actual alcalde de Providencia, coronel (R) Cristián Labbé, quien ha sido interrogado en las causas por los desaparecidos desde este campo de concentración. Hay varios ex prisioneros que mencionan la presencia de Labbé en ese lugar, incluso lo acusan de presenciar torturas, pero hasta ahora ninguno le imputa cometer personalmente los tormentos. En el caso del médico militar Vittorio Orvietto, tras ser procesado por el juez Solís regresó, en abril de 2005, desde Estados Unidos, para entregarse. Luego de examinarlos, Orvietto era quien daba el visto bueno para que los prisioneros continuaran siendo torturados.

El 11 de septiembre de 1973, cuando a pocos días después empezó a armar la DINA, Manuel Contreras tenía el grado de teniente coronel y era el jefe de zona en estado de sitio de la provincia de San Antonio. Con él trabajó estrechamente el periodista Carlos Roberto Araya Silva, convertido en agente DINA, que después ingresó a Televisión Nacional y en 1975 fue parte, junto a los periodistas Julio López Blanco y Claudio Sánchez, del montaje de Rinconada de Maipú. Por ello fueron sancionados por el Colegio de Periodistas y luego querellados por su complicidad en el operativo de la DINA.


INDAP homenajeó a 13 funcionarios ejecutados y desaparecidos después del golpe de 1973

Fuente :indap.gob.cl, 29 de Noviembre 2017

Categoría : Prensa

Un acto central de reconocimiento junto a sus familiares, una placa que quedó firme en un muro con sus nombres y la inclusión póstuma como socios de la Asociación Nacional de Funcionarios de INDAP (ANFI), recibieron los 13 trabajadores de esta institución ejecutados políticos o detenidos desaparecidos tras el golpe de Estado de 1973, en el homenaje en su memoria realizado este miércoles en dependencias de la Dirección Nacional de este servicio del Ministerio de Agricultura.

Se trata de 12 hombres y una mujer de entre 21 y 49 años, que se desempeñaban como conductor, secretaria, periodistas, administrativos, técnicos, jefes de  Área y de Zona, de los cuales 4 fueron asesinados por agentes de la dictadura y los otros 9 permanecen como desparecidos, luego de arrestos en distintas circunstancias  en varias ciudades desde Quillota hasta Quellón.

Las viudas de algunas de estas víctimas, sus hijos, un yerno y hasta el bisnieto de uno de ellos, fueron los principales invitados a la ceremonia, organizada por ANFI y la dirección de INDAP, en la que recibieron especialmente el saludo de los actuales funcionarios, dirigentes y las autoridades de Gobierno encabezadas por el subsecretario de Agricultura, Claudio Ternicier, y el director nacional de INDAP, Octavio Sotomayor.

Fernando Moraga, presidente nacional de ANFI, entidad que impulsó este acto que tuvo también la presentación del folclorista Fernando Yáñez, señaló en su mensaje a los asistentes que los homenajeados fueron ejecutados o desaparecidos “por el solo hecho de trabajar en la institución”.

El dirigente enfatizó que “aquí no hubo ninguno que fuera un peligro para la sociedad, aquí se mató porque se podía matar. La dictadura mató por matar, por un gusto, porque alguien le dijo. Nuestros compañeros fueron sacados de las oficinas para ser ejecutados, venían a devolver un vehículo y los ejecutaban. No podemos olvidar nunca lo que ocurrió en esa época y Dios quiera que se pague en esta tierra el daño causado a todos los chilenos y chilenas”.

A nombre del Gobierno, el subsecretario Ternicier entregó un mensaje en que agradeció “esta gran iniciativa de cumplir con el deber de recordar a nuestros compañeros caídos y no olvidar por lo que pasó Chile” y destacó “la solidaridad, el pésame y el compromiso por ayudar a la justicia y la verdad en Chile”. “La única manera de construir Chile en el futuro es sobre la base de la justicia y la verdad”, enfatizó.

El director Octavio Sotomayor, que también dio un saludo a los familiares e invitados al acto, señaló luego de éste su satisfacción porque se trató, dijo, de “una ceremonia muy bonita y solemne como queríamos. Además habíamos perdido contacto con los familiares. Se trata de 13 colegas que fallecieron por un compromiso con el país, eso le podía haber pasado a cualquiera de nosotros. Quisimos rememorar de manera que esto no se vuelva a repetir”. 

Al acto también asistieron autoridades de otros servicios del agro como Loreto Mery (Comisión Nacional de Riego) y Michel Leporati (Achipia), además del representante de IICA en Chile, Jaime Flores, y el director regional metropolitano de INDAP, Christian Suarez.

FAMILIARES AGRADECIDOS

El momento más emotivo de la actividad fue aquel en que los familiares fueron invitados al hall central del edificio para descubrir una placa confeccionada por ANFI con el nombre y los datos principales de cada uno de estos trece funcionarios víctimas del golpe de Estado. 

Entre los asistentes a este acto, Martín Hassler Jeldres, de 11 años, bisnieto de Reinaldo Jeldres, se refirió así a este momento y lo que significaba el recuerdo a bisabuelo: “Tengo un poco de pena, emoción e igual me sentí importante (…) Solamente sé que lo mataron y lo tiraron al río y que ya procesaron a los que lo mataron, es la única información que tengo”.  

Eduardo Cifuentes, yerno de Reinaldo Poseck, comentó que fue “súper fuerte, pero me parece que era necesario y muy importante que haya habido mucha gente de INDAP que haya venido. Desgraciadamente su esposa falleció, sus hijos están fuera de Chile y no pudieron estar”. Describió a su suegro como “una persona de un carácter muy fuerte, pero en la intimidad, en los almuerzos en la casa, era un tipo muy divertido. Además era súper trabajador y comprometido”.

Mauricio Flores, hijo de Nelson Flores Zapata, dijo estar “alegre porque hayan hecho esto, para mí es muy simbólico que lo 

recuerden”. Sobre la memoria que tiene de su padre con quien vivía en la Población Robert Kennedy de Maipú comentó que recuerda “algunos juegos con que hacía desaparecer palos de fósforos. Yo tenía 4 años cuando a él lo fusilaron”.

LA SIGUIENTE ES LA LISTA DE HOMENAJEADOS:

Enrique Ernesto Morales Melzer (D.D, conductor, Santiago),

Héctor Arturo Santana Gómez (D.D, Jefe de Área, Quellón),

Cecil Patricio Alarcón Valenzuela (E.P, funcionario, Chillán),

Luis Eduardo Vergara Corso (D.D, funcionario, Polcura),

Reinaldo Luis Jeldres Riveros (E.P, funcionario, Chillán),

Etienne Marie Louis Pesle de Menil (D.D, técnico cooperativista, Temuco),

Nelson Jorge Flores Zapata (E.P, funcionario, Maipú),

Reinaldo Salvador Poseck Pedreros (E.P, Jefe Zonal, Chillán),

Eliseo Segundo Jara Ríos (D.D, jefe de Área, Victoria),

Rebeca María Espinoza Sepúlveda (D.D, secretaria, Santiago),

José Leonardo Pérez Hermosilla (D.D, periodista, Santiago),

José Miguel Rivas Rachitoff (D.D, periodista, Santiago),

Pablo Gac Espinoza (D.D, oficial administrativo, Quillota).